Todos conocemos a personas egoístas que solo miran por sí mismas. Esa preocupación obsesiva por el propio interés acaba dañando a los demás. Porque el egoísta piensa que lo suyo es suyo y que también debería ser suyo lo de los demás. “El egoísta es capaz de prender fuego a la casa del vecino para freírse un huevo”, dice Sir Francis Bacon. La metáfora me parece excelente porque para obtener un pequeño beneficio, el egoísta no duda en hacer un grave daño.
“El egoísmo es la tendencia, la actitud personal o el principio doctrinal que impulsa a una persona a optar por su interés propio con exclusión del interés de los demás”, se dice en el Diccionario razonado de vicios, pecados y enfermedades mentales”, de Jorge Vigil Rubio.
En la página 55 de la estupenda novela de Fernando Aramburu “Los vencejos” me he encontrado con esta significativa definición con la que el protagonista califica a dos miembros de su familia, Amalia, su mujer, y Raúl, su hijo: son “militantes del egoísmo”. Ser militante del egoísmo, pienso yo, no es lo mismo que ser egoísta, es mucho más. Es ser un acérrimo defensor de una sola causa. Y la causa es el propio individuo.
En un pueblo de la provincia de Córdoba hay una familia que tiene un peculiar apodo. Son los “To pa mí”. No sé cuál es el origen y la antigüedad del mote, pero describe muy bien la obsesiva pretensión de los miembros de la saga. Obsérvese que no dice “lo mío para mí”, sino “todo para mí”. Lo mío y lo de los demás. Lo mío y lo de los demás. Para los militantes del egoísmo el ombligo propio es el centro del universo.
Hay un egoísmo grupal. Pienso, por ejemplo, en familias como la que acabo de describir. Todo es para nosotros. A costa de quien sea y de lo que sea. Pienso también en una institución religiosa, deportiva o cultural. Todo para nosotros por encima de todo y de todos.
Cuando era estudiante, un profesor colocaba una máxima semana en le encerado. En una ocasión escribió lo siguiente: “Lo mejor y lo primero, para mi compañero”. Un espabilado compañero, cambió de lugar la coma. Y la frase quedó así: “Lo mejor y lo primero para mí, compañero”. Es un buen lema para los militantes del egoísmo.
Hoy me quiero centrar en los egoístas antisociales. Y voy a referirme a cinco grupos de forma especial. No son los únicos, claro está.
El primer grupo es el de los evasores fiscales. Personas que no tienen ningún remilgo en buscar su beneficio evadiendo impuestos a pesar del daño que causan al bien común. El perjuicio en la calidad de la educación, la sanidad, y demás servicios públicos es evidente. Pero, claro, ellos tienen satisfechas sus necesidades y sus caprichos. Lo tienen todo bien resuelto. Lo estamos viendo estos días con los llamados Papeles de Pandora. Qué tremendo escándalo. Políticos, escritores, cantantes, entrenadores, deportistas multimillonarios guardan sus fortunas en paraísos fiscales. ¿Para cuándo un control mundial sobre estos delitos? Cómo es posible que se pueda hacer impunemente esta trampa? ¿Cómo es posible que no haya acceso de la justicia a esos bancos que son reductos del delito? Es como si hubiese lugares en los que se pudiera asesinar impunemente, sin que la policía o la justicia pudiera acceder a ellos.
El segundo grupo es el de los narcotraficantes. Lo he pensado muchas veces. ¿Cómo puede buscarse el enriquecimiento egoísta a costa de la destrucción de la vida de muchos jóvenes, de tantas personas que van a consumir esas sustancias que se despachan como venenos a los consumidores? ¿Por qué no existe un mayor control sobre ese mercado destructor? Habrá personas que perderán la vida en el consumo, habrá familias que serán destruidas por completo, habrá zonas que convertirán en guetos malditos. Y todo por alimentar un enriquecimiento egoísta. No importa hacer escaleras que llevan a la riqueza con los cadáveres del prójimo.
