Saben: a mis 41 años, que son bien pocos, llevo un rollo muy budista. Eso de “experimentarlo todo para luego apartarme de todo sin remordimientos”. Pues eso. Hace más de un año, nos metimos en este proyecto. Un periódico de papel, cada quince días, contando historias, redactando noticias…, y haciéndolo con pasión, con un gran equipo, independientes…, y con un buen puñado de anunciantes…, y con vosotros, lectores. Una locura, sí. Ningún periódico en papel, jamás, sobrevivió en este nuestro Rincón de la Victoria.
Vivimos tiempos de pálpitos y transformaciones en los que, más que nunca, la información es imprescindible. La prensa es la artillería de la libertad. Necesitamos gente que cuente lo que pasa ahí fuera. Parafraseando al gran Arthur Miller: “un buen periódico, supongo, es un pueblo hablando consigo mismo”. Esa es la idea: Rincón de la Victoria frente a su propio espejo.
En definitiva, el periodismo. El periodismo de verdad para conocer la realidad y para descodificar un mundo cada vez más complejo. La salud, la independencia y la variedad de medios de comunicación, con un alto valor moral, siempre es un buen termómetro para una sociedad democrática y plural.
Mi padre siempre me decía: “consigue un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar ni un solo día de tu vida”, y en esas andamos, haciéndonos periodistas.
(Columna escrita para el periódico Así Es Rincón de la Victoria con motivo de su primer aniversario).