Vivimos unos tiempos en los que proliferan los timadores como los champiñones en la oscuridad y la humedad de esta cultura neoliberal que lo impregna todo. Lo que importa es mirar por uno mismo, conseguir dinero fácilmente por el método que sea, no obedecer a más principios que el propio interés y servirse del prójimo sin el menor escrúpulo. Vivimos en un sociedad de pícaros.
Un anciano acudió a las oficinas del censo en Santiago del Estero (Argentina). Le preguntaron la edad que tenia (75 años, contestó), su condición civil (casado, dijo), si tenía hijos (cinco, precisó). Le preguntaron a continuación:
– ¿Todos vivos?
Él contestó:
- No, dos trabajan.
Muchísimos vivos. Los ciudadanos y las ciudadanas de a pie somos frecuentemente víctimas de engaños, trampas y estafas de diverso tipo. Los que más saben utilizan su posición privilegiada para aprovecharse de los demás impunemente.
No comparto la actitud resignada de quienes se lamentan del engaño y despotrican sin hacer nada. Tenemos que defendernos cuando alguien nos atropella. Es una parte de nuestro compromiso con la democracia. Tenemos que tener los ojos abiertos, abandonar la ingenuidad que facilita el camino al pícaro y actuar de forma contundente. Hay que construir una sociedad en la que podamos vivir confiadamente.
Voy a compartir un intento de timo que he sufrido hace unos días. Entre muchos otros de diverso tipo y gravdad. Y otro consumado, cuya autoría es de Endesa, una importante compañía eléctrica. En el primer caso salí airoso al detectar durante el proceso el tufo del engaño. En el otro, he tenido que recurrir al comité de arbitraje de la Junta de Andalucía y estoy a la espera de una decisión.
Comenzaré por el primero. Recibo una llamada desde el número de mi banco, que sé de memoria. Ese reconocimiento me hizo aceptar la llamada, aunque sé que los cacos conocen los medios para que aparezca en pantalla el número que desean. Es un buen anzuelo para que piques. Después del preceptivo saludo me dice una tal Pilar que llama del Banco Santander y que quiere comunicarme que alguien está intentando hacer un cargo fraudulento en Amazon con mi tarjera y una retirada de 300 euros en un cajero de Alicante. Me dice, además, que la persona que ha realizado esos intentos se llama Julia Maqueda. Este dato avivó mis recelos y me puso en guardia. La finalidad de la llamada, me dice Pilar, es bloquear los cajeros para que esa persona que, probablemente lo intentará de nuevo, no pueda llevar a buen fin la estafa.
Para ello debía entrar en mi banca digital y seguir sus instrucciones. Aquí apareció el segundo signo de sospecha. Y el tercero fue determinante. Tenía que escribir la cantidad de 300 euros para evitar la retirada de esa cantidad por la timadora. ¿Por qué no querrá sacar 200 o 400 o 700 euros?
Con la excusa de que llamaban a la puerta, corté la llamada y le pedí que me volviese a llamar en 10 minutos. Pensó que el ratón había mordido el queso de la trampa y, como luego diré, volvió a llamar.
Llamé al teléfono de mi banco y cuando conté lo que me estaba pasando, no dudaron en decirme que se trataba de una estafa. Añadieron que había hecho lo correcto: no facilitar ningún dato y llamar al banco para comprobar la naturaleza de la llamada.
La chica, pasados esos minutos, me volvió a llamar. Tuve la tentación de soltarle un par de calificativos pero preferí seguir el consejo del asesor bancario: no respondas.
¿Hasta dónde llega el descaro de los timadores? Entran en tu casa a través del teléfono (yo no se lo he dado), se presentan como protectores de tus bienes (cómo no aceptar su ayuda) y te engañan con una habilidad extraordinaria. ¿Cuándo puedes fiarte, de quién puedes fiarte, cómo puedes fiarte…?
Este tipo de historias, de extraordinaria frecuencia, generan un clima de desconfianza, de inseguridad, de temor. Te sientes desprotegido ante tanto asedio.