El tercer grupo es el de los negacionistas. Se trata de personas que anteponen sus prejuicios, sus miedos, sus caprichos o sus veleidades al interés común. Es indiscutible la eficacia de las vacunas para frenar el contagio del virus. No podemos superar la pandemia sin la solidaridad. Pero estos militantes del egoísmo no hacen caso más que a su ego. Piensan de una manera y actúan de forma coherente con su interés, sin pensar en que dañan a los demás.
Forman el cuarto grupo de militantes del egoísmo las personas corruptas. Pienso especialmente en los políticos que, en una democracia, abusan de la confianza del pueblo que los elige. Los votantes les colocan en un puesto de responsabilidad para gestionar lo público y aprovechan la ocasión para burlarse de quienes les colocaron en ese puesto. No sirven al pueblo, se sirven de él para alimentar sus intereses. Decía Concepción Arenal que los grandes egoístas son el plantel de los grandes malvados.
El quinto grupo de militantes del egoísmo está integrado por los maltratadores. Su ego se alimenta del poder del patriarcado. Las mujeres son objetos que se manipulan y maltratan sin pudor. La violencia se descarga sin piedad sobre la víctima. Al maltratador solo le importa el daño que hace porque eso es lo que alimenta su miserable y cobarde poder. El ensañamiento puede llegar hasta causar la muerte de la victima. El yo del maltratador se acrecienta en la medida que destruye al tú que es la víctima.
Hay más grupos de militantes del egoísmo, como decía. Dejémoslo aquí para pensar en las soluciones. Una de carácter preventivo que es la que considero más importante.. Educar para la solidaridad es el mejor antídoto contra la proliferación del egoísmo. La empatía nos hace capaces de ponernos en el lugar del otro, de pensar en el otro, de procurar el bien del otro.
La educación emocional tiene en cuenta el desarrollo de habilidades sociales impregnadas de respeto a la dignidad del prójimo. La empatía no es solo un sentimiento de comprensión y aceptación del otro. Conlleva el compromiso de la acción. Dicen Ciaramicoli y Ketchman: “La empatía comienza con la comprensión pero, contrariamente a lo que mucha gente piensa, no termina allí. La persona empática no dice simplemente entiendo lo que estás sintiendo o pensando. Ese es solo el primer paso de un proceso largo y lleno de esfuerzo. Porque una vez que se tiene suficiente conocimiento y comprensión, la empatía requiere que nuestras ideas se transformen en acción”.
La escuela no tiene como objetivo que seamos buenos súbditos o buenos clientes. Tiene como tarea fundamental ayudarnos a ser buenos ciudadanos y ciudadanas. Freire decía que la educación no cambia el mundo, sino que forma a las personas que van a cambiar el mundo. Comparto la tesis de Nelson Mandela: la educación es el arma más poderosa para transformar el mundo.
En el año 2006, Barack Obama ofreció un discurso en el acto de graduación de la Universidad de Northwestern. En el mismo afirmó: “En este país se habla mucho sobre el déficit federal. Pero yo creo que deberíamos hablar más del déficit de empatía, de la habilidad de ponernos a nosotros mismos en los zapatos del otro, de ver el mundo a través de quienes son diferentes… El mundo no gira solo a tu alrededor”.
Tiene que haber una vigilancia extrema para que no se produzcan estos comportamientos que envilecen a la sociedad. Despreocuparse de estos hechos, no tratar de evitarlos, conduce a su proliferación. Cuando el clima moral se relaja, cada uno trata de aprovechar las ocasiones de obtener beneficios que conllevan el daño del prójimo.
La otra solución es de carácter coercitivo. Tiene que actuar la justicia con la necesaria contundencia cuando se descubren estos comportamientos egoístas, miserables, destructivos. No es la solución perfecta. Sin la primera que he planteado, se podría producir un mecanismo peligroso: lo importante no es evitar esos hechos sino evitar que sean detectados y castigados por la justicia.
Querido Maestro!
!Hoy el tema que trata me puede!
No quiero perder las formas, porque no es mi estilo.
Pero hay situaciones que claman al cielo y yo he vivido en mi propio ser un problema extremo de egoísmo.
Cuando el mal proviene de familiares cercanos te hunde en el pozo más oscuro de la impotencia y desaliento.
