Melasudismo

20 Ene

Hay una expresión que no me gusta nada, por grosera, incluso cuando se sustituye el sustantivo por el pronombre. Me refiero a la expresión “me la suda”. No me gusta oírla y nunca la utilizo en mis conversaciones.  Se repite hasta la saciedad y es muy contundente  en su carga semántica.  Quiere decir que aquello de lo que se trata no importa absolutamente nada.

Existen otras expresiones que pueden utilizarse para decir que algo nos es completamente indiferente: me la trae al pairome la refanfinflame la trae floja, me la sopla, me la bufa (catalanización de la última)… Otras locuciones tienen también un contenido similar:  me importa un bledome importa un pimientome importa un pitome importa un huevo

Así pues, la expresión que me ocupa hoy, surge del lenguaje popular sin poderse determinar en qué momento se originó y se utiliza con la intención despectiva de recalcar la poca importancia que sentimos hacia un asunto.

La moneda del melasudismo (palabra que no figura en la RAE pero que nos permite entendernos) tiene, a mi juicio, cara y cruz. En la cara se sitúan los asuntos que no deberían importarnos y nos abruman. La cruz, por contra, se refiere a los asuntos que deberían importarnos y nos la sudan

Tengo delante un libro titulado “Melasudismo”. Fue editado en 2023 por Plataforma  Editorial. Su joven  autor es Pablo Álvarez, que estudió Telecomunicaciones en Madrid y Berlín y que desde 2005  lidera proyectos globales de transformación digital, innovación y desarrollo en nuevos productos digitales para grandes corporaciones  (Telefónica o Santander) como en consultoría (Designit). El subtítulo del libro nos sitúa ante aquellas cuestiones que nos impiden vivir felizmente: “¿Por qué te tomas la vida tan en serio?”

En la introducción dice el autor que una de las condiciones previas del aprendizaje es la perplejidad, “que es una sensación de sorpresa e indefensión que se experimenta cuando la vida tiene la impertinencia de ponerte delante de una realidad que no encaja con tus esquemas”.

Con un lenguaje desenfadado y desinhibido  se ocupa de lo que he llamado cara del melasudismo, es decir de aquellas cuestiones que nos preocupan mucho y nos traen por la calle de la amargura.

Me ha recordado el texto la teoría de las ideas irracionales que plantea Albert Ellis y que está en la base de la terapia cognitiva. Esta terapia trata de desmontar de forma eficaz las ideas irracionales que sustentan nuestra infelicidad.

Pondré un par de ejemplos, de los que el autor desarrolla bajo el epígrafe: “las nueve razones del melasudismo para vivir bien”.  

La razón número cuatro  dice así: “A lo que no está en tu mano se la sudas.  Ocúpate de lo que puedes controlar y deja fluir lo demás”.

Cita el autor una frase de Epectiteto en su pequeño libro  Enquiridión, que era como su manual para ser feliz.

“De lo que existe, unas cosas dependen de nosotros, otras no. De nosotros dependen juicio, impulso, deseo, aversión y, en una palabra, cuantas son nuestras propias acciones; mientras que no dependen de nosotros el cuerpo, la riqueza, honras, puestos de mando y, en una palabra,  todo cuanto no son nuestras propias acciones”.

“La razón número seis dice: Lo que no está alineado con tu propósito te la suda. Elige bien tus batallas y mantén calibrada tu brújula vital”.

Hace referencia a la fábula del pescador, que yo conocía desde hace muchos años en la versión del pastor que estaba tumbado tranquilamente a la sombra de un árbol mientras cuidaba el rebaño. Pasa por allí un individuo que le pregunta, después del preceptivo saludo:

  • ¿Cuántas ovejas tiene usted en el rebaño?
  • Ciento cinco exactamente.
  • ¿Por qué no duplica el número de ovejas y abre una pequeña fábrica de quesos?
  • ¿Para qué, si se puede saber?
  • Porque así podría ganar más dinero y con ese dinero comprar otro rebaño.
  • ¿Y para qué?
  • Con los beneficios podría abrir una franquicia de la fábrica en otra ciudad.
  • ¿Para qué, señor?
  • Después de muchos años, con el dinero que ganase, podría vivir tranquilamente.
  • ¿Y qué estoy haciendo ahora?

Vivimos inmersos en una trampa. Ambiciosos, acelerados, desquiciados, competitivos detrás de posición, de dinero, de fama, de poder…

Hablaba anteriormente de la cruz de la moneda del melasudismo. Estoy ya fuera de las ideas del libro de Pablo Álvarez. Estoy en la otra cara. Me refiero ahora a aquellas cuestiones que nos tienen que importar.

Me preocupa que una persona diga: “la política me la suda”. Porque somos seres políticos, porque  parte de la política depende de cada uno de los ciudadanos y de las ciudadanas. Con la participación, con la palabra y con el voto podemos actuar de forma comprometida con la mejora de la sociedad.

