Se suele decir que los pueblos tienen los gobernantes que se merecen. Eso es verdad en las democracias ya que son los electores y electoras quienes deciden quiénes han de ser los gobernantes.
Uno de los compromisos que tenemos con la democracia es la responsabilidad de elegir a los políticos y políticas que nos tienen que gobernar. Ninguna excusa me parece válida: “todos son iguales”, “todos son ineptos y corruptos”, “estoy decepcionado”, “da igual votar que no hacerlo”, “mi abstención es un castigo por la mala gestión”, “no cumplieron una promesa electoral”… Excusas.
No me gustan esos personajes (podría citar aquí varios nombres de sobra conocidos) que alardean en público de no haber votado nunca. Algunos lo cuentan como quien hace una gracia, otros como quien imparte una lección. Creo que constituyen un mal ejemplo. Porque, si todos hiciesen lo mismo, ¿quién gobernaría? No sé si esos personajes preferirían una dictadura, un régimen en el que no hiciera falta ir a las urnas.
Hay que votar. Una y otra vez. Con responsabilidad. Conscientes de que ese hecho nos va a dotar a todos del mejor gobierno posible. ¿Qué sucedería si todos y todas hiciesen lo que yo hago?, me pregunto muchas veces. No sé qué pensarán al respecto quienes no votan, quienes deciden que sean otros los que tengan la iniciativa. ¿O piensan que lo ideal sería que nadie fuese a votar? ¿Qué sucedería entonces?
Hay que aceptar el nombramiento de presidente o de vocal de las mesas electorales. Alguien lo tiene que hacer. No me gustan las trampas y las mentiras. Es más cómodo desfrutar de un domingo de mayo que estar todo el día presidiendo una mesa electoral. Pero, ¿qué sucedería so todos rechazasen el nombramiento?
Otro deber ciudadano es informarse. Hay que saber a quién se vota. No me explico cómo pueden ir en las listas candidatos que están imputados en casos de corrupción. Y menos que haya votantes que depositen su confianza en ellos. Dice poco de una democracia esa ley del todo vale, tanto para quienes se presentan como para quienes votan.
Hay más de cien imputados en las listas de las próximas municipales. ¿Cómo es posible? ¿Cómo puede votar alguien una lista con un solo imputado? Decía hace poco un político socialista que había listas del PP que eran como una cremallera: un imputado, uno que no lo es, otro imputado, otro que no lo es… Otro decía que las listas del PP son paritarias, porque tienen igual número de imputados que de no imputados… Y, a su vez, el PP achaca al partido socialista que lleve en sus listas a personas bajo sospecha.
Resulta inadmisible que un político vea mal lo que hace el partido adversario, mientras el mismo comportamiento sea considerado, de manera inverosímil, como positivo en el suyo. No es admisible que otro partido lleve en sus listas imputados, pero los que ellos llevan se justifican porque hay que respetar el principio de la presunción de inocencia.
No me gusta la descalificación que se hace de todos los políticos. Creo que se trata de una forma torpe de minar la democracia. Ni todos los políticos son malos ni todos son iguales. Para ejercer el derecho de votar hace falta estar bien informado. No ayudan mucho las campañas electorales, que se articulan sobre mítines en los que se explica poco y se agrede mucho. Si estuviera en mis manos, prohibiría los mítines y haría obligatorios los debates entre candidatos.
No me gustan los mítines. Sirven para persuadir a los ya persuadidos, para hinchar el ego de los líderes, para descalificar sin réplica a dos adversarios y para brindar unos titulares enj las cabeceras de telediarios y periódicos. En el libro “Aristóteles y un armadillo llegan a la capital”, de Thomas Cathcart y Daniel Klein, subtitulado “Las mentiras de los políticos analizadas con humor”, se puede observar una imagen en la que varios políticos están preparando un mitin. Uno de ellos le dice al otro:
– Es un buen discurso… solo hay un par de puntos que necesitan un poco más de confusión.
Por otra parte, en tiempos de crisis, resulta indecoroso dilapidar el dinero sin ton ni son. Hay otras necesidades más perentorias.
Los políticos tienen también deberes. El primero es acceder al poder sin mentiras y falsas promesas. Hay quien, en época de elecciones, promete lo que sabe que no va a poder cumplir. Hay quien promete hacer un puente en un lugar que no existe un río.
