La magia de las metáforas

13 Jun

Siempre me han gustado las metáforas. Las he utilizado para dar título a diversos libros míos publicados en España, México, Argentina, Chile o Portugal: Entre bastidores, La luz del prisma, La casa de los mil espejos, La estrategia del caballo, El crisol de la participación, Una flecha en la diana, Cadenas y sueños,  El Arca de Noé, Vivir en primavera, Las feromonas de la manzana, El harén pedagógico, El árbol de la democracia, La gallina no es un águila defectuosa… Algunos de estos títulos exigen, como se comprenderá, un subtítulo que orienta al lector sobre el contenido del libro. No es este el momento de explicitarlos. También recurro a ella en mis escritos y en mis clases y conferencias. Explicaré por qué.

Mi querido amigo Paco Abril, renombrado cuentacuentos, escribió hace años un libro que tuve el placer de prologar. Se titula “Los dones de los cuentos”. El autor habla de catorce dones que nos ofrecen: el don del afecto, el don del consuelo, el don de la palabra, el don del pensamiento, el don de la identificación o del espejo, el don de la imaginación, el don de la fuga, el don del deseo lector, el don de la empatía, el don del conocimiento, el don de la atención, el don de la verdad y el don de la prevención. No es momento, dado espacio de que dispongo, de ir desarrollando cada uno de estos regalos que nos ofrecen los cuentos.

Mi prólogo se titula “La distancia más corta”. Título que justifico en la primera línea diciendo que la distancia más corta entre una persona y la verdad es un cuento. No creo que esta afirmación tenga demostración científica, pero yo la voy a dar por buena.

Me han invitado a participar, días atrás, en una hermosa experiencia impulsada por maestros y maestras que han querido llevar a los niños y a las niñas un cuento a la hora de dormir (nueve de la noche, hora española) en estos tiempos de pandemia. Se trata de una de esas invitaciones que lejos de molestarte, te llenan el corazón de emociones y de gratitud. Conté la historia “Todo es para bien” que, al parecer, fue recibida con placer y alegría por los pequeños oyentes. Para escuchar los más de 80 cuentos basta entrar en Speaker Podcast Player App y buscar el canal “Podcast y a dormir”. Lo escuchan cientos de niños y de niñas en España, Europa e Hispanoamérica. Un hermoso regalo  para estos tiempos revueltos. Una cita mágica con la metáfora antes de dormir. Desde el 25 de marzo hasta le fecha. 

Nick Owen  escribió hace unos años un libro titulado La magia de la metáfora. Dice en la página 36 de la primera edición española: “Los relatos ejercen su atractivo porque conectan con los lectores de muy diferentes y profundas formas. Debido a que permiten establecer una conexión a distintos niveles, los relatos se prestan a una amplia variedad de usos”. A continuación hace una relación breve de 58 posibles finalidades: desde fortalecer la creatividad hasta estimular el debate y la discusión, desde introducir información por debajo del nivel consciente del conocimiento hasta modificar un paradigma…

He elegido (después de darle muchas vueltas) una de las múltiples historias del libro de Owen para compartirla con los lectores y lectoras. Se titula El Picapedrero. La resumo para que pueda caber en estas páginas.

El trabajo de Picapedrero era muy duro. Trabajaba todo el día en la cantera desde el  amanecer hasta el atardecer. Tenía las manos endurecidas y llenas de callos, la espalda combada y la cara curtida y arrugada.

No era feliz. Se decía: “Esto no es vida. ¿Por qué mi destino es ser Picapedrero? ¿Por qué no puedo ser más rico de lo que soy? Si fuese rico, entonces sería feliz”.

Apareció un Ángel y le dijo: “¿Qué tendría que suceder para que reconocieras que eres rico y feliz?”.

“Es muy fácil. Si fuese rico viviría  en la ciudad en un hermoso ático. Podría ver el cielo. Dormiría en una cama con dosel y sábanas frescas de seda y me pasaría el día durmiendo. Entonces sería feliz”.

“Eres feliz”, le dijo el ángel agitando su varita mágica. Y se volvió rico. Y vivía en la ciudad en un ático. Y se pasaba el día durmiendo en una cama con dosel y sábanas frescas de seda. Y era feliz.

Hasta que un día le despertó un alboroto que venía de la calle. Saltó de la cama y corrió a la ventana. Miró hacia abajo y vio un elegante carruaje dorado, con caballos delante y soldados detrás. Era el Rey. Y la gente que atestaba las calles lo aclamaba y le hacía reverencias.

El hombre rico reconoció al instante que era infeliz. “No soy feliz. El Rey es más poderoso que yo. Si fuese el Rey, entonces sería feliz”.

