El maestro que prometió el mar

9 Dic

Acabo de ver la película española “El maestro que prometió el mar”, obra de la directora catalana Patricia Font. En realidad, el título más preciso sería “El maestro que prometió ver el mar”. La historia gira sobre una hermosa y significativa promesa que le hace el maestro Antoni Benaiges a un pequeño grupo de niños y niñas de un pueblo burgalés llamado Buñuelos de Bureba, en tiempos de la Segunda República. Un grupo de pequeños escolares que nunca había visto el mar.

La película está dirigida, como decía, por Patricia Font y excelentemente protagonizada por Enric Auquer y Laia Costa. Con maestría y sensibilidad, Patricia ha construido un relato cinematográfico excelente. La bisnieta de Carlos quiere ayudar a su abuelo, que se encuentra en una residencia y que ha perdido el habla y la memoria, a recuperar la historia de su padre. Y acude a una exhumación que se está haciendo en la fosa común de La Pedraja, sita en los montes próximos a Bañuelos de Bureba. Mediante inteligentes flash-backs va reconstruyendo la historia del pequeño alumno del maestro Antoni Benaiges.

Por cierto, entre los cien cadáveres exhumados no se encontraron los restos del maestro Benaiges. Por eso podemos hablar de numerosas “exhumacionesantropológicas de su memoria a través de libros, películas y canciones.

Este pueblo no tiene agua, no tiene luz, ni tiene caminos; para ir a Briviesca apenas si se inicia una carretera y, sin embargo, no he pedido, no pido; aquí me quedo. Veo claro, claro cómo me voy haciendo luz en los cerebros de cada uno de estos chiquillos y chiquillas y me hago luz también en el pueblo…” escribió Benaiges a su amigo, el pedagogo anarquista Patricio Redondo.

Esa luz a la que entonces se refería el maestro está ahora en la pantalla, en imágenes luminosas. “Con colores cálidos y con mucho movimiento, rodamos cámara en mano, una cámara muy viva”, explica la directora, que para la parte del relato que se refiere a la actualidad apuesta por “colores más fríos, porque se trataba de un ambiente más frío, con muchos silencios, con gente que habla poco y que empieza viendo huesos, fosas comunes, muertos. Y la cámara es mucho más estática o con movimientos muy suaves”.,

Antoni Benaiges, un maestro de Mont-roig del Camp, Tarragona, fue destinado en 1934 a la Escuela Nacional Mixta de Bañuelos de Bureba, un pequeño pueblo de la provincia de Burgos.

Gracias a una metodología de enseñanza pionera y revolucionaria para la época, como era la pedagogía de Célestin Freinet, basada en la participación activa de los niños y el uso de la imprenta, comenzó a transformar la vida de sus alumnos y la del pueblo. Los niños mantenían correspondencia con otras escuelas de España, de México, de Francia

El primer día del curso descuelga el crucifijo que preside el aula. La hija del alcalde hace ver al maestro que se ha caído y el maestro le dice que el crucifijo estará en la iglesia y en las casas que quieran tenerlo, pero que la escuela es laica y no va a tener signos religiosos. Muy pronto entra el cura párroco en la escuela y delante de los niños recrimina al maestro que haya retirado el crucifijo. Con enérgicas y razonables palabras el maestro le explica al sacerdote las razones de su decisión y le pide que se vaya de la escuela. El maestro estaba desafiando a la fiera.

A finales de julio de 1936, el maestro fue asesinado, después de ser sometido al escarnio público ante los habitantes del pueblo, incluidos sus alumnos y alumnas. Las escenas me hicieron recordar la estupenda película “La lengua de las mariposas”, de José Luis Cuerda.

Los actores Fernando Fernán Gómez y Manuel Lozano, en una escena de 'La lengua de las mariposas'
Los actores Fernando Fernán Gómez y Manuel Lozano, en una escena de ‘La lengua de las mariposas’

Durante más de 75 años, su trabajo y personalidad permanecieron en la intimidad del recuerdo de sus antiguos alumnos y su familia, hasta que, en agosto de 2010, a pie de fosa, un vecino de Bañuelos haría emerger la figura del maestro asesinado en 1936 y la conmovedora historia de una promesa que no se pudo cumplir.

