Siempre me ha parecido llamativa la facilidad y la arbitrariedad con la que establecemos los nexos causales que nos interesan. Una cosa son los hechos y otra las relaciones que establecemos entre ellos. Planteamos nexos de causalidad de forma constante. “Esto ha sucedido por esto”, decimos sin la menor vacilación. “Esto va a suceder por esto”, anunciamos con sorprendente contundencia. Como si esas conexiones fuesen siempre palmarias e indiscutibles.
Atribuimos a la intervención divina un hecho que nos ha sucedido sin tener constancia alguna de la conexión causa/efecto.“Dios nos salvó de la muerte”, dicen los supervivientes del accidente aéreo, sin caer en la cuenta de que al decir eso, afirman que condenó a muerte a los que fallecieron. Explicamos que los alumnos han suspendido porque no tienen capacidad o preparación o interés, sin tener en consideración que puede haber muchas otras causas, entre ellas la incompetencia de los docentes o la estupidez del currículo. El partido del gobierno dice que todo el problema económico actual proviene de la herencia que le ha dejado el partido socialista. La causa del paro era para el PP el mal gobierno de Zapatero y el incremento de un millón de parados que se ha producido con el actual gobierno es también para el PP consecuencia de aquella forma de gobernar. En definitiva que utilizamos sin cesar la lógica de autoservicio. Un mecanismo intelectual que le hace hablar a la realidad para que nos de la razón.
La fe es una fuente de causalidades frecuentemente gratuitas. Los creyentes dicen sin ambages que ha sido el Espíritu Santo quien ha inspirado a los cardenales la elección del actual Pontìfice. ¿Cómo se puede demostrar esa causalidad? Dicho sea con todo mi respeto a los creyentes. Las oraciones son estrategias que pretenden establecer la causalidad entre lo bueno que nos pasa y el favor divino. Recuerdo que, en una lejana investigación que hicimos sobre la educación diabetológica, algunos padres/madres atribuían la enfermedad del hijo a un castigo que habían recibido por algo malo que habían hecho en el pasado.
Otra fuente de causalidad arbitraria es la supersptición. Esto me ha pasado porque he visto un gato negro (resulta curioso saber que en Irlanda el gato negro es símbolo de buena suerte). Como es martes, día 13, lo malo que suceda ese día tendrá su origen en la fecha. ¿Qué rigor tienen estas afirmaciones?
Podría seguir poniendo ejemplos de forma ininterrumpida porque la frecuencia con la que manejamos la atribución causal es casi constante. Y, desde luego, poco rigurosa. Esta arbitrariedad responde casi siempre a intereses más o menos camuflados, más o menos legítimos, más o menos confesables. Cuando nos interesa llegar a una conclusión hacemos que los datos hablen a nuestro favor. Los datos, sometidos a tortura, acaban confesando lo que quiere quien los maneja.
Voy a traer a colación una pequeña anécdota que refleja muy bien lo que estoy diciendo. Supongamos que tengo un saltamontes en la palma de la mano izquierda. Y le digo imperativamente mostrándole la palma de la mano derecha:
– ¡Saltamontes, salta!
Y salta.
Cuando le tengo en la palma de la mano derecha le vuelvo a decir mostrándole la otra mano:
– ¡Saltamontes, salta!
Y salta.
Cuando se encuentra en la palma de la mano izquierda le corto todas las patas (es sólo un ejemplo, que nadie se asuste por el imaginario maltrato) le vuelvo a decir:
– ¡Saltamontes, salta!
Y ahora no salta. Entonces saco la conclusión: Cuando a un saltamontes se le cortan las patas, no oye.
Claro que puedo sacar esa conclusión, pero está muy claro también también que es completamente gratuita.
Los procesos de atribución que manejamos en la vida nos llevan muchas veces al autoengaño. Y, lo que es más grave, son utilizados para engañar y agredir al prójimo. Frecuentemente son utilizados en el debate político para atacar al adversario. Te propongo, querido lector o lectora, que analices un discurso político o un mitin y descubras cuántas atribuciones se hacen a la ligera.
Respecto a esta parcela me remito al libro “Aristóteles y un armadillo llegan a la capital”, libro que los autores (Thomas Cathcart y Daniel Klein) subtitulan de esta manera: “Las mentiras de los políticos analizadas con humor”. En la primera de las ilustraciones se puede ver a varias personas en la Sede de Campaña electoral. Una de ellas dice a las demás: “Es un buen discurso… sólo hay un par de puntos que necesitan un poco más de confusión”.