En el mundo y en España están ocurriendo cosas que nos afectan de manera decisiva. La oleada fascista está amenazando nuestro mundo. En Argentina gobierna un personaje estrafalario que grita “Viva la libertad, carajo”, pero que quiere meter seis años en la cárcel a quienes protestan en las calles contra su política; en Italia gobierna desde hace más de un año la ultraderechista Meloni; en Turquía gobierna Erdogan con facciones de extrema derecha;  Vicktor Orban en Hungría y Mateusz Morawiecki en Polonia imponen sus políticas fascistas; en los países nórdicos la extrema derecha es parte de la coalición de gobierno en Finlandia y presta apoyo externo en Suecia; en nuestro país la derecha y la ultraderecha le han declarado la guerra al gobierno progresista con  operaciones de acoso y de arribo; en Francia gana posiciones la ultraderechista Marine Le Pen; en EE UU vuelve a convertirse en una nube negra la figura de Donald Trump…

No es de recibo mirar para otra parte. No es justo ni sensato decir que este panorama “nos la suda”. Porque esta deriva amenaza la paz, la democracia, la justicia, la libertad y la igualdad…

Tampoco me gusta escuchar a un joven o a una joven decir que “me la suda lo que pase en la franja de Daza o en Ucrania”. Porque somos seres humanos que podemos levantar la voz, que podemos ofrecer ayuda, aunque mínima, que podemos cooperar para sensibilizar a otras personas, que tenemos la obligación de construir un mundo donde podamos vivir  en paz.

Y en la vida cotidiana, en la relación con nuestros semejantes, en la convivencia con quienes  compartimos la vida, no es aceptable decir “me la suda lo que les pase a los demás”. Porque los demás importan, porque tenemos una responsabilidad decisiva.

Como no puedo dejar de hacer cuando escribo sobre algún asunto, tengo que referirme a quienes se dedican a la enseñanza. Los profesores no pueden decir “me la suda lo que les pase a mis alumnos y a mis alumnas”. Ese pasotismo es una irresponsabilidad porque del quehacer docente se derivan consecuencias de importancia decisiva para los alumnos y las alumnas.

Acabo de recibir en mi blog un comentario de un docente chileno llamado Enrique Pérez Hidalgo. Reproduzco un párrafo de su mensaje en el que habla de su intervención en un grupo de trabajo en el que hablaba de su madre, docente normalista de una escuela de un pueblo llamado Mejillones: “Uno de los miembros del grupo se levantó, estremecido, me abrazó y llorando me preguntó: ¿tu madre se llamaba Lidia Hidalgo Dawson? Yo le respondí: efectivamente, así se llamaba. Él me dijo: yo soy un ex alumno de tu mamá y ella hizo milagros en mí, pues me enseñó el amor por los demás, me di cuenta que yo era importante y me dio el tesoro que necesitaba para ser el médico que soy hoy, la persona que soy ahora. Lloramos juntos por el recuerdo, pero cuando le pregunté cuánto tiempo había sido alumno de mi madre, él me dijo:  solo seis meses, porque después mis padres se trasladaron de ciudad, pero ella me marcó para toda la vida.
Lo increíble de esta vivencia, es cómo en tan poco tiempo se puede hacer un cambio en una persona que perdure para toda la vida”.

Estos testimonios son tan emocionantes como innumerables. Cada día, cada minuto, cada segundo se producen testimonios de esta naturaleza, pero muchas veces los silenciamos, mucho más atentos a informes “científicos” sobre el sistema educativo.

Cuando el docente dice que se la sudan sus alumnos no se producen estos efectos beneficiosos. Efectos  que marcan la vida de sus alumnos. Solamente se producen cuando se pone el corazón en la tarea.

22 respuestas a «Melasudismo»

  1. Estimado Miguel Ángel.

    Espero que comenzaras bien el año nuevo, con mucha salud y bienestar, feliz año nuevo, aunque no se si ya a estas alturas de mes de enero procede decirlo.

    El tema que abordas hoy es sumamente interesante. En esta sociedad neoliberal donde todos vamos acelerados, donde prima el dinero y el individualismo, donde muchas personas pasan de temas políticos o sociales me llaman la atención aquellas personas que, de forma voluntaria, colaboran en ONG´s o dedican gran parte de su tiempo ayudando en labores sociales de forma solidaria con las familias que más lo necesitan. En mi pequeña ciudad, son muchas organizaciones como cáritas, El buen samaritano, cruz roja, solidarios en Ronda etc.. donde personas desinteresadas dedican muchas horas de su tiempo en labores de ayuda a los demás. También algunas fundaciones tienen establecidas en sus estatutos dedicar una parte de su presupuesto para estas organizaciones. ¿Qué pasaría si todas las personas que colaborar en estas instituciones pasaran de las dificultades de los demás, de sus necesidades básicas de alimentación, vestimenta y vivienda? No podemos “pasar” de estos temas que afectan tanto a familias que conocemos.

