Como para fiarse

28 Ene

Contaré hoy una experiencia que conozco desde hace muchos años y que, cada vez que la hago, me causa una honda impresión. Se refiere a la fidelidad del contenido de las transmisiones orales en las instituciones escolares. Bueno, no solo en esas instituciones escolares. En ellas y en todas las demás. En la vida en general.

Esta experiencia me hace pensar siempre en la complejidad de la comunicación. ¿Qué nos quiere decir la persona que nos cuenta algo, qué es lo que realmente dice, qué es lo que cada interlocutor oye, qué es lo que entiende, qué es lo que retiene, qué es lo que luego transmite? Si representamos cada fase con una longitud, el error es pensar que la dimensión de la primera (lo que quiere decir el emisor) es exactamente igual que la de la última (lo que transmite el receptor). Nunca es así.

Estoy seguro de que muchos de mis lectores y lectoras conocen esta experiencia pero creo que eso no obsta para que me refiera a ella sino que puede aumentar su interés porque nos permitirá ahondar en su significado.

Se conoce con el nombre de clínica del rumor y existen muchos estudios, desde hace muchos años, sobre sus peculiaridades. Las primeras investigaciones surgieron para hacer el análisis de los rumores de guerra. Se esparcían desde aviones octavillas con mensajes diferentes y después se hacía el estudio de la rapidez, de la extensión y de la fidelidad de las transmisiones.

Antes de decir algo más, voy a describir someramente la experiencia. Pido en la clase que seis voluntarios salgan del aula. Explico al grupo lo que vamos a experimentar. Luego van entrando de uno en uno. Les doy a cada unoi las mismas instrucciones, que son esencialmente dos:

– Tienes que escuchar con la mayor fidelidad la historia que te voy a leer una sola vez y luego tienes que repetirla con el mayor rigor a otra persona.

Suelo utilizar un texto del libro de Gustavo Cirigliano y Aníbal Villaverde titulado “Dinámica de grupos y educación”, aunque podría ser otro e, incluso, una fotografía o dibujo cuyo contenido tienen que transmitir con la mayor fidelidad. Este es el texto:

“A las 11 de la mañana había muchas personas con muchos papeles esperando al Director, y hablaban de ciertos problemas de disciplina y de algunos permisos que iban a pedirle. El Director llegó a las 12 y les hizo entrar de uno en uno y, después, entraron todos juntos. El Director explicó que no estaba satisfecho con la puntualidad y el estudio de los alumnos, y que concedería el permiso pero no de la misma forma en que se pedía. Dijo, en cambio, que estaba satisfecho con la disciplina de los muchachos que no habían colaborado con la huelga de estudiantes del día 9 y que algunos intrusos ese día habían roto varios cristales. Los visitantes se retiraron comentando favorablemente la entrevista”.

Entra el primero. Le doy las instrucciones y le leo una sola vez en voz alta y clara el texto. Los otros cinco permanecen fuera. Las transmisiones se producen de forma consecutiva sin intervalos de tiempo. Uno tras otro se van contando la historia y el último transmite el mensaje a todo el grupo. Anoto el comunicado final para contrastarlo con el texto de inicio.

Resulta casi siempre espectacular el escaso o nulo parecido del relato inicial con el final. Suele quedar alguna referencia en torno a la cual se aglutina la historia pero, en general, tiene muy poco que ver.

Es interesante grabar las diferentes transmisiones porque se puede comprobar cómo (y con quién) se va perdiendo información, cómo se va transformando el texto, con qué relator se han producido las distorsione, pérdidas o añadidos más importantes…

Voy a reproducir algunos terminales (todos ellos con seis transmisiones). Cuesta creer que corresponden a experiencias reales con personas adultas. Parecen estar manipulados para provocar la hilaridad. Puedo asegurar que todas son ciertas.

– “Eran las 11 y a las 12 un grupo de vándalos entra en la escalera y rompe todos los cristales”.

– “El Director convoca a toda la plantilla a una reunión. Hay hombres y mujeres. Ha pasado algo con algún estudiante y no han dado detalles”.

– “En el despacho del coordinador, a las 11, fueron unos chicos y había una huelga y fueron detrás de los profesores”.

– “A las 10 de la mañana había un grupo de alumnos y el director les mandó que fueran a por papeles. Unos estaban a favor de la huelga y otros en contra”.

– “Había muchas personas a las 11 de la mañana que fueron con papeles junto al Director. El Director dijo que no estaba de acuerdo con las disciplinas pero si con las juergas (sic)”.

– “Unos obreros tienen dificultades sobre el salario y la paga”.

– “Es una señora que va a hablar con un Director y quedan a las 11”.

