¿Quién sale del ascensor?

11 May

Tengo un amigo psiquiatra en Paraná (Argentina) que se llama Solidario. Una persona que hace honor a su nombre. Muchas veces hemos hablado de lo curioso que sería llevar ese nombre y ser una persona egoísta. No conozco a nadie más que tenga ese nombre. Aun recuerdo el asado que nos preparó en su casa hace ya muchos año

Me he acordado de él  al ver de nuevo una película que dura solamente 1.58 minutos. Sí, has leído bien: Un minuto y cincuenta y ocho segundos. Se titula “Sorry” (Lo siento). Ganó un Oscar al mejor cortometraje en el año 2020. Es  probable que algún lector conozca este documento porque hoy se puede encontrar fácilmente en la red.

Aparte de sus excelentes cualidades técnicas (panificación, montaje, fotografía, iluminación, movimientos de cámara…) tiene un contenido que nos invita a reflexionar. Voy a describir lo que cuentan las imágenes.

Las primeras imágenes nos muestran a un joven que se desliza sobre unos patines y lleva unos vistosos auriculares. Inmediatamente vemos un ascensor lleno de gente. Las puertas están abiertas. Parece que ya no puede entrar ni una persona más. Seguidamente la cámara nos muestra  al  chico de los patines que, con una maniobra elegante,  entra en el ascensor y se coloca en primera fila. El ascensor está lleno. Las puertas se cierran, pero el ascensor no se mueve.

El silencio es palpable. Nadie dice nada. Unos se miran a otros de forma interrogativa. ¿Qué pasa que no se mueve? Pronto lo sabrán todos. En primer lugar porque de forma periódica se escucha un sonido repetido que indica que algo pasa. En segundo lugar, en la parte superior del ascensor aparece iluminada de forma intermitente una palabra que lo explica todo: Overload (sobrecarga, exceso de  personas) al lado de una flecha azul que indica la dirección descendente del ascensor. Es probable que por la mente de todos pase la idea de que el ascensor no se moverá si alguien no lo abandona, pero nadie se mueve.  Los sonidos  se repiten, las miradas se encuentran en el silencio, el aviso con la flecha azul indicando el descenso y la palabra overload repetida invitan a los ocupantes a solucionar el problema. El chico que ha llegado el último, que lleva puestos los auriculares, calla y no se mueve. Nadie le invita a salir. La cámara enfoca varias veces su cara.

De pronto, una chica de color que está en la parte de  atrás va haciéndose hueco con dificultad para abandonar el ascensor. Entonces vemos que camina apoyándose en dos muletas. Cuando sale, sin que nadie diga una palabra, las puertas se cierran y el ascensor comienza a moverse.

El cortometraje está muy bien planificado. La secuencia de planos (mezcla hábilmente primeros planos, planos medios, planos generales, planos tres cuartos…) nos va diciendo muchas cosas: uno de los ocupantes mira el reloj, una chica se atusa la melena, otro se quita las gafas, todos se miran intrigados. Hablan las posturas, hablan las miradas, hablan  las angulaciones de la cámara (planos en picado y en contrapicado…). 

El cortometraje nos brinda una tremenda lección en menos de dos minutos. La actitud individualista hace que todos acaben perjudicados. Si cada uno se aferra al derecho que considera que le asiste de no moverse, ninguno podrá desplazarse en el ascensor. Es un caso que muestra claramente que una actitud egoísta acaba siendo un perjuicio para todos.

La lección es poderosa porque quien resuelve  el problema del grupo es una persona que tiene mayores problemas para desplazarse que cualquiera de quienes se quedan inmóviles. El chico que acaba causando el problema se mueve sobre patines y la chica que lo soluciona se mueve apoyándose en dos muletas.

La película contrapone el individualismo a la solidaridad. La joven con discapacidad, después de salir, se vuelve para dirigir la mirada al ascensor y ve cómo se cierran las puertas e inicia el descenso. Una leve sonrisa, casi imperceptible,  la hace sentir importante. Su actitud ha beneficiado a los que no se movieron. Gracias a ella se ha solucionado el problema.

