Una sociedad intoxicada

20 Abr

No hay bien  más preciado que la salud.  Y, en buena medida, su cuidado depende de cada uno de nosotros. La alimentación saludable, la práctica de ejercicio, la  privación de tabaco, drogas y alcohol, la disciplina para seguir las prescripciones del médico…son obligaciones que  debemos seguir con inteligencia y voluntad.

Según el proyecto de ley sobre tabaco, a los niños y niñas  británicos que cumplan 15 años este año (a los nacidos en 2009) o menos de 15, nunca se les venderá tabaco  legalmente. La edad legal a la que los ciudadanos ingleses pueden comprar cigarrillos se aumentará un año, cada año, hasta que finalmente sea ilegal para toda la población. Cuestionable decisión. Creo que la solución es, como luego diré, formar ciudadanos y ciudadanas que estén informados, que sean responsables y que tengan la voluntad de seguir lo que es conveniente para la salud.

 Uno de los peligros que amenazan la salud es el consumo de fármacos de forma acrítica. El profesor jubilado Joan Ramón Laporte acaba de publicar un libro titulado “Crónica de una sociedad intoxicada”. Laporte(Barcelona,1948) fue catedrático de Terapéutica y Farmacología clínica en la Universidad Autónoma de Barcelona y jefe del servicio de farmacología clínica del Hospital Vall d’Hebron de Barcelona. En 1982 inició la notificación de efectos adversos de medicamentos en Cataluña, que fue el embrión del Sistema Español de Farmacovigilancia. En 1983 fundó el Institut Català de Farmacologia, donde se formaron centenares de profesionales. Promovió la creación de varias sociedades científicas y redes de investigación de ámbito nacional e internacional en Europa y en América Latina, dedicadas a la epidemiología de los medicamentos, la farmacovigilancia, la información independiente sobre medicamentos y las políticas farmacéuticas.

En  el citado libro dice que en España tres de cada diez personas toman pastillas para dormir o para la depresión; tres, omeprazol para aliviar la acidez estomacal y dos, para controlar el colesterol. Solo en 2022, los médicos españoles expidieron más de mil millones de recetas. En los países ricos el consumo de medicamentos aumenta sin cesar y, sin embargo, no parece que mejore la salud de la ciudadanía. Al contrario: decenas de estudios muestran que más de la mitad de los fármacos son recetados de manera innecesaria y que los medicamentos de uso más común son una de las principales causas de enfermedad, incapacidad y muerte.

Tras varias décadas dedicadas a la investigación y la docencia, el profesor Laporte repasa el origen, el desarrollo, la regulación, la prescripción y el consumo de medicamentos en la sociedad actual, y analiza los intereses y las prácticas de compañías farmacéuticas, legisladores, reguladores y profesionales sanitarios que han conducido a la situación actual.

Se trata de un libro divulgativo que ahonda en nuestra relación con los fármacos y que aboga por acabar con el consumo acrítico que hacemos de ellos.

No sé dónde leí  o escuché que si tirásemos al mar todo lo que hay en las farmacias, morirían los peces y mejoraría la salud de los seres humanos.

Conozco una sección de la cadena ”Es radio” en la que un médico (no voy a citar su nombre) contesta a cada consulta de los oyentes recetando un producto (sin excepción aconseja un producto, para cada caso el suyo, un producto que permitirá superar cada molestia o enfermedad que él diagnostica a través de una simple y breve información… Me llama la atención la credulidad de los oyentes y la simplificación del acto médico. En un mes desaparecerá la molestia, en dos meses podrá oír perfectamente, en tres meses podrá caminar sin problema alguno… ¡Hay que tener fe!

