Breve ensayo sobre el arte de reiniciarse

26 May
Suspender, apagar, reiniciar.
Suspender, apagar, reiniciar.

Reiniciarse, reiniciar, reiniciar un PC, un país, una vida… Reiniciarse.

A veces, me pregunto qué será de facebook en el año, por ejemplo, 2096. Imagino que todos lo habrán olvidado, yo ya estaré muerto –espero-, que se usarán otras fórmulas de comunicación, que será un FB silente, como un bosque austral chileno,  convertido en una fría estepa nevada y olvidada, un facebook cubierto de nada, vacío, extraño, en el que nadie entra. Todo se habrá vuelto a reiniciar en otro espacio y en otro tiempo.

Definición de reiniciar, según RAE: Recomenzar. 1. tr. Volver a comenzar. Definición de comenzar, según RAE: (Del lat. vulg. *cominitiare). 1. tr. empezar (‖ dar principio).  2. intr. Dicho de una cosa: empezar (‖ tener principio).

Un amigo me llama y me dice que se marcha a Dallas, Estados Unidos, a trabajar con su chica. Nos levantamos por las mañanas y decidimos sonreír, comernos el día, olvidar los fantasmas. Un locutor en la radio elige, a última hora de la noche, cambiar la escaleta, darle más ritmo al programa, ser mejor…

Todos andamos en lo mismo. La búsqueda de la felicidad. La felicidad es la ausencia de dolor. La felicidad es estar mejor que antes, que tus recuerdos, al menos estar tan bien como cuando eras niño. La felicidad podría medirse, aunque hay muchas escalas de ponderación, por la capacidad de adaptación al medio. En fin, reinicio y prensa.

Disfruto mucho de los no lugares. Me gustan los aeropuertos y las habitaciones de hotel. Los aeropuertos y las habitaciones de hotel son no lugares. Allí, en los no lugares, puedes ser otro, o resucitar por ejemplo, que es una manera muy etérea de reiniciarse. No hay marcas, todo siempre está borrado, son lugares muy zen. Digamos, por lo tanto, sin miedo a errar que un hombre es una isla dentro de otra isla y la habitación de un hotel es una isla dentro de otra isla, como las muñecas rusas, o algo así. La analogía vale para los aeropuertos y las islas desiertas. Se trata de reinicios. Está claro, ¿no?

Al final, la pregunta siempre es la misma: suspender, apagar o reiniciar. Tú eliges.

Reiniciarse viene de latín, en verdad casi todo viene de los romanos. Nosotros, por suerte, también fuimos romanos. Los romanos me chiflan. Casi todo viene de los romanos: el derecho, el lenguaje, las carreteras… Digo que reiniciarse viene del latín, de cominitiare. Si buscas cominitiare en Google obtienes 2.550 resultados en 0.30 segundos. El mundo es maravilloso, ¿verdad? Cominitiare es comenzar, lo que hacemos cada instante, ahora, reiniciarlo todo, no hay otra.

Cada vez que damos un beso, que mandamos un whatsapp a un grupo de amigos, cada vez que dejamos un trabajo, que iniciamos una empresa, cada vez que decidimos que ropa llevar… Todo es reinicio, y también duda, y química, y verbo…, pero hoy toca el reinicio.

Por último, un proverbio chino que dice “antes de reiniciar la labor de cambiar el mundo, es conveniente dar tres vueltas por tu propia casa”. Ea, pues eso. Buena semana.

*Este post surge de la petición de mi amigo Alberto Díaz Miguel que me ruega un breve prólogo urgente para su último trabajo universitario. Gracias, amigo, por acordarte de mí, y espero que de algo te haya servido.

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