El título del artículo coincide con el de un famoso libro de Rian Malan (Johannesburgo, 1954) en el que explica por qué, siendo blanco, se encuentra comprometido en la lucha contra la discriminación que sufren los negros. ¿No han de sentirse agraviados por tener un enemigo en sus filas? Y explica por qué no.
Yo me cuestiono la presencia de los hombres en la causa de las mujeres: ¿no se plantean ellas por qué pretenden liberarlas quienes durante tantos siglos las han oprimido? Me pregunto por el papel que tenemos que desempeñar los hombres en la guerra de los sexos. Una guerra que, según Spengler, “existe desde que hay sexos, una guerra silenciosa, amarga, sin cuartel ni merced”. ¿Qué hacemos los hombres defendiendo la causa de las mujeres?
El próximo día 8 de marzo se celebra El Día Internacional de la Mujer Trabajadora (qué redundancia la de este binomio de palabras) y, con esta ocasión, quiero reflexionar en voz alta sobre el papel que nos corresponde a los hombres en la lucha por la liberación de la mujer.
En primer lugar quiero decir que la bandera de la liberación ha de ser de las mujeres. Porque esta es su gran causa. Porque ellas son las protagonistas de su lucha. Y ellas son las que han hecho avanzar su historia de liberación. La batalla más poderosa que ha existido nunca.
La liberación es la tarea de quien se libera, no de quien pretende liberar. No hay peor opresión que aquella en la que el oprimido mete en su cabeza los esquemas del opresor. Y si la mujer no evoluciona, de poco sirve la acción externa. La libertad concedida produce transformaciones superficiales. La libertad conquistada llega a las zonas más profundas del ser.
¿Por qué los hombres hemos de participar en esa lucha? En primer lugar porque nosotros tenemos mucho que pensar y que cambiar. Tenemos que cambiar nuestras concepciones, actitudes y comportamientos para superar las graves secuelas de una terrible historia. Una amiga argentina me ha enviado una viñeta en la que se ve a una mujer tendida en el diván. El psicoanalista le dice: Según lo que usted me cuenta veo que su problema está en el inconsciente y vamos a tener que analizarlo. Y ella responde: pues mire usted, doctor, no creo que mi marido quiera venir.
En segundo lugar, porque la cuestión nos afecta cada día en las relaciones personales, laborales, políticas… Buena parte de nuestra vida tiene que ver con la comunicación entre sexos. Una relación sana, respetuosa, humilde y equilibrada contribuye a la justicia social y a la felicidad personal.
En tercer lugar porque la coeducación es una tarea de todas las personas. Todavía queda mucha discriminación en las arterias del cuerpo social. En el lenguaje, en las expectativas de los padres y las madres sobre sus hijos e hijas, en las actitudes, en las relaciones, en los juegos, en los estudios, en la elección de carrera, en la búsqueda de empleo, en la sexualidad, en la remuneración de los trabajos, en el acceso al poder, en la moral, en los chistes, en la publicidad… Es tarea de todos y de todas educar para la convivencia armoniosa, para la igualdad de oportunidades, para la tolerancia y para la equidad.
Los hombres tenemos la obligación de ser feministas. No todas las mujeres lo son y tendrían que serlo. Tenemos que avanzar hacia una nueva masculinidad para que no sea inteligente concluir: Pienso, luego estoy soltera. O como decía el humorista Borges en una de sus inolvidables viñetas: “Hija, no te cases nunca con un marido”.
En el precioso libro de Chis Oliveira y Amada Traba; “Amart.e. Pensar el amor en el siglo XXI”, se puede leer: “Un extraterrestre no comprendería cómo se pudo construir y mantener tanta desigualdad entre mujeres y hombres. Se preguntaría cómo se llegó hasta aquí y cómo somos capaces de aceptarla con tanta normalidad: le causaría sorpresa y estupefacción pero a nosotros no nos la causa porque al estar inmersos en esa desigualdad nos falta perspectiva y la vemos y la vivimos como natural e inevitable”.
