Hoy, 23 de abril, celebramos el día del libro. De los libros que escribimos y de los libros que leemos. Un día para rendir homenaje a los autores y autoras que hacen posible y atractiva la lectura. Hablamos de la importancia de leer, pero no podríamos hacerlo si no hubiese antes alguien que ha dedicado su tiempo, su inteligencia, su creatividad y su arte a escribir una obra que nos hace aprender y disfrutar.
Hace algunos años leí un libro titulado “El primer café de la mañana”. Recuerdo que lo compré en el aeropuerto de Madrid, atraído por el título que, después de leer la novela, consideré un acierto porque era una hermosa declaración de amor que Massimo, el protagonista, le hace a su amada francesa Geneviève: quiere tomar con ella el primer café de la mañana… todos los días de su vida. Confieso que no lo compré por el autor, al que entonces no conocía. Supe por la solapa que era la opera prima del autor italiano Diego Galdino, traducida con acierto al castellano por Carlos Gumpert. Leí la novela de un tirón porque el hilo de la historia y la elegante narrativa del autor me llevó en volandas hasta el final.
En un artículo que publiqué en esta misma sección hice referencia a una entrañable anécdota de Massimo, dueño del bar Tiberi y protagonista de la historia, que lleva a la señora María, una anciana que no puede moverse de su domicilio, un café matinal en unas tazas que le trae como regalo de sus viajes: Recuerdo de París, Recuerdo de Barcelona… De ese modo, ella iba viajando simbólicamente a través de su colección de tazas. Hermoso detalle.
Un buen día, de forma sorprendente, me encontré con un comentario en mi blog del propio Diego Galdino, agradeciéndome la lectura de su novela y la elogiosa referencia que había hecho de ella en el artículo citado. Intercambiamos varios correos y fuimos echando así los cimientos de una hermosa amistad.
Supe que era el dueño de un bar de Roma, ciudad en la que se mueven los personajes de su novela. Un bar de ambiente bohemio en el que trabaja de camarero y en el que se inspira su novela. Quise, en un apresurado viaje a Roma visitar al autor-camarero, con tan mala fortuna que se encontraba de vacaciones fuera de la ciudad eterna. Me hubiera gustado compartir un café de los que hace con tanto mimo y tanto ingenio.
Por aquel entonces aparecían periódicamente en las librerías las novelas románticas de un escritor francés llamado Nicolás Barreau: “La sonrisa de las mujeres”, “El café de los pequeños milagros”, “París es siempre una buena idea”, “Me encontrarás en el fin del mundo”, “Atardecer en París”, “La mujer de mi vida”… Las fui leyendo con curiosidad e interés.
Todas las obras del joven autor francés tienen estas ocho características: género romántico de la novela, tan importante en un mundo en el que los sentimientos están olvidados, minusvalorados o ridiculizados; una librería como punto neurálgico de la historia; la ciudad de París como escenario de la acción; una joven de irresistible belleza y bondad que enamora al protagonista y al lector; un final afortunadamente feliz; narración entreverada de sutiles toques de humor; referencias reiteradas a la gastronomía, y golpes imprevisibles del azar…
Cuando leí “El primer café de la mañana,” descubrí un curioso paralelismo con las obras del escritor francés: también se trata de novela romántica; la acción se desarrolla en un bar; la ciudad es ahora la maravillosa Roma; la chica de hermosura irresistible es la protagonista principal; no podía faltar el final feliz; existen toques de humor sugerentes; los cafés son un referente alimenticio y hay imprevistos golpes de azar…
Se lo hice ver a Diego y me dijo que conocía las obras de Nicolás Barreau. No me extrañó. Un buen escritor es necesariamente un buen lector. Estoy seguro de que Diego Galdino es un lector apasionado. No se puede escribir con la soltura de Diego sin haber leído mucho. Porque el buen escritor se nutre de la lectura. Los escritores son como los cerdos (con perdón): la calidad del jamón depende de lo que comen. Es decir que la calidad de lo que se escribe depende de lo que se lee.
Diego Galdino escribió después “Mi arribi come da un sogno” (Vienes a mí como desde un sueño) que, por lo que yo sé no está traducida todavía al castellano. Me ofrecí para actuar de mediador ante la editorial que le había publicado su primera novela. Y así lo hice. No sé lo que sucedió con aquella recomendación.