? Cómo puede hacer tanto daño alguien que por ley natural te tendría que proteger y querer?
La explicación sería larga y tediosa y provocaría en mi alma un dolor inmenso.
Que no estoy dispuesta a sufrir porque no me merece la pena.
Lo más desesperante es que el egoísmo se tiende a extender a todo el que está cerca y se crean redes que actúan de la misma manera pues siguen su ejemplo.
Y se forma los militantes del egoísmo de la forma más destructiva.
Impregnan su corazón de materialismo, todo para ellos, nada para los demás.
!Egoísmo puro y duro!
Y lo que nos queda a las personas que no pensamos igual es aprender de la historia vivida, estar preparada para futuras actuaciones, entender que nada es más importante que los afectos y el amor, que la verdad tarda en reconocerse pero que con el tiempo llega, que la paciencia es una virtud y por último que el tiempo te da la sabiduría necesaria para creer en tí.
Ya sin más por hoy reciban un gran abrazo para todos.
Que la semana os sea leve.
Besos
Querida Loly:
Esta semana has sido tú la que ha abierto la puerta de los comentarios. Como la semana pasada dijiste que te habías retrasado, ahora lo has compensado.Da igual el momento, desde luego. Siempre es bienvenido un comentario tuyo. Porque aporta ideas y emociones.
Y también tu experiencia personal. Hablas de la vida, de tu realidad, de lo que te pasa.
El egoísmo de los más cercanos es más destructivo.
Afortunadamente has sabido reaccionar para no quedarte hundida. Has sabido ser resiliente.
Besos. Gracias.
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Buenas Miguel Ángel!
Felicidades por el artículo y me encanta tus títulos, como te lo curras.
Se aprende con una sonrisa y es de Agradecer!
Me siento ahora como un peque que quiere decirle al señor MAS..quiero más!!!
Sabes que eres experto en Educación y necesitaríamos concretar los militantes del egoísmo en el universo educativo. Desde las instituciones, los centros, claustros ,CCEE, profesorado, familias..etc. que pueden ser y a veces son militantes del egoísmo…por eso hoy lanzó un grito afectuoso: MAS más!
En fin, uno come gratis con tu excelente articulo y encima quiere que le sigan invitando…amigos como yo, para que quieres enemigos ..
Mil gracias por abrir este melón con el deseo que las musas y los búhos de la estanterías te inspiren una segunda parte.
Saludos, abrazos y besos 3×3
Querido Miguel, querida Gema:
Se agradecen las felicitaciones y las incitaciones.
Los militantes del egoísmo en el terreno de la educación son doblemente dañinos porque la actitud egoísta es intrínsecamente contraria a la esencia del proceso.
Estupenda la invitación que te pone a pensar.
Es que esa es la ventaja de la amistad, que te estimula y te anima.
Un abrazo enorme. Siempre agradecido a vuestra amistad.
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Hola Miguel Ángel.
Sería egoísta por mi parte leer tu excelente artículo semanal y no dirigirte un comentario al respecto para que sepas que te leo. Lo hago semanalmente, aunque no comente en ocasiones. Por ejemplo, en el de la semana pasada sobre la salud mental, que conecta con el de ésta que trata sobre el egoísmo. Porque el egoísmo no deja de ser un problema mental.
Leí en alguna red social una interpelación a los aprendizajes que se deberían realizar en las escuelas. Entre ellos estaba educación emocional y el desarrollo de habilidades sociales. Muchos aprendizajes que pueden desarrollarse transversalmente con las materias curriculares, pero que, por nuestra obsesión por los contenido, se quedan marginados y descuidados, e incluso invisibles. y olvidados.
Es increíble la cantidad de datos o conceptos que debe acumular un niño o una niña sobre alguna disciplina curricular que no son significativos ni útiles y, por tanto, son olvidados en unos pocos días. Una enseñanza competencial que vaya más a la adquisición de una amplia y variada gama de capacidades podría hacer que el aprendizaje del alumnado sea significativo, funcional, motivador y efectivo. La educación emocional no se aprende en libros, se aprende en la práctica, pero para eso es preciso que se creen situaciones y contextos de aprendizaje que lo fomenten. Si la rutina es que los niños y niñas estén sentados en un pupitre calladitos y haciendo actividades del libro de forma individual no creo que se la solución.
