Un trabajo serio

1 Jun

La adolescencia es una etapa de la vida en la que los seres humanos hacemos el salto de la infancia a la adultez. Es una etapa llena de cambios, de oportunidades, de  descubrimientos, de tensiones, de turbulencias… Por eso la etapa  educativa más compleja y apasionante es,  a mi juicio, la de Secundaria y  Bachillerato.

He visto esta tarde en versión original con subtítulos la película francesa “Los buenos profesores”. La cámara dirigida por Thomas Lilti nos mete en los entresijos de la vida del Instituto Víctor Hugo, un centro de más de 500 estudiantes en la ciudad de París. A mí me ha metido  de lleno en el mundo en que he vivido una buena parte de mi vida. Me refiero especialmente  mis años de trabajo con adolescentes en Tui  (Instituto San Pelayo) y en Madrid (Colegio La Vega).

El título original de la película me parece más preciso, más claro y más potente que el que le hemos puesto en España: “Un métier serieux” (Un oficio serio, un trabajo riguroso, solvente, escrupuloso). ¡Que importantes adjetivos, elegidos entre miles para describir la tarea de educar. No me gusta el título en español porque  no refleja el contenido de la película. No es que haya en ella profesores buenos y malos sino que hay profesores en los que, en cada uno, hay parte buena y otra deficiente. Sí nos permite el título español hacernos esta importante pregunta: ¿quiénes son los buenos profesores (y las buenas profesoras)?, ¿cómo son?, ¿qué dicen?, ¿qué hacen? Para contestar a estas preguntas remito al lector al estupendo libro de Ken Bain “Lo que hacen los mejores profesores universitarios”. En él se dice que cuando uno de estos profesores excepcionales inician una experiencia de aprendizaje es como si un amigo invitase a sus amigos a cenar y no como si un alguacil sentase en un banquillo a un acusado”. Quien no va a la cena, se la pierde, quien no va al banquillo se libera.

El cine francés ha explorado con rigor y seriedad el mundo escolar. Ahí están las películas “La clase” (Laurent Cantet), “Hoy empieza todo” (Bertrand Tavernier),  “Los niños del coro” (Christophe Barratier), “Ser y tener” (Nicolas Philibert)… Esta no les va a la zaga.

Empieza un nuevo curso escolar. Benjamin es un estudiante de doctorado sin beca. Ante la falta de perspectivas de futuro, acepta un trabajo como profesor en un instituto de París. Sin formación ni experiencia descubre lo dura que puede ser la profesión de profesor en un sistema educativo afectado por una falta de recursos crónica. Con el apoyo y el compromiso del resto de docentes, y un poco de suerte, se replanteará su vocación.

Es normal que uno se acerque a la película con la mosca detrás de la oreja: ¿otra homilía sobre profesores ejemplares? Esto será peor que un sorbete de polvos de talco. Pues no, esta vez no, porque Thomas Lilti no es un mindundi con horchata en las venas, sino un cineasta sensible que aquí explora el universo de la docencia con el rigor y el conocimiento que ya demostró explorando en ‘Mentes brillantes’ (2018) el de la medicina. Son, al fin y al cabo, sus mundos: él también es médico, como su padre.  Su madre y hermanos son profesores.

¿Qué fue antes, el huevo o la gallina? Nadie lo sabe. Son preguntas sin respuesta, esas que por más que se piensen no tienen solución. Para Thomas Lilti la pregunta sería, ¿qué vino antes, el cine o la medicina?, y es que este realizador francés tiene la trayectoria más atípica que existe. No porque su cine sea de vanguardia o complicado, sino porque durante años compaginó su trabajo como doctor con una incipiente carrera en el séptimo arte. Dos campos alejados, pero que él ha sabido combinar en una filmografía en la que plasma sus vivencias y analiza el estado de la medicina en Francia mientras dibuja una sonrisa en la cara del público. Su cine amable y tierno es, también, uno de los pocos que atiza al sistema sanitario con conocimiento de causa.

