Delegada

6 Ago

La semana anterior fue nombrada la Delegada de Educación, cultura y deporte en Málaga, Dª. Patricia Alba, parece que más por influencia política que por dignidad de currículum. La Junta indica la poca importancia que concede a educación mediante su mezcla en yugo con otras dos áreas. Esa nula relación que la nueva Delegada tiene con esta área más allá del hecho de que iría a la escuela y que como jurisconsulta se le presupone una culturita general, confirma las sospechas. A los sociatas se les llena la boca de “educación pública” pero la desprecian con el cambio en agosto -en mitad de la etapa más complicada del curso escolar- de una nueva delegada. Se decía (en impersonal) desde hace meses por los pasillos de la Delegación. Nunca en Málaga hubo una mujer al frente y se ha impuesto la mera posesión del carné del partido, la ambición política y buenas agarraderas en la jefatura socialista malagueña y la cuota femenina que se sitúa por delante de cualquier otro criterio de capacidad o de mérito ante ese puesto. Por primera vez dirigirá la Delegación de Educación en Málaga una persona totalmente ajena a los miles de vericuetos y complejidades que tiene el mundo de la enseñanza, con independencia del sexo que profese en su DNI. Hay decenas de magníficas directoras de colegios e institutos, también confesas afines al PSOE, que de entrada ya presentan mejor disposición para el cargo que la agraciada (por el premio recibido) Patricia sólo porque cuando hablen de un aula sabrán a qué se refieren. Entre los despachos de la Delegación, en las oficinas de los muchos centros docentes la Junta dispone de un ejército de administrativas con una eficacia más que demostrada. Si a esta lista se suman los claustros de profesorado, por contraste se revela la pésima elección que nuestros irresponsables políticos han perpetrado. La nueva Delegada está abocada a repetir tópicos que se oyen por las esquinas sobre la enseñanza y a decir un número de simplezas por lo menos semejante al que exabrupta el Ministro Wert tan poco perito en tizas y pupitres como ella.

Los pueblos pagan durante siglos las torpezas de sus gobiernos. Hace mucho tiempo que al mundo de la política española acuden los mediocres a la busca de una nómina del Estado aunque sea a costa de hacer el ridículo ante cualquier contingencia. Ahí quedan en videoteca las imágenes de Celia Villalobos hablando del puchero como Ministra de Sanidad. Así es la vida. Hay mucho paro, en la calle la cosa está muy mala y hay que colocar a toda una caterva arbitrista, que la hubiera llamado Quevedo, en puestos de lo que sea. El PSOE, o Miguel A. Heredia, no ha hecho más que mover con poca originalidad sobre el tablero, la misma ficha que ya movió Elías Bendodo en el Área de Cultura de Diputación; esto es, el PP adelantó una morena de Alhaurín, el PSOE avanza una rubia alhaurina, ambas desconocedoras del pantano donde se internan. Para el contribuyente este tipo de nombramientos no significa más que multiplicación del gasto mediante la pechá de asesorías de mucha confianza que el o la político necesita para no airear su ignorancia ante cualquier pregunta fuera de guión en inocente rueda de prensa. La influencia de Málaga en la Consejería de Educación siempre ha sido mínima a pesar de que es la provincia donde más crece el número de centros y la que presenta una situación más complicada por movimientos y características de población. Con la amalgama de tres áreas y el designio de esta Delegada lejos por currículum de todas ellas Sevilla ya dispone aquí de alguien que antes de decidir descolgará el teléfono y marcará el número de la voz de su amo o ama para no molestar. Con un cargo de este cariz Málaga pierde el leve peso que tenía en Educación. La Junta, a su vez, muestra el poco respeto que concede a la educación pública por más que en los mítines y manifas se le llene la boca en su defensa como si la tuviera repleta de mantecados, de Estepa, por supuesto.

Una respuesta a «Delegada»

  1. Nunca lo he dudado, pero eres capaz de sorprender al más lenguaraz de los titanes… Si quieres pasarme el currículum yo lo muevo…

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