Afortunadamente, la educación física propicia contextos de interrelaciones y situaciones de aprendizaje comunicativas en donde el alumnado puede aprender de una forma práctica y vivencial la colaboración, la ayuda, el respeto de personas y normas sociales, la empatía, la solidaridad, la cooperación, el acuerdo,… Pero claro, también en mi gremio hay quien se empeña en otras cosas, menos formativas…
Mens sana in corpore sano. La actividad física compartida, bien dirigida, resulta un recurso de primer orden para una educación integral del alumnado. Y a pesar de ello, muchos colegas se siguen quejando porque ahora el currículo le otorga hasta tres horas semanales.
Tú has apuntado algunas frases que muestran el egoísmo o el egocentrismo, que a mi juicio son dos conceptos íntimamente unidos. Te dejo yo otras también muy ilustrativas:
Eres un egocéntrico.
—¿Yo? ¡Pues anda que yo!
Y para demostrarte que no soy ególatra, dejemos de hablar de mí y hablemos de ti. ¿Qué opinas de mí?
…….
Buen fin de semana para todos y todas.
Un abrazo.
Querido Juan Carlos:
Siempre me alegra verte por aquí y siempre te echo de menos cuando no apareces.
Estupendo tu comentario de hoy, incluidas las dos anécdotas finales. Conocía la segunda e, incluso, creo que la he utilizado alguna vez en el blog.
Certeras tus apreciaciones sobre los contenidos del curriculum.
Estoy seguro de que en tus clases de educación física sabes aprovechar todas las ocasiones para propiciar el crecimiento personal en esa dimensión tan importante para las personas y para la vida.
Un gran abrazo y muchas gracias.
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Magnífico artículo, como siempre, Miguel Ángel.
Has hecho un certero análisis, a mi modo de ver, sobre el egoísmo, sus muchas manifestaciones y apuntado sus soluciones.
Yo simplemente me adhiero a la que creo fundamental de lo que has comentado: la EDUCACIÓN. El convencimiento de la persona de que hay otros seres semejantes a él y con los mismos deseos e inquietudes, creo, que es el camino para hacer un mundo más solidario y menos egoísta.
Ni la represión, ni las amenazas cambian a los seres humanos, creo que solo la convicción, y esa se consigue a través de una auténtica educación.
El castigo es disuasorio, pero dudo que sea educativo.
Personalmente a los ricos que evaden sus impuestos los considero, más que egoístas, que lo son, enfermos mentales.
Un abrazo agradecido por tus pensamientos que comparto y saludos a todos.
Querido Joaquín:
Algunas veces nos habituamos a actitudes que son excepcionales y, como se repiten, dejamos de darles importancia.
No me pasa a mí con tus aportaciones. Aunque son asiduas nunca dejo de valorarlas debidamente.Esa fidelidad a la lectura y a la participación me parecen admirables. Por eso las vuelvo a agradecer. Dedicar el tiempo a la lectura, tomarse la molestia de escribir y hacer siempre aportaciones sensatas y positivas es de agradecer. Sería egoísta si no lo viera así.
Un gran abrazo.
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Estimado profesor
Deseo contarle lo siguiente: mi madre es una mujer humilde con educacion secundaria, siempre la recuerdo trabajando y en muchas ocasiones la
acompañaba,… Recuerdo que al ver a un mendigo, a una anciana, o a alguien necesitado, ella siempre brindaba ayuda, una palabra, una moneda, un alimento, sabe! Ella fue y es mi referente, creo que tanto la solidaridad como el egoismo se aprende, valores que en el mejor de los casos debieramos aprenderlos en casa. Ahora tengo mi niña, y ese es uno de los valores que le estoy enseñando.
Gracias por su articulo, la lectura fue un momento para compartir con mi esposo.
Muchas gracias!
Querida Janett:
No sé desde dónde escribes pero, sea desde donde sea, quiero agradecer ese estupendo ejemplo que nos muestras de tu madre. Y que tú sigues practicando en la educación de tu hija.
