Explorando en la cultura indoislámica
Mirza Muhammad Hadi Ruswa
Editorial Alba, colección Rara avis
Traducida por Rocío Moriones Alonso
Novela india a modo de memorias de una cortesana, Umrao. Lo especial de este relato, además de la historia y del amplio capítulo dedicado a la poesía, es el hecho de ser la primera novela en urdu (lengua hablada entre la población musulmana del norte de la India y Paquistán).
Umrao es una cortesana que al final de sus días y a través de un amigo, quien hace las veces de biógrafo, relata sus aventuras, amores, padecimientos y alegrías en los alrededores y en el propio Lucknow, capital artística y cultural del norte de la India durante los siglo XVIII y XIX.
Todo comienza cuando en la niñez es raptada de una familia feliz y solvente con el fin de pedir un rescate. Pero este no se produce y es vendida a un burdel. Allí será adoptada por la mujer que se encarga de la intendencia de la casa, para más tarde, ya crecida, llegar a formar parte de esta casa de citas que dista del concepto occidental y se acerca más al concepto oriental. Es decir, no una vulgar prostituta, sino una prostituta cuya finalidad es hacer compañía al hombre no sólo en el terreno sexual sino en el intelectual, una mujer leída, educada, con nociones de canto, que sabe bailar y en el caso de especial de Umrao especializada en poesía.
La vida le llevará a formar parte de esta casa tan especial, conociendo a algo parecido al amor, en sus principios, para llegar hasta un hombre por el que dejará la seguridad de la casa y huirá con él. A partir de aquí comienzan una serie de aventuras que le harán viajar por distintas poblaciones cercanas a Lucknow, trabajando ya de forma independiente y conociendo a todo tipo de hombres, bandidos, forajidos, molvis (expertos en ley islámica), ustads (maestros musulmanes en el campo de la música y la poesía), etc.
El narrador excepto el primer capítulo es siempre en primera persona, Umrao, bien mientras nos cuenta su vida a modo de conversación con el biógrafo, bien al final, en el último capítulo como resumen y reflexión en una carta.
Como he comentado, son de especial estudio el primer y el último capítulo. En el primero la intertextualidad es excepcional, rica y delicada. ¿Por qué? Porque el marco introductorio de la novela se hace durante una reunión poética donde los participantes recitan gazales (forma poética de origen árabe, fundamental en la poesía urdu y persa) a modo de diálogo para demostrar sus habilidades. Aquí son fundamentales las notas de la traductora y sus detalladas explicaciones. Aún así se nota la densidad de los ramalazos persas en dicha poesía y la lentitud y parsimonia del devenir de los dípticos. Perfume muy concentrado e intenso. Pero muy particular.
El último capítulo, donde Umrao hace una revisión a modo de moraleja final de la historia de su vida, es también digno de ser mencionado individualmente. Primero, porque si hasta ahora había sido algo parecido a un cuento de las Mil y una noches, ahora llega la reflexión. Ahora es cuando ella opina de religión, de las relaciones entre hombres y mujeres, de los tipos de mujeres, e incluso da consejo a las que se vayan a dedicar como ella a este trabajo. Incluye un pequeño cuento y sobre todo menciones expresas de libros de autores persas como La rosaleda de Saadi o el Danish Nama (Libro de la Sabiduría) de Giyath Mansur, y poetas persas como Anwari y Jaqani.
En resumen, una novela diferente que ya en 1970 fue incluida por la Unesco en su Colección de Obras Representativas de la literatura universal. Un hito en la de la cultura popular india. Bollywood la ha llevado al cine varias veces. Personalmente me quedo con el encanto del lenguaje, las descripciones, algún gazal y la capacidad para imaginar que aporta. Recomendada para los abiertos a nuevas experiencias literarias, a los amantes de la India y a la literatura persa. ¡Ah! Y no piensen encontrar ni un ápice de sexo en el libro…