No me puedo evadir de otro campo en el que las atribuciones se hacen con excesiva frecuencia y ligereza. Me refiero al campo educativo. Un campo en el que, además, no suele suceder que si A entonces B, sino algo mucho más problemático: si A, entonces B, quizás. ¿Cuántas veces hemos oído decir que el bajo nivel de los alumnos y alumnas actuales se debe al influjo nefasto de la LOGSE?Sin duda, muchas, Pero, ¿existen pruebas? Sí, existen, pero de la afirmación contraria.
También en este segundo bloque que he elegido para ejemplificar el problema de los procesos atributivos interesados quiero hacer mención a un libro que desmonta con humor muchos tópicos y muchos estereotipos en los que se atribuyen de forma ligera determinados efectos a determinadas causas. Se trata de “Retrato canalla del malestar docente. Una defensa inteligente y mordaz del actual sistema educativo frente a los tópicos anti-LOGSE”, escrito por Juan José Romera, profesor de Lengua y Literatura en un IES de Málaga. Altamente aconsejable.
Hay un tercer campo en el que las atribuciones son, si cabe, más frecuentes y arbitrarias. Me refiero, como planteaba más arriba, al campo religioso. Cuando los feligreses sacan en procesión al santo patrón para invocar que su intervención traiga la lluvia, ¿se puede establecer el nexo causal entre la lluvia que realmente cae horas después y las oraciones de los fieles? ¿Cómo se puede probar? Cuando el futbolista sale al campo y hace la señal de la cruz pidiendo a Dios que le ayude a realizar un buen partido, ¿se puede establecer un nexo causal entre su gesto suplicante y el hecho de que después marque un gol? Me remito también aquí a un estupendo libro de Luis Rojas Marcos que lleva por título “Superar la adversidad”. En él podemos leer lo que sigue: “Las explicaciones positivas estimulan la confianza en uno mismo. Así, la explicación “Nos salvamos del accidente porque soy un buen conductor y tengo excelentes reflejos” es más reconfortante que “No nos matamos porque Dios no quiso”. Sería un buen ejercicio de racionalidad analizar una homilía y ver cuántas atribuciones se hacen de manera poco fundada.
Hay que ponerse a la tarea de buscar nexos causales arbitrarios en cualquiera de las parcelas de la vida. Eso es la educación: pasar, como decía Paulo Freire, de una mentalidad ingenua a una mentalidad crítica. Dejarse engañar es malo. Perro engañarse uno a sí mismo es peor. Seamos rigurosos. En honor a la verdad.
Me temo que he de informarle que cualquier creyente informado no cree que el dedo del Espíritu Santo señale a los cardenales quién es la persona indicada para ser el Papa. En cuanto a las homilías, las hay de todos los colores. No dudo de su honestidad, y puede que haya visto a lo largo de su vida solamente los usos supersticiosos que se hacen de la fe (que también se hacen con la ciencia). Me permito indicarle, pues, que la muestra sobre la que opina es, como mínimo, incompleta.
Por diversos factores, pasé por tres programas de doctorado antes de leer mi tesis, y puedo recitarle un bonito rosario de profesores a los que había que señalarles incoherencias de bulto. Vd. mismo habrá oído y comentado algunas barbaridades proclamadas desde la mesa de algún ponente congresual. Mi experiencia se resume en un agradecimiento: “menos mal que esta criatura no da clase en un instituto”.
Tomo, Miguel Ángel, esa brillante expresión que has apuntado, “la lógica del autoservicio”, como la síntesis del modo de razonar de muchos que entienden que en todo debate o reflexión deben salir triunfantes, tengan o no razón.
Y relacionada con ella viene a mi mente una expresión que me dijo un día un amigo, hoy fallecido, de que “a muchos le produce mayor placer sentir que tienen la razón por encima de un gran orgasmo”.
Un saludo.
Creo que el tema del que se ocupa el artículo tiene mucha importancia. ¡Cuántas veces nos engañamos a nosotros mismso! ¡Y cuántas nos dejamos engañar! En este macanismo de la causalidad se encuentran escondidas muchas trampas.
Coincide en que la educación ayuda a desmontarlas.
Estimado Juvenal:
Es divertido ver a un católico, como le supongo por su comentario, dándo lecciones de coherencia. Espero que no le excomulguen por negar la intervencion del Espiritu Santo en la eleccion del Papa. ¿Qué porcentaje de la doctrina de la Iglesia le parece aceptable a un “creyente informado” como Ud.? ¿Qué porcentaje puede “ignorar” un católico sin dejar de serlo?
Me chiflan las “religiones de autoservicio”.
