Mañana celebra la Iglesia católica el día de los Santos Inocentes. Aquellos niños, asesinados por Herodes, no fueron ni los primeros ni los últimos mártires. Los niños, víctimas inocentes, han sufrido a la largo de la historia la violencia más cruel. Quiero recordar hoy, todavía sobrecogido, la reciente matanza de los niños asesinados el pasado día 16 de diciembre en la escuela de Peshawar. Se trata de un hecho de tal crueldad e ignominia que no se le puede a uno ir de la mente ni alejarse del corazón.
El dolor de los niños y de las niñas resulta siempre estremecedor. Más aún su muerte. Y qué decir de la muerte que se produce como consecuencia de una matanza planificada y ejecutada a sangre fría. Todavía es más cruel el dolor si se piensa que ese atentado se produce en una escuela, la capital de la vida, el epicentro del futuro. Y llega al colmo si el número de niños y adolescentes muertos supera los 140. No uno, que ya sería insoportable. Más de cien. Cada uno con su peculiar historia, con su irrepetible esperånza. Qué horror. Qué inconcebible horror.
¿Quién le iba a decir a esos niños que se levantaron por la mañana, desayunaron en sus casas y recorrieron el camino de su escuela para aprender, que se iban a encontrar con luna muerte tan inesperada como cruel? La escuela debería ser el lugar más seguro de la tierra. Debería ser el lugar donde se aprende a vivir, donde se ejecuta a quienes allí trabajan para ser mejores.
La matanza fue perpetrada por seis hombres armados pertenecientes al Tehrik e Taliban Pakistan. Umar Mansoor fue identificado como el talibán que ideó y planificó la masacre. Es padre de tres hijos. ¿Cómo los saludó aquella noche cuando llegó a sus casa? ¿Cómo les pudo mirar a los ojos? ¿Cómo pudo besarlos y abrazarlos sin que se lo impidiera el recuerdo de los cadáveres desparramados por la escuela? ¿Qué tipo de monstruo puede hacer vida normal después de haber provocado esos hechos tan inhumanos (tan humanos)?
Se trata probablemente del acto terrorista más abyecto ocurrido en la ensangrentada historia del país musulmán. El asalto a sangre fría contra la escuela, ha sido justificado por los asesinos como represalia por los renovados ataques del Ejército paquistaní contra los feudos talibanes en la extensa tierra de nadie que constituye la frontera entre Pakistán y Afganistán. ¿Qué culpa tenían esos niños, esas niñas, que estaban aprendiendo a pensar y a convivir en el marco de su escuela? ¿Quién puede atribuirse el derecho de segar sus vidas en un instante fatídico, como si fueran de su propiedad? ¿Quién se puede atribuir el derecho a romper el horizonte de esas criaturas inocentes, de esos mártires laicos?
¿Qué filosofía es esa que justifica la muerte por la muerte de otras personas, que admite la represalia a través de la destrucción de más de un centenar de niños? ¿Qué justicia es esta que toma cada uno cuando y como se le antoje? ¿Qué mundo pretenden construir estos desalmados?
El atroz asesinato masivo de Peshawar señala claramente la magnitud de un desafío capaz de llevar definitivamente al abismo a un gigante desvertebrado y con pies de barro como Pakistán. Peshawar debería representar un antes y un después en la vacilante y equívoca posición del Estado frente a la formidable amenaza desestabilizadora del fanatismo sanguinario. Pakistán es hoy el único país con armas atómicas que corre abiertamente el peligro de convertirse en rehén del terrorismo islamista.
Las víctimas son los muertos, obviamente. Y sus familias que tendrán para siempre señalado en negro cada 16 de diciembre. Pero no se puede olvidar a los heridos. Ni a todos los sobrevivientes que quedarán marcados por el miedo para toda la vida. Pocas veces se tienen en cuenta esos daños. Y los daños de todos los testigos del mundo, estigmatizados por la ferocidad de la violencia y el odio a los semejantes.
