Luchar contra la acrasía

6 Nov

La acrasía es la debilidad de la voluntad, la carencia de fortaleza, la falta de temple. No se debe confundir con acracia, concepto que hace referencia a la doctrina política consistente en la negación de cualquier tipo de autoridad.

 Los griegos forjaron el concepto esclarecedor de acrasía para describir los conflictos interiores que se originan en el fondo del corazón. Etimológicamente, acratos significa no poder. De ahí la traducción de este término como debilidad de la voluntad.

En los tratados de psicología ha desaparecido la voluntad como objeto de estudio. Y ha ocupado su lugar el concepto de motivación. Es necesario recuperar la importancia de la voluntad. Decía Einstein: “Hay una fuerza motriz más poderosa que el vapor, la electricidad y la energía atómica: la voluntad”. Así es. El problema es que  hoy se cultiva con poco empeño.

En gran parte de la sociedad, el concepto de voluntad está desprestigiado por su relación con la coacción o la disciplina, que la oponen a la libertad, el valor dominante en nuestra sociedad. La falta de voluntad da lugar a una serie de problemas serios: falta de responsabilidad personal, incapacidad para el esfuerzo, indolencia, frustración…

Es necesario, pues, recuperarla, porque mediante la voluntad dirigimos nuestra conducta y podemos alcanzar nuestras aspiraciones. La voluntad es la inteligencia aplicada a la acción, y sin ella estaríamos sometidos a nuestros impulsos, a nuestro destino o al azar. 

José Antonio Marina escribió hace unos años un libro titulado “El misterio de la voluntad perdida”. Quizás no sea un misterio y, de hecho, el autor trata de ofrecer  en el libro una explicación razonada sobre esa pérdida.

Sostiene Marina que la sociedad actual, como reacción contra los excesos vividos en el pasado, ha convertido la libertad en un valor supremo, dando lugar a una desvinculación generalizada, una equivalencia universal que acaba conduciendo a la apatía y el desinterés; asimismo, la pérdida de la voluntad ha ocasionado graves problemas en la sociedad actual. Muchos de estos problemas provienen de concepciones erróneas tanto de la voluntad como de la libertad, por eso necesitamos redefinir estos conceptos integrándolos en el modelo de la inteligencia creadora.

Tanto la libertad, como la voluntad no son facultades, ni propiedades, ni fines en sí mismas, sino los medios para alcanzar la autonomía. La voluntad se basa en una estructura mental convertida en una estructura psicológica durante el proceso educativo. Con este nuevo modelo de la inteligencia alcanzamos la libertad cuando cumplimos nuestro deber fundamental: adaptar el comportamiento a lo que nuestra inteligencia nos dice que es lo mejor. La voluntad es el medio del que se sirve la inteligencia para conseguir la autonomía y la felicidad.

Conseguir los objetivos que nos proponemos exige realizar un esfuerzo continuado. Lo que pasa es que nuestros niños y jóvenes no están habituados a realizar esos esfuerzos de manera persistente. Es más fácil recibirlo todo hecho sin ni siquiera pedirlo. He hablado alguna vez de la generación del yo-yo y del ya-ya.

Dice Rabindranat Tagore: “No es el martillo el que deja perfectos los guijarros, sino el agua con su danza y su canción constantes”. La voluntad es la gran aliada de la perseverancia.

Es así en todos los ámbitos de la vida. También en el del aprendizaje. Nos lo dice alguien que lo supo hacer  en su propia historia.  Son palabras de Santiago Ramón y Cajal: “Las empresas científicas exigen más que vigor intelectual, disciplina severa de la voluntad y perenne subordinación de todas las fuerzas mentales  a un objeto de estudio”.

He leído con fruición un libro titulado “¡Viva la libertad!”, regalo de una amiga con la que mantengo un intercambio de regalos, exclusivizado en libros. El subtítulo es largo para lo que se usa “¿Cómo superar el miedo, los prejuicios, las adicciones o los traumas? Un monje budista, un filósofo y un psiquiatra reflexionan sobre la libertad interior”. Sus autores son Christophe André, médico, psiquiatra y psicoterapeuta, Alexandre Jollien, filósofo y escritor y Matthieu Ricard, doctor en  Biología Molecular y monje budista. La estructura del libro es original ya que consiste en la transcripción de varias conversaciones grabadas entre los tres amigos.

