Se agradece que las ubicaciones de una novela policíaca –más que una novela negra- como ésta sean españolas. Estamos sin duda ante un boom de este tipo de escritura al que se han subido escritores españoles y han marcado el territorio nacional como escenario de su escrito, algo que además de lógico enriquece a la literatura en general, aunque los orígenes sean otros o los best-sellers vengan de zonas más frías.
Carolina se estrena con esta narración bastante larga para ser una novela de este tipo. Como he dicho estamos en la Cerdanya, cerca de la frontera con Andorra, concretamente en Puigcerdà, aunque los escenarios cambian en todos los capítulos –nada menos que 134- la autora tiene a bien ubicarnos en cada uno de ellos bajo la numeración del mismo.
El valle será testigo de una muerte abrupta, y dado que la víctima es uno de los grandes terratenientes de la zona el caso producirá más expectación de lo normal. Nuestra protagonista es la mejor amiga de la acusada, pero no crean que sólo conocerán a Kate, sino también al sargento Silva, un policía con un pasado oscuro que ha sido trasladado. Dos foráneos para los del pueblo, el caso de Kate porque lleva muchos años fuera de la zona y en el caso de Silva porque ni ha crecido allí.
Lo que parece en principio una acusación que no se tiene en pie nos revelará las tramas ocultas de ciertos personajes secundarios que urdirán auténticos planes ambiciosamente maquiavélicos para hundir a la acusada.
La autora se vale del narrador omnisciente para que conozcamos a todos y a cada uno de nuestros personajes, pero va más allá, porque cuando generalmente sólo se psicoanaliza a los personajes principales contándonos sus intimidades, en este caso se extiende a todos y a cada uno de los personajes, lo que a veces ralentiza la novela y la vuelve un poco densa.
Quizá esa es la característica de esta narración, no posee la agilidad de las novelas policiacas, tiene un ritmo más lento y da muchas más explicaciones y justificaciones que otras de su género.
El escenario y el ambiente está muy bien logrado, quien haya estado en la zona sabrá identificar esa sensación de cierta opresión que producen las montañas que rodean al valle para los recién llegados pero también la maravilla de vivir en un entorno en contacto directo con la naturaleza.
Ambición, envidia, el rechazo a los ‘de fuera’ en un entorno rural, las vicisitudes económicas y las rencillas y odios personales serán el complemento a la trama.
He leído que la autora está preparando la segunda parte con los mismos protagonistas, sólo así se puede entender el final tan drástico que da a la novela, pues si bien se ha detenido en multitud de detalles, el final se resuelve prácticamente en las tres últimas páginas dejando muchos temas en el aire, que al lector le hubiera gustado conocer.
Recomendada para los amantes de las sagas familiares tipo la serie de TV3 Nissaga de poder y para los amantes del género policiaco light ya que en multitud de ocasiones encontrarán más reflejos costumbristas que desde luego género negro al que la han encasillado.