El maestro de Carrasqueda

11 Jul

La escuela rural es la gran olvidada del sistema educativo. Es casi invisible. Este artículo quiere rendir homenaje a los maestros y maestras que trabajan humilde y esforzadamente en las escuelas rurales de este país y del mundo entero. Para rendirles ese merecido tributo de admiración, gratitud y afecto, comentaré brevemente un cuento de Miguel de Unamuno titulado “El maestro de Carrasqueda”.

El relato breve no es uno de los territorios literarios más cultivados por Unamuno. Sin embargo, lo practica con cierta asiduidad desde 1886. El número total de sus cuentos supera los ochenta títulos. En muchos de ellos se hace patente el yo de Unamuno o, mejor dicho, los distintos yos (también sería correcto decir yoes) que se pueden deslindar en cada persona: el que uno es, el que uno piensa que es, el que uno quiere ser, el que los demás piensan que uno es y el que los demás quieren que uno sea. Los cuentos unamunianos son un reflejo de su pensamiento, de su vida y de su persona. Recuérdese que para el filósofo bilbaíno todo relato es autobiogáfico.

Jesús Gálvez Yagüe ha sintetizado con estas palabras algunas de las principales características de estas producciones: “Los cuentos de Unamuno, breves, fibrosos, de poca ficción, restringidos casi siempre, como sus novelas, a la narración de peripecias interiores, vibran con la luminosidad íntima propia de la poesía”.

Hace poco, mi querida amiga Carmen Gallego, me hizo el regalo de descubrirme este cuento de Unamuno que yo no conocía. Me dijo que a ella, cuando lo releía,  le despertaba una profunda emoción. Ni me sorprende. Ahora he sabido que fue publicado en la revista madrileña “Lectura” del mes de julio de 1903. Se titula “El maestro de Carrasqueda”, pueblo que, en el devenir del relato, se hace más concreto en Carrasqueda de Abajo.

Remito al lector o lectora al texto íntegro (cuatro páginas solamente), mientras destaco aquí tres cuestiones que me han llamado la atención.

La primera ocupa hoy un importante espacio educativo. Me refiero a la presencia que ha de tener el corazón en la guía del comportamiento humano. El cuento comienza con las palabras “discurrid con el corazón”, frase que sirve de pauta para la resolución de un interesante dilema moral. Voy al cuento: “Discurrid con el corazón, hijos míos, que ve muy claro, aunque no muy lejos. Te llaman a atajar una riña de un pueblo, a evitarle un montón de sangre, y oyes en el camino las voces de angustia de un niño caído en un pozo: ¿le dejarás que se ahogue? ¿Le dirás: No puedo pararme, pobre niño; me espera todo un pueblo al que he de salvar? ¡No! Obedece al corazón: párate, apéate del caballo y salva al niño. ¡El pueblo… que espere! Tal vez sea el niño un futuro salvador o guía, no ya del pueblo, sino de muchos”.

“Obedece al corazón”, dice Unamuno con acierto, a través de los labios de Don Casiano,  el maestro de Carrasqueda, a un grupo de mozalbetes que le escuchan. Y, a renglón seguido, explica que, ante esos muchachos, “se vaciaba el corazón”. Me sorprende el número de veces que aparece la palabra corazón en el relato.

Acabo de publicar en la editorial Homo Sapiens ”Educar el corazón. Los sentimientos en la escuela”. Considero fundamental que esta dimensión de la persona tenga cabida en la escuela, no como un añadido ornamental, sino como eje de toda la actividad educativa.

La segunda cuestión tiene que ver con la formación de discípulos que alcanzan luego la celebridad y que desempeñan en la sociedad  puestos de responsabilidad que la mejoran. Muestra así el poder de la educación. Dice el cuento:

“Había, sin embargo, entre aquellos chicuelos uno para entenderlo: nuestro Quejana. ¡Todo un alma aquel pobre maestro de escuela de Carrasqueda de Abajo! Los que le hemos conocido en este último tercio del siglo XX, anciano, achacoso, resignado y humilde, a duras penas lograremos figurarnos a aquel joven fogoso, henchido de ambiciones y de ensueños, que llegó hacia 1920 al entonces pobre lugarejo en que acaba de morir, a ese Carrasqueda de Abajo, célebre hoy por haber en él nacido nuestro don Ramón Quejana, a quien muchos llaman el Rehacedor”.

Ramonete Quejana (el apellido nos remite a Alonso Quijano)  es un joven, hijo del alcalde, que acaba siendo Don Ramón, gracias a la atención y a la formación del maestro del pueblo. Cuando, ya en la cumbre de su éxito, quiere condecorar a Don Casiano, este le hace desistir de su idea, diciendo algo tan hermoso como contundente: “Tú eres mi condecoración”. 