El segundo tipo de timo es más sofisticado. Y el estafador no es un delincuente aislado sino una gran empresa de electricidad. Trataré de describirlo brevemente. Se ha consumado y estoy decidido a llegar hasta el final para denunciar a quien tan descaradamente se ha comportado suplantando mi personalidad.
Soy propietario de una casa en una ciudad de Córdoba. Comercializaba el servicio de luz la compañía Podo. siendo yo el titular del contrato. Y las facturas se enviaban a una cuenta de un banco de esa ciudad que abonaban los inquilinos.
El día 20 de enero de 2022 (o el 26 del mismo mes y año, ya que la documentación de Endesa maneja ambas), la compañía comunica a Podo de forma fraudulenta (digo de forma fraudulenta porque yo no lo solicité) que el titular del contrato de mi vivienda había solicitado el cambio de Podo a Endesa.
A partir de ese momento, las facturas del consumo de esa vivienda se cargan en mi cuenta en un banco de Málaga, en la que se estaban cobrando las facturas de mi propia vivienda. Endesa conocía el IBAN de mi cuenta, razón que explica que hayan podido efectuar el cambio de cuenta bancaria.
Cuando descubro el problema llamo a Podo, donde me dicen que ellos no pueden ofrecerme ninguna solución, ya que Endesa argumentó, como es habitual en estos casos, que el titular había solicitado el cambio.
Puesto en contacto con Endesa, me dicen que el cambio se efectuó desde una tienda llamada MARKETING MEJALCAN, pero que desconocían la ciudad y dirección donde esta tienda se encontraba y también desconocían la identidad del solicitante. Estas explicaciones, como es lógico, me dejan completamente atónito. Conocen la tienda pero no su ubicación. Se hace una solicitud desde ella, pero no saben quién la hace.
La misma respuesta me dieron en la oficina de Endesa de la ciudad de Rincón de la Victoria, sita en Plaza del Señorío 2, local 8, a donde me aconsejaron que acudiera. El asombro fue aun mayor, si cabe, al confirmarme que ,la solicitud se había hecho desde esa tienda, pero que no tenían más datos.
Solicito por escrito una explicación y, para mí sorpresa e indignación se me contesta que “según la documentación obrante en nuestros archivos, la contratación realizada es correcta y que la contratación se ha hecho por vía telefónica”.
Es decir que ya ha desaparecido la primera explicación y se me dice a mí, que soy el titular, que la contratación se ha hecho de forma correcta. Sin ninguna prueba. Es un insulto en toda regla porque yo tengo la plena seguridad de no haber ni solicitado ni aceptado el cambio del contrato. ¿Cómo es posible que no me ofrezcan la grabación de la llamada?
Acudo a la Oficina del Consumidor del Ayuntamiento de Rincón de la Victoria exponiendo mi queja y se me contesta desde Endesa Energía, de una forma incomprensible y ofensiva diciendo que existe una solicitud de contratación número O1-0064258820 a fecha 26/01/2022 en la que el señor Santos solicita un cambio de comercializadora a Endesa Energía. Se añade que firmé digitalmente mediante un SMS enviado a mi teléfono móvil. Esto es completamente falso. Y si se me enviase una grabación estoy seguro de que estaría manipulada.
Decido recurrir a la Junta de Arbitraje y niego tajantemente por escrito que ambas actuaciones sean ciertas. Estoy plenamente seguro de no haber realizado solicitud alguna solicitando el cambio ni enviado un SMS desde mi teléfono móvil. Considero que esta respuesta es una tomadura de pelo inadmisible ya que están dirigiéndose al titular del contrato.
Me ha sorprendido que la Oficina del Consumidor no haya exigido a Endesa las pruebas fehacientes de la solicitud y que se hayan conformado con la sencilla explicación de decir que la solicitud es correcta.
Todo el proceso de varios meses ha estado entreverado de llamadas telefónicas desesperantes: cada día me atendía una persona diferente, me ofrecían versiones contradictorias, era imposible hablar con un supervisor… En definitiva, pérdida de tiempo e irritación persistente.
