Me gusta leer. Me gustan los libros. Me gusta todo de los libros: el olor, las páginas, el tacto, la portada, el canto, el título, el índice, la dedicatoria… Hasta las erratas me gustan. Lean “Vituperio (y algún elogio) de la errata”, de José Estaban y encontrarán algunos motivos de por qué digo lo que digo. Hoy quiero poner el foco en las dedicatorias.
Hay dos tipos de dedicatorias de libros. La que el autor o autora plasman en la primera página de la obra, con letra impresa, y la que escriben de puño y letra en alguna página en blanco, a petición del lector o por propia iniciativa. He visto, no hace mucho, una tercera modalidad: una dedicatoria manuscrita del autor que viene ya impresa e, incluso, anunciada en la portada. En este último caso, los destinatarios son los lectores.
Como sucede con todo género breve (epitafios, anuncios, grafitis…) el ingenio deja en las dedicatorias chispazos magníficos de ingenio. No recuerdo en qué libro inglés, el autor escribió la siguiente dedicatoria: “A mi mujer, sin cuya ausencia, nunca hubiera podido escribir este libro”. Lo cual puede ser interpretado como un halago (ella era tan importante para él que, estando a su lado, no podía dedicarse a otro menester) o como una ofensa (a su lado resultaba imposible sentir la inspiración literaria, prueba era un permanente incordio).
Fernando Savater escribió un interesante libro con el título “Mira por dónde. Autobiografía razonada”. Y lo dedicó al amor de su vida, con esta admirable brevedad: “A Sara: mira, mi vida”.
Hay dedicatorias manuscritas de carácter protocolario, muy poco originales, casi siempre breves, que se despachan con tópicos: “Con afecto”, “Con gratitud”, “Con mis mejores deseos”, “Con todo mi cariño”, “Con un fuerte abrazo”… Hay otras más elaboradas, también genéricas. Y algunas que solo pueden tener un destinatario.
Tengo en mi biblioteca algunas estanterías con libros dedicados por su autor o su autora. En la mayoría de los casos, la iniciativa ha surgido de los firmantes. En alguno, ha sido fruto de una petición mía. Citaré algunas, ya que no cabrían todas en el breve espacio de este artículo
El escritor argentino Enrique Mariscal escribió, entre muchos otros, un pequeño libro titulado “La educación es la ciencia de la paz”. Tengo delante su hermosa dedicatoria: “Para MASG, un impulso incontenible el mismo día que se atacó por segunda vez Irak. Si la paz no está en el corazón de los maestros, rápido muere en la mente de los niños”.
En el aeropuerto de Barajas, entré en el avión que me iba a llevar a Málaga. Llevaba bajo el brazo el libro de Mario Vargas Llosa “La fiesta del chivo”. Me topé con el autor de la novela que, casi inevitablemente, se fijó en su libro. Por azar, nuestro asientos estaban contiguos. Fue inevitable pedirle al premio Novel que me dedicase el libro. Lamento decir que no puedo reproducir la dedicatoria porque no encuentro el libro en este momento. Un préstamo, seguro.
En otro vuelo, este de Barcelona a Madrid, coincidí con el entonces ministro socialista José Borrell. Hablamos de política. Hablamos de libros. Quedamos en enviarnos uno de nuestra autoría. Así lo hice. Después de unas semanas recibí un interesante libro suyo titulado “La República de Taxonia. Ejercicios de matemáticas aplicadas a la economía”. En la dedicatoria, me dice: “Con todo afecto, aunque con mucho retraso”.
Francesco Tonucci dedica sus libros con algún dibujo que improvisa en el momento de la firma. Tengo delante el libro “Los niños y las niñas piensan de otra manera”. Como en él aparecen dos viñetas que reflejan momentos singulares de la vida de mi hija, dice: “Gracias, Carla, de parte de FRATO”. Mis lectores y lectoras sabrán que FRATO es el acrónimo de FRAncesco TOnucci.
Rosana Gallardo es una policía municipal de Villarreal que lleva muchos años trabajando la mediación policial. Alguna vez me ha llamado para participar en experiencias de formación. Tiene un libro del que es coautora Elena Cobler. Un libro que se titula “Mediación policial. Manual para el cambio en la gestión de conflictos”. Dice su dedicatoria: “A MAS, que es como el Buen Maestro que me acompaña hacia donde debo ir. ¡Fuerte abrazo!”.