Hace algunos años escribí un artículo titulado “Los efectos secundarios del sistema educativo”. Utilizaba, para explicarme, lo que sucede con los efectos secundarios de los medicamentos. Es probable que el lector haya leído  en algún prospecto más de una vez (y quizá sufrido en su salud)  los efectos secundarios de algún medicamento. Yo sí los he leído en varias ocasiones. En una de ellas quise cerciorarme de los efectos no deseados de una pomada llamada Gelidina. Tenía en el cuello un pequeño eccema y un médico amigo me aconsejó que, aunque no era necesario hacer nada, si quería, me aplicase esa pomada que era suave e incolora. Leí en el prospecto sus efectos secundarios y recuerdo de memoria lo que decía: “En caso de aplicación reiterada de corticoides tópicos se ha descrito la aparición de los siguientes efectos secundarios locales: quemazón, picor, irritación, sequedad, foliculitis, hipertricosis, hipopigmentación, dermartitis perioral, dermatitis alérgica de contacto, maceración dérmica, infección cutánea, estrías, miliaria…”. Ni qué decir tiene que tiré la pomada a la papelera. Preferí dejar que el eccema siguiera su curso. Porque si me afectaba un o dos de entre tantos efectos podría tener que operarme o cortarme el cuello. Y concluía diciendo que los niños y las niñas tenían que ponerse a diario “la Gelidina escolar”.

Mi amigo  Fedrico Soriguer, médico jubilado y sabio humanista me contó en cierta ocasión que un colega quiso hacer una investigación para probar un nuevo fármaco. A uno de sus pacientes le pidió que aceptase ser sujeto experimental, advirtiendole que el nuevo producto no tenía efectos secundarios nocivos. Lo peor que le podía pasar es que no le curase y esa circunstancia era la que tenia. El paciente aceptó con alguna reticencia. El investigador le proporcionaba unas pastillas redondas de color rosa la primera semana y a la siguiente otras del mismo color, forma y tamaño completamente inocuas, como placebo. Así pasaron varios meses siguiendo la alternancia experimental. Hasta que el paciente le dijo al médico:

  • Doctor, ¿por qué me da unas pastillas diferentes cada semana?
  • Estoy probando un solo producto, le dijo el doctor.
  • Usted estará probando lo que quiera probar, pero a mí me da unas pastillas diferentes cada semana.
  • ¿Por qué lo sabe usted?, preguntó el médico  deseoso de conocer el efecto que deseaba investigar.
  • Mire usted, doctor, lo sé de forma incontestable. Cuando las tiro al wáter, unas flotan y otras no.

La sanidad pública es la joya de la corona de una sociedad democrática. Pero es fundamental la  prevención que se consigue a través de la educación para la salud. Es magnifico tener un sistema de salud que diagnostica, opera y trata un cáncer de pulmón provocado por el detestable hábito de fumar, pero sería mejor  conocer los daños que produce el tabaco y tener la fuerza de voluntad de no fumar nunca. Es bueno tener un sistema de salud que detecta y opera una úlcera de estómago, pero sería preferible haberla evitado con una ingesta saludable.

Trabajé durante años en la formación de tutores y tutoras de medicina. En lo poquito que sé: cómo formar mejores profesionales de la salud. En el mes de mayo, Ediciones del Genal (Málaga) publicará un libro mío titulado “¿Me toma el pulso doctor? Las emociones de la docencia en sanidad”.  Insistía en los cursos sobre la necesidad de que el paciente adquiriese protagonismo en el cuidado de la salud, en la importancia de que colaborase en el diagnóstico de lo que le pasa y en que se responsabilizase de adquirir hábitos saludables. Pretendía que la comunicación entre paciente y profesional estuviese presidida por el afecto y por la colaboración mutua. Es importante la competencia del profesional pero no lo es menos la formación del paciente.

Todo está en la educación para la salud. En saber qué hay que hacer para  cuidarla y tener criterio para dejarse llevar por profesionales que saben y no por videntes y adivinos o por intuiciones poco fundadas.  Todo está en la educación, digo. En saber que no es bueno automedicarse, que es preciso hacer revisiones periódicas, que no hay  que tener comportamientos que dañen la salud propia y la ajena. Todo está en la educación, repito. En alejarse por igual del abandono y de la hipocondría. Nos debemos ese respeto y ese cuidado. Por nosotros sobre todo y también por las personas que nos quieren.

23 respuestas a «Una sociedad intoxicada»

  1. Qué tal, Miguel Ángel.

    Importante tema. Sé que va más del mal uso de los medicamentos, pero yo me voy a fijar en la salud.

    Salud y educación, dos grandes necesidades. De ahí el negocio que generan.

    Educación para la salud. Un poco de ciencias naturales, en donde también estamos nosotros y nuestras cositas. Estamos condenados a conocernos para saber cuidarnos, lo cual conlleva cuidar todo lo que nos rodea.