Uno de los primeros  capítulos se titula La acrasía, debilidad de la voluntad.  Dicen los autores que  “la acrasía puede llegar a gangrenar no pocas parcelas de nuestra existencia. El alcoholismo, las adicciones, la toxicomanía, todas las facetas, en suma, de nuestros desgarros interiores, vienen  a revelarnos la dificultad de perseverar en lo mejor de nosotros mismos”.

Queremos y no podemos: no podemos dejar una relación tóxica, no podemos mantener el esfuerzo para conseguir el ideal deseado, no podemos superar un bache emocional, no podemos dejar de fumar o dejar de beber… Nos falta voluntad. Nos falta temple. 

Desde un punto de vista práctico, la acrasía  designa la incapacidad de cumplir con los compromisos y resoluciones personales. Querría hacer más deporte, estudiar más, comer menos, ser más benevolente,  pero no lo consigo. No tengo la fuerza de voluntad necesaria. Decía Oscar Wilde: “Puedo resistirme a todo, menos a la tentación”.

En el día a día hay  mil y una situaciones en las que se manifiesta la acrasía: no podemos comer una patata frita solamente, tenemos que seguir comiendo aunque “no querríamos”; no podemos interrumpir la serie que nos atrapa, aunque tendríamos que estudiar; no podemos dejar de lado el móvil, aunque nos dañe la vista; no podemos cortar la dependencia afectiva, aunque mantenerla nos haga sufrir…

Creo que es preciso fortalecer la voluntad en los procesos educativos de la escuela y de la familia.  De lo contrario, cualquier adversidad, cualquier problema, cualquier dificultad, aunque sean de pequeña intensidad, será suficiente para paralizarnos, para hundirnos, para  desanimarnos.

Hay que educar la voluntad, hay que entrenarla. Porque no surge por generación espontánea.  Es seguro que la vida nos va a enfrentar a situaciones difíciles que solo se podrán superar con esfuerzo y tesón.

Ahorrar a los hijos y a los alumnos el menor esfuerzo, es convertirlos, tarde o temprano, en  víctimas propicias de la una sociedad que se asemeja a una selva y en la que hace falta esforzarse para sobrevivir.

Desde el punto de vista educativo, darle patadas a un encadenado conminándolo a caminar, no es el mejor modo de actuar. Es preferible enseñarle  cómo liberarse de las cadenas. Ni tampoco sirve de nada dar lecciones si uno no ha hecho realidad el consejo que imparte.

Había leído esta anécdota atribuida a Mahatma Gandi. Hoy la encuentro atribuida al Mulá Nasrudin, sabio travieso cuyas aventuras se cuentan en la India y el Próximo Oriente desde tiempo inmemorial. Una madre va a visitar al sabio con su hijo, desesperada porque, padeciendo diabetes, no deja de tomar golosinas.  Nasrudin le dice a la madre que vuelva con el chico pasados quince días. Así lo hace. Cuando están  en su presencia, el sabio aconseja al niño encarecidamente que deje de tomar golosinas ya que son veneno para su salud. La madre le pregunta al sabio por qué no le dio el consejo cuando vinieron por primera ve. Nasrudin contestó:

– Es que entonces yo comía muchas golosinas.

Me gusta repetirlo: el ruido de lo que somos, llega a los oídos de nuestros hijos y alumnos con tanta fuerza que les impide oír lo que decimos.

20 respuestas a «Luchar contra la acrasía»

  1. Querido amigo y maestro:

    Efectivamente, como muy bien afirmas, hay que entrenar la voluntad, ha que educarla., al tratarse de un medio.

    La voluntad está vinculada a la disciplina que, una vez educada, facilita la implementación de hábitos que parecerían muy difíciles o imposibles incluso de adquirir.

    A mí me ha servido la disciplina que llevo practicando desde hace 35 años. Ha sido un medio para fortalecer la constancia.