    Otro ejemplo político tiene que ver con la noticia reciente de que la emisora pública Canal Sur Radio no va a emitir este año el Carnaval de Cádiz para toda Andalucía, después de haberlo hecho de forma consecutiva durante los últimos 35 años de historia. Y el gesto que lo ha desencadenado tiene que ver al parecer con una chirigota gaditana que ha criticado en sus letras al Sr. Moreno Bonilla por autosubirse el sueldo de 70.000€ a 87.000€ al año. A la politica le falta sentido del humor y no saber encajar las críticas que el Carnaval lleva haciendo siempre desde el siglo XVI. Es una censura directa para que los ciudadanos de Andalucía no nos enteremos de esta actuación del PP. Y lo curioso es que este partido que preside el gobierno autonómico está en contra de la subida del salario mínimo y la subida de las pensiones.

    Si me criticas, te censuro. Y ante estos temas, las personas y especialmente los jóvenes no pueden tener una actitud pasiva. Ese 19% que se ha subido nuestro presidente sale de los impuestos de todos/as.

    En fin, Miguel Ángel, como verás no comparto para nada el melasudismo, porque a la sociedad le hace daño y no beneficia en nada los demás ciudadanos.

    Un fuerte abrazo desde Ronda.
    Fdo. Juan Francisco.

    • Querido amigo rondeño:
      Ya te echaba de menos por estos lares. Me alegra leerte de nuevo.
      Muy de acuerdo con las dos cuestiones que planteas.

      a.No se puede pasar de las necesidades de los demás. Es cuestión de justicia. Es cuestión de solidaridad.Te preguntas por lo que pasaría si no hubiese personas generosas. Sería una catástrofe para los necesitados.
      b. Había oido la historia de la censura de las chirigotas de Cádiz. Me parece inadmisible. Y, por otra parte, me parece estúpido. Porque no hay mayor aliciente para que se escuchen esas letras que saber que se han prohibido. El motivo de la censura me parece vergonzoso. Como dices, quienes votan en contra de la subida del salario mínimo, se suben descaradamente el sueldo. Es un modo de poner la política al propio servicio en lugar de ponerla al servicio de los ciudadanos.
      No se puede practicar el melasudismo en asuntos tan importantes.
      Gracias por tu aportación.
      Un abrazo de Málaga a Ronda.
      MÁS

  2. Buenas Magister!
    Ya sabemos que tus artículos sabatinos pertenecen a la cara B de la moneda.
    Es saludable practicar en ocasiones el melasudismo, especialmente ante la obsesión sobre “lo que piensan los demás o cuando uno escucha las barbaridades de estadio.
    No comparto con el libro que sea melasudismo Elegir bien las batallas y regular nuestra brújula vital. Compartimos contigo que deberíamos ser sensibles con Ucrania y ante el genocidio en Gaza pero también hago esfuerzos para perder la hipersensibilidad y no sufrir tanto con lo que pasa por ejemplo en Argentina. Si querían motosierra pues que la disfruten..
    Convivir con nosotras mismas no es tan fácil y llevamos unas mochilas demasiado cargadas.
    Gracias por aterrizar siempre en Isla Educación. Nos ayuda a concretar.
    Más melasudismo con la Administración e Inspección y menos con el alumnado!!
    En fin, sinceramente es todo un placer leerte y poder comunicarnos contigo.
    Super abrazos 4×3
    Que ganicas de verte!

    • Queridos amigos almerienses:
      Es cierto que estos artículos se sitúan en la cara B de la moneda.El libro al que hago referencia se sitúa en la cara A.
      Las dos dimensiones son necesarias para encontrar el equilibrio emocional y la práctica de la necesaria solidaridad.
      Me preocupa el melasudismo de la juventud ante los problemas sociales y ante los abusos de la política. Resulta incomprensible para mí que la mitad de los jóvenes argentinos hayan votado a Javier Milei para la presidencia. Por ejemplo, cómo pueden aceptar que acepten que se privatice la sanidad. ¿Cómo se paga un pobre una operación de apendicitis?
      No hay más remedio que aterrizar en la educación. Ahí está la clave.
      Gracias por vuestra lectura, Me emociona saber que los sábados desayunáis con el artículo.
      Un abrazo enorme.
      MÁS

  3. Estimado Miguel Ángel :
    Como siempre, nos acercas a una interesante reflexión.
    Desde un titular, con una expresión que suscita una reseña de un texto sobre las respuestas que damos a la indiferencia ante situaciones clave en nuestra existencia, apuntas a las dos caras de la moneda.
    Las posibles apuestas, a favor o en contra, de los educadores (los docentes y las familias) decisivos en la capacidad de formación sólida en valores, en autocrítica y en conducta ética de los educados y futuros ciudadanos, emerge en el artículo, como no podía faltar en tu lúcido análisis de especialista experimentado en el ámbito de la docencia.
    Los resultados se ven en la cotidiana convivencia en sociedad, por ejemplo en la política.
    Así, a lo largo de la Historia aparecen personajes flautistas de Hamelín, que consiguen arrastrar al desastre a multitudes con escasa capacidad critica.
    En una época se caracterizaban por el bigote (Hitler, Stalin, Franco) . En la actualidad, parece que predomina la moda, como en la canción, de “con el pelo alborotado” y amarillo de color, sobre cabezas de poco cerebro (Johnson, Le Pen, Trump, Wilders, Meloni, Milei) , que logran por cualquier medio, influir en mucha gente que no aprende de la Historia pasada.
    Volvemos a tropezar siempre en las mismas piedras.