Las trampas son muchas. La discriminación es cada día más sutil. Por eso hacen falta mecanismos más sutiles par detectarlas. Observar atentamente la realidad, reflexionar con rigor, interpretar críticamente cada gesto, cada palabra, cada acción: he aquí una tarea apremiante. Apremiante porque las consecuencias son inmediatas y, algunas, devastadoras. ¿Quién devuelve a las mujeres que renunciaron a viajes, estudios o amores la posibilidad de tenerlos? Reconocer después de siglos los errores es un ejercicio de cinismo si no se evitan los que se están cometiendo.
Se dice que todos somos iguales ante la ley pero hoy todavía sigue siendo cierto que cualquier actividad que desarrolle una mujer tiene que realizarla mucho mejor que el hombre para que tenga la misma relevancia y el mismo reconocimiento social y hasta la misma remuneración.
Hay quien cree que, cuando los dos trabajan, da igual que la mujer gane más o tenga mejor posición. Pero la cultura sigue imponiendo patrones de comportamiento y actitudes marcadamente machistas. Todavía falta mucho para que las situaciones, las actitudes y concepciones que se reconocen como lógicas se implanten en la realidad de la cultura. Detrás de cada mujer empresaria hay todavía un hombre…. mosqueado.
Hay quien piensa que la igualdad de oportunidades existe porque alguna mujer llega a un puesto de máxima responsabilidad. No es cierto. Estas excepciones no demuestran que si una mujer puede, todas pueden; lo que ponen de relieve es precisamente lo contrario, que al constituir una excepción sigue siendo cierto que están en inferioridad de condiciones. Si parten millones de personas hacia unas pocas posiciones de privilegio, ¿no es cierto que tienen más posibilidad de alcanzarlas quienes parten y disfrutan de condiciones ventajosas?
Dice Alejandro Dumas que las cadenas del matrimonio son tan pesadas que hacen falta dos personas para llevarlas y, a veces, tres. Pero, ¿por qué se considera al adúltero un hombre espabilado y a la adúltera una mujer libertina? Cuentan que un rey tuvo noticia de que había en el reino un individuo que tenía un extraordinario parecido con él. Curioso e inquieto, hizo llamar a palacio a quien decían que era su vivo retrato. Al comprobar el asombroso parecido le invitó a comer. Le faltó tiempo, después de hacer los cálculos necesarios, para plantear la cuestión que le desazonaba:
- ¿Sabe usted si por esos años, su madre sirvió en palacio?, preguntó el rey.
- No, majestad, el que sirvió en palacio por aquellos años fue mi padre.
El baldón estaba precisamente ahí, en el deshonor de la reina, no en la hombría del monarca. Este tipo de historias demuestra que no hay una moral equivalente sino una doble moral, que no existe igualdad de derechos. Porque no existe igualdad de opinión ni de acción. Afortunadamente las cosas están cambiando. Lentamente, difícilmente. Y a veces se sufren dolorosos retrocesos. ¿Por qué nuestros jóvenes (ellos y ellas) cantan y bailan al son de las letras de las canciones machistas de los raperos puertorriqueños? ¿Por qué muchas chicas no piensan que el control de sus móviles por sus parejas es un insoportable gesto de poder? ¿Por qué piensan que los celos son una muestra de amor?
¿Quién les devolverá la vida a quienes la han perdido por amor, por devoción, por sacrificio, por vasallaje? Pensad en la advertencia irónica: las mujeres buenas irán al cielo, las malas a todas las partes.
Muchos se muestran deferentes en lo superficial pero mantienen la discriminación en lo esencial. ¿Por qué se le ha cedido a la mujer el puesto en el autobús o se le ha brindado la preferencia en el paso cuando se le negaba un puesto en la sociedad y se le cerraba el camino hacia el trabajo o el poder? La mujer del general es el general del general, decía Schakespeare. Pero en todos los derechos sociales seguía ocupando el puesto de soldado raso.
El hombre ha de revisar primero sus actitudes y sus pautas de acción sexistas. Debe respetar a quien tiene al lado, sabiendo que ella lleva a sus espaldas siglos de discriminación. Ha de compartir generosamente con ella derechos y deberes, dolores y alegrías. Ha de permanecer sobrecogido y admirado ante la insondable psicología de la compañera de su vida. Lo decía con hermosas e inquietantes palaras Eduardo Galeano: “He dormido al lado de una mujer, he dormido al borde un abismo”. Sirvan estas palabras de homenaje en el Día Internacional de la Mujer que celebraremos el próximo día ocho.
