Cadáveres psicológicos

16 Oct

Desde el año 1994, el 10 de octubre se celebra el Día Mundial de la Salud Mental. El lema de este año es el siguiente: “Atención de salud mental para todos: hagámosla realidad”. Para todos y todas, claro. El lema es una llamada necesaria y urgente a pasar de las reflexiones y de las lamentaciones a la acción. Hay que concentrarla atención mundial en la identificación, tratamiento y prevención de los trastornos emocionalesy de conducta.

El objetivo que persigue la celebración, es el de recordar que la salud de cada individuo es la sólida base para la construcción de vidas plenas y satisfactorias. Esto tiene una estricta correlación con la definición de “salud”(1946) propuesta por la OMS, que la considera como un “estado de completo bienestar físico, mental y social, no solamente la ausencia de afecciones o enfermedades”. Así, se establecen estrechos vínculos entre la salud física y la salud mental, entendiendo que son pilares fundamentales para el bienestar.

La pandemia de la Covid-19 ha tenido un gran impacto en la salud mental de las personas. Algunos grupos, como los trabajadores de la salud y otros trabajadores de primera línea, los estudiantes, las personas que viven solas, las personas mayores y las que tienen afecciones mentales preexistentes, se han visto especialmente afectadas. Y los servicios de atención para los trastornos mentales, neurológicos y por consumo de sustancias se han visto interrumpidos en unos momentos y desbordados en otros.

Sabemos que todo lo relacionado con la salud mental constituye todavía un tabú, aunque se esté resquebrajando. Todavía no decimos con la misma tranquilidad que un hijo va al podólogo que al psicólogo o al psiquiatra. Ni los profesionales de una y otra rama médica gozan del mismo estatus social. Hay cierta sospecha sobre el hecho de que el profesional de la salud mental padece alguna tara psicológica, como muestran algunas bromas maliciosas. De este tipo:

Le pregunta un psiquiatra al nuevo paciente:

  • ¿Qué problema tiene usted?
  • Doctor, creo que tengo doble personalidad.
  • Pues siéntese, que vamos a hablar tranquilamente los cuatro…

Absorbidos por los efectos de la Covid-19 sobre la salud corporal, nos hemos olvidado de que también existe otro tipo de salud y de muerte. Yo hablo de cadáveres psicológicos. Digo de ellos que se diferencian de los físicos en que no huelen, se mueven, hablan, andan y hasta se ríen.

 

Me preocupa especialmente la salud mental de los jóvenes. He leído hace  muy poco que cada año se producen en el mundo 46.000 muertes de jóvenes por suicidio. El suicido es la cuarta causa de muerte de jóvenes entre 15 y 19 años. Cifras probablemente rebajadas, dadas las concepciones vergonzantes que existen sobre esta cuestión en la mayoría de países del mundo.¿Qué es lo que hace que un joven, que se está abriendo a la vida, decida quitársela? 

En el programa del Intermedio del lunes, día 11 de octubre, la reportera Andrea Ropero hizo una excelente entrevista a Claudia Fajarnés, una joven de 23 años que padece una  anorexia nerviosa desde que  tenia 15. Ocho años de infierno.

Hablaba la entrevistada, desde Oxford,  de las dificultades económicas para ser atendida, de las interminables esperas, de los ingresos en centros especializados carísimos, de las recaídas, de la presión social.Pedía que estos problemas dejen de ser tabú y aconsejaba a quienes padecen la enfermedad que  pidan ayuda y que la sociedad ofrezca apoyo y medios, ya que se trata de enfermedades de larga duración.

La ansiedad social y el trastorno de la conducta alimentaria son dos patologías que se han agravado durante el confinamiento en el que muchos jóvenes han sufrido en silencio problemas de salud mental. “Todo el día encerrada en casa, tenía pensamientos que no eran buenos”, decía una joven hace unos días en la televisión. 

Uno de cada siete adolescentes en todo el mundo tiene problemas de salud mental diagnosticados. El 58,3 % de los españoles y españolas de entre 15 y 24 años dice sentirse “a menudo” ansioso, nervioso y preocupado y el 36 % “a veces”, según reveló Unicef esta semana en un informe. 

