Erik Axl Sund
Los rostros de victoria Bergman
Traducción: Joan Riambau
Roja y Negra Random House
Estamos ante la segunda parte de Los rostros de Victoria Bergman. Habíamos cerrado el primer libro con un ¡ay! en los labios y una necesidad acuciante de seguir leyendo cuando retomamos la historia prácticamente en el mismo punto. Y esto será la tónica de toda la segunda parte.
Nuestra protagonista, la detective Jeanette, seguirá intentando dilucidar los horribles asesinatos de la primera parte sólo que ahora la investigación se complica por falta de presupuesto y porque aparece un exitoso hombre de negocios brutalmente asesinado. A la par, su vida se está desmoronando a paso agigantados como buen estereotipo del detective con una vida personal en ruinas. Nuestra misteriosa Victoria, tan secreta siempre, volverá a aparecer y desaparecer y aunque Jeanette percibe que la tiene relativamente cerca será la psicoterapeuta Sofía quien sea arrastrada al enfrentarse al perfil del asesino.
Estamos ante una metódica y estudiada continuación de la primera parte. No vamos a encontrar respuestas a los misterios no solucionados, es más, se abrirán más frentes en las investigaciones porque Jeanette, a pesar de todo, no renuncia a seguir investigando las muertes de los jóvenes inmigrantes. Aun así con todas las líneas de investigación funcionando en paralelo esta novela se presenta mucho más intimista que la anterior. Los dos autores reunidos bajo Erik Axl Sund dan más fuerza al estudio interior de la protagonista y sus personajes secundarios más cercanos. Sus traumas nos servirán para conocer el porqué de sus personalidades actuales y así con continuos flashback iremos reuniendo las piezas necesarias para conocer mejor cada una de las figuras.
En cuanto a la estructura del texto las formas del primer volumen se mantienen: capítulos de corta extensión, dinámicos, con diálogo, escritos en tercera persona, saltando de una línea a otra de investigación y marcándote la pauta de la situación por cada comienzo de capítulo para ubicarse.
Un detalle: no se pierdan la figura de Gao Lin que ya salió en la primera parte y de quien conocimos magistralmente sus intenciones y pensamientos a pesar de que nunca abrió la boca y de que nunca nadie habló con él. Este personaje promete ser la clave de muchos de los misterios que nos quedan por averiguar y que en esta segunda novela da un giro magistral sorprendente casi al final.
Recomendada para los que leyeron la primera parte y no permiten no llegar a conocer los finales de las trilogías, para los amantes de género negro que viene de casi las nieves perpetuas y para los que gusten los problemas de personalidad que hacen que te desdobles en dos o tres naturalezas distintas.