¿Cómo puede el ser humano llegar a esos niveles de abyección? ¿Qué camino han recorrido los asesinos para llegar hasta ese punto de brutalidad, de insensibilidad, de perversión? Uno se imagina a esas personas cuando eran, a su vez, niños inocentes, ingenuos, bondadosos y se pregunta cómo y por qué fueron evolucionando hacia esa posición moral tan repugnante.
¿Para qué les sirvió la escuela a los asesinos? ¿Qué hicieron allí? ¿Qué les enseñaron? ¿Qué aprendieron? De poco les sirvió reflexionar sobre la dignidad humana, sobre los derechos inviolables de las personas, sobre la solidaridad y la compasión que son el eje de la convivencia.
Fueron caminando centímetro a centímetro hacia el fundamentalismo, hacia esa filosofía estúpida que pone las ideas por encima de las personas. Fueron endureciendo sus corazones e inmunizándolos al dolor ajeno. ¿Cómo pueden tomar una decisión como que siega la vida de niños inocentes? ¿Cómo la pueden llevar a cabo sin que se les hiele la sangre? ¿Cómo pueden soportar sus efectos nocivos que han provocado?
Lo que más me preocupa es la prevención de estos hechos horribles. Y creo que el remedio está en la educación. La educación entendida como un proceso ético, no como mera instrucción. No se puede confundir educación con adiestramiento, y menos con adoctrinamiento. Porque el adoctrinamiento pretende meter los valores por la fuerza en la cabeza de los educandos. No admite la libertad. Y todo valor que se impone `por la fuerza deja de ser un valor. Las religiones han seguido sus credos, su moral particular. Y se han olvidado de la ética. Por eso llevaron a los herejes a la hoguera, por eso hubo Cruzadas. Por eso los talibanes se inmolan a sí mismos erigiéndose en dueños de la vida de los demás.
El fundamentalismo es la defensa cerril de una doctrina. Una defensa que conlleva, explica y justifica cualquier tipo de acciones, como esta que ha dejado al mundo horrorizado. Se trata de un fanatismo teórico y práctico que defiende la persecución de los disidentes, de los tibios u de los infractores de su fe.
Malala, la adolescente pakistaní que sobrevivió a un ataque terrorista por defender el derecho de las niñas a la educación y que obtuvo por ello el Premio Nobel de la Paz, ha dicho “que tiene el corazón destrozado por este ataque sin sentido”.
Los colegios suelen ser objetivo de los talibanes en Pakistán, en especial las escuelas para niñas. Resulta insoportable que, a estas alturas de la historia, haya lugares de la tierra en los que varones desalmados quieran impedir por la fuerza el derecho de las mujeres a formarse.
La noticia arrasa en los titulares de los medios de comunicación del mundo durante unos minutos, durante unas horas, y se desvanece luego ante otras noticias igualmente luctuosas. Pero esos escolares no volverán a sonreír, los demás permanecerán acorralados por el miedo y sus familias habrán quedado marcadas para siempre. ¿Cómo podemos encogernos de hombros y mirar para otra parte?
Buenos días, Miguel Ángel.
En la fotografía que ilustra el artículo sobre terrible matanza de Peshawar asoma parte del rostro de un niño sosteniendo un cartel en el que aparece un personaje que porta un arma de fuego, al tiempo que dos niños yacen en el suelo y otros dos se mantienen de pie. Sobre ellos, hay un breve escrito en árabe, que, imagino, es una frase condenatoria de lo que aparece dibujado.
Detrás de este primero, se ven otros con carteles escritos también en árabe aludiendo a la matanza. Debajo, flores y velas en recuerdo de los que ya no están con ellos.
Es el modo en el que esos pequeños tienen para exteriorizar el horror de algo que les resulta indescriptible. Es la forma silenciosa de mostrar su profundo pesar.
En cierto modo, esto me resulta un poco conocido, pues a lo largo de los años he dirigido una tesis doctoral del mundo de niños y niñas que viven en campos de refugiados, cuyas vidas quedaron truncadas con la huida de su lugar de origen.