Hace algunas semanas me escribió Diego para decirme que me iba a llegar una nueva novela suya traducida al castellano con el título “El último café de la tarde”. Ni qué decir tiene que, en cuanto llegó, abandoné cualquier otro compromiso lector y “devoré” la novela con el fervor que se merece un buen autor y con la empatía que se siente por un amigo. Un libro no existe si no hay unos ojos que quieran leerlo.
Le he dicho que si hubiera leído este libro sin saber quién era el autor y me hubiesen preguntado por la autoría del libro, no lo hubiese dudado ni un segundo desde las primeras páginas: Diego Galdino. Ahí estaba él de nuevo, explorando el corazón humano y descubriendo sus recovecos. Porque Diego es un especialista en el corazón humano.
Dos años después de que la joven francesa que le había robado el corazón a Massimo abandonase la ciudad de Roma, porque no supo o no quiso retenerla, el autor nos sitúa de nuevo en el bar Tiberi, donde sigue trabajando Massimo como dueño del café y protagonista de otra historia de amor irresistible. ¡Cómo no enamorarse de la adorable Mina! Allí siguen los personajes de la primera novela, los cafés exquisitos, la ciudad de Roma, sobre todo el barrio del Trastevere, y el inevitable final feliz, que se agradece en un momento y en un mundo tan lleno de amargura, en plena pandemia y con los horrores de una amldita invasión rusa en Ucrania.
Tiene mérito que el propietario de un bar sea, a su vez, un autor ya consagrado. Entre café y café inventado, servido o tomado, la mente del escritor no se detiene. Observa con la pericia de un entomólogo el microcosmos de su bar, describe con tino y gracejo a su clientela, nos hace disfrutar de las maravillas de Roma y explora con acierto los entresijos del corazón.
Hay mucha observación en su relato. El escritor tiene los ojos educados para ver. La vida de un bar con clientes asiduos y visitantes esporádicos es un microcosmos apasionante. Es simpática su forma de describir a los clientes a los que identifica por el pedido habitual: “Se levantó Rina, la florista (café en vaso y vaso de agua)”, “intervino Pino, el peluquero (café en vaso)”, “era Valentino (café corto)”, “intervino el señor Brambilla (carajillo con grappa a la hora que fuera)”, “Luigi, el carpintero (carajillo de sambuca, pero solo a partir de cierta hora) buscaba como de costumbre una excusa para no pagar”, “intervino a su espalda Antonio el fontanero (descafeinado largo)”, “soltó Pino el peluquero (café en vaso)”…Hay mucha pedido habitual: Luigi cientes a los que identifica por el pedido habitual: Luigo (cfquien tiene los ojos abiertos y l
Diego escribe entre cafés, tomados y servidos. Tiene mérito su pasión por la escritura, su amor a los libros, leídos y escritos. Tiene mérito combinar las dos tareas: atender el bar y escribir. Creo que Diego Galdino es un escritor profesional y un camarero amateur. No al revés, por mucho que ame su tarea en el bar y lo mucho que aprenda observando lo que pasa en él. Porque un bar como el de Diego es una escuela en la que se imparten lecciones constantes para quien tiene los ojos abiertos y la mente despierta.
Hay una variante curiosa en esta obra respecto a la primera. Y es que los títulos de los capítulos se corresponden con canciones tradicionales italianas. Los títulos se presentan en su lengua original, aunque son traducidos a pie de página. Esa decisión acentúa la vinculación de la historia al contexto. Es sabido que el texto no se puede entender sin el contexto.
Decía al comienzo que no habría lectura si no hubiese autores y autoras. En el caso de Diego Galdino hay que agradecer que haya compaginado su trabajo de restauración con el oficio de alimentar nuestra mente y de abrigar nuestro corazón. En este día del libro quiero honrar a todos los autores y autoras en la persona de este caballero romano que es, a la vez, no sabemos en qué orden, camarero y autor, autor y camarero.
Querido Miguel Ángel:
Hermosa historia de escritor y persona. No es necesario ir a Roma a buscarla, en Málaga también está.
Haces un canto a los autores de libros. Sí, sin vosotros el mundo estaría muy vacío.
Prácticamente desde siempre ha habido personas que han valorado grandemente los escritos de mentes previlegiadas y los han guardado, como tesoros que son, en bibliotecas para conocimiento y disfrute de otros. El libro titulado «El infinito en un junco» de Irene Vallejo, nos lleva por ese mundo.