Sebastian Gestrudix y Sergi Bernal escribieron “El mar será… Antoni Benaiges: El maestro que prometió el mar”. El título del libro es verdaderamente significativo: Los niños y las niñas de la pequeña escuela imprimen textos que ellos mismos escriben. El mar será… muestra los relatos de los escolares que se imaginan cómo será el mar, algo que nunca han visto. Pero la promesa no se llegó a cumplir. El fascismo más brutal y más cruel corta la vida del maestro y, de esa forma, acaba con el sueño de los niños y de las niñas que son testigos de las terribles escenas en las que su querido maestro es masacrado por las fuerzas vivas del pueblo.

Tengo en las manos el libro titulado “El maestro que prometió el mar”, escrito por Francesc Escribano, Queralt Solé, Francisco Ferrándiz y Sergi Bernal.

Francesc Escribano, periodista y productor de cine y televisión cuenta en las primeras líneas del libro que el 18 de julio de 2021 participó en un homenaje a la memoria de Antoni Benaiges en el cementerio de Bañuelos de Bureba. Una ceremonia singular: la dedicatoria de un cenotafio. Un cenotafio es un monumento funerario sin cadáver, en este caso sin el cuerpo de Antoni Benaiges. En un nicho vacío unas cincuenta personas fueron depositando diferentes objetos relacionados con aquel joven de Mont-roig del Camp que en 1934 abandonó Cataluña para asumir el puesto de maestro de Bañuelos de Bureba. En medio de un silencio reverencial fueron colocando en el nicho los libros que se han publicado, algunas fotografías, el guión de una película, reproducciones en facsímil de los cuadernos antiguos, algunas canciones que se le han dedicado…

Los niños y niñas de Bañuelos no habían visto nunca el mar y, en enero de 1936, su maestro los animó para que lo imaginasen y lo describiesen. El resultado fue un cuaderno monográfico sobre la inmensidad azul. «El mar será muy grande, muy ancho y muy hondo». Así es como se imaginaba el mar uno de los niños de este pueblecito de Burgos. Las descripciones se repetían: «El mar será…», «El mar será…». El maestro Antoni Benaiges, que revolucionó su escuela dando la palabra a sus alumnos con la ayuda de la imprenta Freinet y de un gramófono, les prometió que irían a Mont-roig del Camp, en casa de su familia, para verlo por primera vez y así poder decir: «El mar es…», «El mar es…». Pero el sueño de aquellas criaturas y la promesa del maestro quedaron truncados para siempre el 18 de julio de 1936, con el estallido de la Guerra Civil. Esta novela relata la historia de una promesa que no se pudo cumplir.

He visto la película sobrecogido por la memoria de mi tío Atenedoro Santos Encinas, hermano de mi padre, maestro de la Republica que fue fusilado cuando tenía 24 años por el sencillo hecho de enseñar a pensar y a vivir a los niños y niñas de un pequeño pueblo de la provincia de León llamado Escobar de Campos. En el verano de este año he visto la escuela en la que ejerció como maestro. Una escuela cuyo edificio se conserva en buenas condiciones. Me imaginaba cómo sería la película de su dramática historia.

Una emocionante película que muestra de forma palmaria la necesidad de llevar a la práctica uno de los principales propósitos de la ley de memoria democrática. Una ley que no pretende dividir, que solo pretende hacer justicia. Una ley que no abre heridas, como dice injustamente la derecha de este país, sino que las cura y las cierra porque siguen abiertas y sangrando. Curar no es dividir. Restañar las heridas es poner consuelo y buscar una paz justa.

La historia de este y de tantos maestros asesinados de forma tan injusta nos interpela en dos sentidos. El primero: ¿qué hubiera pasado si los padres y las madres de los alumnos de la escuela se hubieran rebelado ante el horrible atropello? La exhibición de la víctima amordazada ante la presencia del pueblo es extremadamente dolorosa. El tiro en la nuca del maestro es terrible y cruel. El segundo: ¿cómo es posible explicar la ola de silencio que cubrió todos estos hechos execrables? La desmemoria ha sepultado estos hechos increíblemente crueles. Decía Edmond Burke: “Para que el mal triunfe solo hace falta que las personas buenas no hagan nada”.