Acudir a un psicólogo en el sistema público es una de las mayores demandas de todos estos jóvenes que piden que no se les aísle y denuncian la falta de recursos. Según datos de 2018, en España hay solo 6 psicólogos por cada 100.000 habitantes, tres veces menos que la media europea. “En España va al psicólogo solo quien puede”, dice a EFE Patricia Jiménez, quien explica que una sesión en la capital española puede costar desde 50 a 120 euros.

A la falta de profesionales en el sistema público, se suma el precio para poder acceder a un tratamiento adecuado y continuo, por lo que muchos pacientes solo acuden a la sanidad pública para tratar ataques puntuales con fármacos. “Yo lo recibo todo el tratamiento  privado, a la pública solo he ido cuando he tenido picos de ansiedad, la gente que conozco que ha ido la han atendido cada mes y una terapia si no es semanal deber ser como mucho quincenal; en un mes te puede pasar de todo y tu cabeza tener ese sufrimiento”, afirma una paciente.

Las atenciones hospitalarias por autolesiones, que algunos adolescentes se infligen como vía de escape de una situación de desbordamiento emocional, se han disparado en los últimos años, un fenómeno que ya se había incrementado antes de la pandemia y que la Covid-19 ha agravado. Estudios publicados en los últimos diez años centrados en Cataluña indican que un 11,4% de los jóvenes se ha autolesionado al menos una vez en su vida, y en Europa se habla de una prevalencia del 27,6%.

Se viene observando una tendencia alcista, previa a la pandemia, de jóvenes que llegan a urgencias con autolesiones. En el periodo de 2014 al 2017 ya seprodujo un aumento del 21% de las consultas en urgencias pediátricas por este motivo y entre 2019 y 2021, el incremento pasó a ser de “casi el doble”. 

Las psicosis y las neurosis encuentran terreno abonado en los jóvenes durante una pandemia que no acaba nunca. Le oí a un profesor de psicología esta ingeniosa aclaración sobre la diferencia entre psicosis y neurosis: el psicótico no sabe que dos y dos son cuatro; el neurótico sabe que dos y dos son cuatro, pero le da rabia.

¿Quién puede decir que goza de una inmejorable salud mental? ¿Quién puede asegurar que siempre la tendrá? Hace tiempo leí en un cartel: “Todos somos raros menos tú y yo; incluso tú eres un poco raro”.

Parece que los jóvenes de hoy tienen una vida fácil, cómoda y divertida. Yo no lo creo así. Pienso que viven en un contexto hostil y en una cultura cargada de insolidaridad, individualismo, egoísmo, competitividad, hipertrofia de la imagen y relativismo moral. Un contexto adverso para crecer de forma sana.

Hace años, en mi cultura rural, un joven de 15 años constituía el pilar fundamental de la familia. Eso sucedió con mi padre. Sobre sus espaldas recayó el peso del mantenimiento de la familia paterna. Un joven de nuestros días se siente un parásito hasta los 35 años. Ni encuentra trabajo, ni puede independizarse, ni puede hacer un proyecto de vida, ni puede pensar en la importancia que tiene su persona y su trabajo para la familia y para la sociedad. 

No es fácil cultivar el autoconcepto y la autoestima en una sociedad que presenta tramposamente modelos a través de las redes y los medios de comunicación. Jóvenes de belleza imposible de alcanzar, empresarios de éxito insuperable, deportistas multimillonarios de estatus  inaccesible, cantantes de éxito inalcanzable ¿Qué les espera a ellos en el mejor de los casos? Muchos años de estudio, muchos esfuerzos permanentes, dificultad extrema para alcanzar trabajo (el paro juvenil en España supera el cuarenta por ciento). En una etapa en la que se necesita psicológicamente valer para algo y para alguien, el joven no encuentra una ocupación después de muchos años de esfuerzo… 

Detrás de este fenómeno, a menudo poco comprendido por la sociedad, hay diferentes variables, como entornos familiares, de escuela o amistades,la presión de las redes sociales, una sociedad con cambios rápidos y una elevada exigencia con los menores, desde muy pequeños.

La educación emocional, en la familia y en la escuela, es la mejor prevención de enfermedades mentales y el mejor camino para conseguir la salud emocional.

