El pasado día 25 de noviembre, en Vitoria-Gasteiz, tuve el honor de dirigir unas palabras a los graduados y graduadas de la séptima y octava promoción de los Grados de Infantil y Primaria de la Facultad de Educción y Deporte de la Universidad del País Vasco. El señor Decano, Igor Camino Ortiz de Barrón, me había invitado hace ya varios años a participar en este acto solemne. Primero la complejidad de casar las agendas y después la indeseable pandemia, habían retrasado este sueño. Pero, ¡lo que es la vida! Después de ese largo tiempo que mezclaba la ilusión con la espera, una inoportuna neumonía impidió al decano estar presente en el acto y le obligó a seguir la ceremonia desde la habitación de un Hospital. Gajes del oficio de ser humanos.
Fue emocionante estar allí con los ciento cincuenta jóvenes, más chicas que chicos, como es habitual (y nada casual) en este tipo de carreras. Para pensar. Un veterano catedrático como yo, jubilado hace años, les hablaba a los jóvenes maestros y maestras, que derrochaban ilusión y entusiasmo ante la perspectiva del comienzo de su vida laboral. Pensé en ese momento: ojalá que empecéis a realizar esta maravillosa y decisiva tarea con la mitad de la ilusión con la que yo me despedí de ella.
Comencé mi intervención expresando dos sentimientos. El primero se centró en la palabra FELICIDADES. Era un momento de alegría por haber llegado hasta el final de un camino emprendido hace cuatro años. Felicité a los profesores y profesoras que les habían guiado y ayudado. Y también a sus padres y madres (lamentablemente ausentes por la pandemia) que, con toda seguridad, han sido su principal soporte emocional y económico. El segundo sentimiento se centraba en la expresión FELICIDAD-DES. Porque quería desearles que la tarea educativa que iban a realizar en su vida tuviera como objetivo prioritario llevar la felicidad a la vida de sus futuros alumnos y alumnas.
Les dije a continuación que me gustaría poder felicitar a sus futuros alumnos y alumnas. Si os vieran por un agujero del tiempo, ¿qué pensarían de esta ceremonia de graduación? Ojalá pudieran decir: “dichosa la tarde del 25 de noviembre de 2021 en la que se celebró la graduación que te convirtió en mi maestra o en mi maestro. Qué suerte la mía”.
Les hice entrega, a continuación, de un ramillete simbólico de cinco rosas, cuatro cortadas en jardines ajenos y la quinta en mi propio jardín. Ramo de rosas que era una felicitación por lo que habían conseguido y el deseo de un futuro profesional progresivamente feliz.
Corté la primera rosa en el libro de Parker J. Palmer titulado “El coraje de enseñar”. Dice el autor: “Maestros y aprendices son compañeros en una danza humana, y una de las grandes recompensas de la enseñanza es la oportunidad diaria que nos concede de volver a la sala de danza. Es la danza de la espiral generacional, en la que los mayores empoderan a los jóvenes con su experiencia y estos a aquellos con su vida nueva tejiendo una y otra vez el tejido de la comunidad humana a medida que se van pasando páginas de la historia”.
Encontré la segunda rosa en el libro “Mal de escuela”, de Daniel Pennac. Dice el profesor y novelista francés: “A mí me salvaron la vida tres profesores que tenían una característica común: nunca soltaban a su presa!”.
Conseguí la tercera rosa en el hermoso libro de Ken Bain “Lo que hacen los mejores profesores universitarios”: Dice el autor sobre estos excepcionales docentes: “Cuando uno de estos profesores inicia una experiencia de aprendizaje es como si un amigo invitase a sus amigos a cenar y no como si un alguacil sentase en un banquillo a un acusado”.
Corté la cuarta en el libro de Rubem Alves “La alegría de enseñar”. El fallecido autor brasileño dice: “Enseñar es un ejercicio de inmortalidad. De alguna manera seguimos viviendo en aquellos cuyos ojos aprendieron a ver el mundo a través de la magia de nuestra palabra…. Por eso el profesor nunca muerte”.
En mi propio jardín encontré la quinta rosa, Concretamente en mi libro “Un ramo de flores para los docentes del mundo”: Digo en la introducción: “Si la tarea educativa es la más difícil, la más arriesgada y la más importante que se le ha encomendado al ser humano en la historia (trabajar con el mente y el corazón de los niños y de los jóvenes) deberían dedicarse a ella las personas más valiosas del país”.