Dice en otro lugar el autor del cuento: “Dios no le dio hijos de su mujer; pero tenía a Ramonete, y en él al pueblo, a Carrasqueda todo: «Yo te haré hombre —le decía—; tú déjate querer». Y el chico no sólo se dejaba, se hacía querer. Y fue el maestro traspasándole las ambiciones y altos anhelos, que, sin saber cómo, iban adormeciéndosele en el corazón. Era en el campo, entre los sembrados, bajo el infinito tornavoz del cielo, donde, rodeado de los chicuelos, Ramonete allí juntito, a su vera, le brotaban las parábolas del corazón”.

La tercera cuestión que quiero resaltar tiene que ver con la muerte del maestro, acaecida por su voluntad en la escuela, cerquita del encerado, frente a aquella ventana que daba a la alameda del río… Concluye así el cuento:

“Todos recordarán aquel viaje precipitado de don Ramón a su pueblo, cuando, dejando colgados graves asuntos políticos, fue a ver morir a su maestro, ochentón ya. Hizo este que le llevaran a morir a la escuela, junto al encerado, frente a aquella ventana que da a la alameda del río, apacentando sus ojos en la visión de las montañas de lontananza, que retenían las semillas de los ensueños todos que, contemplándolas, le habían florecido al maestro en el huerto del espíritu. En el encerado había hecho escribir estas palabras del cuarto Evangelio: «Si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, él solo queda; mas si muriere, lleva mucho fruto». Al acercársele la piadosa Muerte, le levantó a flor de alma las raíces de los pensamientos como en el mar levanta, al acercársele, la Luna las raíces de las aguas. Y su espíritu, cuando sólo le ataba al cuerpo un hilo, sobre el que blandía la Muerte, piadosa, su segur, henchido de inspiración postrera, habló así:

—Mira, Ramonete: se me ha dicho mil veces que mi voz ha sido de las que han clamado en el desierto…, ¡sermón perdido! Yo mismo os repetía en la escuela, cuando tú no me entendías: «¡Es como si hablase a la pared!» Pero, hijo mío, las paredes oyen; oyen todo, y todo empieza, ahora que me muero, a hablarme a los oídos. Mira, Ramonete: nada muere, todo baja del río del tiempo al mar de la eternidad, y allí queda…; el universo es un vasto fonógrafo y una vasta placa en que queda todo sonido que murió y toda figura que pasó; sólo hace falta la conmoción que los vuelva un día…”.

El maestro se va, pero su obra sigue viva. Decía Rubem Alves en su hermoso y breve libro “La alegría de enseñar” (qué tremendo hablar como hablamos de “carga docente”): ”Enseñar es un ejercicio de inmortalidad. De alguna forma seguimos viviendo en aquellos cuyos ojos aprendieron a ver el mundo a través de la magia de nuestra palabra…. Por eso, el profesor nunca muere”.

La profesión docente es, en esencia, optimista. María Dolores Avia y Carmelo Vázquez escribieron hace años un interesante libro que tengo ahora entre las manos: “Optimismo inteligente”.  En el penúltimo párrafo del libro, casi como una conclusión, dicen: “Posiblemente la ilusión es la fibra con la que están hechas nuestras vidas, e intentar apartarse de esta corriente es  ir contra la historia, la evolución y la propia vida”. La ilusión de dedicarse a la enseñanza. La ilusión de ser un maestro rural, una maestra rural. 

35 respuestas a «El maestro de Carrasqueda»

  1. QUERIDO AMIGO Y MAESTRO MIGUEL-ÁNGEL:
    Un saludo muy cordial. Muchos abrazos llenos de ternura para Carla y Lourdes.
    No había leído el cuento de Unamuno que en el artículo de hoy vas desgranando con gran acierto. Si me permitís tú y los lectores y lectoras, adjunto el siguiente enlace del Centro Virtual Cervantes (edición fiable del texto íntegro del cuento):
    http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/cuentos-785998/html/85405adb-40f9-46b7-ac86-fd384da51cdf_3.html#I_23_

    • Querido Carlos:
      Solo tengo gratitud para ti.
      -Por acordarte siempre de Lourdes y de Carla.
      -Por leer a una hora tan intempestivo (¡¡¡5 de la mañana!!!)
      -Por escribir en este blog para enriquecimiento de todos y de todas.
      -Por el enlace que permite leer el cuento íntegro, como aconsejo en el artículo.
      Yo fui un dio que asistió a la escuela rural (entonces solo de niños). Sé de su importancia.
      Cuando se va la escuela de un pueblo, se expide el certificado de defunción del pueblo.
      Un gran abrazo para ti y para Eli.
      MÁS

      • QUERIDO MIGUEL-ÁNGEL:
        Muchísimas gracias por tu respuesta tan halagadora que no merezco.
        -Cuando redacto mis modestos comentarios, siempre dirijo unas palabras que canalizan mis sentimientos sinceros de cariño, afecto y admiración que profeso a Lourdes y a Carla. Como bien sabéis, podría decir que a Carla la conozco desde antes de haber nacido, ya que tuve la gran suerte de trabajar con Lourdes en el momento de la gestación de Carla.
        -Termino: Con mucho gusto os he aportado el enlace del texto.
        Que disfrutéis del fin de semana.
        Un abrazo de todos nosotros.