– “Eran las 12 de la mañana. Y estaban los alumnos en una clase. El profesor les mandó salir para fuera uno por uno”.

– “Sobre el mediodía, en un Instituto de Enseñanza Media se producen unos incidentes en los cuales se producen algunas roturas Esos incidentes motivan que se reúna la plana mayor del Centro”.

– “Que había un grupo de gente que iba a ver al Director de la ONCE (sic), que no se sabe si era un grupo o era uno para ver lo que pasaba allí.

– “En la antesala de la puerta de un Director hay una serie de personas y todas tienen un papel en la mano”.

– “A las 11 de la mañana estaba el Director esperando a la puerta de no sé dónde porque estaba descontento por no sé qué. Por la huelga del 9 no sé qué”.

Tengo más terminales de la experiencia. Basten estas como muestra de lo que sucede. He elegido 12 cualesquiera. Los otros tienen similares características. Quiero decir que no he elegido los más descabellados.

Cuando analizo con los asistentes la experiencia hago hincapié en algunas circunstancias que la hacen especialmente inquietante:

– Son solo seis transmisiones. Es fácil preguntarse que sucedería si hubiese muchas más.
– La comunicación se produce de forma inmediata, sin que pase tiempo entre una otra.
– Las condiciones acústicas suelen ser perfectas. No sucede siempre así en la vida real.
– No hay en el relato ningún interés especial de los miembros de la cadena que induzca a variar el texto..
– -Se pide expresamente que se preste atención y se transmita fielmente
– Se realiza en presencia de testigos, que han escuchado las normas que se han dado a los participantes sobre la necesidad de repetir el relato con la mayor fidelidad.

Resulta casi increíble que en solo seis transmisiones se produzca una deformación tan grande del texto: desaparición de buena parte de la información, cambios gratuitos, invenciones casi incomprensibles…

Damos por supuesto que la información que recibimos es fiel y que nosotros la reproducimos también con precisión. Pero, aunque lo intentemos, no sucede así.

Qué decir cuando hay voluntad de tergiversar, de modificar, de enfatizar o de minimizar, de eliminar o de añadir nuevos elementos. Baste pensar en la forma en que describen el mismo accidente dos conductores que han tenido una colisión. A veces parece que están describiendo dos accidentes distintos. Porque hay de por medio intereses. Para echarse a temblar. Visto lo visto, como para fiarse.

28 respuestas a «Como para fiarse»

  1. Muchas veces me ocurrió con los alumnos que lo que yo pensaba que estaba explicado con claridad y fácil de entender, no era así , al contrario, entendían cosas que ni me imaginaba. Creo que cuando uno recibe un mensaje interfieren en él ciertas variables: una, la capacidad de atención; otra, los conocimientos previos a los que ligar el nuevo mensaje, la imaginación de cada uno, el interpretar, más que el mensaje en sí, según la imaginación y los sentimientos de cada uno.
    Nosotros mismos, en nuestros comentarios, cada uno salimos por unas cosas y por otras.
    Lo que sí debemos intentar todos es ser lo más fieles posible al mensaje que se nos quiere transmitir, lo primero prestando atención.
    Amigo Miguel Ángel, echo de menos no ver los comentarios como antes, pues los considero muy enriquecedores.
    Saludos

  2. Sí, yo también.
    No sé lo que está pasando con la nueva edición del blog. Yo creo que poco a poco se irá normalizando y recuperaremos a los comentaristas tradicionales.
    En cuanto al tema de hoy, creo que es una llamada interesante a la supuesta fidelidad de lo que nos transmitimos en las comunicaciones.
    Tengo muchos más testimonios de esas experiencias.
    Gracias por tu participación.
    Un gran abrazo.
    MAS

  3. Buenos días, Miguel Ángel.

    Voy a numerar párrafos para que se vea que son temas distintos, y puede que sin ningún tipo de relación entre ellos. Espero que sean pocos.

    1.- “… pensar siempre en la complejidad de la comunicación.”

    2.- “Qué decir cuando hay voluntad de tergiversar, de modificar, de enfatizar o de minimizar, de eliminar o de añadir nuevos elementos.”

    3.- “Porque hay de por medio intereses.”

    4.- Por cosas de la técnica, o de meigas, que para ambos casos tengo la misma explicación, ya había leído el artículo el jueves. Me sorprendió verlo publicado, pero como estamos en época de cambios. Luego desapareció, pero no de mi móvil.

    Si no lo digo reviento. Sé que me arrepentiré, pues me pasará como al profesor universitario que se queja de la poca asistencia a clase delante de los alumnos y alumnas que allí están, en su clase, escuchándole. Mejor me callo, no conozco motivos, ni vidas, ni intereses. En definitiva, solo quería deciros que echo de menos vuestra presencia. La echo de menos por este magnífico anfitrión que tenemos, su casa sin nuestro ruido, y ahora que la tiene recién pintada, no es lo mismo.