Titulé la conferencia “Ingenieros/as del alma”. No puedo, como es fácil suponer, resumir lo que dije en los cuarenta y cinco minutos que se me habían concedido.
Expliqué el contenido del título, dije que la ingeniería es el arte y la ciencia de tomar decisiones, partiendo de datos incompletos e inexactos, a la hora de buscar de entre las posibles soluciones de un problema, aquella que es la más adecuada. El ingeniero en su profesión acostumbra a tomar decisiones y realizar compromisos, siempre con el objetivo de encontrar soluciones y resolver problemas de forma racional y ética. Es la justa réplica a las exigencias de la tarea educativa. Partiendo de datos incompletos, inconexos y frecuentemente inexactos el educador ofrece orientaciones para el aprendizaje de las ideas, el desarrollo emocional y las actuaciones morales.
Enuncié algunos mitos y errores sobre la ingeniería del alma, analicé las perspectivas desde las que se puede comprender y sentir esa profesión, hablé también de las fases que habían recorrido y de las que les quedaban por recorrer. Desde los motivos que les llevaron a elegir la carrera a la formación inicial y la selección. Recabé en ese momento el cambio del estado de opinión que sostiene que el que no vale para otra cosa vale para ser un maestro o una maestra. Les espera ahora el desarrollo profesional y, después de muchos años de ejercicio, llegarán (ojalá) a la jubilación. Ojalá lo hagan lamentando que se haya agotado esa fuente de felicidad de la que habrán bebido durante toda una vida,
Hablé de diferentes tipos de motivos. Unos ricos, otros pobres, otros espurios y algunos enajenantes. En efecto, es posible que algunos de los presentes haya hecho la carrera sin saber por qué, por obligación o por puras circunstancias del azar. Les conté la historia de la botadura de un barco. La banda municipal toca, las autoridades presiden mientras se estrella una botella de champán sobre el casco. Un niño que corre entre la gente, tropieza y case al agua. La profundidad es enorme y la dificultad extrema. Nadie se decide a saltar al agua. De pronto, una hombre vestido se arroja al agua. El silencio es sepulcral. Con esfuerzo sobrehumano va empujando al niño hasta sacarlo. La multitud estalla en gritos aclamando al salvador, al héroe que arriesgó la vida para rescatar al niño… Mientras tanto, el hombre se dirige en voz baja a la persona que tiene al lado y le dice:
– Me gustaría saber quién ha sido el desgraciado que me ha empujado y me ha tirado al agua.
Les dije a los asistentes que si alguien estaba allí porque le había obligado el azar o la vida, ya que estaba, por Dios, que salvase a los niños.
Hablé de otras cosas: de las competencias profesionales necesarias para realizar con éxito su tarea de ingenieros/as del alma, radicadas en el saber, en el saber hacer, en el saber sentir y en el saber ser. Hablé de la necesidad de tener en cuenta el contexto en que van a trabajar porque sin entender el contexto no se puede entender el texto. Tendrán que ser profesionales contrahegemónicos en la cultura neoliberal. Les advertí de que era más fácil dejarse llevar por la corriente que navegar en contra, y les recordé que solo a los peces muertos les arrastra la corriente.
Me tuve que apresurar para terminar a tiempo. Sobrevolé algunas ideas sobre las estrategias de mejora incesante. Y llamé la atención sobre algunos peligros que se podrían encontrar en las instituciones en las que trabajen y algunas trampas que podrían crecer en su propio corazón.
Después se entregaron los Diplomas y se hicieron las fotos de rigor. Entre aplausos constantes se entregaron distinciones y regalos en un clima rebosante de alegría..
Habló también un alumno que, con acierto agradeció a los buenos profesores la formación brindada y a los malos el haberles enseñado lo que no deberían hacer. Autoridades de la institución cerraron el acto con palabras certeras y emotivas. Mientras cantábamos el “Gaudeamus igitur”, pensaba en ese magnífico grupo de jóvenes que van a dedicar su vida a la educación. Me hubiera gustado decirle a cada uno que enseñar no es solo una forma de ganarse la vida, que es, sobre todo, una forma de ganar la vida de los otros.
Buenas Magister!
Precioso artículo y una preciosidad de experiencia en Vitoria que has convertido en una Victoria de Amor a la educación. Gracias por hacernos vivir ese día, nos has transportado a la ceremonia y también hemos recogido el ramo de rosas. Mil Gracias.