Ese diálogo entre individualismo y solidaridad, entre egoísmo y altruismo es fundamental en nuestra sociedad. Yo diría que es más necesario que nunca. Porque la cultura neoliberal predica sin cesar un individualismo exacerbado. Los lemas básicos de esta filosofía son: “cada uno a lo suyo”, “sálvese el que pueda”, “ande yo caliente y ríase la gente”, “a quien Dios se la da, San Pedro se la bendice”, “por la caridad entró la peste”, “tú a lo tuyo”…

La solidaridad es uno de los valores más importantes para la vida de las personas y para el convivencia en las sociedades. Así lo entiende Eduard Romero, que incluye la solidaridad en su libro “Valores para vivir”. Dice en él que “la solidaridad es una relación de fraternidad, de camaradería, de recíproco sostenimiento, que ata a los diversos miembros de una comunidad o colectivo, en el sentido de pertenencia a un mismo grupo y en la conciencia  de un interés común”.

Puede practicar la solidaridad un individuo de forma aislada, como sucede en el cortometraje al que he hecho referencia, pero también puede haber solidaridad  entre grupos y entre países. “La solidaridad es la ternura de los pueblos”, dice Tomás Borge, revolucionario, escritor, poeta y político nicaragüense.

Decía el escritor y médico irlandés Oliver Goldsmith: “El mayor espectáculo del mundo es una persona esforzada luchando contra la adversidad; pero hay todavía uno más sorprendente y es el ver a otra persona lanzarse en su ayuda”.

Estoy seguro de que el mundo está lleno de acciones solidarias. Padres y madres que se desviven por sus hijos y a la inversa, cuando aquellos son mayores. Abuelos y abuelas que se convierten en sacrificados y felices cuidadores de sus nietos. Profesores y profesoras que sobrepasan los límites de las obligaciones docentes. Médicos sin fronteras que dan su vida para salvar otras vidas. Amigos que se desvelan por amigos que tienen alguna necesidad (los amigos son como la sangre, que acude a la herida sin necesidad de llamarla), personas que militan en Organizaciones solidarias de forma entusiasta y gratuita., voluntarios que dedican su tiempo, su saber o su compañía a personas necesitadas. Basta ver cómo se vuelcan los vecinos cuando existe una desgracia en un barrio o un bloque de viviendas.

Hace unos días fui a un asador a comprar dos pollos asados. Cuando me dispuse a pagar me di cuenta de que no llevaba dinero. Hice ademán de irme a buscarlo y el vendedor, amablemente, me dijo:

-No se preocupe, lléveselos. Ya me los pagará.

No me conocía de nada. Confió en mí, tuvo un gesto de solidaridad para el que yo no había hecho mérito alguno.

Debería ser obligatorio que los medios abran sus informativos y sus telediarios con una acción pequeña o grande de solidaridad. No costaría nada encontrarlas porque están en todas las partes. Pero la noticia ahora se identifica con desgracias, asesinatos, violaciones, bulos, robos, insultos… Ese sería un buen método para limpiar el fango del que tanto estamos hablando.

Creo que las personas tienen más componentes positivos que negativos. Sí, creo que somos más buenos que malos. Decía el filósofo alemán Max Scheler: “En ninguna persona todo es ejemplar; y también me arriesgo a decir: en toda persona hay por lo menos un rasgo que es ejemplar”.

Mi amigo y escritor argentino Alejandro Spiegel escribió hace veinte años (cómo pasa el tiempo, Dios mío, parece que fue anteayer cuando lo estaba leyendo) un hermoso libro titulado “Héroes invisibles. Historias de la vida cotidiana para educar en valores”. Hace una propuesta didáctica en la que pide a los alumnos que lleven al aula una historia real de solidaridad. “Héroes al aula”, llama a esta iniciativa. Esa petición  educa los ojos para descubrir el bien. Porque la bondad existe y se practica. Está en todas las partes. Luego propone un método para hacer el análisis didáctico de esas historias. El libro contiene ejemplos emocionantes de acciones solidarias.

Y es que aquí tenemos la clave. La escuela no tiene solamente la misión de enseñar a pensar, tiene el deber de enseñar a convivir, es decir, de enseñar a ser personas solidarias.

25 respuestas a «¿Quién sale del ascensor?»

