La cultura de la cancelación

25 Feb

Las librerías de los aeropuertos siempre me tientan con nuevos títulos. A poco tiempo de que disponga en las conexiones aéreas siempre disfruto ojeando las novedades. En mi reciente viaje a Barcelona, después de repasar el Índice (alguien ha dicho que no se puede fiar uno ni del título ni del índice) he comprado un libro titulado “Así es la puta vida”. El subtítulo te ofrece algunas pistas sobre el contenido: “El libro de ANTI-autoayuda”. Está escrito por el actor y autor catalán, nacido en Manresa, Jordi Wild.

Uno de los capítulos que me llamó la atención fue el titulado “La cultura de la cancelación”. Hace tiempo que estaba dándole vueltas a este problema. La cultura de la cancelación implica quitarle el apoyo o “cancelar” a una persona  o un grupo que dijo o hizo algo ofensivo o cuestionable. Y si bien es un fenómeno potenciado por las redes sociales y la instantaneidad que tiene la comunicación en la era digital, no es para nada nuevo.

Las intenciones de este fenómeno suelen ser loables, como erradicar las actitudes nocivas o criminales. No obstante, las consecuencias tienden a ser despiadadas, provocando daños irreparables y desproporcionados a los afectados. Incluso, ha perjudicado a personas que no cometieron un delito y solo pensaron de forma diferente.

La cultura de la cancelación, a mi juicio,  representa un peligro para la sociedad. Además, fomenta la intolerancia, coarta la libertad de expresión y pone en riesgo la integridad. 

Según Rommel Piña, magister en comunicación social, dice que el fenómeno guarda una estrecha relación con las redes sociales. De esta manera, la cancelación es la vía más reciente de protesta de los internautas ante hechos o  comentarios que son considerados inaceptables u ofensivos.

Somos poco tolerantes. Por muy poquito nos sentimos ofendidos. “Vivimos en tiempo de ofendidos. Todo puede ser una ofensa, dice Jordi Wild, porque todo se basa en el criterio del ofendido. Incluso en sus emociones. Si él dice que se siente emocionalmente afectado  (sea verdad o no, porque no lo podemos saber) es suficiente para que se cuestione o hasta se censure cualquier contenido. Incluso se pueden prohibir idas y hasta palabras. Todo lo que sea necesario para que el ofendido deje de sentir que se le ofende ”.

Un colectivo de payasos de la ciudad rusa  de San Petersburgo ha pedido prohibir la exhibido de la película It, por considerar que denigra  su profesión y ofende sus sentimientos.

Las asociaciones de alérgicos del Reino Unido solicitaron la retirada  de la película de animación Peter Rabbit porque unos conejos hacen bromas  con las alergias.

La película  española de animación Tadeo Jones 2 fue criticada porque ofendía a los abogados de oficio con uno de sus chistes.

Cada vez es más difícil decir algo que no resulte ofensivo a alguien en algún lugar del mundo. Guiarnos por las emociones de quienes se ofenden es peligroso. Porque algunos podrían aprovecharse para censurar sencillamente lo que quieren hacer desaparecer del mundo. Otros podrían pretender cosas que no tienen que ser buenas para todos. Otros, en fin, podrían ser tan sensibles que quizás el problema es suyo, no nuestro. Los llamados flanders u ofendidos.

En el programa televisivo La Roca hay una sección en la que se entrega un título de Club de Ofendidos por Juan del Val. Este tertuliano se muestra despectivo con los perros (“los perros son imbéciles”), con  los que hacen halterofilia con mucha edad, con los culturistas, con los expertos en psicofonías, con los coachs… Son muchos los haters de Juan del Val.

A mí me censuraron en Argentina el libro “Pasión por la escuela. Cartas a la comunidad educativa” porque contenía una Carta a un profesor homosexual. Una carta que nació de la compasión hacia un ser humano que sufre injustamente.

En la cultura de la cancelación es más fácil eliminar a un enemigo que debatir sus ideas. Es una tendencia que está creciendo cada día, sobre todo en las generaciones más jóvenes… “Si no piensas como yo, no eres digno de mi respeto como ser humano”.

El principal problema que tiene la cultura de la cancelación es que en vez de hacer del mundo un lugar más respetuoso y diverso, lo cual sería maravilloso, favorece que la sociedad sea más intolerante, más uniforme y menos plural. La cultura de la cancelación arrasa el pensamiento critico.

