La responsabilidad de votar

6 May

No comparto, aunque respeto, la postura de quienes se muestran tan defraudados por los políticos que deciden no acudir a las urnas bajo el pretexto de que todos son malos y de que todos son iguales. O de este otro argumento: los políticos de antaño eran magníficos, pero los de ahora son impresentables. Da igual elegir que no elegir porque el desastre está asegurado. Pienso que no es verdad ni una cosa (ahora todos son malos) ni la otra (ahora todos son iguales). No ir a votar supone dejar en manos del azar o de los dioses o de no se sabe quién el futuro del país.  No ir a votar  supone una declaración explícita de que es mejor que alguien gobierne sin elecciones, es decir, que gobierne un dictador. Votar, por consiguiente, es un deber democrático. No el único, ciertamente. Entre votación y votación  no dejamos  de ser ciudadanos  y ciudadanas, con derechos y deberes.

Respeto menos  la actitud de quienes por pereza, dejadez, comodidad o desinterés, ni se molestan en saber quiénes se presentan, con qué programas, con qué ideología, con qué promesas electorales. Sencillamente, me parecen irresponsables. No solo no votan sino que se desentienden de cualquier exigencia ciudadana. Eluden el deber democrático de votar y se declaran apolíticos.

Es curiosa y significativa la actitud de los políticos cuando entran en campaña electoral porque es la etapa en la que manifiestan claramente quién es el que manda en una democracia. Mientras dura la campaña se acercan a la ciudadanía, la escuchan, la adulan. Bajan de las alturas a pie de calle para explicar, para preguntar, para prometer, para dialogar. Porque su futuro depende de los votantes y de las votantes. El problema es que una vez finalizadas las elecciones ese vínculo  se debilita o se rompe.

Es deber de los ciudadanos y las ciudadanas escuchar, analizar, solicitar, exigir y acudir a las urnas. Es un deber mirar hacia atrás y escudriñar si todo lo que se prometió en anteriores elecciones se ha cumplido o se ha dejado de cumplir y por qué.

Algunos periodistas intensifican su campaña permanente añadiendo una dosis mayor de virulencia. El grado de parcialidad de algunos es tan exagerado, tan agresivo, tan visceral que convierten cada palabra en un insulto y en un desprecio a los políticos que no piensan como ellos y, en consecuencia, a todos aquellos que los votan. También aquí diré que no todos los periodistas son  malos ni todos son iguales.

Me voy a referir a dos que me parece que encarnan la antítesis de la racionalidad y de la ética. Y voy a decir sus nombres. Me refiero a Carlos Herrera, de la COPE, y a Federico Jiménez Losantos de Es radio. El nivel de las descalificaciones, de los insultos, de los juicios de valor, de las actitudes despectivas,  de las bromas crueles, sobrepasa las líneas básicas del respeto. Sus adversarios (de izquierdas, claro) son la encarnación del mal. Criticar es discernir, no es demoler. Analizar es argumentar no insultar. Libertad de expresión no es libertad de agresión. ¿Cómo se creen que se sienten los votantes de quienes tanto desprecian y a quienes tanto insultan?

No me gusta que en la campaña electoral se introduzcan altos niveles de descalificación del adversario. Parece que el núcleo de la argumentación está más en la  destrucción del argumentario de los otros, que en la defensa rigurosa  del propio. Qué decir de ese afán malsano de buscar y sacar en época de campaña todos los trapos sucios del contrincante. Como si la suciedad solo se encontrase debajo de unas siglas. No se dan cuenta del daño que se hacen a sí mismos cuando tratan de mostrar lo despreciables que son  los otros. Por eso me gustan más los debates que los mítines. Me gusta más la argumentación serena que los insultos, los gritos y las descalificaciones.

En el libro “Aristóteles y armadillo llegan a la capital”, cuyos autores son los filósofos estadounidenses Daniel Klein y Thomas McCachcart y cuyo subtítulo es “Cómo analizar las mentiras de los políticos con humor”, aparecen unos políticos dialogando sobre el discurso que se va a pronunciar en un mitin. Uno de ellos dice a los colegas: El discurso para el mitin ha quedado muy bien, solamente hay dos ideas que no han quedado suficientemente confusas.