Venado Tuerto es una población argentina en la que hay una escuela llamada “La escuela de los cien años”. No es que tenga un siglo la escuela sino que se construyó para conmemorar la creación de la ciudad. En lugar de hacer un asado o una fiesta, la comisión de festejos decidió construir una escuela. Estuve allí en la conmemoración de los 25 años. Reproduzco ahora con emoción la dedicatoria. “Una escuela que aprende es una escuela que lejos de obedecer se permite crecer. Gracias por regalarnos el privilegio de su padrinazgo”.
Francisco Guerrero, amigo y compañero de Departamento, además de libros profesionales, escribe novelas. Una de ellas lleva el título “El puente de los alemanes”. Uno de los personajes de la novela, decano de la Facultad de Educación, lleva mi nombre. Dice el autor en su larga dedicatoria: “Para documentarme sobre la Guerra Civil Española estuve leyendo decenas de libros (también sobre Antonio Machado). En la novela apenas saldrá, de esa ingente búsqueda, un uno por ciento. Para el personaje Miguel Ángel Santos, no he necesitado documentarme. Llevo trabajando junto a él cerca de veinticinco años y en todo ese tiempo ya me ha demostrado algunas de las virtudes que aparecen en esta novela. Con todo, seguro que solamente he noveladomenos del uno por ciento de las capacidades de la persona Miguel Ángel Santos. Con cariño”.
Ahora, otra vertiente de las dedicatorias. Las que he hecho de mis libros. He dedicado muchos libros en mi vida. Me gusta repetir lo que decía Gabriel García Márquez: un libro no se acaba de escribir hasta que no se dedica. En países de Hispanoamérica es frecuente, después de las conferencias, organizar una sesión de firmas. Recuerdo que, después de una conferencia organizada por la Editorial Santillana en el cine Rex de la calle Corrientes de Buenos Aires (con aforo para más de 4000 asistentes), el director de la consultora Network que me había contratado habló con el dueño del quisco que está frente a la entrada.
– ¿Quiere usted ganar unos pesitos vendiendo libros?
– Señor, yo no vendo libros. Vendo periódicos y revistas.
Aceptó la oferta y allí me vi en plena calle firmando ejemplares. La cola daba la vuelta a la manzana. El quiosquero preguntó :
– ¿Cuándo vuelve este señor por aquí?
He firmado cientos de libros al terminar las conferencias en Argentina, Chile, Colombia, México, Uruguay… Se trata de un curioso ritual. Pregunto el nombre, escribo la dedicatoria de unas cuantas líneas y nos hacemos una foto, En la ciudad de Córdoba perdí un vuelo porque no supe romper la presión por la última firma.
Los orientadores y orientadoras de Extremadura quisieron hacerse hace años con un ejemplar de mi libro “La escuela que aprende”. Eran, aproximadamente, 150. Me pidieron también una dedicatoria personal. Solicité la lista con los nombres de todos y escribí para cada uno, una dedicatoria diferente. Porque yo creo que las dedicatorias no se hacen como los churros.
Tengo también otra sección con libros dedicados no por sus autores o autoras sino por quien ha tenido la amabilidad de hacerme el regalo que más aprecio. No me queda mucho espacio para hablar de ellos. Ya no me caben más referencias. Quizá otro día. Bueno, solo una.
Solidario (qué hermoso nombre, qué magnífica persona) vive en la ciudad de Paraná. En la primera página del libro “El universo neoliberal”, me dice. “Querido amigo: en esta espontánea colaboración, ya que nunca fue pactada explícitamente- para ayudarnos a mejor comprender la marea de la historia que nos ha tocado vivir en estas décadas, te agradezco mucho el ejemplar de MALDITO MERCADO y te retribuyo con esta producción regional. Espero que te interese para tolerar su extensión. Hasta el próximo encuentro que no quiero que sea muy lejano”.
No soy un coleccionista de firmas, pero me ha gustado repasar algunas de las dedicatorias que me han hecho. Solo colecciono búhos, que viven entre los libros. Dicen que un coleccionista es una persona que nunca piensa en el suicidio porque siempre está esperando incorporar a su colección una nueva pieza.
Muy buenas Miguel Ángel!
Eres como las dedicatorias..una caja de sorpresas. Precioso artículo que nos hace pasear por tu biblioteca personal bajo la mirada atenta de esos seres de sabiduría e inteligencia. Este homenaje a las dedicatorias lo refrendas con tu vida (de los que muchos hemos sido testigos)..ahora entiendo tu Paciencia y cariño en ese ritual casi sagrado cuando dedicas tus libros.
