Nexos causales tramposos

1 Ago

Estar educado es desarrollar el pensamiento crítico. Estar educado, decía Paulo Freire, es pasar de una mentalidad ingenua a una mentalidad crítica. Estar educado es generar en la mente detectores de mentiras. Cuando una persona está educada es difícil darle gato por liebre. Está ojo avizor y sabe descubrir los engaños y las trampas, por muy sofisticadas que sean.  Por eso digo que educar es ayudar a que la mosca salga del cazamoscas.

Cuando a un saltamontes se le cortan las patas, no oye.

En la política se emplean muchas trampas, muchas argucias, muchas falacias, muchas mentiras para conseguir ganar el apoyo de los electores y alcanzar (o mantenerse en él si ya se tiene) el poder. Lo explican Daniel Klein y Thomas Cathcart en su excelente libro “Aristóteles y un armadillo van a la capital”, que lleva como aclaración este significativo subtítulo: “Cómo detectar las mentiras de los políticos con humor”. Ojo, no digo que todos los políticos mientan. Y que mientan siempre. No. Algunos lo hacen y otros no. Algunos lo hacen unas veces y otras no.

Estoy harto de ver cómo se manipulan en el discurso político  dos procesos complementarios de análisis, como son el de comprobación y el de atribución. En efecto, una cosa es comprobar, que no es tan fácil como parece, y otra atribuir, que es más complicado todavía. Pues bien, estoy literalmente harto de oír al señor Rajoy (lo repite sin cesar en unos foros y otros), venga o no a cuento) una argumentación interesada y tramposa acerca de la situación económica española y concretamente, acerca de la destrucción y creación de empleo. Argumentación que se recrudece en tiempos electorales.

El señor Rajoy se ha aprendido un discurso que suelta con ocasión y sin ella. Lo repetiré casi con palabras exactas. “Con políticas de ocurrencias se perdieron tres millones de empleos, pero con políticas serias se ha conseguido enderezar el rumbo y empezar a crear empleo. Hay que seguir con estas políticas y no volver  a las que nos llevaron al desastre”. Así de claro, así de sencillo… y así de falso.

Creo que piensa que, si lo repite muchas veces, los ciudadanos (adversarios, simpatizantes y fieles) acabarán por creerlo. Hasta he llegado a pensar que él mismo ha acabado creyéndoselo.

Parte la trampa de la utilización tendenciosa del nexo de causalidad. Una cosa es comprobar y otra, muy diferente, atribuir. En los dos procesos puede haber escaso rigor. Y, en algunos casos, mucha indecencia.. Pensemos en el nivel de desempleo. Hace falta rigor para comprobar cuál es la situación que vive el país. No es tan sencillo como parece.  En esta parte puede haber trampas. Se puede considerar como pleno y perfecto empleo lo que solo es empleo precario o empleo temporal o empleo  estacional o empleo amenazado, o empleo humillante…  Se puede hacer el cómputo en un momento u otro, en un lugar u otro… A nadie se le oculta que, al confeccionar una estadística de empleo se pueden utilizar criterios de muy diferente índole. Algunos de ellos, interesados.

Hay otro momento  más delicado que llamaré de atribución. Se trata de explicar por qué las cosas son así. Es decir, cuáles son las causas que han conducido a la situación actual. Y las consecuencias. Aquí también puede haber trampas. Volviendo al caso del empleo o desempleo, se trata de explicar por qué motivos, qué causas han llevado a los actuales efectos.

Para el señor Rajoy no hubo una crisis económica sin precedentes, no hubo una burbuja inmobiliaria (y, si la hubo, no hay que preguntarse quién la creó),  no hubo otros países que vivieron unas situaciones críticas, no hubo una subida escandalosa del petróleo, no hubo un dramático descenso  de la confianza… Para el señor Rajoy hubo una política de ocurrencias impulsada por un partido político que, casualmente, es su adversario político. Y ahora no hay un viento favorable que impulsa la economía, no hay bajada espectacular del precio del petróleo, no hay enriquecimiento de los más ricos y empobrecimiento de los más pobres… Ahora solo hay políticas serias.