Hay una acusación que siempre me ha resultado pintoresca. Cualquier iniciativa que se plantee en plena campaña merece una inmediata descalificación:

  • Es una medida electoralista.

Pero, caramba, también esa crítica es electoralista. ¿Hay que dejar de hacer algo que es necesario, oportuno, y conveniente  hacer por temor al etiquetado? Pues resulta que no hacer nada también sería electoralista, en el sentido inverso.

Lo que no me parece de recibo es llenar la campaña de promesas falaces, a sabiendas de que lo son. Porque se puede prometer algo sinceramente y después no cumplirlo porque las circunstancias son otras. Pero entonces hay que explicar el porqué del cambio, el por qué de la imposibilidad. He contado alguna vez la historia de un político que muere y llega al otro mundo preguntando por la normativa  que existe sobre el destino definitivo. Le dicen que es necesario pasar veinticuatro horas en el cielo y otras veinticuatro en el infierno. Y, después, con sumo cuidado, ya que no existe la posibilidad de cambiar la decisión, es preciso elegir dónde se  desea pasar  la eternidad.

Deciden comenzar por el infierno. Cuando le abren las puertas del infierno se encuentra a otros políticos de su partido paseando en un clima estupendo y en un camino hermoso. Tienen rostros juveniles y sonrientes, visten trajes elegantes y conversan de manera animada. Camina sin rumbo y encuentra un campo de golf de verde resplandeciente y se entretiene en jugar unos hoyos con otras personas que  juegan sin ninguna prisa.

Cuando pregunta dónde se puede comer algo, le dicen que hay un restaurante llamado El Tridente en el que la carta es extraordinaria y completamente gratuita. Se acerca al restaurante y pide caviar, langosta, vinos de marcas exquisitas. Comparte la comida con un alegre grupo de hermosas y elegantes mujeres.

Los altavoces anuncian que en breves momentos comenzarán los bailes y las fiestas.  Todos están invitados. No puede estar más feliz. Pasan las horas velozmente. Y, cuando casi se ha olvidado de por qué está allí, le llega un aviso  recordándole que ha finalizado su tiempo de estancia en el infierno.

– ¿Qué tengo que hacer ahora?, pregunta.

– Tiene que pasar veinticuatro horas en el cielo, le dicen.

Abren las puertas del cielo y ve unas nubes blancas de diferentes tamaños, le dan un arpa y le informan  de que puede pasar de una  nube a otra libremente. No hay nadie y nadie vendrá. Él comenta que no sabe tocar el arpa. Tiene que estar solo. Dice que es suficiente, que ya ha decidido. Pero informan de que no es posible abreviar la estancia. El tiempo se le hace interminable  y aburrido.

Llega el momento de decidir dónde quiere pasar la eternidad. Dice que no tiene dudas. Quiere ir al infierno. Le advierten una vez más que  no puede cambiar la decisión. Lo tiene más que claro. La diferencia ha sido enorme. Si no se puede cambiar, mejor.

Entra de  nuevo en el infierno, pero ahora  todo es diferente. Los políticos de su partido siguen allí, están vestidos con harapos y buscan comida en la basura. Sus rostros son decrépitos. El clima es asfixiante, el olor fétido e insoportable. Camina en busca del campo del golf para olvidar la pésima impresión, pero está calcinado. Cuando pregunta por el restaurante y la comida le dicen que tiene que buscar en la basura como están haciendo sus compañeros.

Entonces decide cambiar la decisión.  Prefiere ir al cielo porque, aunque aburrido, al menos es soportable. Le recuerdan que no es posible. Entonces, irritado, pide elevar una queja enérgica. Le han engañado miserablemente para toda la eternidad. Le aconsejen  que vaya a presentar esa  queja a las oficinas del infierno.

