El teorema y el soneto

3 Sep

Se aproxima el comienzo del curso escolar. He propuesto en varias ocasiones en este mismo espacio que el inicio  del año académico debería ser celebrado con una fiesta. Hay más motivos para ello que para  festejar la llegada del Año Nuevo. En ese caso no hay más que un salto en el calendario, pero el comienzo del curso escolar  conlleva un proyecto gigantesco, lleno de ilusión y de coraje,  en el que las instituciones, los profesionales de la enseñanza, las familias y los alumnos y las alumnas, de forma colegiada, inician una aventura  maravillosa de convivencia y aprendizaje. Es casi un milagro que, una vez más, la impresionante maquinaria escolar de un país, se ponga en marcha  en todos sus ciclos y niveles.

Dice Michel Serres, filósofo e historiador de las ciencias, miembro de la Academia europea de Ciencias y Artes y de la Academia francesa:  “Si usted tiene un pan y yo tengo un euro, y yo voy y le compro el pan, yo tendré un pan y usted un euro, y verá un equilibrio en ese intercambio, esto es, A tiene un euro y B tiene pan, y a la inversa, B tiene el pan y A el euro. Este es, pues, un equilibrio perfecto. Pero si usted tiene un soneto de Verlaine, o el teorema de Pitágoras, y yo no tengo nada, y usted me los enseña, al final de ese intercambio yo tendré el soneto y el teorema, pero usted los habrá conservado. En el primer caso, hay equilibrio. Eso es mercancía. En el segundo, hay crecimiento. Eso es cultura”.  Y yo añado: eso es educación.

Para realizar esta segunda operación hace falta la voluntad de la entrega y el gozo del aprendizaje. Se trata de una transacción mediada por el afecto. La persona que entrega el conocimiento  lo hace libremente, con la alegría de compartir. La persona que lo recibe se enriquece de forma relevante.

Es lo que se avecina con la llegada del curso escolar. Al enseñar (no me olvido de que también los alumnos y las alumnas enseñan sin cesar al profesorado) se produce una interacción enriquecedora. Quien enseña no pierde aquello que ha enseñado. Es más, se enriquece con la satisfacción de que otros compartan con él la satisfacción y la alegría de saber.

 En un mundo en el que el que tiene conocimiento tiene poder, el profesor es un profesional que comparte lo que sabe de forma generosa con sus alumnos y alumnas. Y también está dispuesto a aprender.  En el año 2008 publiqué en Homo Sapiens un libro con este título: Enseñar o el oficio de aprender.

Este año voy a hacer hincapié, para dar la bienvenida al curso escolar,  en el mundo de las emociones. Después de casi tres años de pandemia que nos ha hecho caminar sobre el hielo de la ausencia, deberíamos celebrar la alegría del encuentro. Ni siquiera vamos a tener oculta la sonrisa al prescindir en todo momento del uso de mascarilla. Nos vamos a reencontrar sin cortapisas. Nos vamos a mirar intensamente y nos vamos a ver mover los labios cuando hablamos. Pero, sobre todo, nos vamos a poder abrazar  sabiendo que solo contagiamos el afecto y el respeto mutuo.

En el libro ¿Qué escuela para la postpandemia?, publicado por la Editorial Homo Sapiens (Rosario), he escrito un  capítulo  titulado “Una pantalla no es una escuela”.  Es cierto que la pantalla nos permite compartir la imagen y la palabra, pero es un muro que nos impide la vibración emocional de la presencia, el abrazo franco,  la proximidad   de la voz, el sonido de la risa, la intensidad de la mirada…

He leído en estos días un pequeño libro de un gran autor. Aunque no llevo la cuenta de forma exhaustiva, ha escrito más de trescientos libros, Y no hablo de gran autor por la cantidad sino por la calidad  y profundidad de sus obras.  Esta se titula “Maestros somos todos, incluso los que no lo somos”. Podría citar muchas de sus ideas. Para que el lector o la lectora tengan una idea de lo que habla, he elegido la siguiente frase: “Cuando se abre un aula con un buen maestro, la creación entera vuelve a latir”.  Estoy seguro de que en casi todas las aulas del mundo ocurre este pequeño y la vez enorme milagro.

