La escuela de la vida

21 Nov
¿Por qué aclamamos a quien muy a menudo nos roba?
¿Por qué aclamamos a quien muy a menudo nos roba?

Proliferan los casos de corrupción entre la clase política. Cada día nos encontramos con un nuevo escándalo. Prevaricación, cohecho, malversación de fondos públicos, blanqueo de dinero… No se puede seguir así. La corrupción es el cáncer de la democracia.

El abuso de poder es consustancial a la dictadura, pero la democracia es precisamente el ejercicio del poder por el pueblo en beneficio del pueblo. Cuando alguien que ha sido elegido por los ciudadanos y ciudadanas, hace un uso indebido de la confianza en él depositada comete dos delitos simultáneamente. Uno contra la ley y otro contra las personas que le han conferido una responsabilidad. Los ciudadanos que han elevado a esa persona a la dignidad de un cargo no se merecen ser pisoteados por ella.

La corrupción en una democracia es especialmente dañina porque corrompe el sistema. El desprestigio de la clase política nos perjudica a todos. Porque esos políticos que delinquen salen de las votaciones democráticas. ¿A quiénes hemos elegido? ¿Cómo no hemos visto la calaña de esos individuos?

Todavía es peor el caso en que la elección recae sobre delincuentes. Me deja asombrado el hecho que repitan mandato personas que están imputadas en delitos contra el interés público. Me deja perplejo el hecho de que obtengan mayorías personas que están inmersas en procesos de corrupción evidentes.

Alguna vez he visto a personas que son conducidas esposadas hacia los juzgados o hacia la cárcel mientras las aclama un gentío como si fueran héroes. Es decir que aplauden y vitorean a quien les ha mentido y robado. Me pregunto, ¿qué tipo de educación han tenido esas personas? ¿Para qué les ha valido estudiar e ir a la escuela? Lo dice de forma muy clara Phillipe Perrenoud en un artículo irónicamente titulado “La escuela no sirve para nada”: “Se puede tomar a los ciudadanos por imbéciles y tener todas las posibilidades de ser elegido por aclamación”.

Uno de los efectos más nocivos de la corrupción es el pésimo ejemplo que se da a la ciudadanía. De arriba abajo se produce una invitación a la desvergüenza de manera que cada uno en su nivel procura aprovecharse impunemente de los demás. “Todo el que puede, lo hace”, viene a decirse cada uno. El que puede robar mucho, roba mucho y el que puede robar poco, roba poco. Cada uno todo lo que puede. Porque se genera un estado de opinión que convierte en estúpido a quien no se aprovecha de la ocasión.

Otro efecto pernicioso de la situación es que nunca aparece el dinero que se ha robado. Se mete al delincuente en la cárcel, pasa en ella varios años y sale para disfrutar de su dinero. De modo que, al final, sale ganando. Un poco de vergüenza (como no tienen mucha, les afecta poco) y a disfrutar de la vida. ¿Por qué no permanecen en la cárcel los ladrones hasta que devuelvan el último céntimo robado?

Me indigna mucho el cinismo. Algunos de estos mangantes, como se han hecho extraordinariamente ricos, se rodean de cohortes de abogados que consiguen hacer de lo negro blanco y de lo blanco negro. Así, una persona que de la nada se ha vuelto multimillonaria por arte de birlibirloque se enzarza en pleitos infinitos que acaban por declararla inocente. Otros, por el robo de unas gallinas se pasan años en la cárcel.

Hay que poner coto a este desmadre, hay que cerrar esta escuela de delincuencia, hay que regenerar la vida política. Y eso depende de todos y de cada uno.

La primera página de los periódicos cuenta cada día un nuevo escándalo. “Dale la vuelta al periódico, que viene el niño”, le dice el papá a la mamá que está leyendo el periódico. ¿Qué es lo que aprenden los niños y los jóvenes en la escuela de la vida? ¿Qué es lo que les enseñan estos profesores del delito?