  • Ayer pasé aquí veinticuatro horas maravillosas pero hoy, después de elegir pasar aquí toda la eternidad, he visto que todo ha cambiado. ¿Qué ha sucedido?

– Muy sencillo, señor. Ayer estábamos en campaña electoral.

Hasta aquí la historia y la evidente conclusión.  No se debe prometer hacer un puente en un pueblo en el que no existe un río. No puede ser la campaña una competición para ver quién da más.

Los ciudadanos tenemos que ser exigentes.  Para ello tenemos que saber pensar  y tenemos que trabajar para convivir en una sociedad justa. Hace unos años  Philippe Perrenoud escribió  un  breve y contundente artículo titulado “La escuela no sirve para  nada”. En él dice que puede un  político despreciar al pueblo y ser  votado masivamente en las siguientes elecciones. Se pregunta el autor: ¿Para qué les sirvió a esos votantes la escuela? ¿Qué aprendieron en ella? ¿Les enseñó  a pensar? ¿Les enseñó a convivir en una sociedad cada vez más justa? Inquietantes preguntas.

24 respuestas a «La responsabilidad de votar»

  1. Estimado Miguel Ángel.

    Excelente tema el que tratas esta semana ante la cercanía de las elecciones el próximo 28 de mayo.
    Yo también opino que es una obligación democrática que todos acudamos a las urnas ese día. Es necesario participar y tener claro que cada pueblo, cada ciudad se juega su futuro en las urnas.

    Mi mujer es de un pueblo pequeño de la Sierra de Cádiz y allí no se vota al partido, se vota a la persona. En muchos casos, algunos vecinos ni siquiera saben a qué partido político pertenece el votante. Y también ese día allí acuden varios autobuses de personas a votar procedente de otros lugares aunque censados en el pueblo. Esos autobuses son costeados por el Ayuntamiento con un claro interés electoral.

    Este hecho siempre me ha llamado la atención, que personas que no viven en el pueblo, que no se benefician o perjudican de las actuaciones municipales, voten allí.

    En mi pequeña ciudad, Ronda, estos días los candidatos a ediles de los distintos partidos prometen actuaciones que llevan sin hacerse años con el propósito de recaudar votos. En lo que respecta a educación, los Colegios que son muy antiguos están muy descuidados y se han pedido muchas actuaciones de mejora sin resultado. Cada Consejo Escolar se convierte en el escenario de una reivindicación para la mejora de los centros educativos que tristemente casi nunca llega. Y es que recientemente hemos sabido que, según la inteligencia artificial de Chat GPT, el pueblo más bonito de España es Ronda. El turismo aquí es lo más importante y la educación queda relegada a un segundo plano.

    Así que espero que después de las elecciones, tengamos a un nuevo Alcalde/sa que nos ayude algo más con las reformas de los centros escolares tan necesarias.

    Sin otro particular, se despide un Rondeño de pro.
    Fdo.
    Juan Francisco.

