Este post es el primer decálogo de la FAMILIA PLÓMEZ, de uso obligado, justo y necesario, que colgamos en la nevera con la intención de no olvidarlo, certificado por su correspondiente DIPLÓMEZ, diploma-trofeo internacional a la calidad, y que resulta así:
- Agotar todos los recursos para hacer realidad todos los sueños.
- El conformismo es una trampa en la que no hay que caer. Jamás.
- Nuestra filosofía no es ganar, sino sentirnos bien con nuestro rendimiento.
- Una de las tantas fórmulas es: ocho horas para descansar -o menos si se puede-, otras ocho para trabajar -o más si se debe- y las ocho restantes para nosotros, por supuesto: “porque yo lo valgo”.
- Observación, perseverancia y mucho cariño en todo y en todos.
- Unas veces se gana y otras…, se aprende.
- Los resistentes tenemos la última palabra.
- Inteligencia, generosidad y mucho mucho sentido del humor.
- Si algo funciona, para qué arreglarlo.
- …y última, rellenar al gusto del consumidor.