Hay que poner en tela de juicio nuestras prácticas y nueatra forma de pensar. De lo contrario repetiremos nuestros errores y mantendremos nuestras supersticiones. Quien quiera dejarse engañar, allá él.
Sr. Pepet, su comentario me deja sin palabras. Abandono.
Sr. Juvenal, ¿a quién se refiere cuando dice “menos mal que esta criatura no da clase en un instituto”?
Si no me equivoco, alude al autor del artículo.
Me parece que releja bastante cobardía cuando tras un seudónimo se esconde para tirar la piedra y esconder la mano.
Eso habla muy poco de su ética: cuando una persona discrepa abiertamente de un autor y quiere señalarle en una especie de ironía, debe identificarse; es lo mínimo que puede hacer una persona decente.
Qué manía con descalificar continuamente a las personas religiosas. El que no profesa una religión (apenas una minoría, recordemos) que deje a los demás con su fe y sus creencias (las 3/4 de la población mundial, recordemos). Se tiene fe o no se tiene. En este último caso, las personas ajenas a una religión determinada nunca comprenderán nada de la misma. Resucitar el debate de la LOGSE me parece absolutamente anacrónico. Recuerdo que se han sucedido varias leyes orgánicas después de ésta: LOPEGCE, LOCE, LOE. El sistema educativo actual es resultado del desarrollo de todas ellas, no sólo de la LOGSE. En todo caso, un dato endémico en nuestro sistema educativo: alrededor de un 33% de fracaso escolar o abandono prematuro. La cifra más alta de la OCDE. Los peores resultados de la Unión Europea en PISA. Y, aunque el autor evite a toda costa hablar de la Universidad Española, un informe de la misma, de hace escasos meses, alertaba que la inmensa mayoría de los universitarios tenían serios problemas de comprensión lectora. Estos son datos. Lo demás, tergiversar en pro de ideologías que ya no existen, una realidad que debe mejorar cuanto antes.
Estimado Antón:
A ti parecerá anacrónico el debate de la LOGSE, pero te puedo ofrecer miles de testimonios de detractores que HOY atribuyen a esa ley todos nuestros males educativos. Sin ir más lejos te puedo cityar el subtítulo de un libro de dos ILUSTRES ultraderechistas como César Vidal y Federico Jiménez Losantos que hablan de “LAS VICTIMAS DE LA LOGSE”. Y gracias por recordarme que ha habido otras leyes…. Se me había olvidado, ¿sabes? Por eso, cuando hablas de descalificar (y así haces esos defensores de tus tesis que dicen “tiene razón Antón Freixas” (siempre y en todo debe ser) solo se refiere a descalificaciones hacia los demás, no cuando tú o ellos las hacen.
Yo no envito hablar de la Universidad “a toda costa”. He hablado de ella muchas veces en el blog. Y en otros sitios. Y suelo hacerlo de forma crítica. Claro, eso no lo puedo hacer respecto a otros niveles, ni siquiera hablando de un profesor que tiene un comportamiento pésimo.
Y esos malos lectores universitarios, por cierto, ¿han caído del cielo?
(Estas tesis me suenan, me suenan… Sinceramene creo que aquí hay gato encerrado. Muchas personas se esconden detrás de pseudónimos…).
Y, respecto a la religión, quien tiene que dejar en paz a los demás son los creyuentes y la jerarquía que pretende imponer sus creencian y su moral a toda la sociedad.
Ser muchos, querido amigo, no significa tener razón. Vrdad no es lo que la mayoría dice que es verdad.
Los que profesan alguna religión como el Budismo, el Hinduismo, el Islamismo, el Judaismo, el Cristianismo, el Taoismo, el Confucionismo, el Jainismo, el Shintoismo, el Zoroastrianismo, el Sikhismo… por citar sólo alguna de las principales, TODOS están equivocados… Por favor. Seamos serios, todos somos personas adultas. Volviendo a la anacrónica LOGSE, por otra parte, ¿aquel que no estuvo de acuerdo con la misma, por una u otra razón, necesariamente es “ultraderechista”? (me pregunto si hoy día, en pleno siglo XII, los términos “izquierda”, “derecha”… conservan algún significado, visto lo visto) Insisto, seamos serios e intentemos aprender unos de otros.
Me parece, Miguel Ángel, que se te ha colado un “trol” en tu blog y del que es posible que sea difícil desprenderse.
Me explico: quizás gran parte de tus lectores sepan que el trol era un personaje maligno de los relatos de la mitología escandinava. En la actualidad se aplica a aquellos que entran en los blogs con la intención de atacar, de centrar en ellos la atención, de cuestionar al titular del mismo, de distorsionar lo que pudiera ser una reflexión fructífera, etc.