    • Querido rondeño:
      No te creerás que ayer, aquí en México (ciudad VILLAHERMOSA) alguien me dijo lo mucho que le había gustado la ciudad de Ronda. Hasta dónde llega vuestra fama…
      Es verdad que en las elecciones locales pesa más la persona que el partido.
      Tú planteas un buen criterio: ¿qué ha hecho o qué promete hacer con la educación y con la escuela?
      Estoy a punto de subir al avión que me lleva de México a Madrid.
      H asistido a un importante Congreso en la ciudad de Villahermosa, en el estado de Tabasco.
      Un abrazo.
      Siempre me alegra verte por aquí.
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  2. Buenos días Miguel Ángel:
    Ese cuento que nos relatas del cielo e infierno, en tiempo de elecciones, lo considero muy ilustrativo. Parece el año de elecciones en la ciudad en que vivo: todo se pone patas arriba, obras públicas por doquier, actividad frenética, es decir, se hace en un año lo que se tenía que hacer a través de cuatro.
    A mi modo de ver hay dos cosas fundamentales que desprestigian la política: una, las promesas incumplidas; otra, la crítica o el insulto al adversario por ser adversario político, sin hacer una contrapropuesta razonada y posible que mejore a la del adversario.
    Yo me pregunto, por qué los de mentalidad de derechas y de izquierdas no se atreven a hablar claramente de su ideario y lo camuflan con que todos buscan el bien de los ciudadanos? Por qué no explican claramente cómo entienden ese bien? Pues no es lo mismo entender el bien de los ciudadanos el favorecer al capital para que éste nos de de sus migajas, que entender que el capital debe contribuir al bien común, al menos con los mismos impuestos que se hace a los corrientes ciudadanos. En definitiva, claridad, no confusionismo, ni silencios hipócritas.
    Y otra cosa. Los privilegios de los que gozan los políticos, y se niegan al pueblo que los sustenta, son una vergüenza. Y no hay político, (sería más fácil culpar a Dios), que acabe con ellos.
    Siempre voy a votar, y pienso seguir haciéndolo mientras ande por el planeta Tierra.
    Un abrazo, querido Miguel Ángel, y saludos a todos.

    • Querido Joaquin:
      Te escribo desde el aeropuerto de México.Al venir, envié el artículo desde aquí y ahora contesto a tu interesante comentario esperando el vuelo de Iberia que me llevará a Madrid.
      De acuerdo en que a veces se camufla la ideología e, incluso, se acusa al adversario de hacer una ley ideológica. Pues, ¿cómo va a ser si no?
      Tienes razón: para votar, hay que saber qué tipo de bien nos prometes. Y eso se hace mejor en los debates que en los mítines.
      Es un poco tramposo decir lo que se ha hecho desde el gobierno en contraste con lo poco que hace la oposición. Claro, es que la oposición no gobierna, no dispone e recursos.La oposición a la señora Ayuso no puede decir todo lo que invertido en esto o en lo otro, pero sí puede decir CÓMO LO HUBIERA INVERTIDO SI GOBERNASE.
      SÉ QUE ERES UN VOTANTE RESPONSABLE.
      Eso te da autoridad para criticar después.
      Un abrazo, querido amigo.
      MÁS

  3. Muy buenas Miguel Ángel!
    Después de leer un artículo tan contundente y argumentado es difícil comentar sin repetir tus palabras. Solo me queda decir . dónde hay que firmar?
    A veces me planteo si debería ser obligatorio votar como en algunos países. Es brutal y penoso la abstención tan alta.
    Lo que comentas de los medios de comunicación es para cortarse las venas.
    En los periódicos, Quien paga la tinta?
    En las radios, a qué Señor sirven?
    Cada vez creo más en la necesidad de periodistas independientes pagados directamente por la ciudadanía. Cómo el caso de Ignacio Escolar que fundó el diario.es con cuotas de soci@s
    También en casa preferimos los debates que los mítines; estos últimos nos infantilizan.
    Bueno Magister, aunque hoy no hay desayuno compartido porque Gema está en la Jornada de Clavico en Sevilla y yo en Valencia con la Mami es un placer leerte y tenerte tan cerca.
    Mil Gracias
    Por cierto, como un cochinillo en un charco, literal; lo que estoy disfrutando tu último libro.
    Feliz finde.
    Mil abrazos para toda la Familia!

    • Querido Miguel (valenciano), querida Gema (sevillana) y yo escribiendo desde México:
      Ya veo que la diáspora no ha podido ser mayor.
      Pues sí, he pensado muchas veces que debería ser obligatorio ir a votar, aunque muchos no votantes lo hiciesen en blanco,..
      Otros deberes se exigen por ley.
      Estoy regresando de un gran Congreso celebrado en Villahermosa, México. Es un gran esfuerzo tener que dedicar cuatro días para impartir una conferencia pero LA PRESENCIA ES OTRA COSA.
      Exijamos debates. Ya está bien de gritos y de eslóganes.
      No sabes cuándo me alegro de que te guste el libro. Nunca pregunto por mis libros. Quiero dejar la libertad de leer o de no leer.
      Ignacio escolar es un hombre inteligentes, respetuoso y sensato.
      Escuché una conversación entre Jiménez Losantos y Rosa Díaz, que parecía un concurso de a ver quién insulta más y mejor. Increíble.
      Un gran abrazo. Voy a la puerta de embarque.
      MÁS