He visto los ojos de las nuevas maestras y maestros llenos de emoción y pasión al escuchar tus palabras y he confirmado que
siembras y además das buen trigo.
Felicidad- das!!
Me alegro de que por fin pudieses ir a la ceremonia pero más me alegro que ellas te hayan conocido y tengan la oportunidad de leerte…dicen que algo has escrito…
Es apasionante conocer dónde has estado pero nos resultaría muy interesante saber dónde estarás…(existe wassap,blog..etc) por si nos regalamos el ir a verte.
Esperamos y deseamos que sigas disfrutando y haciendo disfrutar..Ganamos todas!! ( las personas)
Besos y Un gran abrazote para ti y los tuyos!!
Querido Miguel, querida Gema:
Pues sí, fue emocionante para mí. Se dio una conjunción de factores que hicieron especial esa ceremonia.
El primero fue la larguísima espera. El decano tenia una gran ilusión y yo también.
Se trataba de maestros de infantil y primaria. Etapas de gran calado para los alumnos y las alumnas.
Eran dos promociones juntas, la primera no había podido celebrar el acto por la pandemia.
Era uno de mis primeros viajes después de las severas restricciones.
La Facultad está a un paso de Ajuria Enea, lugar tan emblemático.
Pero, sobre todo, me hacía ilusión decirles algunas cosas a esos y esas jóvenes ilusionados por haber terminado la carrera y ansiosos por estrenar oficio.
Digo en el artículo que me hubiera gustado departir sin prisas con ellos y ellas sobre sus miedos, sus proyectos, sus motivos, sus preocupaciones, sus sueños—
He participado en Cantabria ¡varios años en el Homenaje a los maestros y maestras jubilados. La otra cara de la moneda. Editan un libro con la biografía de quienes quieran escribir. Se titula VIDAS MAESTRAS.
Gracias por tu hermoso y gratificante comentario
Un enorme abrazo en el que quepamos las dos familias y el resto del mundo docente.
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¡Cuánta falta hace que esos futuros educadores y esas futuras educadoras se empapen de un concepto elemental!: No van (solo) a enseñar (cosas), sino a educar (para qué y cómo las voy a utilizar).
Lo que se enseña, es, siempre, efímero.
Lo que se educa es, casi siempre, sólido.
Tenemos la suerte de que todas nuestras leyes (demasiadas sin duda), mantienen su sustrato de educación.
¡Es algo que no podemos consentir que se pierda!
Gracias.
Querido Rufino:
Mil gracias por tu comentario. Me gustaría ficharte para comentarista de cabecera (y de cabeza, y de corazón) de este blog.
Siempre insisto en la diferencia entre educación e instrucción. La educación tiene dos pilares fundamentales: la dimensión crítica y la dimensión ética. Una cosa es estar instruido y otra estar educado. Todo estos personajes metidos hasta las cejas en la corrupción, ¿son tontos?, ¿no saben? Claro que saben, están bien instruídos. Pero no están educados,
Y tampoco hay que confundir educación con socialización. Tener un buen `puesto en la sociedad, ganar dinero, estar bien situado, no es sinónimo de estar educado. Porque la educación te hace discernir qué es bueno y qué es malo en la cultura. Y, además, te hace comprometerte con los valores.
Gracias, querido amigo. Es un lujo verte por aquí.
Un gran abrazo e jubilado a jubilado.
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Querido Miguel Ángel: Tú has puesto, pensando a quienes te dirigías,»Felicidades y Felicidades.» Yo pensando en ti pondría: «Miguel Ángel en su salsa.»
Eres sembrador de entusiasmo e ilusión, también nos las trasmites a través de tu Blog. Lo agradezco.
Un abrazo y feliz puente a todos.
Querido Joaquín:
Tienes razón. Como ya he dicho me hacía mucha ilusión participar en ese acto solemne. Fue emotivo y estuvo lleno de significados.
Un poco de envidia me daban esos jóvenes ilusionados con la tarea que iban a emprender. Qué hermosa y estimulante responsabilidad.
Me encantó estar y participar. El tiempo fue corto para lo que quería decirles, pero sabia que era importante para ellos recibir su Diploma y comenΩr la fiesta que tenían preparada. Me ajusté al tiempo de forma estricta.
Cerré con un pequeño regalo: la historia de la manzana que soñaba con ser una estrella.
Un abrazo y gracias.