Tengo un libro muy especial para mi…sobre democracia en la escuela, en cuya dedicatoria nos dice que “la historia de la humanidad es una larga carrera entre la educación y la catástrofe”
Otros muchos libros del mismo autor que tengo en mi biblioteca aún están huérfanos de su dedicatoria pero no han perdido la esperanza.
Mil Gracias por tu precioso artículo sobre libros y dedicatorias.
Besos y abrazos a la familia, en especial a Carla y Lourdes. Hoy también un saludo, a esa comuna de búhos sabios que custodian tu biblioteca.
Un fuerte abrazo Magister
Querido Miguel:
Tus comentarios tienen magia. Están siempre llenos de ingenio y de sentimiento.
Da gusto leerte.
No son comentarios que se dirigen solo a la mente. Llegan al corazón.
En este caso, también al de mis dos chicas, que te agradecen el recuerdo.
Esos libros están sin terminar. Y yo siempre estoy dispuesto a cerrarlos cuando es un amigo quien lo solicita.
Un abrazo.
Y gracias.
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Querido y apreciado Miguel Ángel!
No suelo responder para no hacerme pesado..pero hoy tu respuesta,en exceso generosa, no me deja más remedio.
Un millón de Gracias por tus palabras- regalos para el corazón. Es un honor y un placer leerte y mejor aún conocerte ( lo que no sé puede decir de todos los grandes) pero de tí,
si. Todavía me da pudor decirte Amigo, aunque para mi es algo especial y sabes que lo vivo como un regalo de la Vida.
Tomo nota que tengo libros sin terminar…pero ahora con una promesa en el horizonte.
La sencillez ,la cercanía y la generosidad de los grandes nos ayuda a ser mejores. Gracias
Un fuerte abrazo
Dedicatoria viene de dedicar. Tú no sólo dedicas mucho tiempo a escribir tú artículo semanal sino que tienes la gentileza de responder de forma unívoca, personal y respetuosa a cada uno de los y las comentaristas. A todos y todas nos dedicas una réplica a nuestras opiniones. Gracias!!!
Espero poder seguir leyendo tus reflexiones semanales durante largo tiempo tanto desde mi sombrilla (a la que le va quedando poco tiempo para cerrarse hasta un nuevo verano) como desde el despacho de casa. No me cansaré de oirte citar a García Márquez.
Un abrazo.
Querido Juan Carlos:
Alguna vez mis dos mujeres de la casa me reprochan el tiempo que dedico al blog. Pero creo que es un deber de gratitud el que me impulsa. NO sobra tiempo. Y tener lectores asiduos es un motivo de agradecimiento.Ese tiempo que me DEDICAS AL LEER Y AL ESCRIBIR Merecen una respuesta.
Parece que fue ayer cuando me hablaste de abrir la sombrilla.
UN ABRAZO.
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Querido Maestro!
Hablando de colecciones a mi me encanta coleccionar frases.
Sobre todos que me aporten pensamientos positivos.
¡Para muestras un botón!
” Habrá momentos en que dudes de ti mismo. Habrá tiempos difíciles. Caerás en muchas decepciones. Pero créeme, merecerá la pena .”
Esta me viene especialmente bien en estos momentos.
Tengo en mi vida algunos principios aprendidos.
Relato alguno de ellos.
-La lucha es algo positivo.
-Pasa tiempo con la personas que amas.
-Ten un diario de vida.
-Agradece a diario.
-La vida es un arriesga.
-Apuesta por tus intereses.
-Dirige el camino.
-El dinero no es importante.
-Se amable, porque no sabes el camino que recorre esa persona.
– Aprende a diario. La vida es una gran maestra.
-No juzgues
-Piensa en los demás.
-Da sin esperar nada a cambio.
La vida te sonríe cuando la miras sonriendo.
-Disfruta de las cosas pequeñas y serás sabia y feliz.
– No te tomes las cosas tan seriamente.
Con humor la vida fluirá más.
– No culpes a nadie. Ni a ti mismo, elige seguir aprendiendo.
– Crea algo. Para plasmar tu mundo interior.
– No mires hacia atrás.Solo para aprender.
-Ponte en modo acción.
Sin acciones no habrá resultados.
Y para terminar otra frase favorita
“Encuentra lo que te hace feliz, y ve hacia ello”
Y sin más por hoy me despido con mil abrazos para todos/as.
QUERIDA LOLY:
Gracias por compartir todos esos hermosos pensamientos.