    5.- Referido a la comunicación, a la modificación o eliminación de información, o asuntos, o personas, dice más lo que no se dice que lo que se dice realmente. Estoy pensando en cuando analizamos un hecho, una noticia que nos llega por un medio de comunicación.

    6.- Hay intereses. Siempre los hay. Y eso no es malo ni bueno. Va a depender de esos intereses, de su ética.

    7.- Ahora que acabo de utilizar la palabra depende, acabo de acordarme que tenía pensado hablar de ella.

    No sé por qué, (trataré de buscarlo) se nos achaca a los gallegos que siempre contestamos así, con un depende. Y yo creo que pocas cosas, pocas respuestas se escapan a este depende.

    8.- (Directamente para ti, Miguel Ángel). Demasiado pronto para valorar el nuevo decorado de tu casa. Una cosa sí echo de menos, y es la posibilidad de buscarte por años. Pero no importa. Ya te tengo manuscrito desde el 2004. “Lo que diga el jefe”.

    Sin quitarle importancia a la forma, pues la tiene, y mucha, sabes que yo valoro más el fondo, el mensaje, la persona, el ser.

    9.- Compleja es la comunicación, y complejo es el conocimiento. Y es que el ser humano es un bicho complejo.

    Leo tu blog y leo la opinión de otros docentes y allegados. Los que piensan parecido a mí y los que creo que no. Me resulta difícil, a veces, situarlos, entenderlos. Ello me ayuda a ver que las cosa no son blancas o negras, que las diferencias pueden no ser tantas, o sí. Me llama la atención el uso de los mismos argumentos o conceptos para explicar posicionamientos bien diferentes. Me doy cuenta de lo mucho que ignoramos, de lo inabarcable del conocimiento.

    Cosas de la comunicación escrita. Como decía el adolescente, si pudiera estar en una de sus aulas y verles la cara y sus prácticas, no me confundirían, los entendería a la perfección.

    10.- Todo lo anterior, no son más que parte de mis pensamientos, sin más intención que la de no olvidarme de las más elementales normas ortográficas, la de agradecer a quien me enseña y motiva, la de pasar el rato. Aun así, como soy muy mala gente, seguro que me meto en más de un charco. Bueno, cuando deje de hervirme la sangre, cuando deje de preocuparme por las cosas que me preocupan, entonces estaré calladito y muerto. La última palabra me lleva a felicitar a Aureliano por su último artículo:

    “¿Debemos enfrentar la realidad de la muerte cara a cara, tal como propone Grayling o evitar constantemente pensar o debatir sobre ella?

    Creo que afrontarla cara a cara es bastante difícil y que cuesta mucho sacarla como tema de conversación, como lo podemos comprobar al reconocer que no forme parte de nuestras charlas.”

    11.- Al más puro estilo Quintiliano, tengan buen domingo, me voy a regar. Bueno, antes quiero saber si Nadal, el señor Nadal, puede hacer otra gesta de superación ante su señoría Roger Federer.

    • Querido José Antonio:
      Yo también estoy echando de menos la participación que había antes del cambio. No sé a qué atribuiría. Ya iremos viendo lo que pasa.
      Me alegra seguir contando con tus colaboraciones. Ofrecen no solo un complemento enriquecedor del artículo, sino que van kjucho más allá. Eso es de agradecer. No hay que ponerle fronteras al campo.
      Respecto al tema de hoy creo que tenemos mucho que reflexionar sobre el contenido, el medio y la FIDELIDAD de las transmisiones. Claro que hay que preocuparse (sobre todo, pienso yo) de la ÉTICA, pero esta es otra cuestión también importante y relacionada con aquella.
      Veré lo que me dices de la posibilidad de consultar el blog a través de los años. Sí, el primero es de marzo del 2004 (Lo que diga el jefe). Lo que no sabes es que antes publicaba en SUR (diez años) y me censuraron un artículo que se titulaba EL ALCALDE DE (NO ME) TOQUES. Acaso te suena aquel caso. Motivos políticos. De inmediato, y por azar, empecé a publicar todos los sábados en La Opinión. Y no he fallado ni uno.
      El mérito del autor es que haya lectores y lectoras como tú.
      Muchas gracias por estar ahí.
      Un abrazo.
      Y que gane Nadal. Veo que están empatados (primer set para Federer, segundo para Nadal).