    Disciplina y esfuerzo, términos aparentemente peyorativos en estos tiempos, pueden conducirnos a superar nuestras propias limitaciones. Desde mi punto de vista, son instrumentos para la mejora.

    Muchas gracias por este nuevo artículo y por nombrarme hace algunas semanas (te sigo leyendo). Estoy intensamente implicado en varios proyectos (te escribiré en breve).

    Y “felicidad-des”.

    Un fuerte abrazo MÁS para tu familia de parte de la mía.

    Y buen fin de semana a todos los lectores de El Adarve.

    • Querido Juan Miguel:
      Pero bueno, ¿cuánto duermes si a las 6.58 ya has enviado el comentario después de leer el artículo?
      Muchas gracias por tanta diligencia, ¡un sábado!
      Compartimos visión sobre la necesidad de forjar la voluntad.
      Siempre ha sido necesario, pero en estos tiempos creo se ha acrecentado esa necesidad.
      Ya me hablarás de esos proyectos. Estando en tus manos, sé que tienen interés.
      Saludos 3×4.
      Un abrazo, querido amigo.
      MÁS

  2. Muy buenas Miguel Ángel!
    Precioso e interesante artículo!!
    Menos mal que te queremos más que un ocho tumbao.. porque los que somos ácratas con acracia ahora también tenemos acrasía, Vamos una Gracia!
    Es verdad que tenemos que recuperar educativa y socialmente el concepto y la práctica de voluntad ahora que estamos instalados en el…
    -Es aquí el club de vagos?
    – Si
    – Pues que me entren.
    Gracias por la recomendación fruisiosa del libro Viva la Libertad que no conocía y por las deliciosas anécdotas que nos cuentas siempre. A JA Marina si lo he leído y me uno a su defensa de la Voluntad y su teoría de la inteligencia que va desde la neurona a la ética.
    El final del artículo es brutal, es una de las frases que aprendí de tí y que la llevo marcada junto con la de las niñas y niños Nos aprenden.
    La clave es el ejemplo y tu ejemplo es clave. No sabes cómo lo disfrutamos. Gracias
    Desde Capileira, un pueblo precioso en el corazón de Sierra Nevada.
    Mil besos y abrazos

    • Querido Miguel:
      Siempre disfruto de tus comentarios. Y aprendo. El ingenio siempre es reconfortante.
      Ya veo que lees incluso de viaja en las preciosas tierras alpujarreñas.
      Me gusta ese afán viajero de tu familia.
      Me encantaría hacer lo mismo.
      Creo que estamos viviendo una época que hace complicado el combate contra la acrasía.
      Un abrazo para tu/mi querida familia.
      Y gracias por estar siempre ahì.
      MÁS

  3. Querido Maestro:
    Leer su blog me ayuda a aprender conceptos. El que explica hoy no lo tenía muy claro ni lo había escuchado.
    La voluntad es un don.
    Quizás en la vida he tenido esa libertad de acción.
    Mi forma de ser y las circunstancias me han obligado a marcarme objetivos e ir a por ellos con una fuerza matriz, mi corazón.
    Creo que este pequeñito órgano me ha impulsado a querer conseguir mis proyectos de vida. Otra cosa es que el destino o el infortunio me hayan pasado factura.
    Siempre me ha acompañado la fuerza de la voluntad , esa fuerza interior de querer superarme y conseguir metas que el destino me las puso difícil.
    El empeño y las ganas no me las quitó nadie; pero si me encontré con muchas lecciones que marcaron mi personalidad y que me hicieron crecer.
    Voluntad tenía otra cosa era el destino ingrato que no podía modificar.
    Siempre he creído que para conseguir lo que se quiere hay que trabajar y luchar.
    Nadie me ha dado nada, el esfuerzo me ha llevado a conseguir lo va que tengo.
    Los estudios los realize con la ayuda de una beca, y tener la casa que vivo me ha costado, sudor y muchas lágrimas.
    Le hablo de las cosas esenciales de los derechos de las personas, los que nadie te pueden quitar porque son las esencias de tu ser.
    Y con voluntad sigo, porque ni la enfermedad me para. La asumo pero le pongo las zancadillas para que no pueda conmigo.
    Formas de ser y de estar. Yo creo que eso me ha ayudado mucho.
    Seguir adelante y vivir es mi principal meta, a ver si lo consigo.
    Ya sin más deseando para todos un feliz día, me despido con un gran abrazo.
    !Que la semana os sea leve!
    Besos.