  2. Mi estimado Miguel Ángel.
    Que bueno que recuerdas con este artículo al maestro rural, homenajeas su trabajo y su compromiso con la Educación. Yo mismo soy egresado de una Escuela Normal Rural en Sonora, México, una de las más emblemáticas de todo el país. Y como maestro rural, tenemos el firme objetivo de llevar la educación hasta los lugares más recónditos e inhóspitos de la geografía mexicana. Decía el famoso comediante mexicano «Cantinflas» en su película «El profe», que donde hubiera un niño a quien enseñar, allá iría un maestro volando. Es un ejercicio de vocación, pero también de inteligencia, de compromiso y dedicación, porque la vocación no es lo único que hace a un buen maestro, también debe ser inteligente y comprometido, dispuesto aprender y a desaprender, a innovar, pero también saber cuando las cosas no requieren cambiar del todo.

    • Querido Misael:
      Gracias por la hermosa e importante tarea que realizas.
      Se piensa poco y se hace poco por la escuela rural.
      La enseñanza privada nunca va a los pueblos. Allí no hay negocio.
      Ayudar a los personas más vulnerables es una obligación ética en una sociedad democrática.
      Un gran abrazo,.
      MÁS

  3. Querido amigo MÁS.

    Desde la sombrilla, con el Mediterráneo a mis pies, te sigo leyendo semanalmente…

    Indiscutiblemente la labor del maestro/a rural es destacable por las circunstancias que lo envuelven, tanto como la de cualquier otro docente de otro ámbito en que concurrirán otras circunstancias distintas en función de su entorno que hagan que su labor sea igualmente destacable. Tú mismo al final hablas de forma genérica del maestro/a como una profesión optimista en donde su obra se mantiene viva. Tratar de diferenciar el trabajo de un maestro/a rural de uno urbano, incluso dentro del urbano, el del centro de el de la periferia, es como tratar de separar los océanos y los mares… todos son una continuidad de agua…

    En el magisterio se necesita formación académica para trasmitir saberes, pero también corazón para transmitir y cultivar emociones, afectos y sentimientos. Ambos aspectos son consustanciales, se necesitan el uno del otro. Se pueden transmitir conocimientos sin tener una afinidad con el alumnado, pero se estará perdiendo el gran poder de una formación humanista. De igual forma sólo con corazón no se puede lograr el desarrollo emocional e intelectual del alumnado. Francisco Mora dice que «la emoción es el motor del aprendizaje», y la emoción se nutre del cerebro y del corazón. Para hacer emocionante el aprendizaje el maestro/a debe conocer estrategias apropiadas y experimentarlas en la práctica.

    El maestro nace y se hace, el corazón es posible que se lleve de serie, pero para formarse es preciso calentar a fuego lento, y no parar de darle al cucharón de la formación para que no se pegue la comida al fondo del cazo.

    Un abrazo desde la Costa Tropical…

    • Querido Juan Carlos:
      Tu sombrilla de cada verano me da sombra a mí también.
      Muchas gracias por prestara atención a mis artículos también estas condiciones especiales.
      Creo que el maestro rural necesita unos ayeres específicos. Recuerdo, en mis clases de organización cómo abordábamos este tema.
      La influencia del contexto, la relación con las familias, la proximidad de la naturaleza, las expectativas de futuro… hacen peculiar esta función.
      En una ocasión separé a los alumnos de procedencia urbana y de procedencia rural. Trabajaron en grupos. Respondieron a preguntas en las que se notaba una gran diferencia de conocimientos sobre algunas cuestiones: ¿cuántos huevos pone una gallina al día?, ¿cómo se fabrica el requesón?, ¿cómo nace un ternero?, ¿cómo orientarse en el campo?…
      Hay quien vive feliz en un pueblo y hay quien no puede soportar el ambiente.
      También es peculiar, en muchas ocasiones, la enseñanza multigrado.
      Te tengo que dejar.
      Un abrazo.
      MAS

      • Miguel Ángel.