Hoy, en Cataluña, celebramos el día del libro y la rosa. Bien pensado, aunque parece bonito, hoy sería inaceptable, ya que el libro es para el hombre y la rosa para la mujer. El saber, la cultura para el hombre; la rosa, el florero, la mujer. Un poco triste, no?
Diré que actualmente ha cambiado, pues ya se regala uno y otra indistintamente.
Por el resto de España se leerá el Quijote. En unos y otros lugares se hace un canto a los escritores y a la cultura en general. Hermoso día.
Feliz jornada para todos los repartidores de saber y cultura y para los que bebemos de ella.
Un gran abrazo, Miguel Ángel, y saludos a todos.
Estimado Joaquin:
Gracias por abrir la puerta de los comentarios de la semana.
FELIZ DÍA DEL LIBRO.
No conocía el destino femenino de la rosa y el masculino del libro. Qué elocuente gesto sexista. Hoy sería una ofensa. Algo hemos avanzado.
Qué maravilloso libro «El infinito en un junco». Uno de los más hermoso que he leído.
Me ha escrito Diego Galdino agradeciendo el artículo. Es una magnífica persona.
Un gran abrazo.
MÄS
Buenas Miguel Ángel!
Lo primero felicitarte en este día del libro.
Ya no sé si como Magister- Escritor o como Escritor que además es un Maestro (En el sentido clásico).
Bonito y entrañable homenaje a tu amigo Diego que estará encantado de que un día aparezca en su bar un Miguel Ángel (café en vaso).
Para los que utilizamos la pedagogía del café como metodología dialógica ha sido un descubrimiento aprender que existe el arte y la ciencia de la antropología del café donde uno puede descubrir el corazón humano y describirlo…una pasada!
Me ha encantado la comparación de los cerdos, la calidad del Jamón..etc. No la conocía y creo que ya se queda conmigo. Gracias.
Hoy mi pequeño homenaje, celebración y reconocimiento en este día del libro será leerte junto con Almudena la Grande y Galeano. Que trio!
Pd. (No celebro mucho el día de un Jordi que se cargó el último de una especie en extinción..en fin)
Desde Almería un fortísimo abrazo a toda la Familia.
Querido Miguel, querida Gema:
Sé que se os debe felicitar como lectores asiduos e inteligentes. MÁS LIBROS, MÁS LIBRES.
Diego me ha escrito. Además de un buen autor y un excelente camarero es una persona maravillosa. Dice que el artículo ha sido para él más que un gran premio literario.
Hermosa expresión la de Pedagogía del café. Mi editor argentino tiene una preciosa cafetería dentro de la librería que tiene en la calle Sarmiento de Rosario.
Da gusto ver a la gente compartir conversación en torno a un café y rodeados de libros. Yo desayuno algunos días con mis amigas Lourdes y Lola en una cafetería/librería de Málaga que se llama Quidproquo.
Me avergüenza que me pongas en un vértice de ese triángulo con mis admirados Galeano y Almudena.
Feliz Día, que ya declina.
Un enorme abrazo.
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Hola Miguel Ángel.
La escritura no tiene, afortunadamente, un único medio donde plasmarse. Aunque me imagino que tú eres de los que les gusta más «mojar el dedo para pasar las páginas», existen otros recursos, como puede ser la pantalla de un dispositivo digital, donde otros nos movemos con más soltura… Y como la escritura está inevitablemente ligada a la lectura, tanto el papel como la pantalla son lugares donde devorar letras, palabras, oraciones… para agitar nuestras neuronas y traducirlas en ideas, sentimientos o reflexiones.
Por ello, cada semana muevo el ratón hasta mis favoritos para leer las reflexiones y pensamientos de un escritor que es un Santo y da mucha Guerra.
Feliz día del libro para un consumado escritor y lector como tú.
Un abrazo.
Querido Juan Carlos:
He estado a punto de reclamar tu presencia, preocupado por tu salud en estos tiempos de pandemia. Veo con alegría que estás aquí y eso me hace pensar que estás bien.
Pues sí, yo soy del libro. En ninguna eboock se encontrará un pétalo de una rosa. Y sí, me gusta pasar las páginas, oler y tocar el objeto.
Muchas gracias, querido amigo, por la fidelidad en la lectura después de tantos años.
Feliz día, aunque ya sea de noche.
Un abrazo.