  4. Querido Maestro:
    La responsabilidad de emitir mi voto ha estado siempre dentro de mí.
    Cada año que ha habido elecciones he ejercido mi deber de votar.
    Hay algo que me incita a querer arreglar el mundo aunque sea con mi decisión de querer que salga el partido más justo, aunque en estos tiempos es algo difícil.
    Los dos conceptos, amor y deber han formulado por mi cabecita.
    Creía que tenía un gran ejemplo en casa, que luchaba por mantener los derechos de las personas, y al final de sus días demostró ser la persona más tóxica y engañosa del universo.
    ¿Y después de esto, a quien crees?
    ¿Quién dice la verdad?
    ¿ En qué persona que te ofrece el oro y el moro vas a creer?
    ¿A que partido político vas a votar?
    ¿Si personas que deben querer lo mejor para ti, te engañan y te hacen daño, que puedes esperar de los demás?
    !Es muy complicado!
    Pero nunca me doy por vencida y siempre ejerzo mi deber de ciudadana de ir a votar.
    Nunca pierdo la confianza en el ser humano,no todos son iguales.
    Espero que el partido nos dé esperanzas y confianza.
    Y ya sin más me despido con un cordial y sincero abrazo para todos.
    !Qué la semana os sea feliz y leve!
    Muchos besos.
    P.D. No se si su nuevo libro está ya en curso; pero me gustaría tenerlo.
    Mi ojito sigue recuperándose. Estoy contenta me han dado el alta. La gente como usted tiene mucho que ver en mi recuperación. Muchas gracias.

    • Querida Loly:
      Imaginaba que ibas a cumplir con tu deber de democrático de votar y no me equivocaba. no me ha sorprendido lo más mínimo.
      Otra cosa es el sentido de voto y todo lo que nos lleva a elegir una determinada opción. Porque eso depende de muchos factores, intelectuales, afectivos, sociales, experienciales… Tú hablas de algunos.
      El libro ya anda por aquí. Ya habrás visto que Miguel Vila dice que está disfrutando leyéndolo… El lo pidió al distribuidor español de mi editorial argentina.
      Espero que sigas recuperando la visión hasta llegar a la plenitud.
      Besos, gracias y buena semana.
      MÁS

  5. Buenos dias estimado Maestro
    Gracias por su articulo de hoy. Coincido plenamente con sus argumentos y añado dos comentarios personales:
    1.- El rol censurable de algunos periodistas y medios de comunicacion que dejan de ser independientes cuando es evidente su posicion favorable hacia algun candidato de su preferencia, más que periodistas independientes parecen relacionadores públicos al servicio de ese candidato.
    2.- En Ecuador la Constitución permite iniciar un proceso de revocatoria del mandato en contra de aquella autoridad que una vez electa no cumple con sus responsabilidades o no cumple con su programa y promesas de campaña
    En todo caso coincido con Usted en que la escuela debe lograr que sus estudiantes no sean ingenuos votantes que facilmente se dejan manipular y engañar por candidatos demagogos y corruptos.
    Gracias Maestro y si sabe algo del proyecto de homosapiens respecto a mi libro le agradezco su informacion. Disculpe las molestias.
    Un abrazo fraterno desde Ecuador .