Digo casi todas porque, lamentablemente, hay excepciones. Y lo lamento  no solo por los alumnos y las alumnas de estos profesionales, sino por ellos mismos. Porque es muy distinto empezar el curso con una actitud entusiasta, apasionada y optimista que hacerlo con una actitud entristecida, fría, perezosa y pesimista. Me ha  impresionado leer no hace mucho que a un profesor especialmente distante y frío le habían puesto los alumnos el mote de Escarcha. El profesor Escharcha. ¡Qué frío! Y, sobre todo, qué triste.

Los alumnos van añadiendo un año más a sus vidas y los profesores vamos descontando un año más de nuestra vida docente. El grupo de alumnos que nos corresponda seguirá teniendo los años que tenían los del curso anterior. Y así, hasta la jubilación, cuando nos separe una diferencia abismal.

Hace algunos años, el Director de un Colegio de Alicante me contó que, durante el verano, una madre le preguntó si ya se sabía quiénes iban a ser los tutores  de los diferentes cursos.  El director le dijo que sí y, como es lógico, la madre se interesó por el tutor que le había correspondido a su hijo. El Director concluyó su relato:

  • Cuando la  madre oyó el nombre del tutor que iba a  tener su hijo, se echó a llorar.

Ojalá que seamos de aquellos docentes que, conocido el nombre por los padres, sea motivo de alegría y no de lágrimas.  

Estamos tan acostumbrados a que este milagro del comienzo de curso suceda cada año de forma regular que no lo celebramos de la forma debida. No siempre es así. No en todas las partes del mundo. Ahora, en Ucrania, hay una guerra, que impide que ese proceso se produzca de forma tranquila. Miles de personas que se proponen una experiencia de aprendizaje feliz. En algunas ocasiones no empieza para todos. En Afganistán las niñas no pueden escolarizarse. Estoy leyendo un libro titulado “La bibliotecaria de Auschwitz”, escrito de forma autobiográfica por  Dita Kraus. En la página 73  dice: “El 1 de septiembre de 1940 el curso arrancó como era habitual. Comenzó para todos los alumnos y estudiantes, pero no para mí, ni para ningún otro niño judío”.

Aquí vamos a ser testigos y protagonistas de esta experiencia maravillosa. Ya sé  que cuesta sacudirse la flojera de las vacaciones: hay que madrugar, hay que esforzarse, hay que asumir rutinas más exigentes…, pero juntos, para obrar ese prodigio de aprender, de descubrir y de mejorar el mundo.

Quiero desear a todos y a todas, protagonistas y testigos, un curso feliz. Esforzado y feliz. Teniendo en cuenta que no se va a tratar solo de una experiencia individual sino de una gran transformación colectiva y social. Un curso académico es un paso hacia el desarrollo  democrático de un país. Al fin al del curso, no solo sabremos más sino que sremo0s mejores.

Por si alguien no la conoce quiero contar la hermosa historia, acaecida en la construcción de la catedral de Chartres.  Un viandante se acercó a las obras y, después de saludar, le preguntó a un trabajador:

  • ¿Qué está haciendo, señor?
  •  Ya lo ve, levantando esta horrible y pesada piedra, con este calor insoportable, con este sudor  que hace que se me peguen las moscas a la piel…

A otro trabajador que está a su lado, le hace la misma pregunta. Y este responde:

  • Pues ya lo ve, haciendo una pared, con este clima tan caluroso y estas piedras tan pesadas…

A un tercero que no está lejos de los dos anterores le hace la misma pregunta. Y este dice con alegría, orgullo y satisfacción:

  • Yo estoy construyendo una catedral.

Están haciendo lo mismo, pero cada uno lo está viviendo de una manera, le está dando un sentido diferente. Uno maldice la tarea, otro la soporta y el terceo la disfruta dando un sentido  a su trabajo.

Me cuesta estar fuera de este inmenso proyecto de transformación. No puedo estar en él como protagonista, pero estaré admirando, aplaudiendo y celebrando como testigo la llegada de esta nueva primavera del saber y del amor.

Quiero proponer a todos los participantes un lema que a mí me ha ayudado toda la vida: “Que mi escuela sea mejor porque yo estoy trabajando (estudiando, cocinando, limpiando, orientando, dirigiendo…)  en ella”.  Feliz curso para cada uno y para la sociedad entera.