Con lo cual se llega  a la conclusión de que quien no vote al señor Rajoy es un imbécil que quiere que se siga destruyendo empleo y no está por la labor de apoyar a políticos serios que ponen en marcha políticas inteligentes  que llevan a la salvación. ¿Cómo puede haber un solo ciudadano que no le vote? ¿Cómo puede haber una sola persona que se apunte a las políticas de ocurrencias? Quién es el tonto o el irresponsable que prefiere el desastre a la salvación?

No es tan sencillo, no es tan simple, no es tan diáfano como dice el señor Rajoy. No es que antes gobernasen los tontos y los malos y ahora los listos y los buenos. No es que antes gobernasen los irresponsables y ahora los serios, antes los torpes y ahora los listos.

Explicaré lo que hasta ahora he dicho con una pequeña historia sobre los procesos de atribución, sobre estas trampas que, como fácilmente se verá, no tienen que ver solo con el rigor sino que están penetradas de ética.

Una persona tiene un saltamontes en la mano y le dice, indicándole la otra mano:

– Saltamontes, salta.

El saltamontes salta a la otra mano ágilmente. Y, cuando se encuentra en ella, le vuelve a decir:

–       Saltamontes, salta.

En ese momento le arranca todas las patas (ojo, se trata solo de una historia)  y, cuando, ha terminado, le vuelve a ordenar al saltamontes con tono imperativo:

–       Saltamontes, salta.

Pero ahora el saltamontes se queda inmóvil y silencioso. El experimentador saca la siguiente conclusión: Cuando a un saltamontes se le cortan las patas, no oye.

Claro que se puede llegar a esta conclusión. Parece que está cargada de lógica. Como el saltamontes se queda quieto, me invento el nexo de causalidad y lo atribuyo a que el saltamontes, al cortarle las patas, pierde también el oído. Y ahora no obedece la orden, no porque no pueda saltar sino porque no ha escuchado el mandato. La aplicación de la historia que acabo de contar a los razonamientos del comienzo del articulo es, a mi juicio, muy clara.

Hay que estar prevenidos. El discurso tramposo, repetido una y otra vez, acaba calando. Se simplifica, se tergiversa, se repite,  se le reviste de un poco de seriedad y mucha gente acaba creyéndoselo.

Luego se añade un poco de adulación a la ciudadanía. Porque, después de decir que es el gobierno con sus políticas serias quien evitó el rescate, el que nos salvó del desastre, se dice que quien salvó al país del abismo fue el sacrificio de los españoles. Como si ese sacrificio hubiese sido una decisión soberana y no una imposición de la que no pudo librarse.

Este tipo de argumentación, más propio de mítines que de debates parlamentarios, de una tertulia de café que de un foro de pensamiento, debería ser desmantelado con rapidez y energía. Basta oír a  economistas de otro signo para comprobar que la trampa es elemental, es escandalosa e inmoral.

Resulta sumamente importante colocar ante los medios de comunicación espectadores inteligentes, capaces de desmontar las falacias, de descubrir las trampas, de desmontar las simplificaciones. No es deseable que nos la den con queso. Hay que avivar el espíritu crítico.

21 respuestas a «Nexos causales tramposos»

  1. Querido Miguel Ángel:

    Como bien sabes, una de las líneas de investigación que llevo es el estudio de la publicidad, cuestión a la que le he dedicado bastante tiempo.

    Pero cuando hablamos de publicidad no debemos entenderla solo desde el punto de vista comercial, sino que en la actualidad vivimos en una sociedad en la que las estrategias publicitarias y las de propaganda política se han mezclado de tal manera que es casi imposible separarlas, por lo que ahora los grandes partidos cuentan con estrategas que planifican sus mensajes, sus intervenciones, sus puestas en escena, sus lemas repetidos hasta la saciedad… para que penetren en las mentes de las personas y se instalen con fuerza en ellas, no con el fin de venderles un producto sino de recabar el apoyo el día de las votaciones.

    No esperes, pues, del presidente del Gobierno que se salga de las líneas marcadas y organice un discurso coherente, pues eso sería como pedir “peras al olmo” (o como diría la profesora de Bart Simpson cuando acude a desalentarlo: “Es más fácil que lluevan diamantes..,”).