Tenemos que escuchar opiniones diferentes a las nuestras, tenemos que relacionarnos con quienes tienen una visión diferente de la vida. De lo contrario perderemos la habilidad de comprender puntos de vista ajenos. Solo nos sentiremos a gusto con personas que piensan como nosotros. Eso hará que nos convirtamos en personas más tribales. El tribalismo alimenta la convicción de que “nosotros” somos mejores que “ellos”.

Por supuesto que no hay que admitir discursos de odio hacia un colectivo cualquiera. Otra cosa es que ni siquiera se pueda nombrar un tema para debatirlo o expresar una opinión de manera educada.

Karl Popper, famoso filósofo austríaco,  formuló en 1945 la paradoja de la tolerancia. Básicamente dice que si somos totalmente tolerantes con las ideas de los demás también seremos tolerantes con las ideas intolerantes de los demás, lo que finalmente destruirá nuestra tolerancia.

Esta paradoja es habitualmente utilizada por la cultura de la cancelación para justificar sus procedimientos intolerantes. El problema, sin embargo, es que no siempre es fácil definir qué es una idea intolerante.

Otra cuestión que plantea Popper es que incluso las ideas intolerantes deberían ser toleradas siempre y cuando los intolerantes permitan el diálogo y un debate en el plano racional. Si se recurre a la imposición y a la violencia, entonces las ideas intolerantes  no se pueden tolerar.

En la actualidad, la cultura de la cancelación tiene defensores y detractores. Entre estos últimos se encuentra un grupo de 150 famosos (entre ellos J.K Rowling, escritora de la famosa saga de Harry Potter), quienes firmaron un manifiesto en contra de este fenómeno en el año 2020.

Si alguien comenta o realiza acciones dentro de la legalidad, invítalos a justificar sus posturas, argumenta las tuyas y cuestiona todo. Esto te ayudará a comprender sus puntos de vista y promover versiones más informadas sobre tu perspectiva.

Ningún ser humano es perfecto. No obstante, resulta difícil darse cuenta y asumir los propios errores. En su lugar, es más sencillo señalar, humillar o agredir al otro que se equivoca. Si aceptamos que somos susceptibles de cometer fallas, seremos más empáticos con aquellos que cometen errores. Lo importante es que nos demos cuenta y rectifiquemos.

Jonathan Rauch, plantea seis señales para identificar una cancelación cultural. Voy a destacar tres

La primer es el punitivismo: se quiere castigar al que es distinto, no comprenderlo ni dialogar con él.

La segunda es la organización en grupos que hacen proselitismo, porque se busca ser más en lugar de tener razón.

La tercera pista es la fanfarronería moral. El discurso de quien cancela, de quien elimina es  repetitivo,  ritualista y acusatorio y se abusa de las etiquetas para dejar claro que el cancelado es moralmente inferior.

Dice Jordi Wild en el libro citado: “Para mí la cultura de la cancelación es uno de los peores cánceres. Es una verdadera pena que en este mundo cada día más complejo en el que deberíamos intentar dialogar más, intentar entender más al otro, intentar avanzar todos justos, aunque no estemos de acuerdo en todo…Solo nos dedicamos a censurarnos mutuamente porque no toleramos que el otro piense de una manera diferente”.

La cultura de la cancelación es la cultura del dogma. Los que no aceptan el dogma no solo están equivocados sino que son malvados.

Sin pretenderlo, encontré en la librería del aeropuerto de Barcelona ese mismo día otro libro que da respuesta a la cultura de la cancelación (de la eliminación, de la exclusión). Se titula “Educar la tolerancia. Cómo vivir comprometidos con la igualdad y la diversidad, cuya autora es la  maestra Coni La Grotteria. Esa es la clave, a mi juicio.

Quiero cerrar citando a Nelson Mandela: “Nadie  nace odiando a otra persona por el color de su piel, o su origen, o su religión. La gente tiene que aprender a odiar, y si ellos pueden aprender a odiar, también se les puede enseñar a amar; el amor llega más naturalmente al corazón que su contrario”. Que así sea.

38 respuestas a «La cultura de la cancelación»

  1. Querido Miguel Ángel:

    Alguien está intentando sabotear tu blog. Leerlo hoy está más complicado.

    Pero nada ni nadie puede cancelarte.

    Un abrazo.

    (¿Cuántos metros cuadrados de librería tienes? Al ritmo que llevas, cualquier día los libros te echan de casa.)