Cuando buscaba la ilustración para este artículo, encontré una frase de Mark Twain ya conocida que considero muy interesante: NO DISCUTAS CON UN IDIOTA; TE REBAJARÁ A SU NIVEL Y TE GANARÁ POR SU EXPERIENCIA. Como no es una dedicatoria, no la utilicé para la semana.
Besos y ánimo.
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Gracias a una dedicatoria de un libro tuyo comenzamos una amistad que hemos honrado por más de 20 años….recuerdo ese momento…conservo el libro y su dedicatoria aún esta escrita en mi corazón. Horacio
Querido amigo Horacio:
No recuerdo cuál fue la dedicatoria que te hice entonces. Porque, además, creo que tiene otras en libros míos. No recuerdo cuál fue la primera.
¡20 años! ¡Qué barbaridad!
Parecen un suspiro.
Gracias por la lectura, una vez más.
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Estimado Miguel Ángel, me encanta cada mañana del sábado abrir tu Blog para, entusiasmada, saber que regalo nos ofreces. Escribes con el corazón y no sigue un patrón determinado, tu creatividad en la elección de temas me enriquece.
Al igual que tú me encantan los libros y colecciono libros antiguos relacionados con la Escuela. Tengo verdaderos tesoros que me enseñan…En particular tengo uno que se llama “La Escuela Activa” de Mallart y Cutó(1925), cuatro ediciones. Lo he leído muchísimo y parece que estoy leyendo un manual actual: “… Generalmente se admite que el sistema de educación que ha formado las generaciones actuales tiene grandes defectos. Los economistas y los hombres de negocios culpan a la educación corriente de que no da hombres capacitados para las empresas y para el trabajo productivo. Parece como si la enseñanza desviase a los jóvenes hacia un teoricismo inconsciente… Los mismos educadores reconocen que el sistema actual de educación da un rendimiento muy bajo… Con la preocupación de adquirir muchos conocimientos, la escuela… no da técnicas e instrumentos para servirse de ella. Los ejercicios escolares y las actividades… son muy distintas de las de la vida… Y menos mal si se aprendiera realmente a leer, a escribir y a contar. Hay muchos… que habiendo pasado años enteros en la escuela ni siquiera son capaces de utilizar el instrumento de la lectura.”. Describe carencias del Sistema Educativo y centra su atención en el alumnado, pero que además da soluciones y propuestas. Como dice Freinet “No sigamos acomodados por más tiempo a una escuela que lleva un retraso de cien años por su verborrea, sus manuales, sus manuscritos, el balbuceo de sus lecciones, la recitación de sus resúmenes, la caligrafía de sus modelos.” (Freinet, 1996).
Me entusiasma leer y tengo estanterías llenas de libros que me dan alas para volar, aunque los libros de texto en la mayoría de las ocasiones las corta. A veces me pregunto ¿Cómo deberían ser los libros de texto para poder guardarlos con cariño con la firma de sus autores?.
Me han encantado tus dedicatorias, especialmente “Si la paz no está en el corazón de los maestros, rápido muere en la mente de los niños”. Yo tengo una muy especial de Manuel Segura (libro: “Jóvenes y adultos con problemas de conducta”) con el que tuve muchas conversaciones cuando estaba de Asesora “Para MJR, madre feliz y educadora creativa y entusiasta con admiración y mucho afecto”. He comprobado y tú también me lo has demostrado que cuanto mas alto se llega con el corazón, más humilde es el trato y el agradecimiento que se siente hacia los demás y eso es admirable. Muchas gracias Miguel Ángel porque tus respuestas a mis intervenciones son dedicatorias para mi, las tengo guardadas en un archivo, porque son palabras que me ayudan a crecer como persona. GRACIAS
Querida María José:
Tus comentarios son siempre enriquedores.
Nacen de la experiencia y conducen a ella. Salen de la mente y llegan al corazón. Salen de tu corazón y llegan a la mente. En todos se trasluce tu enorme compromiso con la educación.
Me alegro mucho de tenerte entre las personas asiduas a la lectura y a la exégesis de los artículos.
Veo que compartimos muchas aficiones e ilusiones. Una de ellas, la lectura.
Besos y gracias.