    Estamos condenados a ser un poquito médicos, y cuando tocó también pediatras, de las enfermedades menores, las de andar por casa, que sabes que necesitas algún medicamento para ya, pero no te va atender un médico/a porque con los que hay no dan abasto. Te atenderá cuando ya estás sano.

    Sí. Es muy importante ser un poco médico, y saber cuándo acudir a urgencias y cuándo automedicarte.

    Tengo que estar muy mal para tomame una pastilla que no me hayan recetado. Pero sé que gracias a los avances en el sector farmacológico vivimos más o mejor.

    Saber, de lo que sea, sabemos mucho, o podemos aprenderlo si nos interesase. Pero lo importante es quererlo, en este caso de la salud, querer tener unos hábitos saludables. Y poder tenerlos. Caminar es gratis, pero los alimentos más saludables no son los más baratos. ¿El aceite de oliva es bueno?

    Tengo la suerte de ser rico y vivir en en una sociedad rica, pero muchas otras personas no tienen mi suerte.

    Hemos batido el récord de trasplantes de organos en un solo día, gracias los donantes o a sus familias, y gracias a los medicamentos que propician su éxito. Evidentemente, las manos ejecutoras de semejantes milagros aportan lo suyo.

    En fin. No me hagas o hagáis mucho caso. Ya me conoces. Hablo por no estar callado. Yo en cuestión de intoxicaciones, ya solo me fío de mis lechugas, o del maíz de Quintiliano, y no al cien por cien, porque estamos en un mundo globalizado y nunca sabes lo que pueden traer los aires del sur.

    Un abrazo enorme.

    • Querido José Antonio:
      Hace tiempo que no viajo a tu tierra que, de alguna forma, también considero mía por todos los años que vivi (y disfruté de la vida) en ella-
      Me ha alegrado verte abrir la puerta de los comentarios a esa hora tan intempestiva (2.55 de la madrugada).
      Filosofas sobre la salud como un sabio humanista, con los consabidos toques de humor e ingenio que te caracterizan.
      Efectivamente, no se trata solo de saber. Hay que añadirle a ese verbo otros dos que tú mencionas, Hay que querer (querer de verdad) y hay que poder. Los m´s pobres tienen más problemas para estar sanos.
      Dos grandes cuestiones: EDUCACIÓN Y SALUD. Y QUÉ IMPORTANTE UNIRLAS PARA REFLEXIONAR SOBRE EDUCACIÓN PARA LA SALUD.
      A Don Quintiliano le tengo un poco mosqueado con mis críticas a la señorita Ayuso, pero resulta que esa mujer ofrece motivos para la crítica cada vez que abre la boca. Qué personaje. Ahora nos dice que todos los poderes del Estado la tienen tomada con un particular que, casualmente, es su novio.Con lo fácil que sería reconocer que ha cometido varios delitos fiscales y algunas tropelías más.
      Espero verte por aquí con más frecuencia.
      Que haya salud.
      Gracias por dedicarme unos ratitos de tu sueño.
      MÁS