    • Querido Ángel:
      Para que haya en la política flautistas de Hamelin tiene que haber mucha gente que se deja arrastrar fácilmente, sin ejercer la mínima crítica. Resulta difícil entender cómo algunos personajes de los que citas son votados en las urnas y aclamados en los mítines. Cuando el señor Trump fue elegido para la presidencia escribí un artículo titulado EL PROBLEMA NO ES DONALD TRUMP.Decía en él que el problema era que Trump tuviera tantos millones de votantes. Y otro problema era preguntar a qué escuela habían ido esos votantes. Y ahora temo que se vuelva a repetir la misma historia. Sería el colmo de los colmos.
      Gracias por contribuir al debate.
      Gracias por el tiempo que has dedicado a la lectura.
      Un abrazo.
      MÁS

  4. Querido Maestro:
    !No conocía esa peculiar palabra!
    Y no me extraña, porque siempre en mi vida he rechazado las palabras soeces, que acompañan a un doble sentido para hacernos sentir mal.
    Es muy cierto que las buenas relaciones profesor y alumno, aunque sean cortas en el tiempo, se recuerdan toda la vida.
    También cuándo te manipulan, te ofenden, te menosprecian, con una sola palabra basta para amargarte la vida
    He vivido muchos episodios a lo largo de mi vida.
    Lo último que me sobrepasó fué de un familiar próximo.
    Una relación en la que después de dar lo más profundo de mí, intentaron traicionarme con un terrible plan.
    Había por medio cuestiones materiales,eso no me importaba, pero lo que se me clavo en el alma fueron unas atroces palabras: “que yo le daba besos de Judas”
    Imagínese, una persona cariñosa como soy yo, cercana, que doy todo lo que tengo y más por recibir afectos.
    !Fué una terrible daga que me partió el corazón! ! Lloré claro que lloré!
    !Pero reaccioné!
    Por muy fuerte que fueron los lazos de sangre que me unían, más importante era mi dignidad y mi amor propio.
    Y por encima de mi aprecio juré que no le besaría más.
    !Y así fué!
    No hay ningún derecho, ni tenemos que permitir ninguna palabra cruel que nos quite la autoestima y nos tire el ánimo.
    Hay que utilizar nuestros conocimientos para aprender y ayudar a los demás.
    !Y no dudemos que la recompensa será mayor!
    Y ya sin más me despido con un gran abrazo para todos.
    !Qué la semana sea amable, feliz y leve!
    !Quererse mucho es importante!
    Muchos besos.

    • Querida Loly:
      Conozco tu dura historia y también tu inteligente respuesta. Lo malo no es lo que nos pasa sino la actitud con la que vivimos lo que nos pasa. A unos esas actitudes los destruyen, a otros entre los que te encuentras les fortalecen y les hacen mejores.
      Es difícil encajar la traición, especialmente cuando procede de seres queridos, por eso hace falta un especial coraje para que los hechos no nos destruyan sino para que nos fortalezcan.
      Es un placer contar con tu participación cada semana.
      Gracias por tu comentario.
      Besos y feliz semana.
      MÁS

  5. Estimado Miguel:
    Muy buenas tardes acá en Chile.
    Junto con saludar y agradecer la referencia que haces de mi madre y su peregrinar vocacional en la DOCENCIA, con mayúsculas, con el permiso de los lectores. Pero traer al día de hoy sus anécdotas, es lo menos que puedo hacer en su recuerdo.

    También quisiera evocar recuerdos con este concepto “melasudismo”, que por nuestras tierras tuvo a un conspicuo personaje del tenis, que acuñó la frase “No estoy ni ahí”, con esto se refería que sus códigos eran los únicos que contaban, era un astro para el tenis, número 1 en algún momento, pero se salía de madres a cada rato y él no estaba ni ahí.
    El pasto de wimbledon era para las vacas, llegó a decir en su momento.