    • Querido José Antonio:
      ¿Qué pasa con el artículo de hoy?
      ¿Por qué “está complicado” leerlo? Tengo curiosidad por saber qué es lo que pasa.
      No sé si es el concepto lo que es complicado o si es mi firma de plantearlo.
      Pues tengo unos diez mil libros.En realidad son la casa.
      El problema con los libros es que no tiro nunca ninguno y siempre sigo comprando.
      Un abrazo, mi querido gallego.
      Gracias por seguir en El Adarve.
      MÁS

      • Miguel Ángel, no te alarmes. Solo quería ponerte sobre la pista de que el artículo no aparece como debe, y le dices a Joaquín que ya lo has revisado y que todo está bien. Desde luego en mi móvil o en el ordenador, el formato de texto, o de hoja, o la forma en cómo aparece siempre para facilitar su lectura, no está bien. Perdón por no saber explicarme en términos informáticos más apropiados. Por lo que dice Joaquín, no creo quesea solo yo.

        Un abrazo.

        • Querido José Antonio:
          He vuelto a subir el artículo.
          Cuando os leí a ti y a Joaquín, entre en el blog y contrasté el texto con el original. El artículo estaba reproducido ordenadamente párrafo a párrafo. Por lo que veo no se podía leer de forma correcta.
          No sé lo que ha pasado.
          Gracias por avisarme.
          A ver ahora.
          MÁS

  2. Querido Miguel Ángel:
    Hoy me es imposible leer tu blog. Lo que si he leído es que antes de coger aviones investigas por las bibliotecas de los aeropuertos. Lástima que no te haya dejado una hora antes!!!
    Tú nunca pierdes el tiempo, más bien lo encuentras.
    Un gran abrazo.

    • Querido Joaquín:
      Cuando he leído tu comentario he pensado que había algún problema con el texto. Me he alarmado. He revisado el texto y he visto que no está desordenado.
      No sé lo que pasa con el artículo de hoy. Veo que tanto José Antonio como tú habéis encontrado alguna dificultad.
      En algo he fallado.
      No. Contigo disfruto más que en las librerías.
      Un gran abrazo.
      MÁS

  3. Buen día maestro Miguel Ángel,
    Le saludo desde México, si al parecer no se subió correctamente o de manera “ordenada” la tipografía es distitnta y quedó como para leerlo muy horizontal, hay que darle scroll a la derecha e izquierda para continuar leyendo, en vez de que sea continuo para abajo (no sé si me dí a entender)

    Un gusto leerlo y saludarlo.

    Kika

    • Querida Erika:
      Me gustaría saber si ahora ya puedes leer correctamente el articulo.
      He vuelto a colgarlo en el blog.
      Siento mucho lo que ha pasado hoy.
      Besos.
      MÁS

  4. Lo que pasa es que a mí me sale en el móvil con letra diferente, pero lo importante es que para leer cada línea tengo que ir tirando de ella, parece que cada línea tiene un metro de largo.
    Es muy complejo leer así el texto.

    • Querido Joaquín:
      No sé lo que ha pasado o está pasando.
      Creí que se había desordenado pero, cuando yo entré, estaba todo bien secuenciado.
      He vuelto a colgar el artículo.
      Me gustaría saber si ha desaparecido el problema.
      Si ahora no se lee bien avisaré a los técnicos del periódico.
      Un cordial saludo.
      MÁS

  5. Estimado maeestro
    Si yo tampoco puedo leerlo bien porque no despliega bien el articulo y se saltan lineas Es una falla técnica supongo

    • Querido Eduardo:
      Espero que se haya solucionado el problema.
      Necesito que me digas si ya se puede leer correctamente.
      Un cordial saludo.
      Siento las molestias.
      MÁS

    • Querido Eduardo:
      Gracias. No sé dónde se generó el fallo.
      Me alegra saber que ya est´solucionado el problemaUn abrazo.
      MÁS

  6. Estimado maestro:
    Quiero agradecerle por su articulo. Me ha gustado mucho la temática que aborda. Creo que es muy importante aprender a ser tolerantes con la opinión ajena aunque esta no coincida con la nuestra. Creo que una manera de demostrar amor y respeto a otra persona es aprender a tolerar la opinión de los otros. Sin embargo creo que debemos expresar nuestras opiniones con respeto y sin recurrir al insulto como sucede en muchas redes sociales.. ni tampoco querer imponer nuestras ideas a otros. Me gusta mucho la
    enseñanza que nos deja la frase de Mandela con la que concluye su articulo pues como docente creo en la importancia y el poder de la educación. Una educacion impartida con amor respeto y tolerancia. Lei alguna vez y no se si fue en uno de sus libros que uno de los principales frutos de la educación es la tolerancia. Es decir una persona que ha sido adecuadamente educada va a ser una persona tolerante
    Gracias .Un abrazo a la distancia
    ..