¿Cuántas horas he perdido en denunciar este atropello? ¿Cuánta indignación he tenido que tragarme para no conseguir todavía ni una mínima prueba? Estoy esperando una respuesta. Y exijo que sea razonada y justa. No me voy a callar. Siento que estoy defendiendo a muchos que no disponen de tiempo ni de cauces para exigir sus derechos.
Una democracia no es una selva. Tenemos que luchar por una convivencia respetuosa y amable, por una convivencia en la que los más débiles se sientan protegidos, seguros y libres.
Querido Miguel Ángel.
Espero y deseo que sigas bien y por casa también.
Hoy vuelvo a escribirte, aunque no he dejado de leerte, después de unas cuantas semanas. Como sabes, han sido complejas pero, afortunadamente, ya está todo encauzado y el inicio del curso siempre da normalidad al día a día.
Retomo este pequeño espacio de tranquilidad (la que me dejan) para leerte y reflexionar sobre el artículo que nos proponemos este sábado.
Decirte que me ha gustado mucho por la valentía de plantearlo y reconocerlo, al tiempo que muestra un compromiso ciudadano de afrontar estas injusticias y, en el fondo, abrir camino para otras personas que –como bien apuntas- no saben o no pueden hacer lo mismo.
Sin duda planteas la muy habitual lucha de David contra Goliat en la que seguro muchos hemos estado en algún momento y que a veces afrontamos de diferente manera. Tirando de metáforas, podemos actuar como una “persona despistada” como quien choca contra una farola y prefiere no reconocerlo y seguir andando (a pesar del dolor) por el qué dirán si saben que me han timado (o caído). O bien, la otra posibilidad es una “persona resignada” que, prefiere autoengañarse ante un timo para, precisamente, no reconocer que lo ha sufrido. Y, finalmente, creo que la tercera metáfora es la “persona luchadora” que afronta, pese a todos los obstáculos y a sabiendas de lo difícil que puede ser, la “batalla” ante ese Goliat.
Ojalá que tu denuncia personal, y gracias a tu artículo social y pública lo que ayuda a otras personas, tenga justa resolución. Efectivamente, en una democracia sana y sólida no tienen cabida estas actitudes o, al menos, debe contar con mecanismos para identificarlos y eliminarlos.
Mucho ánimo.
A seguir… ¡Gracias!
Un cálido y fuerte abrazo desde Oviedo.
Querido Alejandro:
Me alegra saber que habéis atravesado ese túnel que siempre inquieta con la salud de los peques. Genera un dolor insoportable verlossufrir.
Ya veo que estás en pie de escritura desde una hora temprana. Lo cual supone un tiempo anterior de lectura.
Gracias por seguir leyendo y, ahora, por escribir, como siempre, con sensatez y sensibilidad.
Creo que este artículo afecta a todos los lectores y lectoras porque, quien más quien menos, es objeto de pequeños o grandes timos. He oído incontables historias de compañías de telefonía, de seguros, de bancos, de comercios que siempre cometen errores en su beneficio,,,
Cuantos timos no descubiertos, cuántos no combatidos porque luchar contra ellos requiere tiempo, cuántos mal resueltos por inoperancia de los mecanismos de defensa del consumidor…
La democracia se asienta sobre el respeto a todos y. cada uno de los ciudadanos y ciudadanas. Especialmente hacia aquellos que tienen menos tiempo, menos medios y menos recursos para defenderse…
No apareció Nieves, como suele hacer, a la evaluación d TFM de su alumna.
Si tú o yo tenemos noticias, las compartiremos con rapidez. Espero que sean positivas.
Un gran abrazo y hasta pronto.
MÁS
Buenas Miguel Ángel!
Es increíble el descaro a la hora de engañar y timar. El primero más menos lo entendemos por la existencia de delincuentes y falsificadores. El segundo engaño, de una empresa como Endesa, resulta indignante. La superioridad respecto a un ciudadano es tal que hace heroico el enfrentamiento. El coste emocional, de tiempo y recursos es muy grande y Endesa lo sabe. La práctica fraudulenta de cambiar a Endesa una segunda vivienda no es un error es una práctica que saben que tienen las de ganar en un 99%. Siempre habrá un Santos Guerra que pelea y posiblemente les ganes y cambien el contrato sin que reconozcan su engaño. Ellos al final serán la víctima porque “hubo” llamada..jeje qué cara más dura!!