    Ahora ni hablar en el mundo de la política, cuántos “no están ni ahí”. Tienen una dicotomía con la realidad, la necesidad de lo que le sucede al otro, es solo discurso, cuantos ciudadanos comunes y corrientes no están ni ahí cuando los problemas están en el jardín del vecino, pero basta que el drama me afecte directo, para enarbolar las banderas de lucha, “que el gobierno no hace nada contra la delincuencia, contra el comercio ilegal, contra los narco, contra, contra, contra”. La pregunta entonces es, cuando tuviste oportunidad de hacer un denuncio, ¿lo hiciste? o simplemente callastes o fuistes parte de la ilegalidad. ¿Pero cuando yo realice eso?, cuando comprastes ilegalmente porque era buen precio, cuando evadistes impuestos buscando subterfugios o resquicios, con tal de hacer ver que 2 mas 2 era 3 si hay que pagar, o 5 si hay que cobrar, pero nunca 4.
    En el contexto eclesial se habla del pecado social, al cual se le da menos importancia que a los de palabra, obra y omisión, sin embargo, la invitación es analizar frases como:
    “La miseria no es un problema político, es un problema de fraternidad”, La malicia ha sido hacerla problema político: en ese plan no tiene más solución que la fuerza.
    “Quien tiene sentido social, comprende perfectamente que todas sus acciones repercuten en los demás hombres, que les producen alegría y dolor y entiende
    por tanto, el valor solemne del menor de sus actos”.
    “El hombre con sentido social, no espera que se presenten ocasiones extraordinarias para actuar. Todas las situaciones son importantes para él, pues repercuten en sus hermanos”.
    “Hay muchos que están dispuestos a hacer caridad, pero no se resignan a cumplir con la justicia: están dispuestos a dar limosna, pero no a pagar salarios justos”.
    “La injusticia causa enormemente más males que los que puede reparar la caridad”.
    Por último “Dar ,siempre dar, hasta que nos duela”
    Todas estas frases que he mencionado, pertenecen a un sacerdote jesuita, que vivió para los demás, realizó muchas obras que cumpliran 90 años algunas de ellas y que son refugio para el necesitado. Fue cuestionado, perseguido, incluso dentro de la misma iglesia, por sus discursos, libros y otros, pero lo único que había en ellos, era un profundo sentido social, el contrario de no estar ni ahí. Se llamaba Alberto Hurtado Cruchaga, canonizado 50 años después de haber creado su obra emblemática..
    Se puede ser creyente o no, pero ese no es el punto en discusión, el punto es, ¿ tengo o no responsabilidad en el pecado social?, soy un melosudista, un no estoy ni ahí, o soy un conmovido, un compasivo, alguién que es capaz de entender que hasta el más mínimo de sus actos, impactará en el otro, que es tan válido como uno mismo (Humberto Maturana).

    Yo por mi madre aprendí y opté por estar ahí, por intentar hacer algo por el otro, por conmoverme y tener compasión de ellos, por eso estoy en la educación, abdicando a 2 profesiones que a lo mejor me tendrían en el “paraíso”, pero en el interior muy infeliz.

    Un abrazo del corazón mi querido profesor.

    Enrique Pérez Hidalgo

    • Querido Enrique:
      Fue un honor reproducir una parte del texto que escribiste sobre tu madre. Es un ejemplo magnífico de la influencia que ejercen los buenos docentes.
      No conocía la expresión que utilizas, pero es estupenda para reflejar la actitud sobre la que he pretendido reflexionar en este artículo: NO ESTOY NI AHÍ.
      Hace falta un formación en valores, tanto en la familia como en la escuela.
      Quiero agradecerte las frases que citas de una persona comprometida con la solidaridad.
      Tuve la satisfacción de publicar un libro titulado CONVERSANDO CON MATURANA SOBRE EDUCACIÓN. Nos encerramos tres mañanas con él y estuvimos dialogando sobre diversas cuestiones. Esas sesiones se grabaron y, la transcripción de esas conversaciones es el contenido de la obra publicada por Ediciones Aljibe.
      Gracias por el excelente comentario.
      Un gran abrazo.
      MÁS

  6. Querido Miguel Ángel:
    Para mí hermoso artículo y lleno de sensibilidad como todos los que nos brindas cada fin de semana.
    A veces comento con mi esposa que parece que ya no pertenecemos a este mundo: me parece insoportable el silencio que se hace sobre prostitución, droga, trata de personas, injusticias sociales, guerras crueles, personajes indecentes y aplaudidos. Lo que hace Israel con Palestina es terrorífico, lo mismo que la actitud mundial sobre el tema. Es inaceptable la cara dura del que se sube su buen sueldo altos porcentajes y pide contención a los sueldos miserables.
    Todo lleva siempre a la educación. Si las personas fuesen bien educadas en la reflexión y valores sus manifestaciones seguirían esas líneas.
    Eso ” de me la suda” además de desagradable no debe ser normal en el ser humano, todo repercute sobre los demás, lo bueno y lo malo. Todos formamos una unidad, la humanidad.
    Gracias por tus artículos, Miguel Ángel, un gran abrazo y saludos a todos.