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Buen día Estimado Miguel Ángel
cada sábado leo y el amor que siento por ejercer el oficio de enseñar se me agranda, se ensancha. Quizá a mi, al finalizar el secundario, me empujaron al agua como el que salvó a ese niño, pero aprendí a amar esta profesión con el alma.
Hasta el próximo sábado.
Querida María Rosa:
No sabes cuánto me alegra saber que mis escritos te ayudan a valorar y a querer nuestra hermosa e importante tarea.
A mis alumnos que habían llegado a los estudios de magisterio de rebote, les decía: Si no puedes hacer lo que amas, sí puedes amar lo que haces.
Me alegra encontrarme con profesoras como tú, que aman la profesión.
Besos y gracias.
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Querido Mestro.
Que inyección de adrenalina nos da leer hoy su comentario.
Una fecha clave el 25 de noviembre, día en que se conmemora la lucha de todos contra la violencia machista, y en la que ha dado los diplomas a futuros maestros.
La vida es un entresijos de acontecimientos en los que el fin es lo que importa.
Me enamoran sus cinco rosas 🌹!
Pero lo que más me sorprende es el afecto que transmite en sus intervenciones.
Si siguen su ejemplo tenemos en el futuro auténticos profesionales, maestros en transmitir buenas ideas y sueños.
Un buen ejemplo de vida para mis nietos!
Hoy voy un poco rezagada.
El motivo es que he montado el belén de mis sueños.
Una tarea que todos los años me llena de luz, de ilusión y de deseos.
Ojalá pudierais verlo!
Todo amor y sentimientos, lo qué ofrezco en estas fiestas para que brille en las almas el amor más sincero.
Seguro que su intervención en tan ilustre acto ha calado en el corazón de los futuros maestros tanto como en el mío el día que tuve la enorme suerte de escucharlo, hace ya muchos años.
Ya sin más me despido con un gran abrazo para todos.
Qué la semana os sea feliz y leve!
Besos.
Querida Loly:
También yo tuve una inyección de adrenalina. Fue emocionante compartir el momento con ese grupo de maestros y maestras.
Cómo me hubiera gustado estar en su puesto y volver a empezar el camino de la enseñanza.
Ya me imagino todo el afecto que has puesto para montar el nacimiento para la familia.
Parece que sí, que ese puñado de ingenieros/as del alma, disfrutaron de la conferencia.
Muchos besos y gracias por compartir tus emociones y tu bondad.
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Querido maestro:
Sin duda es una noble tarea ser docente y no termina con la jubilación, ser docente es trascender en tiempo y espacio, en mente y corazón porque con cada decisión, con cada palabra y acción, hasta con lo simple de un gesto pero sobre todo con el ejemplo, los maestros dejan huellas imborrables en cada persona.
Este escrito suyo me recuerda a mi mamá, ella quedó huérfana de padre a los 3 años, el hermano mayor de 10 hermanos tuvo que trabajar y les apoyo en sus estudios, a los hombres hasta secundaria y las mujeres solamente primaria. Cuando mi madre ya era mayor de edad entró al magisterio, en ese tiempo en los años 70 los contrataban si tenían estudios de primaria, de ahí tuvo capacitaciones y asistió a un año de internado. Mi mamá nos platica que cuando tenían reuniones como compañeros y les preguntaban su último grado de estudios ella era la que menos estudios tenía, dice que le pedía a Dios poder estudiar y estando ya casada y con hijos llego la oportunidad de continuar sus estudios, se inscribió junto con mi papá y terminaron la secundaria. Tiempo después se enteró que podía estudiar el bachillerato los días sábados y en esa misma modalidad estudio los 4 años de licenciatura. Años más tarde a sus 50 años de edad realizó su tesis y obtuvo su título. Mi madre tuvo generaciones de niños de preescolar que a los 4 o 5 años aprendían a leer y a escribir, pero sobre todo pienso que salían motivados a ser personas de bien; recuerda que cada año algunos papás solicitaban a la directora que sus hijos estuvieran en su grupo, aunque no era la única sus amigas también son muy buenas docentes y compartían los mismos valores.
Sin embargo, por cuestiones de salud y contra su voluntad mi mamá se jubiló a los 39 años de servicio. Por eso y más pienso que mi mamá es una persona valiosa como madre y como maestra. Una verdadera ingeniera del alma, múltiples factores para serlo…
Maestro son muchos retos para estos jóvenes pero estoy segura que sus consejos y reflexiones tendrán fruto, un encuentro con Usted deja huella. Felicidades a Usted por seguir contribuyendo en la vida de los nuevos docentes.
