La crisis cultural

8 Dic

Se acaba el puente que da paso a lo entrañable. Es tiempo de recordar. Y ya sabemos que nuestra ciudad se ha adornado muy bien para la ocasión, 900.000 veces bien, y que se prepara una cabalgata doce mil euros más moderna que ninguna otra. Ya explicó el señor Briones que pudiera ser que no se notaran muchos cambios en la próxima visita de los reyes magos de oriente, porque doce mil euros son pocos, pero habrá algo en el subconsciente colectivo que nos indique que un grandísimo diseñador de espectáculos ha intervenido en la función. Algo así como si en un documental sobre el naturismo participase un diseñador de vestuario con un oscar o dos goyas. Se vería poco su trabajo, pero permanecería su esencia, al menos en créditos.

Ese crédito que han perdido las instituciones públicas culturales tras el fiasco de 2016. En especial, el Ayuntamiento. Y ya no miro sólo al señor Briones, que poquita capacidad de acción tiene en los reinos de taifas de la cultura municipal. Yo creo que a él sólo le cabe asomarse como responsable de los desaguisados que otros hacen. Por ejemplo, la cultura literaria municipal la lleva el Instituto Municipal del Libro; la cinematográfica, un ente abstracto, el Festival de Cine, creado a la medida de su antiguo director; la dramaturgia es un coto privado del teatro Cervantes… ¿Y la música y las Artes plásticas? No saben/no contestan.

Así, la cultura municipal se basa en un entramado de gestores muy bien pagados que no rinden cuentas a un delegado de cultura que hace acto de presencia en las inauguraciones para decir unas palabras y volverse a su despacho. Poco puede hacer el buen mozo aunque tenga cierto aire a Clark Kent. Le dejan lo que nadie quiere. Las noches en blanco y las cabalgatas. Y, claro, será la falta de práctica, a veces nos trae ríos de celofán a calle Larios, a veces lucecitas de colores o a veces cosas muy modernas que no se notan en las cabalgatas.

Luego, para compensar, supongo, está la subdelegación de cultura de la Junta en Málaga. O eso dicen. Creo que hay un registro y oficinas. Y hasta puede que un delegado. Y también, el Área de cultura de la Diputación. Qué sí funciona. Que sí tiene un director de Área competente. Pero que decidieron no coger el tren ni dar explicaciones.

Y por último, la Fundación. Formado por abogados que en sus ratos de ocio escriben, arquitectos que en su tiempo libre hacen monumentos y economistas que una vez grabaron un vídeo, todos ellos de las familias malagueñas de más recio abolengo, insuficiente para que un jurado de expertos le concediese su favor superado el S.XIX. Y, así se fue 2016. Corriendo. Como Paul Chevillard. Con las manos en la cabeza.

Es tiempo de repaso pero también de mirar al futuro. Y la contrapropuesta municipal es más de lo mismo: hay que seguir con la Fundación, dicen. ¡Qué horror!

Hay que empezar por la base, hay que promover el tejido, hay que fomentar las industrias culturales, hay que acabar con el mecenazgo institucional y con la cultura subvencionada. Una institución no debe pagar a un artista y ofrecer un espectáculo gratuito, no debe editar un libro y regalarlo, no, así no. La institución pública debe ofrecer su apoyo y su infraestructura a la iniciativa privada, no su dinero. Los discos, las discográficas; los libros, las editoriales; las artes plásticas, los galeristas; los conciertos, los promotores. Y así, “lo del 2016” habrá servido para algo.

8 respuestas a «La crisis cultural»

  1. Jajaja, verdades como puños. Se te olvidó mencionar a la Universidad, que para el festival de cine fantástico hacen de promotores y pagan con dinero público a Los Niños Mutantes para hacer un concierto gratuito en el Eduardo Ocón cuando la sala Vivero, La París 15, La Eventual y los ciclos wild tenían programados conciertos. Eso es favorecer la creación de las industrias culturales en Málaga… Felicidades, don Gaby

  2. Esto no le va a gustar a los que dicen que se tienen que ir del país porque la Junta le ha quitado una subvención de 150.000 € anuales para 18 charlas con 5 millones de parados, seguro que no

  3. “hay que fomentar las industrias culturales, hay que acabar con el mecenazgo institucional y con la cultura subvencionada.”

    Si bien comparto tus críticas bien merecidas a la cultura institucional, creo que hay que tener cierto cuidado con las críticas al supuesto mecenazgo institucional y la cultura subvencionada, ese es justamente el discurso que se suele enarbolar por los sectores privados para reclamar un “achicamiento” o “retirada” del Estado.