    • Querido Eduardo:
      Me alegra que te haya gustado el artículo.
      El problema de la intolerancia enturbia y corrompe la convivencia.
      No se puede dividir el mundo en dos partes: los buenos (que somos nosotros) y los malos (que son los otros).
      Y estoy de acuerdo en que la educación para la tolerancia es el el principal remedio para este problema.
      Gracias por el comentario.
      MÁS

  7. Querido Miguel Ángel:
    Ya está en perfecto orden el artículo. Hubiera sido una pena habérnoslo perdido.
    La cultura de la cancelación me parece un error tremendo. Eso solo nos puede llevar a la soledad, pues dado de que todos tenemos pensamientos diferentes, si rechazamos las diferencias quedaremos solos con nuestros pensamientos. Podemos tener muchas coincidencias, pero siempre encontraremos diferencias.
    Estoy en tu línea: el dialogo, el escuchar, el deliberar, el comprender, el aceptar las visiones de otros que desmontan las nuestras basadas en premisas falsas. Eso es la vida.
    Personalmente me crea gran desazón dos cosas: una es cuando expongo una idea y el interlocutor me responde con un exabrupto y ya acaba todo diálogo; otra es que ya no se puede tomar bromas de nada, como dices, todo mundo parece que se siente ofendido por cualquier cosa.
    En fin, yo reivindico lo de siempre: diálogo y comprensión y no como el Sr. Feijóo: “los que piensan como yo, esos son las personas de bien”. Vaya, vaya…!
    Un gran abrazo Miguel Ángel. Saludos a todos.

    • Querido Joaquín:
      La verdad es que no sé lo que ha sucedido con la primera versión. Lo envié como siempre. Menos mal que me disteis la alarma.
      Sí, porque creo que el tema merece la pena.
      Lo peor en una democracia es pensar que los otros son los malos. Está muy bien traído el ejemplo de la gente de bien”. Quien mejor practica la cancelación en el PP es la señora Ayuso. Par ella el gobierno no puede seguir ahí porque es mala gente. Es una postura nazi. Deberían, para ella, estar fuera no solo del gobierno sino de la sociedad.
      Siempre volvemos a la educación. Curioso acierto el de la compra de los dos libros en el aeropuerto: uno que plantea el problema y otro la solución.
      Siento las molestias que ha tenido la lecrura.
      Un gran abrazo.
      Buen comentario, como siempre.
      MÁS

  8. Hola MÁS.

    Algún duende de la informática te hizo una trampa esta semana. Pero hasta con dificultad te leí ayer. Ya veo que lo has solucionado.

    Aprovecho un largo puente para impregnarse del viento marino de poniente… No por ello cancelo la lectura semanal. La sombrilla la dejaré para el verano que se vuela…

    Qué difícil debe ser educar en la tolerancia!!! Es muy fácil apreder en el odio dado el resultado que vemos en la sociedad… Muchas cancelaciones para no haber huelga de pilotos…

    Un abrazo.

    • Querido Juan Carlos:
      Ha llegado tu comentario mientras estaba contestando a Joaquín.
      Ya veo que aprovechas bien la semana blanca. Carla se ha ido a la sierra con sus amigas. A ver si llegan enteras, sin nada roto.
      Tu sombrilla es un icono en este blog: en invierno y en verano.
      Como se aprende el odio se pude aprender el amor y la tolerancia.
      Para eso estamos los educadores y las educadoras.
      Qué importante tarea.
      Que descanses y disfrutes con tu familia.
      Siento las molestias de la lectura.
      MAS

  9. Me preocupa esa visión dicotómica del mundo. Hay buenos y malos. Los buenos somos NOSOTROS y los malos son ELLOS.
    Lo hemos visto estos días cuando el PP dice que a ellos los vota la gente de bien. Y lo que no les votan son gente de mal.

    • Querida María:
      Ese es el peligro, tanto en los partidos políticos como en la postura de cada persona.
      La tolerancia es clave para entender que el otro es respetable, aunque no piense igual que nosotros.
      Por eso creo que es necesario educar para la tolerancia.
      Veo demasiada intransigencia contra quienes son diferentes: lesbianas, gais, transexuales, inmigrantes…
      Tenemos que construir un mundo en el que todos tengamos consideración y respeto.
      Besos y gracias por leer y escribir.
      MÁS