20 respuestas a «Cadáveres psicológicos»

  1. Buenas Miguel Ángel!
    Hoy nos regalas un tema importante y necesario que ha estado en la sombra mucho tiempo. Las cifras son escalofriantes y elocuentes por si mismas; no creo que podamos seguir mirando a otro lado. Por fin está en el debate político pero necesitamos personas como tú que difundan la necesidad de una buena salud mental. Mil Gracias.
    Nuestro sistema actual no solo mata sino que también nos enloquece..y hay denunciarlo.
    Bueno Maestro, hoy te mandamos saludos desde Leganés que estamos en el IV Congreso de Coeducación de Clavico.
    Mil besos y abrazos 3×3

    • Querido Miguel, querida Gema:
      Ya veo que vosotros estáis donde hay que estar. Siempre en el camino del aprendizaje, del compromiso y de la mejora.Creo que he dicho que el tema de la coeducación me viene persiguiendo desde que en 1984 escribí C0EDUCAR EN LA ESCUELA, POR UNA ENSEÑANZA NO SEXISTA Y LIBERADORA. Después coordine el libro EL HARÉN PEDAGÓGICO. PERSPECTIVA DE GÉNERO EN LA ORGANIZACIÓN ESCOLAR y hace poco salió en Argentina CONTRA EL SEXISMO. TEXTOS Y PRÁCTICAS POR LA IGUALDAD. Este último contiene cincuenta textos sobre el tema, cincuenta sugerencias para el aula y cincuenta para la la escuela. Y ahí estais vosotros en la brecha. Admirable. Gracias por vuestro ejemplo.
      El artículo de esta semana se ocupa de una cuestión más que inquietante y más que urgente.
      Gracias por leer y por estar ahí con vuestro comentario.
      Un gran abrazo de Málaga a Leganés.
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  2. Querido Miguel Ángel. Magnífico y sensible artículo en el que nos invitas a pensar sobre un tema importantísimo para le felicidad personal.
    Con mucha frecuencia hablamos del paro juvenil, de la economía, de la vivienda y de tantos temas en los que se ve envuelto nuestro devenir por la vida. Ahora se comienza a hablar del tema de la salud mental y, de su ausencia, que se convierte en un grave problema.
    Has apuntado muchas de las razones que llevan a ese desequilibrio que puede llevar a que la vida se convierta en tan insoportable que se acuda al suicidio.
    Cómo bien insinúas que nos pasa es decir que sólo tú y yo tenemos un buen equilibrio mental, bueno sobre todo yo.
    Para corroborarlo diré que, sobre todo, una vez en la vida, llamaba a gritos a la muerte y no por problemas físicos, sino por angustia mental al no encontrar salida, que por cierto surgió como caída del cielo.
    Los dolores del espíritu los considero, al menos, tan agudos como los físicos.
    Como estos dolores no nos son perceptibles como, digamos, el que nos provoca una cojera, tendemos a desconfiar del que los padece, como si fuera un cuentista.
    El ser humano es cuerpo y sobre todo espíritu. Ya es hora de cuidar lo más importante en nosotros: el espíritu.
    Un abrazo, querido Miguel Ángel, y saludos a todos.
    P.D. Don Quintiliano, siempre me has caído especialmente bien. Nos traes la naturaleza a este blog, que es mayoritariamente de los que son o han sido educadores.
    Soy hijo de labradores. Magnifica clase magistral sobre los injertos. Y de política también dices verdades como puños. Te admiro.

    • Querido Joaquín:
      Gracias por tu estupendo comentario.
      No entiendo el siguiente párrafo: “Para corroborarlo diré que, sobre todo, una vez en la vida, llamaba a gritos a la muerte y no por problemas físicos, sino por angustia mental al no encontrar salida, que por cierto surgió como caída del cielo”. No sé a qué ni a quién te refieres.
      Es verdad que muchas veces no tenemos la misma sensibilidad para los dolores físicos que para los dolores psicológicos.Ni contemplamos con semejante interés las necesidades físicas que las psicológicas.
      Es una llamada de atención importante la que nos hace el Día Mundial de la Salud mental.
      Y me reafirmo en la importancia de la educación emocional.
      Un abrazo, querido amigo.
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  3. Querido Miguel Ángel, ese párrafo está claro que se refiere a mí. Tenía 28 años y nunca lo olvidaré. Espero poder disfrutar algún día de tu compañía y te lo contaré.
    Un abrazo.