Los ciudadanos y ciudadanas tienen la sospecha de que si se hurgase en todos los Ayuntamientos encontraríamos un buen número de delincuentes. Esa sensación destruye una democracia. Hay muchos escándalos y una terrible sospecha de que si se investigase con atención y extensión habría muchos más,

Hace poco impartí una conferencia en un Ayuntamiento y para el cobro de trescientos euros tuve que hacer mil trámites: garantizar con firma y sello del banco que mi cuenta era la correcta, presentar la fotocopia del carnet de identidad, firmar una declaración jurada, enviar los resguardos de las tarjetas de embarque… Y me pregunté: Si el control es tan grande para una cantidad tan insignificante, ¿cómo se pueden evadir millones de euros? Llegué a la conclusión de los controles tienen carácter descendente. Es decir que se ha producido una perversión de la democracia: en lugar de estar los de arriba al servicio de los de abajo, resulta que los de abajo están al servicio de los de arriba. Salvo un solo día: el de las elecciones. Y, por ende, durante la campaña electoral. De verdad que resulta irritante tanto halago en época de elecciones: ¿Para qué quiere usted que le vote? ¿Es que quiere usted robarme?

No me gusta tampoco que la única pretensión de cada partido sea la de mostrar que es mejor que ningún otro. La exigencia es que todos sean ejemplares. Si cada uno echa toda la mierda que puede sobre el adversario, los votantes llegaremos a la conclusión de que todos están manchados. Por eso la exigencia de los partidos debe ser sobre todo interna y no sólo externa.

Sé que ni todos los políticos son malos ni todos son iguales. Pero ha llegado el momento de decir basta a esta cadena de corrupción y de escándalos. Lo decía de forma lapidaria el sabio adagio latino: corruptio optimi pessima. La peor corrupción es la de los mejores.

10 respuestas a «La escuela de la vida»

  1. … de acuerdo… pero cómo lo hacemos…(re)fundamos un partido anticorrupción? .. se nos colarían los corruptos… ? .. nuestro país, tiene una herencia de siglos… un un género literario que lo define . “la picaresca” … existe otro país en el mundo así ? 😉 de todos modos, ánimos, no todos zemos igualessss…

  2. La demacracia, querido maestro, aunque usted nunca lo quiera reconocer, es una utopía. Y las utopías son eso: utopías… Puede imaginarse usted si eso sucede en el primer mundo, lo que queda para los paíces jóvenes y pobres, en vías de desarrollo, como los llaman ahora; aunque el desarrollo sea un empinado camino hacia abajo… Aquí,en argentina, hemos tenido duros gobiernos militares y épocas de miedo y de terror, pero ningún gobierno ha sido tan dictatorial y abusivo como los democráticos. Historia que se ha ido agudizando, para llegar al gobierno actual, que ejerce sobre un pueblo muy castigado un despotismo absoluto. Creía que esas palabras solo se encontraban en los libros de historia, pero por aquí son increíblemente actuales. La expresión: “abuso de poder” suena insignificante para contar lo que por estos lares sucede.
    La pregunta es siempre la misma:¿Como revertir, como cambiar esta situación?
    Y la respuesta tendríamos que buscarla en algún libro de magia…
    En mi trabajo como estimuladora temprana, concurro una vez a la semana a un Jardín de infantes al que acuden los niños desde los 2 a los 5 años. Ayer con sorpresa, observando las salas vi que en todas ellas había pegado unos carteles con los horarios de actividades. En la sala de cuatro el horario rezaba algo así: de tal hora a tal hora, inico, música, juego trabajo, lengua, literatura, matemática, educación física… A también merienda… 4años…
    en la sala de 5 la maestra hacía una distribución similar, pero con la salvedad de que había horas para juego trabajo y horas para juego didáctico… Yo me pregunto sin poderme responder, cual es la diferencia entre juego trabajo y juego didáctico. ¿Acaso todo juego no es didáctico? ¿Acaso niños y niñas no aprenden jugando? ¿Que pasó con ese espacio de la vida que va de los 3 a los 5 donde se acudía solo a jugar y jugando se aprendía a compartir, a relacionarse, a socializar y por sobre todas las cosas a ser felices? ¿Se olvidaron quiénes construyen los currículos pedagógicos que en los primeros años de la vida se construyen las bases de la personalidad, el cimiento de la estructura psíquica? ¿Se les olvidó que está se construye desde lo emocional y lo afectivo?
    No sé si esto viene al caso de la historia, pero para que un edificio sea fuerte y seguro, para que se puedan construir muchos pisos sobre él, los cimientos tiene que ser fuertes y bien consolidados.
    Un día dije ante una reunión de inspectoras que al Jardín se iba a jugar, a socializar y a compartir, y la inspectora de psicología me agregó muy solemne:”y a aprender”… Yo sentí que no le había servido de nada toda la psicología aprendida, pero por sobre todas las cosas que no sabía nada de “aprender” en los primeros años de la vida…
    Quizás este sea un buen lugar para empezar a hacer cambios. Si queremos personas seguras y confiables, hagamos niños y niñas felices que puedan pararse frente a la vida con libertad y optimismo. y así las utopías dejarán de ser utopías y el mundo mejor que todos tanto soñamos será un mundo posible.