Más que fijarse en los alumnos, Lilti propone el retrato coral de los maestros, que tiene sus mejores momentos, muy naturales y verosímiles, en las escenas compartidas en el comedor del instituto, en las distendidas horas de ocio, en las reuniones del equipo con sus lógicas tensiones, etc. Más discutibles son las inserciones de los conflictos que algunos profesores tienen con sus hijos, quizás para demostrar la inoperancia del enseñante en su propio ámbito doméstico.

Me ha gustado mucho cómo maneja la cámara Thomas Lilti. Se nota su pericia y su pasión por el cine. Me gusta cómo cuenta  lo que quiere contar.

De las innumerables reflexiones que provoca la película de Lilti, voy a destacar siete que me parecen relevantes.

  1. En la película se muestra de forma palmaria, sobre todo en la historia del protagonista, la absoluta carencia de una formación específica en las indispensables concepciones y estrategias docentes que es necesario poseer para ejercer esta profesión que el director califica de “seria”. Algunos colegas le sugieren que vea algunos tutoriales en internet para saber cómo hacerse con la clase.

2. También muestra la película la escasa o nula exigencia que el sistema educativo francés tiene para seleccionar a los docentes. El protagonista aterriza en la docencia por el simple hecho de no encontrar trabajo en otro lugar. Hay otros modelos, otros caminos para el acceso a la docencia. Pienso en Cuba, país  en el que hace años pasé un mes para estudiar su sistema educativo. Si un joven quiere ser químico, entra en la Facultad de Química. Si quiere ser profesor de química, lo hace en el Instituto Pedagógico de Química, en el que más de la mitad del currículum tiene carácter práctico. Quiere ser profesor y se prepara para ello. Y, lo más importante: si para entrar en la Facultad de Química hacen faltan 92 puntos, para entrar en el Instituto Pedagógico de Química, hacen falta 98. Es decir, los mejores a la enseñanza. Y en esa institución no solo aprenden química, sino todo lo necesario para enseñar esa disciplina.

3. Es muy patente la diversidad de los docentes. Uno impone con su sola presencia el silencio y el orden, otro tiene dificultades casi insuperables para conseguir la atención de los estudiantes.  Uno  disfruta de su tarea cada día, otro sufre para acudir al centro cada día. Hombres, mujeres, jóvenes, veteranos, entusiastas, apocados… Se piensa y se habla mucho de la diversidad del alumnado, pero no es menos importante la diversidad del profesorado.

4. Es de gran relevancia  lo que el director de la película nos cuenta de la vida privada de los docentes. Los profesores no caen del  cielo cada mañana, tienen su vida, su familia, sus problemas, sus crisis, sus miedos…  La película nos acerca a la compleja vida de los profesionales de la enseñanza, que no son máquinas de enseñar sino personas de carne y hueso que cada día trabajan con grupos de jóvenes en plena efervescencia.

5-. Es interesante ver cómo aborda el director de la película (que también es guionista) los problemas de convivencia.  No todo es idílico en esta tarea. Se producen  choques que llevan a situaciones difíciles, como el de la profesora que forcejea por quitarle a un alumno la mochila que él no le quiere entregar y acaba dándole un bofetón que conduce a una crisis emocional de la profesora.

6. El Director del Instituto parisino Víctor Hugo, no casualmente un varón, interviene en todos los  conflictos imponiendo su autoridad. Es interesante trazar el perfil de este personaje que preside las reuniones, interviene en las situaciones difíciles y da la bienvenida en el nuevo curso.

7. Es muy patente en la película la complejidad de la tarea. Las dificultades de comunicación entre alumnos y profesores que pertenecen a generaciones distintas, la necesidad de despertar la motivación, la problemática esfera de los sentimientos, la compleja diversidad de cada grupo…

Aprovecho estas líneas para aconsejar un hermoso libro que he tenido la fortuna de prologar. Me refiero a la obra de David Vilalta, publicada por Graó, con el título “Poesía d´ensenyar. Testimoni d´un mestre emamorat de l´ofici”. Es la obra de un educador apasionado.

