Amigos, volvemos. Nueva temporada, nuevos amigos, más colaboradores, secciones, entrevistas, risas, vida… Volvemos a la carga, una nueva temporada, con El Despertador.
En una ocasión, un periodista portugués me preguntó, ¿qué era para mi la radio? Respondí, sin pensar, con una sonrisa improvisada que era “mi juguete, sí, que yo era un niño y la radio, mi juguete preferido”.
Lo confieso: soy radio-adicto. La radio ha sido y es mi pasión, (una droga, digamos). No hay incendio como la pasión, que decía Buda. Recuerdo que mi madre siempre tenía una radio encendida y digo una porque, en verdad, mi madre repartía estratégicamente varios transistores por toda la casa: sonaba la voz de Luis del Olmo -con el que años más tarde tuve la suerte de trabajar-, y mi madre hacía sus cosas y reía con el mítico Debate sobre el Estado de la Nación; otra veces, sonaban los Servicios de Emergencia de RNE, y entonces se hacía un silencio extraño, y yo me estremecía y aún lo hago; o el Carrusel Deportivo, los domingos por la tarde, mientras terminaba la tarea, como una retahíla divertida y apasionante; y los Clásicos Populares de los que mi Tía Carmen era fan; o la vieja y contertulia Antena 3, con la que me hice mayor; y luego la lista interminable de nombres propios, de maestros como Herrera, Gabilondo, García-Juez, Sardá, Quintero, Iglesias… Podría estar así horas, cuando me pongo cansino, soy muy cansino.
Sí, la radio siempre ha sido mi debilidad y adicción. Ribot decía que «la pasión es una emoción crónica». Debe ser. Desde que llegué a Málaga, una de mis grandes pasiones –además del mar, mi bici, los malagueños…- ha sido Radio Victoria, antigua Victoria FM, otra radio, la nuestra, la de Rincón de la Victoria, la de toda Málaga ya (y a través de la red de todo el mundo). La radio es mi juguete. Me levanto por la mañana, hago El Despertador, juego un poco, en definitiva, y luego empiezo a trabajar.
Esta temporada volvemos con más ganas que nunca, y no es una frase hecha. Volvemos con más tertulias, deportiva y de periodistas, con nuevas secciones, de amigos animales, de cultura…, con más humor, un quinteto de humoristas malagueños que nos hará reir mucho, con más entrevistados, palabras, silencios (la radio también son silencios), vida… Con el equipazo de siempre, junto a unos fichajes galácticos.
Todo lo que he vivido durante estos años de radio, haciendo El Despertador, ha sido de una intensidad extraordinaria: el calor y el cariño de una audiencia siempre generosa (los llamados «despertanos»), la confianza de unos jefes que me han dejado hacer lo que me ha dado la gana, la entrega constante de unos compañeros dispuestos a contar lo que ocurría con coraje y cariño.
La radio es mi droga, sí, y El Despertador, mi juguete.
Como dijo Jacques de la Lacreitelle, “la radio marca los minutos de la vida; es diario, las horas, el libro; los días”. Pues eso. Soy radio-adicto, un apasionado, un disfrutón, un freak, un yonqui de la cosa…
El Despertador, de Radio Victoria, se puede escuchar en el 107.1, en www.radiovictoria.es, o en los podcast en https://www.facebook.com/edespertador
Hay quien nace con telento para algo y yo siempre te pongo como ejemplo. Y me alegro de que sea un talento del que Radio Victoria y todos los despertanos nos podamos aprovechar.
Un lujo poder oírte y colaborar.