Esto lo cuenta muy bien Sybella Wilkes en su obra “Un día tuvimos que huir”, investigadora de ACNUR, que acude a los dibujos para que los pequeños autores describan el espanto vivido y lo hacen a través de los dibujos, pues están tan impactados por el horror que no son capaces de verbalizar esas experiencias traumatizantes.
Pienso que la terrible matanza de Peshawar es la punta del iceberg de la vida de muchos niños y niñas que han vivido el fanatismo religioso y/o político presente en muchas partes del mundo.
Bien es cierto, como apuntas, que el largo camino de solución es la formación en una educación y una ética que supere las barreras que establecen las ideas fundamentalistas o discriminatorias tan extendidas en la faz de la tierra; las soluciones más cortas son de tipo policial y judicial, pero estas no atajarán otras que se puedan producir en el futuro, si no se aborda una formación en la que respeten las distintas creencias, sean religiosas o no, de las personas.
Largo camino, pues, que hay que emprender, ya que si nos asomamos a la “culta y desarrollada Europa” vemos que la xenofobia y las distintas formas de racismo en la actualidad se manifiestan de forma explícita.
Un gran abrazo, y que sigas en el próximo 2015 con este magnífico portal que abre las puertas a la reflexión y la educación en valores humanos.
Querido amigo y maestro:
El fanatismo religioso ha provocado verdaderas atrocidades.
Muchas gracias por denunciarlo.
¡Un gran abrazo!
Saludos.
A la atención de Aureliano:
Su análisis no tiene desperdicio. Estoy con usted en todas y cada una de las tesis que plantea, por lo que subrayo hasta las comas.
Si el artículo de Miguel Ángel es impecable y clarificador, su comentario posterior lo enriquece perfectamente poniendo los acentos en las causas principales, las soluciones a corto plazo y la necesidad -estable y a largo plazo- de una formación que respete las distintas creencias, sean religiosas o no.
Además, efectúa una radiografía de la situación infantil sustentada en la expresión a través del dibujo (he leído escritos suyos a este respecto y me consta que es un excelente experto en esta materia). Bien es cierto que, si en la infancia no han tenido acceso a la educación, si la situación es de analfabetismo, probablemente sea el dibujo el mejor medio de expresión y su estudio por expertos el mejor método para descifrar emociones, sentimientos y preocupaciones.
Permítame expresarle mi felicitación.
Un cordial saludo.
En el aprendizaje, la imitación es un elemento esencial. Los niños que viven la violencia como algo natural, desgraciadamente aprenden de ella y tenderán a repetir los actos violentos en su edad adulta. Una escuela y, sobre todo, una familia que eduque en la paz y en la convivencia es el único medio para reprimir tanta violencia gratuita.
Por tanto, se me antoja harto complicado elimnar y/o reducir tanta barbarie en lugares donde no se proporciona educación ni dentro de la familia ni en la escuela.
Sólo mejorando el nivel de vida de los habitantes de estos paises se logrará ambas posibilidades. Pero me temo que los intereses económicos de los paises “desarrollados” no estén dispuestos a ello.
En un mundo global hay que aportar soluciones no sólo específicas o concretas sino también globales.
FELIZ AÑO A TODOS/AS!!
Fantástico artículo Miguel Ángel. Muy acertado el momento, el modo y la visión pedagógica que siempre ofreces.
Muchísimas gracias por tu compromiso a la hora de señalar determinadas realidades.
Miguel Ángel, has volcado tu gran corazón en este artículo. Gracias. Cierto, lo ocurrido ha sido sobrecogedor e incomprensible. Yo solo me referiré a que precisamente una escuela dictatorial y lavadora de cerebros todavía vírgenes es lo que puede llevar un día a tamañas atrocidades. Las juventudes hitlerianas también eran educadas o maleducadas y ya sabemos a donde nos llevaron. Los talibanes también tienen escuelas con niños. Mejor que no las tuvieran. Si la escuela no educa en la libertad, el respeto y en los valores universalmente aceptados como dignos mejor que no existan. No olvidemos que de un niño metido y adoctrinado en el ambiente adecuado se puede sacar de él lo que se quiera, hasta morir matando pensando que hacen un bien.