  1. QUERIDO MIGUEL ÁNGEL:
    Hoy, “facta loqui” (“los hechos hablan”), no me despierto con el ímpetu habitual para disfrutar de la lectura de tu artículo de opinión, y de las reflexiones consiguientes que con tu verbo excepcional y las ideas sugerentes que propones activan, como en el caso de hoy, la conciencia crítica de la naturaleza humana en su faceta individual (egolatría tal vez) y social. Si, por definición, somos seres sociales para el bienestar de la comunidad, para la amistad social y el manido término pluriverbal “bien común”: suenan más los hechos de un individualismo propiciado por esta sociedad neoliberal. La realidad también nos ilustra y ofrece auténticos modelos y casos de solidaridad. El ejemplo del corto (lo he visualizado varias veces) expresa magistralmente (sin recurrir a los códigos verbales oral o escrito, salvo los símbolos y palabras clave relativas al sobrepeso del cubículo del ascensor) mediante los lenguajes no verbales, la “gramática de los ojos”, la k(c)inésica, la proxémica, la “fisiognomía” (Cesare Lombroso); los planos (no me olvido de tus estudios y tu titulación de la Cátedra de Cinematografía de la Universidad de Valladolid), la anomia, la falta de iniciativa y la especie de “androides” que bloquean el funcionamiento del ascensor y la más hermosa armonía de los seres humanos: la fraternidad y solidaridad.
    Habría tantas cuestiones significativas que podrían considerarse…que, en caso de comentarlas, en vez de pensar que uso pilas Duracell, pensarías, querido Miguel Ángel, y también tus lectoras y lectores que me he tomado un tripi. En resumen: EL ESPACIO posee una carga simbólica como si se erigiera como un PROTAGONISTA DEL CORTO (salvando las diferencias, recuerdo “La cabina”). Ante la asfixia colectiva y la indiferencia general y generalizada, surge el, o mejor, “la heroína problemática” (“Teoría de la Novela”, Lukács). Una persona discapacitada, abnegada, sin ser reconocida con gratitud, soluciona el problema de tantos…no el suyo. En beneficio de todos, un alma angelical se sacrifica. El silencio es elocuente. La intensidad dramática crea una atmósfera de suspense en el espectador ante la necesidad de conocer el desenlace. La historia, madre y maestra del devenir de los pueblos, oscila entre la civilización (empatía, solidaridad, fraternidad…) y la barbarie individualista, desapego de la artesanía de la paz y la amistad social.
    –Término: He podido comprobar como paciente, como profesor, como ciudadano del mundo…que la humanidad se sostiene gracias a los/las silentes, aquellos y aquellas bienhechores/as que, sin hacer ruido ni conceder entrevistas millonarias a los “mass media”, día a día, abnegadamente y sin protagonismo, obran el bien. El segundo motivo por el que este mundo global y globalizado se sostiene es la EMPATÍA, la solidaridad y la miser-i-cord-ia: voluntarios y voluntarias; profesionales, médicos, oenegés…La mejor forma de ayudar: tu entorno inmediato. Si eres profesor, seguro que algún alumno/a no puede comprar todos los libros, muchos materiales escolares, y se escabulle cuando se plantea una excursión, se plantea acudir a una representación teatral…sin que se entere tu mano izquierda, suelta al organizador de la actividad ese dinero, si precisa material, con discreción y en lugar confidencial, alegra su situación delicada aportando la cuantía de los materiales…
    Feliz fin de semana a todos y a todas.
    Que la celebración del evento sobre la Orientación educativa en la Universidad de Málaga resulte satisfactoria y cumpla las expectativas de todos y todas. Un recuerdo especial y agradecido a una orientadora excepcional y mejor persona, una mujer extraordinaria y Amiga cabal: Ana Cobos.
    Un puntal y referente en la historia de la Orientación educativa en Andalucía y en España.
    Carlos Arconada

    • querido Carlos:
      Gracias por este comentario tan rico, tan hermoso, tan culto, tan lleno de sensibilidad.
      Hoy he tenido trabajo en Madrid por eso no he podido contestarte antes.
      Siempre disfruto leyéndote.
      Ya veo la hora de tu comentario. Dios mío, ¿no duermes? ¡Qué horas son esas?
      Dices tantas cosas que es complicado comentarlo todo. Como tantas veces, tu comentario es otro artículo.
      Ya ves que clamo por hacer visible la solidaridad, que es tan humilde en la mayoría de los casos.Como sucede en la anécdota del ascensor. La chica resuelve el problema de todos, menos el suyo.
      Gracias por tus buenos deseos para el Congreso Nacional de Orientadores/as.
      Saludaré a Ana de tu parte.
      Ella presentará un libro para el que mee pidió el Prólogo y yo otro. El suyo se titula La Orientación palpitante y el mío ¿Me toma el pulso, doctor?
      Un gran abrazo, querido amigo.
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      • Querido Miguel Ángel: Gracias. Ya he registrado en el móvil el teléfono del distribuidor de tu nuevo libro. Como te indiqué, los destinatarios son, “grosso modo”, de tres categorías: los sanitarios “clasificables”, porque, a buen seguro que sintonizarán con las tesis y las ideas que desarrollas en el libro. Un amigo clasificable de tal: servidor. Y c) Los de “difícil o imposible clasificación”: aquellos sanitarios que se desentienden de la dignidad del enfermo, de sus angustias y desvelos. Confío en que hará mella (tu libro) en algún personaje de este tercer grupo. Y los que me queden, para Emilio Álvarez Villazán y Pilar Villa…u otras amistades que valorarán tu libro porque te conocen gracias a las referencias que les transmito sobre tu magisterio , tu impronta y tu genialidad.
        Te agradezco enormemente que transmitas mis recuerdos entrañables a mi querida Ana Cobos, con la que tuve la suerte de aprender tantas cosas buenas desde su ejemplaridad. ¡Tantas vivencias compartidas aquellos magníficos 2006-2007! El tiempo pasa, pero el cariño permanece. Gracias.

