He participado recientemente en un Ciclo de Conferencias organizado por el Centro de Formaçao e Inovaçao dos Professionais de Educaçao (CENFIPE) de las Escuelas de Alto Lima y Paredes de Coura (Portugal). Me desplacé para ello a la hermosa ciudad portuguesa de Ponte de Barca, situada a unos cien kilómetros al norte de Oporto. Más de doscientos profesores participaban en las sesiones, evidenciando un intenso compromiso con su profesión y con la escuela pública. A pesar de ser un sábado lluvioso de otoño, el Salón estaba lleno a rebosar.
Asistí con interés a las cuatro conferencias que siguieron a la mía. La última corrió a cargo de José Bento Carlos de Amaral, un Ingeniero de Alimentación de 41 años, que subió al escenario en una silla de ruedas. Muchos de los profesores y profesoras asistentes, al parecer, le conocían ya que su historia ha adquirido una importante notoriedad en Portugal en los últimos años.
Subió, como digo, al escenario y en una breve e intensa intervención nos contó que, cuando tenía 25 años, un hermoso día de playa, fue arrastrado por una ola que le golpeó contra un banco de arena. Aquel fatídico golpe le mantuvo siete meses en un Hospital del que salió en una silla de ruedas, convertido en parapléjico para toda la vida.
De forma serena y emotiva nos contó cómo al principio pensó que su vida había concluido y que todo lo que viniera después no podría tener el menor interés. Todos los sueños se habían roto en mil pedazos en un abrir y cerrar de ojos. Aquella ola se había llevado por delante todas sus ilusiones.
Nos dijo a los asistentes que, poco después, pensó: “Hay mucha gente que sufre más que yo. El mundo continúa y por eso depende de mí lo que voy a conseguir hacer. Ese fue un clic importante porque me dio fuerzas desde el comienzo”.
Su reacción ha sido formidable. Terminó sus estudios de Ingeniero de Alimentos, impartió cursos en maestrías y postgrados, viajó a Burdeos y se especializó en la cata de vinos. Ahora es “Chefe da Camara dos Provadores do Instituto dos Vinhos do Douro e do Porto”.
Contra todos los pronósticos iniciales y gracias a un esfuerzo sostenido, ha recuperado mucha movilidad de los brazos y de las manos. Hoy tiene una notable amplitud de movimientos y una precisión fina que le permite pasar las páginas de los libros, comer solo o mantener las copas altas para la cata de vinos.
Ha mantenido su actividad física, ya que era un apasionado del deporte. Gracias a ese prolongado esfuerzo, ha conseguido ser campeón de ski asistido en los juegos paralímpicos y campeón del mundo de vela adaptada. Logros de los que habla con una tranquilidad y una sencillez admirables.
Resultó impresionante para mí ver a aquel hombre de 41 años explicar la tragedia en términos tan sencillos, tan cercanos y tan positivos. Me impresionó su gran profundidad, su enorme sensibilidad y su libertad que parece contradecirse con su incapacidad motora.
Bento Amaral se casó en el 2007 con Carmo, una mujer que quedó deslumbrada por el hombre más libre, más entero y más alegre que dice haber conocido nunca. La fuerza del amor y de la familia han sido pilares fundamentales en la vida de este hombre simpático y admirable.
Qué hermosa y contundente lección. Él nos habló con su vida, con su capacidad de superación, con su evidente alegría. Demostrando una vez más que lo más importante no es lo que nos sucede sino la forma en que lo afrontamos. Son dos cosas muy distintas: una cosa es lo que pasa y otra muy diferente cómo reaccionamos ante eso que nos pasa. El mismo hecho (una enfermedad, un accidente, una muerte, una ruptura amorosa, la pérdida de un puesto trabajo…) a unos los destruye y a otros les hace reaccionar con energía esperanza y optimismo.
Mientras nos hablaba Bento Amaral pensaba yo en tantas personas que son destruidas por la menor adversidad, en tanta gente que vive amargada ante cualquier contrariedad. Él nos mostró cómo y por qué se sentía apasionado por la vida. Otros, con una situación mínimamente adversa, se hunden en el desaliento y en la desesperación.