Claro que se aprenden las actitudes. Por eso es tan importante el ejemplo.
Muchos besos.Muchas gracias.
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Le envio un fuerte abrazo, desde Perú!!
Querida Janeth:
Muchas gracias. Un fuerte abrazo también para ti.
Yo digo que los abrazos debería durar al menos 6 segundos.
Ya ves, he estado en 135 ciudades diferentes de Argentina. Algo parecido me ha pasado con Chile, Colombia, México, Brasil, Costa Tica… Pero nunca he pisado tu hermosa tierra.
¿Has estado tú en España?
Besos.
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Saludos
Apreciado Dr. Santos Guerra, comentaristas y lectores
El tema que trata me atrajo mucho. Porque justamente se vincula a veces a esta idea que promueve el neoliberalismo emocional en el que nos están educando: “quiérete a ti mismo”, “practica el yoismo”, “cree en ti”, “dejar de pensar tanto en todo, para pensar más en ti”. Un yoismo que supone trae consigo la feliciidad al pensar más en lo individual que en lo colecivo. Esta ideología se ha extendido como un virus. Por otro lado, es un comportamiento que vemos en algunos niños y niñas cuando tienen dificultad para compartir sus juguetes y sus cosas, y al respecto, pretendemos que sean generosos/as. Y es que es cuando los padres, las madres y quienes nos rodean son modelo de generosidad equilibrada es más sencillo. El caso es que me parece que hay graves consecuencias cuando la condición egoísta se vuelve violenta e intenta que la luz solo briille en su casa, al estar tratando de generar que esto suceda para ellos/as y si ya pasa, pues que no cambie, la pasan mal, sufren, están incómodo/a y hace padecer a otros. Y por eso siempre se hace necesario preguntarnos lo que Usted siempre nos preguntas ¿Cómo te sientes ante eso o ante aquello? No tan solo ¿Qué opinas o qué sabes del tema? Es necesario autoevaluarnos con honestidad personal, desde la búsqueda de congruencia.
Muchas gracias, por tan análisis tan necesarios.
Querida Lourdes:
Qué alegría verte de nuevo por aquí.
Tu comentario me parece claro, certero y aleccionador.
Gracias por compartir tus ideas.
De acuerdo con la crítica a la cultura neoliberal.
Hoy contestaré al correo que me enviaste.
Besos.
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Hola a todo el mundo,
Efectivamente, Sr. Guerra, hay infinidad de casos de egoísmo. Muchos camuflados. Aquel político podría crear más ministerios, tal, el país va muy bien y hay muchos posibles ministerios que serían de muchísima utilidad en este país de diez millones de personas en riesgo de exclusión social. Pero para la exclusión social ahí está el cheque para los que cumplen 18 años, que es la edad en que hace falta, no a los 16, ni 17, ni 19, ni 20….tiene tela marinera. Me lo expliquen porque yo soy muy largo de talle pero corto de entendimientos.
Tal vez el empresario que “camufla” impuestos, tenga su razón de hacerlo. Tal vez esté un poco quemado de que otro, con menos riesgo que él y más poder, malgaste lo que él paga en impuestos.
Pero como no tengo ganas de hablar de política, y ya que hay infinidad de modelos de egoísmo, me referiré al peor desde mi punto de vista. Que es el camuflado bajo la bandera de pobre hombre. Vive con poco, se conforma con poco, con los 436 euros de la paga social. Vente a trabajar, te pago el sueldo legal incrementado en un 20 %. No, que el Gobierno me quita la paga. Así, una patada a un piedra y salen varios. A ver si van a tener razón los Catalanes con lo de la independencia, claro, que por allí se ve que también cuecen habas, no veas la chusma que debe haber metida en Barcelona, a los noticiarios me remito, les acompaño en el sentimiento.