Voy a cerrar  este artículo llamando la atención sobre el poder del cine para transmitir complejas reflexiones sobre una realidad tan importante como es la enseñanza en una institución educativa de nuestros días. El cine, que comenzó siendo un espectáculo de feria, se ha convertido en una poderosa herramienta para reflexionar con rigor sobre una parcela tan importante de nuestra sociedad.

20 respuestas a «Un trabajo serio»

  1. Muy Buenas Miguel Ángel!
    Qué alegría verte en la montaña con tu amigo Arnaldo disfrutando de Chile (alguna foto podría mandar que te estiras poco en eso)
    Gracias por la recomendación de la película y todas tus reflexiones que nos vienen como anillo al dedo. Este jueves terminamos las reuniones de la tertulia pedagógica (comenzaremos en septiembre) pero seguiremos viendonos en verano para ver alguna películas y hacer cineforum con cena incluida. Las cinco que recomiendas tienen muy buena pinta. Gracias!!
    Hemos quedado para el verano leer a Ernest Bloch “El principio esperanza” y al sociologo Basil Bernstein (todavía no hemos elegido obra) cuál nos recomiendas?
    Nos alegra muchísimo verte tan activo y tan disfruton; esperamos también nosotras disfrutarte en este sur tan maravilloso que tenemos…y sus espetos!!!
    Mil gracias por todo y recibe fuertes abrazos
    Te queremos!

    • Querido Miguel, querida Gema:
      Esta gira ha sido un baño de masas.
      Se ha presentado mi último libro UN TRIÁNGULO MÁGICO:LIDERAZGO, EVALUACIÓN Y EMOCIÓN. Siempre digo que recibo mucho más de lo que doy.
      Sí, tenemos que volver a vernos. Y PRONTO. Hay muchas cosas que compartir.
      La película me gustó porque el director mete la cámara en el corazón de la realidad.
      Creo que os gustará La estructura del discurso pedagógico. Y creo también que será fácil de encontrar.
      Gracias por estar ahí siempre.
      Os envío un abrazo lleno de afecto, admiración y gratitud.
      MÁS

  2. Hola Miguel Ángel.

    Inicias esta semana con una afirmación, que dicha por alguien que ha pasado por todas las etapas del sistema educativo, como es tu caso, tiene suficiente entidad y peso para ser considerada. Aunque imagino que los docentes, dependiendo de la etapa en la que desempeñe su labor, podrían considerar que no hay ninguna como la suya de mayor dificultad.

    ¿Qué podría decir un docente de infantil? Quien mejor lo sabe es el de primaria cuando tiene que entrar a sustituir a un/una colega de esa etapa. Incluso en la primaria se establecen diferencias entre los ciclos, se dice que unos son más complicados que otros… El primer ciclo, que aún tiene resquicios de infantil, se tiene que enseñar a leer y a escribir (nada más y nada menos) a un alumnado con una inmadurez y con unos intereses bastantes distintos… También se dice que el segundo ciclo es el más tranquilo, los niños emocionalmente están más estables y tienen ya unos hábitos académicos más consolidados. En el tercer ciclo, con el inicio de la adolescencia, se inicia una incipiente crisis emocional, aunque a nivel académico aún siguen consolidando su vida académica. Para el docente del primer ciclo, no resulta complicado desenvolverse en el mismo, ya está habituado, en cambio sufre si debe meterse en el ciclo tercero. El cambio de mentalidad de los niños hace que sea diferente la actitud hacia ellos. Lo mismo sucede en el recorrido contrario. Cuando el docente de tercer ciclo cuando se mete en el primero a realizar una sustitución. Me he centrado en primaria porque es la que mejor conozco, aunque como alumno, lógicamente, pasé en su momento por todas las etapas educativas.