28 respuestas a «El maestro que prometió el mar»

    • Querido Juan:
      Sí, estupenda película.
      La ley de memoria histórica es de estricta justicia.
      Me duele y me indigna que la derecha diga que abre heridas y que divide a los españoles.
      Un abrazo.
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  1. Querido Maestro:
    Hoy con su relato ha hecho revivir en mi la angustiosa vida pasada.
    Horror y calamidades vividas en un tiempo de pobreza absoluta y de desamparo.
    Qué historia más triste y dolorosa que ese compañero vivió, junto con su tío, unos auténticos héroes, por defender unos libres pensamientos.
    La historia de la película, basada en hechos reales, es un ejemplo para darnos fuerzas y creer que con ayuda de todos esté mundo se puede cambiar y que haya justicia en vez de maldad.
    Mi lucha diaria radica en esas ideas de cambio, de solidaridad, de ayuda, de reconocimiento, de complicidad y de afectos.
    !Ese es el mundo que quiero!
    Agradezco que nos cuentes esas historias profundas de un tiempo al que no queremos volver.
    Y ya sin más reciban un fuerte abrazo.
    Qué pasen unas fiestas formidables y que se llenen de amor nuestros corazones.
    Qué la semana sea feliz, amable y leve.
    Muchos besos.

    • Querida Loly:
      Ojalá, como dices, que estos tiempos oscuros no vuelvan. Unos tiempos en los que fueron fusiladas personas inocentes, por el simple hecho de pensar de manera diferente. En el caso de los maestros fue especialmente doloroso porque eran personas que amaban y enseñaban a sus alumnos.
      Ya he contado que en mi familia tuvimos un maestro de la Institución Libre de Enseñanza que fue ejecutado cuando tenía solo 24 años. Le fueron a buscar a casa y su madre le vio avanzar por la calle entre sus dos verdugos. Para siempre.
      Ojalá que, entre todos y todas, encontremos el camino que nos permita construir una sociedad justa en la que quepamos todos y todas.
      Que tú también tengas una semana feliz.
      Besos y gracias por tu fidelidad de tantos años.
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    • Estimado Sergi. Muchas gracias por advertirme del error. No sé cómo ni por qué lo he cometido porque tanto en la película como en el libro que he leído y escuchado el nombre correcto del pueblo burgalés. Ya está corregido.
      Gracias por leer el artículo por haberme escrito.
      Ya ves que Rufino, un amigo y profesor jubilado también ha reparado en el fallo.
      Un abrazo.
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    • Muy buenas Maestro!
      Nos alegra infinitamente el homenaje que haces con tu artículo a Benaiges. Gracias!!
      Hace más de un mes tuvimos la suerte de participar en el preestreno de la película (un regalo de la directora y unas amigas) en la casa del cine donde cincuenta personas pudimos ver y hacer una tertulia sobre la peli.
      Que emocionante fue ver colectivamente la película!! y poder leer fragmentos de los cuadernos de las niñas y niños de Bañuelos (preferiría Buñuelos..tiene más sabor)
      La emoción y las lágrimas nos hizo casi salir en canoa de la mini sala pero con la satisfacción de hacer justicia y romper por fin el silencio petrificado de tantos años.
      Que injusto es el ” silencio de los buenos” que permiten por miedo la barbarie.
      Hoy un merecido homenaje a Antoni Benaiges y a Atenedoro Santos….vaya par de dos!
      Auténticos faros de la educación.
      Ah, conocemos a otro sobrino, también faro de la educación, cercano, entrañable, que escribe como los ángeles y tiene un corazón grande y humano.. (con este personaje tenemos la fortuna de tener encuentros con abrazos de agradecimiento)
      Mil Gracias
      Te mandamos una docena de Besos y abrazos un auténtico 3×4.

      • Querido Miguel, querida Gema:
        Vosotros vais siempre por delante, abriendo caminos y generando emociones.
        Me preguntaba durante la proyección cómo sería una película sobre mi tío. Yo no he investigado sobre sus métodos, aunque conozco algunas iniciativas (viajes, actividades cooperativas…) que seguían la filosofía de la ILE.
        Durante más de treinta años no tuve noticia de esta tragedia. El silencio que cubrió aquellas terribles historias estaba hecho de terror y de dolor.
        En mi pueblo se recogieron firmas para pedir el indulto, lo llevaron a Burgos donde estaba el dictador y no hubo clemencia.
        Tengo un libro mecanografiado de mi tío Vicente Santos, pero él no pensó nunca publicarlo.
        Cómo no sonreír con la historia de ese fantasmagórico sobrino.
        Un gran abrazo en el que quepamos todos los que nos queremos.
        Un abrazo enorme.
        Y mi infinit gratitud.
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        PD: Sabrás que me llamaron de Huércal-Overa, aplazando la cita para el próximo año. Causa: no hay presupuesto. Tienen que saber que si tú me llamas voy gratis al
        fin del mundo a hacer lo que me pidas.