Buenas Miguel Ángel!
Precioso y necesario homenaje en el Día de la mujer; el artículo no tiene una coma de desperdicio, lo firmamos punto por punto.
En la lucha por la igualdad Real, el protagonismo debe llevarlo la mujer “La liberación es la tarea de quien se libera” nosotros debemos participar para cambiar nuestra manera de pensar y actuar,los estereotipos, nuestra mirada etc.
Más que un artículo lo vemos como una guía o un mapa a seguir. Mil gracias.
Tenemos un Gran Reto. Las luchas feministas se encuentran con un caballo de Troya como la Teoría Queer que ha roto la Unidad de la lucha; va a ser difícil superar.
Habrá dos manifestaciones y el mensaje de división no ayuda. Intelectualmente debemos también participar. Lo haremos?
Aplausos a tu artículo y abrazos al autor.
Os Queremos!
Querido Miguel, querida Gema:
Sé lo sensibilizados que estáis ante esta cuestión tan importante. Creo que es la revolución más importante de la historia.
No me gusta la división que se está produciendo en el movimiento feminista. Creo ue en lo esencial deberíamos estar de acuerdo.
La ley del sí es sí está causando estragos. Me entristece que la derecha la esté utilizando de forma tramposa contra la causa. Hasta Vox, que niega la violencia de género, está machacando al Ministerio de Igualdad en el que no cree.
Da gusto escribir para quien sabe y hace más que tú.
Gracias por este regalo de cada sábado.
Un abrazo enorme.
MÁS
Querido Miguel Ángel:
A mi modo de ver excelente artículo escrito por un hombre en defensa de la mujer. Cierto que la lucha por la igualdad es lucha del que se considera desigual, pero la parte opresora algo tendrá que decir, si es consciente de esa opresión.
Yo pienso que el hombre y la mujer debemos ser iguales en derechos y obligaciones, pero también pienso que ni físicamente ni psicológicamente somos iguales. Yo me pregunto: es igual la pulsión sexual del hombre y la mujer? Si es diferente también se manifestará de modo diferente.
En la relación sexual el hombre pone la semilla y a correr, ( es un decir); la mujer debe cuidarla y hacerla crecer durante nueve meses. Este es el escollo que ponen los empresarios al contratar mujeres, por tanto, creo que en estos temas es donde un Gobierno debe incidir. La igualdad física no existe, por tanto se deben eliminar los escollos que evitan que se haga real.
Personalmente no soy partidario de la paridad entre hombres y mujeres. Eso lo considero irreal, lo que debe regir es la capacidad. Todos tenemos capacidad de planchar y poner lavadoras y de limpiar cristales, pero….Hombres y mujeres tienen capacidad de llevar camiones, etc. , pero…En definitiva, el número lo debe determinar la capacidad y el deseo, no el número por el número.
La lucha por la igualdad la veo como algo permanente en el tiempo, quizás las mujeres debieran enfocar la lucha por mentalizarse ellas mismas de que no deben ser discriminadas ni soportar la discriminación. El que no se siente esclavo, cómo va a luchar contra la esclavitud?
Gracias, Miguel Ángel, por tus artículos siempre tan llenos de humanidad. Un gran abrazo y saludos a todos.
Querido Joaquín:
Evidentemente (y afortunadamente) no somos iguales los hombres y las mujeres. Cuando hablamos de igualdad pensamos en derechos y oportunidades.De la misma que nos somos iguales los negros que los blancos, o los homosexuales y los heterosexuales, pero todos tenemos los mismos derechos y obligaciones.
En lo que discrepo (ya sé que la opinión puede tener aquí perspectivas diferentes) es en el asunto de las cuotas. Se acuerdo en que la capacidad o la valía tiene que ser el factor fundamental a la hora de ocupar cargos políticos, por ejemplo.Cuando hombres y mujeres hemos sido escolarizados en igualdad de condiciones, las chicas han ido mejor en todos los niveles. Luego habría que pensar que están igual o más capacitadas. Pro luego no están igualmente presentes en la política, en la banca, en la Universidad… ¿Qué ha pasado? Pues que existe el sexismo. Por eso defiendo que deben existir las cuotas. Y tendríamos que preguntarnos si los hombres que están en los ministerios están ahí por ser hombres o por ser competentes. Lo mismo sucede cuando se fracasa. Celia Villalobos estuvo en el Ministerio de Sanidad e hizo una gestión, a mi juicio, muy mala. La gente pensó que era por ser mujer. Cuando se valoró la gestión del señor Cañete y se consideró que era negativa, nadie dijo que se debía a su condición de hombre sino a su poca valía. Las cuotas permiten que estén presentes las mujeres ya que de otra forma no estarían. Y ellas valen más, según todas evidencias que ofrecen todos los sistemas educativos.