    • Querido Joaquín:
      Cuánta razón. Se olvida la presencia del mal en nuestra especie. Hace unos años , en un viaje a México, estuve en una zona en la que existía la costumbre de casar a las niñas de 10 o 12 años. La que quedaba soltera se convertía en una mujer al servicio de quien quisiera. Lo sabía todo el mundo, lo sabían las autoridades y yo preguntaba: pero, ¿por qué no se hace nada? Lo mismo digo del trabajo infantil, de los niños soldado, de la miseria, de la desigualdad, de la trata de mujeres…
      Resulta increíble e inaceptable el pasotismo, la indiferencia, el melasudismo, que contemporizan con el mal.
      No puedo estar más de acuerdo en que, a largo plazo la solución es la auténtica educación de las personas. Pero, mientras haya víctimas hay que actuar de forma urgente desde la política, desde las ONGs, desde la sociedad, desde los medios de comunicación…
      Gracias por tus palabras.
      Ub gran abrazo.
      MÁS

  7. Querido maestro.

    Hay vocablos que hieren, de tal modo, que dejan una huella indeleble. No importa cual sea el emisor, el canal o el lenguaje, duelen y se graban. Lo positivo que podemos extraer es que, al menos, son visibles sus connotaciones y te permiten una cierta “defensa”.
    Correspondientemente, a mi criterio, no existen buenos o malos comunicadores, todos y todas las cosas comunican de algún modo, la diferencia radica en que sea o no para bien. Lo grabe de este asunto es que, bajo un falso deseo de bienestar, se introduzcan valores perjudiciales.
    Si buscamos la definición de absolutizar, encontramos que consiste en desligar de toda referencia o relación, reducir a absoluto. El hombre pasa a ser auto-suficiente e, incluso, la palabra dependiente adquiere una fuerte carga negativa. Gracias a Dios, en realidad, todos somos dependientes desde que nacemos; desde que fuimos creados y, más allá de ser perjudicial, por lo contrario, es algo maravilloso. Significa que somos amados, que amamos y que nunca estamos solos. Algo bien distinto es lograr una gratificante autonomía que nos invite a crecer y hacer crecer. Eso pienso que es lo que practicaba la buena maestra que mencionas, por ello dejó aquel simiente.

    Desgraciadamente, la llamada agenda 20/30 está llevando a cabo, bajo el aparente buenismo de defender aquello de lo que nadie puede estar en contra, su firme propósito de absolutizar la naturaleza, relegando al ser humano a un papel secundario.

    ¿Cómo lo hacen? Los que defienden este proyecto quieren acabar con la pobreza terminando con el pobre (aborto, eutanasia…). Además, bajo la falsa premisa de cuidar nuestro planeta, se puede observar una gran contradicción si estamos algo atentos. Manifiestan que no debemos modificar los alimentos (los conocidos transgénicos) pero, en cambio, si puedo ser transgénero. Debemos cuidar las distintas especies para que no desaparezcan, pero invitamos a asesinar (abortar) a nuestros hijos para un fin egoísta (mi vida por encima de la del otro). Se defiende la “igualdad” pero el delito “se paga distinto” si el que lo comete es de un sexo o de otro. Quieren que a todos llegue la “mejor” tecnología (en tiempos de Roma circo), sin embargo, los que más “poseen”, enseñan a sus hijos en escuelas que no emplean las mismas hasta estar formados de pleno sus alumnos, con el propósito que sean individuos autónomos, seguros de sí mismos y reflexivos. Y así podríamos poner infinidad de ejemplos.

    Sé que esta reflexión, no dejará indiferente en una u otra posición pero, como madre de hijos adolescentes y de un tercero que perdí en mi vientre (ser humano con corazón, ya que para morir no hay que nacer sino estar vivo), no puedo ni debo quedarme indiferente. Se nos dijo “… amar al prójimo como a ti mismo…”. Existen por tanto, de igual “valor” el próximo y uno mismo. Más allá de la fe, considero que el mensaje, llevado a la vida, solo aportaría Bien.

    ¡Mil sonrisas para ti y tu familia!