  2. Más allá de si son buñuelos o bañuelos, que tanta utilidad tienen unos y otros , en el momento adecuado, yo también tuve la misma reminiscencia sobre el vuelo de las mariposas y me remitió a cuando en mi colegio, 1975, se grapaban en la biblioteca páginas de libros que “no era bueno que vieran los niños”.
    eran tiempos mejores para ver el mar, pero los rescoldos al dictado seguían siendo los mismos.
    Hemos avanzado, pero, como se aleja en horizonte cada paso que damos y ¡qué bien que vayamos!
    Gracias.

    • Querido Rufino:
      No sé si has visto que he corregido mi error en el que no me explico cómo pude incurrir. Es BAÑUELOS DE BUREBA. Lo sabía pero solo una vez lo escribí correctamente.
      Las famosas erratas., algunas veces poco inocentes. Como aquella de un cronista local: “Ayer nos visitó nuestro querido señor obispo, TONTO más amado cuanto más conocido.
      Creo que nos estamos alejando cada vez más de aquella oscura etapa e nuestra historia. También creo que deberíamos hacerlo un poco más de prisa. No ayuda mucho a buscar el horizonte un partido como VOX que se declara franquista y otro que no le hace ascos.
      Un gran abrazo, querido amigo.
      Y gracias por hacerte presente.
      MÁS

  3. Querido Miguel Ángel:
    Unas bonitas y prometedoras historias truncadas por unas horribles y fascistoides ideas.
    He visto la película ” la lengua de las mariposas”. Se encogía el alma cuando el maestro denigrado subía al vehículo para nunca volver. Soy hijo de un padre que milagrosamente salió vivo de toda una guerra en el frente y que solo recibió un balazo en un brazo en la batalla del Ebro. Estaba en la zona franquista, però los relatos de los terribles crímenes que presenció y me contó muchas veces vienen a mi mente.
    El pretender olvidar lo inolvidable, dando sensación de tranquilidad ante crímenes inaceptables, no apaga la sed innata de justícia que anida dentro de la mayoría de los seres humanos.
    Qué escandalera con la amnistía al asunto catalán, sin un atentado, sin un solo muerto, sin ninguna llamada a la rebelión armada, y que tranquilidad ante el cúmulo de asesinatos de la guerra civil española. Desde el 36 hasta hoy se pudren sus huesos en olvidadas cunetas.
    Su crimen, defender el orden establecido frente a unos golpistas sembradores de muerte.
    Las guerras son terribles, truncan todos los sueños y esperanzas. Cuando veo las imágenes de Palestina se me revuelve todo en el alma, máxime sabiendo Netanyahu del golpe de Hamàs, al que no le puso remedio, por qué?
    Un gran abrazo Miguel Ángel y saludos a todos.

    • Querido Joaquín:
      Qué sorpresa y qué coincidencia. Mi padre luchó también en el batalla del Ebro. También en el bando nacional. Donde le tocó. Ya ves qué terrible la historia de la familia de mi padre: un hermano fusilado por Franco y otro hermano batiéndose por su causa. También me contaba mi padre historias de aquella sangrienta batalla. El estaba en artillería. Me dijo que habían ido 17 trenes y había vuelto solo uno. Fue una carnicería.
      Hay escenas del escarnio del maestro Benaiges muy semejantes a las del maestro de La lengua de las mariposas.
      Interesantes e importantes tus reflexiones contrastando la amnistía que se propone y la pacífica transición que ha sepultado todos los crímenes.
      Y qué decir de las guerras que estamos padeciendo.
      Cuánto horror.
      Un abrazo, querido amigo,
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  4. Que historia más terrible.
    LAS ESCENAS DE LA EXHIBICIÓN DEL MAESTRO APALEADO ANTE LA MIRADA DE LOS NIÑOS Y LAS NIÑAS Y DE LA GENTE DEL PUEBLO SIN TREMENDAS.
    ¿Qué podrían pensar aquellas criaturas de la persona que les enseñaba con tanto amor y que les había prometido llevarlos a ver el mar?
    Estoy seguro de que no lo olvidaron n toda su vida.