Bueno Compi de lucha, bienvenido al club.
Esperamos que lo puedas resolver pronto y gracias por plantarle cara a Endesa…que no es moco de pavo.
Aunque te felicité por wassap desde mi móvil del trabajo, te mandamos hoy una Felicitación por tu Santo que no sabemos si lo celebras en el veranillo de San Miguel.
Un fortísimo abrazo.
PD. Ya nos irás contando las experiencias y emociones del nido vacío…
Querida familia:
No recibí la felicitación. Revisaré , no obstante los whatsapp del día. Te lo digo porque por noche revisé todas las felicitaciones para agradecer el recuerdo. Esos detalles hacen el día más hermoso. En ambas familias celebramos el cumpleaños pero al tener San Miguel tanta jerarquía celestial y terrenal (Veranillo de San Miguel, fiestas de San Miguel…) hay quien se acuerda. Otra cosa es llamarse Dorimedonte. Además, esa felicitación me hubiera llevado a felicitarte a ti, que acoges bajo las mismas alas del patrón. No sé si sabes que en una iglesia de Levante existe una reliquia curiosa: una pluma del ala del Arcángel San Miguel. Espero que ala gallina no le hicieran mucho daño.
Me decidí a escribir como un desahogo porque en pocos días tuve como una avalancha de casos. Algunos muy bien armados. Un whatsapp que decía “Pago de 1895,99 euros con su tarjeta. Si no lo reconoce pulse en este enlace. Y el enlace te solicitaba el DNI y la clave de acceso a la banca digital… El mes pasado tuve unos 60 cargos fraudulentos en una cuenta. He tenido que ir ala policía para denunciarlo (a petición del banco)… Pero lo de Endesa es de traca.
Muchos comercios te ofrecen como único modo de comunicación un teléfono 902…
Hay que construir una democracia que respete a los ciudadanos de a pie…
No se debe callar ante tantos abusos.
Un abrazote en el que quepamos todos.
Hablaremos del nido vacío.
MÁS
Hola Miguel Ángel.
Algo similar a lo que cuentas con Endesa me pasó a mi. Alguien me dio de baja mi línea telefónica con Movistar sin que yo supiera nada. Menos mal que no me dio de alta en otra compañía… Pero estuve un mes sin acceso a internet por algo que no había hecho yo. Misma situación, nadie sabe nada al principio, más tarde que si yo he solicitado la baja, pero ninguna prueba de ello, llamadas por aquí y por allá sin llegar a ningún lado, consumo que me dice que no tengo nada que hacer…
La misma estafa que entren en tu casa y no puedas echar de ella al okupa, que tengas que pagar la factura de la luz, del agua,… sin poder hacer nada…
No sé si estas situaciones son producto de la cultura neoliberal o de una política equivocada. Aquí ha gobernado la derecha y la izquierda y la situación no mejora.
Las empresas campan a sus anchas y hacen y deshacen a su antojo. Lo que más me indigna es que el trato que recibe el cliente fijo, sólido y constante que, además de pagar una burrada (algo que no paga el nuevo cliente), no te hacen ni puñetero caso.
Un abrazo y ármate de paciencia.
Querido Juan Carlos:
Estaba seguro de que iba a recibir otros ejemplos de la misma índole. Las compañías de telefonía son un campo abonado. He conocido quejas de todos los colores.
Hace un mes tuve 60 cargos fraudulentos (de poco dinero cada uno, eso sí) y he tenido que acudir a denunciarlo a la policía.
Es que te sientes indefenso. Es una sensación muy poco acorde con una democracia.
Y tienes razón, la política (de izquierdas y derechas) tiene que velar por el ciudadano de a pie.
Defender tus derechos supone tiempo, recursos y una paciencia infinita.
El caso de Endesa es paradigmático. Ni consumo ni arbitraje me han defendido con eficacia. No estoy dispuesto a callarme.
