Victoria Popular

23 May

¿Recuerdan la canción? “Paco, Paco, Paco, que mi Paco…” Podrían adoptarla en un remix como himno del PP malagueño si tal himno existiera. Felicidades. Don Francisco ha vencido porque ha convencido no ya a la mayoría de los malagueños sino a una mayoría muy holgada. El otro ganador de estas elecciones ha sido Pedro Moreno Brenes que ha sabido canalizar el voto descontento del socialismo hacia su formación, y el voto de su formación hacia su persona. Respecto a María Gámez los votos han confirmado lo que los observadores de la política local anunciaban ya desde artículos, columnas y mentideros. El Partido Socilaista había hecho una apuesta que más se parecía a la ruleta rusa que a una meditada partida de ajedrez político. La candidata socialista no sólo carece de cualidades personales para atraer a votantes que tiren del caballo a un alcalde de larga trayectoria, sino que además era una perfecta desconocida por más que las baronías del PSOE nacional hayan intentado auparla a un estrado que no ha sabido ganarse. La mediocridad tiene estos efectos. Este articulista no está haciendo leña del árbol caído porque hace semans puso por escrito la misma idea. Como ciudadano me alegra que el pueblo hable con su voto, pero nunca me parecerán bien las continuidades frente a las alternancias que oxigenan y hacen sanas a las instituciones, ni las mayorías tan absolutas que propician la sensación de impunidad de quienes se alcen con el poder. La negociación y la obligatoriedad de rendir cuentas al socio arroja siempre resultados más fructíferos que un poder de sesgo onanista como el que ahora nos aguarda durante cuatro años a los malagueños. Pero ya digo, el pueblo ha manifestado su voluntad y hay que decir que Don Francisco y su equipo han trabajado duro para alzarse con el triunfo en una campaña que se sabía ganada antes de su comienzo. Eso honra al Partido Popular como formación política. Aquí no ha funcionado el posible voto de castigo al gobierno de Rodríguez Zapatero, o no sólo el posible voto de castigo, sino ese tinte grisáceo con el que Heredia, Conejo, Salvo Tierra y los suyos conducen desde hace tiempo al Partido Socialista en Málaga capital y provincia. No sé hasta dónde tiene que llegar la cuota de fracasos antes de que los socialistas acomentan una profunda renovación de sus órganos de gobierno en esta provincia que ya cosecha un sellito más en la cartilla de derrotas electorales malagueñas. Habrá quien se alegre de esa debilidad socialista, yo no, porque abre las puertas a modos de gobernar que no me parecen los más deseables, lejanos al miedo de que el rival pueda arrebatar el poder dentro de cuatro años al grupo gobernante.

No va a ser esta una legislatura fácil para ninguna de las concejalías. Gobernar en años de bonanza además de fácil es agradable, imagino que el político se sentirá un poco Papá Noel entregando dádivas y subvenciones al vecindario. En tiempo de crisis como la que ahora padecemos, con una ciudad endeudada hasta los topes, los concejales se van a tener que comportar como administradoras en un orfanato pobre. Quizás el aspecto positivo de la continuidad de gobierno municipal sea el que nadie podrá culpar a sus predecesores del estado de las arcas públicas. Vistos los resultados obtenidos por el Partido Popular en el resto de España, la consigna será casi seguro la del olvido de los errores propios, la ausencia de autocrítica y la redirección de toda la artillería hacia la Junta y Gobierno Central a quienes a partir de hoy los Populares van a acusar de todos los males del Universo, incluidos la falta de atmósfera en Marte y la muerte de Manolete. Todo, sospecho que todo se va dar por válido a partir de estos momentos en que escribo estas líneas, con tal de que se adelanten unas elecciones que llegarían con el contrincante casi noqueado y a la espera de un puñetazo definitivo. Esta es la situación real, sin embargo, estos comicios tampoco se pueden contemplar como si hubieran sido las elecciones al Parlamento, ni autonómico ni nacional. No confundamos. Lo malo de tener un púgil enfrente casi derrotado es que lo único que le queda es perder con dignidad e intentar conseguir puntos, por lo que dado el cruel panorama que se abre para el PSOE en toda España, la única salida pasa por aguantar hasta el último minuto tanto en Sevilla como en Madrid con la esperanza de que la crisis amaine algo y mejore la consideración general de los votantes hacia ambos gobiernos.

Una respuesta a «Victoria Popular»

  1. Felicitar a los ganadores. Hemos votado a lo que dentro de lo malo nos parecía lo mejor. A mi personalmente me parece una victoria Pirrica. Cuando se gana con cartas marcadas e imponiendo las reglas del juego para que ganen siempre el uno o el otro, no es para tirar cohetes. Sr. Bendodo: Le recuerdo que es una vergüenza que haya votado solamente el 50% de los ciudadanos, y otra más, si le sumamos que cerca de 1.000.000 de votos en toda España, han sido nulos y en blanco. Comenzar como futuro presidente de la diputación, celebrando este tipo de victorias con canapés, y apartarse los dirigentes del partido, esa noche de los demás militantes del partido no me parece la mejor forma de celebrarlo. Mal comienzo. Mal comienzo es también continuar colocando a los que han salido por motivos de escándalos y corrupciones colocarlo en los comités ejecutivos o enviándo a este tipo de personas a colocarlos en otros pueblos (colocar a Manolo Marmolejo en Benalmádena). Vamos a estar pendiente desde el primer día de los escándalos y corrupciones y si siguen los nepotismos que hay en el ayuntamiento de Málaga, ¿pasarán también a la diputación? Como lo de los asesores y cargos de confianza. No nos vamos a olvidar de la deuda de cerca de 1.000 millones y muchas cosas más, por favor señor Bendodo no contrate usted a las plañideras para la diputación. Todavía aunque usted no se lo crea, hay periodistas y ciudadanos honrados. P.D. Va a tener usted ahora un gran problema para colocar en la diputación a todos los que se lo ha prometido. Comience con buen pie porque si no se va a caer.

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