  2. QUERIDO AMIGO Y MAESTRO MIGUEL ÁNGEL:
    Un saludo entrañable para ti, para Carla y, sin duda alguna, para quienes como yo te siguen/seguimos en el blog y en la prolífica y vasta y rica trayectoria en todos los órdenes: conferencias, seminarios, publicaciones de artículos y libros (sugerente el próximo libro que nos prometes).
    En cuanto al tema eje del artículo de hoy, comprende y tiene muchas dimensiones, implicaciones, intereses creados y connivencias sanitarios-poderes públicos-autoridades sanitarias-investigación-fundaciones y oenegés de entidades bancarias y grupos de opinión, los lobbies. En una palabra: el mercantilismo y el imperio o dictadura de la sociedad neoliberal hipercapitalista cuyo único objetivo es la consecución del lucro a costa de quien o quienes sea, y devaluando calidad de productos con ese referido fin sin ética: lucrarse. La industria farmacéutica es la que mayor cotización realiza en bolsa. El mismo medicamento vale unos pocos euros en un país (o expresado el coste en la divisa del país encuestión); en otros, triplica el coste, a pesar de las negociaciones entabladas entre las poderosas empresas del medicamento
    con los poderes públicos y sanitarios de los países.
    –Recordemos que los medicamentos no curan “sensu stricto”: regulan, nivelar, atenúan y proporcionan el elemento orgánico deficitario: un diabético no cura su diabetes, regula o normaliza la glucosa y la insulina con su inyección del boli-pluma.
    No se humaniza la praxis médica: los afectos y las palabras de alto poder terapéutico (necesitamos ser ESCUCHADOS CON ATENCIÓN E INTERÉS: ES MÁS: NO SOLO “OÍR”, sino que el médico participe y procese mentalmente la información que le verbaliza el enfermo. Por desgracia, he acudido a muchas consultas y la tipología del galeno es diversa, pero hay mayoritariamente un elemento común: el endiosamiento, la nula formación permanente y el desconocimiento de la ley sanitaria que propugna como deber el empoderamiento del paciente y la actitud proactiva. Debe ser informado con un lenguaje apropiado y conjuntamente con el médico debe decidir qué técnicas o procedimientos le realizarán (con discernimiento de los efectos/riesgos/beneficios de una u otra técnica). Afortunadamente, también he sido intervenido quirúrgicamente en Barcelona por excelentes y cualificados neurocirujanos. Siempre en Catalunya me han tratado como no me merecía. Recuerdo que una vez la doctora me solicitó un TAC. Como no residía en Barcelona, ella misma telefoneó a la clínica para que al día siguiente me realizaran la prueba. Hora de cita: 7 de la mañana. Igual que en Valladolid…Se capta la ironía.
    –TÉRMINO: Vais a pensar que uso pilas Duracell. Como gran Amiga y médica alergóloga, porque hace a la Amistad y por deber de justicia, quiero referirme a la Dra. IZASKUN , que hace honor a su nombre, a su etnía vasca, y a su nobleza profesional y humana. Representa el modelo de médico que todos quisiéramos: a los pacientes habituales los recibe con un abrazo, te pregunta por ti y por los tuyos. Te diagnostica de modo global, ya que el enfermo no es una entidad monolítica, siente, posee corporeidad, mente, mundo afectivo …Y la sabiduría para la vida que con mensajes alentadores que Izaskun dirige a sus pacientes son el mejor arsenal terapéutico para el cuerpo y el espíritu. Muchas gracias, Izasun. Como los profesores que son amados por sus alumnos, permanecerás para siempre con un recuerdo indeleble.

    Os pido disculpas por la extensión de este mi modesto comentario y, sobre todo y ante todo, feliz fin de semana desde Valladolid (España) aprovecho para desearos un feliz Día del Libro y de los Derechos de Autor y Autora. En León y Castilla celebramos el día de la Comunidad.
    Gracias. Carlos Arconada

    • Querido Carlos:
      Me sumo al homenaje que rindes a la doctora Izascun que reúne todas exigencias y cualidades de una buena profesional de la salud., entre las que destaca la calidad y calidez humana. El paciente (tú lo sabes muy bien, ya que has necesitado con demasiada frecuencia atención médica) necesita no solo alguien que sepa sino alguien que. además, sienta. El título de mi libro (¿Me toma el pulso, doctor?) se lo debo a mi admirado Eduardo Galeano. Cuenta que en un Hospital estaba ingresada una anciana solitaria, no tenía familia ni amistades. Todos los días, cuando entraba el médico en su habitación ella le hacía la misma solicitud. Tantas cuantas veces entrase, El médico estaba sorprendido e incluso molesto por esa insistencia. Hasta que descubrió que la anciana no estaba preocupada por el pulso. Solo quería que un ser humano la tocase.
      Si alguna vez cae en tus manos ese nuevo libro verás que en uno de los capítulos pido “a mi médico” diez cosas importantes: MÍRAME, ESCÚCHAME, SONRÍEME,COMPRÉNDEME, QUIÉREME, CÚRAME, ORIÉNTAME…
      El asunto de los medicamentos tiene una dimensión sanitaria y otra económica. En torno a los medicamentos se mueve una enorme cantidad de dinero. Es preciso que la regulación sea rigurosa y que se cumpla con fidelidad. No podemos permitir en una democracia que la salud se convierta en un negocio.
      SABES MEJOR QUE NADAIE POR QUÉ QUIRO SER EL PRIMERO EN FELICITARTE EN ESTA VÍSPERA.
      Gracias por tu estupendo comentario.
      No hay nada que perdonar por su extensión.
      Un gran abrazo.
      Y que haya salud.
      MÁS