  3. ¡Qué extrañamente pesimista! Yo que lo leo semanalmente para contrarrestar mi negativismo patológico… Pero todo lo que dice es cierto, tan verdad que últimamente me pregunto si en verdad la democracia es el menos malo de los sistemas… De lo que sí estoy seguro es de que nuestro sistema de partidos no nos lleva a ninguna parte. Urge un cambio, no estoy seguro hacia donde. Me inclino por el sistema británico, en el que cada diputado es realmente representante de una “constituency” y responde directamente y en persona ante sus electores.

  4. El tráfico de influencias, en todos sus niveles, es también un robo manifiesto. La escuela como microcosmo social lo refleja con demasiada frecuencia: poder desmesurado de los intelectuales ogánicos ejerciendo violencia simbólica sobre sus dirigidos, por parafrasear a Foucault,pero indignada ante tanta prepotencia directiva e inspectora. Buenos días.

  5. Nuestro planeta huele a podrido.
    Corruptos o nocivos para la humanidad:
    90% de los políticos
    96% de los eclesiásticos
    98% de los financieros y “tiburones” de las finanzas

    Para contrarrestar estos altos índices de toxicidad existen unas minúsculas organizaciones como Amnistía Internacional, Médicos sin Fronteras, Ayuda en Acción, un puñado de buenos profesores que aman a sus lumnos…, y pocos más.
    Creo que la batalla la tenemos perdida de antemano.
    Pero, mientras hay vida hay esperanza.

    Saludos Profesor de este “cuasi” paisano de Priego

  6. Por cierto que, esta en la raiz de la demagogia el hacernos creer que la democracia es una panacea, pero olvidan decir que, en realidad lo válido es la república, porque, sin un sistema republicano la democracia se convierte en lo que es, el gobierno de las mayorias y de los representantes de esas mayorias, que vaya uno a saber como llegar a ejercer el poder, sin el freno y contralor de la republica que, hace que todo sea posible. O acaso el advenimiento de Hitler al poder no fue democratico?? porque lo olvidan o lo ocultan. En Argentina, uno de los últimos demagogos, exalto que con la democracia se curaba y se crecia, nada más falso que eso. La corrupción existe, porque no se ejerce un control serio, porque si bien la legislación esta, los controles laxos no se ejercen y presionados por las mayorias democraticas, admiten en aras de ese supuesto bien comun, que se quebranten los limites y así todos los principios republicanos.