24 respuestas a «El teorema y el soneto»

  1. Querido Maestro:
    !Precioso artículo!
    Bien fundamentado y adquiriendo el matiz emocional que tan importante es para ser grandes personas.
    Sí , empieza el curso, y me propongo contribuir a que todo sea, productivo, emocional y bonito.
    Me surgen muchos recuerdos, unos más gratificantes que otros.
    Pero la experiencia de ser maestra es el milagro de mi vida.
    No se me otorgó con toda la plenitud que me hubiera gastado, pero el tiempo que pude desarrollarlo me cambió la manera de ser y de pensar.
    Porque si tienes vocación, aunque no ejerzas, eres maestra siempre, en el sentido de enseñar y aprender.
    Estoy aquí para en lo que pueda ayudar a mis nietos que empiezan un nuevo curso.
    Ofreciéndoles mi mano amiga para que sean felices y disfruten de la suerte que tienen de tener una familia que les va a ayudar en esa nueva aventura educativa..
    Es un milagro poder hacerlo con normalidad y recibir los afectos y los abrazos de las personas cercanas.
    !Arriba el encuentro con las emociones que provoca la escuela y el nuevo curso!
    Disfrutemos todos con ello.
    Y ya sin más, deseando que la semana sea feliz y leve , me despido con un gran abrazo para todos.

    • Querida Loly:
      Tú fuiste protagonista de esta maravillosa experiencia durante muchos años. Yo lo alargue hasta que no pude más. Tenía la sensación de ser una minùscula partícula en la construcción de esa catedral que es la cultura de un país.
      Hoy nos toca ser testigos y, como dices, echar una mano allí donde estemos y como podamos. Tú, ayudando a tus nietos a vivir felizmente su proceso de crecimiento y aprendizaje. Yo, además de acompañar a mi hija en su último año de bachillerato, con mis artículos, libros y conferencias.
      Dices bien que me ha preocupado dar dimensión al componente afectivo del inicio y del proceso. Eata es una profesión que gana autoridad por el amor a lo que se enseña y el amor a los que se enseña.
      Besos, gracias y feliz primera semana del mes de septiembre.
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  2. Querido Miguel Ángel:
    Ya conocemos tu entusiasmo por la educación, has dejado y sigues dejando tu alma en ello.
    Es un recuerdo extraordinario esos comienzos de curso: de los pequeñines, que también tuve, echando su alma fuera entre sollozos y lágrimas porque veían la entrada en la escuela como el abandono de la madre para entrar en algo incierto, desconocido.
    También he asistido a otros muchos en que se traslucía la alegría de comenzar de nuevo, de encontrarse con sus amigos del curso anterior, de ver que seguían con el profesor que querían.
    Ciertamente el comienzo de curso es un día lleno de emociones para los alumnos y para los profesores.
    No creo equivocarme si digo que la mayoría del profesorado comienza con ilusión, con proyectos educativos, con entusiasmo. Las excepciones son naturales a la vida.
    Los que hace tiempo que físicamente no participamos de este evento, sí que mentalmente nos trasladamos a esos momentos.
    El nuevo mundo se fabrica en gran medida ahí, en las aulas, ya sabemos que la educación es compleja: el aula, la família, los amigos, los medios de comunicación, la inteligencia individual, todo un conglomerado de cosas que van modelando nuestra personalidad.
    La gran aventura comienza: Amor, proyecto, constancia, entusiasmo. Feliz siembra, feliz curso para los que tenéis, creo, la profesión más bella del mundo: ayudar a hacer personas felices y responsables.
    Un gran abrazo, querido Miguel Ángel y saludos a todos.