    • Querida Marta:
      Claro que no lo olvidaron.
      Y nosotros, al ver esas escenas en la distancia también nos sobrecogemos y nos aterrorizamos por la magnitud del odio y de la injusticia.
      ¿Cuál era el delito que había cometido ese maestro ejemplar?
      Pero allí estaban quienes, en nombre de no sé que Dios, quitaban la vida a quienes les estorbaban.
      He lamentado mucho no haber investigado en la vida y la muerte de mi tío Doro (así le llamaban en la familia).
      Los maestros de la ILE fueron masacrados de manera cruel.
      Y dicen que no es necesaria la ley de memoria histórica.
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  5. Yo sé de la historia del maestro por mi padre que era de Briviesca y me contó de un maestro que era muy bueno y lo mataron en la guerra civil, cuando mataron a Antoni Benaiges mi padre tenía 12 años. Mi padre se hubiera emocionado al ver la película.

    • Querida Arantxa:
      Por lo que nos dices ya no cuentas con la presencia de tu padre. Claro le hubiera gustado y emocionado ver esta película y conocer todo lo que se ha escrito sobre la vida y su muerte del maestro de Bañuelos de Bureba.
      Durante muchos años se tendió un manto de silencio sobre este tipo de hechos. Había mucho miedo. Yo lo viví en la historia del maestro de mi familia que corrió la misma suerte que Antoni Benaiges.
      Gracias por leerme y por escribir.
      Besos.
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  6. Estimado Miguel Ängel:

    Muy buenas tardes desde acá Chile, en primer lugar quiero hacer mención que mi ausencia en los comentarios imperdibles de los sábados, sólo se debe a diversos compromisos y escenarios particulares de la vida, los cuales me sustrajeron de mi pasión, que es la de escribir.
    En segundo lugar, decirte Miguel que cada vez que tus escritos o comentarios son publicados, se me ha hecho una costumbre casi de adicción poder leer con avidez, no para comentar o intentar aportar, sino que porque son como alimento para mi desarrollo de la percepción del quehacer social, ya sea en lo cotidiano, en lo político, en lo pedagógico o en la lo que respecta a la vida misma.
    En esta oportunidad tu relato me conectó con un amigo del alma, el cual yo no se por donde vaga o transita su alma, como tampoco se por donde estará su cuerpo. Me refiero a Luis Jaime Palominos Rojas, crecimos juntos en Villa Macul un emergente barrio de clase media, gran parte profesionales que con mucho esfuerzo habían alcanzado el sueño de la vivienda propia (nuestros padres).
    Jugamos como niños, nos hicimos adolescentes, él se formó en ideas ultra progresivas y yo más moderadas. El fue al conservatorio de la Universidad de Chile para estudiar música y yo a la facultad de medicina. Ambos soñábamos con viajar en el tren que llegaba a Cartagena, playa del litoral Central de Chile o tal vez ir en tren a Valparaíso. (si debo decir que lo hicimos, a duras penas, pero conocimos el mar).
    El año 1973, nos sorprendió en lugares diferentes, el vivió la semi clandestinidad, hasta un 07 de diciembre en que fue detenido por las fuerzas de Pinochet, su hermana y hermanos también de todos ellos el único que nunca regresó fue Luis.
    Por mi parte viví los horrores de la persecución, el hostigamiento y el trauma de no poder dormir con ambos ojos cerrados, había que estar alerta.
    Me recuerdo algunos meses con anticipación al fatídico día 11 de septiembre del 1973; cuando Luis llegó hasta la casa del tío Nano, conocido en común de ambos, para que pudiese ser atendido producto de algunas lesiones sufridas por enfrentamientos con los grupos de poder de ultraderecha, los cuales sólo buscaban el derrocamiento del Presidente Salvador Allende.
    Fué en ese entonces donde después de curar sus graves heridas, le solicité que dejara ese camino que había opcionado, el me respondió que la única forma de salvar el cambio que Chile estaba viviendo, era demostrar que no había miedo.
    Durante el mes de enero del 73; participé en distribuir alimentos, participamos en trabajos voluntarios, la idea era llevar a los campamentos de extrema pobreza, los alimentos indispensables a valor normal y no a precio de mercado negro. Fue ahí donde también le insistí a Luis, que había otra forma de pelear, yo ilusamente pensaba que la fuerza del pensamiento era más grande que las armas.
    Finalmente llegó la debacle y un 07 de diciembre detuvieron a mi amigo Luis, también a su hermana Eva, allanaron su hogar violentaron a su madre y a su hermana menor que sufría de una deficiencia mental severa. Cuando yo llegué a la casa de ellos para prestar socorro médico (en ese tiempo alumno de 5° año de medicina), mi primer shock, fue ver el nivel de destrozo ocasionado, después lo violento sobre las personas, su madre Yolanda y su hermana menor.
    Creo que fué una de las últimas veces que pude tener contacto directo con ellos, las circunstancias posteriores a eso, hacían ver que lo único trascendentes era la supervivencia.
    Aun me conecto con los sueños de Luis y Willy, miembro de los Quilapayún, conjunto musical referente de esos tiempos, ambos amigos del alma, cuantos sueños, cuántos deseos inconclusos, cuantas fantasías que dibujamos en nuestros pensamientos, donde soñábamos con las promesas que hacíamos a nuestros pares, a Marcos, a Fernando, Oscar, Eduardo, Hernán, que afortunadamente sobrevivieron. pero también a Laguna, a Tormen, Palominos, Älvarez, Pereira y otros que nunca aparecieron.
    Les prometimos el mar, pero nunca llegaron a conocerlo, les dijimos que venía un nuevo chile, que nunca llegó.
    Luis soñaba con un Chile más justo, donde la cultura y sobretodo la música tuviese una expresión importante, participamos de encuentros culturales de difusión, se realizaban talleres literarios, en fin había una sinergia entre pares y vecinos, el barrio era uno solo, o al menos era lo que creíamos, pero el mundo del poder de la derecha lo corrompió, estableció que la única forma era la que ellos planteaban y todo lo demás atentaban contra la seguridad nacional.
    Hoy volvemos vivir un Chile convulsionado, donde la verdad está en la derecha, los demás son enemigos y donde ya existe ebullición que hace presumir días difíciles que sólo presagian lo vivido con anterioridad.
    Volvimos a creer que veríamos el mar (pensiones justas, educación gratuita y de calidad, igualdad de género, salud al alcance de todos), pero al parecer eso es una utopía, ya que el poder del dinero, compra conciencia, establece el orden que debe regir y sanciona los que son buenos y los que son malos..
    Mi amigo Luis estés donde estés, te puedo decir que a lo mejor si alcanzaste a ver el mar, a disfrutarlo y paradojalmente tus verdugos que como dicen los expertos, que tu cuerpo fue tirado al mar, por lo tanto tu inmolación no es en vano, no pudieron eliminar tu sueño, alcanzar el mar.

    Mi llanto es par ti hoy.

    Un abrazo a todos

    • Querido Enrique:
      No te preocupes. Siempre espero tu comentario y, cuando no llega, sé hay causas que lo impiden.
      Gracias por el hermoso y emocionante comentario.
      La historia de Luis es estremecedora. Y la has contado muy bien. Llega al alma, no solo a la cabeza.
      Me uno a tu dolor y a tu emoción por Luis, por su familia, por todos los que murieron y sufrieron en la horrible dictadura de 17 años.
      Imagino la dureza de esos tiempos que barrían todos los sueños. La brutalidad se imponía a cualquier ilusión.
      Qué importante vuestra lucha. Yo creo que esos esfuerzos nunca se producen en vano. Pertenecen a la lucha por la dignidad y dejan huella.
      Saltas de aquellos tiempos a la actualidad. Y te muestras preocupado. No me extraña. Y vemos lo que ha pasado hoy en Argentina. Un ultraderechista se ha hecho con el poder con los votos del pueblo. ¿Qué nos está pasando? ¿A qué escuela han ido los votantes de Javier Milei?
      Te envío un gran abrazo.
      Gracias por tu tiempo, por tu palabra y por tu corage.
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  7. He visto la película y me ha encantado, a pesar de su dramatismo.
    Cuando los niños y las niñas ven a su maestro destrozado no pueden entender lo que pasa.
    Son escenas horribles. ¿Qué ha hecho mal para ser maltratado de esa manera? No es explicable. Nadie se atreve a defenderlo.
    La tragedia de aquella etapa de la historia de España es tan horrible que no podemos arriesgarnos a repetirla.
    Gracias por el artículo que me ha llevado a ver la película.
    Saludos.