        Cada ámbito tiene su peculariedad y requiere una actuación específica. Yo he trabajado en el ámbito urbano, tanto en un centro de difícil desempeño de la periferia como en un colegio del centro de la ciudad. También he trabajado muchos años, la mayor parte de mi vida como docente, en centros rurales, eso sí, completos, no llegábamos a una enseñanza multigrado. Cada ámbito requería unas destrezas profesionales específicas en el docente y lógicamente el alumnado presentaba unos intereses diferentes. Tan difícil o fácil puede ser enseñar a niños de distintas edades en un mismo grupo como a un grupo de 25 alumnos diversos, o a un grupo baja ratio de niños y niñas de familias marginales donde la convivencia escolar es muy complicada y la brecha curricular (y digital) muy profunda…

        Me imagino que cuando separaste los grupos de alumnado rural y urbano también realizarías preguntas de este tipo ¿Por dónde hay que cruzar una calle en una ciudad? ¿Qué significan los colores de un semáforo? ¿Qué número de autobús/metro hay que tomar para ir a un determinado sitio? ¿Cómo orientarse en el centro comercial? ¿Qué es un policía nacional? … Hay quien vive muy feliz en una ciudad y hay quien no la soporta…

        Dicho ésto, yo también abogo por la visibilidad de la escuela rural, aunque en otras comunidades, como la tuya de nacimiento, creo que se les hace más visibles que en Andalucía.

        Me alegro que mi sombrilla también te haga sombra y te reconforte. No en vano disfrutamos de las mismas aguas…

  4. Estimado Miguel Ángel , bonito cuento escrito con el corazón, porque en definitiva todos tenemos un corazón marcado con las huellas de una buena maestra o maestro.
    Tengo claro que la profesión que logrará mejorar el mundo será la de la docencia, porque como tú bien dices en la Pedagogía contra Frankenstein, …el maestro trabaja con los “materiales más excelsos y delicados que podríamos imaginar: las mentes, los sentimientos, las actitudes, los valores, las expectativas de los niños y los jóvenes (Santos Guerra, 2014:74)
    Actualmente estoy dentro de un Proyecto “La Escuela en la desescalada” llevado a cabo por la Fundación Cotec y Escuela21, liderado por Alfredo Hernando, donde un grupo de 50 docentes de toda España (representando a la mayoría de las comunidades autónomas) estamos diseñando un Programa basado en 10 retos, para que el inicio de curso podamos disponer de las herramientas necesarias para educar con el corazón, que tan necesario es siempre y muy especialmente en tiempos de Covid. Somos 50 maestras y maestros de las distintas etapas (infantil, primaria, secundaria y ciclos formativos) y utilizo correctamente la palabra “maestr@”…porque te aseguro que todos los que participamos, aprendemos y enseñamos con el corazón y tenemos en el centro del universo, del sentido de nuestra profesión, al alumnado.
    La Escuela Rural debería ser un referente en la innovación, porque trabaja mejor que nadie: la atención a la diversidad de edades, necesidades.., la inclusión, interdisciplinariedad, metodologías activas, tutoría entre iguales…Toda escuela debería tener un corazón rural, porque es en lo rural donde habita y florece la verdadera educación.

    • Querida María José:
      Qué interesante proyecto.
      No sé si os servirá un artículo que publicaré en breve y que se titula UNA PANTALLA NO ES UNA ESCUELA.
      Hablo allí de la dimensión socializadora de la escuela, de la importancia del encuentro, de la presencia física, de la convivencia, de la comunicación, de los abrazos, de los sentimientos…
      Expliqué alguna de estas ideas en el libro que coordine hace años en la Editorial Akal y que lleva por título APRENDER A CONVIVIR EN LA ESCUELA.
      Estoy seguro de que quienes participáis en ese proyecto estáis guiados por el «corazón docente» que os inspira y os guía. Que disfrutéis y que tengáis éxito.
      Besos y gracias.
      MÁS

  5. Por supuesto que leeremos tu artículo. De hecho formas parte de nuestros nutrientes. Te conocen todos y de admiran. En mi grupo la compañera de Cataluña había leído mucho sobre ti… Te mantendré informada. Estoy muy muy muy ilusionada. Muchas gracias porque tú formas parte de mi inspiración

