América siempre me pareció que estaba muy cerca. Abría la puerta de mi habitación y estaba en América. Ponía la tele y estaba en América. Jugaba al basket con los amigos, a indios y vaquero, a ser yo…, y estaba allí, en América.
De camino a Philadelphia, Philli llaman los negros a esa extraña ciudad, nos perdimos. Paramos en una pequeña granja a preguntar y nos topamos con unos tipos despeinados, cuya pronunciación era latigosa y ajena. Decidimos encendernos un cigarro y mirar el mapa. Mientras ella buscaba algo en la mochila, yo tomé muchas fotos e hice una peli, así en plan rápido, material con el que algún día pienso hacer algo. Hice un pequeño vídeo, sí, una demo, que esa misma noche, al llegar al motel, edité y subí a Youtube. Aquel vídeo tenía el temblor de lo auténticamente poético. Lo revisé anoche y me hizo llorar. Luego lo borré.
América es muy parecida a Breaking Bad. Quiero decir que sus gentes se parecen a los personajes de la serie. América es un gran plató de tele, antes fue un gran plató de cine pero ahora el cine es FX y Marvel. Los personajes se confunden con las gentes, o es al revés, sino no será América.
Mientras veía el vídeo de aquel lugar inhóspito, poéticamente americano, pensaba en lo que dijo el físico danés Niels Bohr. Aquel tipo decía, escribo de memoria, que “lo opuesto de una formulación correcta es una formulación falsa, pero lo opuesto de una verdad profunda puede ser muy bien otra verdad profunda”. Al fondo de la imagen, en aquel vídeo del que hablo, se veía una autopista. Sostengo que aquella autopista era la 95, en un punto indeterminado entre East Brunswick y Princeton.
América mola. Hemos nacido mirando a aquel país poliédrico y bendecido por Dios. Trabajando en Wildwood, NJ, un mexicano me dijo una frase que no olvidaré. Hablando de la relación entre su país y los Estados Unidos, concluyó el debate espetándome, casi en un susurro: “pobre de México, tan lejos de Dios y tan cerca de los Estados Unidos”.
Aquel vídeo tenía algunas de las imágenes más bellas, imágenes que jamás volverá a grabar con mi Sony Handycam: un trozo de tierra perdida, similar a un solar o un desierto, una granja compuesta de maderas, uralita, chapas, con un porche destartalado y polvoriento, una bota de cuero olvidada en medio de la nada, una autopista al fondo, creo que la 95, una batería de un viejo Mustang, ella con minifalda y botas y un jersey negro de cuello vuelto, ella preciosa, un contenedor de basura como constante de la gravitación universal…, Ya digo, aquel vídeo era pura poesía.
América como una cita a ciegas con la viuda de Christopher Walker, gran lago salado de Utah, aeropuerto JFK, puertorriqueños “pajeando” el suelo de un McDonald´s, un volumen de John Fante, aquel vídeo, su jersey negro de cuello vuelto, las gasolineras, mis recuerdos en casa de mis padres al cerrar la puerta de mi habitación, este post urgente, la NBA, Breaking Bad, Youtube y Rota.
NOTA FINAL: Vivimos en el tiempo del escaparatismo. Preocupados todos. Me dicen que están cayendo en picado los coments del blog. Sonrío. En verdad, apenas ha habido comentarios en este blog, sí en su reflejo en facebook o twitter. Es lo que tiene el marketing. Dejan de anunciarte, dejan de venderse las bragas. Hay que seguir echando leña al fuego para que (parezca que) arda. Un vacío relleno de vacío sigue siendo vacío.
Lastima que borraras el video, yo que me paso el dia subiendolos, me hubiese gustado verlo. Y aunque haga el comentario en facebook, te dejo una nota aqui, porque me gusta leer todo lo que escribes.
Algún día quiero que me cuentes esa aventura americana. Me acabas de transportar a ese punto donde la autopista que se ve parece ser la 95…
Encantada de leerte siempre y animo a la gente que deje sus comentarios también aquí no solo en las redes sociales..
Gracias, gracias, gracias..