    Relacionado con lo que comentas en tu artículo, hace poco he vuelto a escuchar en boca de un político “popular” andaluz la odiosa expresión de “turismo sanitario”, dos palabras con un claro tinte xenófobo, y que las decía para oponerse a la sanidad universal que se pretende implantar de nuevo en Andalucía para que los inmigrantes sin papeles puedan acceder a ella.

    Por otro lado, he vuelto a leer el excelente libro titulado “De la lucha de clases a la lucha de frases” de Eulalio Ferrer en el que nos explica el origen de las estrategias que unen la política y la publicidad, remontándose Joseph Goebbels, el que fuera titular del Ministerio de Propaganda que creara Adolf Hitler al llegar al poder en Alemania a través de las urnas.

    Habla de las muchas astucias de Goebbels. Entre otras, comenta que comenzó su andadura organizando una de las más espectaculares concentraciones en la ciudad de Colonia. Para ello, había ideado que el acto podría culminar con el toque de las campanas de la catedral. Como el arzobispo le negara el permiso, recurrió a la grabación del sonido de las campanas, que tuvo el efecto buscado al ser transmitido por los altavoces y la radio sin que el truco pudiese ser advertido.

    En «Política de la información», Emil Dovifat cita la siguiente frase Goebbels: “La propaganda fue nuestra arma más afilada en la conquista del Estado y continúa siendo nuestro poder más fuerte en el afianzamiento y en su construcción. Por eso, la propaganda es una función vital e imprescindible del Estado moderno”.

    Una vez que Joseph Goebbels asume el cargo del Ministerio de Propaganda, se le otorga nada menos que el diez por ciento del presupuesto total del Gobierno alemán. A los cuatro meses de haber tomado posesión del mismo, concibe una insólita ley, que será promulgada el 4 de octubre de 1933, en virtud de la cual se transforma a los periodistas en servidores del Estado.

    En la actualidad los periodistas no son funcionarios del Estado, pero hay muchos que parecen que funcionan como tales, dado que no solo es la publicidad sino también muchos medios de comunicación los que están al servicio del poder.

    Para ir cerrando, hago una selección de frases de Joseph Goebbels que, actualizadas, creo que en gran medida aún funcionan:

    “No es preciso que una idea política esté avalada por una buena filosofía, si se dispone de una magnífica propaganda”.

    “Nada es absoluto, todo es relativo. Las verdades duran lo que una imposición las hace durar”.

    “Una buena propaganda es lo más cercano a la verdad, aun cuando sea la mentira misma”.

    “Quien dice la primera palabra al mundo es quien tiene la razón”.

    ”No basta con mentir, debes decir la mentira más grande para que se crea”.

    “Una mentira repetida mil veces acaba siendo una verdad en la mente de la población”.

    Como verás, amigo Miguel Ángel, el dueño del saltamontes tenía toda la razón del mundo: “Estaba sordo”.

    • Querido Aureliano:
      Como siempre, un magnífico comentario. Claro, rico y documentado. De los que no comentan sino que enriquecen el texto de partida.
      Creo que es muy importante afinar la actitud crítica ante la manipulación del poder. Ellos mismos dicen que tienen que mejorar la explicación de lo que hacen. Como si no se viera de forma clara a kilómetros de distancia.
      Un abrazo y gracias por leer en estos meses en que baja (curiosamente) el nivel de lectura.
      Un gran abrazo y feliz descanso. Veo que no eres de los que para descansar tienen que dejar de leer.
      MAS

  2. Querido Miguel Ángel:

    Estoy totalmente de acuerdo contigo cuando señalas que «estar educado es desarrollar el pensamiento crítico». Pero resulta sumamente complicado fomentar entre el alumnado este tipo de pensamiento; salvo honrosas excepciones la clase política pretende inocular en la ciudadanía el pensamiento único y la creencia de que estamos viviendo en el mejor de los mundos posibles. Sobre esta cuestión he reflexionado en el siguiente post que comparto contigo, y con tus lectoras y lectores.

