Presento el ShowingUp de Esesa. Se trata de una clase maestra, organizada por el Imfe y el Ayuntamiento de Málaga, entretenida, distinta, en la que se pretende ir más allá. Belén Acebes, directora de Marketing e Investigación en IAB SPAIN, me dice que en un minuto se envían 20,8 millones de mensajes por WhatsApp, 150 millones de emails y se realizan más de 50.000 descargas de aplicaciones en la App Store. Sólo en un minuto. Recuerdo aquello de “las prisas no son buenas consejeras” y reflexionamos sobre la paradoja que resulta combinar una sociedad cada vez más pasiva y sedentaria en un entorno fugaz sin precedentes. La vida es, cada vez más, como viajar en AVE.
Leo “La Ciencia y la Vida” de Valentín Fuster y José Luis Sampedro. Es un libro que le he robado, en el sentido textual de la palabra, a Kiko Guerrero. Se trata de un conversatorio entre dos hombres distintos y complementarios sobre el deber, la ética, el amor, la salud… Concluyen que les “queda mucho por decir” pero que les “falta aún más por aprender” y yo me pregunto porqué desde los medios no somos capaces de ofrecer diálogos como el de este libro: ejemplares, abiertos, sabios y generosos.
Acudo a la presentación del libro solidario “Demos la Vuelta al Ictus”. Nos juntamos unos buenos amigos y hablamos de personas que conectan con personas, de calles y autovías que se colapsan como venas infartadas y de que, definitivamente, las ciudades somos nosotros. Se trata de una presentación pequeña pero muy especial, emotiva, casi mágica. El ictus es la principal causa de muerte de las mujeres españolas.
En un momento determinado, nos miramos y coincidimos sin palabras. Paramos las máquinas, nos retiramos a nuestros aposentos, frente al mar, y brindamos con cervezas en La Calma. Quizás solo fue un instante pero la mar estaba quieta y el cielo brumoso caía sobre nosotros. No había nada más. Desconexión, pocas interferencias. Quizás solo fue instante pero, tras nuestras gafas de sol, escuché “Porcelaine”, de Moby, y ese primer verso que dice: “In my dreams I’m dying all the time”, o sea “en mis sueños estoy muriendo todo el tiempo”. Luego recobro la consciencia y recuerdo la cita de E. W. Stevens que decía: “aunque no sea más que por el mísero afán de descansar, debéis trabajar”.
Se proyectan las películas finalistas de Cortoben, el Festival de Cortos de Benagalbón. Alberto Pons es el actual director del certamen y le ha inoculado la ilusión con la que él todo lo hace. A Pons le conocí hace años en una entrevista en la tele y no hemos dejado de estar en contacto y de participar en proyectos conjuntos. Me gusta su forma de ser y como sonríe. Mi padre siempre decía que “la ilusión despierta el empeño y solamente la paciencia lo termina”. (Aprovecho la oportunidad, a través de esta columna, para agradecer el reconocimiento que me dieron los organizadores de Cortoben y considero que son tan amables y generosos como exagerados, pero gracias).
Ejerzo de amo de casa, y entonces voy con toda una lista de la compra, memorizada, en la cabeza, y al ver las estanterías de Mercadona dibujarse como laberintos, me pongo nervioso y termino comprando justamente lo contrario. ¿Síndrome o trauma? Sólo una cosa es más dolorosa que aprender de la experiencia y es, no aprender de la experiencia.
Luis Fernández Siles, Luisón, editor de la Revista Capakhine, nos hace una entrevista a Manuel Azuaga y a servidor-locutor sobre nuestro proyecto de El Rincón del Ajedrez en Radio Victoria. Hablamos de los orígenes, de ajedrez, de periodismo… Hablamos de curiosidad y honestidad. De alguna manera, coincidimos en que todo se basa siempre en la pasión aunque no lo decimos. Me siento raro estando al otro lado del espejo, siendo yo el entrevistado, pero me divierte: es como bailar, por un día, en una fiesta de disfraces.