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Querido Maestro:
Hoy con su relato me ha llevado con la imaginación a los mejores cafés italianos donde se suceden las mejores historias de amor.
Y de amor estoy llena tras mi viaje por la comunidad Valenciana.
Mis felicitaciones a todos en este día del libro.
Y al autor, su amigo, a quien tan bién conoce por compartir las dos tareas escribir y la de regentar tan emblemático café.
La observación es una buena base para escribir. Y ver tantos parajes hermosos es crecer para poder disfrutar el arte de vivir.
Admiro la capacidad que tienes de escribir como de expresar.
Con el alma iluminada me siento como la protagonista de esos maravillosos libros que ha leido.
Me gustaría tener el don de poder escribir.
Me conformo con la afición de poder recitar y de sentir en mi corazón lo que otras autoras sintieron en el suyo.
¡Feliz día, feliz semana!
Qué el tiempo sea leve y hermoso.
Un abrazo cordial para todos.
Muchos besos.
Querida Loly:
Ya veo que has disfrutado de tu viaje a la comunidad valenciana. Me alegro. Ya es hora de salir del encierro.
Tú también tienes el talento de escribir. Te sabes expresar y puedes compartir con tus lectores los sentimientos y las ideas que tienes.
Seguro que te leerá Diego Galdino y seguro que agradece tus felicitaciones.
Sé que te gusta leer. Alguna vez has compartido con nosotros el libro que has leído.
Siempre es buen día para leer.
BESOS Y GRACIAS.
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Querido Miguel Ángel:
Acabo de salir de una clase magistral del Diplomado de Educación Emocional de Flich. No tengo más que palabras de agradecimiento para ti, creo que no me alcanzan las palabras.
Un honor conocer a personas como tú que llegan a lo más profundo del ser, porque son puro corazón, dejan huella y permanecen en la vida de las personas que han tenido ese privilegio de compartir con alguien que ama a la humanidad.
Sé que recordaré esta clase siempre! Llegaste al corazón de cada uno de los participantes de hoy, estoy segura.
Bendiciones para ti,
desde Chile!
Feliz, feliz día del libro!
Un abrazo afectuoso,
Patricia González
PD: Los sueños sí se hacen realidad, por y para un mundo mejor. Por los niños y por nuestros niños interiores. Podemos sanarnos y vivir desde el amor.
QUERIDA PATRICIA:
Ha sido una hermosa sesión. Yo también he disfrutado de vosotras, de vuestras respuestas y comentarios.
Muchas gracias por tus generosas palabras.
Yo también recordaré esta sesión.
Besos y ánimo.
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Mi querido maestro, soy Marisel Zacarias, le escribo desde Paraguay, soy alumna del Diplomado en Educación Emocional de FLICH. Quiero, deseo con el alma, ayudar a mis estudiantes de un colegio publico, son chicos con familias muy vulnerables, pasa que no se ni por donde comenzar, tengo tanto en la cabeza que me cuesta bajar a tierra. Si usted pudiera darme algunas indicaciones para mi proyecto le estaré eternamente agradecida y ayudará a cientos de jóvenes
Un abrazo
Querida Marisel:
Muchas gracias por asistir esta mañana a la sesión del Diplomado.
Te aconsejo que leas mi libro EDUCAR EL CORAZÓN. LOS SENTIMIENTOS EN LA ESCUELA. En él encontrarás algunas sugerencias para orientar tu proyecto.
En mi blog hay muchos artículos relacionados con estas cuestiones.
Te mando muchos besos.
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Me uno al homenaje a los autores y autoras en la persona de Diego Galdino. Leeré estas dos novelas, en el orden debido. Empezaré con el Primer café de la mañana y seguiré con e lEl último café de la tarde. Aunque imagino que se puede leer la segunda sin haber leído la primera, creo que será mejor conocer a la familia del bar Tiberi desde elcomienzo.
La verdades que me ha parecido una historia muy hermosa la de la vinculación de Diego con este blog,
Muchas gracias y muchas felicifades.
Querida Raquel:
No te arrepentirás. Estoy seguro de que te van a gustar. Porque Diego Galdino es un buen escritor y un buen conocedor del corazón humano.
Para mí ha sido un estupendo regalo que este escritor tan singular haya tenido la amabilidad de entrar en este blog y de brindarme su amistad.
Espero que, si al final, lees los libros, nos digas por este medio qué te han parecido.
Besos.