    • Querida Loly:
      La voluntad es más necesaria cuando la vida te pone zancadillas.
      Y a ti te ha tocado superar dificultades que te han hecho una mujer más fuerte.
      Lo que pasa es que superar dificultades nos hace más fuertes.
      Ninguna herida es un destino.
      Gracias por compartir con nosotros tus pensamientos y tus emociones.
      Y, en es te caso, la fuerza de tu voluntad para superar adversidades, algunas puestas en tu camino por personas que tenían la obligación de ayudarte.
      Besos y feliz semana para ti.
      MÁS

  4. La ilustración me parece estupenda. En una mirada comprendes que para recorrer el comino de abajo va a hacer falta mucho esfuerzo. No sucede lo mismo con el camino de arriba, aunque esté ligeramente empinado.
    Facilitar al máximo la vida a los niños y a los escolares puede ser una trampa terrible. Porque pueden creer que no va a haber dificultades. Y que nosotros vamos a estar siempre a su lado para sacarles de ellas.
    Claro que es necesaria la educación de la voluntad.
    Gracias por decirlo tan claro.

    • Querida Mariana:
      Gracias por leer el artículo y por el comentario que has enviado.
      Se ha insistido tanto (acertadamente) en la defensa de los derechos de niños/as y jóvenes que se ha olvidado que también tienen obligaciones.
      La exigencia tiene que ser firme y se deben exigir los esfuerzos necesarios para hacer frente a las obligaciones.
      La vida va a estar llena de dificultades. Sin una voluntad fuerte, será difícil superarlas.
      Besos.
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  5. Para todo hace falta fuerza de voluntad.
    Ahora no se habla mucho de esta cuestión. Lo que se busca es el hedonismo, la comodidad, la diversión, la facilidad…
    Sin esfuerzo no se puede terminar una carrera, o mantener una relación o dirigir una empresa… sin esfuerzo continuado.
    Hay que trabajar más intensamente la educación ce la voluntad<d.
    Gracias por este recordatorio.

    • Estimado José Luis:
      Siempre me ha gustado agradecer el tiempo que se dedica a leer un artículo que yo he escrito. Sé que el tiempo no da para todo.
      También agradezco que te hayas tomado la molestia de escribir un comentario.
      La acrasía está en la base de muchos fracasos de la vida de muchas personas.
      Me preocupa en especial la acrasía de los jóvenes. Porque no lo vean a tener fácil en la vida.
      Un cordial saludo.
      MÁS

  6. Estimado y voluntarioso Miguel Ángel.

    Voluntad infranqueable es la tuya. Me refiero a que cada semana de forma voluntaria nos regalas con un tema para pensar. En algunos de ellos, en la vorágine del día adía, ni siquiera reparo o reflexiono. Desde luego, a mi también me envarga la acrasia en muchos menesteres de mi vida… También es cierto que, en otros, mi voluntad es férrea… Y así lo vengo demostrando durante muchos años…

    Es posible que no podamos disponer de una fuerte voluntad en todos los órdenes de la vida, porque si fijamos nuestra voluntad en algo concreto quizás dejemos al margen otros aspectos que requieren también de una sólida voluntad.

    Comparto contigo que, en la actualidad, aun que viene de largo, los niños y niñas se están educando en la comodidad, en la pasividad, en una voluntad endeble. Y, como tú apuntas, no es problemas de ellos, sino de los modelos. Padres/madres que por no oir los lamentos o las protestas de sus hijos flaquean y conceden sin rigor alguno todas sus pretensiones y caprichos. Profesores y profesoras que monopolizan los procesos de enseñanza y no dejan participar en los mismos a su alumnado. Si cultivamos al pasividad posiblemente obtengamos alumnos pasivos, desganados, sin iniciativa y sin voluntad. Si, por el contrario, convertimos a los niños y niñas en protagonistas activos de su propio proceso de enseñanza y aprendizaje, es posible que obtengamos personas más responsables, autónomas y creativas… Atributos que seguro contribuyen a entrenar la voluntad.