    Me imagino que lo que he descrito para primaria ocurrirá con la etapa secundaria, no es lo mismo el alumnado de primer ciclo que los de bachillerato… Supongo que en la enseñanza superior ocurrirá algo similar. Es decir, todos los que se dedican a la enseñanza dan fe de lo complejo que es su labor.

    Curioso es, tal y como tú manifiestas, que una enseñanza tan compleja como la secundaria y bachillerato sea impartida por personas que no vienen directamente de la enseñanza. Bueno, sí, tienen que hacer un máster de un año… ¡Ya con eso está todo solucionado…! Si en el magisterio, que se supone que es una carrera destinada de forma exclusiva a la docencia en infantil o primaria, que consta de cuatro años, el alumnado sale con unas competencias profesionales muy dudosas, qué se podrá decir de los que se deben de encargar de enseñar en secundaria y bachillerato… Del mundo universitario, prefiero no opinar… Un doctorado en cualquier cosa, por generación espontánea, le convierte en un docente experto para enseñar: literatura, latín, química, filosofía, medicina, traducción,… ¡Qué grandes matemáticos, historiadores, químicos, físicos me han dado clase! Algunos eminentes catedráticos, pero con los que “no he cogido el paso ni con un tambor”… También es cierto que he tenido otros con grandes conocimientos y con facilidad para su enseñanza y conexión con el alumnado. ¡Cuidado, que buenos y malos docentes los hay en todas las etapas…!

    Con esta parrafada, más o menos crítica, solo quiero confirmar lo que tú indicas en el caso de Cuba. Una cosa es ser químico, médico, economista, biólogo,… y otra muy diferente enseñar estas ciencias… Se debe replantear, incluso en infantil y primaria, qué competencias profesionales requiere la docencia y formar y seleccionar al futuro profesorado en función de las mismas. El alumnado lo agradecerá y los docentes a los que no les guste esta profesión, también…

    ¡Ufff, ya me queda menos de un mes de docencia! ¡Lo estoy deseando!… Aunque, ya sé que lo echaré de menos…

    Un abrazo.

    • Querido Juan Carlos:
      He tndido unos días frenéticos hasta este domingo. Viajes de avión y de coche, muchos docentes, muchas fotos, muchos libros dedicados, muchas emociones… Perdona que haya tardado en contestar a tu interesante comentario en el que coincido en la idea de que todas las etapas tienen su complejidad. También depende de qué preferencias a intereses tiene cada profesional. Es probable que algunos profesores de Universidad no pudiesen afrontar ni un mañana en una clase de Infantil.
      Pienso en la especil dificultad de la Secundaria por la edad de los estudiantes. Es imposible enseñar a una persona que no quiere aprender, que no puede aprender porque està en otras cosas. Incluso puede estar en conseguir que nadie aprenda… Pero tambièn pienso enn la que dices de la dedicaciòn a la tarea de personas que la aborrecen y de la escasa preparaciòn que han tenido para la misma… Tambièn digo que cuando se enganchan no hay otra etapa tan apasionante…
      Hay muchas cosas que plantear en esta historia. En la pelìcula aparecen algunas de forma meridiana.
      Sì, ya queda poco. Entiendo tus dos sensaciones. Necesitas el descanso y, cuando llegue, echaràs de menos lo que haces.
      Estoy escribiendo en los ordenadores del Hotel en Santiago.
      Te mando un abrazo.
      Se nota mucho que el comentario està escrito desde dentro de la profesiòn. Gracias.
      MAS

  3. Estimado Miguel Ángel,
    Al leer y releer su palabras escritas asoma la pregunta: el profesor nace, se hace… o copia?
    esperando su gentil reflexión os dejo un saludo desde Chile, un abrazo que espero se vuelva a repetir.
    Bendiciones.
    Aída Toledo Valencia.