  10. Muy buenas Miguel Ángel!
    Esta semana no queríamos ” Cancelar” nuestro comentario sobre tu artículo aunque vamos con retraso. Lo 1°. Vemos que tus neuronas van bien, la Madre que te parió!
    El artículo es jugoso, profundo a la vez que sencillo y claro. Los aeropuertos te ponen joé.
    El artículo tiene aristas para pensar, dialogar, aclarar..etc. Muy interesante. Gracias.
    En nuestra cultura Light y líquida es común cambiar términos y expresiones. La cultura de la cancelación es prácticamente la cultura de la censura de toda la vida que practican dictaduras, dictadores y fieles afines. Con democracia y Tolerancia tenemos el remedio. Por qué vamos a la cultura de la tribu, la secta,..etc en sociedades polarizadas..eso otro tema.
    El sábado temprano salíamos de Coimbra, preciosa ciudad y Magnífica Universidad, en especial su biblioteca. Te recordamos vinculada a ella de alguna manera aunque no sabemos porqué. Solo que tienes libros publicados en Portugués.
    Sabemos que para ti es un País hermano como Chile, Argentina..etc.
    Todavía estamos en Porto (una hora menos)
    Si te apetece algo, estamos a tiempo..jeje y te lo llevamos con sumo gusto.
    Un fortísimo abrazo con retraso pero Inmenso!
    Os Queremos y os tenemos presente.

    • Querida familia viajera:
      Este sábado os librasteis de un problema que afectó a los lectores y lectoras del blog. Por no sé qué problema técnico se desconfiguró el texto y hubo problemas con la la lectura. Una vez aviado puede solucionar el problema. No sabía si vuestro silencio se debía a las dificultades de lectura. Ya veo que el motivo esotro, mucho más placentero.
      Conozco bien Coimbra y, mucho mejor, Porto. En esta ciudad está la editorial ASA que tradujo varios libros y la editorial Manuel Leâo que publicó As feromonas da maçá. En Porto vive mi querido amigo Matías Alves. Qué hermosa ciudad.
      Efectivamente, el artículo tiene muchas vertientes para pensar y analizar.
      Eliminar a todos aquellos que no piensan como nosotros es una torpeza y una perversión.
      Cuán necesaria es la tolerancia que nos permita convivir a todos y a todas, presididos por la comprensión y el respeto
      Buen regreso y felicidades para mañana.
      Gracias porque, incluso viajando, habéis encontrado un ratito para compartir ideas.
      MÁS

  11. Hay muchas cuestiones de interés en el artículo de esta semana.
    Me detendré en una: la cancelación, la exclusión que se practica a las minorías. Pienso en los MENAS, en los inmigrantes, en las lesbianas, en los trans, en los discapacitados, enlos que son distintos….
    Creo que las actitudes excluyentes empobrecen la vida en nuestra sociedad.

    • Querida Marta:
      No puedo estar más de acuerdo contigo.
      Pensamos que hay un prototipo de persona y quien se aparte de él queda cancelado. Pero una persona negra no es una persona blanca defectuosa, un inmigrante no es un autóctono defectuoso, una mujer lesbiana no es una heterosexual defectuosa…
      La tolerancia es la piedra angular de la convivencia.
      Besos y gracias por colaborar.
      MÁS

  12. Buen día estimado Dr. Santos Guerra.
    Que intereante el tema de esta semana. Ya se me ha hecho un hábito leerle cada semana. Como usted muy bien menciona y describe literalmente como dice el libro que, la cultura de la cancelación es uno de los peores cánceres. Por años, por siglos muchos grupos de personas con ideas “diferentes” han luchado por estos filtros absurdos que solo tratan de uniformar el pensamiento y alejar del debate crítico los temas que para “algunos” son incómodos. En un mundo cada más global, lo que no llevamos a la mesa de discusión y debate para aprender, lo podemos encontrar en cualquier página de manera distorsionada. Deberíamos preferir hablar de los temas para entenderlos mejor y no crear juicios sin análisis bien fundamentados.
    Hablamos de como muchos grupos han pasado por la cancelación, pero al menos en México, esos mismos grupos también cancelan. Aceptamos y toleramos la diferencia, pero aquellos que dicen ser diferentes, que pertenecen a un grupo distinto, que se comunican con palabras diferentes o que quieren que nos referiamos a ellos, con otros términos, nos cancelan porque no nos adaptamos rápido a lo que ellos desean. Hemos pasado por un proceso de formación de muchos años y nos cuesta cambiar nuestro lenguaje de la noche a la mañana… ellos también deberían ser tolerantes con aquellas personas que lejos de ser irrespetuosos con sus creencias y formas de vivir, siemplemente nos confunden. He visto videos de alumnos que se enojan porque les dicen campañera y quieren que les digan compañere, sin una lógica o argumento de peso más que sus propias ideas, que son válidas y respetamos, pero también ellos o elles, tienen que entender que todo proceso de cambio cuesta y tarda, por lo que no debe ser motivo de cancelaciones, sino más bien de tolerancia y de vivir en armonía.
    Saludos cordiales.