    • Mi querida Lidia:
      Gracias por tu comentario y por las sonrisas que nos brindas al finalizarlo.
      No puedo tener más respeto y afecto hacia quien escribe, aunque no comparta algunas de tus opiniones.
      Creo que la agenda 20/30 no pone la naturaleza por encima del ser humano sino que que se propone y busca que el ser humano tenga una casa habitable y que esa casa habitable puedan disfrutarla nuestros hijos y nuestros nietos.
      No puedo juzgar a una mujer que aborta como asesina. Estoy convencido de que esa mujer no es capaz de matar a un hijo de 3 años o de 15 años.¿Por qué? No todo ser vivo es una persona.Los espermatozoides están vivos y no creo que una eyaculación pueda considerarse un asesinato múltiple. Podrían llegar a formar una persona si se produce la fecundación de un óvulo pero todavía no existe una persona.
      Un mujer que se queda embarazada como fruto de una violación y aborta no es una asesina.
      Conozco a mujeres que han abortado y no les puede atribuir ni un ápice de maldad, no las puedo considerar personas peores que yo.
      Nadie es partiDario del aborto. No es verdad que las personas antiabortistas sean personas PRO VIDA y las abortistas personas PRO MUERTE. NO.
      ¿Cómo juzgar con esa contundencia a una mujer que aborta? ¿Es una asesina? ¿Podemos juzgarla sin ni siquiera hablar con ella? ¿Podemos nosotros, desde fuera, pensar que lo hace por capricho, por comodidad, por maldad, por crueldad, por diversión?
      También quiero manifestar mi respeto y comprensión a las personas trans. Tienen derecho a ser felices, a ser lo que desean y NECESITAN SER. ¿Cómo juzgarlas sin saber qué les pasa, qué sienten, qué quieren? ¿A quién hacen daño siendo como son?
      En cuanto a la eutanasia creo que las personas son dueñas de su vida. Y cuando se regula por ley, lo que se hace es GARANTIZAR que nadie decida por el interesado.
      También defiendo, como tú, un mundo presidido por el amor. Y, desde esa perspectiva, no puedo convertirme en un juez que decide si las personas son buenas o malas, ni imponerles mi moral. Una cosa es la ética (que es universal) y otra la moral que practican ls diferentes religiones.Si la Iglesia se hubiera atenido a la ética no habría quemado a los herejes ni enviado a los saldados a las cruzadas.
      Yo quiero un mundo presidido por la ética. Hace mucho tiempo leí ETICA PARA NÁUFRAGOS, cuyo autor es José Antonio Marina, una persona que se considera creyente.
      Gracias por leer el artículo y por enviar el comentario.
      Te mando muchos besos (para ti y para los tuyos a quienes tanto aprecio).
      MÁS

      • Querido maestro.
        Jamás juzgaría a nadie, ni siquiera podría hacerlo conmigo, de algún modo, el riesgo sería “caer” en la excesiva benevolencia o dureza. He conocido a personas que han terminado con la vida de su hijo porque nadie les ha ofrecido otra opción, incluso se han sentido obligadas por la sociedad. Todo ser humano nos equivocamos y, en ocasiones, hay que elegir el mal menor. El error puede ser transformado en oportunidad.
        En relación a la vida humana, somos algo más que un cuerpo. Somos únicos como especie y la vida se inicia en la fecundación. Cada vez se conoce mejor el desarrollo humano, cómo y desde qué momento percibimos. Expertos han demostrado que cuando tienen que “extraer” la vida del útero materno es complicado, entre otros motivos, porque se retrotrae como protección…

        Cuando estaba embarazada de mi hija, tras complicaciones, me comunicaron varios médicos que debía “interrumpir el embarazo” (enunciado de este modo suena mejor) porque ponía en riesgo mi vida o las mal formaciones del bebé podían ser graves. Nadie me ofreció la alternativa de que, ante cualquier dificultad, tendría medios a mi alcance.
        Gracias a la compañía de mi marido y a mi propio criterio, en ningún momento nos lo planteamos. Ahora mi hija tiene 17 preciosos años…
        Con respecto a la agenda, deberíamos analizar de dónde viene, qué personas la han puesto en marcha… Un maestro me enseñó que había que ser reflexivo…
        Muchas gracias porque, a pesar de las diferencias, permites que pueda manifestar mis ideas. Y, como tú bien escribes, no puedo mantenerme indiferente.

        • Querida Lidia:
          Muchas veces sí se juzga (no digo que tú lo hagas). Se juzga como asesina a una madre que, con dolor y on angustia, se ve abocada a abortar.
          Cuando se juega la vida de la madre o la vida del feto, creo que la alternativa está clara. Porque las teorías sobre el comienzo en el que empezamos a ser personas no son coincidentes. Hay científicos que no consideran que el momento de la concepción sea el comienzo de la persona. Decir que interrumpir el embarazo es matar a Antoñito es un error y una trampa.
          Tú fuiste libre para decidir y lo hiciste responsablemente, pero no hay dos situaciones iguales ni dos personas iguales. No hay quien no tiene un marido como el tuyo, hay quien no tiene las condiciones que tenías tú, hay mujeres que no tienen la información que tenías tú…Yo no las puedo condenar ni culpabilizar sino que las quiero comprender.
          De acuerdo con el análisis que pides y exiges sobre la agenda. De acuerdo con que hay que mantener un juicio crítico. De acuerdo en que pasar de una mentalidad ingenua a una mentalidad crítica.
          Muchos besos.
          Gracias por el debate que propicias.
          MÁS

  8. Buen día desde México estimado Dr. Santos Guerra
    Que gusto seguir leyendo sus interesantes escritos. No había tenido oportunidad de colocar un comentario, pero si que he estado al tanto de leerlos.
    Hoy analiza un concepto que nunca había leído, quizás sea común en la madre patria. Por acá también tenemos muchos que no sabemos el origen, pero se repiten con singular tradición.
    Es muy interesante la idea de buscar sus orígenes y así enterder mejor el contexto de referencia, para utilzar dichas expresiones con mayor precisión o en algunos casos, dejar de utilizarlos.
    En algún libro, que no logro recordar el nombre, leí que OK es una expresión que salió de la guerra y que significaba que “Cero Kill” o “Cero muertos” y se colocaba en las casas en las que no había muertos, como señal para los equipos encargados de recogerlos. No sé que tan cierta sea esa versión, pero me pareció muy interesante.
    Saludos cordiales mi estimado Dr. Un abrazo.