    • Querida Aida:
      Pues pienso que, sobre todo, SE HACE. No dejarìa que a mi hija la operase una persona que dice que naciò para cirujano pero que no sabe operar.
      Y ademàs tiene que tener BUENAS CONDICIONES PARA HACERLO. Es decir que ese cirujano QUIERE, SABE Y PUEDE OPERAR BIEN. Pues lo mismo el profesor.
      Sin uno de los tres vèrtices, el triàngulo de la buena pràctica se rompe.
      Besos. Ha sido una maravillosa experiencia. Gracias.
      MÀS

  4. Querido Maestro:
    !No, no estoy desaparecida en combate!
    He estado de viaje y he perdido la noción del tiempo y de la realidad.
    Disfrutar de unos días de relax me hacía falta para volver otra vez a la rutina diaria.
    El tema de hoy, sobre la educación en la adolescencia es muy interesante y como dice, una época bastante difícil.
    Hoy en día es una etapa bastante conflictiva y teñida de conflictos, como la intolerancia, el bullying, la poca empatía.
    Ser profesor en esas etapas requiere mucha vocación, bastante paciencia y mucho amor a la profesión.
    Yo he visto algunas películas famosas referidas a este tema que me han hecho reflexionar sobre todo ello.
    Ya estoy de vuelta, con las pilas cargadas y mi corazón repleto de buenos sentimiento para poder transitar en este camino de vida.
    Espero que disfruten de los días calurosos que tenemos.
    Y ya sin más me despido con un fuerte abrazo para todos.
    !Qué la semana sea feliz y leve!
    ! Muchos besos!

    • Querida Loly:
      Sì, ya te echaba de menos. Me alegro de que la ausencia se haya debido al descanso y no a otros motivos.
      Tù hablas de calor y aquì en Chile hace un frìo de abrigo.
      Esa etapa encierra retos apasionantes. Yo he vivido experiencias maravillosas en Tui y en Madrid con adolescentes.
      El cine, cuando està bien hecho, nos ayuda a reflexionar.
      Bienvenido sea.
      Besos y gracias.
      MÀS

  5. Querido Miguel Ángel:
    Me han entrado muchas ganas de ver la película que nos recomiendas y, pensando que estaría en el Albéniz (por lo de Vose) la he buscado, pero no. No sé si estará en alguna plataforma o que la has visto fuera.
    Por tu análisis, resulta muy atractiva, diferente e interesante.
    Muchas gracias y un abrazo
    María Ángeles Peláez

    • Querida Marìa Àngeles:
      Te escribo desde el ordenador en el que me alojo en Santiago de Chile. Veo que las tildes no van bien. Diculpa.
      La vi en el Albèniz pero ya sabes que esas pelìculas no duran mucho. Lo mismo pasò con otra pelìcula interesante titulada Maria Montesori. Tuvo cinco emisiones, una por dìa.
      La vi en versiòn original. Merece la pena. Buen cinwe francès. Me gusta màs el tìtulo original que el que le han puesto aqui.
      Espero que la veas y que te guste.
      Besos. Mañana regreo a España.
      MÀS