Gracias por compartir esta experiencia, todo tiene su tiempo.
Siga escribiendo.
Con admiración y respeto
Lily
Querida Lily:
Qué maravillosa historia la de tu mamá. Qué orgullosa tienes que estar de ella.
Es muy significativo que los padres y madres pidieran que ella fuera maestra de sus hijos. Ese es un criterio más valioso que los certificados de ser una buena profesional. Te envío para ella un gran abrazo, mi felicitación y mi gratitud.
Gracias por tus generosas palabras.
Un beso muy grande para ti.
MÁS
Estimado Miguel Ángel:
Precioso artículo que sirve para rememorar un día que fue verdaderamente especial. Como bien dices, los gajes del oficio de ser humanos me impidieron disfrutar de forma presencial de algo que llevaba soñando tanto tiempo; ¡menos mal que los medios tecnológicos me sirvieron para estar virtualmente presente en el Acto! Estando en situación de ingreso hospitalario, la verdad es que para mí fue un verdadero regalo poder disfrutarlo, fue una verdadera inyección anímica que, junto con la medicación que estaba recibiendo, me sirvieron para una pronta recuperación.
Tu intervención en el Acto nos deja un gran legado, unas palabras que quedan recogidas en una grabación que deberían ver todos/as aquellos/as que deseen dedicarse en un futuro a desempeñar la compleja tarea de desempeñar la profesión docente.
Aprovecho la ocasión para trasladarte todas las felicitaciones que hemos recibido, tanto por parte de graduados/as como de profesorado, por haber logrado contar con tu presencia en un día tan especial. Además, es necesario señalar que se trató de un Acto inédito ya que, como consecuencia de la situación de pandemia, celebramos el acto para dos promociones juntas.
Muchas gracias por todo, Miguel Ángel.
Un fuerte abrazo
Querido Igor, decano de la Facultad de Educación y Deporte:
La verdad es que echaba de menos algún comentario vuestro. Siempre deseas confirmar que tus palabras han llegado a la mente y al corazón de quienes te escuchan.
Sabes muy bien que yo también mucha ilusión en responder a tu reiterada invitación. Lamenté que durante el acto que habías preparado con tanto empeño no pudieras estar presente. Afortunadamente ya te has recuperado.
Me alegra saber que profesores/as y graduados/as hayan valorado mi intervención. Me hubiera gustado disponer de algunos minutos más, pero el Acto tenía un muy cuidada estructura y y me acomodé encantado al tiempo concedido.
Tuve una maravillosa impresión del clima que habéis conseguido crear en los nuevos maestros y maestras. Enhorabuena.
Qué tarea más decisiva la vuestra.
Un gran abrazo.
MÁS
Estimado Miguel Ángel.
Tus artículo esta semana me ha hecho recordar mi acto de graduación como Maestro en la Universidad de Málaga en la promoción de los cursos 1997-2000. Ya han pasado más de 20 años y te confieso que me hubiera gustado estar en ese acto el pasado día 25 de noviembre aprendiendo de tus reflexiones como uno más.
Espero que tus sabios consejos y anécdotas hayan calado bien en los recién graduados/as del País Vasco y estén bien formados y preparados, pues la sociedad necesita que los futuros/as Maestros/as de Infantil y Primaria sean , además de competentes, felices realizando su labor y transmitan alegría al alumnado con el que trabajan. Es fundamental motivar al alumnado en el día a día para poder así ayudarlos en su proceso de aprendizaje. Ojalá que estos Maestros/as que se acaban de graduar comprendan la importancia de su tarea como docentes, con alumnado con dificultades de aprendizaje, en una sociedad donde las familias no siempre los van a valorar como deben por ser Maestros/as, rodeados de compañeros/as en los centros educativos que en algunos casos no les van a facilitar su tarea y cargados de infinidad de trabajo burocrático (redacción de actas, faltas, incidentes, desarrollo de programas específicos, documentación en Séneca…etc) A final, lo más importante es el trato diario con el alumnado, ellos casi siempre te dan más de lo que tú les puedes enseñar.
Me encanta el término acuñado a nuestra profesión que utilizas. Ingenieros del alma. Qué gran responsabilidad. Qué enorme tarea. Por ello creo necesario el compromiso a tiempo completo en tu trabajo docente. Ese que tu sigues teniendo con todos tus lectores, aunque ya estés jubilado. Gracias de corazón.
