Hace unos días tuve el honor y la satisfacción de participar en el VIII Seminário de Educaçao de la ciudad Câmara de Lobos, en la isla portuguesa de Madeira. Aunque había sido invitado para hacer una intervención presencial, por diversos motivos, la hice en línea. Estos dos años de pandemia nos han metido a los docentes en una nueva cultura de la comunicación formativa. Si bien es cierto que la presencia tiene unos indiscutibles alicientes, la modalidad virtual aporta ventajas indudables de comodidad y de ahorro de tiempo y de gastos
Durante la pandemia, a veces con el pantalón del pijama puesto y en zapatillas de andar por casa (tu imagen va a ser de primer plano o, a lo sumo, de plano medio), decía a la familia:
- Voy a México, voy a Argentina, voy a Colombia, voy a Chile, voy a Portugal, voy a Bilbao, voy a Barcelona…
Bajaba los doce peldaños de la escalera que llevan a mi estudio/biblioteca, impartía mi conferencia y al cabo de dos o tres horas, estaba de vuelta… Subía los doce escalones y me incorporaba a la vida familiar.
Esa intervención de dos horas te exige una semana si tienes que desplazarte a un destino transoceánico, con las molestias inevitables del jet lag a la ida y a la vuelta, con los consiguientes gastos para la organización, los riesgos que entrañan los viajes y con la forzosa lejanía de la familia.
Câmara de Lobos es un municipio de cerca de 40.000 habitantes, subdividido en 5 freguesias. Es un pueblo pesquero con sus típicas barcas de colores, situado en la zona centro oeste de Madeira. Hace muchos años este era el hogar de la foca monje, que en portugués se conoce por ‘Lobo Marino’ y de ahí es de donde procede el nombre de Câmara de Lobos.
El pueblo está rodeado de viñedos y es conocido por su excelente vino Madeira así como por ser la cuna de la “poncha”, una mezcla de zumo de limón, aguardiente y miel. Su bucólica bahía es uno de los lugares favoritos de los pintores desde que Sir Winston Churchill lo pintó en 1950 durante sus vacaciones.
Desde la pantalla de tu ordenador no ves ni pisas ese escenario maravilloso (que disfruté hace algunos años en otras actividades didácticas), no te conectas personalmente con los asistentes, no intercambias abrazos y saludos y no puedes compartir una comida o una cena en la que se cuentan experiencias y se viven valiosas emociones.
El lema del Seminario, que duró dos días, era “Pedagogia das emoçôes”. Cuestiones sugerentes y ambiciosas: Liderazgo para la educación integral, la influencia de las emociones en el aprendizaje, el cine como promotor de competencias sociales y emocionales, risoterapia: gestionar las emociones con humor, la tecnología al servicio de una educación humanista, para qué sirve la cultura… Después de mi intervención, en la que diserté sobre la importancia y la necesidad de evaluar con el corazón y sobre cómo poner la evaluación al servicio del aprendizaje, intervino el profesor universitario António Sampaio da Nóvoa, Rector honorífico de la Universidad de Lisboa, que fue candidato a la presencia de la República como independiente, con el apoyo de los partidos de izquierda, en las elecciones del año 2016.
Intervino de forma presencial ante un auditorio de unos 250 docentes. El título de su disertación fue el siguiente: ¿Para qué sirve la cultura? Seguí su conferencia desde la pantalla de mi ordenador. El ponente hizo una breve, sólida y vibrante intervención, de esas que te atrapan intelectualmente, te envuelven con la magia de palabra y te emocionan sin remedio.
