Entra en mi vida.
Clara Sánchez.
Editorial Destino.
Entra en mi vida es la última novela de Clara Sánchez, y ya van diez. Me quito el sombrero. Así, en la segunda línea. Fue mi profesora en la UNED y reconozco que iba un poco predispuesta a que no me gustara. Y sin embargo me enganchó desde su lenguaje conciso, certero y exacto, hasta la propia trama, pasando por los personajes. Hubo momentos, y aún hoy no sé por qué, pues no tienen nada que ver las dos obras, que me recordaba a otra gran escritora española, Carmen Martín Gaite en “Entre visillos”, quizá fue el estar tan cerca de la protagonista viviendo con ella su búsqueda y a la vez tan lejos como la perspectiva con que se aprecian los problemas desde detrás de unos visillos o en este caso ver la vida pasar de algunos personajes sin hacer nada por cambiarla, pues el cambio produce inquietud.
Pues bien, esta novela, basada en hechos que se han producido, sin ser reales, y cuya temática son los niños robados en la década de los 70 y 80 del siglo pasado, nos sumerge en una intriga psicológica y emocional, llena de suspense, que no por ello es angustiosa y triste si no todo lo contrario, el enfoque es un canto a la vitalidad, a la búsqueda de la verdad, y su motor es la rabia de la lucha, el inconformismo vital de una adolescente que se niega a aceptar los hechos sucedidos porque sí.
Verónica, la protagonista, a la muerte de su madre, decide buscar a una niña, a la postre su hermana, basándose en una foto que ésta ha guardado celosamente en una cartera desde que ella era pequeña. La valentía que demuestra contrasta con la quietud de la figura paterna así como la resignación de la otra protagonista de la historia, Laura, mientras que las figuras de la familia adoptiva, curiosamente todas mujeres, pasan a convertirse en grotescos personajes que ejercen un auténtico ejemplo de egoísmo en su más alto grado.
La alternancia de las voces narrativas en capítulos, algunos muy cortos de las dos chicas jóvenes, con dos formas de vida diferentes, aporta dinamismo a la obra a la par que definen al resto de los personajes de forma ágil manteniendo el hilo y la fluidez de la narración.
Novela sencilla, envolvente, que somete a la rapidez de su lectura, hace del lector un detective que busca pistas, analiza relaciones personales, resuelve enigmas y enlaza imágenes como una novela policiaca que incorpora leves trazos de novela negra.
Un relato cuyo valor fundamental es la superación de los miedos personales que nos impiden vivir plenamente, acrisolados desde las relaciones afectivas entre una madre y sus hijas.