Nada hay más importante que saber reaccionar ante las adversidades. Porque éstas existen en la vida. Resulta decisivo saber afrontarlas sin que nos destruyan, sin que acaben con la felicidad
Los elementos clave de su recuperación, a mi juicio, son dos: optimismo y voluntad. Dos actitudes ante nosotros mismos y ante la vida que, siendo tan necesarias, hoy escasean.
El optimismo es una cualidad que nos hace afrontar la realidad de forma positiva. Y en esa realidad estamos nosotros mismos. Pensar que no es posible superarse es renunciar de antemano a la superación. Ahora bien, para que esa superación se produzca no hace falta solo creer que es posible. Es necesario trabajar con perseverancia y esfuerzo. Es decir, voluntad.
Optimismo y voluntad son cualidades que se desarrollan o se destruyen. Son actitudes ante la vida que se pueden potenciar o hacer desaparecer. Por eso tienen que ver con la educación. Y la educación se sustenta en el ejemplo y se desarrolla a través del pensamiento y de la acción. Por eso es necesario (en la familia, en la escuela y en la sociedad) alentar el optimismo y ejercitar la voluntad. Esas actitudes no son fruto del azar o de la suerte sino conquistas humanas, asentadas en la reflexión y en el esfuerzo.
Admirable lección la de Bento Amaral que, desde aquella silla de ruedas, iluminó nuestras mentes y nuestros corazones con su palabra, con maravillosas imágenes, con su ejemplo y con su sonrisa. Delante de nosotros estaba un hombre que había sabido remontar la adversidad y que había corrido hacia la felicidad superando la deficiencia motórica. Un apasionado de la vida.
Eladia Blazquez, escribio unos versos que la inmortalizaran como poeta del tango…ellos vinieron a mi mente cunado leía el testimonio de José Bento Carlos…existencias vividas tal manera que sirven de profilaxis, que suman, que edifican, que curan y dan vida….que honran la vida.
Horacio Muros
Desde Argentina
Honrar la vida ( Tango de Eladia Blazquez )
¡No! ¡Permanecer y transcurrir
no es perdurar, no es existir,
ni honrar la vida!
Hay tantas maneras de no ser,
tanta conciencia sin saber,
adormecida…
Merecer la vida no es callar
y consentir,
tantas injusticias repetidas…
Es una virtud, es dignidad
y es la actitud de identidad
más definida.
Eso de durar y transcurrir
no nos da derecho a presumir.
Porque no es lo mismo que
vivir…Honrar la vida.
¡No! ¡Permanecer y transcurrir
no siempre quiere sugerir
honrar la vida!
Hay tanta pequeña vanidad
en nuestra tonta humanidad
enceguecida.
Merecer la vida es erguirse
vertical,
más allá del mal, de las caídas…
Es igual que darle a la verdad
y a nuestra propia libertad
la bienvenida…
Eso de durar y transcurrir
no nos da derecho a presumir,
porque no es lo mismo que
vivir…Honrar la vida.
ADMIRABLE !!!!!!!!! LO DE JOSÉ POR SU ESFUERZO. Y AUSTED MIGUEL GRACIAS POR EL EJEMPLO DE VIDA QUE HOY NOS TRAJO SIRVE PARA VALORAR LO QUE TENEMOS : LA VIDA. CARIÑOS. DIANA ARANGO.
ME GUSTARÍA COMPARTIR LA PÁGINA QUE ABRÍ CON USTED. http://www.unespacio-parapensar.blogspot.com GRACIAS
Querido Horacio:
Muchas gracias por compartir el hermoso y certero poema de Eladia Blázquez.
Esa es la cuestión. No basta con durar y transcurrir. Hay que honzar la vida.
Creo que Bento Amaral es un buen ejemplo de esa actitud. Gracias, pues.
Extraordinario ejemplo. A otros nos derribo un soplo: un suspenso en un examaen, un desaire amoroso, un pequeño accidente, una pérdida de empleo…
El valor de una persona se mide por la fuerza que hace falta para derribarla. Este hombre nos ha demostrado que se puede ser libre y feliz en la mayor adversidad.