    • QUERIDO MISAEL:
      Yo también me estoy acostumbrando a leer tu comentario semanal que, por cierto, siempre aporta ideas y análisis interesantes-
      Es una colaboración muy valiosa la tuya porque ofrece una perspectiva de otro país distante en el espacio pero muy admirado y querido para mí.
      La cancelación, como dices, no es unidireccional. A veces se produce en los dos sentidos.
      Es necesario educar para la tolerancia. Tenemos que construir un mundo en el que quepamos todos y todas.
      Hay que dialogar, comprender y aceptar a quien no es como nosotros.
      Por eso es bueno escuchar a quien piensa y es de manera diferente.
      Un abrazo y muchas gracias por tu presencia.
      MÁS

  13. Nunca había oído hablar de la cultura de la cancelación.
    Por eso me ha encantado el artículo.
    Y he visto que realmente existen casos de esa actitud excluyente.
    Los que no son como nosotros, no son buenos., en política, en religión, en sexualidad, en costumbres…
    Hay personas y hay grupos que se consideran negativos.

    • Querida Marta:
      Recuerdo una historia que le leí a José María Cabodevilla, un sacerdote amigo, ya fallecido.
      En un de sus libros cuenta que un católico muere y se queda en la puerta del cielo para ver quién entra.
      Y ve que van entrando todo tipos de personas: un musulmán, un judío, un ateo, un agnóstico, un budista…
      Ve con sorpresa que no no entre ningùn católico.
      Sale de su escondite y le dice aDios:
      – ¿Ningún católico se salva?
      – Sí, también se salvan, pero entran en el cielo por detrás de aquella tapia porque, para ser completamente felices, necesitan creer que se salvan ellos solos…
      Esa es la mala actitud. Creer que solo NOSOTROS SOMOS LOS BUENOS.
      Eso dice el POP: a nosotros nos vota la gente de bien.
      Besos y gracias.
      MÁS

  14. Hola a todo el mundo, especialmente al Sr. Lema (José Antonio).

    Pues yo hoy no voy a cancelar a nadie, o al menos lo intentaré. No se preocupen, ni tan siquiera a los que cancelan a golpe de martillo machacón a esta chica de Madrid, sí hombre, ella es morena de pelo, blanquita de piel, que se maquilla estilo los años 20 del siglo pasado. Ah, eso, hummm, ¿cómo se llama?…eso, Isabel, los cancelantes canceladores sin remedio la llaman con algo de despectivismo en la forma: “La Ayuso”.

    Me trae muy gratos recuerdos esta muchachita, se parece mucho, en el estilo, a las que nos despedían en el puerto de Barcelona cuando partíamos para el Norte de África, allá por 1920. Quizá por eso creo que le tengo especial cariño.

    Yo se lo perdono casi todo, mira hasta eso que se le ha ocurrido abrir un portal de estos de internet para que los ciudadanos de la Comunidad de Madrid presenten propuestas a realizar a partir de las elecciones de 28 M, vaya dictadorzuela ha de estar hecha, pero se lo digo con cariño. Ahora anda gastando fondos públicos madrileños mandando a latinoamérica a correlegionarios suyos a desasustar a los asustados inversores que el Sr. D. Pedro Sánchez ha infartado con las últimas ocurrencias fiscales a las grandes empresas. Además, anda reduciendo burocracia e impuestos (de la Comunidad de Madrid) a todo inversor de más de 10 millones de euros, ya no sabe ni qué hacer, a este paso va a llenar Madrid de empresas y de pasta (de la de papel billete). Y claro, lo peor es que los puestos de trabajo de esas empresas hay que cubrirlos, y entonces Madrid caerá en desgracia quedándose con menos parados aún de los que actualmente cuenta, que ya son realmente muy pocos. Y los sueldos subirán. Luego pasará lo que pasará, que su pueblo le votará, qué injusticia, hay que ver.

    Que tengan buena noche.