  7. Querida/o eraser.
    Te aseguro que existe otro país así, y peor aún, y si no me crees date una vuelta por mi amada Argentina. Allá tienen la “picaresca”, y acá la “viveza criolla”, tal vez la hayamos heredado, como el idioma, la religión y gran parte de nuestra cultura, pero te aseguro que si son ustedes los maestros, el discípulo en esta ocasión los ha superado, y ampliamente.
    Acá los políticos son los más descarados corruptos del planeta, altos funcionarios del gobierno se roban valijas repletas de millones de dólares en las narices de los ciudadanos, esconden abultados paquetes millonarios en los baños de los más altos funcionarios del ministerio de la Nación y luego no sienten ni vergüenza de aparecer en los noticieros de todo el planeta dando discursos de “víctimas de trampas”.
    Manipulan elecciones, se pasan el poder como una pelota de marido a mujer, se creen monarcas, propulsan la pobreza y la ignorancia para conseguir luego un voto por un colchón o un teléfono celular…y podría seguir toda la semana.
    Pero bueno, no quiero expresar más ira, mi hija me ha enseñado que mientras más la expresamos menos se aleja de nosotros, y no me gusta estar enojada.
    De todas maneras también sé que hay políticos de los otros, de los que no enriquecen de la mañana a la noche una vez que obtuvieron un cargo desde donde se puede robar protegido por los fueros… En fin.
    Hay que acabar con esta raza de rateros, pero ¿Quién le pone el cascabel al gato?
    Bueno, feliz semana para todos. Hasta el próximo sábado.

  8. Contra la corrupción, contra la manipulación, contra la publicidad engañosa, contra el pesimismo…

    APRENDAMOS A CRITICAR

    Y me atrevo a citar algunas palabras de nuestro maestro, Miguel Ángel, a unos jóvenes de 15 años, allá en TUY, en la utópica ciudad de Edelweiss hace ya 35 años.

    […]
    · Critiquemos a los que, desanimados, tiran la toalla y reniegan de cualquier mejora, de intentar cualquier “utopía”. Sólo el hecho de intentarla es sificiente muchas veces para cambiar las cosas.

    · Es necesario aprender a tener los ojos abiertos ante lo que pasa. Y es preciso conseguir un enfoque perfecto. Mantener abierto el diafragma mental de nuestra atención, de nuestro esfuerzo. Lo fácil es minipular las cosas. Lo difícil es desentrañar su sentido.

    · Es necesario “educar los ojos” para ver y la mente para enjuiciar lo que hemos recogido. PENSAR. Es triste; pero hay quién pasa por esta vida sin haber pensado seriamente NI UN MINUTO SIQUIERA. El hombre vale lo que valen sus POR QUÉS. Ante las cosas, ante la vida, ante las opciones que tome ha de plantearse siempre los POR QUÉS.

    · Hace falta huir del atolondramiento (no tenemos tiempo para pensar), del conformismo (todo está bien así), de la comodidad (hay quién utiliza la cabeza sólo para el fútbol), de la ingenuidad (¡ay, mamá, qué bonito es todo esto), de la estupidez (“saque ese dedo de la boca y ciérrela luego, amigo”)…

    · PIENSE, JUZGUE LAS COSAS. Porque el peligro de muerte viene precísamente de ahí. De estar sentado sobre un cráter pero felices porque acabamos de curarnos un catarro…

    · Ante los rumores, ante la propaganda, ante la política, ante ti mismo: PIENSA. También sobre la FE. Chesterton decía sabiamente: “Cuando entramos en la Iglesia se nos pide que nos quitemos el sombrero, pero no la cabeza”.

    PIENSA, hombre. Y critica ya este artículo mío. Te lo aconseja:
    MIGUEL ANGEL SANTOS GUERRA
    (Revista EDELWEISS. Tuy; 4-4-74)

  9. Los testimonios como el de JM Grande demuestran que la tarea de la educación no es baldía. Después de 35 años aún recuerdo algo que un profesor suyo escribió. Por ahí vienen las soluciones.

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