Autor: Alexis Ragougneau
Traducción: Isabel González-Gallarza
Editorial: Siruela
Vamos a prepararnos para las vacaciones. Un mini descanso antes de que lleguen en el caso de que aún no las hayamos disfrutado. Un libro de lectura fácil y rápida que tenga su puntito de suspense y que no posea demasiados vericuetos.
Os presento a La madona de Notre Dame, una novela policiaca ambientada en París, y concretamente en la catedral de Notre Dame, donde seremos testigos de la muerte en extrañas circunstancias de una chica joven, bella y demasiado sensual para el recinto, que ha aparecido sentada en un banco de una de las capillas laterales con el sexo sellado con cera. Si en un principio los encargados de desentrañar el misterio son el comandante Landard, el teniente Gombrowicz y la fiscal adjunta Claire Kauffmann, el verdadero investigador es un sacerdote, el padre Kern, que como cada año y durante la época estival vuelve a la Catedral como sacerdote de apoyo ante la avalancha de turistas.
El comisario, un policía de la vieja escuela se nos presentará un tanto de forma desagradable, no empatizará con el lector por sus matices machistas, su tinte xenófobo y una educación regular que se hace notar a través de su imagen socarrona. El teniente Gombrowicz tiene otros visos y su personaje evolucionará positivamente a lo largo de la historia. La fiscal, insultantemente joven para el puesto es una chica solitaria que esconde cierto secreto y el padre Kern –quien también oculta los suyos- se nos presenta como un párroco con cierto sentimiento de culpa que suaviza visitando a los presos de una de las cárceles de París.
Un conjunto de personajes secundarios, indigentes, trastornados, beatas, guardias de seguridad y el propio cabildo catedralicio terminarán de dibujar el elenco de personajes. Personajes trazados con perfiles simples pero muy definidos, con una vida interna que se nos irá mostrando poco a poco a medida que vayamos introduciéndonos en el misterio viajando así de lo general a lo particular.
Con una acción ágil en tan sólo 176 páginas y en cinco días de la semana, conoceremos y resolveremos los secretos de la Catedral de París, gracias a que el autor Alexis Ragougneau, actor y dramaturgo francés, trabajó durante muchos años como guía y por tanto conoce el escenario de primera mano.
Una novela justa en cantidad, con diálogos apropiados y concisos que nos llevaran a ambientes sórdidos, nos acercarán a la población musulmana de Francia, al extrarradio de París, a las cárceles, al Ministerio de Justicia y sobre todo a los secretos que pueden esconder las personas y que no tienen por qué ser necesariamente oscuros y perversos, aunque el autor juegue al principio con esa dualidad especialmente en el caso del padre Kern. Un buen ejemplo para no enjuiciar antes de tiempo basándonos en las apariencias.
Recomendada para los que busquen una lectura de refresco, corta y amena, para los amantes de la novela policíaca y el entorno de París y Notre Dame.