Sostuvo Sampaio, entre otras muchas ideas sugerentes, que había que pasar en las escuelas del uno al varios. No más UN profesor, en UN aula, durante UNA hora, con UNA asignatura, UN tema, UN grupo nacido de UN criterio de agrupación homogéneo como la edad, UN ritmo único, UN solo método… Hay que pasar, dijo, a otra modalidad de intervención en la que haya VARIOS docentes, con VARIAS asignaturas, en VARIOS grupos, en VARIOS espacios, sobre VARIOS temas, con VARIOS criterios de agrupamiento, con VARIOS ritmos, con VARIOS métodos…
Insistió mucho el profesor Sampaio en la palabra y el concepto JUNTOS. Porque este consagrado profesor universitario piensa que la educación es un bien público común. Juntos tenemos que compartirlo, defenderlo y desarrollarlo.
JUNTOS, a su juicio, tenemos que poner el foco en los procesos más que en los resultados, en lo colectivo más que en lo individual y en el mañana más que en el hoy. La obsesión por los resultados potencia el utilitarismo. ¿Para qué sirve la filosofía? La filosofía no sirve, es servida.
Hay que poner en cuestión el aula de talla única, en la que un docente trabaja con un grupo pretendidamente homogéneo. Todos, todos a la vez, todos lo mismo. todos en los mismos tiempos, todos de la misma forma, todos con el mismo ritmo, todos con la misma evaluación, todos con el mismo docente…
No hay alumno que se resista a diez profesores que estén de acuerdo. La barca no puede avanzar si cada uno de los remeros va en una dirección diferente. Pondré un ejemplo: si en un centro existe un programa de coeducación del que se encarga una docente y, mientras se realizan las sesiones, los docentes varones que están en la sala de profesores hacen las bromas más soeces de la comarca respecto a su compañera no se podrá avanzar. Lo que hace una persona, lo deshace otra de forma inexorable. Sería como intentar hacer nieve frita: una tarea imposible.
Pero el valor del juntos no solo tiene que ver con la eficacia del aprendizaje de los alumnos y de las alumnas sino que hace posible el desarrollo profesional de los docentes. No es posible avanzar sin el concurso de toda la comunidad. Creo que otros colegas tienen que observar nuestro trabajo, dialogar sobre lo observado con nosotros para comprender la realidad profundamente y así poder mejorar la racionalidad y la justicia de las prácticas. Y, por supuesto, favorece el buen clima emocional en el que suelen prosperar las innovaciones. En los colegas no solo se puede encontrar recursos didácticos sino apoyo emocional.
Ese hecho plantea la necesidad de formar a los docentes en el paradigma de la colegialidad. No se prepara a un profesor para impartir clases particulares sino para que sea miembro de un equipo que elabora, desarrolla y evalúa un proyecto compartido.
La rutina, que es el cáncer de las instituciones nos instala en unas prácticas que se repiten de un año para otro sin ser sometidas a la crítica que las ponga en cuestión. No hay institución con más prescripciones que una escuela. Si todo está regulado, lo que hay que hacer es ejecutar fielmente la prescripción. No hace falta pensar.
Mariano Fernández Enguita escribió hace unos años (si mal no recuerdo en 2018) un libro cuyo título refleja muy bien una concepción del trabajo educativo basada en el paradigma de la colegialidad, tan diferente a la tradicional filosofía del uno frente al varios: “Más escuela y menos aula”. Coincido en dar importancia al proyecto de escuela. Y en la necesidad de romper la dinámica del aula de la unidad para pasar a lo que Enguita llama la hiperaula.
El trabajo de equipo de los docentes, favorece, facilita, promueve y apoya el trabajo cooperativo de los alumnos y de las alumnas. No se puede persuadir a los alumnos de que es necesaria la colaboración cuando nos pueden preguntar: Y usted, ¿por qué no se habla con el profesor que entra después en la clase?
Querido Miguel Ángel.
Qué verdad más grande me parece a mí el enfoque práctico de la reunión a través de internet y la presencial, la economía de una, y el calor de la otra.