Es vergonzoso el aluvión de inauguraciones que tiene lugar en vísperas de la campaña electoral. Se inaugura un tramo de carretera de cinco kilómetros o un trozo minúsculo de la red ferroviaria…
Resulta un tanto repugnante comprobar lo importante que es el pueblo para los políticos en época de elecciones. Prometen, escuchan, preguntan, adulan. Recorren el camino de las instituciones a la calle para hablar y para escuchar. Pero, una vez que ganan, se olvidan de que el pueblo sigue ahí, de que sigue hablando, de que sigue gritando.
Tienen que explicar lo que hacen y por qué lo hacen. No deben olvidar que están ahí por mandato de sus electores. La esencia de la democracia es que el poder está radicado en el pueblo. No son los políticos quienes mandan sino quienes obedecen al pueblo.
Resulta detestable la corrupción política. Es un abuso verdaderamente repugnante. Un abuso de confianza inadmisible. Porque quien ha sido nombrado por el pueblo se convierte en su enemigo, en su verdugo, en su destructor.
Después de votar no se acaba la democracia. Ni para los votados, que tienen que empezar a trabajar por la ciudadanía y a cumplir las promesas formuladas. Ni para los votantes que tienen que seguir participando, opinando, colaborando y exigiendo. Los deberes democráticos se inician con el voto, no concluyen con él. Las urnas son la cuna y no el ataúd de la democracia.
Lo siento D. Miguel Ángel, pero no voy a participar de este circo pseudodemocrático que nos han montado nuestros políticos… todos, sin excepción de ninguna clase.
A votar, porque hay que botar a los corruptos y a los mentirosos, porque hay que botar a los que ya botamos antes por lo mismo. Con música de “La violetera”, “Búsquenos ese partido…”
A votar, porque si la abstención fuera significativa y tuviera valor, sería estupendo estar el domingo al sol, pero no es así. Para ser así tendría que haber otra ley electoral, pero el tema funciona según los porcentajes (y además con recortes) de los votos válidos. Si un partido saca el cuarenta por ciento del cincuenta por ciento de participación, recoge una cosecha mayor del cuarenta por ciento del electorado que figura en las listas.
A votar, aunque sea una molestia y solo sea para molestar. Otra cosa sería que si un partido sacara el cuarenta por ciento de los votos, con el cincuenta por ciento de participación, y se le asignara el veinte por ciento de éxito. De esta manera se tendría que aguantar con esa representatividad y el cincuenta por ciento de las concejalías se quedarían vacantes igual que se han quedado vacantes los votos en las cabinas. Sería una sabia norma a favor de la austeridad, que tanto propalan.
Nos dirán que eso aumentaría el paro, pero les diremos que, si tanto les preocupa el paro, los políticos que ostentan varios cargos con vario sueldos, suelten los que tienen de más y den trabajo a los pobres de su propio partido. Parece que no tienen piedad ni de los compañeros de partido. Podemos ver que es un paradigma que no nos da ánimo para pensar en una vil alternancia política, sino para buscar y votar alternativas que nos tengan que demostrar con hechos igual que tristemente lo han demostrado los de la alternancia), que se merecen nuestra confianza.
Hasta puede que sea cierto, que tengamos lo que nos merecemos. Pero no podemos votar a quienes nosotros queremos, solo podemos escoger entre quienes deciden los partidos. Si no nos gustan los que ellos nos proponen nos tenemos que aguantar, no tenemos más remedio que votarlos, o no votar, o votar en blanco. Última opción, invalidar nosotros mismos nuestros voto, tachando las personas que no nos gusten.
Estimado Miguel Nartín:
Comparto buena parte de tu frustración, pero no creo que la respuesta acertada sea dar la espalda al proceso de elecciones o a la gestión de la democracia. Comparto tu inconformismo, pero no la forma de combatir sus causas. Se puede votar en blanco. Se puede castigar a los corruptos. Se puede exigir el cumplimiento de las promesas electorales. El diálogo democrático no puede limitarse a decir sí o no cada cuatro años. Desñués de votar hay que seguir participando. No debemos limitar la reacción a la decepción y al abandono. Reaccionar significa ser capaces de analizar y de intervenir.
