Con todo el odio de nuestro corazón

3 Mar

Con todo el odio de nuestro corazón
Con todo el odio de nuestro corazón

Fernando Cámara

Editorial Rey Lear

Y el odio es el gran jefe, la emoción maestra, el más estruendoso y voraz de los sentimientos humanos”.

Cuando la novela tiene una base tan real como ésta una llega a preguntarse si la ficción es la realidad o viceversa. El escritor y cineasta Fernando Cámara ha ganado el XVI Premio Francisco García Pavón de Narrativa Policíaca bajo el título “Con todo el odio de nuestro corazón”. Pero olvídense, porque además de policíaca, la novela tiene un fondo social inconmensurable.

Todo comienza con las preferentes. Real como la vida misma. Hasta el punto que el propio Fernando fue estafado y como él mismo afirma escribe esta novela esperanzado en una catarsis. Nuestros protagonistas son tres, un profesor de infantil, una directora de banco y un chico cuya salud mental deja mucho que desear. La sociedad que sufre este engaño colectivo se ha asociado en dos grupos de supervivencia, uno al oeste de la ciudad y otro al norte. Todo se desarrolla en Madrid.

En estos grupos de asentamiento sobreviven. Malviven viendo cómo nadie hace nada por ellos y cómo cada día que pasa se unen nuevas personas al campamento. El muchacho desequilibrado tiene fijación con la directora, pues en ella personifica toda su caída en desgracia, y así, estableciendo un contacto basado en el puro odio, se hacen compañeros en la aventura de saldar injusticias. El profesor, que en principio es reacio, tendrá también su propia situación detonante que le hará sumarse a ellos, casi de forma circunstancial.

Hasta aquí sería la introducción, pues Fernando ha dividido la novela en dos partes, escenificadas en cada uno de los asentamientos y separadas por el punto álgido de la novela que se sitúa justo en el centro de la misma. Es una ascensión de casi 45º de golpe que te mantiene en tensión antes y después. La segunda parte seremos testigos cómo nos comportamos los humanos ante las carencias básicas y como se va vislumbrando una esperanza muy tenue, que nada tiene de salvífica pero que anima a pensar que todo puede cambiar si ponemos los ojos en nuestro futuro más inmediato, los niños.

Corrupción política, estafa social, impasividad por parte de la gran mayoría de la colectividad así como de sus dirigentes, personas abocadas a la más triste y negra desolación que desemboca en la muerte física, mental o anulación completa. Algo que desgraciadamente tenemos ahí al lado y que aparte de indignarnos muchísimo, no nos activa a hacer mucho más.

Una historia para reflexionar y sacudir morales y conciencias, donde la descomposición de la sociedad parte de la actitud de regentes bancarios y sus socios apoltronados en el poder. Sociedad en la que muchos ya no tienen nada que perder porque lo han perdido todo. Terrorismo ciudadano. In extremis. Crueldad y desamparo en un relato negro, muy negro, de un país que se hunde.

Recomendado para los que quieran probar otro tipo de relato policiaco, basado en hechos reales, con descripciones concisas y lenguaje claro y cuidado. Y para todos aquellos que busquen una nueva novela social que a modo de cuadro de costumbres sea el reflejo de una sociedad actual.

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