        • Querido Carlos:
          El libro ¿ME TOMA EL PULSO, DOCTOR? LAS EMOCIONES DE LA DOCENCIA EN MEDICINA es el primero (probablemente el último) que he escrito para los destinatarios que describes.Es un libro que es fruto de muchos años de colaboración en el ámbito sanitario. Este es un libro que nace de las apasionantes experiencias que viví en más de 25 años: cientos de cursos, evaluaciones, conferencias… También recoge el libro artículos de este blog dedicados a la sanidad, entre ellos los publicados sobre la pandemia.
          Hablaré con Ana este viernes. Le transmitiré tus saludos. Será una alegría para ella.
          Un gran abrazo.
          Qué orgullo para mí tener lectores y comentaristas como tú.
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  2. Buenos días Miguel Ángel!
    Hoy sin desayuno compartido te saludo esta mañana desde Zaragoza, al menos me he despertado con tu precioso artículo solidario. Gracias. No conocía el corto y me ha parecido espectacular verlo y poder debatirlo en cuanto pueda con adolescentes. Lo que más me “sorprende” del artículo es que tengas primero un amigo argentino y segundo que sea psiquiatra…..ni me lo imagino…le salva el nombre
    Esperamos que tus aventuras norteñas de estos días sean satisfactorias y chulas. Afortunadamente aparte de tu generosidad eres una persona disfrutona y se nota en tu vitalidad.
    Mil abrazos y besos estés donde estés!!
    Te queremos

    • Querido Miguel:
      Ya ves que he estado muy liado el fin de semana: aviones, conferencias, coche, reuniones…
      Ya veo que tú también eres un viajero empedernido.
      Mantendremos la conversación que proponías al hacer la llamada el pasado jueves.
      En cuanto al artículo, espero que veas el corto porque estoy seguro que te va a gustar.
      Reflexionar sobre el contraste entre individualismo y solidaridad resulta sustancial para el desarrollo de la convivencia.
      Hay que hacer frente a los ejes de la cultura neoliberal.
      Seremos mejores personas y mejores sociedades en la medida de que practiquemos actitudes y acciones solidarias.
      Un gran abrazo.
      Gracias por estar también cuando el viaje impone otras urgencias.
      MÁS

  3. Hola, Miguel Ángel:
    Ya se sabe que los seres humanos llevamos dentro un Ángel y un demonio. El que predomina es el que alimentamos.
    Ejemplos de gente buena y solidaria hay a montones y sus contrarios también. Lo triste es, que como dices, predomine la noticia de los insolidarios y a penas se mencionan los ejemplos solidarios de las personas. En la televisión nos ponen hasta la saciedad las peripecias de un asesino y a penas dedica un momento al que ha dado la vida por defender a otro ser humano.
    Me encanta que las universidades hayan comenzado una imparable protesta contra la barbarie israelita. Eso es solidaridad con los indefensos. A los terroristas que han cometido delitos de sangre se les busca y se les juzga, pero no se arrasa a todo un pueblo ajeno a esos delitos.
    La solidaridad, la compasión ennoblece a los seres humanos. El egoísmo nos aísla, nos perjudica.
    Gracias por traernos estos temas tan necesarios en el mundo en que vivimos. Buen tema para pensar.
    Un abrazo, Miguel Ángel, y saludos a todos.