Personalmente hace años que dejé la práctica docente en el colegio pero si recuerdo lo del paradigma de la colegialidad. Ese paradigma se intentaba por unos, pero se hacía imposible por otros. Se comenzó un intento de actuar en común sobre las tareas dadas para casa a los alumnos. Si cada profesor daba sin considerar a los otros, el resultado extraescolar era tremendo para el alumnado. Algo se conseguía pero la realidad era que cada uno defendía su parcela. Entrar en la individualidad de algunos era misión imposible. Y no digo nada si se entraba en el aspecto pedagógico, en la disciplina y en otros elementos educativos.
Los tiempos cambian, los nuevos profesores llevarán nuevas ideas, quiero pensar que la colegialidad se impondrá sobre la individualidad. Hasta en el mundo empresarial que se basa en la competitividad frente a otras empresas, internamente se busca, creo, la cooperación.
La educación siempre ha sido un campo dinámico, vivo como la vida misma, sujeto a la innovación.
La parálisis, la rutina no responden a la vida que es expansiva, dinàmica.
Un abrazo, agradecido por este alimento semanal, y saludos a todos.
Querido y madrugador amigo Joaquín:
Cómo se nota que quien escribe es y seguirá siendo un maestro.
Desde hace muchos años estoy insistiendo en la importancia de la colegialidad. Iba a titular el artículo DEL UNO AL VARIOS porque me gustó como forma de expresar la idea de la colegialidad. Al fin me decidí por utilizar el concepto de paradigma porque creo que es más ambicioso.
Creo que hay que darle más intensidad al proyecto compartido. Como dices, no siempre es fácil superar el individualismo. Mi clase, mi grupo, mi asignatura, mi horario, mis alumnos, mi problema, mi objetivo…
Es imprescindible formar a los docentes en esta dimensión, que tiene que ver con las concepciones pero también con las relaciones de empatía hacia quienes forman con nosotros un EQUIPO en el que trabajamos JUNTOS.
UN GRAN ABRAZO.
Y gracias, como siempre.
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Buenos días!
Cuanto sentido este artículo.
En Pedagogía Terapéutica la coordinación con otros compañeros es fundamental. No tiene sentido el trabajo realizado sin una buena comunicación, colaboración y práctica entre tod@s, propuestas, búsqueda de recursos, actividades motivadoras, metodologías que se acerquen a la realidad del alumnado con NEAE…
Sin embargo, tengo la sensación de que en PT aún con los avances conseguidos, se sigue sin remar de forma sincronizada.
Las NEAE aunque conservan su esencia van mutando, cambiando.. y la respuesta educativa parece mantenerse por momentos estática.
Es solo una opinión, me queda mucho que aprender y hacer, Miguel Ángel, gracias por compartir.
Saludos 🙂
Querida Ana María:
En tu campo se hace más necesario trabajar bajo el paradigma de la colegialidad. Tienes razón cuando dices que si cada uno rema en una dirección, la baca no puede avanzar.
Creo que es necesario avanzar en ese sentido. Hay mucho individualismo en el ejercicio profesional de las instituciones educativas. Mucho MI y poco NOSOTROS.
Es estupenda esa sensación que tienes de que hay que seguir aprendiendo. Solo desde ella se puede aprender y mejorar.
Besos.
Gracias.
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Muy buenas Miguel Ángel!
Un artículo genial que pone los puntos sobre las ies. En esta línea recordamos a nuestro Emilio Lledó que lucha contra la asignaturitis que sufrimos en nuestro Sistema educativo.
Que importante que las personas en educación sean JUNTAS y Varias. Que buena Enseñanza. Gracias.
Hoy hemos podido leerte y disfrutarte temprano aunque estamos Gema y yo como responsables de una mesa de Consulta Popular monarquía/República en Ejido…tierra de misión.
Nos hace muchiiiiisima ilusión verte el próximo fin de semana para que las juntas directivas andaluzas de la Codapa puedan disfrutar y compartir tu sabiduría,gracia y pasión. Esperamos que todo salga súper bien en la recuperación del lunes. Super abrazos y energía positiva para Lourdes.