  6. Querido Maestro!
    Hoy voy un poco rezagada.
    El calor influye en mi negativamente y por aquí hace un calor de miedo.
    Siempre me da respuestas en sus comentarios y esta vez me ha dado luz interior sus reflexiones sobre el «yo».
    Singulares somos cada uno y tambien como vivimos nuestras experiencias de vida.
    Mi amor más respetuoso para la educación y los maestros rurales. ¿Yo he sido maestra de pueblo y con mucha honra!
    Habla de que Unamuno en sus escritos y en especial en el cuento que nos relata le de mucha importancia a las actuaciones con corazón.
    ¡ Yo también!
    Creo que es el músculo que tengo más trabajado del cuerpo.
    Transcribo un texto que me llamó la atención:
    Hablo porque conozco mis necesidades
    dudo porque no conozco las tuyas.
    Mis palabras vienen de lo que me dicta el corazón y de mi devenir por la vida.
    Tu entendimiento viene de la tuya.
    Por eso, lo que yo digo y lo que tu oyes, puede no ser lo mismo.
    Por lo que si tu escuchas cuidadosamente, no solo con tus oídos, sino también con tus ojos y sobre todo con tu corazón, puede ser que logremos comunicarnos.
    Si utilizaremos los dictados del corazón las situaciones cambiarían y todo mejoraría.
    Sin embargo el mundo está lleno de ignorancia de egoísmos y de codicia, los tres males de la humanidad.
    ¡Así no vamos a ninguna parte!
    Los que utilizamos el tictac del corazón para andar por la vida vivimos a espensas de que nos llamen ingenuos.
    ¡Pero yo me siento afortunada de serlo!

    Espero que llevéis el calor lo más refrescante posible.
    Besos y abrazos para todos.
    Me despido con un cordial saludo.

    • Querida Loly:
      No.No vas rezagada. Has escrito el mismo día que ha parecido artículo.
      Tú siempre eres bienvenida a este humilde espacio de reflexión educativa, sea el día que sea.
      Todavía más en este caso, ya que has vivido las venturas y desventuras de ser una maestra rural.
      Y porque trabajas, escribes y vives desde el corazón.
      Voy a contar las veces que Unamuno escribe la palabra corazón en su relato. Me ha sorprendido agradablemnte que sean muchas en un texto tan breve.
      Besos y gracias.
      MÁS

      PD. Yo también prefiero el frío, como buen leonés.

  7. Estimado Miguel Ángel, cuánto ha resonado Tu escrito en la realidad educativa actual argentina. Siendo yo de una ciudad pequeña del interior del país, vivencio la educación rural asiduamente y en este contexto de pandemia y muchas carencias simbólicas, el amor por la profesión, el desarrollo integral de todos los implicados en el proceso y el compromiso docente no pueden faltar.
    Cariños y gracias por seguir haciéndonos pensar.

    • Querida Antonela:
      Es cierto.
      En tiempos de pandemia se ha visto que la brecha digital ha afectado con dureza a los niños y niñas de escuelas rurales. En algunos lugares no hay cobertura. ¿Cómo pueden aprender desde el aislamiento más completo?
      En otros casos faltan computadoras y conocimientos para trabajar con ellas adecuadamente.
      Por eso digo que la escuela rural es la gran olvidada del sistema.
      Hace años escribí un artículo titulado MI QUERIDA ESCUELA RURAL. Creo que puede enconarse en la red.
      Besos y gracias.
      MÁS

  8. Querido Miguel Ángel:
    Cómo siempre, qué bien atinas en tus artículos, tanto en lo que dices como en los argumentos que utilizas para mostrarlo. El cuento, que acabo de leer gracias al enlace que envía tu primer lector, me ha resultado entrañable ciertamente. Me ha hecho sentir que Unamuno habla de Casiano como parte inherente de ese pueblecito al que dedica su vida entera, entregando su enseñanza, amor y cariño a todas las personas que en él vivían.
    La experiencia que he tenido trabajando durante muchos años en centros rurales andaluces (aunque no tantos como don Casiano), me enseña muchas veces lo importante que es el maestro en un pueblo. Muchas gracias maestro por darles visibilidad y por rendir este bonito homenaje a los maestros y maestras de la escuela rural.
    Besos para Lourdes y Carla.
    Un abrazo
    Mª Ángeles Peláez

    • Querida María Ángeles:
      Hace algunos años,en Canarias y en Galicia, hubo un plan de exterminio de las escuelas rurales. Recuerdo que provocó un movimiento de reacción muy fuerte, en el que participaban sindicatos, familias y muchos docentes. Me llamaron para participar en las actividades. Entonces escribí MI QUERIDA ESCUELA RURAL (por haber sido yo un niño educado en esa escuela y porque consideraba importante la escuela rural para mi país). El movimiento tuvo éxito y se consiguió paralizar aquellos planes. En el fondo solo había un planteamiento económico, no social.
      Un pueblo sin escuela rural tiene firmado el certificado de defunción.
      Gracias por leerme, por leer el cuento de Unamuno en el enlace de Carlos y por la generosidad de tus palabras.
      Ya veo que hablas desde las ideas y desde la experiencia, que ofrece perspectivas de gran interés.
      Besos.
      MÁS