    • Estimado Don Quintiliano:
      Qué gran alegría verte de nuevo por aquí. Ya hacía mucho tiempo que no disfrutaba de tus argumentos.
      En este caso, me voy a permitir discrepar de este panegírico a la señora Ayuso.
      – En primer lugar porque ella es una “canceladora” obsesiva: ella es la buena y Pedro Sánchez es el malo.No hay nada que ella haga mal y que el Presidente del gobierno haga bien. Los suyos son los buenos y los otros son los malos. ¿Ese planteamiento te parece ejemplar en política?
      – Su gestión de la pandemia me ha parecido irresponsable y tramposa. Dar libertad para abrir cuando todo el mundo cierra responsablemente, me parece un modo de proceder inadmisible. Lo que pasa es que los muertos no votan. Los dueños de los restaurantes y de los comercios, sí. El libro escrito por uno de sus exconsejeros, Alberto Reyero Zubiri, titulado MORIRÁN DE FORMA INDIGNA, sobre las residencias de ancianos de la Comunidad de Madrid es un alegato que no se puede contestar.¿Lo has leído? ¿Lo han leído sus votantes?
      – Sus eslóganes son tan tramposos que dan vergüenza a quien piense: SOCIALISMO O LIBERTAD es tan inadmisible como AYUSO O DECENCIA. Los socialistas vienenluchando por la libertad (con sus errores, con sus fallos) desde más de un siglo.
      – Decir que las personas que viven en Madrid son libre por ese sencillo hecho me parece un argumento de tal simplismo que no sé cómo alguien lo puede escuchar sin asombrarse.
      – La destrucción de la sanidad y de la educación pública constituyen un retroceso de años y una deslealtad con la gente más humilde.
      – El conflicto que mantiene con los sanitarios es muy significativo. Decir que se trata de una huelga política es una ofensa contra la razón y contra la ética.
      – Decir que la manifestación multitudinaria por la sanidad pública es una manipulación de la izquierda es, adEmás de inexacto, ridículo.
      – La comunidad de Madrid es la que menos invierte en sanidad pública. Que el que tenga dinero se lo pague y el que no lo tenga que se las apañe como pueda.
      – Cargarse al presidente de su partido porque pretendió levantar la alfombra por una posible (y probable) actuación de favoritismo familiar es difícilmente defendible.
      – Los impuestos son necesarios para que funcione el estado del bienestar. No es bueno hacer trampas.
      – Creo que Ayuso es una política de derechas y, como tal, tiene mucha más solidaridad con los de arriba que con los de abajo.
      Y así sucesivamente.
      Puede ser que la voten, claro que sí. Es muy probable que le de un buen rédito electoral el hecho de liderar la oposición al gobierno. Este gobierno “ilegítimo” que pacta con independentistas y filoetarras. Como si Aznar no hubiese pactado con Jordi Puyol y con el PNV. Como si esos partidos en los que se apoya el gobierno no fueran democráticos. Nos pasamos años criticando a ETA y pidiendo que defendiera sus posturas en la política democrática y no a tiros. Y ahora que lo hacen resulta que se convierten en el gran argumento contra el gobierno.
      No quiero practicar la cancelación con la señora Ayuso, tiene sus ideas, su política, su forma de entender la realidad. Creo que el diálogo nos permite debatir y discrepar.
      Un cordial saludo.
      Y gracias por la participación.
      MÁS

  15. Estimado Sr. Guerra,

    Opino que tal retahíla de lindezas que otorgas a doña Isabel son propias de cualquier política/e/o que esté sobre la faz de la tierra. Todo depende de los prejuicios del emisor. Sobre cuando la objetividad tiende a cero.

    Ahora que se acerca el día de la mujer, quién mejor que doña Isabel para llevar el timón. Esto solo lo concibe un pueblo como Madrid, abnegado, trabajador, inteligente, cultivado y no por ello menos rebelde que cualquier otro.

    Entiendo que no cancelas, solo que yerras involuntariamente cuando descalificas sus políticas de sanidad.

    Serán los votos, y no los vetos y cancelaciones, los que mandarán a cada mochuela/mochuele/mochuelo a su olivo; no le quepa dudas.

    Para quien guste de curiosear:

    https://l.facebook.com/l.php?u=https%3A%2F%2Fbit.ly%2F3HS2xY3%3Ffbclid%3DIwAR20u-zdWSuz8MrejJQ7fzg6zhfuQ2Uf2lfJz96Dy7RbXxNvGgJApC4pLXU&h=AT37RQRUDEy-B3aZ_0pNdZazxaq_rEBbbMDNDs0S9urUt0H4RGLBZ2uDRHtw9tOr4CoIOxkIOB9POUj-XwTH9zEEoA773AGDx11Qdbp6OKouu-POoQYu2I3iix2XYjDbVg&__tn__=%2CmH-R&c%5B0%5D=AT3YUAX6Ojy91ALhI3R13CmDp9q4KsQ8zt9V1ZjXHVHTJFHVZ6crfA-alRn9uNNTFZ-hW1gNiNppohdQonCDgHWoGTLq9MlGyl4V2ZEvmAOhDJQOFErWZWUEu8zPHcYWRTxLQJCYxxxpfNiBDeorcKaUeQzjWiYINJRZbIQbeVfYlejGDHHlb_k85esD2PYGq0qWk6R97E02wx4ItA1SWNs