Un abrazo, querido amigo, y feliz curso de nuevo.
Gracias por tu aportación, siempre sensata.
MÁS
Buenas tardes profesor,
Los timos teléfono o por internet son inevitables por la propia condición humana. Por suerte muchas empresas intentan avisar sobre ello y se necesita de la colaboración “despistada de la víctima”.
Pero lo de Endesa que comenta, es de ser muy sinvergüenzas. Seguramente no sea Endesa la causante, sino que sea otro (un intermediario) que se ha llevado los euros por hacerle el cambio de contrato sin su permiso. A ver si dejáramos de tener un gobierno en funciones pronto y pudiera poner un poco de orden en esto.
Saludos.
Antonio
Querido Antonio:
Me decidí a escribir el artículo po0rque en unas semanas fui objeto de varios intentos de timo. Algunos consumados. En el banco me hicieron 60 cargos fraudulentos.Tuve que denunciarlo en la policía.
Estamos construyendo una sociedad con demasiadas faltas de respeto al prójimo. NO puede ser.
Sí lo de Endesa es una caradura increíble. Es que me dicen a mí que el contrato se ha hecho de forma correcta. Sin ninguna prueba. Y antes me dan una explicación inconcebible. Que el cambio se ha hecho desde una tienda que no saben dónde está y que tampoco saben quién hizo en ella la gestión. Sospecho que ha pasado algo parecido a lo que sospechas. Algún espabilado se apuntó el tanto del cambio. Hay que proteger más al ciudadano desde la política.Sí, a ver si tenemos pronto un gobierno en plenitud.
Un cordial saludo.
Y gracias por tus palabras.
MÁS
Buenas de nuevo…
El otro día, de casualidad, hablaba con el padre de un amiguito del colegio de mi hijo. Este hombre es abogado. Venía de ganar un juicio. El juez le dio la razón a su cliente (señora de 70 años), pero no estipuló que la parte perdedora (inmobiliaria/banco) tuviera que pagar las costas del juicio.
Entonces, abusan de uno y, con el sistema que tenemos, hay que plantearse si meterse en jaleos de abogados y tal; pues puede salir más caro el collar que el perro.
El sentimiento de impotencia, injusticia e indefensión solamente lo percibimos de verdad cuando nos toca (ha tocado) cerca. Con las cosas que pasan, no sé cómo es que seguimos aceptando esto como sistema de convivencia.
Efectivamente vivimos en una sociedad muy mejorable. Los que tienen más quieren, a costa del que no sabe, no quiere, no puede. Nuestra justicia es un cachondeo, como dijo un jerezano. En vez de poner leyes que protegen a la sociedad y al ciudadano, incluso pueden llegar a quitar/modificar las que hay que nos protegen y nos hacen más iguales. Para siempre terminar favoreciendo al fuerte, al privilegiado.
Saludos,
Antonio
Estimado Antonio:
Magnífico ejemplo el de la señora de 70 años que tiene que hacerse cargo de las costas. Es increíble.
Tienes razón.Las leyes deberían proteger de manera más eficaz a los indefensos, a los pobres, a los desfavorecidos.
Los mejores abogados solo pueden ser pagados por los que tienen dinero.
Efectivamente, esta cuestión nos remite a la calidad de la democracia. Y a la calidad de la educación porque tiene que encaminarse más a la formación de ciudadanos honestos que a la preparación de eruditos y expertos que aprovechan el conocimiento para explotar a los demás.
Un abrazo.
Muchas gracias por tus aportaciones.
MÁS
Olvidé añadir que su reclamación es loable, porque le costará tiempo y dinero. Pero por principios uno tiene que hacerlas. Qué pena que la administración no responda como nos merecemos.
Este verano (primera quincena de julio) presenté una reclamación a una empresa. A la semana me indicaron que lo habíam translado a otro departamento, y que estaba en curso. Después de esto no se nada más.
La reclamación me costó tiempo y perderme parte del evento por el que pagué. Reclamé por principios. La próxima vez, ¿qué haré? ¿Qué debería hacer?