Por mi parte, en la actualidad participo en una red de prensa digital de la que soy miembro del consejo de redacción y con artículos semanales. Pues bien, una persona con un seudónimo en el que cambia el género al que pertenece entra en todos aquellos que hablen de la religión o de la enseñanza pública, distorsionando lo que pueda ser un debate enriquecedor y desviarlo hacia el terreno de la confrontación.
En mi caso, nunca he respondido a sus comentarios, por lo que he evitado que entre las menos veces posibles, ya que suelo contestar a aquellos que se plantean con una base de racionalidad en los planteamientos o en las preguntas.
Espero que vuelva la sensatez al tuyo.
Un abrazo.
Es la última vez que contesto a Antón Freixas. Le falta un puntito de lógica o le sobra un puntito de mala uva.
Verás, Antón, yo nunca dije que todas esas masas de creyentes no tengan razón. Lo que dije es que si tienen razón no es PORQUE SEAN MUCHOS: A ver si te aclaras.
Yo no dije que todos los de ultraderecha hayan estado o estén contra la LOGSE. Solo dije, y es cierto, que esos dos autores son de ultraderecha y que han puesto ese subtítulo a uno de sus libros.
Por mi parte, punto final. Es inútil cualquier argumentación. Te dedicas a coger el rábano por las hojas. No sé por qué motivo. Tú lo sabrás. Allá tú.
Buenas a todos y todas.
Si me permite Miguel Ángel, con el debido respeto paso a contar una historia de viaje(adaptada de algo que leí por ahí) al caso de el artículo de esta semana y los comentarios.
Viaje al sur.
Iban tres hermanos, jóvenes estudiantes universitarios de vacaciones al sur de Chile, y de pronto el joven estudiante de periodismo dice: – observen, las vacas en el sur son todas con manchas negras- (aludiendo a una tranquila especie pastando paralela al trayecto del tren). El joven estudiante de leyes dice: – te equivocas hermano, las vacas acá tienen al menos un costado que es con manchas negras-, en eso ambos dirigen su mirada al hermano mayor estudiante de matemática, él, con mesurada tranquilidad dice: – ustedes son poco observadores, hay al menos una vaca en el sur que tiene por un costado manchas negras, pero nada asegura que sean todas así-
Si bien es un relato fantasioso y, quizás conocido, la reflexión personal, es que depende de la experiencia, del conocimiento, pero aún más de la capacidad para observar. Siendo que todos vemos lo mismo, cada cual da su propia idea e interpretación a la luz de múltiples variables.
Por otra parte, la rectitud, de actos y pensamientos, moldean nuestra vida, como lo plantea Ghandi. Sin embargo, a veces, y muchas veces lo políticamente correcto, no es correcto, no es rectitud. Desde mentiras piadosas, pasando por jugadores de fútbol “profesionales”, que hacen tiempo simulando una lesión, o aquel que se deja caer en el área para un posible cobro de penal..hasta aquellos que prometen lo imposible y nada cumplen.
Me interesa por sobre manera el debate, la discusión, el intercambio de ideas, de constructos, con el fin de mejorar y en posible, en la medida también ayudar a mejorar, con una mirada abierta a la diversidad, crítica, pero respetable.
Saludos desde el sur del mundo. ah! y por cierto, me quedo con el joven matemático.
Me despido. Pienso que es inútil intentar argumentar en este foro. Cada vez que entro, por el contrario, una retahila de insultos gratuitos han caido sobre mi persona. ¿Ausencia de argumentos? Sin duda. Saludos a todos y a todas, recordando aquella preciosa canción de Brassens, cuyo estribillo era: “no, a la gente no gusta que, uno tenga su propia fe”.
Hace ya años que escribí que hay campesinos que creen y que no creen, así como hay premios Nobel que creen y no creen. Hace años, aunque menos, me encontré un artículo sobre los neurotransmisores y que me aclaraban por su observación y acercamiento a la realidad, lo que todos y en todos sitios podemos constatar, es decir, lo de los campesinos y los Nobel.
Todos hemos tenido una “educación” religiosa similar en la Dictadura, pero unos siguen fieles y otros, no. Lo importante quizá no sean las ideas que nos separan, sino las acciones que nos unen. Manos, pues, para actuar y en la actividad, a lo mejor nos encontramos más cerca, porque somos dueños de nuestros actos y no nos debemos a ningún amo.
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Me encanta este blog y aprovecho para felicitar al autor. Siempre que hay algún tema de actualidad relacionado con la educación me paso por aquí a ver si el Sr. Santos Guerra le ha dedicado alguna entrada.