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Miguel Ángel, admiro todo lo que escribes y dices, soy docente hace 29 años, hoy directora de un secundario.y siempre la educación fue una misión para mí, las mentes y corazones de los niños y jóvenes dependen de nuestra guía y amor incondicional, abrirles caminos y acompañarlos a pesar de está pandemia es tenderles la mano, decirles que estamos que no están solos, que cuenten con nosotros , no solo se trata de mandarles clases y conocimientos teóricos vacíos de amor. Lo saludo y lo seguiré desde que descubrí este blog👏🤗
Querida Ileana:
Me parece estupendo lo que dices sobre la tarea de los docentes en tiempo de pandemia. No se trata solo de alimentar las mentes con conocimientos. Se trata de cuidar sus corazones y de hacerles ver que estamos con ellos.
Besos y gracias por tantas cosas: por tu compromiso, por tu seguimiento, por tus comentarios…
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Querido Joaquín:
Tú me dedicas nucho tiempo cuando me lees.
Soy yo quien se siente agradecido.
Y también nis dedicas axtodos tus certeros comentarios.
Con una fidelidad que se acrecienta con los años.
Un gran abrazo.
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Cuando leo un libro me da la impresión que es un libro escrito para todos. Cuando leo un libro dedicado me da la impresión que es un libro escrito para mí. Ya sé que no es la realidad, son sentimientos.
No soy escritor, y en gran medida escribo en el Adarve unas líneas, lo mejor entamadas que puedo, como una dedicatoria para quien tantos sentimientos positivos tengo.
Siempre espero tus amables palabras, que considero inmerecidas y exageradas. Es la dedicatoria que tan amable haces a nuestros escritos.
Tengo un libro tuyo dedicado por ti. Lo considero un lujo. Como no estoy en casa no puedo acceder ahora a él.
Tengo tantos buenos recuerdos tuyos…
Un abrazo y saludos a todos.
Interesante y curioso tema el que has elegido para esta semana.
Todo los que tiene que ver con la lectura me parece una necesidad. Por eso no encuentro este tema menor.
Nunca le he prestado demasiada atención a las dedicatorias pero, desde ahora, lo voy a hacer. Porque me parece que pueden encerrar grandes curiosidades, como he visto en algunas de las que has citado.
Me gustaría tener un libro suyo dedicado.
A ver si existe la posibilidad de algún encuentro en que pueda pedir este pequeño-gran favor.
Cordiales saludos.
Querida Marta:
Gracias.
Eso sucede. Nunca te fijas en algunas cosas y luego, por cualquier circunstancia, empiezan a llamarte la atención. Espero que disfrutes leyendo dedicatorias de diverso tipo.
Estaré encantado de firmarte alguno de mis libros. A mí me gusta leerlas y escribirlas.
A través de la dedicatoria se establece un bonito diálogo entre el lector (o lectora) y el autor.
A mí me gusta escribir el nombre del destinatario (o destinataria) y alguna frase que se note que es personal y no un tópico o un estereotipo.
He dedicado miles de libros a profesores de países de habla hispana. Ahora, con la pandemia, ese ritual ha desaparecido.
Besos.
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Me ha encantado el artículo.
En medio de esta vorágine de cuestiones angustiosas sobre la crisis, sobre la economía, sobre los contagios, en ha relajado leer este texto que refleja un gran amor a los libros y a la lectura.
Nunca había reparado en las dedicatorias de los autores, siempre las había pasado por alto. Pero desde ahora me voy a fijar.
Voy a colocar en una estantería privilegiada los libros que tengo con dedicatorias. Y he pensado en pedir alguna a los autores en presentaciones de libros o en las Ferias a las que acuda.
Querida María José:
Gracias por tus palabras. Efectivamente, algunas veces parece que no es tiempo para estos temas que algunos consideran menores. Pero yo creo que en tiempos de crisis es importante tener algunos asideros. Uno es, para mí, el de la lectura. No creo que sea un tema menor.
En este mismo blog escribí hace algún tiempo un artículo titulado ¿Qué seria de mí sin la lectura?
Si ha surtido en ti ese efecto positivo me doy por satisfecho de haberlo escrito.
Muchos besos.
Felices lecturas.
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Hermoso artículo profesor, me hace tanto sentido todo lo expresado por usted y por quienes en este maravilloso espacio comparten sus experiencias… tal como usted lo expresa, las dedicatorias son arte… arte del autor al reconocer a quien se ama, a quien se le asigna la motivación e inspiración de su obra, incluso la capacidad de conectarse con ese otro desconocido, interesado por leer, leer y leer.