    http://www.blogcanaleducacion.es/utopias/

    abrazos desde las Islas Canarias

  3. Querida Lidia:
    Tú eres, como Aureliano, una profesora que disfruta leyendo (aunque sea a los amigos). He leído el texto que adjuntas. Ya conocía la pregunta sobre la utopía y la magnífica respuesta, tan pertinente en estos tiempos.
    Gracias por leer en agosto y gracias por tu hermoso comentario y tu post.
    Feliz verano.
    Besos.
    MAS

  4. Yo veo y escucho con frecuencia a los tertulianos políticos en la sexta y saco mis conclusiones, que se unen a las que saco de lo que observo en la vida diaria.
    El magnífico artículo de Miguel Ángel supera con mucho, a mi modo de entender, a los debates de los «sesudos» tertulianos de la sexta.
    ¡Qué difícil es sustraerse a mentiras repetidas machaconamente día tras día!
    Ser reflexivo y criticó es lo que nos impedirá que nos laven el cerebro.
    Las vacaciones veraniegas es un buen tiempo para la reflexión.
    Saludos y feliz agosto.

  5. Querido Joaquín:
    Gracias por tus comentario de hoy.
    No todos utilizan el verano para pensar, como tú sugieres.
    Es muy importante desarrollar la capacidad crítica par no dejarse engañar por quienes saben manejar los hilos de la publicidad
    Un gran abrazo y feliz verano.
    MAS

  6. Excelente texto que ayuda a reflexionar. Comparto la idea de que la educación es fundamental para saber descifrar la realidad.

  7. La causalidad se utiliza en la politica de manera interesada.El caso del artículo es muy claro. No debemos ser ingenuos porque nos van a engañar.

  8. Estimada Marta:
    Estoy de acuerdo en que las leyes de la causalidad se suelen utilizar en política de manera arbitraria y casi siempre interesada.
    El problema no está tanto en que nos quieran engañar sino en que nos dejemos ser engañados.
    Por eso es tan importante la educación, que el instrumento que permite formar la mente para pensar de forma rigurosa.
    Un cordial saludo.
    Gracias por leer y por escribir.
    MAS

  9. Querido Miguel Ángel y comentaristas del blog:

    No hace mucho participé en una mesa redonda sobre la escuela pública, y allí se ponían de reflejo gran cantidad de las ideas que Miguel Ángel nos advierte. Eslóganes, medias verdades, mentiras completas… pero qué importante es favorecer el pensamiento crítico. Por poner un ejemplo, la representante del partido del gobierno nacional se vanagloriaba de presupuestar un incremento en el área de Educación. Además de ser falso, me gusta que se le coloque el «apellido» a esa inversión; el aumento muy considerable producido es en realidad en la Educación privada o
    concertada. Además, la representante alardeaba de la previón de su gobierno para Málaga sobre la escuela pública: apertura de varios centros públicos, reducción del pago a proveedores, aumento de las actividades extraescolares subvencionadas, ampliación de plazas de comedor… Al término de su exposición sólo pude decirle, ironicamente, que contara con mi voto, ya que lo desarrollado en todas las autonomías que han gobernado ha sido lo contrario. Por eso es bueno contrastar, comparar, leer de fuentes diversas, preguntar…
    Gracias Miguel Ángel y a todos/as las que enriquecéis el blog.

  10. Estimado Marcos:
    Los datos están llenos de trampas.
    Y las promesas, algunas veces, sobre en tiempos de campaña electoral pueden ser engañosas.
    Hay que estar alerta.
    Hay que denunciar las trampas y hay que castigar a quien ha engañado en las promesas.
    Cuando nos engañan una vez pueden tener los mentirosos la culpa, cuando nos engañan varias veces, somos nosotros los responsables.
    Gracias por tu comentario.
    Feliz verano.
    MAS

  11. Excelente texto sobre la importancia de la educación como instrumento que nos permite comprender la realidsd, tan llena de trampas.