En fin, el futuro está en la educación de verdad.
Saludos y un buen año, sin sobresaltos, para todos/as.
Cierto, Juan Miguel, que el dibujo libre es un medio de expresión a través del cual es posible conocer los sentimientos y emociones más profundas que anidan en el ser humano. Es un lenguaje que puede ser se utilizado tanto por niños como por adultos; y no solo por aquellos que no han recibido una educación formal, sino también por los que se encuentran en procesos de formación regulada.
La razón por la que acudimos algunos investigadores a este lenguaje gráfico-visual se debe a que a partir de ciertas edades el niño se hace consciente de lo que conviene decir y de aquello que debe reservarse para sí mismo: es el nacimiento de la intimidad a la que solo accede el propio sujeto.
Pues bien, con la realización de un dibujo libre (por ejemplo acerca de la familia) el sujeto nos comunica no solo los aspectos de los que es consciente, sino que nos informa de muchos de los elementos afectivos que desconoce de sí mismo o que no comunicaría verbalmente.
Una cuestión a tener en consideración es que el que investiga debe conocer bien ese lenguaje para saber interpretar con corrección lo que se ha expresado en la escena dibujada, dado que esta es una verdadera narración del mundo interior de su autor.
Este tema llevo décadas enseñándolo a los estudiantes de Magisterio y Psicopedagogía a los que les he impartido clases, y lo cierto es que vuelven entusiasmados tras los trabajos de investigación que realizan en los colegios a instancia mía. No se imaginaban que aquello que habían conocido en el aula verdaderamente les sirviera en sus prácticas docentes.
Para no extenderme mucho, quisiera añadir que hay una diferencia significativa entre esta investigación naturalista y la investigación clínica que algunos psicólogos llevan con sus pacientes.
En el primer caso, niños y niñas realizan sus dibujos en sus colegios, habitualmente a la hora de Plástica. Esto conlleva que lo interpreten como una actividad creativa y lúdica más dentro de esa materia, por lo que no tienen ningún temor a expresarse con toda espontaneidad, incluso narrándonos las situaciones más dramáticas que hayan vivido.
En la investigación clínica, la que suelen llevar los psicólogos en sus consultas, el sujeto se siente observado e intuye que se le pide el dibujo para conocer algo de sí mismo, lo que conduce a que haya algunas limitaciones que en un contexto natural no se producen. Bien es cierto, que tienen una información previa bastante detallada de la persona que analiza.
Como puedes observar, sobre este tema me alargaría mucho, por lo que, para cerrar, te informo que estoy escribiendo un libro que me apasiona y que es el resumen de muchos años de investigación: “El dibujo de la familia”.
Gracias por tu interés. Recibe un cordial saludo y que tengas un buen año 2015.
Estimado Aureliano:
Estupendos comentarios los tuyos. Pienso que merecería la pena escribir los artículos solo para provocar los comentarios que, en ocasiones, les siguen.
Muchas gracias por leer y por escfibir.
Feliz 2015.
MAS
Querido Joaquín:
Gracias por tus hermosas palabras. Son el fruto de un corazón generoso.
Feliz 2015.
MAS
Estimado Juan Miguel:
Gracias por tu fidelidad. Tus comentarios enriquecen siempre el artículo. Lo completan, agrandan, lo embellecen.
Gracias, amigo.
Feliz 2015.
MAS
Querido Juan Carlos:
Gracias por tus ricas aportaciones.
Gracias por tu fidelidad de tantos textos.
Un abrazo y feliz 2015.
MAS
Esta masacre es horrible.