    • Querido Mario:
      Es una película histórica. Hubo muchos maestros asesinados. Hay un libro de María Antonia Casanova sobre la depuración de los maestros de la ILE.
      Ya he explicado que he vivido esa tragedia en mi familia. La injusticia no pudo ser mayor. No solo se trataba de personas inocentes sino de profesionales muy valiosos
      que se dedicaban a la tarea más importante del país.
      No puedo dejar d la hablar de la ley de memoria histórica. ¿Cómo oponerse a que las familias recuperen lo restos de sus seres queridos? ¿Por qué criticar el deseo de curar las heridas que no están cerradas?
      Un abrazo y gracias por compartir tu opinión.
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  8. Estimado Miguel Ángel :
    A salto de mata, voy pasando por aquí y si puedo, intento comentar.
    Aunque todavía no he podido ver esta película, tengo que decir que cuando me llegaron noticias sobre ella, pensé que sería un motivo para un artículo de El adarve. Eran demasiados vínculos para un administrador de un blog, docente, cinéfilo y con una conmovedora historia familiar tan próxima.
    Parece que su buena factura puede ser reconocida en festivales o los premios Goya, lo que contribuiría a que más gente, tengamos conciencia de que la Historia que olvidamos, tiende a repetirse.
    Nunca será suficiente incidir en esta temática como ya, por ejemplo, la habían tocado, sobre textos de Manolo Rivas, “El lápiz del carpintero” o “La lengua de las mariposas”, buenos trabajos de Antón Reixa y José Luis Cuerda. O incluso el documental “Afranio” de Víctor Coyote, adaptado del libro autobiográfico del maestro y politico Antón Alonso Ríos.
    Me pregunto si a un autor y prolífico articulista, también docente, le pasaría por su mente, escribir un guión sobre una dramática historia familiar, como la que sufrieron tantas personas del colectivo de educadores.
    Sería una gran contribución a esta causa.
    Gracias por hablar del maestro, que todos sus alumnos recordarían al ver el mar por primera vez.

    • Estimado Ángel:
      Estupendo comentario, con una interpelación importante.
      Ya lo creo que me gustaría.De hecho, existe un libro no editado sobre la vida y la muerte de mi tío Atenedoro, al que llamaban Doro. Está escrito por un hermano suyo, llamado Vicente, ya fallecido. En ese libro aparece las cartas que dirigió a su madre y a su novia el último día de su vida. Por cierto, se casó en la cárcel con su novia la noche del día en que iba a ser ejecutado.
      Claro queme gustaría escribir el guión literario pero eso me obligaría a investigar más profundamente sobre algunas cuestiones como sus métodos pedagógicos que seguían la estela de la ILE. Sé que hacía excursiones, que exploraba la naturaleza… Durante muchos años se extendió un trágico manto de silencio sobre esos hechos.
      Se conserva en muy buen estado la casa de sus padres, la escuela de Escobar de Campos (que he visto este verano) y aun viven dos hermanas de mi tío, una con 101 años, para cumplir en julio 102. Nunca les he oído hablar de la tragedia familiar.
      Seguro que tu interpelación me va a obligar a dar algunas vueltas al reto.
      Un gran abrazo.
      Gracias por tu comentario.
      Feliz 2024.
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      • Estimado Miguel Ángel :
        Para este 2024 que asoma, no me parece que tengas como retos dejar de fumar, apuntarte a un gimnasio o perfeccionar el inglés ( bueno, esto tal vez ).
        Pero proponerse completar el trabajo de tio Vicente, sí que lo veo como un reto deseable.
        Solo o en colaboraciones, e intentando rescatar su obra y los posibles testimonios de coetáneos, familiares, amigos o alumnos.
        Una recolecta literaria, gérmen de otros formatos ( libro, guión ).
        Creo que, allá donde estén, los hermanos estarían de acuerdo.
        Feliz desafío para este 2024.