Os queremos!!!
Querido Miguel, querida Gema:
Y veo que para vosotros no hay descanso que valga cuando se trata de tener un país mejor, una educación mejor, un mundo mejor.
Lo primero que tendrían que hacer los monárquicos es pedir las pruebas de paternidad del heredero o la heredera porque se corre el peligro de que les gobierne el hijo o la hija del palafrenero. Buena causa.Mi abuelo paterno fue alcalde durante la República.
Estamos, como es lógico, preocupados por la operación. Espero que todo salga bien el lunes. Lourdes me anima para que vaya, pero tenemos que ver cómo va todo. Va a venir una hermana de Lourdes para ayudarme.
De ir, lo haría el sábado para dar un abrazo a Amparo.
Sí, creo que el tema de hoy es importante.Hay que reflexionar y mejorar.
Un gran abrazo lleno de cariño, de admiración y gratitud.
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La palabra JUNTOS es muy importantes.
Aquí se aplica a la comunidad educativa, pero es importante para todo. Por ejemplo para salir de la pandemia, solo podemos hacerlo juntos.
No había oído nunca la expresión el paradigma de la colegialidad, pero me parece muy acertada para expresar la idea central del artículo.
Querida Raquel:
Me parece oportuna tu reflexión. JUNTOS no es solo un concepto que haya de aplicarse a la educación. Tiene sentido y aplicación también para la humanidad.
Juntos es una filosofía, una forma de vivir, una manera de concebir la historia.
Yo he utilizado mucho la expresión paradigma de la colegialidad aplicado a la escuela.
Besos y gracias.
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Es el segundo sábado que no aparece el comentario de Loly. Ya me pareció extraño no verla por aquí, después de años de fidelidad, durante la semana pasada.
Al no comparecer hoy a su cita de tanto tiempo tengo la preocupación de que esté enferma o con algún problema.
Espero tener noticias pronto.
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Hola Miguel Ángel.
Sampaio decía que hay que pasar en las escuelas del uno al varios. Tú titulas esta entrada: “El paradigma de la colegialidad”.
¿Cómo en la escuela puede hacer ese cambio a lo colectivo si la mayoría de los docentes habitamos en la individualidad?
Los cambios requieren tiempo, recursos, inquietudes, intereses, necesidades… para que puedan llevarse a cabo. Pero yo diría otro aspecto: EDUCACIÓN y FORMACIÓN, o lo que es lo mismo: aprendizaje y enseñanza.
Para trabajar juntos hay que aprender. Y antes de que aprenda el alumnado deben aprender sus profesores y profesoras. Si no estamos educados y formados para generar una enseñanza activa basada en el trabajo cooperativo en nuestro alumnado qué cambios podemos esperar en nuestras metodologías de la colegialidad.
Resulta curioso el término colegialidad, su raíz es colegio… Si los vocablos colegialidad y colegio están íntimamente unidos, no debería estar también unido al colegio el trabajo en equipo, lo colectivo, lo cooperativo, lo colaborativo, las interrelaciones??? Esa debería ser la norma, no la excepción.
Quizás las cuatro paredes del aula no sólo ponen límites espaciales, sino que llevan inherentes otros cerramientos en los docentes…
En alguna ocasión te he oído hablar de los colegios sin paredes, donde predominan los vanos, donde la pared no sirva para aislar ruidos que perturben el magisterio del profesorado sobre su alumnado. Se podría decir que los límites espaciales denotan control, el espacio abierto, descontrol. Eso sucede en una enseñanza tradicional donde predomina la actividad el profesorado sobre un alumnado que asiste pasivo para escuchar los grandes conocimientos que se les transmiten. En una enseñanza activa seguramente no requiera de tantos límites porque sería posible trabajar el concepto VARIOS que has descrito en tu entrada: “VARIOS docentes, con VARIAS asignaturas, en VARIOS grupos, en VARIOS espacios, sobre VARIOS temas, con VARIOS criterios de agrupamiento, con VARIOS ritmos, con VARIOS métodos…”
Fíjate si es contradictorio, que hasta en una asignatura como la Educación física, que generalmente se imparte al aire libre en grandes espacios, también los limitamos con líneas, zonas prohibidas, con marcas… Recuerda lo que era la gimnasia sueca, cada cual en su sitio y en formación con el resto y en ese medio metro cuadrado hacía los ejercicios físicos que el mando directo del profesor dictaba.