Para terminar y no extenderme, y en un acto de egoísmo por mi parte, tal vez sean estas mis palabras algo de ello, al menos en demostrar que les leo. Desde el Sábado que leí el artículo, lo llevé algo en mente, no siempre pero sí a ratos, y me digo, como no tengo mucho que aportar, pues la el Sr. Guerra se ha explayado, y los demás comentaristas también, especialmente Juan Carlos y Lourdes, y también Joaquín Alvarez aunque difiero con él sobre el empresario que evade “algo” de impuestos, el empresario no es enfermo mental, en empresario está quemado de tanto pagar e ir a la ruina mientras otros malgastan lo que él paga. Eso, que como no tengo mucho que aportar, contaré lo primero que me pase sobre egoísmo, dije, y en ello, hoy, estando en la finca, un operario que trabaja en la finca lindera, de estos que parece tener manos de madera de endurecidas que las tiene, se ha venido junto a mí a saludarme, le he invitado a que me cuente algo sobre egoísmo, le inicié con algo de política, se aburría, así que de cosecha propia me dice que la persona más egoísta que conoce la tiene en casa, que antes de venirse al campo, él, esconde dos latas de cerveza en la nevera, y cuando vuelve a casa ya se las ha zampado su suegra, y que lo peor no es que se las beba, lo peor es que no las repone, y claro, cuando llega a las cuatro de la tarde a su casa, si quiere cerveza se la ha de beber caliente. Y la cerveza caliente, dice, te hace pensar en un posible homicidio de un pariente afín.
Que tengan buena noche.
Estimado Don Quintiliano:
Otra buena parrafada. Se ve que la azada es una fuente de inspiración. Otros, con más libros, no discurrimos tanto.
No quieres hablar de política pero, en realidad, todo es política. Porque el ser humano es un animal político. Político es todo lo que se refiere a la polis, a la vida en común.
Me ha gustado la utilización que has hecho del artículo para explorar la opinión del operario que tiene las manos de madera pero la cabeza muy despejada.
Me faltó hablar de esos egoísmos domésticos, pequeños en apariencia pero constantes en cuanto a frecuencia. Lo describes muy bien en el caso de las cervezas de la suegra. Ingenioso efecto el que plantea tu vecino sobre los efectos de la cerveza caliente.
Un cordial saludo y gracias por la lectura del artículo y de todos los comentaristas.
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O.K., Sr. Guerra. En los egoísmos domésticos creo que hay abundancia en lo que ya trataste recientemente «cadáveres psicológicos», especialmente en lo referente al egoísmo de los jóvenes, muchos abusan de su derecho a ser mantenidos a cuerpo de rey, a coste y sacrificio de sus mayores. Muchas gracias por tus amables palabras. Un cordial saludo.
Estimado Don Quintiliano:
Hace tiempo escribí en este blog que hoy tenemos la GENERACIÓN DEL YO-YO Y DEL YA-YA.
Se insiste tanto en los derechos que, a veces, olvidamos que tambiénbtenemos obligaciones.
Saludos y buen riego.
MÁS
Sr. Don Quintiliano. En lo referente a mí no he dicho nada de empresarios, he dicho de ricos, que es muy distinto. Hay empresarios que lo pasan muy mal y necesitan mucha ayuda, pero el que ya es rico, más que necesitar ayuda creo que debe darla.
Me ha gustado lo de la cerveza. Eso me lo hace a mí montones de veces un hijo.
Saludos.
Efectivamente, llevas razón Sr. Joaquín, perdón por el error. No es lo mismo empresario que rico. He caído en un error muy frecuente de la extrema izquierda, los he equiparado. Perdón. Gracias por la enmienda. Un cordial saludo.
Magnífico artículo Miguel Ángel! Me llama mucho la atención como hay tanta infinitud de egoísmos y como puede afectar socialmente ello. Coincido con cada cosa que expones y creo que falta mucha educación como para que este tipo de pensamientos se solucione. Creo que el egoísmo es el mayor veneno que puede tener una persona y en esas situaciones se puede ver como la envidia invade las vidas de todas aquellas personas que actúan así.
Querida Carmen:
Gracias por leerme y por escribirle comentario.
Es cierto, como dices, que el egoísmo es un veneno que mata la convivencia.
He citado cinco grupos, pero hay muchos más. En realidad, el egoísmo afecta a todos los ámbitos de la vida.También en la vida cotidiana hay personas que solo piensan en el prójimo para aprovecharse de él.
Muchos besos.
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