    • Querido Eduardo:
      Empezaré por lo último.
      Hace poco hablé con Perico, que es el nombre del director de Homo Sapiens, y me dijo que estaban leyéndolo algunos jueces que tiene la editorial. No tardarán en decirnos algo. Creo que saldrá adelante, aunque la situación de Argentina es muy grave.
      Tengo en proyecto hacer un viaje a Ecuador. Ya te avisaré con tiempo cuando estén cerradas las fechas.
      En cuanto al tema de la semana, tus dos sugerencias son interesantes.
      Hay muchas trampas que es preciso descubrir para votar con un poco de rigor. No siempre es fácil detectarlas.
      Un abrazo y gracias.
      MÁS

  6. Estimado Miguel Ángel, estoy muy desencantado con la política y los políticos, de Carlos Herrera y Federico Jiménez Losantos, a quien Dios se la dé San Pedro se la bendiga, no los soporto son demasiado faltones y prepotentes (nadie es más que nadie) ellos se creen que si lo son, ¡qué equivocados están!.
    Las últimas elecciones no voté y en estas próximas tampoco, cuando dejen de pelearse entre ellos y parlamenten como es su deber, me lo pensaré.
    Hay que predicar con el ejemplo, es mi humilde recomendación a aquell@s que se dedican al servicio público como tanto promulgan en sus discursos.
    Un abrazo querido Profesor y siempre agradecido por sus artículos.
    Muchísimas gracias.

  7. Hay que votar.
    Creo que es un deber democrático, sean como sean los políticos.
    No se trata solo de ir a votar. Se trata de saber a quiénes y qué votamos.
    Y eso exige conocer la realidad y los programas y tomar posición de forma responsable.
    Quien no va a votar, no tiene a derecho a protestar.
    Saludos.

    • Querida Raquel:
      Los ciudadanos no tenemos solo derechos, tenemos también obligaciones. Una de ellas es acudir a las urnas.
      Me molesta que haya porcentajes tan altos de abstención.
      Hemos echado mucho de menos la participación en cuarenta años de dictadura. Ahora podemos decidir y damos la espalda a esa obligación y a ese derecho.
      De acuerdo que no se trata solo de votar.También es importante hacerlo con conocimiento y responsabilidad.
      Besos y gracias.
      MÁS

  8. No sé por qué no es obligatorio ir a votar. La democracia permite disfrutar derechos pero también exige cumplir obligaciones.
    Votar es esencial porque supone la elección `por parte del pueblo de quienes van a gobernar. Esa es la esencia de la democracia. El poder está en el pueblo. Está en los votantes.

    • Querida María:
      Me gustaría que el siglo XXI sea el siglo de los deberes, de las obligaciones, de las exigencias democráticas.
      La democracia es un sistema en el que no solo tenemos que pensar en los beneficios que vamos a disfrutar sino en los sacrificios que tenemos que hacer.
      Creo que fue el presidente J.F. Kennedy quien dijo: no hay que pensar solo en lo que el Estado puede hacer por ti sino en lo que tú puedes hacer por el Estado.
      A me gusta mucho este lema: que tu comunidad sea mejor porque tú perteneces a ella.
      Besos y gracias, querida María.
      MÁS