        • Efectivamente, no me plantearé ningún reto de lo que cotas al comienzo de tu comentario.
          El que me planteas es ciertamente apasionante. Tiene dimensión histórica, política, pedagógica y sentimental…, pero no creas que podré contar con el beneplácito de las hermanas que sobreviven a mi tío y de algunos otros miembros de la familia. Ya ves que Vicente no publicó su libro, que se titula Historia de una infancia.Siempre vi un cierto recato, un cierto deseo de no hacerse notar, un cierto temor a reabrir las heridas…
          Un amigo mío, Vicente Encinas, historiador que vive en León, sé que tiene información y que ha escrito algún artículo sobre mi tío y varios libros sobre el pueblo.
          Sería un año propicio, quizá el último, porque van quedando muy pocos coetáneos de aquella tragedia.
          De cualquier manera, gracias por la propuesta.
          Un gran abrazo.
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  9. Cómo comentario a pie de página. El amigo Patricio Redondo que menciona en su texto, fue a México y en un pueblo pequeño de nombre San Andrés Tuxtla en el estado de Veracruz empieza su escuela primaria. Dando clases abajo de un árbol.

    La escuela Freinet se convirtió en México, en un modelo educativo muy estudiado y analizado.

    • Estimado Carlos:
      Muchas gracias por la información. Me resulta muy útil ya que no tenía ni idea de la experiencia mejicana de Patricio Redondo.
      Me alegra saber que la metodología Freinet se expandió a través de su influencia. Sé que en México se ha trabajo intensamente.
      Un cordial saludo.
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  10. Querido maestro:
    Hace tiempo que solo le he leído pero no he podido escribirle.
    En momentos me acuerdo de Usted como un gran ejemplo de lo que es ser maestro, para mí es la mejor profesión, un maestro es quien con vocación y devoción libra las batallas con la sociedad, incluyendo autoridades, padres de familia y lidia con la vida y personalidad de cada alumno. En este caso fue el compromiso real con la vida de los alumnos el que llevo a un docente perder la vida, el fue consciente de que su tarea al llegar era mejorar la vida de sus alumnos en un ambiente laico como en México lo hizo Benito Juárez al hacer esa separación, sin embargo el pensar distinto a un grupo siempre es un reto, querer ser y hacer más en beneficio de si mismo y de los demás es un desafío, tristemente aun seguimos lidiando con las mismas dificultades, a pesar de la historia se siguen repitiendo las mismas injusticias. Ser maestro es una noble labor que deja huella y que siembra valores buenos y útiles, que cosecha frutos en tiempo y fuera de tiempo, que alumbra el camino de la vida de los demás y que no siempre es valorada sino criticada pero que para el maestro que disfruta de su tarea se le inunda el corazón de satisfacciones recordando cada anécdota y ante las dificultades se vuelve a levantar y no cede; así lo percibo a Usted con un corazón que rebosa de alegría al transmitir cada escrito, no se sienten huecas sus palabras, cada una de ellas transforma pensamientos, genera ideas mas apegadas a la verdad, a lo que es correcto y sobre todo nos hace sentir lo valioso que es actuar con más responsabilidad y amor en este mundo. Se que también hay muchas anécdotas que nos hacen sentir tristes porque no todo resulta como uno quisiera pero siempre hay esperanza.
    Deseo para Usted muchos momentos felices todos los días con su hermosa familia y amistades y que
    Siga escribiendo
    Con cariño y admiración
    Lily

    • Querida Lily:
      Hoy me he encontrado con tus cuatro comentarios y tengo que agradecerte el tiempo que has empleado en compartir conmigo y con todas los lectoras y lectores lo que piensas sobre los asuntos leídos. Y también tengo que agradecer la lectura que has hecho de otros artículos que no has comentado. También has dedicado un tiempo de tu vida a leer lo que he escrito. Pero mi principal sentimiento de gratitud es tu generosa valoración de mi condición de maestro. Aunque estoy jubilado sigo vinculado en muchas dimensiones a tarea de la educación que, como tú, considero fundamental para las personas y las sociedades.
      Al maestro de esta película le costó la vida ser fiel a su tarea. Hablo en el artículo de un tío mío que fue fusilado por el dictador por los mismos motivos. Dio la vida por cumplir con su deber.
      Te deseo todo lo mejor en tu vida y en tu profesión.
      Te envío un beso y mi gratitud por lo que dices, por lo que haces y por lo que res.
      MÁS

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