  6. Estimado Miguel Ángel :
    Aunque no la he visto, me pareció muy interesante este análisis de una película que trata de “un oficio serio” y que dirige un profesional ajeno al cine, pero que tiene los referentes familiares adecuados para conocer lo que ocurre alrededor de la enseñanza, probablemente mejor que otros cineastas.
    Conozco autores aficionados, pero vocacionales, que no siendo historiadores titulados, han resuelto complejos y contravertidos episodios de la Historia, con mucho mayor criterio que historiadores profesionales.
    Cuántas veces las aulas y su entorno, han sido escenarios de cine y no sólo el francés.
    Recuerdo ahora “La guerra de los botones”, que creo tiene un remake reciente. Inolvidable también, Sidney Poitier, como el ingeniero metido a profesor en “Rebelión en las aulas”.
    Los dilemas del profesor con vocación y voluntad pero sin los medios o condiciones adecuadas para el ejercicio.
    Es inconcebible ya, que las aulas o la enseñanza no estén presentes en el cine. E imprescindible el cine como método didáctico.
    Gracias por la reseña y la autorizada disección de esta cinta.
    Y hablando de cine…
    Hace unos días, en plena época de plataformas y de dotadas pantallas caseras, he visto una noticia que hablaba de la formación de una asociación con el objetivo de, el próximo septiembre, estudiar y planificar la constitución de un cine club.
    Ocurre en una pequeña ciudad de importante pasado histórico y que, en alguna ocasión, fué escenario de destacados rodajes de cine. También tiene un pujante certámen de cine documental, posiblemente consecuencia de un previo ambiente cinéfilo, que había dejado un exitoso cine club juvenil fundado años antes.
    Creo que su promotor y fundador, merece un reconocimiento por su pionera iniciativa, que dejó tan brillante estela audiovisual.
    Y gracias por continuar en esa labor.

    • Querido Àngel:
      Escribo en los ordenadores del Hotel Panamericana de Santiago donde estoy alojado. Se me ha fundido el cargador del mìo. Aquì las tildes campan a sus anchas. Mañana regreso a España.
      Cuàntas ideas interesantes en tu comentario, desde el principio hasta el fin del comentrio.
      El cine, que comenzò como un espectàculo de feria, ha acabado siendo un instrumento poderoso de anàlisis de la ralidadad. Durante muchos años nuestros intelectuales lo miraron con recelo. Algunos se jactaban de no haber pisado una sala de cine.La imagen no tenìa mucha entidad filosòfica.
      Como cualquier otro fenòmeno, la enseñanza ha sido objeto de reflexiòn cinematogràfica, no siempre con el mismo èxito.
      El cine francès ha tenido especial cuidado con este importante asunto. No puedo dejar de citar al inovidable Truffau.
      Creo saber de què importante y pequeña ciudad hablas. Y, si acierto, no sabes cuànto celebro la noticia qu anuncias para el pròximo septiembre.
      Un gran abrazo y uchas gracias por este interesante comentario.
      MÀS

  7. Estimado Miguel Ängel:

    Muy buenas noches acá en Chile.

    Me demoré en escribir en esta ocasión por tener algunos inconvenientes de familia, lo que se conecta con el punto 4° de tu relato, “los profesores no caen del cielo, también tienen su vida propia , que está llena de hechos de vida ya sean personales o de su entorno, que en alguna medida lo angustian, le dan miedo, alegrías, penas, etc.
    Algo así estuve viviendo entre martes y sábado. Pero aquí estoy, de vuelta a la realidad y dispuesto a mañana ir a la pasión de mi vida.
    Al leer no puedo abstraerme de lo que siento y lo que me hace sentido en las películas que tocan historias o hechos que involucran a docentes, son aquellas donde los protagonistas (docentes), son de carne y hueso, pero que su vocación y su dedicación a la docencia, en el ámbito que sea, va más allá que “cumplir un deber profesional”.
    Haciendo historia, a mi madre le impactó un libro que se llamaba Goodbye Mr Chips, (ella era profesora normalista y después profesora de estado, pero sus vivencias más fuertes las vició en la educación básica).
    Yo cuando niño vi la película Al Maestro con Cariño, todo un tema , donde se ve la importancia de tener un guía.
    Más viejo, en la TV loca, hubo una serie que se llamó El Reemplazante, un personaje que no siendo profesor, asume de profesor de matemáticas, porque no tiene otra oportunidad, esto en el contexto de un liceo de población, vulnerable y con todos los ingredientes que están de sobra hoy en día sobre la mesa.
    Estas 3 ficciones, ya sean en libros, películas o series, lo fascinante es que los protagonistas no hacen nada extraordinario, sólo hacen lo ordinario en forma extraordinaria. Hacen que su propia vida cobre sentido al ver que existe un otro que encuentra su rumbo, le pone un norte a su vida y agradece a ese maestro (a), por haberle dado dignidad en el trato.
    Finalmente agrego como dice el título de tu relato, para dedicarse a esta profesión, hay que tomárselo en serio, hay que tener meridianamente claro que el calificativo de buen o mal profesor puede ser un juicio, pero el el dedicarse en serio a esto de la docencia, tiene que ver con el interior de cada uno, con el compromiso, con el efecto que se producirá, si uno hace su trabajo en serio o sólo por cumplir con una pega..
    Yo he decidido a tomármelo muy en serio y eso significa dar lo mejor de sí, alcanzar el MAGIC.

