Christian Jongeneel nada en las aguas frías que circunvalan la Isla de Manhattan , en Nueva York. Una vez estuve en Manhattan y les aseguro que es mucho más grande de lo que puedan imaginar. Christian nada y piensa en su último viaje a la India. Eso le motiva en la soledad del nadador. Christian quiere dar dos vueltas completas a la isla. Una isla es un ser humano que duerme. Un navegador le geolocaliza, manda la señal a través de complejas redes y un punto intermitente aparece y desaparece en la pantalla de mi móvil. Son las 3.45 de la madrugada en España. Unas horas después, Christian saldría del agua, aterido, agotado, indefenso, y después saldría en todos los informativos del país. Acababa de conseguir una hazaña solo apta para muy pocos.
Estar rodeado de talento es uno de los mejores tesoros que tengo. Tener amigos que nadan, corren, escriben, fotografían, hablan, hacen reír, cumplen sus sueños, viven, eso es: VIVEN (en mayúsculas) como si todo fuese a explotar, eso una de las mejores cosas que me pueden pasar en este presente continuo de indicativo. El talento, de esto se da cuenta uno más tarde que pronto, es una cuestión de tiempo, trabajo y gran voluntad.
Mi amigo Álvaro Carrero estrena en el Teatro Alameda su última obra “En ocasiones veo a Umberto”. Se trata de una comedia fresca, blanca, universal, a lo Jardiel Poncela, que atrapa desde el principio y que, sobre todo, te hace reír. Carrero es un tipo listo, con ingenio. El año pasado ganó la Biznaga de Plata del Festival de Cine de Málaga por su corto “Abrefácil”. Carrero juega a los coches, con su hijo, en el salón de su casa e imagina la invasión de Polonia.
Rubén Ruzafa es un héroe de la Grecia Clásica y uno de los más grandes guerreros de la Ilíada de Homero. Rubén habla bajo, es humilde y educado. Rubén acaba de ganar el Mundial ITU de Triatlón Cross celebrado en Australia. Lo hizo con una holgura sobresaliente. Rubén venía de ser segundo en el otro mundial, en el XTerra de Hawái. Allí no pudo con el mexicano Mauricio Méndez. Sin embargo, volvió a demostrarnos que en el deporte, como en la vida, todo es caerse y levantarse. Con otra victoria en el Mundial ITU se convertirá en el mejor de todos los tiempos. Ruzafa es mármol y leyenda.
Sí, tengo suerte de estar rodeado de gente con talento. Mi amigo Ignacio Nacho termina de cincelar su última peli. Una peli es un trozo de sueño que, alguien, por alguna extraña razón, nos deja ver por una rendija. Nacho ha rodado con Rossy de Palma, Pepón Nieto, Hugo Silva, Natalia Roig, Paco Tous, Salva Reina, Mara Guil… Me enseña el tráiler y apuesto que será otra loca maravilla de Nacho pero más accesible. Nacho dice que le gusta andar, probablemente, porque sea la única forma que tiene de constatar que avanza.
Otro ejemplo: acabar el año en el escenario de La Cochera Cabaret, hilvanando geniales monólogos de seres que hacen reír a carcajadas y hacerlo por los niños más desfavorecidos de Rwanda, acabar el año así, digo, es una suerte, un honor, un placer que he tenido la semana pasada… Compartir escenario con actores a los que admiro tanto como Salva Reina “Chuky”, Jon Plazaola, Virginia Muñoz, Quique Parodi, Javi Oliva, el mismo Carrero, hace que me sienta el hombre más rico del mundo. Observo desde bambalinas su trabajo y sonrío como un niño pequeño en su primera visita al circo.
Bosco Vida triunfa en Italia, pincha en las discotecas y le paran en el aeropuerto. Bosco duerme en el Hotel Hilton de Milán y sueña. Cuando viene a Málaga me cuenta: “todo lo que estoy viviendo es como un sueño, como si me hubiera levantado dormido y hubieran pasado cosas que no recuerdo bien”, y termina la frase, con gesto agotado, añadiendo “es extraño”.
Empiezo el año rodeado de amigos con talento y brindo por ello. Muchos de mis amigos con talento, que no cito en este post por falta de espacio y tiempo, hacen pequeñas gestas diarias, en casa con sus hijos o sus padres, en el trabajo, con asociaciones, a través de las redes, desde sus tribunas, en los tableros, algunos de ellos me están leyendo, justo ahora (y lo sabéis, bribones)… El talento está dentro de cada uno de nosotros. Cada uno tiene el suyo. Utiliza el tuyo: el bosque estaría muy silencioso si sólo cantasen los pájaros que mejor cantan. Feliz año a todos.