    • Querido Joaquín:
      Recuerdo mi primer día de clase en el Colegio Auseva de Oviedo. No se me olvidará la alegría y la emoción con la que subía las escaleras hacia la clase.
      Quise compartir esa sensación de entusiasmo con un colega (recuerdo muy bien quién era) y me echó un jarro de agua fría. Con un tono seco y anodino, me dijo:
      – Ya sabíamos a lo que veníamos…
      Sí, ya lo sabíamos. Lo que yo quería decirle es que eso que sabíamos era emocionante.
      Qué estupendo comentario el tuyo. Propio de un educador que ha dedicado la vida entera con responsabilidad y entrega a la tarea.
      Sí, comienza la gran aventura.
      Un gran abrazo, querido amigo.
      Es un honor y un placer contar con comentaristas como tú.
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  3. Muy buenas Miguel Ángel!
    Igualmente, Feliz Comienzo de Curso.
    Precioso y motivador artículo que ya corre por las redes, jeje.
    Este año tenemos una gran oportunidad de ir venciendo las consecuencias de la pandemia. Un reto Guapo. Creo también que es un gran acierto dedicar, priorizar y hacer hincapié en este curso del mundo de las emociones. La inmensa mayoría del profesorado y más los responsables de Tutorías nos reconocen que les faltan herramientas y habilidades socioEmocionales… y en ello estamos.
    Todas las semanas se reúnen en el centro por la mañana las tutoras y tutores una hora con la orientadora. La mayoría son reuniones burocráticas, pues aprovechar esta hora para formación socio emocional que luego ponen en práctica en su hora de tutoría con el alumnado para crear un clima de aula saludable está dando buenos resultados en Convivencia y académicos.
    Mil gracias por las anécdotas y los libros que sutilmente recomiendas.
    Recuerda que tus escritos y conferencias son un antídoto contra la escarcha.
    Besotes y abrazos con sonrisas visibles.

    • Querido Miguel, querida Gema:

      Magnífica metáfora: ¡UN ANTÍDOTO CONTRA LA ESCARCHA! Ojalá que así fuera.
      Se acuerdo en que tenemos una oportunidad excepcional. La pandemia no ha pasado en vano. Maturana y Ximena nos han dejado un libro en el que analizan la situación postpandemia. Se titula LA REVOLUCIÓN REFLEXIVA. Tenemos que pensar que el reencuentro sin cortapisas (pantallas, mascarillas, burbujas…) nos permite trabajar con toda la intensidad las relaciones interpersonales… Es otra cosa.
      Conozco por Lourdes, como orientadora, ese trabajo con los tutores y tutoras para la dinamización de las aulas, para la creación de un clima saludable que estimule la convivencia sana y el aprendizaje significativo.
      Feliz-feliz.feliz curso.
      Un abrazo agradecido.
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  4. Estimado amigo Miguel Ángel.

    Qué bonito artículo para empezar el curso has escrito. Se lo he enviado al grupo de Maestros/as que formamos parte de mi centro y algunos/as se han emocionado. Gracias como siempre por escribir.

    Comparto tu opinión de iniciar el curso y vivirlo como una fiesta porque lo es. El calendario indica el inicio de curso y Maestros/as, Padres/Madres, Alumnos/as, P.A.S. comienzan a preparar y organizar clases, mochilas, documentos y materiales diversos… aunque en el fondo todos/as nos preparamos con ilusión y ganas para tener un buen curso donde abunde la alegría de aprender y la motivación de enseñar disfrutando en el aula. Porque como Maestro tengo presente que, del mismo modo que en el ejemplo de construcción de la catedral que has compartido, disfrutando de nuestro trabajo y motivando al alumnado también posibilitamos que nuestros alumnos/as, compañeros y familias también disfruten y estén felices de venir al Cole. En mi opinión, esta actitud es clave y necesaria durante todo el curso.

    A todos los lectores docentes de este blog, les deseo un buen inicio de curso a todos/as lleno de ilusión y motivación. Y que la fiesta de inicio de curso continúe en cierta forma durante todo el curso.

    Buen inicio de curso para Carla y Lourdes también.

    Un fuerte abrazo desde Ronda.

    Fdo. Juan Francisco.

    • Querido amigo rondeño:
      Gracias por difundir el artículo. Y, sobre todo, por tus palabras generosas y emotivas. Se adivina detrás de ellas un profesional apasionado y entusiasta. Esta profesión no se puede desempeñar eficazmente sin pasión.
      Toda la comunidad educativa está comprometida con el proceso de enseñanza y aprendizaje que se produce en la escuela. Y toda la sociedad. Porque el sistema educativo es la causa de toda la sociedad.
      Un gran abrazo, gracias y feliz curso.
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  5. Estimado amigo.

    Para mí este inicio de curso es el 33. Número mágico… No por repetido, sigue dejándome un cosquilleo en el estómago cada vez que se produce… La incertidumbre no solo acecha al alumnado sino que se traslada a la mayoría del profesorado.

    Desde una tutoría es cierto que los lazos emocionales con el alumnado se hace mucho más estrecho. Para mí como “especialista” tengo otros alicientes… Más alumnos y alumnas con las que entablar relación, más nombres que aprender, más caras que reconocer y más personalidades que analizar para intentar dar la mejor respuesta a sus intereses y necesidades….

