España es, en muchas ocasiones y a nuestra costa, una copla perversa, una estocada hasta la bola, el reinicio del precipicio… Vivir en España, a veces, es llorar. Otras, sacamos lo mejor que tenemos, nos encumbramos a la cima de la solidaridad y somos líderes en el ejemplo que se replica hasta el infinito. Hay que unirse, no para estar juntos, sino para hacer algo juntos. España es un país extraordinario.
La maldita carambola sobre el maldito agujero que se tragó a Julen, que tanto nos ha hecho sufrir, que nos ha llevado hasta el límite, que nunca olvidaremos, también nos ha dejado cosas buenas. Ayudar a mantener el fino hilo de la esperanza, arrimar el hombro, empatizar, ser mejores, en definitiva.
Me pasa Pilar Triguero, amiga de la casa, algunos datos: una empresa de Murcia ha fabricado en ocho horas unos tubos que tardan, habitualmente, en hacerse 48; una de Alhaurín ha paralizado sus actividades para construir en menos de un día la cesta con la que han bajado los mineros; otra de Málaga ha cedido sus cámaras de fibra óptica… La ola de solidaridad no ha parado, nos ha inundado. No nos hacemos ricos con lo que recibimos, hacemos la vida con lo que damos.
El equipo de rescatadores asturianos, los bravos mineros, vinieron el segundo día, se hospedaron en Rincón de la Victoria, y han estado dándolo todo, héroes sin capa, por el pequeño Julen. Son voluntarios. Más ejemplos: una enorme tuneladora ha dejado sus trabajos en la M-40 de Madrid y se ha desplazado hasta Málaga; una asociación de mujeres en Totalán prepara cada día raciones de comida para los cientos de personas que trabajan sin descanso día y noche. Lo ven. Unidos somos invencibles.
Más de 300 personas, trabajando hasta el último esfuerzo. Bomberos, Guardias Civiles, Mineros, Psicólogos, Geólogos, Herreros, con mayúsculas, hombres y mujeres siendo su mejor versión, cediendo lo que ya no tienen…
España es un país extraordinario. El discípulo de Ortega y Gasset, Julián Marías, autor de la obra ‘España inteligible’, dejó escrito: “España es un país formidable, con una historia maravillosa de creación, de innovación, de continuidad de proyecto…”, y añadía, “es el país más inteligible de Europa, pero lo que pasa es que la gente se empeña en no entenderlo”.
Somos líderes en turismo, en seguridad, en patrimonio, en salud, en deporte, en cultura, en gastronomía, en misiones por el mundo… Debemos sentirnos orgullosos de lo que somos, ahora que duele el golpe bajo, recuperar nuestra autoestima y sacarla del maldito pozo. Somos líderes en solidaridad, en darlo todo cuando se necesita, cuando se nos necesita. Cuando nos ponemos todos a una, en ese instante que toca a rebato, no hay quien nos gane.
España es un país extraordinario. Somos invencibles. Lo sabíamos, sí, pero Julen nos lo ha recordado y eso, amigos, no lo olvidaremos nunca. Unidos, no para estar juntos, sino para hacer algo juntos. Julen, gracias, no lo vamos a olvidar.