Se alquila

17 Abr

Con datos en la mano, ni en el Centro, ni en sus alrededores, ni en la Costa se pueden encontrar alquileres por menos de 600€ al mes. Es más, es difícil encontrar viviendas en alquiler para larga temporada. La tendencia actual es el alquiler a turistas. Que nadie me malinterprete, no soy comunista en absoluto. Cada quien puede hacer con su propiedad lo que quiera, pero dentro de unos parámetros en los que su beneficio no afecte a la vida de los demás. Para vigilar ese aspecto del bien común existen los llamados poderes públicos. Cada malagueño paga impuestos para que lo protejan Ayuntamiento, Junta y Gobierno. Tres escalones legislativos que existen para estrujar el bolsillo del contribuyente, para meter dinero en el bolsillo a una legión de politicastros profesionales que en la calle no se comerían una rosca, y para crear puestos de funcionariado con los que disminuir las estadísticas del desempleo. En su cruzada contra la habitabilidad humana del Centro, ya sabemos que De la Torre, permanecerá ahí, en sus alturas, pero la Junta también tiene competencias para regular una práctica de alquiler que beneficia a unos pocos propietarios de viviendas, que bien, pero sobre todo, a grupos de inversión con intenciones más que dudosas. A partir del crack del 29, cuando la bolsa hundió al planeta por malas prácticas bancarias, los Estados cayeron en la cuenta de que, en paralelo con la libre iniciativa que genere negocio, tenía que correr la inspección gubernamental para que los dineros de unos no sumieran en la miseria al resto. Quizás sea por poca costumbre de riqueza, quizás por inconsciencia, quizás porque en nuestra tierra aún cultivamos hábitos de cortijo, el caso es que hay actividades económicas que se hipertrofian como músculos de culturista y, una vez que ya han afectado al resto del organismo, se intenta aplicar parches de hierbajos para curar una dolencia sin posible regreso hacia la normalidad. En el caso de nuestro alcalde, me quedo con la opción cortijera. Su diseño de ciudad es propio del despotismo ilustrado, con los caciques como consejeros. Además, la Junta siempre queda lejos de Málaga.

El Dakota es uno de los edificios más significativos de la capitalista Manhattan. Con aire gótico modernista, está envuelto por el misterio de sus habitaciones, el asesinato de John Lenon a sus puertas y por las biografías inusuales de quienes moraron sus estancias. Antonio Banderas y Melanie Griffith intentaron comprar uno de esos apartamentos que valen millones de dólares, pero la comunidad de propietarios denegó el permiso de venta. Los beneficios de uno no pueden fastidiar la vida del resto de vecinos. Aquí si el propietario está al día de sus obligaciones fiscales y tributarias no tiene más problemas. El concepto que preside estos actos vitales administrativos, sólo es el de recaudación para esos mismos escalones de gobierno, convertidos en una hidra que deglute billetes sin que pueda ofrecer servicios públicos, ni protección al ciudadano, con idéntica agilidad. Si se me paso de cubatas y monto más ruido de la cuenta en el bar de mi amigo Francisco Riofrío, el Ayuntamiento le pedirá responsabilidades y cerrará el negocio. De hecho, la presencia policial en su puerta, donde no se escucha reguetón, es en exceso palpable. Sin embargo, si un grupo de extranjeros montan un pollo en el piso turístico, el propietario no arrastrará ninguna consecuencia y los guiris, como salvajes seguidores del fútbol inglés, no sólo no pagarán multa, sino que difundirán su aventura por redes sociales para que el orbe sepa lo lejos que Málaga se ubica de cualquier concepto civilizado de existencia. Mientras, los vampiros de este disparate especulativo disfrutarán de sus mansiones en, por ejemplo, las lomas de Marbella donde la más mínima molestia es neutralizada por sus propios vigilantes que disponen incluso de frontera interna. Dijo Cristo: A quien tiene, le será multiplicado, y a quien no tiene, aun lo que tiene, le será quitado. Un enigma que nuestro alcalde aplica en sentido literal al pueblo que debería de defender. El problema de esos 600€ se soluciona con promociones públicas por todas, todas, las áreas de la ciudad.

Una respuesta a «Se alquila»

  1. Independientemente de que el señor Alcalde haga «oídos sordos» -y, al parecer, «vista cansada»- ante ciertos problemas de la ciudad es cierto que aquí el que no corre vuela y, como decía Quevedo, van «a puto el postre». El tema de los alquileres, como otros muchos, adolece de una falta de rigor en la normativa correspondiente que permite que cada uno «haga de su capa un sayo» e intente explotar su propiedad, sea vivienda, local comercial o chiringuito, para su provecho y sin tener en cuenta que «no todo lo legal es justo ni todo lo justo es legal». Algunos propietarios de inmuebles aducen que «las cargas por el IBI y las cuotas de la Comunidad de vecinos son muy elevadas, pero muchos de ellos se encuentran «en números rojos» en tales obligaciones. Creo recordar que don Juan Carlos dijo en su proclamación como Rey que «no habría en España ni un español sin trabajo ni una familia sin un hogar digno», cosa que, al parecer, se quedó dentro de los muros del Congreso.

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