    • Querido Joaquín:
      Gracias por tu artículo de ayer.
      Hs tenido un fin de semana muy ajetreado.
      Muy de acuerdo con la crítica al genocidio que está cometiendo Israel en Palestina. No se puede destruir un país porque un grupo terrorista haya cometido acciones crueles. Es como si España hubiese destruido el País Vasco porque ETA asesinaba en España.
      La bondad es invisible muchas veces. O la hacemos invisible.
      Creo que es bueno reconocer, difundir y aplaudir la solidaridad. Porque existe. Porque es más que el egoísmo.
      Un abrazo.
      MÁS

      PD: Estoy viendo los resultado de las elecciones catalanas…

  4. Querido Maestro:
    Nos toca tiempos difíciles para educar en solidaridad.
    Hay mucho individualismo en las acciones del día a día.
    Yo me acuerdo cuando trabajaba en un centro educativo de mi pueblo, las acciones que llevábamos a cabo el día de la paz y la solidaridad.
    Me viene a la memoria un poema que escribí y recité en el patio de la escuela con todos los alumnos fuera.
    Dicen, que todos llevamos un lobo bueno y un lobo malo dentro y te conviertes en aquel que alimentas.
    !Alimentar el bueno, es la mejor acción que se puede hacer!
    !Y mira que a mí me han pasado cosas para sentir odio y rencor!
    Pero no, no he transitado por ese camino.
    Las experiencias me han servido para acrecentar lo bueno que hay en mí.
    Lo negativo no sirve para sanar y avanzar. Sería como tener una brasa en las manos que no puedes soltar.
    Me ha servido, en mi andar por el mundo, encontrarme personas solidarias, excelentes, empatícas, cariñosas, amables, que me han ayudado a salir de ese agujero oscuro de la soledad.! Y este blog tiene mucho que ver!
    Me ha ayudado a encontrar en mí, cosas buenas que ofrecer a los demás.
    !Eso también es solidaridad!

    No sé si ha podido escuchar el poema que leí? Me gustaría que lo buscara en el Facebook.
    Ya sin más me despido con un cariñoso abrazo para todos.
    !Qué pasen una semana feliz y leve!
    Muchos besos

    • Querida Loly:
      Claro que es difícil ser solidario en medio de un cultura individualista,
      Sé que tú has sabido transformar el furioso individualismo de otros en un respuesta solidaria.
      Las escuelas son (han de ser) el epicentro de la formación solidaria.
      He buscado tu poema. Bien escrito y bien contado.Enhorabuena.
      Te mando un gran abrazo.
      Gracias `por tu mensaje.
      Feliz semana o, mejor dicho, lo que queda.
      MÁS

      • Querido Miguel Ángel:
        Me siento muy alagada, al saber que te ha gustado mi intervención, en el recital de poemas celebrado en el auditorio de la casa del aire de mi pueblo.
        Es un poema de mi gran amiga y poeta Magdalena Sánchez Blesa.
        Superé mis miedos y me subí al escenario con todas mis ganas y mis fuerzas.
        !Me salió del alma ese poema!
        Si quieres superar algo y ser feliz, hay que mezclar, conocimientos, habilidades, voluntad y actitud.
        Muchas gracias, muchos besos.

        • Querida Loly:
          Tu vida es una historia de superación.
          En cuestiones grandes y en cuestiones pequeñas.
          Las dos dinámicas son necesarias. Subirse al escenario y recitar un poema delante dl público es un modo de prepararse para la superación de otras adversidades.
          Besos y enhorabuena.
          MÁS

  5. Estimado Miguel Ángel :
    Con frecuencia nos traes referencias de libros, de los que podemos extraer útiles enseñanzas.
    Pero como buen docente y además cinéfilo, no descartas otros medios como el cine. Y, con otros códigos, también capaces de transmitir ideas o conceptos, además de entretenimiento.
    Hace unos 50 años, en un querido cine club, aprendí el poder que pueden tener las imágenes (para bien o para mal), de influír en el ser humano.
    Esta reseña, me recuerda a una parecida de un video corto que he visto, creo que de un grupo de estudiantes de una universidad de India.
    En ella, en una ágil sucesión de primeros planos, se van reflejando las actitudes, mayoritariamente pasivas, de los ocupantes de un ascensor, parado por la irrupción repentina de un último usuario.
    Éste se muestra ajeno e indiferente, insolidario ante la situación paralizante que él mismo provoca. Hasta que una persona con muletas, precisamente la que tiene mayor dificultad de movilización, decide salir de la cabina, equilibrando la carga que puede soportar, para su normal funcionamiento de nuevo.
    Desde nuestra visión occidental, podríamos observar una cierta actitud paciente o calmada, que atribuimos a las culturas orientales. Pero, fuera del fatalismo resignado, también podemos entender el individualismo e insolidarismo que nos rodea actualmente, en esta sociedad globalizada.
    En fin, imágenes que nos sirven para pensar y reflexionar sobre la sociedad en la que vivimos.
    Gracias por traerlas.