Tienes mucha razón en lo que dices: quien no se siente esclavo, no está en condiciones por liberarse de la esclavitud.
Un gran abrazo.
Solo guardo hermosos recuerdos de nuestro encuentro en Barcelona.
Gracias, amigo.
MÁS
Sí, Miguel Ángel, comparto lo que dices y así lo entiendo. Estoy de acuerdo en la paridad siempre que acompañe el deseo y la preparación. Claro que no estoy de acuerdo en excluir las mujeres por sexismo, solo acepto la exclusión por propia voluntad. También nos fijamos mucho en la igualdad de mujer con el hombre, pero no viceversa. Cuántos hombres hay que se dediquen a hacer camas y limpiezas en hoteles?
Sí, paridad en lo bueno- altos cargos- y en lo que gusta menos.
Miguel Ángel, de ti, desde niño, solo tengo buenos recuerdos: eres simpático, inteligente, sencillo… En fin, tu compañía es un placer.
Un abrazo.
Querido Joaquín:
Ahora, cuando venia para casa, he oído que en consejo de Ministros del martes se va a aprobar un decreto que va a exigir paridad en la formación de gobiernos, en las juntas directivas de empresas y en no sé cuántas cosas más. Sé que habrá críticas a ese decreto, pero creo que todavía es necesario `pelo que te decía en el comentario anterior. Si no están en igualdad no es orquesta no haya mujeres preparadas es porque las oculta el sexismo.
Yp creo que esa exigencia de que si una mujer está en el gobierno debe sr porque es competente y no porque es mujer habría que plantearla a la inversa: si hay un hombre, debe estar porque es competente y no porque es hombre.
Las mujeres estarían encantadas de que hubiese paridad obligatoria en las tareas domésticas.
Ya sabes que yo también disfruto con tu amistad. Es un regalo de la vida.
Un abrazo.
MÁS
Querido Maestro:
Solo unas palabras para excusar mi ausencia en el blog.
Por la intervención de cataratas que me han realizado tengo algunos problemas de inflamación que me impiden seguir con la grata labor de leer y comentar en su blog.
Espero que pueda mejorar pronto para seguir aportando mi opinión.
Que la semana os sea feliz y leve.
Muchos besos
Querido Loly:
He estado pendiente de tus noticias sobre el resultado de la operación.
Eché de menos tu comentario pero sabía muy bien cuál era la causa de tu ausencia.
Quiero suponer que la inflamación de la que hablas es un proceso normal que tenderá a desaparecer.
Deseo tu pronta y completa recuperación.
Besos y gracias por tu información.
MÁS
Este artículo es de los que ayudan a pensar y a actuar.
Muchos débats de los que estoy viendo en los medios sobre estas cuestiones, están llenos de intereses políticos.
Se trata de reflexionar para cambiar las actitudes y actuar de forma consecuente.
Muchos que se rasgan las vestiduras por los efectos de la ley del sí es sí, están muy poco preocupados por la causa de la liberación.
Sencillamente, tratan de golpear al gobierno por que se han reducido las penas de los delincuentes sexuales.
Gracias por artículos como este.
Querida Raquel:
Gracias a ti. Por la lectura, por el comentario y por la valoración del artículo.
Estoy muy de acuerdo contigo sobre la hipocresía que estoy viendo en quienes se sienten muy afligidos por la excarcelación o por la reducción de penas a los delincuentes sexuales. Sencillamente, utilizan el dolor de las víctimas para golpear al gobierno y al Ministerio de Igualdad. Sabemos lo que piensan algunos de estos partidos. Vox ni siquiera reconoce que exista violencia de género. Y abogan por la eliminación del Ministerio de Igualdad,
Es como un mantra: han hecho una ley que beneficia a los delincuentes. No. No era esa la pretensión. Ese ha sido un efecto secundario indeseado. Y hubo un error grave al no tener en cuenta las advertencias de los expertos.