    Espero que, tras 32 cursos, en este nuevo siga produciendo entusiasmo entre los niños y niñas a los que les daré clase de EF. Afortunadamente, en esta asignatura, se dan infinitas situaciones en donde desplegar y aprender múltiples emociones…

    Cierro la sombrilla por este año… En este finde hemos dado los últimos coletazos playeros, ahora toca trabajar… TRABAJAR en una de las profesiones más difíciles que se pueden desempeñar. Este curso requiere, además, ponerse al día para dar respuesta a un nuevo currículo que requiere cambios en nuestras prácticas. Y para ello hay que formarse. Así que seguiremos aprendiendo para dar lo mejor de nosotros mismos a los niños y niñas que tenemos la suerte de enseñar y educar.

    Mis mejores deseos para todos los docentes en este nuevo curso. Suerte, alegría y felicidad para todos y todas.

    Un abrazo.

    • Querido Juan Carlos:
      Es emocionante leerte después de 32 años de ejercicio profesional. Porque veo que las ilusiones del comienzo no solo se mantienen sino que han sido fortalecidas y enriquecidas por la experiencia. No siempre es así, como bien sabes.
      Sé cómo enfocas tu tarea de profesor de E.F. No es igual un modo de afrontar la tarea que otro. Es admirable y alentador encontsrarse con profesionales que quieren hacerlo mejor cada año que pasa. Como dices, siempre es necesario formarse y estar al día.
      Otro año que dejamos en el trastero la sombrilla.La vida sigue, afortunadamente.
      Disfruta del nuevo año. Sé que tus alumnos y alumnas van a disfrutar contigo.
      Un abrazo y muchas gracias.
      MÁS

  6. Estimado Miguel Ángel:
    Como cada mañana de sábado fiel a la cita con tu blog desde hace más de veinte años. Siempre presto especial atención a los artículos del inicio de curso y los cercanos a los de comienzos de año o los Reyes.
    El artículo de hoy me ha parecido un artículo ilusionante y positivo para empezar el curso. Me he permitido la licencia de enviarlo al claustro de mi colegio y a la Asociación de Directores de Infantil y Primaria de Málaga.
    Gracias como siempre por escribir y trasmitirnos lo emocionante e importante que es la aventura que comenzamos cada septiembre.
    Un saludo.

    • Querido Simón:
      Siempre hace más el lector por el autor, que a la inversa. Por eso te agradezco esa larga fidelidad, tus generosas palabras y la difusión del artículo a otros colegas.
      Gracias a ti por todo lo que eso significa.Somos afortunados por trabajar en una profesión como esta.No es solo una forma de ganarse la vida; es, sobre todo, una forma de ganar la vida de los otros.
      Un abrazo y feliz curso.
      MÁS

  7. Compañer@s : Soy una maestra jubilada . Me gustaría poder seguir ejerciendo y empezar otra vez el curso con vosotr@s . Siempre recuerdo mi trabajo con mucho cariño porque soy una maestra vocacional . Cada actividad nueva e innovadora , a pesar del esfuerzo , era para mi muy gratificante . Aunque el destino me haya retirado de la enseñanza antes de tiempo , siempre seré maestra y aún sigo ejerciendo con el voluntariado . Es de los trabajos más bonitos y gratificantes que se pueden tener . También sacrificado , pero merece la pena con creces . Pensad que todos estáis construyendo una catedral y que el gran esfuerzo merecerá la pena .

    • Querida Remedios:
      Qué hermoso ejemplo. Siempre he dicho que la forma de llegar a la jubilación es un indicador de lo que ha sido el ejercicio de la profesión. Hay quien vive ese momento como una liberación y hay quien -como tú- piensa que ha dejado atrás una fuente inagotable de felicidad y de vida.
      Siempre seremos maestros y maestras, claro que sí. Es una forma de vivir.
      Trabajo difícil y esforzado, es cierto. Pero siempre da frutos.
      Besos. Gracias por tu comentario y por tu ejemplo.
      MÁS