      • Querido Miguel Ángel: De nuevo, un saludo muy afectuoso para Carla y para ti. Gracias por dedicar tu tiempo a la enriquecedora respuesta dirigida a mi persona. De modo particular, te agradezco en nombre de IZASKUN LEANIZBARRUTIA y en el mío propio, el hermoso detalle mostrado al dedicar unas líneas a esta gran mujer y excelencia de la Ciencia y Arte de la Medicina. Ella te conoce gracias a las referencias mías y te sigue todos los sábados.
        Respecto al nuevo libro, las expectativas son harto elevadas. En mí encontrarás un cliente para incrementar tus ingresos por derechos de autor. Compraré una tanda de diez o doce ejemplares. Para mí, para IZASKUN y para obsequiar a mi médico de familia, a algunos especialistas amigos…
        Gracias por todo y feliz fin de semana.

        • Querido Carlos:
          Muchas gracias por el interés que muestras por mi nuevo libro.Y gracias por haberle sugerido a tu admirada Izaskun que existía este pequeño espacio de reflexión.
          Recuerdo ahora un capítulo sobre la enfermedad ficticia de la “broncemia”, que se ha inventado un médico argentino de Córdoba. Hace un par de años escribió un libro que tuvo la amabilidad de enviarme convenientemente dedicado.
          Como ya estamos en el día 21, quiero enviarte mi felicitación en este día tan especial.
          QUE TENGAS SALUD.
          Un gran abrazo.
          MÁS

  3. Buenas Miguel Ángel!
    Hoy nos propones para la reflexión y el debate un tema interesante y actual.
    Ha estado de moda el tema de personas tóxicas pero nos resulta más interesante la vertiente de “sociedad intoxicada” tanto físicamente como culturalmente. El tema de los medicamentos tiene miga y calado…sobredosis de pastillas, la gran industria farmacéutica..etc pero lo que más nos ha encantado es la vertiente de los “efectos secundarios” del sistema educativo de tu artículo del 26 de abril de 2008 y las consecuencias del currículum oculto….. y no tan oculto. Deseamos que en este caso Kant no tenga razón y que nuestro alumnado aprenda algo más que estar sentados.
    Tenemos amigos comunes que no beben vino sino que se dialogan una botellita, jeje.. qué bien sienta también los cafés dialogados que compartimos contigo.
    Gracias por este Regalo!!!
    Dentro de poco nos ilusiona la ” Escapada Frigiliana” de abrazos, Cuidado y buen trato humano y gastronómico.
    Mil besos 3×4 y disfruta de Carla!!!

    • Queridos Miguel, querida Gema:
      Todavía me dura el calor de vuestro abrazo y la alegría de haber compartido con vosotros el 45 aniversario de FAPACE.
      Espero que el libro esté editado en mayo y que pueda enviaros un ejemplar dedicado.
      Tengo ilusión en esta publicación relacionada con la docencia en salud.
      Fue una etapa profesional muy intensa, muy hermosa y muy fructífera.
      El asunto de los medicamentos tiene un enorme calado. Interpela a cada personas pero también a la sociedad y al sistema de salud.
      Tengo NECESIDAD de la nueva cita del domingo 28.
      Un gran abrazo.
      GRACIAS POR ESTE NUEVO Y HERMOSO COMENTARIO.
      MÁS

  4. Por cierto, el artículo aborda de modo particular la intoxicación, toxicidad o toxemia que cuya etiología obedece a la automedicación o a la prescripción facultativa de fármacos, la llamada polimedicación.
    Los animales no suelen tolerar los medicamentos del veterinario. 3s sugerente y acertado el título de un libro de autoayuda “best seller”: “Más Platón y menos Prozac”, de
    Lou Marinoff. En esta línea, no olvidemos otras toxicidades: las personas tóxicas, las relaciones tóxicas y, por ende, la sociedad neoliberal hipercapitalista tóxica e intoxicada por la neurosis obsesiva y otros de los llamados pecados capitales como la avaricia, la soberbia, la vanagloria y la usura. Al final, el dios dinero es el becerro de oro. Como dice el papa Francisco: “El diablo entra por el bolsillo”, pues ahí está la billetera…EL LLAMADO MUNDO LIBRE , cuyo imperio está dirigido por la Administración estadounidense, ya ha degenerado. Es insostenible…
    Adjunto un enlace para reconocer los rasgos de una persona tóxica:
    https://www.google.com/amp/s/www.salud.mapfre.es/cuerpo-y-mente/psicologia/personas-toxicas-que-son-y-como-identificarlas/amp/