Feliz puente estimado Maestro.
Un fuerte abrazo virtual desde Ronda.
Fdo. Juan Francisco.
Querido Juan Francisco, querido amigo rondeño:
Me parece estupendo que, pasados 20 años, tu ilusión del comienzo se haya fortalecido a pesar de haber conocido algunas dificultades de las que hablas en tu comentario.
Creo fundamental conseguir que la experiencia nos vaya haciendo más sabios, más humildes, más generosos, más entusiastas, más trabajadores y más optimistas.
No sé si leíste en este blog un artículo titulado Ingenieros del alma. Allí aparecen siete similitudes con la ingeniería que pueden ser interesantes para reflexionar sobre la profesión.
Por otra parte, también digo que los «materiales» con los que nosotros trabajamos (sentimientos, valores, actitudes, motivos, concepciones…) son más sensibles y más complejos que los que trabajan los ingenieros…
Por esto a esta profesión deben dedicarse los y las mejores.
Un gran abrazo de La Cala a Ronda.
Y gracias por leer y por escribir.
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Precioso y emocionante artículo.
Unos profesionales que empiezan y reciben el ejemplo de un veterano profesor que ha vivido medio siglo en las aulas, aumentando cada día la ilusión.
Me hubiera gustado estar en la sesión. No sé si hay forma de acceder a las grabaciones, si es que las hubo, que supongo que si.
¿Qué será de la vida profesional de esos ciento cincuenta maestros y maestras?¿Cómo terminará su historia? Porque es probable que algunos tengan un futuro lleno de alegrías y otros evolucionen hasta margarse y amargar a todo el mundo.
Les deseo a todos una feliz trayectoria profesional.
Un abrazo y gracias por compartir la hemosa experiencia.
Querida Raquel:
Gracias a ti por tu sensibilidad, por haber leído, valorado y escrito.
A mi también me preocupa esa evolución.
Con similares condiciones, unos van a ir incrementando la ilusión inicial y otros van a ir perdiendo las ganas por el camino.
Va a depender, sobre todo, de la actitud de cada uno ante la realidad, ante las personas, ante el trabajo, ante las adversidades.
Sé que han grabado la sesión completa. De hecho, tengo que decir que la grabación de la conferencia fue magnífica, ya que el montaje es fantástico, alternando la imagen del público en diversos planos, con la del conferenciante y la del power point que estaba proyectando.
Muchos besos, querida Raquel.
Muchas gracias.
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Miguel Ángel,
Gracias por dedicar un espacio en este blog para hablar de nuestra graduación, que, sin duda, dichosa será para algunos y bendita para otros (muchos, espero). Tu lección magistral fue un regalo para celebrar el comienzo de «estar al otro lado» pero sin «dejar nunca de estar en el del alumno».
No sé si lo dije con acierto o no, pero en efecto, en nuestra profesión es importantísimo escuchcar y observar lo que sucede a nuestro al rededor porque, al final, nuestra identidad docente se va conformando en gran parte, como si de pequeñas piezas de puzle se tratara, de la huella que todos nuestros maestros. No cabe duda que tu conferencia del 25 de noviembre será una pieza más en el puzle.
Te agradezco la pequeña charla que tuvimos al terminar la gracuación y la «sexta rosa» que me regalaste en papel. La tengo guardada.
Saludos desde Vitoria-Gasteiz y hasta pronto.
Querido Jon X:
A decir verdad, esperaba la intervención de alguno de vosotros. Y me alegro de que seas tú.
Tan de acuerdo estoy en lo que dices de pasar al otro lado que hace años publiqué en Argentina un libro que se titula ENSEÑAR O EL OFICIO DE APRENDER.
Fue muy emocionante para mí la experiencia de estar en vuestra graduación.
Como digo en el artículo, me hubiera gustado dialogar con el grupo un buen rato.
Tus palabras fueron certeras y enriquecedoras.
Te deseo lo mejor en tu profesión.
Siempre me ha servido este lema: QUE TU ESCULA SEA MEJOR PORQUE TÚ TRABAJAS EN ELLA. Lo comparto contigo.
UN GRAN ABRAZO Y GRACIAS POR LEERME Y PRO ESCRIBIR.
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Emocionante acto de graduación. Ingenieros del alma. Gracias Maestro y colaboradores.