No creo que todos los políticos sean iuguales ni que todos sean malos. Con el voto hay que discernir y seleccionar a los mejores. Las listas cerradas no son aceptables. También eso debería ser cambiado.
Gracias de todos modos por participar con tu opinión en el blog.
Un abrazo.
MA. Santos
Saludos maestro Miguel Ángel desde Chile.
Como anillo al dedo, esperaba un comentario como este pues, desde tiempos adolescentes( en plena dictadura militar)que vengo de participar y muy activamente en el progreso ciudadano, como profesor, más aún.
creo que el mundo sabe muy bien ya la historia de mi pais al respecto, me ahorraré la línea de tiempo, y centraré el debate a propósito de sus palabras en lo que el próximo 21 de mayo, en el discurso presidencial ante el Congreso Nacional, se prevee una vez más, el ánimo contradictorio frente al fortalecimiento de la educación pública, el tema es largo, pues hay intereses de todos los sectores involucrados, hay visiones ideológicas fuertemente marcadas e impositivas, y si esto no es poco, un debilitamiento del sentir democrático a través de la prensa, la tan manipulada prensa, tuvimos un ejemplo de estudiantes secundarios hace unos años, y ahora recientemente otro movimiento que se inicia al respecto. comisión tras comisión de expertos, si los expertos están en todas partes, al menos descanso positivamente en usted que a diario nos mantiene activo-pensantes, con una mirada constructiva y propositiva a la vez, cosa que no veo en quienes aparecen en comisiones, farándula y más farandula. ¿en democracia es la movilización el camino hacia la mejora? el sistema es perverso en muchos casos, pero si no estamos en el mismo, desde adentro, ¿cómo entonces podemos cambiarlo? recuerdo sus frases en «jefes tóxicos» muy vigentes aún, y más acá en Chile, al parecer, la revolución estudiantil nos pasó por alto y de ellos no hemos aprendido nada. por último, me gustaría si es permisible, su visión al respecto de lo que ocurre en Chile en estos momentos, con directa relación a estos supuestos cambios educativos, liceos de excelencia para algunos, y el resto qué?, agencias de calidad, supresión y cierre de escuelas, sobrepoblación estudiantil para pedagogía, ufff, hay mucho que indagar y que concluir.
reitero mis saludos.
Querido Carlos:
Comparto tus preocupaciones respecto a lo que está sucediendo en Chile. Aquel poderoso moviminto estudiantil se está diluyendo, absorbido por promesas que nunca llegan, comisiones alejadas de la realidad y políticas que favorecen a los ya favorecidos por el sistema.
En la Comunidad de Madrid, por ejemplo, estamos viendo un proceso similar: abandono de la enseñanza PÚBLICA, bachillerato de excelencia, un modo de entender la calidad que favorece a los ricos… En el 2003 escribí un libro titulado TRAMPAS EN EDUCACIÓN. EL DISCURSO SOBRE LA CALIDAD. El editor me dijo que no fuese tan duro y que sería mejor titular el libro CONTROVERSIAS EN EDUCACIÓN. Le dije que el libro hablaba de trampas, no de controversias. No hay calidad sin equidad. No puede ser considerado un centro de calidad aquel que practica la xenofobia, el racismo, el eletismo, para admitir a los alumnos y luego
la insensibilidad con los que van mal (los echa por la fuerza o por la persuasión)…
Me alegra saber de tu compromiso con el progreso de la democracia en tu condición de ciudadano y de profesor. No se puede mirar hacia otra parte cuando campean en la sociedad el individualismo, la competitividad, el relativismo moral, la obsesión por la eficacia, el imperio de las leyes del mercado y el olvido de los desfavorecidos… Por eso resulta imprescindible analizar críticamente, participar, agruparse, levantar la voz y exigir unas políticas más justas y sensibles. Para exigir hace falta iniciativa, unión, persistencia y valentía cívica, esa virtud democrática que consiste en ir a causas que de antemano sabemos que están perdidas.
Gracias por compartir tu opinión con los lectores y lectoras del blog.