  8. Querido Miguel Ángel:
    Muchas gracias por los deseos expresados y Feliz inicio de curso para ti y todos los asiduos al blog. ¡Qué aventura la de este curso sin mascarilla!
    Siempre me ha emocionado el inicio de curso por el reencuentro con todos y todas: compañeros de claustro, demás personal que trabaja en el centro y sobre todo… el alumnado…
    Pero este año lo siento como algo aún más especial porque, después de dos años largos de pandemia con mascarilla, parece como si hubiera olvidado las caras. Y con el alumnado adulto con el que yo trabajo (muchos de ellos tienen taitantísimos) ese aspecto resulta más significativo, porque no sólo afecta a la cara sino también al oído (con mascarilla parece que la voz se transforma, se amortigua y nuestro oído no alcanza a discriminar correctamente todo lo que le llega).
    Es una nueva pasión, un momento único y entrañable porque con este tipo de alumnado, no sólo intentas enseñarles aquello que no pudieron aprender cuando eran niños o niñas , sino que de alguna manera también les ayudas a recordar lo que van olvidando. Y en no pocos casos, simplemente interesa escucharles (hay demasiadas personas mayores que viven solas). Porque la educación permanente de personas adultas desempeña una función social muy importante, aunque no se sabe reconocer bien si no se conoce.

    Que sea un curso próspero para todos y todas en los muchos aspectos que abarca la educación: nuevos contenidos con nos ayuden a ampliar horizontes, nuevos compañeros a los que conocer y con los que compartir, nuevas emociones por sentir y bonitas experiencias de vida.
    Mucha suerte a todos y a todas…y ¡A disfrutarlo!

    Un abrazo
    Mª Ángeles Peláez

    • Querida María Angeles:
      Se aprende durante toda la vida. Es cierto que el aprendizaje escolar se asocia a la infancia y a la juventud, pero nunca es tarde para el descubrimiento y el aprendizaje.
      El trabajo con adultos tiene sus peculiaridades que tú conoces bien. Una amiga de la Universidad Complutense, especialista en esta materia, ha escrito artículos y libros muy interesantes sobre el tema. Se llama Josefa Cabello.
      Que tengas un feliz curso y que hagas felices a quienes trabajen contigo.
      Besos y gracias.
      MAS

  9. El comienzo de curso es un momento muy atractivo. Y más en estas circunstancias de plena normalidad. Sin mascarillas, sin tantas preocupaciones. sin tantas burbujas, sin tantos miedos…
    Podemos recuperar aquella normalidad, pero ahora con una consciencia plena de que lo que hemos dejado atrás.
    Por eso me ha parecido muy interesante este artículo que pone el énfasis en la dimensión emocional.
    Quiero desear un curso feliz a toda la comunidad educativa.

  10. Soy profesora y siempre vivo el inicio del curso con la emoción de conocer nuevos alumnos y alumnas.
    Ea cierto lo que dices, MAS, porque ya voy acumulando años de experiencia y ellos siguen teniendo la misma edad que tuvieron mis primeros alumnos y alumnas.
    Eso requiere de mí un esfuerzo por adaptarme a su realidad actual. Porque aunque tengan la misma edad que aquellos, no son los mismos Ahora, entre otras cosas, han atravesado una pandemia, con todo lo que eso significa.
    Tengo que conocerlos y quererlos como son., no como yo quisiera que fueran.
    Feliz curso

  11. Querido Miguel Ángel:
    Te leo desde el otro lado del charco, aquí no estamos al inicio de un curso, vamos ya dos terceras partes pero he recibido tu artículo como una ducha fresca, vitalizante; pues con un grupo de apasionados por ese aprendizaje mútuo que acontece con los niños empezaremos un centro con un nuevo enfoque.
    Recuerdo mis primeros días de clases cada año un 5 de febrero, vomitaba la noche anterior por los nervios, no sabía cuál sería el personaje que tendría que jugar ese año ya que el mío, el verdadero, nunca encajaba ni con profesores ni con alumnos. Hoy a mis 40 recién puedo decir que después de una larga búsqueda personal, esas rarezas y recursos tan fuera de lo común no estaban “mal” sólo hacía falta profesores curiosos por des-cubrirlos, por des-cubrirme. Sueño con maestros que sepan levantar esa cubierta en cada niño y niña, que puedan por lo menos mantener la luz encendida en sus ojos. Ese es el nuevo enfoque que queremos poner en práctica. Tras mucho estudio, investigación y creación aunque no estamos listos del todo pero leo tu artículo como un “vamos que se puede”. Gracias por eso.