¡Qué bonito ejempolo de vida! ¡Qué lección! ¡Y hay tanta gente anónima que no sólo transcurre, sino que honra la vida! Se necesita tener optimismo y voluntad, y además ser muy valiente. No debe ser fácil volver a empezar cuando el cuerpo en el que siempre has llevado el alma parece abandonarte de repente, de un plumazo, por hacer una tontería, o por azar, o por accidente. Si uno lo piensa, somos más espíritu que materia, pero ¡cuán apegados a nuestro cuerpo transcurrimos por la vida! No sé si yo sería capaz de sobreponerme, no me reconozco tan fuerte, con tanta entereza. Al menos esto me hace reflexionar sobre lo rica y afortunada que soy por tener dos brazos, dos piernas y una columna vertebral que me llevan de la cama a la mesa, a la escuela o la carnicería. Que de verdad es un milagro que nuestro cuerpo pueda rsponder a nuestro cerebro, y por si fuera poco puedo oír,hablar,escribir,respirar…¡Cuanto se me ha dado y no siempre tengo conciencia de ello. Podría seguir con mis cavilaciones infinitamente.
Gracias Miguel Ángel por hacerme tomar conciencia. ¡Feliz semana para todos! Y no olvidemos honrar la vida, amar y ver lo que tenemos.
Una buena historia. Una bellísima historia.
He visto en internet la historia de este hombre. Admirable.
Gracias a Miguel Ángel por refordarnos que la felicidad no se encuentra en el dinero, en el poder, en el éxito, en la fama… Para pensar. Para actuar.
Estas historias dan que pensar y nos avergüenzan cuando nos desfundamos por pequeñas contrariedades de la vida.
Los juegos paralímpicos son un ejmplo de superación. Yo he visto esquiar a ciegos, a personas con un solo pie superando a los que la naturaleza nos ha dotado de ojos y pies.
Me acojo a esta frase: no está en las dificultades si no en cómo afrontarlas. Optimismo y voluntad, como dice Miguel Ángel.
Saludos.
Magnifico su articulo, y magnifico usted tambien Miguel Angel, gracias por usar la palabra para enseñarnos el camino de la felicidad.
Muchas gracias Profesor por reflexiones tan certeras.Pero nosotros, los afortunados y privilegiados no las vemos.Seguimos utilizando la inteligencia fracasada de la que habla José Antonio Marina. El Sr. Bento Amaral sí utiliza la inteligencia triunfante.
No es sorprendente que esta reflexión también nos lleve al aprendizaje social emocional, la competencia imprescindible en la escuela y en el instituto.Sin ella, las demás fracasan.
Los educadores, todos, somos responsables, en la parte que nos corresponde, de EDUCAR LAS EMOCIONES.
Le educación no puede entenderse sin valores. Creo que el testimonio de este hombre es un ejemplo magnífico de cómo luchar contra la adversidad.
Quiero felicitarle a él por compartir su experiencia y al autor del artículo por haberla hecho llegar a nosotros.
Haría falta que estas personas (y no optras) tuviesen más presencia en los medios de domunicación. Ya está bien de que ocupen horas y horas de pantalla personas que no tienen nada importante e interesante que decir.
Claro que el problema reside en que si aparecen personas como Bento Amaral la audiencia disminuiría. Así nos va.
Si todos tuviésemos el talante de Bento Amaral el mundo sería otro lugar diferente: más habitable, más justo, más hermoso.
Si todos tuviéramos el talante de Bento Amaral, seríamos más felices, más entusiastas y más optimistas.
Creo que en la educación tendríamos que ocuparnos más de los aspectos emocionales. No solo de los intlectuales.
Escrevo em português porque, embora leia e fale espanhol, não me atrevo a escrever, poderia dar muitos erros… além disso penso que vão compreender as minhas palavras.
Antes de mais quero dizer que estive presente em Ponte da Barca e que foi um prazer ouvir as suas palavras, deram-me ânimo e vontade. Vontade de continuar a investir na profissão, vontade de inovar.