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Buenos días profesor. Confieso que puse la alarma para asegurarme de leer su artículo en tiempo real y nunca lo que era más correcto hacer, porque sus palabras fueron mejores para mi corazón que el primer café de la mañana y me gustaría leerlas todas las mañanas para el resto de mi vida, son tan hermosos conmigo. Hoy gané el Oscar de los escritores pero no tanto por haberla ganado como lectora, sino por tenerla como amiga. Es verdad que quien encuentra un amigo encuentra un tesoro y su amistad es para mi el tesoro de Edmond Dantes… Gracias Gracias Gracias…
Estimado Diego:
Gracias por hacerte presente en este humilde blog.Fue un placer recibir aquel comentario de hace algunos años con ocasión de mi referencia a tu primer libro.
Fue un buen impulso aquella compra en la librería del aeropuerto de Barajas. A veces. el azar te juega buenas pasadas.
Y ahora has tenido la gentileza de enviarme «El último café de la tarde». He disfrutado mucho con su lectura.
HA SIDO UN PLACER PARA MÍ RENDIRTE ESTE HOMENAJE EN EL DÍA DEL LIBRO.ES MÁS QUE MERECIDO.
Un gran abrazo.
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Querido Miguel Ángel:
Tienes que perdonarme por andar tan perdida en los últimos tiempos, aunque perdida solo para participar en el blog, que no para leerte.
Qué historia tan bonita la que cuentas sobre este entrañable escritor y la manera tan especial de iniciar una relación de amistad que seguro perdurará para siempre.
Yo no tomo café porque no me sienta bien, pero me encanta su olor y su sabor; y me han encantado todos los que has referido en tu artículo porque me han hecho imaginar la persona que hay detrás de cada uno de ellos. Sin duda, voy a buscar los dos libros y a beberlos con intensidad.
Y qué bonito que Diego Galdino haya tenido unas palabras tan agradecidas para tí en este espacio.
Un beso grande
María Ángeles Peláez
Querida María Ángeles:
Pues sí, te había echado de menos en estas semanas de ausencia.
Mi inquietud, cuando esto sucede, es que esté de por medio un problema de salud. Ya veo que no es así y me alegro por ello.
Siempre digo que tiene que haber libertad para escribir y para no hacerlo, aunque ya sabes que eres bienvenida siempre que lo desees. Tus mensajes siempre son alentadores.
Sí, ha sido un detalle de Diego el asomarse al blog y decir las cosas tan hermosas que dices.
Cuando los leas, ya nos dices si has disfrutado de las novelas. A mí me han encantado.
Gracias a ti Y gracias a Diego.
Besos.
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Me uno al homenaje que rindes a este peculiar escritor, que observa el mundo desde un bar y que escribe sobre los sentimientos de las personas. Mis felicitaciones.
Localizaré las obras que me han resultado sugerentes por lo que cuentas en el articulo y por los ingeniosos títulos.
Imagino que conviene leerlas por su orden cronológico.
Compartiré aqui mis impresiones.
Querida Mariana:
Muchas gracias por sumarte a este pequeño homenaje que yo creo tan merecido.
Los lectores necesitamos a los autores y los autores necesitan a los lectores.
Para mí fue un descubrimiento conocer la obra de Diego. Me gusta su estilo literario y me admira que se dedique a la escritura teniendo un trabajo que absorbe tanto como regentar un bar en Roma.
Besos.
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Qué interesante historia.
Me ha intrigado esa doble novela en torno a los cafés. Imagino que tendré que leerlas por el orden de su aparición, aunque si encuentro primero la segunda empezaré con ella.
Yo me sumo al homenaje a Diego Galdino por el esfuerzo de combinar su trabajo de camarero con el de escritor.
Enhorabuena al autor y gracias a MAS por compartir con nosotros esos libros.
Querida Raquel:
Yo los leí, como digo el artículo, por su orden. Es mejor, claro. Pero no hay problema en invertir el orden. Porque no es imprescindible conocer la primera historia para entender la segunda. En ningún momento tuve sensación de redundancia.
Ha sido un hermoso hallazgo encontrarme con Diego Galdino. Me ha pasado pocas veces. He citado muchísimos libros en mis artículos. Y ha sido excepcional el contacto espontáneo de sus autores.
Besos y gracias, querida Raquel.