Mi dedicatoria favorita, la descubrí hace poco tiempo atrás, tuve ese libro por muchos años guardado en cajoneras y quien sabe donde más…si mal no recuerdo lo recibí a mis 10 años… Mi padre me regala “El Principito” de Antoine de Saint-Exupéry, con una dedicatoria que no logré entender del todo, sin embargo con los años me resultaba cada vez más significativa. Ahora que ya no lo tengo a mi lado, ese mensaje de amor lo guardo como uno de mis tesoros más preciados.
Gracias profesor por este momento.
Todo mi cariño desde Chile.
María Elena.
Querida María Elena:
Qué preciso comentario.
Los dos párrafos son admirables. El primero sobre el sentido de las dedicatorias y el segundo sobre tu experiencia personal con una dedicatoria de tu padre en un libro tan singular. Has descubierto el profundo significado mucho tiempo después, pero estaba ahí esperando la exégesis. UN mensaje de amor guardado en esa cajita mágica de la dedicatoria.
Gracias a ti por compartir esa hermosa experiencia.
Besos.
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Doctor, tengo un libro suyo con una dedicatoria que me ha hecho pensar.
QUE TU ESCUELA SEA MEJOR PORQUE TÚ TRABAJAS EN ELLA.
La recuerdo con frecuencia y me ha ayudado a ser mejor profesional. Pienso lo que sucedería si yo me tuviese que ir a otra parte. ¿Qué dirían los demás?
Me la dedicó en un libro titulado La escuela que aprende, de la editorial Morata.
Acabo de ver que se ha hecho la 6ª edición de ese libro en otro formato.
Gracias por aquellas palabras que nunca he olvidado.
Saludos
Querida Marita:
Muchas gracias por guardar y recordar mi dedicatoria.
Sí, ese libro tiene ya 6 ediciones y tuvo varias en lengua portuguesa, ya que se tradujo poco tiempo después de la edición española.
No sabes cuánto me alegra que te haya ayudado a ser mejor profesional.
Un gran abrazo.
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Querido Miguel Ángel: que agradable es leerte, este tema de hoy me encantó!! Soy fan de las dedicatorias y ahora son tan poco comunes, procuro conservar esta bonita costumbre y cuando alguien me obsequia un libro y lo primero que hago es revisar si tiene dedicatoria, si no la trae pido a la persona que me lo regaló que la escriba… se ríen y finalmente lo hacen.. Y si yo regalo un libro no olvido la dedicatoria y por desgracia no soy escritora, pero al elegir un libro pienso en la persona que lo leerá y eso me hace inspirar para escribir una dedicatoria…bueno y un poco asegurarme que lo regalará…jajajaja…
Saludos desde Guadalajara México con un fuerte abrazo y hasta la próxima..
Sabes?? alegraste mi día.. y volviste emocionarme y dibujar una sonrisa en mi rostro….
Querida Mónica.
Tú también me alegras al ver que has leído y comentado algunos textos del blog.
Alegra saber que esa paloma que sueltas cada sábado lleva el mensaje a algunas personas que están lejos físicamente, aunque cerca en el sentimiento.
Gracias por este simpático comentario sobre dedicatorias.
YT por esa sonrisa.
Besos.
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Querido Miguel,
Mi madre, Marcela, utiliza tus escritos en sus clases. Es docente, en el nivel superior.
Me he encontrado con ellos porque soy quien se encarga de copiar alguna frase que ella quiera usar de disparador, o simplemente hacer un recurso gráfico con ella.
Tiene muchas publicaciones tuyas, pero hay una que es recurrente en sus clases “Enseñar o el oficio de aprender”. Una vez le pregunté porqué le gustaban tanto tus escritos. Me respondió con fascinación.
Ahora entiendo, es realmente un placer leerte. Gracias a tus escritos, al oficio de mi madre y tantos otros, se forman docentes que aman lo que hacen.
Gracias.
Sé que el comentario no tiene mucho que ver con lo que planteas en la entrada del blog. Pero es que al leerlo, no he podido dejar de pensar en lo feliz que sería mi madre con una dedicatoria tuya en aunque sea uno de esos libros que tiene un su biblioteca. Espero vuelvas a Córdoba y ella tenga la oportunidad de ir a dónde sea que te presentes.
Saludos, con afecto.
Querida Juliana:
Dile a tu madre que muchas gracias por valorar y utilizar mis textos.
Y que tiene mi palabra de que ese libro será adecuadamente dedicado.
Dice García Márquez, como habrás leído, que un libro no se acaba de escribir hasta que está dedicado. Así que el suyo está incompleto.
Gracias a ti por este hermoso comentario.
Besos y felicitaciones a tu madre.
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