Un abrazo
MA Santos
Estimado Miguel Ángel:
Muchas gracias por su contestación. España está necesitada de muchas personas como usted. Cada uno hace lo que puede por intentar cambiar a mejor, esta sociedad en la que vivimos. Votar en blanco podría ser una buena opción pero tengo el presentimiento que eso es como seguirles a ellos el juego de la farsa, por poner un ejemplo; ¿cree que con el Estatuto de Cataluña aunque hubiera una astención del 80% y votaran muchos en blanco, se suspendió?. El Estatuto Catalán continúa aunque lo hayan votado 1.000 personas. Con el debido respeto, le invito si tiene a bien que entre en esta página web http://www.democraciaylibertadpp.es
Esto es una muestra de algunas de las ideas que yo tengo.
Muchas gracias a usted por ser como es.
Un fuerte abrazo.
M Martín
Los pueblos no tenemos los gobernantes que nos merecemos. Eso es una falacia. En mi país hay un mayor porcentaje de personas honestas, trabajadoras, solidarias, responsables, que luchamos cada día por hacer las cosas bien. Gobernados por un grupo de ladrones sin atisbos de ética,soberbios y que cometen a cada paso nefastos abuso de poder.
No tengo duda que la democracia debe ser la mejor forma que se gobiernen los pueblos. Lamento no conocerla. Y no es una cuestión del gobierno actual. Si miramos para atrás a los distintos grupos que fueron rigiendo el destino de este pedazo de tierra donde vivo, más allá de las ideologías políticas, todos se parecen mucho.
Democracia, democracia, ¿donde te escondiste? No quisiera morir sin conocerte…
Estimado Maestro Miguel Angel, agradecido por su atenta respuesta, es cierto, en los últimos años he tenido la fortuna de trabajar con académicos de alto nivel, investigadores, con gente de la OCDE, el problema es que lamentablemente no son llamados ni considerados, se pierde el gran aporte, trabajé con la metodología del estudio de clases(japonés)en matemática, muy interesante y lo continúo haciendo, requiere de apropiación , investigación, gusto, maduración, sabemos que no podemos igualarnos, pero las buenas prácticas se aprovechan en fin de la mejora, y veo como, personajes que no tienen relación directa, ni especialistas ni maestros de aula, intervienen imponiendo sus métodos, por el llamado amistad(amiguismo) que existe con quienes ostentan el poder de la administración, desvalorizando todo un trabajo con rigurosidad científica, ver más allá de lo evidente, una falta de respeto a la historia, a los sacrificios humanos, a la conciencia y esfuerzo de quienes verdaderamente asumen la responsabilidad de educar. me incluyo por supuesto. y como acuño una de mis frases » hoy los gigantes molinos a derrotar son: la pobreza, la injusticia, la intolerancia, la deshumanización, la desigualdad, el individualismo». si las utopías gobernaran el mundo, Alonso Quijano sería el Rey.
Gracias nuevamente, saludos desde Chile.
Estimado Miguel Ángel, gracias por su oportuna y rápida respuesta, sólo me resta decir, una frase que tengo desde hace mucho en mi fondo de pantalla
«»»hoy, los gigantes molinos a derrotar son: la pobreza, la injusticia, la intolerancia, la deshumanización, la desigualdad»»»
en el país de las utopías, Alonso Quijano es el gobernante máximo! a seguir adelante positivamente y propositivamente.
Hay que votar. No se puede dejar en manos de los demás lo que tenemos que hacer entre todos. No comparto la descaliicación global de política y políticos. ¿Será mejor una dictaura? La domocracia -amiga A.F.- no es perfecta. Nunca lo será. Hay que ir haciéndola mejor cada día.
Estoy harta de oir descalificaciones del Gobierno y de su Presidente. No todos los parados son obra de Zapatero. Los parados que ya existían cuando llegó al Gobierno, al menos, no serán responsabilidad suya. ¿No ha habido crisis? ¿Por qué han tenido que rescatar a Grecia, Portugal e Irlanda?
¿Es eso también culpa del Gobierno español? Claro que no lo ha hecho todo bien. Claro. Decía estos días Rodríguez Ibarra que a él le gusta Sabina, pero no todas las canciones suyas. Y añadía que eso no significa que vaya a comprar un disco de la Pantoja.
HAY QUE VOTAR.
No se puede dejar a los demás la decisión como si, al no votar, se lavase uno las manos de lo que después salga mal. Todo lo contrario. A mi no me gusta que los demás decidan por mí. Yo iré a votar.
Estoy a favor de que hay que votar. Es un derecho que podemos disfrutar desde hace no mucho tiempo, ¿por qué privarnos del mismo?