    P.D. Necesitaremos mucho apoyo y contínuo aprendizaje, sería genial poder contactarte algún día.

    • Querida Ada:
      Qué hermosa historia adivino detrás de tus palabras.
      Y qué magnífico proyecto intuyo que se encuentra detrás de ese grupo de soñadores y soñadoras.
      Os envío todo el ánimo y toda la fuerza para que “mantengáis la luz encendida en sus ojos”.
      Muchos besos.
      Muchas gracias por leerme y escribirme.
      Mucho ánimo.
      MÁS

  12. Dr. Santos Guerra
    Uno de mis docentes de la Escuela Normal, tenía un buen dicho “Alumno que no supera al maestro, ni fue buen alumno, ni tuvo buen maestro”.
    Creo que la educación encierra esa magia, la de siempre querer ver a nuestros alumnos que triunfen, que sean mejores que nosotros mismos. La educación es crecimiento, como bien lo dice. Me gusta evaluarme constentemente, porque así tengo tiempo de corregir el rumbo cuendo me estoy extraviendo en mis clases. Recuerdo una conferencia de la Dra. Pilar Pozner, en la que decía que la evaluación debe ser constante, por que de que sirve que nos evaluemos al terminar un ciclo o una materia, cuando ya nada podemos hacer por cambiar. Evalúa a diario tu desempeño, pregunta a los alumnos que les pareció la clase, que aprendiste y que te gustaría que mejorara.
    Ahora me evaluó así, al terminar cada clase y siento que aprendí a diseñar mejor mis clases y a darme cuenta que todo cambia en un instante.
    No hace mucho, se filtaron unos mensajes de un alumno en un grupo, en donde decía lo descontento que estaba de que nuevamente le iba a dar clases… me sentí enojado al leer sus mensajes, porque todos sabíamos que no era un buen alumno… pero despues de platicarlo con mi esposa y reflexionar sobre como desarrollé esa clase donde él estuvo anteriomente, encontré algunos errores y los corregí. Al final pude cambiar la perpectiva de ese alumno sobre mis procesos educativos y reconoció que hubo un buen cambio.
    Nunca lo confronté, ni pedí explicaciones sobre lo que escribió, pero si tomé cartas en el asunto. A veces nos enojamos cuando alguien dice algo que no esperamos, porque la mayoría de las veces, hacemos la evaluación para que nos digan cosas bonitas, pero algunas veces no son agradables, pero estas cosos que no nos gustas, son las mejores oportunidades para crecer y ser mejores.
    Saludos cordiales.

    • Estimado Misael:
      Estupendo comentario. Gracias.
      Esa es la única forma de mejorar: hacer autocrítica y abrirse humilde y rigurosamente a la critica.
      El ejemplo que pones de tu alumno es aleccionador.Me ha encantado que lo hayas compartido. Porque tú apremndiste y él vio un cambio. No recibió un reproche sino que esa queja tú la convertiste en una mejora de tu actividad.
      Evaluamos para mejorar, para comprender, para transformar la práctica. Por eso hay que hacerlo de forma constante, no al final del proceso.
      Un gran abrazo.
      MÁS

  13. Caro Miguel

    São palavras vividas as que nos deixa…carregadas do melhor deste mundo…esperança e afeto. Andam por todo lado…mas nem sempre são notadas com facilidade. Foi, novamente, maravilhoso ouvir as suas reflexões e o seu enorme poder de comunicação…de chegar perto…de chegar dentro….de ir até ao ponto da folha branca. Quero agradecer-lhe os momentos felizes que nos trouxe em Almada…e a sapiência de…com uma estória, relembrar, a quem quis ouvir, que “mudar, pode não ser melhorar”. E se não for melhorar, que seja pelo menos viver com intencionalidade.

    Caro Mestre

    muito prezaria voltar a ouvi-lo por cá. Enquanto vou refletindo sobre as suas palavras escritas, pedia-lhe se poderia partilhar comigo o seu contato de e-mail.

    Grande abraço e Gratitude

    • Querido Paulo:
      Muchas gracias por tus generosas y amables palabras.
      Fue un placer estar con vosotros en Almada.
      Gracias también por leerme en el blog y por escribir este hermoso comentario.
      Mi correo es: arrebol@uma.es.
      Un gran abrazo.
      MÁS

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