    • Estimado Andrés:
      Phillipe Perrenoud dice que la escuela tiene que servir para entender el mundo y par convivir en él todos juntos. Cuando ve comportamientos incongruentes e insolidarios se pregunta: ¿para qué les ha servido la escuela?
      Estoy contigo en que la escuela tiene que facilitar las herramientas para entender el mundo y descubrir las trampas.
      Saludos y gracias por leer.
      MAS

  12. La historia del saltamontes es magnífica. Muy esclarecedora.Ilustra muy bien la idea de la manipulación de nexos causales.
    Saludos.

  13. Hay que estar con los ojos bien abiertos ante las manipulaciones de los políticos.
    Saben mucho de como engañar.
    Saludos y buen verano.

  14. Yo creo que hay que esforzarse para no creerse todo lo que nos dicen. Sobre todo cuando puede haber intereses escondidos. Parece que todo es por nuestro bien, pero muchas veces, el bien es el de quien miente.
    Estoy de acuerdo en que la educación es el mejor camino.
    La prensa debería estar también alerta y no servir al poder haciendo de amplificador de sus explicaciones.
    Saludos.
    Buen verano.

    • Estimado Antonio de las Heras:
      Lo de «nuestro bien» es un tópico tremendo. LO que pasa es que quien decido lo que es nuestro bien es otro, cuyo bien solo decide él. De esta mera estamos entregados al enemigo.
      No te puedes fiar de quien tantas veces te ha engañado.
      Yo digo que tengamos que ser desconfiados por principio, pero sí precavidos.
      El político no es malo por naturaleza, pero tiene tantas tentaciones y facilidades para serlo que hay que vigilarlo de forma estrecha.
      Un cordial saludo.
      Feliz verano.
      MAS

  15. Los nexos causales están llenos de trampas que, casi siempre, se manejan de forma interesada.
    Pienso en la religión y en la política.
    Ya se ha tocado en el artículo el campo de la política. Me referiré al campo de la religión.
    Si alguien pide a la Virgen que llueva y luego llueve se atribuye la lluvia al influjo de la Virgen. ¿Cómo puede probarse? ¿cómo puede afirmarse con un mínimo de rigor que la lluvia ha sido consecuencia de la plegaria?
    Por no poner más ejemplos.

  16. María:
    He pensado muchas veces en los nexos causales de las religiones.
    Cuántos se formulan de manera poco rigurosa: curaciones, lluvias o sequías, influencias beneficiosas… E incluso influencias perjudiciales.
    A un grupo de niños que no había ido a misa un domingo y se cayeron desde la vía al río les preguntaron por la causa de su caída. Todos dijeron que era porque no habían ido a misa.
    ¿Cómo se podía probar?
    Hay que andar con mucho cuidado.
    Pues nada: educación, no adoctrinamiento.

    • Estimado Mariano:
      En efecto, la religión es una fuente inagotable de nexos causales débiles e interesados. Lo que más me sorprende es que se ofrezcan como testimonios incontrovertidos de la verdad.
      Todos los campos son propicios a la manipulación de los nexos. Ya hemos hablado de la política.
      También los hay en la docencia. Muchos docentes decimos que los alumnos fracasan porque son tontos, o vagos, o distraídos… O porque no tiene técnicas de estudio (como si estas fueran congénitas…).
      Oportunas llamadas la reflexión las que se hacen en los comentarios.
      Saludos y gracias.
      MAS

  17. Excelente escrito Dr. Muy oportuno para el tiempo que estamos viviendo, ya que, como bien lo dice (UNESCO, 2015) la educación se ha convertido en un derecho, instrumento y medio esencial para poder ejercitar todos los demás derechos, la educación promueve la libertad y la autonomía personal, cosa que no conviene a las grande élites o sistema político-económico capitalista, que ahora se encuentran preocupadas de ver cómo a través de la educación la gente de escasos recursos accede a una vida más digna, cuando el sistema capitalista promueve que sólo haya pobres y ricos a kilómetros de distancia, económicamente hablando, entre unos y otros. Por esa razón quieren mecanizar la educación implantando un sistema empresarial en las escuelas porque un pueblo educado, capaz de pensar críticamente y defender sus derechos, no conviene a sus intereses, pero es tarea de profesores, padres y sociedad en general, seguir manteniendo la educación como una herencia esperanzadora en busca de un mundo más justo.

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