    Un abrazo.

    • Querido Juan Carlos:
      La constancia, la perseverancia, son rasgos de la voluntad.
      Cuántas iniciativas nacen y mueren al poco tiempo, como fruto del desaliento, de la inconstancia, de cualquier dificultad…
      Por supuesto que la participación activa, responsable y exigente es una forma de que los alumnos y las alumnas entrenen su fuera de voluntad.
      No es que haya que amar lo que cuesta sino que lo que cuesta es lo que se ama.
      Muchos jóvenes reciben hasta muy tarde la ayuda y la protección de los padres. No se tienen que enfrentar la dificultad del trabajo y del esfuerzo.
      Y, claro, como bien dices, la educación en la familia y en la escuela son de capital importancia.
      Un abrazo y gracias.
      MÁS

      PD: Para sacar adelante una revista como la tuya también hace falta voluntad mantenida. Un buen ejemplo

      • Miguel Ángel.

        Acabamos del empezar el año 12+1 en la revista. Todos estos años, sin una falta, en 6 números anuales, y elaborada desde casa, sin la ayuda de ningún organismo público ni privado, sin duda es un derroche de voluntad… Y de la suma de voluntades de una comisión científica muy numerosa y ejemplar, siempre dispuesta a ayudar, a pesar de que la mayoría son personas sumamente ocupadas. Y es que en Educación Física hay mucha gente con gran voluntad de mejora y de esfuerzo por el reconocimiento de nuestra asignatura.

        • Querido Juan Carlos:
          No me cabe la menor duda. Mantener una revista durante tanto tiempo requiere un gran esfuerzo. He visto muchos números 0.
          Me pasa igual con la Revista portuguesa A Página que lleva muchos sin fallar, pero hacen menos números al año. Seis es una exageración.
          Por eso mi felicitación.
          Un abrazo y enhorabuena.
          MÁS

  7. Una oportuna llamada de atención.
    Es cierto que antes se hacía mucho más hincapié en la importancia de cultivar una actitud esforzada ante las dificultades.
    Ahora tenemos más preocupación por facilitar al máximo las cosas nuestros hijos y alumnos.
    Pero, las dificultades nos esperan a la vuelta de la esquina y, si no estamos entrenados, seremos víctimas del desaliento, de la pereza y de la debilidad.Juan Andrés

    • Estimado Juan Andrés:
      Cuando yo era niño, tanto en la familia como en la escuela, se m instaba a realizar esfuerzos, a estudiar responsablemente, a buscar con tesón lo que pretendía conseguir.
      Creo que hoy se ha dado mucho más peso a la motivación, tanto en la teoría como en la práctica.Es decir, se trata de que las cosas sean fáciles para los jóvenes.
      Es preciso volver a planteamientos más sensatos, más educativos.
      Un abrazo y gracias.
      MÁS

  8. Me parece un acierto el artículo.
    Porque, efectivamente, la vida va a exigir mucho esfuerzo.
    La fuerza de voluntad se entrena.
    Creo que hoy hay mucha sobreprotección de niños y jóvenes.
    Saludos y gracias.

    • Querida Alicia:
      Gracias por dedicar tu tiempo a leer este artículo.Y por escribir y enviar este comentario.
      De acuerdo en el daño que produce la sobreprotección. Es un daño difícil de detectar porque parece nacida den intenso amor.
      La educación requiere generosidad, largas miras e inteligencia.
      Besos.
      MÁS

  9. No sabía lo que era acracia, pero me enterado en la primera frase. Gracias.
    Creo que es una cuestión que interpela, sobre todo, a las familias.
    También alas escuelas.
    Parece mentira que olvidemos cuestiones tan obvias.

    • Querida Marta:
      Es cierto. A veces nos olvidamos de cosas tan decisivas como esta.
      Sobreproteger a los hijos y a las hijas es causarles un daño muy grave.
      El deseo de facilitarles las cosas nos hace olvidar lo que es más importante para ellos.
      Besos y gracias.
      MÁS

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