    • Querido Ángel:
      Por lo que describes se trata del mismo cortometraje.
      En el comentario de Juan Carlos Muñoz puedes el corto al que hago referencia en el artículo.
      El cine comenzó como un espectáculo de feria pero pronto pudimos descubrir que se trataba de una medio de expresar ideas complejas y teorías poderosas.
      Después de hacer la Diplomado en cinematografía en la Universidad de Valladolid, realicé mi tesis doctoral sobre “connotación y denotación en la lectura de imágenes. Con 4sos materiales publiqué el libro IMAGEN Y EDUCACIÓN.
      ¡Ah, nuestro querido cine club, en el que tantas cosas aprendí de vosotros!
      EL INDIVIDUALISMO ES EL CÁNCER DE NUESTRA CULTURA.
      Un abrazo y gracias por tu comentario.
      MÁS

  6. Hola Miguel Ángel.

    Me ha intrigado tanto el cortometraje que lo he buscado en YouTube para verlo… Comparto:

    https://youtu.be/CQW1d8vKViw?si=Gl3uk6JIDfJy-Bzq

    A pesar que dura apenas dos minutos, ¡qué dos minutos más largos…!

    Dudo mucho que este final sucediera en la realidad. A más de uno de los que están dentro del ascensor se les caería la cara de vergüenza al ver a la mujer discapacitada salirse sin mover un músculo. Tengo confianza, a pesar de todo, en que hay muchos héroes invisibles.

    Gracias por apelar a la solidaridad en la vida y, sobre todo, en la escuela.

    Un abrazo.

    • Querido Juan Carlos:
      Gracias por la aportación del enlace.Así los lectores y lectoras del blog lo tendrán más a mano.
      A mí no me sorprendería que se tratase de un caso real. Porque creo que hay personas con una actitud solidaria, personas que tratan de ayudar a los demás en todos los momentos.
      Importante actitud que si todos tuviésemos a gala practicar haría que el mundo fuese una casa familiar.
      Un gran abrazo.
      Muchas gracias.
      MÁS

  7. Querido Miguel Ángel: Un saludo muy cordial tanto tanto para ti como para tus lectoras y lectores.
    El artículo que nos regalas hoy es amplio como las antiguas predicas, por las dimensiones, implicaciones y reflexiones consiguientes. Debo confesar que he visto varias veces el corto. Impacta. Conmueve. Este tipo de filme responde con creces al potencial comunicativo, a la intencionalidad del cineasta, al valor estético y a la fuerza de la narración y expresión marcada por la genialidad. Nadie habla, el código lingüístico es simbólico a través del grafismo y la palabra “sobrecarga”. La comunicación radica en el silencio, o silencios, elocuente/s de los personajes del cubículo del ascensor, espacio simbólico, yo diría que el habitáculo se erige en un PROTAGONISTA DEL CORTO, asfixiante, inoperativo por la nula iniciativa de los caracteres o personajes que funcionan como personaje colectivo. La inercia deshumaniza, devalúa el ser y el sentido auténtico del “animal social y político” llamado a la solidaridad y a la empatía y compasión. Tu cualificación y tus conocimientos del lenguaje fílmico son clarificadores, querido Miguel Ángel, al explicar la función de los planos. No me olvido de tu titulación de la Cátedra de Cinematografía obtenida en la Universidad de Valladolid, una de mis “ALMA MATER” (=” Madre Nutricia”). Y, finalmente, como diría Lukács en su “Teoría de la Novela”: la joven discapacitada, en un acto de total abnegación y sacrificial, se autoinmola por humanidad y para que resurja la solidaridad. Es la héroe o heroína problemática de Lukacs. Y la armonía de la humanidad solidaria rompe el velo del egoísmo individualista de la sociedad neoliberal hipercapitalista. Afortunadamente, hay bienhechores y bienhechoras de la humanidad, personas silentes (Federico Mayor Zaragoza), abnegadas, dedicadas en cuerpo y alma a los desheredados de la tierra, los vulnerables, los pobres de cuerpo, alma y recursos. Son anónimos porque no conceden a los “mass media” entrevistas millonarias. Sin hacer ruido, de puntillas sostienen el mundo y la humanidad afligida y herida de injusticia, de terrorismo, guerras…
    ¡FELIZ FIN DE SEMANA A TODOS Y A TODAS!
    QUE EL CONGRESO NACIONAL DE ORIENTACIÓN EDUCATIVA que se desarrollará en unos días en mi querida Málaga (en su prestigiosa UNIVERSIDAD) resulte provechoso y enriquecedor para todos. Que las expectativas resulten cumplidas. Estoy seguro.
    Agradezco a una Amiga cabal, verdadero puntal y referente de la Orientación educativa en Andalucía y en España, Ana Cobos Cedillo, una mujer extraordinaria, la insistencia cariñosa para tomar parte de tan insigne celebración.