    • Querido Carlos:
      Aquí apuntas a otro problema de enorme envergadura: las personas tóxicas.
      Este es un problema de enorme importancia. El enlace que has compartido con los lectores y lectoras resume bien (aunque de forma sintética) lo esencial para conocer a esas personas y para saber reaccionar ante ellas.
      Suelo decir que, respecto a una persona tóxica, la mejor solución es mantener con ella CONTACTO CERO.
      UN GRAN ABRAZO.
      MÁS

  5. Hola, Miguel Ángel:
    Interesante artículo. Para mí modo de ver lo más importante es el cómo conjugar la libertad personal y la obligación de cuidar nuestra salud y la de nuestros semejantes.
    Has incidido en la EDUCACION. Es cierto que la buena educación es el remedio para todo, pero eso en teoría, porque frente a la educación hay muchos factores de índole personal y social que nos empujan y llevan por caminos tortuosos.
    Personalmente soy opuesto a muchas prohibiciones: prohibido fumar en todas partes porque es malo para la salud de uno y de los que comparten el humo, prohibido drogarse, prohibido en el coche correr a más de…, además de otras cosas, prohibido bañarse con bandera roja, en fin, estamos llenos de prohibiciones, por cierto, por qué no prohíben las guerras que quitan la salud y matan a gente de todas las edades y muy sana?
    La droga, el tabaquismo, la prostitución, el saltarse las normas de circulación, y un etc. no se corrijen con prohibiciones, SÍ,como dices, con educación y ejerciendo la responsabilidad que tiene un adulto de sus actos. Si uno se droga debe ser responsable de sus actos y consecuencias, si uno se baña con bandera roja y se ahoga, él es el único responsable. Si un conductor corre más de la cuenta, si ocurre un accidente él es el responsable y, yo pienso que, si nada ocurre, por qué le multan? Es como machacar a uno por eso de la guerra preventiva.
    Libertad al ser humano, formación y educación para que sepa lo que elige y sus consecuencias.
    Bien sé que no todo es simplista, pero el miedo y las prohibiciones no resuelven los problemas, está más que demostrado.
    Un gran abrazo, Miguel Ángel, y saludos a todos.

    • Querido Joaquín:
      Planteas un gran dilema: libertad y obligación.
      ¿Pueden ponernos una multa por comer una fabada temiendo una úlcera de estómago?
      Hace unos años escribí en esta misma sección que se titulaba CONTRA LA OBLIGATORIEDAD.Me refería a la obligación de usar el cinturón. No estoy contra el uso, estoy contra la obligatoriedad por dos motivos:
      a. No se hace daño a otra persona (otra cosa es el exceso de velocidad, el adelantamiento o el uso del móvil…)-
      b. Si alguien lo lleva por obligación y por llevarlo no puede salir y muere quemado, lo han asesinado.
      Creo que la clave es estar formado. La persona formada tiene información y tiene responsabilidad.
      La ingesta acrítica de medicamentos, la adicción al alcohol, el consumo de drogas… dañan la salud. Es el ciudadano quien tiene que ser responsable.
      Lo mismo digo respecto a la práctica de ejercicio.
      La educación nos compromete también con el cuidado de la casa común que es el planeta en el que tenemos que vivir.
      Un abrazo, querido amigo.
      Gracias por este nuevo comentario, tan razonado y razonable.
      MÁS