  9. Estimado Maestro Miguel Angel. Soy Eduardo de Quito Ecuador.
    Gracias una vez más por sus articulos. Los leo los domingos muy temprano. porque para mi soy un aliento y motivacion para continuar con mi labor docente. Su articulo me hizo reflexionar sobre la importancia de la labor que realizamos los profesores ¡ Cuánto se necesita en nuestros países latinoamericanos revalorizar la tarea de los maestros !
    Le cuento que extraño mucho trabajar con mis alumnos de forma presencial .Cuando volvamos espereo tener presente sus enseñanzas para trabajar preocupado no solo de impartir conocimientos científicos, sino tambien esperp ser un maestro que se preocupa de desarrollar la inteligencia emocional de sus alumnos. Esto lo he aprendido a través de sus libros y articulos. Ojalá su último libro llegue a algunas de las librerías de Ecuador. p
    Gracias y un abrazo a la distancia.

    • Gracias, Eduardo, por leerme cada domingo. Y por participar con tus comentarios.
      Acabo de escribir un artículo titulado UNA PANTALLA NO ES UNA ESCUELA.
      Educar el corazón es necesario para la salud emocional, pero también para que haya aprendizajes sognificativos.
      Un abrazop desde. España.
      MÁS

  10. Querido Miguel Ángel
    Me ha encantado el artículo. Me ha transmitido un montón de emociones, y lecciones, como siempre.
    Se lo pasaré a mi hermana que es jefa de estudios en el colegio rural Tiñosa, que engloba a todas las aldeas de Priego. Funciona de maravilla, a este colegio todos los maestros y maestras llegan » llorando» por tratarse de un diseminado y aulas unitarias , pero también hay que decir que todos se van «llorando» porque trabajar en él es una experiencia de vida maravillosa.
    He aprovechado el enlace del compañero y he leído el cuento. Y ahora voy a buscar tu artículo de la escuela rural.
    Sigue regalandonos tesoros, porque llenas nuestros corazones y nuestras cabezas.
    Te admiro y te quiero.

    • Querida Mary: Esta María solo puede ser una. Mi amiga del alma.
      Yo fui un niño que estudió en una escuela rural (solo de niños).
      Siempre he tenido clavada esa espinita: me hubiera gustado ser un maestro rural.
      Cuando leí experiencias en mis tiempos de estudiante (Fregenal de la Sierra, por ejemplo) me parecía un sueño. No se ha podido realizar.
      Pero comparto las ilusiones de muchos maestros y mnaestras como esas que me cuentas en tu comentario.
      El artículo te despierta emociones porque tienes un corazón que no te cabe en el cuerpo.
      Besos y gracias por leerlo todo. Y por escribir.
      MÁS

  11. Apreciado Dr. Santos, comentaristas y lectores, saludos
    Al mostrar el panorama en el artículo, exalta las bondades en la formación de las y los maestros, el esfuerzo pedagógico que realizaron para fundar y mantener las instituciones educativas. Sin duda, la lectura del artículo me trajo a la memoria un recorrido histórico sobre la formación docente, de las políticas educativas, la formación docente e historia de instituciones y maestros ilustres para para comprender con mayor claridad la realidad actual de la formación de los profesores y hacer las reflexiones para las mejoras que convienen. Estupendos el artículo y los análisis, gracias Dr.

    • Querida Lourdes:
      Gracias de nuevo por leer con atención el artículo y gracias por el comentario.
      Los docentes son la piedra angular de la calidad del sistema educativo.
      Y, claro,su selección y formación es la clave de un buen ejercicio profesional.
      Una formación que no solo ha de tener componentes intelectuales y didacticos. Hoy resulta imprescindible la formación emocional.
      La tarea más difícil y decisiva del mundo deben realizarla las mejores personas de cada país.
      Saludos.
      MÁS

  12. Qué pocas veces hablamos, pensamos unos preocupamos de la escuela rural.
    Se habla de la España vacía, o de la España vaciada, pero pocas veces se hace referencia a la ausencia de la escuela.
    Como dice usted en el artículo, es la gran olvidada, la gran silenciada del sistema educativo.
    Los docentes acumulan puntos para acercarse a las grandes poblaciones. Sin embargo, yo creo que la escuela rural es un elemento dinamizador para el pueblo y es un reto magnífico para el docente.
    Gracias por el artículo.