  4. Querido Miguel Ángel:

    Aparece el nuevo diseño de los blogs de los autores que escribís en La Opinión de Málaga y tengo que decirte que en tu caso no te favorece (no nos favorece) el nuevo diseño. Me voy a explicar: se ha planteado, tal como tiempo atrás nos aconteció en los diarios digitales en los que publico, para que los artículos sean leídos en los móviles “smartphones”, lo que conlleva que la nueva letra no sea de la familia Times sino Arial (lo que, en mi modo de ver es un retroceso, ya que la primera favorece la lectura); por otro lado, se aumentan los espaciados interlineales; y, sobre todo, da lugar a que el cromatismo de las letras no sea tan intenso, lo que dificulta la lectura en las pantallas de los ordenadores. A todo ello, se suma esa expresión de “Miguel Ángel Santos Guerra says”, como si se respondiera dando énfasis categórico a quien responde, de modo muy alejado de la proximidad y la relación cálida que mantenías (personal y tipográficamente) en el diseño anterior.

    Recuerdo que cuando en los diarios digitales, de los que soy miembro del consejo de redacción, realicé esta observación, estuvimos buscando solución al tema, pero es que el administrador de Google del que se depende no daba la posibilidad de mantenimiento de la letra con el cromatismo negro anterior. Era cierto que se ganaba en conjunto en el diseño global y se daba un enfoque más periodístico; pero los que escribimos en la sección de cultura nos encontramos con esta dificultad que ahora aparece en tu blog. Por mi parte, dado que trabajo en el mundo de las imágenes, una solución que encontré fue la incorporación de las mismas para ayudar a la lectura de los artículos dominicales, tanto en los ordenadores como en los móviles.

    Bueno voy cerrando. Como te habrás dado cuenta, he escrito unos párrafos más alargados que en ocasiones anteriores, lo que reduce la superficie de la extensión (fíjate que tu artículo con el nuevo formato se extiende mucho). Y, puesto que José Antonio hace referencia al artículo que he publicado este domingo en la sección de “Aforismos y pensamientos” sobre la idea de la muerte a partir de las reflexiones del filósofo británico Anthony C. Grayling, incorporo el enlace por si algún lector o lectora desea penetrar es esta ineludible cuestión.

    http://www.doshermanasdiariodigital.com/2017/01/aureliano-sainz-aforismos-y.html

    Ahora sí cierro de verdad: ya iremos resolviendo las dificultades para que El Adarve no reduzca el número de participantes. Mientras tanto, un fuerte abrazo desde Córdoba.

    • Aureliano, he leído el comentario sobre la muerte. Me ha encantado. La realidad es que soy persona que no hay día que no piense en la muerte. Muchas veces pienso en ella como tú la has descrito, pero siempre he sido creyente en lo que dicen los evangelios, y eso cambia las cosas. Para el creyente es inevitable ver la muerte con preocupación futura o como terrorífica, ya que las exigencias religiosas, cumplidas en su perfección, es imposible.
      Me ha gustado eso de que pensemos en la vida más que en la muerte.
      Saludos. Siempre leo tus interesantes comentarios

  5. Amigo Miguel Ángel:

    Otro problema que he detectado puede venir del CAPTCHA o pregunta de control que se realiza al final de los datos.

    En el caso del diseño anterior, la pregunta era “¿De qué color es el mar?”, con lo que teníamos que indicar “azul”.

    En esta ocasión, me he encontrado con “uno x 5 =”, a lo que me he vuelto loco en las posibles respuestas que pedían en dígitos.

    Cansado, cerré y lo volví a intentar. En esta ocasión, me encontré con “5 x 5 =”, lo que conllevaba responder “25”. En este caso sí se admitió la respuesta.

    Te lo digo, porque es posible que haya seguidores de El Adarve que intenten realizar algún comentario y se cansen al comprobar que la variante del CAPTCHA que les ha salido no le acepten la respuesta que considera correcta.

  6. Querido Aureliano:
    Muchas gracias por las sugerencias sobre el nuevo formato del blog. Se las plantearé a los responsables de los blog del periódico.
    Lo cierto es que ha b ajado la participación, aunque espero que sea solo el fruto de la novedad y de la adaptación al nuevo modelo
    Nadie se ha comunicado conmigo al respecto fuera de este espacio.
    Gracias de nuevo.
    Un abrazo.
    MAS

  7. Muy interesante la experiencia: ilustrativa, sorprendente, didáctica… Creo que he jugado de pequeño a un juego parecido: sentados en círculo hacíamos pasar una breve información al oído del compañero de al lado hasta que el mensaje llegaba de nuevo al primer emisor. ¡El mensaje final nada, o casi nada, tenía que ver con el inicial!