Es todavía más horrible que se haya producido en una escuela. La perversión es tremenda. Hubiera sido mucho más difícil matar a todos esos niños en un día de vacaciones.
Es difícil imaginarse que haya gente tan mala.
Como se puede evitar ese tipo de horrores?
Esta masacre es horrible.
Es todavía más horrible que se haya producido en una escuela. La perversión es tremenda. Hubiera sido mucho más difícil matar a todos esos niños en un día de vacaciones.
Es difícil imaginarse que haya gente tan mala.
Como se puede evitar ese tipo de horrores?
Emocionante texto. Más de cien niños muertos es convertir la escuela en un cementerio.
El fundamentalismo es la prueba más evidente que hay formas equivocadas de entender la educacion.
Convertir a los educandos en asesinos de niños es la prueba más evidente de que se ha confundido educación con adoctrinamiento.
Excelente texto para pensar hacia dónde va la evolución de la humanidad.
No es fácil determinar sí estamos avanzando o retrocediendo.
Un hecho como nos tiene que hacer pensar. Es de una gravedad extrema.
ElPais:
Incendiarios de aulas
Sería deseable que la Universidad no callara y que se presentara ante la sociedad como lo que es, el mejor baluarte de la libertad, del respeto y de la paz
http://ccaa.elpais.com/ccaa/2014/12/21/andalucia/1419186712_596445.html
Felices fiestas a todos/as.
Como se puede erradicar violencia? Qué se puede hacer para que no ocurran estos hechos tan terribles? Cómo se puede persuadir a las personas de que la vida de los demás les pertenece a ellos y a nadie más?Coincido con el autor: sólo a través de la educación.
La muerte de los niños es siempre una tragedia, pero cuando se produce de esta manera masiva y brutal uno se pregunta dónde se ha escondido Dios.
Hay que pensar en acabar con estos hechos irremediables en sus consecuencias.
También a mí me indigna y sobrecoge que la masacre hay tenido lugar en una escuela.
El fanatismo y el fundamentalismo solo se pueden combatir con la lectura, con la educación, con el pensamiento.
Por eso comparto la idea de que las soluciones están en la educación.
Saludos y feliz año 2015.
Horrible masacre.
¿Cómo se puede olvidar tan pronto?
A las familias les durará toda la vida.
Los niños no volverán a sonreir, ni a hablar, ni a aprender..
¿Quién se cree dieño de la vida de los demás?
No hay causa que justifique una matanza como ésta.
Matar a niños es un horror.
Y peor en una escuela a la que los niños han ido a aprender y a convivir con otros niños y con sus profesores.
¿Cómo se ha podido llegar a estos extremos?
¿Cómo se puede tolerar tanto horror?
¿Qué causas, qué ideales merecen este terrible precio?
Estos hechos no nos `pueden dejar indiferentes.
Gracias por recordárnoslo.
No sé qué castigo se puede dar a estos delincuentes fundamentalistas.
No soy partidaria de la pena de muerte, pero creo que la cadena perpetua es lo más justo.
No pueden quedar impunes estos hechos.
La justicia tiene que actuar con rapidez y eficacia.
Impresionantes hechos.
Artículo necesario.
La pena es que estos horribles asesinatos se pierdan en la memoria colectiva.
Saludos y feliz 2015.
Tanto el artículo como los hechos que comenta y condena me han impactado.
No podemos quedar indiferentes ante tanta barbarie.
Al empezar el nuevo año debemos hacer todo lo posible para que estos hechos no se repitan.
Saludos y Feliz Año Nuevo.
No matarás.
<es un mandamiento para los cristianos.
Pero para todas las personas existe la obligación de respetar los derechos del prójimo. El primero de todos ellos es la VIDA.
Quién puede arrogarse el derecho a quitar la vida a los demás?
No hay causa, ni idea, ni religión que pueda justificar una muerte. ¡Qué decir de una masacre! ¡De una masacre de niños! ¡De una masacre de niños en una escuela!
A ver si 2015 no nos trae ningún hecho de esta naturaleza.