    Un abrazo gigante y aprovecho la ocasión para decirte que, fue un tremendo agrado haber estao en persona contigo y poder darte un abrazo que refleja la admiración que me da tu entrega y tu pasión por la docencia y por los demás.

    Saludos

    Enrique Pérez H.

    • Querido Enrique:
      Te escribo desde Santiago (y con una computadora del Hotel donde me alojo ya que el cargador de la mìa se ha despedido para siempre. Disculpa que las tildes campen a sus anchas en esta computadora.
      Fue un emorme placer compartir nuestro encuentro en la sede de FLICH. Desde entonces hasta ahora he vivido emocionantes experiencias docentes en diversas ciudades e istituciones. He recibido mucho màs de lo que haya podido dar. Regreso a mi paìs cargado de gratitud.
      Estupendas tus reflexiones sobre el arte de enseñar al que, en uno de los tìtulos de is libros califico como el oficio de aprender.
      Què regalo de la vida tener una madre maestra. Se nota còmo de buena era la madra viendo la calidad de la astilla.
      Sè con cuànta seriedad y pasiòn realizas tu trabajo. Es una suerte pra ti y, sin duda, para tus alumnos.
      Si en algùn momento tienes la oportunidad de ver esta pelìcula no dudes en dedicarle un tiempo. Merece la pena. Es una buen ocasiòn para pensar.
      Un abrazo y que esas situaciones que han retrasado la participaciòn se hayan convertido en pequeños empujoneshacia adelante y no en zancadillas.
      Gracias por tu tiempo, por tus ideas y por tus nobles sentimientos.
      MÀS

  8. Buen día desde México estimado Dr. Santos Guerra.
    Justo estaba buscando una película para ver con mis estudiantes de la Escuela Normal, en el curso de tutorías. Uno de los problemas que encontré en este grupo después de hacer los disgnósticos pertienentes, es la falta de motivación en las clases y en general por asistir a la escuela. Esto representa un problema grave, porque si ellos que serán docentes, no están motivados, como van a motivar a sus estusdiantes cuando empiecen a trabajar. Estas generaciones traen muchos problemas existenciales, a pesar de que son universitarios, no tienen ni siquiera una idea difusa del sentido de su vida. Hoy estuvimos analziando algunas frases de Viktor Frank, toda vez que les promocioné el libro “El hombre en busca de sentido” de este autor.
    Precisamente estuvimos hablando de encontrar sentido a nuestra vida y si queremos cosechar algo, tenemos que sembrar primero. Pero si queremos tener buenos frutos, primero debemos preparar la tierra, fertilizarla, para que la semilla germine. Después hay que hacer los riegos en los momentos oportunos, porque demasiada agua, ahora la semilla o la planta, pero poca o nada de agua, hace que se seque o bien que no dé el rendimiento deseado. Luego hay que seguir aranado la tierra a su alrededor, quitar la maleza, hacer las podas necesarias, porner o quitar del sol, depende de la temporada y si todo eso lo hicimos bien, podemos esperar y disfrutar una buena cosecha. Depende de lo que sembremos, podemos tener frutos a corto, mediano o largo plazo y obviamente si sembramos manzanas, no obtendremos naranjas.
    Sobre esta reflexión motivacional se dentró la clase de hoy. Para la próxima sesión pondré una película que se llama “El maestro luchador”, la cual también la invito a ver. No es una película del todo educativa, pero su sentido es motivador. Veré la película que usted menciona, seguramente es una buena sugerencia, como muchas que he tomado de sus escritos en este espacio. Agradezco el espacio que nos brinda de interactuar con usted anque sea a través de este medio y que nos comparta tantas anécdotas y enseñanzas que llevo a las aulas con alegría y entusiasmo.
    Por cierto, mi niño ya es adolescente y me caerá como anillo al dedo la película, como docente, pero sobre todo, como padre!!!!
    Un abrazo!

