“Uno pregunta…”, en efecto : no vean ahí un error. No es “Una pregunta”, donde “una” es artículo indeterminado femenino singular, y “pregunta” es sustantivo. Sí es “Uno pregunta” : donde “uno” es pronombre y “pregunta” es verbo. Para mayor claridad de esto : es como escribir “Uno se pregunta por una cierta pregunta”, donde ya sí tenemos todo lo antes dicho, y algunas palabras más . “se”, “por” y “cierta”. Y si decimos “Uno pregunta una pregunta”, está todo lo primero dicho en dos secuencias (Esto es, “Uno pregunta”, y “Una pregunta”), sólo que ahora en una sola y única secuencia : “Uno pregunta” o, si se prefiere, “Uno se pregunta”. Se me disculpe este modo de expresar mi extraño amor por la lengua española, y sigamos : “… : Qué?” Es decir : “Uno pregunta… : ¿Qué?”
Uno se pregunta ESTO :
“Los drogadictos son enfermos que no pueden actuar más que como actúan. Y la droga es una gran industria. Recuerdo una conversación con un norteamericano que trabajaba en la comisión para la fiebre aftosa, en México. Seiscientos al mes más gastos :
– ¿Cuánto durará la epidemia? -Pregunté.
-Mientras podamos hacerle durar… Sí…, tal vez surjan otros focos en Sudamérica. -Dijo como soñando.
Si se quiere alterar o anular una pirámide de números en relación serial, se altera o elimina el número base. Si queremos aniquilar la pirámide de la droga, tenemos que empezar por la base de la pirámide : el adicto de la calle, y dejarnos de quijotescos ataques a los llamados “de arriba”, que son todos reemplazables de inmediato. El adicto de la calle que necesita la droga es el único factor insustituible en la ecuación de la droga. Cuando no haya adictos que compren droga, no habrá tráfico.” (Págs. 9 / 10 de “El almuerzo desnudo” de William S. Burroughs. Anagrama. 25 edición).
Y ahora uno se plantea ESTO OTRO :
Los males que aquejan al hombre actual en la moderna sociedad de consumo, sociedad en gran medida piramidal y que se nos quiere presentar como absolutamente insustituible por otro u otros modelos sociales…, ¿tienen remedio? Y entonces, a poco que reflexionemos sobre la pregunta y su o sus posibles respuestas, caeremos en la cuenta de que no es posible cambiar ningún tipo de modelo social (en realidad, no podemos cambiar nada…) en tanto no haya una voluntad de cambio, un sincero deseo/esfuerzo/intento serio…, etc., de querer cambiar el propio modelo social. Cambiar al hombre. Cambiar el modelo social. Cambiar el modo de consumo. Pero sobre todo, antes que todo eso, ESTO : querer cambiar. Voluntad de cambio. Sin esa voluntad de cambio, la “droga del modelo de poder actual” seguirá siendo algo absolutamente insustituible. Y ahí, toda pregunta naufragará.
Porque mientras no seamos conscientes de que salvo la propia vida nada es insustituible, no podremos desprendernos del viejo, haraposo atuendo. Y nunca así podremos llegar a ser “un nuevo tipo de seres humanos”. Uno se pregunta si tal cosa es sólo un desideratum inalcanzable, o una propuesta que nos remite a modos de religiosidad puede que obsoletos para muchas mentalidades, o a maneras de resurrecciones de unos marximos inviables, o qué. ¿Hablamos de cambios de paradigmas sin darnos cuenta de que tal vez el meollo del paradigma somos nosotros mismos…, o no?
Y al cabo uno termina por tararear aquello de “the answer my friend is blowing in the wind”, al tiempo que bendice los tiempos de Bob Dylan.
Un muy breve comentario : en ocasiones, y sólo en ocasiones, trataré de salirme de la temática que me es más habitual en este blog (los sueños, obras literarias fuera de toda duda, críticas de modernas creaciones, la poesía de “raros eximios”…) y abordaré cuestiones que, mientras las cosas sean como son, no dejarán de ser problemas aún sin resolver.
Porque en la actualidad pienso que nuestra sociedad está como en exceso “anestesiada”, y eso que llaman “El Poder” (sea lo que sea y venga de donde venga) juega con nosotros.
¿Es o no es la drogadicción un problema candente, actual, insoslayable? ¿Es o no es el sistema del Poder en nuestra sociedad una cuestión que roza principios básicos, que nos alza o nos hunde, dependiendo de “configuraciones del mundo” sobre las que no tenemos opciones algunas? ¿Podemos hacer algo para erradicar “cosas” como la pobreza, la marginación, las guerras, las mil y una maneras de prostituciones…?
La pregunta ¿A Quién beneficia la violencia y la guerra? es una pregunta clave. Más aún lo será su adecuada respuesta. Opino.
Son ahora cuestiones irrelevantes que tengamos en nuestra lengua dos formas verbales : preguntar, y preguntarse.
Veamos el verbo “correrse” cómo evolución: en su acepción de “pasar vergüenza, ponerse rojo (de vergüenza), pasa a ser “ponerse rojo (de placer) y entonces es “irse, sentir un orgasmo”. Y en otro ámbito semántico tenemos estos otros valores : “córrete para allá” (:échate hacia allá) o “me he corrido dos medías maratones este año”. Esto, por sólo atender a unos pocos sentidos o valores de ese verbo en su forma con /se/. C”Correr”, es otra cuestión que ahora no viene al caso.
Durante todo el Siglo de Oro español “correrse” valía por sentir una gran vergüenza y, en consecuencia, ponerse colorado y dar así muestra en la propia cara del sentimiento interior de estar avergonzado. Luego, debido a un cambio semántico que tiene su lógica, “correrse” es sentir un orgasmo.