Antonio
Estimado Antonio:
Ya veo que tienes una buena historia de reclamaciones. Me pregunto por todas aquellas injusticias que se padecen en silencio y con rabia, pero sin la menor queja encaminada a la restitución del dinero, del honor, del derecho…
Y una vez emprendida la reclamación, cuántas veces se ha quedado en el cajón de las cosas inútiles.
Y en el caso de que prosperen, el caudal de tiempo, de malhumor y de dinero hacen que muchas personas desistan.
Cuando hay miles y miles de timos, muchos no son descubiertos, otros se aguantan sin más, otros se reclaman hasta la primera adversidad, y otros hasta la segunda o la tercera.Yo creo que no hay que darse nunca por vencidos. Yo pienso llevar el caso de Endesa hasta que reconozcan el error y lo compensen.
¿Cuántas reclamaciones habré hecho n los aeropuertos? Retrasos, pérdida de maletas, cancelación de vuelos…
Un abrazo. Y gracias de nuevo.
MÁS
Querido Maestro:
!De timadores está el mundo lleno!
Y su método para manipular y llevarse lo que no es suyo, es utilizar la ingenuidad y la confianza de las personas.
A mí me han utilizado y estafado de muchas maneras.
Siempre he confiado, quizás demasiado en el buen hacer de la gente.
Quizás he aprendido, porque de los errores se aprende, en creer cuando mi intuición me dice algo. Es un estado de alerta a determinadas cuestiones que antes no apreciaba.
Pero lo que más bofetada me ha dado, lo que me ha hecho más daño emocional es el apuñalamiento por la espalda de algún familiar cercano.
Se han conjuntado las dos cosas, lo material y lo sentimental.
Y le puedo jurar y asegurar que lo material es lo que menos me importa.
!Mi corazón no encuentra respuestas para tanta maldad!
Ahora estoy más atenta, callo y observo, me comporto silenciosa y creyendo que confiar es una actitud positiva para poder vivir.
Hay personas que se creen con el derecho de poderte lastimar.
Me he preparado concienzudamente en saber lo de que tengo que hacer, en buscar soluciones al conflicto, en buscar a gente preparada para ayudarme si lo necesito.
“Dicen que sabe más un necesitado que un abogado”
Yo lo confirmo.
Su actuación de no quedarse callado, me parece muy acertada.
!A estas alturas de mi vida, no me calla nadie!
Hay que hacer valer nuestros derechos a quienes tratan de quitárnoslo.
Bueno, hoy hago el comentario a una hora más prudente, que la semana pasada, que me acosté tarde.
Reciban un gran abrazo de mi parte.
!Qué la semana os sea feliz y leve!
Muchos besos.
Querida Loly:
Estamos haciendo una sociedad en la que no se puede confiar. Eso es lo malo para mí.
Deberíamos respetar al prójiamo en las grandes cosas y en los pequeños detalles.
En los aeropuertos se advierte de forma constante que no dejes de vigilar tus pertenencias. Vienen a decir que estamos rodeados de ladrones.
Es verdad que hay timos materiales y otros sentimentales.
Tenemos que dejar al lado la ingenuidad.
Y tenemos que defender nuestros derechos.
Besos y gracias.
Que descanses. Feliz semana para ti también.
MÁS
Querido Miguel Ángel:
Cuánta verdad hay en todas tus palabras. España es un país de pícaros, ya lo veíamos en el Lazarillo de Tormes. Ahora bien, encuentro diferencia entre ser pícaro cuando te ruge el estómago y serlo para aumentar tus ganancias millonarias. Puede ser verdad que Endesa actúe de esa guisa? Espero que todo se clarifique pronto y que finalmente haya ocurrido lo que señala alguien más arriba, es decir, que haya sido algún intermediario desalmado. Y no lo digo porque ello se una justificación, sino porque contando con que la pillería existe (y no la disculpo no mucho menos), sería mucho más grave que fuese Endesa la autora de la estafa…eso nos dejaría a todos en la más absoluta indefensión, porque no olvidemos que hay muchas personas que , como tú bien señalas, no disponen del tiempo ni de la formación necesarias para enfrentarse al gigante.