    • Querido Misael:
      Cuestión de gran calado la que planteas. ¿Cómo motivar.a quien no desea ser motivado?
      Me decía un profesor que un alumno le había dicho lo siguiente: Explíqueme lo que desee, por el método que prefiera y hasta evalúeme como se le antoje pero, por favor, no me motive. ¿Cómo puede se motivado ese alumno?
      La cuestión está relacionada con los motivos que le han conducido al candidato a tomar la decisión de ser maestro: hay quien tiene motivos ricos, lotos tienen motivos pobres, otros no tienen motivos y algunos tienen motivos perversos.
      Bien es cierto que se puede empezar por motivos pobres y enriquecerlos y a la inversa.
      El cine es un buen modo de alimentar la reflexión y el deba sobre el hecho de ser maestro .Esta película lo es.
      Y muchas otras, aunque no todas por igual.
      En este viaje a Chile una maestra me decía que sus familiares le reprochaban que, con un excelente currículum, quisiera cursar estudios en una
      Escuela Normal. Le decían que iba a acabar siendo una POBRESORA.
      ES IMPORTANTE TAMBIÉN QUE EL FORMADOR DE FORMADORES ESTÉ MOTIVADO. Me refiero a los profesores de Escuelas Normales.
      No conozco la película de la que me hablas. Intentaré localizarla.
      Ojalá que, través de la experiencia, nos vayamos haciendo más sabios, más humildes, más comprometidos, más solidarios, más optimistas y más felices.
      Un gran abrazo.
      En junio viajaré a Villahermosa.
      Un gran abrazo.
      Gracias por tu interesante comentario.
      MÁS

  9. Quiero ver esa película.
    Me gusta el cine. Y me gusta el cine francés que aborda el mundo escolar. Me acuerdo muy bien de “Hoy empieza todo”, de Bertrand Tavernier.
    Po todo lo que dices de ella, creo que voy a disfrutar y que tendré que pensar.
    Es una pena que estas películas no sean más vistas.
    Gracias por el artículo.

    • Querida María:
      Sí, es verdad que estas películas no son masivas. De hecho esta solo estuvo una semana en cartelera en el cine Albéniz.
      Sería bueno formar a las personas a través de actividades de Cineclub.
      Hace años creé un cineclub juvenil que todavía recuerdan sus participantes.
      El cine es un medio excelente para analizar problemas y proponer soluciones.
      Besos y gracias.
      MÁS

  10. Hay situaciones que se repiten en todos los sitios.
    No parece lógico que una persona se ponga a hacer una operación si no ha tenido un aprendizaje y una experiencia. PERO EN LA ENsEÑANZA, como dices que le pasa al protagonista de la película, se puede empezar a dar clase sin haber visto ni un tutorial. Eso le aconsejan sus colegas al novato.
    Eso no puede ser.

    • Querida Marta:
      Sí, hay problemas comunes en muchos sitios del mundo:
      1. La selección del profesorado.
      2. La formación inicial.
      3. La valoración de la dignidad de la profesión.
      4. Las condiciones de trabajo de los profesores/as.
      Es bueno que podamos aprobar estos problemas a través del cine.
      Besos y gracias.
      MÁS

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