¿Han pensado (o dicho) algo elogioso del fondeo de la ley que es la protección de las mujeres? ¿Han pensado en la reinserción social de los que han visto reducidas sus penas? ¿Han pensado hasta qué punto castigo es eficaz para la eliminación de los delitos’ ¿Han defendido alguna vez la educación sexual?
Muchos besos, querida amiga.
MÁS
Hola Miguel Ángel.
Cada año, por estas fechas, nos recuerdas la necesidad de la liberación de las mujeres y la igualdad de sexos. Como bien indicas, la mujer es la principal protagonista de esta lucha, pero los hombres tenemos que hacer una reflexión profunda de nuestras actitudes machistas que, sin duda, nos impregnan por el tipo de educación que hemos recibido. En el ámbito educativo tratamos de dar pasos hacia delante que chocan con obstáculos como algunos de los que has mencionado: canciones de raperos machistas, uso del lenguaje, distinta vara de medir a uno y a otras, estereotipos sexistas,…
Un abrazo.
P.D.
De nuevo, me temo, los duendes te han metido un gol. Este párrafo está algo confuso:
“Las trampas son muchas. La discriminación es cada dia mñas sutilon muchas. La discriminacira la cionvivencia armoniosa, para la igual de oportunidades, para la tolerancia, para lía más sutil. Por eso hacen falta mecanismos más sutiles par detectarlas”.
Soy consciente que a ti no te gusta que esté mal escrito y lo corregirás de inmediato.
Querido Juan Carlos:
Tu mensaje se había ido a la bandeja de spam. Lo acabo de rescatar.
Me sorprende que nadie me haya dicho nada de ese párrafo.
Muchas gracias. Me da mucha rabia que se produzcan esos errores.Acaso deba releer el texto una vez publicado porque ya ha pasado varias veces.
Y es cierto que una vez mandado no lo reviso. Lo corrijo cuando alguien, como en este caso pasa contigo, me advierte de que hay un error.
En cuanto al tema no puedo estar más de acuerdo contigo.
Todavía sigue siendo necesaria la celebración de esta fecha.
Un abrazo.
Y muchas gracias por el chivatazo.
MÁS
QueridoJuan Carlos:
Acabo de corregir la errata. He estado sufriendo durante todo el viaje sabiendo que ese párrafo no se podía leer.
Vuelvo darte las gracias por detectarlo y por avisame.
Los duendes de la técnica.
Saludos.
MÁS
Hola a todo el mundo.
Pienso que esta lucha por la igualdad entre el hombre y la mujer, afortunadamente está dando frutos, pero con errores. En realidad es toda la humanidad la que ha dejado de lado los miles de años de trayectoria antropológica. Qué son los apenas cien años que llevamos de evolución de derechos comparados con los cientos de miles de años de evolución de la especie.
Para no dispersar, centrémonos en la mujer. Cada mujer ha de tener las mismas facilidades y entornos que el hombre para prosperar, eso es evidente. Pero igual pienso que las aspiraciones de la mujer, en muchas ocasiones son presupuestos adquiridos por el hombre (macho) en razón a la hostilidad del medio que le ha tocado vivir, tales como la competitividad, el liderazgo, el acaparamiento de riqueza, incluso la pseudolibertad del hombre. Estas aspiraciones, insisto, a copiar del hombre, en muchas ocasiones serán exitosas para la mujer. En otras ocasiones, aún conseguidas, serán solo un aparente éxito momentáneo, y un tremendo fracaso al “largo plazo” de su vida. El hecho de este fracaso de que hablo es porque si bien atiende a lo que la sociedad demanda en este momento, en igual medida se aleja de la evolución antropológica de la mujer durante miles de años, y esa huella evolutiva está en su genética, y no es tan fácil de cambiar.
Sirva como ejemplo que una vez vi una entrevista en televisión a la actriz/cantante Rafaela Carrá, con lágrimas en los ojos decía que había pagado su triunfo social, con el más caro precio para ella, la privación de ser madre. Rafaela, solo expresaba la huella que la llamada antropológica le había dejado.