En Educación física se habla de juegos de colaboración o deportes de colaboración-oposición. Pero colaborar no es lo mismo que cooperar…. Como diría mi amigo Carlos Velázquez la colaboración no lleva implícita la interdependencia que requiere la cooperación, porque en la colaboración puede reinar también la individualidad. Una carrera de relevos se supone que es una actividad en equipo, pero no deja de ser una suma de individualidades… Cooperar requiere interactuar, compartir ideas, unificar esfuerzos, adoptar acuerdos, asumir responsabilidades individuales y colectivas, respetar a los miembros del grupo y de los otros grupos, porque no existe la competitividad. En la cooperación ganan todos, el grupo heterogéneo en concreto (atención a la diversidad) y el resto de los grupos porque al final unos se retroalimentan de los otros.
Pero la formación del docente ha sido la que es y tendemos, por confort o por desconocimiento, a mantener los métodos y la formas de enseñar que hemos “mamado”. ¡Cuánto miedo da perder el control!
Un abrazo.
P.D.1. No iba a intervenir, pero ya serían dos semanas y te véia interpelándome como has hecho con Loly… Y es que pasas lista todas las semanas… 🙂
P.D. 2. A alguien tan habitual como Loly, entiendo que te pueda resultar preocupante, pero muchas veces las múltiples obligaciones nos llevan a leerte, pero no a contestarte…
Querido Juan Carlas:
A los asiduos se os echa de menos. He preguntado por Loly porque durante años no ha faltado ningún sábado. Incluso se ha excusado cuando ha enviado el comentario el domingo, en lugar del sábado. Pro, claro, si está enferma, imagino que no podrá ni leer ni escribir. Espero que no tenga problemas.
1. De acuerdo contigo en que no hemos formado a los profesores en el paradigma de la colegialidad. Y ese hecho es un lastre para que ahora trabajen desde esos supuestos.
2. Entre otras dimensiones del paradigma dd la colegialidad está el espacio. He trabajado durante años sobre el espacio escolar. Dirigí dos tesis sobre esa cuestión.
Uno de mis últimos libros se titula LA ESCUELA SIN MUROS.
3. Claro que hay OTROS elementos importantes, como las actitudes, las concepciones, las estrategias, las relaciones entre los docentes, la dirección de los centros, los horarios…
4. De acuerdo con la importante diferencia entre colaboración y cooperación.
Me alegro de que te decidieses a escribir.
Un gran abrazo.
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Querido Maestro.
Algunas cuestiones personales me han obligado a estar ausente del blog.
Y algunos golpes emocionales a estar un poco mal y baja de moral.
Y Algunas muertes repentinas de las que hacen verdadero daño me han bloqueado hasta el punto de no tener una clara noción del tiempo.
Le escribo esta nota para que no esté preocupado por mi ausencia.
Espero en sucesivas semanas a estar a la altura de las circunstancias y poder escribir mis pequeñas aportaciones.
Sin más, deseando que la semana os sea feliz y leve, me despido con gran abrazo para todos.
Besitos
Sin más
Querida Loly:
Pues sí, me tenias preocupado. Sabía que algo pasaba porque no era normal que dos sábados seguidos estuvieras ausente del blog.
Ahora me tranquilizas a medias porque veo que has pasado y que estás pasando días complicados.
Solo te puedo decir que no te veas obligada a escribir, si no estás en condiciones. Otra cosa es que la escritura te ayude a despejarte de tus preocupaciones y de tu angustia.