En esta entrada quería señalar que se suele usar el ej. del “experimento” con el saltamontes, porqué:
“Los oídos de los saltamontes se encuentran localizados en un lugar muy extraño: ellos están en el abdomen, detrás de donde se unen las patas traseras con el cuerpo”.
http://www.proyectoazul.com/2009/01/saltamontes/
—-
Si cuentan con órganos de audición, este se encuentra los costados del primer segmento abdominal.
http://es.wikipedia.org/wiki/Saltamontes
Así que el “cuento” del saltamontes lo suelen cerrar señalando que efectivamente si le arrancan las patas a un saltamontes, éste no oye. 😮
Miguel Ángel, a mí me encantan tus artículos y argumentaciones, con ellos me quedo.
De mi cosecha diré que respecto a la religión que soy creyente a mi manera y por eso no acudo a ninguna iglesia. Respecto a la política sólo sigo a los que miran más por el pueblo y los necesitados y, en cuanto a la educación, se trata de dar lo mejor de uno mismo y de su saber para mejorar los alumnos que son seres en período de formación de su propia personalidad.
De teorías está todo lleno: la religión, la política, la educación y de intereses partidistas, también.
Para mí, las discusiones, sobre todos los temas, son enriquecedoras, tanto si las integro a mí pensar como si las rechazo. Así es la vida, de colores diversos y, dentro de estos, llenos de matices.
Saludos, con mis respetos, a todos los comentaristas.
Yo creo que el tema de este artículo no es la religión sino la lógica de auttoservicio. Esta tiene muchos campos de aplicación y, uno de ellos, es el ámbito religioso.
Ahí podemos enfocar nuestras reflexiones. ¿Qué nexos causales establecemos en nuestra argumentación, en nuestra forma de pensar? ¿Por qué lo hacemos cuando descubrimos que no existe rigor? ¿Por qué lo seguimos haciendo a pesar de todo?
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La historia del saltamontes es fantástica.
He estado pensando en las veces (numerosísimas) que establecemos estos nexos gratuitos e interesados.
En efecto, no solo en el campo religioso sino en todos los aspectos de la vida.
Interesante cuestión.
Después de pensar sobre el tema y de leer algunos comentarios he pensado que la cuestión que planteo en el artículo tiene otra cara no menos importante: la negación de nexos causales evidentes porque no interesa aceptarlos.
Es indiscutible, por ejemplo, que la nicotina afecta negativamnte a los pulmones, pero los fumadores ponen ejemplos y utilizan argumentos que tratan de negar la evidencia…
La sobreprotección daña el buen desarrollo de los niños, pero hay padres/madres que -negando la evidencia- la practican como si fuese algo inocuo o, incluso, positivo…
Parece claro que con un tipo de exámenes de memorización y repetición mecánica no se potencia un aprendizaje crearivo y motivador, pero algunos docentes no tienen en cuenta esta evidencia…
Es oto enfoque que nos puede ayudar a pensar.
…evidentemente examinar exclusivamente bajo una óptica memorística, repetitiva y mecánica deja al pairo aspectos importantes del aprendizaje. Pero… ¿es generalizable una práctica exclusiva de este tipo?. Creo que no. Es común incluir en los exámenes otros aspectos; ítems de respuesta cerrada + ítems de respuesta abierta, requerimientos convergentes centrados en exigencias curriculares y propuestas divergentes abiertas a la creatividad.
No es bueno caer en una crítica ligera en torno a la importancia que para el aprendizaje tienen factores como el de la memoria, los contenidos o los resultados… también son importantes ¡¡¡ . Muñoz Molina argumenta aquí…
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http://cultura.elpais.com/cultura/2013/03/26/actualidad/1364312572_805278.html
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…al respecto.
Ha de considerarse no solamente la intención pedagógica en la crítica al memorismo absurdo sino que también ha de tenerse en cuenta la “indigestión pedagógica” de alumnado simple en prácticas (o algún tipo de profesorado) que se avergüenza de cantar las tablas de multiplicar con niños/as de siete años porque es “memorístico, tradicional y carca” sin saber muy bien que hacer en lugar de… o, sobre todo, además de… ¡¡¡
gracias por la fabula que invita a la reflexion!! de mi parte y los chicos de la hermandad blanca, les deseamos feliz 2017 chicos!
Estimado Felipe:
Gracias a ti por leer el artículo y por hacerte presente en el blog a través de este comentario.
No sé qué es la “comunidad blanca”, pero deseo lo mejor para todos sus integrantes.
Un abrazo.
MAS