El descontento con la clase politica actual no nos puede desanimar. Sino con qué herramientas vamos a conseguir nuestros objetivos.
Un saludo
Apoyo las manifestaciones del movimiento democracia real ya». Pero eso creo que debe impulsar el hecho de ir a votar. Creo que se puede cambiar el sistema desde dentro, desde las estructuras democráticas. La presión y la exigencia son imprescindibles en este momento de apatía generalizada.
Estimado Miguel Angel, ¿crees que realmente existe democracia?, ¿democracia como para tener a los gobernantes que tenemos?.
Yo tengo mis dudas. En esta «democracia», donde existe libertad de expresión, cada día existe menos «libertad de pensamiento». De nada sirve la primera sin la segunda. Miedo me dan las consecuencias a medio plazo.
Y permiteme, que disienta respecto al voto. Personalmente siempre he participado en las elecciones, pero merecen todo mi respeto quienes no participan de ellas por opción, y no por comodidad.
Un saludo.
José Braulio.
Apreciado amigo y vecino Miguel Angel, aunque normalmentde comparto gran parte de tus opiniones, tengo que decir que tan utilizada frase de «tenemos los gobernantes que nos merecemos» es una falacia, cuando solo me dejan elegir entre lo malo y lo peor, no soy libre de elegir, ni merezco lo que salga, cuando no todos los votos valen igual, tampoco merecemos lo que la calculadora politica suma. Creo que el problema es que nos engañan diciendo que estamos en una democracia, como si esto fuera una estación término, en vez de una estación de salida. La democracia es un camino, por el que los españoles apenas hemos empezado a caminar; y todos los votos son respetables hasta los blancos y nulos que no se tienen en cuenta. Mi voto el domingo será en blanco, por que no quiero elelgir entre la basura política que tenemos. Pero mi verdadero voto lo di el domingo 15 en el centro de Málaga junto con otros miles de personas, hartas de esa pobre democracia qu en tiempos de bonanza beneficia a unos pocos y en tiempos de crisis la sufrimos los otros muchos que no nos habíamos beneficiado.
Estimado José Fernández:
Efectivamente, esa frase acuñada es más que discutible.
Creo que el voto blanco expresa también muchas codas. Engtre ellas, la que te anima a emitirloa ti en esta ocasión.
No creo que todos los políticos sean malaos ni, por supuesto, iguales.
Se puede discernir con el voto, aunque para eso debería haber listas abiertas.
Hay que discernir, criticar, hablar, participar y exigir.
Un cordial saludo y gracias por participar en este foro.
MA Santos Guerra
Eastimado José Braulio:
Existe democracia imperfecta. La democracia perfecta nunca existirá, pero podemos ir majorando la que tenemos. Esa ha de ser la causa de todos y de todas, no solo de la clase política. Esta gente que hoy protesta por la situación pidiendo DEMOCRACIA REAL YA está contribuyendo con su palabra, con su protesta, con su indignación, con su sacrificio, con su tiempo. Otros pueden hacer otras cosas. La democracia no se mejora sola. Tendremos la que nosotros y nosotras vayamos construyendo. Habrá que cambiar el sistema electoral, habrá que impedir que se presenten imputados, habrá que exigir que se cumplan las promesas electorales… Habrá que acabar con los paraísos fiscales, con muchas injusticias, con muchos chancullos, con la usura de los bancos… Queda tarea. Es difícil, pero no imposible.
M.A. santos Guerra
Felicidades Miguel Ángel por la conferencia «La escuela que aprende» del martes 17 en Inca. Como psicóloga que soy (aunque con ejercicios con trampa sea muy inocente) me reafirmo diciendo que «el problema no es el problema, el problema es la solución», por tanto, hay que seguir luchando por encontrar alternativas y dar con la mejor solución; y como decía Nietzsche, el ser humano tiene que ser voluntad de poder, fuerza, energía, capaz de crear valores nuevos, de transformar. La voluntad de existir, de vivir es muy poca cosa (Shopenhauer)
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¡enhorabuena!
Nuestra democracia es joven. Se está construyendo. Hay que conseguir que se perfeccione cada día. Y se perfecciona con la PARTICIPCIÓN DE LOS CIUDADANOS Y CIUDADANAS.