Puertas cerradas

6 Nov
Les han dicho que no a mis hermanos de la Humildad. Les han dicho que no pueden abrir el templo principal de Málaga un poquito antes o cambiar la misa al Sagrario, eso es lo que he leído en este mismo periódico.
Y ahora entro en reflexión, particular, sin ánimo de dañar ni ofender a nadie. Con espíritu constructivo. El problema no es que no entre una cofradía, sino que no tenemos iglesias abiertas. ¿Por qué en Málaga somos, (Iglesia somos todos, para la bueno y para lo malo, ¿recuerdan?) tan reacios a la apertura de puertas eclesiales? No sólo hablo de la consabida polémica de Semana Santa con hermandades que quieren entrar o adelantar su horario en la entrada, sino también de Parroquias.
Es más difícil encontrar abierto en horario de visita algunas Parroquias que encontrar una panadería abierta. Somos bastantes los cristianos que necesitamos el Pan de la Vida en otros horarios y que veríamos con buenos ojos no sólo encontrar puertas abiertas sino hasta si me apuran una parroquia de 24 horas…¿Por qué no? Acaba de abrirse una a la Adoración Perpetua en Marbella, no es nada nuevo en Andalucía (Sevilla) o en la Comunidad de Madrid (Getafe, por ejemplo) ¿Por qué no voy a necesitar rezar a las 2:00 de la mañana delante del Santísimo?. ¡Miren Estela Maris con misa cada hora y siempre llena!
He leído y ahora no recuerdo dónde ni en qué lugar, que hay cofradías que se han ofrecido a su parroquia para completar horarios y poder tener abierto más tiempo el templo. Magnífica idea. ¿Por qué aquí esa cerrazón? ¿No hay posibilidad de llegar a acuerdos pidiendo ayuda entre hermanos dentro de las comunidades de la Iglesia? ¿No es nuestro fin llevar la Palabra, el ejemplo de Vida y vivir la Fe? ¿No es más fácil facilitando ocasiones que cerrándose en banda?
Comprendo que no todo el campo es orégano y que la crisis económica puede perjudicar ideas como éstas, pero como bien dijo Cardenal Amigo en una charla a la que tuve la suerte de asistir, “no podemos cerrar las puertas desde dentro”. Me consta que son bastantes sacerdotes también, a los que les gustaría aperturas de iglesias… pero sobre todo de mentes. Y mientras unos intentan abrirse al mundo otros andan cerrando… nos queda el consuelo del refranero español “Cuando Dios cierra una puerta, abre una ventana”, vamos a tener que seguir insistiendo para que no sólo abra una ventana, sino unas pocas, aunque tengamos que entrar por ellas….

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