En igual medida, o similar, oí a Isabel Ayuso (por nombrar a alguien de quien se habló por aquí) decir que priorizaba su trabajo en política al hecho de ser madre. Ay, Isabel, qué error más grave, ya se encargará la naturaleza de llamarte cuando tal vez sea tarde. Ojalá me equivoque, tienes futuro sufridor por delante.
Otro ejemplo que llama mi atención es la ambigüedad en ideas de la mujer moderna (no siempre, por supuesto, pero muy común). Me explico. Mujeres empresarias ricas, mujeres juezas, fiscales, triunfadoras en una palabra, cuando se les pregunta el prototipo de pareja que les gusta, contestan que un hombre alto y fuerte, y con carácter…..y luego añaden, “que me sienta protegida”. Esa protección, hoy, bajo los parámetros en que se fundan iguales derechos y obligaciones entre hombres y mujeres, no tiene sentido, es poco probable que se sientan atacadas. Esa protección del hombre fuerte que demandan, de nuevo, es una llamada de la naturaleza, ajeno a su pensamiento adquirido en sociedad (Schopenhauer y también copió la misma idea Albert Punset).
Con estas mis palabras no quiero defender una postura machista de que el hombre se vaya a cazar jabalíes y la mujer a bordar la ropa del bebé que espera. No, rotundamente. Solo reflejar la idea de que estamos poniendo en valor la idea de igualdad entre hombre y mujer, pero que estamos olvidando la llamada de la naturaleza. Y nuestra idea es cambiante, y tanto, conforme vivimos. Mujeres arrepentidas de no haber empezado antes a “encargar” al hijo deseado. Hombres, que a partir de los cincuenta claudican de ser unos vividores para intentar ser corderitos padres de familia.
Solo pretendo llamar la atención a los que hasta aquí han leído, que recuerden que nuestro pensar de hoy no sirve para mañana, que cambiamos, que a veces el cambio viene cuando aún nos quedan muchos años por delante de vida. A veces el cambio de mentalidad viene cuando el tren ya ha pasado. Así que cada uno o una haga lo que le plazca, que luche, que patalee, que haga lo que quiera hacer, pero que no olvide que la llamada evolutiva de la especie está ahí al acecho para abordarte en cualquier momento.
Finlandia, Noruega, Islandia, etc….están promoviendo y llevando a cabo políticas de igualdad, pero con mucho más sentido común que los países del sur. No se olvidan de que la naturaleza de cientos de miles de años no se puede vencer en apenas cien años de reivindicaciones.
Que tengan buena noche.
Estimado Don Quintiliano:
Gracias por este interesante comentario.
Algunas veces nos falta perspectiva para analizar los fenómenos humanos. En dos sentidos; la perspectiva histórica retrospectiva y la perspectiva que mira al futuro.Tú hablas de la perspectiva antropológica.
Esa visión histórica se muestra en el libro de José Antonio Marina y María de la Válgoma titulado La lucha por la dignidad. Habla de la evolución de las conquistas del feminismo.
Sí también supone algunos tributos. Hablas de la renuncia a la maternidad que algunas mujeres asumen por el pago de hacer carreras políticas o laborales.
Hay un excesivo presentismo en el análisis de la realidad.
De cualquier manera coincido contigo en el hecho de que se ha avanzado en la conquista de mayores cotas de igualdad entre hombres y mujeres.
Y en la necesidad de seguir avanzando sin perder de vista una posición crítica que evite errores y distorsiones. Sin perder de vista lo que llamas la llamada evolutivo de la especie.
Un cordial saludo.
MÁS
O no llegamos o nos pasamos.
Me parece muy bien la tesis que mantiene en el artículo.
Nosotros tenemos que estar en la causa, pero no con mayor protagonismo que las mujeres.
Son ellas las que que tienen que llevar la bandera y la iniciativa.
Y así, algunas de esas que dicen que son femeninas pero no feministas, enterarse de lo que está pasando.
Gracias.
Querido Mario:
Nosotros tenemos que estar en la causa, claro que sí. No solo como testigos sino como agentes de transformación. Una parte modificando nuestras concepciones y actitudes. Y, por otra parte, participando en los procesos políticos y educativos que se plantean avances en la conquista de la igualdad de derechos y oportunidades.