  6. Querido Maestro:
    Es tremendamente saludable leer su artículo cada semana.
    !Así lo digo, así lo siento!
    Estoy totalmente de acuerdo con sus fundamentos porque yo voy en contra de la medicación innecesaria.
    Tengo muchos problemas médicos, pero estoy segura que me está ayudando a afrontarlos, mi actitud de querer llevar una vida sana.
    Nada que pueda afectar mi salud es tan importante como para que no pueda dejarlo.
    Nada de medicación, porque como dice tienen más afectos adversos que curativos.
    Nada de tabacos ni humos, nada de alcohol, nada que me pueda hacer daño al cuerpo y a la mente.
    Siempre he actuado de esa manera.
    He tenido auténticos varapalos y siempre me he mantenido firme en la voluntad de querer solucionarlos a mí manera y no atiborrarse de medicación.
    He mantenido mi mente lúcida y consciente de que engancharse a algo tiene después difícil solución.
    !Con su texto me ha dado la razón!
    !Mi voluntad ha estado por encima de mi necesidad!
    Y ahora me confirma que no soy la única persona que actúa así.
    Los medicamentos para cuando verdaderamente se necesitan.
    Y así voy por la vida, sintiéndome protagonista de mi especial historia.
    Yo creo y aseguro que lo que más curan son los afectos.
    Gracias por toda su información.
    Y ya sin más me despido con un gran abrazo, que también curan, para todos.
    !Qué tengan una semana plena de salud y que sea feliz y leve!
    Muchos besos.

    • Querida Loly:
      No me cabe duda de que sabes cuidarte y de que eres capaz de evitar aquello que cause un daño para la salud de la mente y del cuerpo.
      Esta cuestión no se refiere solo a saber qué es bueno y qué es malo. Se refiere también a la fuerza de voluntad. Pienso que un drogadicto, un alcohólico o un fumador saben que lo que consumen hace daño pero no tienen la fuerza para no hacerlo.
      No estoy contra el uso de medicamentos sino contra el abuso de los mismos.
      Parte del problema reside en el negocio de la industria farmacéutica.
      Que tengas una semana llena de salud y de paz.
      Besos y gracias por leer y escribir.
      MÁS

  7. Querido Miguel Ángel: De nuevo, un saludo muy afectuoso para Carla y para ti. Gracias por dedicar tu tiempo a la enriquecedora respuesta dirigida a mi persona. De modo particular, te agradezco en nombre de IZASKUN LEANIZBARRUTIA y en el mío propio, el hermoso detalle mostrado al dedicar unas líneas a esta gran mujer y excelencia de la Ciencia y Arte de la Medicina. Ella te conoce gracias a las referencias mías y te sigue todos los sábados.
    Respecto al nuevo libro, las expectativas son harto elevadas. En mí encontrarás un cliente para incrementar tus ingresos por derechos de autor. Compraré una tanda de diez o doce ejemplares. Para mí, para IZASKUN y para obsequiar a mi médico de familia, a algunos especialistas amigos…
    Gracias por todo y feliz fin de semana.

  8. Buen día desde México estimado Dr.
    En efecto, como bien lo dice, todo tiene que ver con la buena educación. Hace unas semanas, una de las candidatas a la presidencia de México, dijo que haría cárceles más grandes para meter a todos los delincuentes. A muchos nos causó risa la propuesta, porque entendemos que no se está atacando el origen de la delicuencia, sino sus causas.
    Hay muchos trabajo por hacer y como docentes tenemos mucha responsabilidad en la conformación de la sociedad. No dejo de lado que es más importante aún, la educación familiar. Pero si ambas partes hacermos lo que nos toca, estaríamos más cerca de alcanzar la sociedad que deseamos.
    De educacamos a nuestros niños en el cuidado de la salud, la práctica de buenos hábitos alimenticios y el amor al deporte, del cuidado del medio ambiente, en el respeto a la sociedad y al prójimo, tendremos adultos saludables, respetuosos y cuidadosos de no romper la ley.
    De poco o nada sirve que en nuestro país se le hayan colocado sellos que dicen la cantidad de azucar o productos dañinos para la salud que contienen los alimentos chatarras o que se hayan incrementados los impuestos a las bebidas azucaradas para que se vendan más caras y que no se consuman tanto. Mejor sería, como usted bien lo indica, enseñarles hábitos alimenticios saludables y desarrollar programas de fomento al deporte, al ejercicio.
    Por lo regular prestamos más atención a las consecuencias que las causas, con lo que damos una aspirina a lo que realmente es un cáncer. No de poco o nada sirve.
    Es como el docente que se enfrasca en tratar de enseñar contenidos curricular a los estudiantes con rezago. Si primero no entiende y atiende la causa del rezago, podrá pasar todos el ciclo escolar tratando de enseñar los contenidos sin éxito.
    Podemos tener cárceles más grandes, pero si no mejoramos la educación ciudadana, cada año se necesitarán cárceles más grandes.
    Tenemos mucho trabajo por hacer en casa, en la escuela y la sociedad.
    Saludos cordiales,.