    He reflexionado muchas veces sobre la comunicación. Cada día, en mi trabajo con mujeres en un Centro de Adultos de un centro penitenciario observo las dificultades para comprender los contenidos e instrucciones que les transmito. Existen factores importantes que distorsionan la comunicación: procedencia (muchas son latinoamericanas), deterioro cognitivo (efecto de la edad, del uso frecuente de drogas), emocionales (están pensando en sus problemas, su familia… durante la clase), culturales (nivel de estudios muy bajo), de interés… Además hay que sumar los propios del ambiente (clases muy mal sonorizadas, ruídos, interrupciones continuas por las rutinas carcelarias…) y, sobre todos ellos, mis propias dificultades como profesor con hipoacusia media. Las situaciones comunicativas que se producen resultan a veces kafkianas. Tanto es así que, durante el presente curso, echaré el resto y después me jubilaré para no perjudicar a mis interlocutoras con mi déficit (si al jubilación a los 60 para los docentes se mantiene, que si no pediré baja por discapacidad).
    Rompo una lanza por las personas con problemas de audición. Si en la experiencia que cita Miguel Ángel se distorsiona de tal manera el mensaje con el canal (auditivo) en perfectas condiciones y el aparato receptor (oído) completamente sano… ¿Cómo recibirá nuestros mensajes una persona sorda en un ambiente ruidoso?
    Gráficamente intento explicar los problemas de comunicación en un breve diálogo. Lo hice ayer mismo en mi blog. Si tenéis curiosidad mirad esta imagen.
    https://1.bp.blogspot.com/-7eta5p0u6p0/WIybWqE32FI/AAAAAAAAKKs/ZnnxCeYSRzQAsfOzB-3H7S7K8z_E_kE9gCLcB/s1600/Dialogosordos.jpg

  8. Querido Jesús Marcial:
    Cuánta razón y cuánta emoción en tus palabras. Porque, efectivamente, has reparado en las personas que tienen especiales dificultades par la comunicación oral. Pocas veces pensamos en ella.
    El ejemplo que pones en esa secuencia es magnífico. Porque entra por los ojos de forma muy contundente. Gracias.
    Las personas que tienen dificultades están en mejores condiciones para entender a otros que también las tienen. Por eso es importante que estén ahí, en la brecha, aportando sensibilidad y rigor a la comunicación.,
    Un gran abrazo.
    MAS

  9. Buen día maestro: me atrapó la temática del artículo como tantos otros, en el aula con mis alumnos raras veces comienzo exponiendo tomo como punto de partida sus saberes previos sobre los temas a desarrollar , de allí conozco sus intereses, necesidades….. Pero esto de ser un teléfono descompuesto me ha pasado con los padres de los niños pasando momentos desagradables será que cada uno adapta todo a su realidad , que escucha y transmite solo lo que le conviene…..Donde quedó el valor de la palabra dicha con respeto? No entendemos o no queremos comprender lo que escuchamos? Saludos

  10. Querida Marisa:
    Me ha alegrado verte en este nuevo territorio del blog.
    Y em ha hecho gracia, por su ingenio y plasticidad, la expresión de ser “teléfonos descompuestos” o averiados como decimos aquí. ¿Quién se puede fiar de lo que oye a través de ellos?
    Tú añades otra cuestión importante e interesante, que es la dimensión ética de la comunicación, es decir la escucha realizada con respeto a quien habla. Porque, una cosa es el rigor, la precisión y la fidelidad del contenido y otra el respeto a la dignidad humana que nos debemos unos a otros.
    Gracias por tu participación.
    Besos.
    MAS

  11. Me ha parecido una experiencia curiossísima. No la conocía, pero resulta sumamente eficaz para mostrar lo que se quiere plantear sobre la fidelidad de la información.
    Me ha parecido especialmente interesante el comentario de Jesús Marcial sobre las dificultades de comunicación en las personas con discapacidad. Pensamos poco en ello.
    Gracias al autor y a los comentaristas.

  12. Estimada Marta:
    Gracias por leer y por escribir.
    Sé que el tiempo es limitado y siempre agradezco la amabilidad de quienes me leen, pero más si se deciden a compartir las ideas y a valorar las de los demás.
    Ya le dije a Jesús Marcial que me parecía atinadísima la preocupación por la fidelidad de la comunicación de aquellas personas que tienen alguna discapacidad auditiva.
    A fuerza de dirigirnos a personas que no tienen problemas nos olvidamos de quienes los padecen.
    Me alera que la experiencia te haya gustado. Se puede hacer fácilmente en las clases,. Si se graba se puede analizar mejor. Además, es muy divertida y los alumnos/as lo pasan muy bien,
    Digo esto porque por otras veces que has escrito sé que eres profesora.
    Besos.
    MAS

  13. Hola a todos (los seres humanos).

    1.- Enriquecedor e interesantísimo tema, Sr. Guerra. La comunicación, uno de los factores más importantes de la convivencia. Me interesan todas las herramientas que pueda conrregir su déficit.

