Lecciones desde el corredor de la muerte

11 Oct
Entrevista con Mario Flores en Youtube.
Entrevista con Mario Flores en Youtube.

Uno, cree en su limitada opinión, que escogió esta profesión por lo de escuchar historias y, más tarde, replicarlas, poder volver a contarlas. Contar historias. Todo el mundo tiene su historia. Todo el mundo tiene una buena entrevista. Depende de las preguntas acertadas.

Hace unas horas, cuando escribo esta columna insomne, entrevistaba a Marta Robles. A Marta, periodista y escritora, que acaba de publicar un nuevo libro y que viene a presentarlo a Málaga, pude entrevistarla con 17 años. Fue mi primera entrevista en la universidad. Fue en la Cadena SER, en Gran Vía, octava planta. Hace unas horas nos hemos vuelto a ver, en el plató de Llegó la Hora de 101TV, mi cuarta entrevista con ella, y lo hemos recordado, y hemos reído.

Marta Robles ha hecho de todo, “casi de todo”, me dice y sonríe. “Siempre es bueno dejar un hueco para que rellene la imaginación de la audiencia”, le digo. El caso es que me dice que de todo lo hecho con lo que más disfruta es con la entrevista. Me pasa igual. La entrevista, el “conversatorio”, que decía Gabriel García Márquez, contar historias, contar buenas historias.

Hace unos días, vino a contarnos su historia Mario Flores. Mario Flores pasó 20 años de su vida en el corredor de la muerte en Estados Unidos. 20 años en una celda de dos metros por uno y medio, 23 horas al día…, esperando su hora -qué absurdo queda decir “su hora” en este caso- 20 años, 7.300 días, con sus noches, encerrado injustamente por un crimen que no cometió, sabiendo, que la única posibilidad era la inyección letal.

Los días previos a la entrevista, pienso mucho en ella, me siento intranquilo, me hago preguntas. Estar junto a una persona que ha pasado por un trance así, en ese precipicio, en ese estado mental, allí, en ese infierno -las palabras deben quedarse muy cortas-. Es tan difícil llegar a imaginar qué puede sentir alguien que ha estado en el Corredor de la Muerte. Comparto mi inquietud con amigos. Visito a mi amigo JA, prpfesor de psicología, me apunta apasionado temas, tomo notas, duermo mal. Quiero hacer una buena entrevista. Quiero contar una historia. Dar con las preguntas acertadas.

Llega el día. Unos minutos antes de empezar la entrevista, mientras terminamos la mesa de debate, me dicen que Mario Flores llega tarde. Justo entra en plató para sentarse, saludarnos y, a la vuelta de un bloque de publi, empezar la entrevista. Primera pregunta, nos miramos a los ojos, siento un vértigo especial, extraordinario, “20 años…”, le digo, y se crea un silencio brumoso, necesario, tranquilo, y finalmente carraspea.

Un silencio tras una sonrisa. Mario hace un silencio oportuno, me sonríe y carraspea. Todo salta por los aires. Ya no queda otra posibilidad: la carne viva, dejarse llevar, escuchar mucho y dar con los preguntas acertadas. “Todo depende de la perspectiva”, me dice Mario Flores, ese tipo que pasó 20 años de su vida en el corredor de la muerte.

Mario Flores me habla del espacio, de la perspectiva, del optimismo… Le pregunto si duerme bien. Me asegura que “bien, poco pero bien”. Me dice que, sobre todo, su sueño es estar a la altura de la actualidad, de estar a la altura de sobrevivir en esta realidad. Me insiste que todo está en la mente

Sigue sonriendo y a cada respuesta nos alejamos más de un posible morbo. Solo nosotros. No miro el reloj. Todo fluye. Sorprende que Mario está agradecido de todo lo que le ha traído hasta aquí. Sorprende su compostura frente a la vida. Le pregunto si tiene rencor de aquellos que le traicionaron, de la justicia americana, y responde que no, vuelve a estar agradecido, como yo, ahora, por mi profesión, por llegar hasta aquí, ahora, agradecido y feliz por poder escuchar historias y poder volver a contarlas, como la de Mario, como la de Marta, como la de todos los demás.

 

ENTREVISTA CON MARIO FLORES, AQUÍ>>>>> 

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