    • Querido Joaquín:
      No podía creer que se refieriese a tu propia historia. Por eso no me cuadraba.
      Imagino por dónde van los tiros, pero ya tendremos ocasión de hablar de ello, si lo tienes a bien.
      Un gran abrazo.
      MÁS

      ¿Tú conociste a José María Múgica? Estuvo conmigo cuando fui director del Colegio de Madrid. Después fue Director General de la OCU durante 25 años. Pues bien, ayer falleció en Madrid. Hoy será incinerado. Teníamos una gran amistad. Tiene esposa y dos hijos. Me hubiera gustado viajar a Madrid pero estoy solo con Carla estos dñias.

  4. Querido Maestro!
    Hoy en el comentario hace alarde de su gran sabiduría pedagógica para guiarnos hacia una mejor salud mental.
    Siempre que he pedido algo a ese ser superior al que todos nos agarramos para salir del caos en el que nos encontramos, le he pedido lucidez.
    Una palabra mágica que implica que pase lo que pase tenga los pues en el suelo y la fortaleza mental para recorrer el camino acertado.
    Desde que leí el libro “sin miedo” me he sentido fortalecida en mis ideas y en qué se puede salir siempre que sigas los parámetros de afrontar, aceptar, flotar y dejar pasar el tiempo.
    Me he fortalecido en la autoestima, en el autoconcepto, en la sensibilidad, en la armonía en la sensatez, en darle prioridad a lo importante y dejar de lado la nimiedad.
    Parece mentira que un libro te haga sentir que estás en el camino correcto.
    La salud mental tiene que ser la principal meta de los humanos.
    Que cada cual tiene la fuerza de salir del infierno si tiene propósito de enmienda.
    Que no necesitamos pastillas si tenemos la empatía suficiente y nos queremos.
    Los afectos son la mejor medicina para los cuerpos.
    Y que trasmitir lo que sabemos para que los demás lleguen al mismo punto de encuentro es la mejor terapia lo que nos da la estabilidad que necesitamos.
    El contacto físico, la cercanía, el interés y muchos afectos nos llevará a cambiar este mundo incierto.
    Si todos, incluidas las administraciones, ven que la salud mental es lo primero, estaremos todos más felices, más enteros.
    Perdón por el retrasillo en mi comentario!
    Que sean felices y que se cumplan los sueños!
    Sin más me despido con un cordial abrazo para todos.
    Que la semana os sea leve.
    Besos.

    • Querida Loly:
      No te preocupes por el retraso. Siempre es buen momento para leer tus comentarios.
      Me alegra que la lectura de un libro te haya ayudado a sentirte mejor.
      Es cierto que el mundo emocional es la raíz de la salud mental.
      Gracias por estar ahí aportando tu experiencia, tus ideas y tus emociones.
      Besos.
      MÁS

  5. Hola a todo el mundo,

    Muy interesante tema. Más aún en la salud mental de los jóvenes. Así es, Sr. Guerra y demás comentaristas. Gracias a todos. Tus cinco últimos párrafos resumes el problema, Sr. Guerra, a partir de cuando dices “parece que los jóvenes de hoy tienen una vida fácil, cómoda….”. A pies juntillas, amén, es el precio a pagar por este estado de evolución y falso bienestar. Los hijos mal atendidos, y comprados emocionalmente por sus padres, en los estados familiares actuales de padres separados, o los dos trabajando diez o doce horas al día para satisfacer el consumismo occidental. La solución pareces darla en el último párrafo del escrito, llevas razón, pero la educación emocional sin ejecutividad se queda pobre.

    Yo no tengo la solución, solo propongo, o sueño con proponer. Llamo ejecutividad al necesario paso para que lo dicho tenga eficacia. Hacer más que decir. Romper en gran medida con la cultura occidental. Hombre, a estas alturas no me voy a hacer comunista, ya le gustaría al Sr. Lema. Donde andará?. Romper con los patrones preestablecidos. Romper con las modas. Romper con el consumismo. Se puede ser infinitamente más digno y feliz siendo campesino, o barrendero, o jardinero, o cocinero, o cabrero, que siendo juez o alcalde. Lo puedo demostrar con datos objetivos, a los primeros siempre les veo ganas de reir, a los jueces, siempre los vi enfadados. Hacer calar el mensaje.