Un abrazo
María Ángeles Peláez
Querida María Ángeles:
Qué bien haberte recuperado.
A ver si hablamos. Tengo algunos viajes pendientes, pero entre uno y otro me gustaría saber de ti.
Me decidí a escribir este artículo porque creo que, quien más quien menos, está viviendo situaciones similares.
Yo llevaba unos meses con cargos fraudulentos (más de sesenta) en mi cuenta, de varios intentos de estafas a través del móvil (algunas muy bien planificadas), discusiones con lo seguros, informalidad de la compañía de telefonía…
A veces ni conocemos nuestros derechos (retrasos en los vuelos), otras veces lo pasamos por alto por no molestarnos, en algunas ocasiones no sabemos donde acudir y, finalmente, en algunas ocasiones vemos que hay que gastar tanto tiempo y dinero que no compensa la reclamación.
Tienes razón al decir que no es igual un timo que otro. Bo es igual que lo haga un pobre a que lo haga un rico, un individuo aislado o una organización poderosa…
LO que he querido decir es que tenemos que luchar por una sociedad más justa y habitable.
Besos.
Y gracias por tu esfuerzo.
MÁS
Querido Miguel Ángel:
Buen y desdichado tema el de este sábado. Bueno porque es muy actual y está bien tratarlo; desdichado, bien sabemos por qué.
No sé si me equivocaré, pero dicen que nunca se debe decir SÍ por teléfono a esos que llaman para mil cosas, entre ellas para estafar.
Al decir SÍ lo utilizan como que has dado una autorización. Te diré que precisamente hace tres días a las 21 horas me llaman al móvil. Lo cojo y me dicen:
– Es usted Joaquín Álvarez?
La contestación normal sería SÍ.
Le dije, dígame. Y me colgó.
Para mí que era uno de esos estafadores.
Yo estoy con Jazztel y un día me llaman y me dicen: le llamamos para decirle que Jazztel se ha fusionada con la tal compañía y que en adelante llevará su nombre, y me pide datos para el cambio. Oliéndome algo, le digo que me llame por la tarde para efectuarlo. En el intervalo llamo a Jazztel . Todo era un engaño.
Otra vez suplantando la identidad de un hijo me pedían unos mil cuatrocientos euros . Sería largo de explicar. Todo era un engaño. Lo denuncié a la policía. Me dijeron: te han estafado? No. Pues no hay nada que hacer.
En fin cuando abro cualquier aplicación temo abrirles la puerta a todo, lo mismo si autorizo una cookie.
Fácilmente te meten en un embrollo que cuesta Dios y ayuda para salir de él.
Haces muy bien en denunciar estás cosas y en animarnos a que hagamos lo mismo.
Es muy triste que cualquier invento que favorece a la humanidad inmediatamente salgan los sinvergüenzas amorales para hacernos la vida, si no imposible, muy complicada.
Las grandes compañías debieran ser más sensibles y contundentes con estos engaños a los ciudadanos.
Un gran abrazo, deseando que se te resuelvan las cosas, y saludos a todos.
Querido Joaquín:
Suponía que con este artículo sucedería lo que está pasando. Cada uno tiene su historial de timos, intentos de timos, abusos de compañías…
Una parte de estos problemas está en las organizaciones poderosas que operan con mucha ventaja sobre individuos indefensos.
Otra parte está en los poderes públicos que no regulan con suficiente contundencia para evitar o castigar las infracciones.
Y una tercera se refiere a los ciudadanos: hay que conocer los derechos que tenemos, hay que estar alerta y salir de una ingenuidad perniciosa y hay que reclamar con eficacia cuando somos víctimas de un engaño.
Te agradezco mucho tus testimonio.
Y te mando un enorme abrazo.
MÁS
Has dado con el martillo de la escritura en el clavo de la realidad.
Creo que en este artículo estamos todos reflejados.A todos nos ha pasado. A unos más y a otros menos.
Yo podría contar decenas de historias en las que he sido timada, engañada o como lo queramos llamar.