Este texto está fabuloso! Obrigada, mais uma vez pelas suas palavras. Rejuvenescem-nos!
Estupendo ejemplo. Ojalá hubiese muchas personas así, con ese dinamismo, esa voluntad, ese optimismo y esas ganas de vivir y de superarse.
Enhorabuena a Bento Amaral. Ha sabido superar un golpe terrible. Un segundo cambió su vida pero, con esfuerzo, con optimismo, con espíritu de superación ha logrado emprender una vida hermosa.
Y gracias al autor que nos lo ha dado a concer. Estamos hartos de ver cómo se llenan las páginas de los periódicos de personas corruptas, violentas o ambiciosas.
Estoy de acuerdo contigo, Sara. Casi siempre los modelos que se proponen tienen unas características diferentes a este que se presenta en el artículo.
Son personas que han llegado a la fama por caminos bastante torcidos:a base de acumular dinero, fama o poder. Pero no por haber atesorado bondad, sabiduría o esfuerzo.
Existen estas personas. Yo creo que en proporción mayor que las otras. Lo que pasa es que no ocupan las primeras páginas de los periódicos o las primeras noticias de los telediarios.
Para Ana y Sara:
El problema es que la escuela propone modelos por la via de la argumentación y los medios presentan modelos por la vía de la seducción.
Parece lógico plantear qué es lo que nos lleva a la felicidad y la bondad como caminos para llegar a buen término en la vida. Pero lo que se nos propone es un tipo de modelos que parecen felices por haber acumulado fama, dinero o poder. ¿Realmente lo son?
Incluso cuando presentan modelos que han llegado al cenit no se nos muestran sus etapas de trabajo, de esfuerzo, de duda, de perseverancia, de ansiedd… y de suerte.
Habrá jugadores tan buenos o mejores que Ronaldo Messi, pero quizás el día que llegó el ojeador estaban enfermos o tuvieron unas horas malas. Quizá tuvieron una lesión…
La vida de Bento Amaral es un modelo de superación y de conquista de la felicidad por un camino inequívoco.
Es verdad que las circunstancias y el contexto puede ser uno, pero la manera de reaccionar ante ellos es otro. Esta historia es admirable, siempre hay alguien que puede estar pasando algo peor que yo, sin embargo la vida no se trata de ver quién la pasa peor sino que; desde el lugar donde estamos qué es lo que hacemos con lo que tenemos.
José Bento Carlos de Amaral, es un hombre de gran ejemplo ya que a pesar de su condición ha continuado adelante, tomando la vida desde la mejor postura con lo que tiene. Ha generado cosas sorprendentes y se ha interesado por servir e influir en los demás favorablemente.
Vivir creando lo mejor y asumiendo los retos con valor, voluntad y optimismo es algo que no se adquiere de la noche a la mañana, son producto de una educación, de una visión, y de un trabajo previo. Es importante que todos fomentemos estas características en nosotros mismos, en la gente que nos rodea, nuestra familia y en los lugares de trabajo.
Gracias por compartir esta experiencia y gracias por hacernos reflexionar sobre el papel que tienen los que educan para lograr estas características en las personas.
Saludos
Me ha impresionado la historia vital de Bento Amaral. Admirable, como han subrayado varios comentaristas.
Solo quiero añadir una reflexión: que no se trata de un gesto herocio que dura un momento sino de una vida que se sostiene en una actitud psositiva.
Querido Maestro! Impresionante la historia contada en este artículo.Importante labor la de este gran hombre para superar tantas controversias que le ha impuesto la vida.Digno de admirar sin lugar a dudas, para mi un ejemplo a seguir en la lucha que tenemos para superar ,contra viento y marea, todas las adversidades a las que estamos sometidas.Historias como estas son el aliciente que necesitamos algunas personas para ser optimistas, fuertes, voluntariosas, felices, y asi crecer como personas.La dureza de la vida nos hace sentir una simbiosis profunda, una afinidad, una empatia con aquellas personas que tienen una actitud positiva, y nos hace ver el ejemplo de la lucha por la vida.Arriba los corazones en armonía.
Saludos cordiales.