    2.- Sr. Joaquín Álvarez, perfecto. Nada que añadir. Quizá por darme algo de autobombo diré, más adelante, algo de las emociones.

    3.- Estimadísimo Sr. Lema, intuyo sin dificultad que aún eres de izquierdas. Mis mejores deseos de que te sea leve, te acompaño en el sufrimiento.

    4.- Sr. Aureliano, gracias por hablar de la muerte. La ansiedad ante la muerte, es evidente ante lo desconocido, nadie ha estado allí. Pero, coincido con Ud. en que esta ansiedad se puede atenuar bastante al tratarla habitualmente, cosa contraria a lo que realmente se hace.

    5.- Sr. Marcial Grande, la verdad es que justo al llegar a su comentario, han cambiado mis ideas a decir en este papel. Prueba evidente de cuanto nos condiciona todo lo que nos rodea. Hasta aquí me había reservado el hacer una mención a las emociones, le he leido y ya ve Ud, aguda su inclusión. A qué repetirme. Evidentemente. Gracias.

    6.- Por decir algo, cuento. Ahora que estoy contento porque me he ascendido en mi empresa, ascenso de categoría, sueldo y responsabilidades. De cuando yo era joven, mucho antes de tener mi propio maizal, me dedicaba a defender los derechos de las personas de forma efectiva. Precisamente sobre lo que hoy aquí se habla, la imprecisión de la comunicación, era la tremenda china de siempre en mi zapato. Venían a verme personas mayores de edad, con poca formación en letras y mucha preocupación por su muerte, herencia e impuestos. Me martirizaban a preguntas, porque aquello era un martirio. Preguntaban la misma cosa varias veces, se las explicaba muchísimas más, me quebaba ronco, con la boca seca, adelgazaba en cada sesión, y para mi sorpresa, después de dos o más horas hablando, al despedirse hacían algún comentario que me demostraba que no se habían enterado de nada. Aquello me dejaba los ánimos en bancarrota. Menos mal que no me eché a la bebida y me fui adaptando. Opté por conminar a los ancianos a que vinieran a verme con algún familiar de confianza que fuese joven y estudiado. El joven se enteraba normalmente sin dificultad. Y yo, inocente, feliz en un principio. Al poco, al joven se ve que se le olvidaba un porcentaje muy alto de lo que habíamos hablado. Otra cita, y el joven evidenciaba que no se acordaba de nada o de muy poco. Me fui adaptando, como los camaleones al medio. Ahora, en mis citas, venía la persona joven con los ancianos. Cada pregunta, la anotaba en mi ordenador, expresada en las mismas palabras que usaban los ancianos, numerada, como este escrito. Acto seguido, explicaba la pregunta lo más sencillo posible de forma oral, y cuando el joven me dicía que se había enterado, escribía debajo de cada pregunta, de forma breve y sencilla lo explicado, apenas en una línea. Al final, imprimía una copia en papel y se la daba a las personas. Les decía que si había alguna duda que me llamasen. Me llamaban, abría mi ordenador, oía su duda, y les decía como respuesta, lea el punto 6, o punto 14, o punto 27. Normalmente no daba más explicaciones por teléfono. Tácitamente les estaba diciendo que antes de llamar leyesen con atención, y creo que se cumplia mi propósito. No sé si conseguí algo, pero dejé de adelgazar en mis citas con los ancianos.

    7.- De otra, Sr. Guerra, la explicación de lo que sé de sus gustos por las endivias con aguacates tiene mucho que ver con mi muerte en Monte Arruit en 1921, degollado por los rifeños. Lo siento, hasta aquí puedo contar.

    Tengan un buen día.

    • Estimado Quintiliano:
      Da gusto leer tus comentarios. Son claros, ordenados y ricos en contenido. Además, me parece estupendo que leas (y comentes)no solo el artículo sino los comentarios que le acompañan.
      Me aleccionador el planteamiento didáctico que expones respecto a la comprensión de los mensajes. Creo que el artículo es una importante llamada de atención para los docentes.
      Me dejas todavía más intrigado de lo que estaba una vez leído el punto 7.
      Y enhorabuena por el autoascenso.
      Saludos cordiales.
      MAS

  14. Ka verdad es que llaman la atención esos terminales del mismo relato. Casi son increíbles. ¿Cómo puede deformarse tanto una información en tan poco tiempo por parte de personas que quieres ser fieles a la transmisión?
    Ahí está el problema.
    A veces falla la memoria, a veces falla la atención, a veces influyen las distracciones, los estereotipos…
    La llamada de atención me parece estupenda para los profesores. Porque muchas veces pensamos que lo que decimos los alumnos lo reciben y lo entienden de manera perfecta. Pedro no es asi.
    Y me parece muy buena la observación final de que si esto pasa con el deseo de ser fieles al contenido, qué pasará cuando pretendemos deformarlo.
    Saludops y gracias