    • Querida Sandra:
      Hace tiempo que no te veía por aquí.
      Gracias por seguir leyendo y, sobre todo, por escribir.
      Me dicen en el periódico que por cada mil lectores o lectoras hay uno (una) que se decide a escribir.
      A me hubiera gustado tener esa experiencia: ser un maestro rural. Creo que la escuela rural es el alma de un pueblo.
      Sería estupendo que hubiese maestros y maestras enamorados de esta modalidad de enseñanza.
      Besos.
      MÁS

  13. Hola MÀS .

    Ayer fui al supermercado con la prudencia de la nueva normalidad. Mascarilla, gel y distancia de seguridad.
    Hice mi compra que era pequeña, y cuando estaba en la fila para pagar, entre buscar el dinero y guardar el móvil se me cayó mi billete de 20€ que tenía para pagar, y el señor que estaba al frente mío terminando de pagar sus compras en la caja, lentamente se agachó y agarró mi billete.
    “Cuánta gentileza en tiempos de pandemia» pensé. Le extendí mi mano esperando que me lo diera, tratando de estar lejos para que se sintiera seguro mientras le agradecía el gesto. Hasta que el señor me dice lo siguiente:
    «¡Lo que se encuentra en el suelo es de quien lo encuentra!».
    De repente, él se fue… naturalmente, como si nada malo hubiera pasado.
    Miré a la persona que estaba detrás de mí y a las que estaban al lado y ellas me respondían con una mirada atónita e incrédula, susurrando cosas entre sí
    Me dio una rabia casi incontrolable!
    No me hubiera costado nada darle los 20€ si me los hubiera pedido, pero que me tome por idiota…me puede, quería hacer justicia por cuenta propia…¡Me entró el mal genio que habita en mí!
    Ni siquiera pensé en la pandemia!.
    Dejé mis compras porque no había forma de pagarlas(había dejado mi tarjeta en casa), y me fuí tras él hasta el parking para que me devolviera mi billete.
    Cuando me di cuenta, las personas que estaban más cercanas en la cola vinieron tras de mi, curiosos por saber qué pasaría…
    Y medio se armó el alboroto, la gente comenzó a juntarse. El viejo me miró con desprecio y actuó como si fuera invisible.
    Cuando el llegó a su coche, colocó lentamente sus dos bolsas en el suelo para buscar la llave y abrir el maletero
    Pensé: “Es ahora o nunca!»…
    Le agarré las bolsas de compras y le dije sus mismas palabras: «Lo que se encuentra en el suelo es de quien lo encuentra!» y salí corriendo por el parking hacia la salida entre el susto y la risa, orgulloso de la revancha!.
    Los mirones comenzaron a aplaudir; medio vi que el hombre se encabronó y salió del parking tumbando los conos por su camino.
    Sentí ese pico de adrenalina, susto y nerviosismo, pero después casi me ahogo de la risa (de esas nerviosas), y me fui…
    Cuando llegué a la casa, abrí las bolsas y encontré:
    -3 kg de lomo
    -1 kg de salmón
    -Aceitunas verdes y negras
    -Jamón, queso y yogures de dos sabores, sin lactosa
    -1 pan integral
    -1 frasco de aceite de oliva
    -2 botellas de vino blanco y tinto
    -2 frascos de nutella
    -2 bolsas de salchichas
    -12 panecillos de perros calientes
    -1 frasco de mayonesa
    -1 frasco de mostaza
    -200 g. de queso
    -200 g. de jamón
    Nunca en la historia de mis compras fueron tan bien aplicados y rentables 20€ como los que me robó el viejo loco.
    Y ahora aquí estoy… tomándome un vinito, comiendo y pensando mientras escribo: ¿soy un justiciero o una persona vengativa?
    ¿Lo leíste hasta aquí?
    Obviamente esto no es real. ¡Es en una campaña de animación a la lectura!
    La lectura estimula nuestra mente e imaginación, nos hace viajar a otros lugares y ayuda en la comunicación.
    Sí, yo también he picado. Copia, pega y roba una sonrisa 😀

    Como sé que te gustan los cuentos cortos y puede que lo utilices para ilustrar alguna historia… Lo he copiado y pegado de redes sociales por donde circula.

    Espero que te guste y a los lectores de este blog.

    Hoy hay levanté y no sé cuánto tiempo podré mantener la sombrilla abierta.

    Un abrazo

    • Querido Juan Carlos:
      Pues sí, me he tragado el anzuelo hasta el fondo.
      Te imaginaba corriendo con las cosas y me he reído mientras leía.
      El ingenio de la gente no tiene límites.
      Gracias por compartir el relato y por hacerme reír.
      Es más, también has hecho reír a mi hija. La tenia al lado y, antes de llegar al final, le dije: Carla, mira lo que le hapasaod a un amigo mío… Ella también serió en dos fases: una con el relato y otra con el desenlace.
      Un abrazo.
      MÁS

      PD: Por cierto, en el relato, aparece un error común: no es correcto decir «frente mío», hay que decir «en frente de mí». Porque mío es un posesivo. Ya veo que no es tuyo sino del autor del relato inicial.