En la escuela, en la familia y en la sociedad, hombres y mujeres tenemos que luchar en esta causa.
Un abrazo.
Y muchas gracias por esta nueva contribución.
MÁS
En esMe duele que el feminismo esté tan dividido en este día. Creo que juntas y juntos podríamos avanzar con más rapidez y más eficacia.çDe cualquier manera, cada uno y cada una que salga a la calle detrás de la pancarta que pide acabar con la discriminación.
Saludos.
Querida Marta:
Sí, es una lástima esta fragmentación que, incluso, se muestra en la cúpula del gobierno.
Es importante reclamar la educación sexual en las casas y en las escuelas.
APROVECHO LA OCASIÓN PARA FELICITAR A TODAS LAS MUJERES DEL MUNDO.
Besos.
Gracias por tu comentario.
MÁS
Hoy es el día de la Mujer.
Es una pena que haya esta división tan difícil de entender: entre los dos socios del gobierno
y entre diferentes visiones del feminismo.
Creo que hay más en común que diferencias.
Es lógico que haya visiones diferentes de la realidad, pero par defender la causa debería existir una contundente unidad.
Feliz día de la Mujer.
Querida María:
No entiendo por qué Podemos no acepta la modificación de una ley que, siendo excelente en lo sustancial, ha producido más de 730 reducciones de pena de delincuentes sexuales. No se pueden explicar estos efectos secundarios atribuyendo las sentencias al machismo de los jueces porque los hay de todos los colores. ¿Tan difícil es reconocer un error y solucionar el problema?
No sé si me escapa algo pero creo que está claro que hay que detener esa tremenda sangría en el cuerpo social.
No entiendo por qué motivo ha sido imposible hasta el momento que el PSOE Y PODEMOS no hayan sido capaces de sentarse y negociar un acuerdo.
Es un ejemplo de la importancia que tiene la negociación. Hace falta dialogar, argumentar, escuchar y ceder en algunas parcelas no esenciales.
De cualquier manera: feliz día de la mujer.
Besos. querida María.
Y gracias por escribir.
MÁS
Buen día desde México mi estimado Dr. Santos Guerra. Precisamente en este momento está por iniciar un evento en nuestra Escuela Normal sobre el “Día Internacional de la Mujer”. Cada grupo de ha encargado de caracterizar a una mujer reconocida por sus logros en nuestro país y alrededor del mundo, lo que hace que discriminemos a un sin fin de mujeres que día a día hacen muchas cosas, igual o inclusive mejor que los hombres y no reciben el reconocimiento paritario. Pero al hombre no se le cuestiona, no se le pone en tela de jucio sobre su labor, sea o no sea eficiente, pero a la mujer la tenemos siempre observando con el lente de un microscopio, para ver en qué falla o que no hace como debe ser.
En nuestro país, se caracteriza mucho por ser una sociedad predominantemente machista y nos cuesta entender que todos debemos tener las mismas oportunidades. Tenemos que legislar lo que no se hace por naturaleza. Se luchó por el voto de la mujer, ahora lo tienen y son más que los hombres. Lamentablemente también a ellas les a costado deshacerse del yugo ideológico que por muchos años se ha cernido sobre sus cabezas, todavía falta mucho por hacer para que puedan tener el reconocimiento colectivo que se han ganado a pulso.
Festejemos este día y todos los del año, por esa parte que nos complementa o que nosotros complementamos.
Querido Misael:
Me parece muy bien que las instituciones educativas se hagan eco de esta celebración. Se trata de una revolución importantísima.La más grande la historia.
Se ha ido avanzando pero quedan muchas metas por conseguir.
– Unas de evitación de muertes, daños, maltrato…
– Otras relacionadas con la igualdad de oportunidades…
Nancy Frazer dice que hacen falta políticas de igualdad y políticas de reconocimiento. En este campo se necesitan las dos.
Muchas gracias por leer y por escribir.
Me encanta tenerte aquí cada semana.
Un abrazo.
MÁS
Muchas gracias estimado Dr. Un abrazo.
Excelente, necesario y oportuno artículo para celebrar el día internacional de la mujer.
Los hombres tenemos que estar en esta causa porque es la causa de la justicia.
Así haremos un mundo mejor para todos y para todas.
También es necesario que todas las mujeres sean feministas.