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Querido Profesor,
Que bonito llegar hasta estas letras, pues amo la lectura y estoy preparándome para algún momento compartir todo lo que me gustaría contar, realmente estoy en pañales en la escritura pero con estas lectura me he animado aun mas a seguir soñando y no dejar de escribir.
Y que bonito titulo, escribir entre cafés que especial se vuelve el momento, así como el “El primer café de la mañana” que no he leído el libro pero desde hace unos meses trato de tener ese primer café para mi, para encontrarme y poder compartir con los demás un momento con sentido.
Un abrazo
Narciza
Querida Nerciza:
Pues sí, felicitaciones por el comentario. Anímate a escribir. Porque a escribir se aprende escribiendo. Yo digo que no es tan difícil: sujeto, verbo y predicado; sujeto, verbo y predicado, sujeto verbo y predicado… hasta que cuentes lo que quieres contar.
Me alegra que te haya gustado el título. Esotra interesante tarea la de poner buenos títulos.
Besos y gracias por leer y escribir.
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Qué hermosa historia la de Diego Galdino. Y agradezco mucho que MAS nos la haya contado a todos sus lectores y lectoras.
Me ha encantado lo que se nos explica de estas dos novelas que, por supuesto, voy a leer cuando las localice y las compre.
Mi felicitación también al autor con ocasión del día del libro.
Ha sido un buen regalo el artículo.
Saludos.
Querida Mónica:
He enviado a Diego Galdino un ejemplar del periódico La Opinión de Málaga y otro del periódico Información de Alicante, ya que el artículo sale el sábado en un periódico y el domingo en otro.
Seguro que si lees los libros, disfrutarás. Están muy bien escritos.
Leer es tan importante. Por eso creo tan importante homenajear. los escritores y escritoras.
Besos.
Gracias.
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Dr. Santos Guerra.
La mejor forma de motivar a la lectura es precisamente lo que usted hace de maravilla.. contarnos a retazos los libros que ha leído y la forma en que ellos han impactado en su vida. Le confieso que muchos de los libros y autores totalmente desconocidos para mí que he leído, han sido esos que usted menciona en este espacio.
Muchas gracias por acercarnos a su pasión por los libros y el buen café.
Saludos desde Sonora México.
Estimado Maestro, no solo es un gusto de leer su block, sino como sutil mensaje a plasmado la idea que un autor se puede encontrar por doquier. Mi trabajo en motivar a docentes que inicien su formación como investigadores y escritores de sus practicas, pero como menciona en su relato es complicado, solo se basta con los ojos abierto y una mente despierta ¿Cómo conseguir que eso ocurra, para los profesores de Chile? lo que siento ahora es complicado hallar.
He apreciado, como comenta a quienes les escriben, cuanto me gustaría leer sus conejos, invitarle a nos inspire y lo mas importante, que sea parte de encender esa luz que cada profesor y profesora que se encuentra en el aula, para que estos puedan inspirar a otros, entre recreos, experimentos y sumas, lo hermoso que es construir saberes, descubrir nuevas forma de amar, vivir, compartir y entregarse a estos niños, niñas y jóvenes.
Querida Ana:
Cuántas cosas desvela este comentario tuyo. Se deja ver entre las palabras un enorme compromiso con la práctica, una pasión por su mejora, una profunda emoción.
El pensamiento caótico que tenemos a veces sobre nuestras prácticas, cuando escribimos, tenemos que someterlo a la disciplina de la escritura, tenemos que estructurar, argumentar… Y eso nos ayuda a comprender. Además, lo que escribimos pueden leerlo otros que se estimularán y encontrarán caminos para sentir y pensar.
Estoy a tu disposición para compartir ilusiones y afectos.
Besos.
Gracias por escribir.
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Maestro…. muchas gracias.
le dejo mi contacto, para seguir conversando y poder hacer algo interesante, mi trabajo es Secretaria Tecnica del CPEIP – Mineduc. Chile y mi contacto es ana.castro@mineduc.cl.
Me emociona mucho poder conversar con usted. Un abrazo
Querida Ana:
Me encantaría compartir contigo ideas, propuestas y sentimientos.
Sería un placer colaborar con el CPEIP del Ministerio de Educación de tu país, que también un poco mío por los afectos que siempre ha despertado en mí esa tierra y sus gentes.
Mi correo particular es arrebol@uma.es.
Podemos comunicarnos a través de este medio o del correo.
Gracias por entrar en este humilde blog.
BESOS.
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