    • Querida Marina:
      Sí, lo hemos comprobado muchas veces en las aulas. Los profesores transmitimos ideas, sugerencias, correcciones…El problema consiste en pensar que eso que nosotros decimos llega y es recibido con exactitud por los receptores.
      Muchas veces no comprobamos qué es lo que han entendido de lo que hemos dicho. En la experiencia que se comenta existe además el problemas de las sucesivas transmisiones.
      Recuerdo haber pedido en un debate que para intervenir hacían falta dos requisitos: pedir la palabra y repetir fielmente lo que había dicho el anterior interviniente (debiendo recibir el visto bueno de éste). Muchas veces quien repetía lo que había dicho el anterior recibía esta sentencia: Yo no he dicho eso. Incluso: Yo no he dicho nada de eso. O: Yo no he dicho exactamente eso.
      Gran problema el de la comunicación que despachamos demasiado fácilmente.
      Besos y gracias.
      MAS

  15. Muy rapidito.
    Creo que si algo define la educación, es que es un acto de comunicación. Y, siguiendo a Miguel Ángel, de comprensión y mejora.
    No es mi intención juzgar a nadie. Solo observar algún hecho y tratar de pensarlo. Lo comparto con vosotros y vosotras para que, si queréis y tenéis tiempo, hagáis lo mismo. Seguro que llegamos a conclusiones bien distintas, pues lo miramos cada uno con “nuestros ojos”, pero eso es lo bueno, juntándolo todo tendremos una representación de esa realidad mucho más fiel.

    ¿Comunica o enseña el maestro/a lo que cree que enseña? ¿Muestra SOLO lo que cree que enseña? El ejercicio que nos narra Miguel Ángel supongo que fue llevado a cabo con alumnos y alumnas más o menos mayores. Su dominio del lenguaje, su comprensión debe ser mayor que la de niños de 10 años. Y, aún así, pasa lo que pasa.

    – ¿Qué es ese folio que llevas?
    – Son frases de inglés. Ya están hechas, lo voy a tirar.
    – Espera hombre, no lo tires. Te vale para repasarlas y estudiarlas. A ver… te falta varias veces el “to”.
    – Sí, ya lo sé. Es que no lo entiendo. Se lo pregunté a la profe y ¿sabes lo que me dijo?, QUE TE LO EXPLIQUEN TUS PADRES, QUE YO YA LO EXPLIQUÉ, SI NO ATENDISTE… ¿A ti te parece normal eso?

    (Se me viene a la cabeza el artículo, mejor dicho, los artículos sobre las preguntas de los alumnos, sobre cómo matarlas o lo contrario).
    ¿Saben los docentes cómo los valoran sus alumnos y alumnas? ¿Les importa? ¿Cómo les afecta en su forma de trabajar y de ser?

    Dice tanto o más lo que transmitimos no de boca que lo que verbalizamos. Y como vemos, ni siquiera queda el mensaje tal y como nosotros lo pensamos.

    PENSEMOS. Pensemos para mejorar nuestras prácticas comunicativas, sean en donde sean.

    Un fuerte abrazo Miguel Ángel.

    • Querido José Antonio:
      Efectivamente,la experiencia está hecha con estudiantes mayores y con adultos. Siempre tiene esos mismos o parecidos resultados.
      Aunque es aplicable a cualquier ámbito, creo que es especialmente interesante en el mundo de la enseñanza.
      Hay procesos de comunicación oral que damos muchas veces por certeros pero que están completamente distorsionados.
      El caso que cuentas del profesor o profesora de inglés resulta terrible.No me explico cómo se dan ese tipo de actitudes y, si se dan, no me explico cómo pueden tolerarse.
      Los docentes no suelen saber a ciencia cierta (habrá casos en que sí) lo que piensan de ellos los alumnos porque si les preguntan directamente, es fácil que no ofrezcan la sincera opinión que tienen (por miedo, por respeto, por adulación…? Hay formas de conocer esa opinión: garantizando el anonimato. Lo más grave es que no les importase? Esas opiniones podrían ayudarles a mejorar.
      Un abrazo y gracias por participar.
      MAS

  16. He realizado la experiencia en el aula y ha sido increíble. Los chicos se los pasaron en grande y el resultado final no tenía nada que ver con el texto inicial.. Casi no lo podía creer. Porque todos pusieron, creo, la máxima atención en escuchar y en repetir.,
    Me ha gustado mucho la experiencia.
    Y me ha hecho pensar en lo que pasa con mis explicaciones en la clase. Y con los avisos que les doy a los los alumnos para que se los transmitan a sus padres o madres.
    Realmente espectacular.
    El título del artículo me parece ahora más certero.
    Gracias.