    Ahora los profesores me apedrearán. Para romper con patrones o ignorancias establecidas es imprescindible la autodidáctica. Enseñanza obligatoria, la actual, hasta los 8 años, de 8 a 12 la mitad del temario escolar que sea autodidáctica y la otra mitad enseñanza de ciencias -química, matemáticas, física-. El profesor, para enseñar autodidáctica, prácticas y ciencias. Un profesor enseñando historia la tergiversa en el sentido de su opinión política y lo peor es que contamina al alumno, le priva de su razonamiento propio. Un profesor enseñando derecho solo hace viciar lo que ya dicen los manuales, además del tremendo perjuicio en contaminar a su alumnado con sus ideas occidentales de patrones y valores demostradamente perjudiciales para la felicidad del individuo. Parece que olvidamos que el fin último del individuo es la FELICIDAD.

    Hace apenas 7 días, en el anterior artículo, en otro contexto distinto al aquí presente, escribí el siguiente párrafo, “”””Con estas reglas que he ido conociendo y explorando con el tiempo, mi ayudante de campo (chica joven licenciada en derecho que nunca injertó antes), ha puesto unos 400 parches desde junio a septiembre de 2021, de limón verna sobre pie de naranjo amargo y también en pie de naranjo amargo pero sobre injerto de naranjo navelate y naranjo navelino. Solo he visto uno seco, no sé si será por estas sencillas reglas o por sus estudios derecho””””.

    Ahora me gustaría que comentasen al respecto de esta protagonista, lo que se les ocurra, gracias. Adelanto que la conozco bien, y la felicidad que transmite desde hace apenas unos meses, solo es comparable a la que desbordaba cuando tenía seis o menos años de edad.

    Perdón por la extensión, el tema da para muy largo.

    P.D. Muchas gracias por tus opiniones tan positivas, Sr. Joaquín Álvarez. Exageras un poco. La verdad es que con comentarios así se anima uno a que le conozcan un poco más por aquí. También te tengo en gran estima, seguro que fuiste un profesor muy querido.

    Que tengan buena tarde.

    • Estimado Don Quintiliano:
      ¡¡¡Y luego dices que lo tuyo no es la intelectualidad!!!
      No hay señal más clara de inteligencia que tratar de ser felices y de ser buenas personas. Olvidamos, como dices, cuál es el fin último del ser humano.
      De acuerdo con la autodidáctica.
      La finalidad de la educación no es hacer que piensen como nosotros sino que aprendan a pensar.
      Respecto a a eficacia de tu ayudante, qué duda cabe que su altísima eficacia viene del aprendizaje sobre la práctica. Y sobre su felicidad tampoco dudo. Lo decía aquel jardinero: Seamos felices mientras PODAMOS.
      Yo también echo de menos a José Antonio.
      Un gran abrazo y muchas gracias.
      Y a ver si llueve de una vez.
      MÁS

    • Estimado Don Quintiliano:
      Se me olvidó decirte que yo no he tenido tanta suerte (o tanta sabiduría aplicada) como tuvo tu ayudante con los 399 aciertos de 400. Yo solo he tenido 3 de 11. El porcentaje es el de un aficionado. Y te aclaro que yo no fui quien injertó. Lo hizo el padre de un amigo. No tendría tanta confianza en el arte o la ciencia del injerto cuando en el mismo arbolito hizo ¡11 injertos!
      Tendré que acudir a tus clases.
      Un cordial saludo.
      MÁS