  8. Estimado Miguel Ángel:

    Muy buenas tardes desde acá Chile.
    Que buen tema este el de la solidaridad, el de ser capaces de mirarnos como iguales, como lo dice Humberto Maturana, mirar al otro como un otro válido.
    Pero no! lo que hoy cuenta es el yo, el profundo yo, mi EGO, nos han llevado al extremo absoluto de vivir de Dopamina, placer exitismo, el mundo gira a mi alrededor.
    Cada vez cuesta más cultivar valores de igualdad, de respeto por el otro, de saber que lo que haga o deje de hacer, siempre impactará en un otro, válido igual que yo.
    El hacernos creer que la felicidad está en el tener, en ser más que el del lado, en parecer más, hace que la capacidad de asombro haya desaparecido, todo es un dato, como lo expresa César Hidalgo, uno de los referentes del concepto Big Data.
    En unas jornadas vividas en un contexto de retiro, comentábamos lo difícil que es mantenerse incólume a la tentación de hacer lo mismo que hacen los demás, ya sea en nuestro quehacer laboral, en nuestra vida familiar o de vecindad.
    Los barrios se están acabando, porque las inmobiliarias los transformaron en negocio, con el gancho de desarrollar posibilidades de casa (en estos casos departamentos), para los muchos que no tienen casa propia, pero es una deuda a 20 años con una incertidumbre de poder tener trabajo siempre y pagando 7 veces lo que vale realmente. Pero cuando se habla de que hay que hacerse cargo de este problema social, miramos hacia el lado. Cuando hablamos de educación y que ese debiera ser la forma de elevar el nivel de una sociedad, de inmediato lo transformamos en negocio, entonces el que tiene más se educa mejor y el otro con suerte se educa.
    En fin son tantos los ascensores que están llenos y por lo general el que debe bajar es el más vulnerable.
    He dedicado mi vida profesional a renunciar a profesiones que lucren con la necesidad vital, hemos con mi esposa apostado por educar a nuestros hijo sin violencia, no a la s armas, tener conciencia y compasión, obvio que hemos tenido mas negatividades que apoyos, pero somos una familia consecuente.
    Mi hijo mayor trabaja en una Fundación que ayuda a los discapacitados, mi hijo menor en un voluntariado mientras termina su universidad, mi señora trabaja con niños DOWN y yo me dedico a la docencia en un Centro de Formación Técnica de Educación Superior (ENAC), que tiene por público objetivo, un 85% de alumnos ultra vulnerables, los que botó la ola, pero es ahí donde uno construye seres humanos que se reconozcan a si mismo con dignidad y se sientan útiles.
    Por lo tanto tengo mi frente en alto y seguiré hasta el último de mis días, intentando aportar y tratar de dar espacio en el ascensor a los que están despojados hoy en día.

    Te saluda cordialmente como siempre.

    Enrique

    • Querido Enrique:
      Qué hermosa familia la tuya. Si todas fueran como la tuya, el mundo seria un paraíso. Enhorabuena por vuestro compromiso con la bondad y la solidaridad.
      Es cierto que la cultura neoliberal predica y practica el individualismo, la competitividad, la obsesión por la eficacia, el relativismo moral, la obsesión por la eficacia, el imperio de las leyes del mercado, el olvido de los desfavorecidos… Es decir, todo lo contrario a lo que perseguimos en la educación.
      Es fácil dejarse arrastrar por la corriente, pero SOLO A LOS PECES MUERTOS LOS ARRASTRA LOA CORRIENTE.
      HE ADMIRADO MUCHO A MATURANA. De hecho, publiqué un libro con él que se titula HABLANDO CON MATURANA SOBRE EDUCACIÓN. Comparto la solución que proponía: el amor.
      Gracias por este hermoso comentario.
      Un gran abrazo.
      MÁS