    • Estimado Marcelino:
      Veo que que has repetido la experiencia en el aula. Siempre he visto resultados parecidos: una extraordinaria diferencia entre el texto inicial y el final.
      Efectivamente, uno de los ámbitos en el que las conclusiones son más inquietantes es la enseñanza. Pero no solo en ese esmuy visible e importante el problema.
      Cualquier ámbito de la comunicación puede mostrar el problema: laboral, comercial, turístico, político, televisivo…
      Creo que hay que poner en tela de juicio la fidelidad o exactitud del contenido.
      Gracias por participar.
      MAS

  17. Amigo Miguel Ángel.

    Posiblemente hayas leído en ‘el diario.es’ la carta que una profesora de un instituto de Marchena (Sevilla) leyó en el claustro del centro y que se ha divulgado en este diario. Por otro lado, posteriormente, viendo la repercusión que ha tenido, se le ha hecho una pequeña entrevista a la que responde a un reducido grupo de preguntas.

    Si incorporo en tu blog los dos enlaces se debe no solo se debe a lo que se escribe en la carta sino también a las distintas respuestas o comentarios que se dan al “hartazgo” que dicha profesora manifiesta.

    Creo de gran interés leerlas, pues muchas son de docentes y padres/madres que expresan su opinión sobre la crisis que atraviesa a enseñanza (a lo que yo añadiría, la crisis social que atravesamos).

    http://www.eldiario.es/andalucia/sevilla/profesora-instituto-dirigio-claustro-denunciar_0_607890190.html

    http://www.eldiario.es/andalucia/sevilla/Eva-Romero-Secundaria-profesores-educacion_0_607540392.html

    Dado que llevas un montón de años escribiendo sobre enseñanza y educación en El Adarve, me imagino que hay momentos en los que debes sentirte con dificultades para tratar nuevos temas. Pues bien, creo que muchas de las respuestas (lógicamente, si lo consideras adecuado) darían para continuar el largo debate que llevas (llevamos) adelante.

    Posdata: Fíjate que los que escriben son docentes o lectores que hablan de los problemas de la enseñanza en Primaria y Secundaria… Imagina a dónde llegaríamos si se ampliara a los problemas que hay en la Universidad.

    • Querido Aureliano:
      No lo podrás creer pero ya tengo redactado el artículo para el sábado sobre ese tema. Se titula EL HARTAZGO DE UNA PROFESORA. Ya me dirás si estás de acuerdo con mi análisis sobre la “arenga”.
      Gracias por la entrevista, que no conocía. Nos si me hará variar el texto.
      Un abrazo.
      MAS

  18. Llamativa experiencia.
    La aplico a lo que vemos y transmitimos en loa vida diaria.
    Cuántas noticias deformadas, cuántas informaciones tendenciosas, cuántos bulos circulando.
    Y lo malo es que lo damos todos por bueno.
    Gracias por esta llamada de atención.

    • Querida Raquel:
      Tienes razón. El artículo tiene aplicación a todos los ámbitos de la vida. Cuántas noticias se expanden cada día, cada hora, cada minuto, cada segundo. El tráfico de información es incesante. Frecuentemente damos por bueno el contenido como si hubiera una fidelidad en la transmisión que no siempre existe. No existe aunque nos esforcemos todo lo posible por conseguirlo (como sucede en la experiencia que he descrito) pero cuánto más se producirá la deformación si se meten de por medio intereses, emociones, ánimo de notoriedad, deseos de dañar o de engañar al prójimo…
      El lenguaje no es tan fiable como parece a primera vista.
      Besos y gracias.
      MAS

  19. El artículo es teórico y es práctico. A mí me ha servido para hacer la experiencia en el aula y para pensar en la comunicación con mis alumnos y alumnas. Antes pensaba que todo lo que decía lo entendían mis alumnos tal como yo lo decía. Claro que no es así.
    También he pensado en la comunicación con mi pareja y con mis hijos.¿Qué entendemos de lo que los toros dicen?
    Es una cuestión verdaderamente importante.
    Gracias por el artículo y gracias a todos los comentaristas de la semana.

    • Querida Inés:
      Me alegra mucho saber que el artículo te ha servido en las dos dimensiones, teórica y práctica. La escritura tiene sentido si hay lectoras como tù.
      Gracias por leer y gracias por escribir. A ver si nos cuentas qué es lo que ocurrió en la experiencia.
      Aunque suelen tener resultados similares cada una es única.
      Muchas gracias.
      Muchos besos.
      MAS

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