El candidato socialista

30 Jun

psoeAlgo se mueve con una orientación positiva dentro del PSOE de Málaga. El desembarco de Bernardino León ha unificado corrientes internas de modo que la nueva Comisión Ejecutiva Municipal queda compuesta por nombres con solvencia política y prestigio profesional más que reconocido. Bernardino aterriza pertrechado de un gran currículum en negociaciones complejas. Quienes lo conocen indican que se trata de una persona muy equilibrada y con una visión sagaz de futuro que le permite articular un discurso bien planteado sobre cualquier elemento que someta a estudio. Casi un paciente profesional del ajedrez al que es difícil que se le escape una ficha en la esquina contraria del tablero. En el Ayuntamiento saben bien de sus múltiples tareas, y me consta que nunca ha olvidado a Málaga desde Madrid; tras las bambalinas impulsó proyectos para esta ciudad. Si se presentase a la alcaldía, habría aparecido un candidato creíble ante un Francisco de la Torre muy difícil de superar en las urnas.
Para cualquier líder socialista que desee cruzar hacia la orilla del poder munícipe, varios tramos rotos aparecen en el puente electoral. Como ayer escribió en este periódico Joaquín Marín D., los socialistas han perdido mucho tiempo. Ya van tarde. Por más que Bernardino opine que un año antes de las elecciones aparecerá el pretendiente, y que ese tiempo le parece razonable, cualquier espectador del coso político sabe que enunció una oración de sesgo diplomático. Los actuales ediles llevan muchos años trabajando, bien o mal, pero en los barrios junto a asociaciones de vecinos, mientras en la mayoría de esos espacios, la oposición socialista ha estado ausente y sus militantes se volvieron invisibles. Los sufragios de 2011 son locales, con lo que no basta un rostro conocido sobre un cartel. Además, la huida de Salvo Tierra, a quien la oposición en Málaga se le antojaba pequeña, igual que Marbella a Paulino Plata, puede convertirse en un arma arrojadiza para el futuro, un efecto psicológico para electores que decanten su papeleta hacia un voto útil que luego no descienda hasta la o el que no se pueda mover. Está muy bien la cuestión paritaria, pero antes habría que confeccionar las listas según orden de interés por la ciudad y no por la foto, o por el trampolín político hacia otros cielos. Bernardino León cumple los mejores requisitos como posible cabeza de la alternativa socialista para el Ayuntamiento y, quizás, sería el único en condiciones de superar los obstáculos a los que antes aludí. Heredia carece de carisma, y de un bagaje político, gestor o cultural comparable al de Bernardino. Martín Reyes, a pesar de su buena labor en condiciones difíciles, aún es persona poco conocida. En ese elenco de la Comisión Ejecutiva se encuentra, sin duda, una alternancia de poder posible y saludable para Málaga. Las ausencias de oposición siempre fueron nefastas.

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