    • Estimado Misael:
      Gracias por estar pendiente de la lectura. Y también por este comentario.
      Es interesante el estudio del lenguaje.Da muchas pistas sobre la semántica.
      De entre todos los términos que tiene la lengua inglesa, la palabra ‘OK’ es la más utilizada desde hace unos 180 años, tal y como ha publicado Elly van Gelderen, profesora de inglés en la Universidad Estatal de Arizona, en el portal web Quartz. Sin embargo, algo que ha llamado la atención de la lingüista es que el término ‘OK’ no siempre se deletrea de la misma forma. Hay algunos que recurren a la grafía ‘okay’ y otros simplemente unen las letras o y k.
      No conocía la versión que comentas que, por cierte, tiene un gtran interés.
      La lingüista citada sostiene que entre los académicos no hay una única explicación, y que estas modificaciones podrían deberse a cambios sociales o descubrimientos científicos que se han dado con el paso del tiempo. El Oxford English Dictionary, que es el manual por excelencia que recopila los términos de la lengua inglesa, indica que el uso más temprano se remonta a 1839, y que, por aquel entonces, significaba que las cosas están bien o bien.
      Según la profesora, los lingüistas sostienen que ya a principios del siglo XIX estaba de moda el uso de abreviaturas. Los jóvenes tendían a utilizar términos como ‘KG’ para referirse a “know go”, un error ortográfico de “no go”, cuando se referían a algo imposible. “Esta era una forma de jugar con el lenguaje”, indica Elly van Gelderen. De este modo, se cree que “OK” probablemente surgió como una abreviatura de “oll korrect”, que era una manera divertida de decir “todo correcto”. Otros dicen que deriva de “Old Kinderhook”, un apodo para el ex presidente de los Estados Unidos Martin Van Buren , o que proviene de Choctaw, un idioma nativo americano.
      En el caso que planteo en el artículo ya has visto que en castellano utilizamos muchas expresiones para expresar que algo no nos importa.
      Lo que sostengo a través de ellas es que hay problemas de los demás y del mundo que no nos pueden dejar indiferentes.
      El libro que cito defiende otra dimensión de esas expresiones: no tenemos que hacer caso a las cosas que nos quiten la felicidad y la paz.
      Un gran abrazo.
      MÁS

  9. Me preocupa mucho la actitud pasota de algunos jóvenes. Sé que hay de todo, pero no veo en muchos de ellos aquel compromiso social que teníamos cuando éramos jóvenes en los últimos años del franquismo. Entonces había movimientos contra la dictadura, contra la represión de los mineros en Asturias, contra la censura…
    Creo que la juventud es una etapa que debería mostrar una elevada sensibilidad hacia los problemas de la sociedad.

    • Querido Francisco:
      Yo viví aquella etapa. Es cierto lo que dices. Cuántas asambleas, cuántas huelgas, cuántas carreras delante de los grises…
      Yo era delegado de curso y tenía serios enfrentamientos con la policía.
      Existía un alto nivel de rebeldía frente a un sistema autoritario, carente de libertades y cargado de represalias.
      La Universidad era un foco de contestación, de inconformismo, de solidaridad con los problemas del mundo.
      Me preocupa la pasividad, la indiferencia, el pasotismo de una parte de la juventud, a pesar de que hoy la INFORMACIÓN ES MUCHO MAYOR.
      Gracias por compartir tus ideas.
      Un abrazo.
      MÁS

  10. Nunca había escuchado ni leído la palabra melasudismo. Me parece que puede dar mucho juego porque la expresión me la suda está a la orden del día. Y creo que de forma preocupante. Porque no hay que dejar de preocuparse por muchas personas, por muchas situaciones, por muchos problemas…
    El pasotismo es una enfermedad de este siglo.
    Creo que también nos tienen que importar las consecuencias de nuestro comportamiento.
    No se puede decir que me la suda lo que les parezca a los demás.

    • Querida Marta:
      Gracias por tu nueva participación en el blog.
      De acuerdo con esas dos acepciones críticas a la expresión sobre la que reflexiono en el artículo.
      Es poco cortés que los hijos respondan a los padres con esa expresión (un tanto grosera) porque es probable que bajo ella se esconda una buena dosis de irresponsabilidad.
      Hace falta, como dices, un mayor compromiso con los problemas que tienen otras personas.No nos puede dar igual que haya guerras, pobreza, injusticias, discriminaciones, opresión, desigualdad, injusticia…
      Frente a pasotismo, solidaridad.
      Besos.
      MÁS

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.