    • Estimado Misael:
      Es fundamental la idea que planteas: hay que hacer buenos diagnósticos para poder hacer buenas actuaciones. Rl problema está en las causas.
      No se reducirá la delincuencia por el simple hecho de hacer cárceles más grandes.y no habrá buena salud en la ciudadanía por el simple hecho de imponer multas o plantear prohibiciones.
      Y la edu ación no está solo en la escuela. Está en la familia, en la sociedad, en los medios de comunicación, en la política… Hace falta un pueblo entero para educar a un niño.
      Además de las exigencias individuales (hacer ejercicio, evitar adicciones, tomar alimentos saludables, practicar hábitos beneficiosos.., es necesario que cuidemos el medio ambiente: hay que reducir la contaminación, hay que cuidar el planeta, hay mejorar la sanidad pública…
      Un cordial saludo y muchas gracias por tu estupendo comentario.
      MÁS

  9. Hay que prender a cuidarse, a mantener una salud a prueba de bomba. Y para ello:
    1. Hay quehacer ejercicio para mantenerse en forma
    2. Hay que informarse sobre la comida
    3. Hay que evitar el consumo de tabaco, alcohol y drogas
    4. Hay que hacer revisiones médicas de forma periódica
    5.Hay que dormir el tiempo necesario
    La salud es un bien que solo se valora cuando se pierde.

    • Querida María:
      Los enfermos saben muy bien lo que es la salud. Porque no la tienen.
      No valoramos suficientemente nuestra salud.
      Hay que tener fuerza de voluntad para mantenerse con buena salud, teniendo en cuenta que en la niñez y en la juventud estamos echando los cimientos para construir la salud de la vida adulta y en la vejez.
      El cuerpo nunca perdona.
      Las facturas siempre hay que pagarlas.
      Gracias por escribir y por leer el artículo.
      Besos.
      MÁS

  10. El cuidado de la salud tiene que ver con nuestros cuerpo y también con nuestra colaboración para no dañar la salud de los demás.
    Eso supone evitar la contaminación, no castigar a otros con el humo del tabaco, formar a nuestros hijos y alumnos para que sepan cuidarse…,
    JUNTOS TENEMOS QUE CREAR UN MUNDO SALUDABLE.

    • Querida Marta:
      Hay una parte del cuidado de la salud que es responsabilidad íntegra de cada uno y hay otra parte que depende de los demás.
      Cada uno tiene que colaborar en eso que podríamos llamar SALUD COLECTIVA.
      ES DECIR, QUE HAY RESPONSABILIDADES RESPECTO A NUESTRA DALUD Y HAY RESPONSABILIDADES RESPECTO AL PRÓJIMO.
      Gracias y besos.
      MÁS

  11. El consumo excesivo de alcohol, tabaco y drogas es difícilmente explicable. Hacerse daño de una forma tan grande (destruir la vida) y además gastando un dinero importante es irracional.
    ¿Cómo es posible que el homo sapiens se comporte de manera tan irracional?
    Hay falta de voluntad, a mi juicio. Ese es el problema.

    • Querida Marta:
      Sí, completamente irracional.Mi padre murió de un cáncer de pulmòn. Había sido un fumador empedernido.
      Un día le dijo el médico:
      – Esteban, si hoy te hubiera diagnosticado un cáncer de pulmón, ¿qué harías?
      – Dejaría de fumar inmediatamente.
      – ¿Y por qué no lo deja ahora mismo?
      La postura del médico es racional, la actuación de mi padre no lo fue. Siguió fumando hasta que llegó el diagnóstico irremediable.
      Un gravísimo error.
      Hay que cuidarse también por todas las personas que nos quieren.
      Besos y gracias por tu aportación.

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