  6. Querido Miguel Ángel:
    Ciertamente el tema que aborda es de un gran interés, que además se hace imprescindible en el tiempo actual de Pandemia.
    Creo que aunque es verdad que siempre ha sido un tema tabú (si ibas al psicólogo es porque estabas medio tarado como mínimo), actualmente los jóvenes se están encargando de normalizar esa situación para pasar a verla como necesaria si de verdad quieres encontrar respuestas ante situaciones que te desbordan y te hacen sentir mal o al menos no todo lo bien que quisieras sentirte. Actualmente en mi alrededor hay varias jóvenes cercanas que asisten al psicólogo semanalmente y no lo ocultan.
    Por ello comparto contigo la necesidad de una atención pública en este sentido (los sueldos actuales de los y las jóvenes apenas les permiten independizarse siquiera, así que será muy difícil que puedan financiarse de manera privada la ayuda profesional que puedan necesitar para su salud mental y su estabilidad emocional.
    Como siempre en todas las cuestiones de la vida, la educación es una pata fundamental que contribuye no solo a la formación de las personas, sino también a su bienestar mental, es por eso que la educación emocional debe tener un espacio transversal en nuestras escuelas.
    Muchas gracias por tu estupendo artículo, que, como siempre, aporta tantos datos para fundamentar y argumentar la idea central.
    Un abrazo grande
    M. Ángeles Peláez

    • Querida Mariángeles:
      Gracias por leer el artículo, por valorarlo tan positivamente y por el comentario que has enviado. Siempre son enriquecedoras tus aportaciones.
      También se nota que hablas desde dentro cuando te refieres a cuestiones educativas.
      La pandemia nos h hecho centrar la atención en las muertes y las secuelas físicas de la enfermedad. Diariamente se nos han ofrecido estadísticas de estas cuestiones, pero ni una sola sobre los problemas de salud mental que ha provocado esta crisis.
      Hay que comprobar lo que pasa y, como dices, dar una respuesta eficaz desde la sanidad pública.
      Besos.
      MÁS

  7. Importantísimo tema.
    El sufrimiento psicológico de las personas parece de menor importancia que el dolor físico.
    Hay muchas secuelas psíquicas de la pandemia que no se están teniendo en cuenta.
    El artículo es una magnífica llamada de atención.
    Es necesario dar respuesta a tantas necesidades, especialmente las de los niños y los jóvenes.
    Gracias articulista y al autor.

    • Querida Marta:
      Gracias por leer el artículo y por hacerte eco de él a través de este comentario.
      Lo primero que hay que conseguir es hacer visible el problema.
      Pero eso no basta. Hay que dar solución al problema.
      Me preocupa mucho la salud mental de los jóvenes, como plantea en el texto.
      Las familias tienen que luchar por las soluciones.
      Besos,
      MÁS

  8. Cuánta razón.
    Se ha hablado de los muertos y de los enfermos durante la pandemia, pero muy poco de los que han enfermedad mentalmente.
    Y lo primero que hay que hacer para solucionar un problema es tener conciencia de que existe.
    Gracias por esta llamada de atención.Elena

    • Querida Elena:
      Gracias a ti por leer, por escribir y por animar.
      Valoro mucho que hayas dedicado tu atención, tu tiempo y tu análisis al tema que he planteado en el artículo de esta semana.
      Muchos besos.
      MÁS

  9. Vaya tema.
    Ahora me pregunto cómo es posible que no se haya hablado y atendido este problema.
    Cuántas personas han sufrido y están sufriendo horrores por la pandemia, Depresiones, fobias, neurosis, psicosis…
    Pero no hay consciencia sobre estos problemas y, desde luego, no hay suficientes medios para solucionarlos.
    Gracias y soludos

    • Querido José Antonio:
      Gracias por reconocer la importancia del problema que he planteado en el artículo.
      Creo que hay que insistir en la necesidad de atender todas las necesidades de índole psicológica.
      Primero hay que diagnosticarlas y luego hay que tratarlas.
      Hacen falta muchos medios.
      Muchas personas no disponen de medios para hacer frente a tratamiento largos y caros.
      Un abrazo.
      MÁS

  10. Queridos y queridas comentaristas de esta semana:
    Nunca he agradecido de forma general a todos y a todas las comentaristas de este blog, la enorme aportación que hacéis.
    – No he tenido que rechazar NI UN SOLO COMENTARIO porque mostrara una falta de respeto a nadie.
    – La inmensa mayoría de los comentarios son largos y tienen contenido. Es decir, no son protocolarios.
    – Hay un grupo de personas asiduas que nunca fallan y es de agradecer la fidelidad durante tanto tiempo.
    Creo que vosotros y vosotras hacéis de este lugar un punto de encuentro agradable y enriquecedor.
    Muchas gracias.
    MÁS

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