    https://l.facebook.com/l.php?u=https%3A%2F%2Fbit.ly%2F3khSDaA%3Ffbclid%3DIwAR1cETJSn7CXsKeWt7owF4JRd4wU1fZrIocRywkH7nlXQBJeKW05VHJovSU&h=AT3wF3qUUdKMpgGxTMF7-WEXKS0XsAoZkW08d1XmJ4kUigCgpR3su6iRNqWc6S_D3pL7LZjlaQA5zVaBuN5NiTReuFO6kkYUpfSC2Y9VVfQ_4Ch0rJukNcHz9iBV1hZgbQ&__tn__=%2CmH-R&c%5B0%5D=AT36wlnxJNqXbYY0duRlOWfcABgh49MDTMvDPbqBCg-toyuR7jlQJZrAm0qWLCCpqfcEvbcHlhOYfA9QC6Ai1zIms_Uq_gBVkfdQrvAhf6o7V1YUy1waZPruT1nM3hliWvxB1okvQ7NskSGg__cFkvfq-Y6rWm6Z7hSS4ug9KHt5FUTwLASGXYUD9p-fquSm_saoJaLfHZoNFdBZaUcqX7g

    Perdón por la brasa. Buen fin de semana.

    • Estimado Don Quintiliano:
      La retahíla no es de lindezas, es de hechos.
      La información de Libertad Digital que aportas es muy “objetiva”, no está nada sesgada. Los que se manifiestan en Madrid y los que hacen la huelga son marionetas de la izquierda…
      El libro del ex consejero de Ayuso debería ser lectura obligada para quienes quieran hacer un análisis riguroso de la sanidad madrileña.
      Claro que puede ganar las elecciones. Pero, como he dicho muchas veces, ganar las elecciones NO ES UN CRITERIO ABSOLUTO SOBRE LA BONDAD DEL ELEGIDO/A O SOBRE LOS MÉTODOS UTILIZADOS PARA CONSEGUIR LA VICTORIA. Es muy socorrida la utilización de la victoria electoral de Hitler como un argumento difícilmente rebatible. Pero no hay que ir tan lejos: es probable que tú mismo pienses que las elecciones que ganó el PSOIE en Andalucía o en el Estado no hayan confirmado la bondad de los candidatos o de sus políticas.
      Se agradece la discrepancia.
      No hay que escuchar o leer solo a los que piensan igual que nosotros.
      Un cordial saludo.
      MÁS

  16. Todo esto de lo woke, la “cultura” de la cancelación, la ideología de genero, las nuevas masculinidades, el lenguaje “inclusivo”…surgieron en EE UU ya hace bastantes años y se fue expandiendo, sobre todo por el mundo occidental. Nació en el entorno de la “izquierda” demócrata. En un principio podía tener sentido y ser justo pero fue derivando hacia un radicalismo absurdo y, a veces, incluso ridículo. El triunfo de un extravagante como Trump se debió, entre otros motivos, a una reacción de mucha gente contra este tipo de cosas. Así se cumplió la dialectica de Tesis/Antítesis de Hegel-Fichte. Acción/Reacción. Como pasó en España con la aparición de Vox como reacción a la aparición de Podemos. Y ahora en EE UU los ultraconservadores están tratando de imponer sus tesis también.

  17. Me ha encantado la historia del la señora del avión.
    Qué ingenio para dejarla a ella en evidencia por su racismo.
    También habría que acabar con los chistes racistas. No es un fenómeno para reír sino para llorar.
    Cuando nos cuenten un chiste sexista deberíamos mostrar nuestro desacuerdo.
    Saludos.

    • Querida Marta:
      Es verdad. Los chistes sobre negros, igual que los chistes machistas, son expresión del racismo y del androcentrismo. Bueno, son expresión y también son causa de que exista. Lo retroalimentan.
      Es necesario ir a las causas de los fenómenos para poder erradicarlos.
      Cuando se producen este tipo de hechos hay rechazo a los racistas pero hay poco análisis de las causas. Y si no se conocen las causas no se puede erradicarlo.
      Besos y gracias por tu aportación.
      MÁS

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.