    Creo que el problema no es que las Instituciones Públicas apoyen o brinden parte de su presupuesto a promover a los creadores, sino cómo se utiliza ese dinero y que tipo de transparencia democrática se da en su asignación.

    Ya hay mucha gente que lo dice pero conviene recordarlo: apoyar “la base” y “promover el tejido” no es lo mismo que dar facilidades simplemente a la iniciativa privada, sino tambien dedicar buena parte de los presupuestos a dotar a esta ciudad precaria de instalaciones, infraestructuras y equipamientos públicos y accesibles para los creadores, y lo de “públicos” no es un detalle. Pensemos en la red de Centros Civicos en Sevilla o Cordoba o los equipamientos públicos culturales de barna o berlin.

    Que haya pesimos gestores de lo público no quiere decir que tenga que haber menos “estado”,no?

    Yo por eso reivindico la creacion de espacios culturales que promuevan la gestion ciudadana y la experimentacion cultural y una medida que podria ser al menos eficaz para regular la estupidez y el derroche del mal gobierno:
    Presupuestos Participativos de Cultura, es decir, que el presupuesto publico destinado a la cultura sea discutido por creadores, artistas y ciudadanos locales donde se dicutan y se elaboren de forma democratica las propuestas, que seguro serian mejores que las que salen de las cabezas de Briones, Pendón, Manuel García y Cía.

    saludos.

  4. ¿sabés que con el mismo discurso de critica al “intervencionismo” público se estan promoviendo politicas destinadas al recorte de ayudas publicas y fomento del credito financiero para proyectos culturales?

    Creo que el tema de la promoción de las Industrias Creativas o Culturales merece un análisis serio y crítico.

    Para contribuir al debate dejo dos enlaces que creo interesantes:

    1- Málaga. El arte del mal gobierno. Una aproximación a las políticas culturales de Málaga. (Carlos San Juan y Nico Sguiglia – dos miembros de La Casa Invisible)
    http://ayp.unia.es/r08/spip.php?article25

    2- El trabajo de investigacion sobre politicas culturales y de “emprendizaje” llevado a cabo por YProductions de Barcelona.
    http://atravesadasporlacultura.wordpress.com/2009/05/21/entrevista-a-jaron-rowan-de-yproductions/

    saludos y seria bueno un debate o foro público sobre este tema del “post2016” y sobre qué se entiendo por apoyar a la base y promover el tejido, no? más allá de posibles prejuicios, les propondría que inviten a gente de La Invisible que vienen desde hace más de dos años investigando sobre el tema – y ojo que lo dice alguien que no es de la invisible,eh?;-))-

    saludos,
    cesar

  5. La pregunta puñetera:
    Utilizar un equipamiento público como La Caja Blanca para realizar conciertos promovidos por una “empresa cultural”,
    entra dentro del mecenazgo y de la cultura subvencionada?

    salu2

  6. No, Analia, que las instituciones públicas cedan sus instalaciones a la iniciativa privada en lugar de un cheque es lo que propongo exactamente. Al hilo del comentario de Cris, con el que estoy del todo de acuerdo, se trata de que la cultura pública promueva el uso de su infraestructura y dé el apoyo necesario a quien le proponga un buen uso, no de que se quiten del medio. Se trata de que no paguen a un intermediario para que traiga a un artista a base de talonario. Se trata de inventarse y de imaginar para que en tiempos de crisis se dé protagonismo a iniciativas que no contemplen que una institución pública le pague el 100% de su proyecto y ese dinero ahorrado pueda dedicarse a fines sociales, más necesarios en estos tiempos que vivimos.

  7. hola,
    buena aclaración gaby, creo que es importante profundizar y analizar con cautela esto de la “iniciativa privada”: a que nos referimos?, colectivos culturales?, empresas tipo pyme cultural?, grandes empresas tipo espectáculos mundo?

    lo aclaro porque me parece que desde lo público se viene cediendo infraestructura, presupuesto y todo tipo de facilidades a la “iniciativa privada”, sin que ello haya dado muchos frutos a la cultura local.

    te pillo la primera frase de tu respuesta para formular otra que me gusta más:
    “que las instituciones cedan sus instalaciones a la iniciativa ciudadana”
    eso si que se ve poco y muchos creemos que es la clave para apoyar y dar forma a “escenas culturales” en nuestra ciudad.

    en todo caso estoy de acuerdo con tu critica a las formas caciquiles y semi corruptas de gestionar los presupuestos publicos en materia de cultura.

    saludos,
    berta

  8. En cultura, las instalaciones es lo segundo, perdón, quise decir lo último; o, para ser más preciso, las instalaciones culturales no existen, pues son todas. Un saludo, y gracias, señor Beneroso.

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