He tenido problemas con dos compañías de telefonía, on teléfonos de pago cuando deberían ofrecernos teléfonos gratuitos, con retrasos impresionantes en vuelos, con
recargos por operaciones en el banco…
Creo que no estamos bien protegidos y también nosotros somos demasiado pasivos en la reclamación de nuestros derechos cuando se quebrantan.
Querida Marta:
No me sorprende tu comentario, Es más, estaba seguro de que los habría de este tipo. Víctimas y más víctimas.
A nuestra hija le compramos un cochecito y después de una revisión, estado parado el coche, se le cayó una pieza al suelo y tuvimos que pagar 425 euros por el arreglo de la avería… Creo que no hay parcela que esté libre d abusos.
Voy a compartir contigo algo que me ha pasado esta mañana sobre mi reclamación a la Junta de Arbitraje. He llamado para ver cómo iba mi expediente. Y me han dicho QUE ESTÁN ESTUDIANDO LOS EXPEDIENTES DEL MES DE FEBRERO. Yo presenté mi reclamación el 30 de junio. Es decir, que me tocará esperar meses y meses solo para que le llegue el turno a mi caso. LA LENTITUD ES UNA FORMA DE INJUSTICIA. ES DESESPERANTE. Mientras tanto llegas a aburrirte, a olvidarte, a tener otros veinte timos de los que sacudirte.
Besos y gracias.
MÁS
Lo de Endesa es de juzgado de guardia. Hay que ver qué cara más dura. Lo que pasa es que. al final, todo quedará en nada. Pasa el tiempo, los procesos de reclamación se eternizan, se pierde tiempo y más tiempo…
Es una sensación de indefensión y de impotencia enorme. Las grandes organizaciones tienen equipos de abogados que son capaces de dar la vuelta a la tortilla.
Estimado Mario:
Cuando fui Director del Departamento de Didáctica en laUniversidad de Málaga, el Rector hizo una cacicada creando un área de conocimiento disparatada para un grupo de amigos. Se llevaron créditos, convocaron una cátedra… Fuimos a los tribunales. Nos costó dinero de nuestro bolsillo. TRECE AÑOS DESPUÉS LA JUSTICIA NOS DIO LA RAZÓN.TRECE AÑOS. Esa justicia tan tardía fue una injusticia. Y ya he dicho aquí que la Junta de arbitraje me ha dicho hace unos días que están estudiando los casos presentados en febrero. ¿Cuándo me tocará el turno?
Pero no voy a abandonar, no me voy a cansar, voy a llegar hasta el final.
Un abrazo.
MÁS
Gracias por tu comentario.
Hola Miguel Ángel, qué tal:
Hace ya un tiempecito que no escribo mis opiniones en este maravilloso lugar, pero, como sabes, sigo sin perderme una sola semana.
Hoy es viernes y te escribo para hacerte una petición. Yo no me duermo hasta después de haber leído tu artículo. (La curiosidad me puede). Éste suele salir a la una de la madrugada en nuestro país. Pero la semana pasada eran casi las dos, de ahí que tu último comentario lo hiciste a la 1:56.
Hay otro detalle que no sé si me pasa solo a mí o es para todos. Cuando aparece el artículo, no lo hace colocado de primero en el orden del más reciente al más antiguo, sino que lo hace hacia el final, creo que no de último. Hoy, mejor dicho, mañana de madrugada me fijaré mejor. Pero lo que está claro es que tendré que buscarlo.
Por favor, a la una ya está bien. Los años no perdonan, y el sueño tampoco, y me gustaría soñar sobre lo que escribes.
Abrazos y gracias como siempre.
Estimado José Antonio:
No es un tiempecito. Es un siglo, por lo menos.
Es emocionante lo que me cuentas: que la curiosidad te lleva a esperar la publicación que, efectivamente, suelo situar a la una de la madrugada.
Hace algunas semanas tuve un problema para subir el artículo. Y luego ha habido algunas dificultades, pero creí que ya estaban solucionadas.
No conocía lo que cuentas. A ver si mañana me cuentas. Creó que aparecía el primero, es decir que no había que buscarlo. Ya me dices mañana.
Felices sueños.
Un gran abrazo.
MÁS