  9. Buen día desde México estimado Dr. Santos Guerra.
    Hace un par de meses, análizaba con mis estudiantes la obra de Vattimo, el filósofo de origen italiano que habla de la posmodernidad. Resaltábamos en esos análisis, la forma en la que se ha configurado la sociedad actual, la cual prioriza el consumismo, el egocentrismo, la falta de empatía y reconfigura los valores de acuerdo a sus propias necesidades. Una de las principales características de esta sociedad posmoderna, es la insastifacción… nunca están plenamente conformes con lo que se tiene, con lo que se consigue o compra, siempre se está pensando en algo más que no se tiene, como símbolo de felicidad, la cual, por obvias razones nuenca llega.
    En las escuelas muchas veces enseñanzamos a ser competentes y no solidarios. Cada vez es más dificil formar los valores de la empatía, el respeto, la tolerancia. Entendemos lo que hace falta, pero no negamos a hacer algo al respecto.
    Que increible enseñanza nos deja la joven con muletas… la menos capacitada físicamente es la que da el paso necesario para que la sociedad siga avanzando… Nosotros siempre estamos a la espera de que los más capacitados den el paso al frente para el cambio, para llevar las esperanzas de todo el pueblo a los escenarios donde se puede escuchar las voces, sin darnos cuenta, que cualquiera, capacitado o no, puede iniciar el fuego que se necesita para calentar una casa o para incendiar todo el bosque. ¿En dónde se enseña a creer en nosotros mismos? Hay tres tipos de personas: Lo que miran que las cosas pasen, los que miran y si acaso opinan y los que hacen que las cosas pasen…
    La educación juega un papel esencial para el desarrollo de la solidaridad, pero no es la única fuente; ahí están los padres, la sociedad, las creencias religiosas entre muchos otros.
    Tenemos una tarea muy noble, pero a la vez complicada… la reconfiguración social actual, aleja a las personas de los valores éticos y morales que son parte esencial de una sociedad más justa, participativa y que busca el bien común.
    Gracias por el texto, de verdad me ha hecho reflexionar, como cada semana sobre muchos pendientes que tenemos por atender.
    Un saludo.

    • Querido Misael:
      Qué hermoso y certero comentario.
      La cultura neoliberal nos arrastra al consumismo, al individualismo, al egoísmo, al olvido de los desfavorecidos, a la competitividad, al relativismo moral…Es tarea de la educación hacernos contrahegemónicos. Tenemos que ir contracorriente. Es más difícil que dejarse arrastrar. La educación habla de altruismo, de solidaridad, de compasión, de preocupación por los más desfavorecidos, por aquellos a los que Paulo Freire llamaba los desheredados de la tierra.
      Estoy de acuerdo en que la tarea es importante pero también difícil. Porque tenemos competidores muy poderosos y, porque en sí, se trata de una tarea problemática.
      No podemos caer en el desánimo. Hay que avanzar a pesar de las dificultades.
      Un gran abrazo.
      Muchas gracias por tu tiempo y por tus aportaciones.
      MÁS

  10. He visto varias veces el cortometraje. Qué hermoso, qué emocionante, qué profundo.
    En menos de dos minutos nos presenta una lección magnífica.
    Una lección de solidaridad ante el individualismo tan nocivo para la convivencia.
    La persona discapacitada es la que resuelve el problema. La mirada que muestra la chica en la fotografía elegida para la ilustración del artículo es maravillosa. Está cargada de sentido.
    Es la mirada de la satisfacción por haber practicado un acto solidario.

    • Querida María:
      Sí, no le di muchas vueltas para la elección. M<e pareció una fotografía estupenda. Otras veces me cuesta más la eleción.
      Me alegro de que te haya gustado el corto.
      Ojalá que esta lección de solidaridad nos ayude a mejorar la comunicación con los demás.
      Gracias por el comentario.
      Besos.
      MÁS
      .

  11. Querido maestro:
    La solidaridad no es sincera si no hay dos partes compartiendo el mismo sentir pero sobre todo si no hay una ayuda real.
    Siga escribiendo.
    Con admiración y respeto
    Lily

    • Querida Lily:
      Ya sabes que la admiración y el respeto son mutuos.
      Yo admiro tu capacidad de sintonía y respeto tus deseos de seguir leyendo. Espero no defraudarste.
      La solidaridad es una de las columnas que sostienen este mundo.
      Besos.
      MÁS

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