  9. Que tal mi estimado Dr. Santos Guerra.
    He leído este artículo y no me sorprende que todo lo que usted bien dice, sea un problema universal… también lo vivimos en nuestro país. Las personas que tienen un interés en algún puesto público, lejos de tener propuestas viables, orientadas a las necesidades reales del pueblo que pretenden representar, se congratulan con insultar a sus adversario políticos, desacreditando todo cuanto hacen o dejan de hacer.
    Hace unos días, estuve viendo una sesión del congreso (En México) en la cámara de senadores y era un verdadero circo; se peleaban por la palabra pero para ofender, llevaban pancartas con mensajes irrespetuosos, con mofa del uno contra el otro. Hace unos días secuestraron el estrado quedándose a dormir en las instalaciones, hasta que nombraran una persona para determinado puesto público. Considero indignante la incapacidad de llegar la toma de acuerdos de manera civilizada. Me causa enojo, desesperación ver la forma en la que se comportan los representantes del pueblo, anteponiendo sus intereses políticos a las necesidades realeas de la sociedad. Erogando sueldos super altos y sin mostrar trabajo.
    He votado tres veces para presidente y todas las acasiones revisé a profundidad las propuestas de campaña y elegí las que más se acomodarán con las que de verdad ayudarían a nuestro país. Lamentablemente la gran mayoría han quedado en el olvido, porque una vez que ganaron el puesto, inció de nuevo la campaña para el próximo periodo y se olvidaron una vez más de las promesas, de las necesidades de las personas que representan y se centraron en la preservación del poder.
    He llegado a pensar como usted lo dice, a ejercer mi voto en la falta de un candidato que llene las expectativas no solo en sus promesas si no también y muy importante en dignidad, en la confianza y valores como persona. Muchas personas van a votar, solo para cancelar su papeleta, en señal de incorformidad, por no tener confianza en ninguno de los participantes. El nivel de abstinencia electoral ha ido en aumento, cada vez son menos los que tienen confianza en los políticos, pero si el pueblo deja de votar, quedaremos a merced de todos aquellos lobos rapaces que quieren el poder por el poder solo atendiendo sus caprichos, llenando sus bolsas con el dinero del pueblo. Por eso es muy importante que motivemos la participación en las votaciones y analizar bien la información, porque somos el único contrapeso contra la política corrupta, mal orientada de quienes quieren controlar todo, solo de acuerdo a sus intereses.
    Los cambios más profundos y significativos, parten de abajo hacia arriba, por eso tenemos que seguir haciendo fuerza, obligando (Porque somos mayoría) a que cada político de comprometa a cumplir lo que dijo en campaña o se vaya…
    Saludos cordiales mi estimado Dr.

    • Querido Misael:
      Qué interesante y doloroso comentario.
      Gracias por compartir tus ideas y tus argumentos.
      Cuán ciertas son las cosas que dices. Es necesario pensar ene ellas y actuar de forma consecuente.
      Tenemos en España un hecho increíble de políticos en campaña electoral. Un político de la CEDA (Confederación Española de Derechas Autónomas) prometió en un pueblo hacer un puente. Cuando los asistentes le dijeron que no había río en el pueblo, el político, enardecido, dijo que también les haría el río.A la hora de votar tendríamos que tener en cuenta el cumplimiento o incumplimiento de las promesas electorales.
      Un cordial saludo.
      MÁS

  10. Ya estamos en campaña electoral.
    Oficialmente se trata de dos semanas pero se entra en campaña meses antes.
    Los políticos tienen durante la campaña un reto importante: tienen que ganar al público pero deben hacerlo desde la autenticidad y la verdad.
    No valen las mentiras, no valen las trampas.
    La historia del artículo es fantástica.

    • Estimado Mario:
      Esa debería ser la actitud de los polÍticos durante la campaña electora: AUTENTICIDAD.
      Lo peor de las mentiras lanzadas en la campaña es que luego no se tengan en cuenta a la hora de volver a votar.
      Gracias por tu comentario.
      MÁS

  11. Acabo de oír que la señora Ayuso está a punto de conseguir la mayoría absoluta.
    Es para mí como un milagro.
    Yo no me explico cómo puede conseguir ni un solo voto.
    Considero intolerable que una persona muestra tanto odio y desprecio al adversario político.

    • Querida Sandra:
      Para mí es incomprensible que la señora Ayuso tenga un éxito tan extraordinario.
      No solo no me gustan sus descalificaciones de la izquierda sino que me parecen sus formas de actuar profundamente antidemocráticas.
      Me resulta intolerable ese desprecio y esa descalificación permanente de sus adversarios.
      Y su política está encaminada a la defensa de los ricos.
      Gracias.
      Besos.
      MÁS

  12. No es fácil saber qué es lo que mueve la voluntad de los electores durante la campaña electoral: si mítines, si encuestas, si debates, si carteles… El caso es que se gasta mucho dinero público en envío de publicidad, en desplazamientos, en alquiler de locales…
    Por otra parte hay quienes están tan decididos a votar a un partido que no se van a mover ni un ápice de posición pase lo que pase.
    En lo que estoy de acuerdo es que en que hay que ir a votar.

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