      • Me alegro que os haya hecho reír. Efectivamente, es un copia y pega. Yo me tragué el anzuelo hasta el fondo porque lo he leído en el Facebook de un amigo profesor de magisterio de una universidad gallega, y como es una persona hipercorrecta me parecía real… Mi mujer no picó…

        • Hola Juan Carlos y Miguel Ángel:

          Pues a mí, Juan Carlos, mientras lo leía al mediodía, me estaba quedando alucinado con el primer hecho; pensaba que esa persona muy bien no podía estar. Con el segundo, con el de pilla las bolsas y corre, como lo contabas en primera persona, no he podido evitar una sonrisa de incredulidad ante toda la escena. Mientras te leía no me preguntaba si te pasaba realmente o era un invento. Si tú me lo dices yo te creo, por extraño que sea, por increíble que parezca.

          Me estaba preguntando si podría haber una escuela rural en el centro de la ciudad, o en un barrio. ¿Es el lugar donde se ubica una escuela lo que la define? ¿Una escuela que se imparte en un barco, es una escuela marítima?

          Un abrazo a ambos, e id por la sombra que ahí en el sur aprieta.

          • Querido José Antonio:
            Pero, ¿por dónde andas que no te leo?
            Pues creo que sí, es una escuela rural por el contexto en que se encuentra.
            Esa ubicación conlleva unas características que la hacen peculiar:
            – La inmersión en la naturaleza…
            – La proximidad de las familias…
            – Las aulas multigrado…
            – El número pequeño de niños…
            – La lejanía de las instituciones educativas en las que continuar la formación…
            – la cultura rural…
            – El carácter público de la institución…
            – El conocimiento de las personas…
            Influye el contexto, como digo, pero también algunas otras características que tienen que ver con la institución, con la didáctica, con la soledad del maestro…
            Un abrazo y buen verano por el norte.
            Un gran abrazo.
            MÁS

          • José Antonio. Ya sé que la escuela rural tiene sus connotaciones propias. Con mis comentarios anteriores solo quería resaltar la gran diversidad de escuelas que nos podemos encontrar. Es más ni siquiera dos escuelas rurales serían iguales.
            Y en cuanto a la historia respondo con la comentarista siguiente…

  14. Estimado Juan Carlos:
    Qué divertido.
    No te conozco,. Por eso me he creído a pie juntitas lo que ibas contando.
    Al final, un buen golpe al saber que no era una historia tuya sino, acaso, inventada.
    En cuanto al tema de la semana, creo que es muy justo ese homenaje a la escuela rural. Hay pocos maestros/maestras vocacionales. Muchos quieren irse lo más rápidamente posible a las capitales.
    Saludos.

    • Estimada María Jesús.

      Fíjate si la lectura de una misma historia puede tener diferentes interpretaciones o pueden sugerir en el lector diferentes situaciones… Miguel Ángel y Carla, su hija, se reían ante un hecho tan disparatado. Miguel Ángel, si me conoce, y me veía corriendo tras el abuelete… José Antonio, lleno de nobleza, era capaz de aceptar la situación con cierta veracidad. A ti, que no me conoces, seguramente tu imaginación te haya sugerido otra… La impronta de cada lector le otorga matices distintos a una misma narración.

      Saludos.

  15. Mi querido y admirado profesor Miguel, es un placer muy grande haberme encontrado hoy, a través de una grandiosa conferencia que nos ha regalado a los docentes de Colombia, y me he puesto a escrudiñar su blog, muy interesante por cierto, encontré este artículo dirigido para los docentes del área Rural, de los cuales hago parte. Es una experiencia maravillosa compartir con estos niños y padres de familia, durante casi 30 años, son ellos personas humildes, llenas de amor hacia el docente, solidarias, con sentido de pertenencia hacia su escuela, responsables,bueno con un sin fin de valores. Yo vivo muy feliz trabajando en esa comunidad. En cuanto a la cuarentena ha sido difícil la virtualidad, ya que como ud lo menciona, hay un celular para toda la familia y algunos no tienen whatsapp. Me ha tocado de hacer llegar los trabajos en físico y hacer llamadas hasta los domingos que están en casa descansando para averiguar cómo vamos con las actividades, son geniales, los trabajos que presentan. Trabajamos con huertas caseras y recetario de comidas que mamá hace en casa. Bueno, me alegra mucho haber conocido su trabajo y espero aprender mucho de su experiencia. Aaaah y ya me encargué tres libros suyos. Estoy esperando que pronto me lleguen. Un abrazo fuerte desde Colombia, Cauca, Popayán

    • Querida Nancy:
      Me he alegrado mucho de compartir hoy algunas ideas con los docentes de Colombia.
      Muchas gracias por tus palabras y por tu ejemplo de compromiso con la escuela rural.
      Espero verte más veces en este foro.
      Besos.
      MÁS

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