Gracias por escribir y dar explicaciones que no tenías por qué dar.
Mucho ánimo.
Besos.
MÁS
Sw ha dicho durante mucho tiempo que CADA MAESTRILLO TIENE SU LIBRILLO. Eso quería decir que cada uno hacía lo que le parecía oportuno. Nada más alejado del paradigma de la colegialidad que defiendes en el artículo.
Y el paso de un paradima a otro tiene que comenzar con la formación de los docentes. Pero, claro, si en las Facultades de Educación donde se forman los docentes existe un potente individualismo, es muy complicado el cambio.
Estimado Javier:
Ese dicho demuestra lo afincado que está el individualismo en la enseñanza.
Otro concepto que rompe el paradigma de la colegialidad es el de libertad de cátedra, que se ha entendido como que el profesor podía decir y hacer lo que le pareciera oportuno.
Comparto contigo la importancia que tiene la formación inicial. Y eso exige la formación de los formadores.
Un abrazo y gracias.
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El paradigma de la colegialidad requiere actitudes y estructuras. Y, además, tiempo.
Si una sola persona tiene que decidir algo, lo puede hacer rápidamente, pero si tienen que ponerse de acuerdo muchas personas, hace falta tiempo.
La coordinación, la participación, la cooperación necesitan m´s tiempo que el trabajo individualista.
Querida Mónica:
Alguna vez he utilizado esa idea que planteas de la decisión individualista o colectiva para organizar una cena, o un viaje… Uno dice: mañana vamos a comer a tal sitio, a tal hora, con tal menú, con este precio…Pero si se tiene que acordar de forma colegiada hace falta mucho tiempo: porque unos quieres un lugar diferente al de otros, no coinciden las horas deseables, el menú es muy difícil acordarlo igual para todos, a unos les parece claro y a otros barato… Pero, claro, la decisión única impide el diálogo, la participación, la argumentación, la decisión… Lo mismo digo para organizar un viaje.
Como es obvio, hace falta tiempo.
Lo mismo sucede en la organización de los procesos de enseñanza y aprendizaje.
Besos y gracias.
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Otro modo de UNIFICACIÓN es el libro de texto ÚNICO. Eso es por definición. UN LIBRO DE TEXTO.
Se convierte en una esclavitud.
Y los padres solo ven el criterio comparativo de porz dónde van los alumnos de distintos colegios.
Querida Sandra:
Lo de los libros de texto haría que ponerlo sobre el tapete. No solo por las servidumbres didácticas que genera, sino porque se ha convertido en un negocio para las editoriales.
Escribió sobre este tema hace años un interesante libro el profesor de la Universidad de Valencia Jaume Martínez Bonafé (Editorial Morata).
Besos y gracias por incorporar esta idea al debate.
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Se trata de un texto que debería leerse en todos los colegios. Qué importante es pasar de una concepción individualista de la práctica a una concepción colegiada. Como dice Sampaio da Nóvoa pasar del UNO al VARIOS. Recuerdo un artículo de este blog que hablaba del paso del MI al NOSOTROS.
Tenemos que hacerlo nosotros, los docentes, para enseñar a los alumnos a trabajar de forma cooperativa.
Querida Mariana:
Sí, hace tiempo escribí un artículo en el que decía que había mucho mi (mi clase, mi asignatura, mi horario, mis objetivos, mis problemas…) y decía que había que avanzar hacia el nuestro (nuestras clases, nuestras signaturas, nuestros objetivos, nuestros problemas…).
¿Cómo se consiguen estos cambios?
– Formación inicial
– Selección del profesorado
– Trabajo con las actitudes
– Estructuras facilitadoras
– Autonomía organizativa
– Coherencia de la plantilla
– Estabilidad de las plantillas
– Dirección pedagógica
Gracias, Marina, por leer el artículo y por escribir y enviar tu comentario.
Besos.
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