Y apareció el Ángel y le dijo: “Eres el Rey”. Y  se convirtió en el Rey. Y era feliz. Sentía todo su poder y sentía toda su fuerza. Y le agradaba sobremanera que la gente le rindiese homenaje, que sus sirvientes le obedecieran y tener el poder de decidir si otras personas debían vivir o morir. Era feliz.

Y entonces un día se fijó en el Sol. Y vio que el sol tenía el poder de hacer cosas que él no podía ni siquiera imaginar… Vio que el Sol podía secar hasta los ríos más caudalosos… Vio que podía quitar la vida al mundo. Y reconoció que era infeliz. “No soy feliz. El Sol es más poderoso que yo. Si fuese el Sol, entonces sería feliz”.

Y apareció el Ángel y le dijo: “Eres el Sol”. Y se convirtió en el Sol. Y era feliz. Sentía todo su poder y toda su fuerza. Y gobernaba el mundo desde su cenit, exultante de poder. Hasta que un día se fijó en la Nube, la Nube de lluvia grande y negra. Y vio que la Nube tenía el poder de volver a llenar los ríos de agua caudalosa y espumosa y de devolver la vida al mundo.

Y la depresión le embargó. “Soy tan infeliz. Esta Nube es más poderosa que yo. Si fuese la Nube, entonces sería feliz de una vez para siempre”.

Y apareció el Ángel y le dijo: “Eres la Nube”. Y se convirtió en la Nube y era feliz. Sentía todo su poder y su fuerza. Y le agradaba sobremanera poder trastocar la obra del Sol y restituir la vida allí donde tan poca vida había habido anteriormente. Y conoció por primer vez la verdadera felicidad.

Hasta que un día vio allí abajo a lo lejos a la Roca. Y vio que la Roca, negra, fuerte, inflexible, era inmodificable. Y vio que por mucho o por muy fuerte que hiciera llover, nada de lo que estuviese en su poder podía amenazar o destruir la Roca. La Roca era fuerte y resistente. Y volvió  a conocer las amarguras de la infelicidad. Y se dijo: “Soy muy infeliz. Si fuese la Roca entonces sería feliz”.

Y apareció el Ángel y le dijo: “Eres la Roca”.  Y se convirtió en la Rosca y sintió toda su fuerza y sintió todo su `poder, y era feliz. Estaba exultante  con su fuerza y su sensación de permanencia. Le agradaba sobremanera su capacidad para aguantar todo lo que la Naturaleza pudiera lanzar contra él. Se reía del Sol y se burlaba de la Nube y de la  Lluvia.

Hasta que un día apareció un Picapedrero…

Esta metáfora nos ofrece una enseñanza muy clara, casi evidente. Una enseñanza que salta a la vista. Hay personas que nunca están contentas, que siempre anhelan hacer otra cosa, estar en otro sitio o ser otro tipo de persona. 

Hay quien nunca se siente feliz por lo que tiene, por lo que hace o por lo que es. El protagonista de la metáfora ni se acepta ni se valora. Solo piensa en que sería feliz siendo otra persona o haciendo otra cosa. Sin penar que solo puede ser feliz siendo quien es. Con lo cual no digo que deba entregarse al conformismo, a la pasividad o a la renuncia al discernimiento. 

36 respuestas a «La magia de las metáforas»

  1. Estimado José Antonio y querido amigo y maestro Miguel Ángel:

    En consideración a vuestra propuesta, he recuperado una historia real que, efectivamente, sucedió hace más de una década. Es la primera vez que se va a publicar, dado que se trata de un expediente informativo sobre una incidencia (una agresión) que recibió mi alumno Jesús.

    Debo indicar que fueron muchos más testimonios que los que resumiré a continuación, si bien he dejado los primeros por ser suficientemente ilustrativos, dado que el conjunto de ellos evidenciaron claramente lo que aconteció.

    Asimismo, he sustituido el nombre del alumno que le agredió por “Nofi” (acrónimo de “nombre ficticio”) y también he cambiado por letras el nombre de los distintos testigos. Por tanto, el único nombre real que he mantenido es el de mi alumno Jesús. Téngase en cuenta que al tratarse de un expediente, aunque hayan pasado años, debo respetar la confidencialidad.

    Igualmente, las declaraciones respetan el lenguaje del alumnado.

    En aquella fecha (que tampoco explicito), mi alumno Jesús aún tenía poca estatura. Además, era muy delgadito y todavía era un muchacho físicamente muy débil. Es justo, por otro lado, recordar que obtuvo sobresaliente en todas las asignaturas de 1º de Educación Secundaria Obligatoria. Y también obtuvo las mismas calificaciones en el curso siguiente. No solo muy trabajador, sino muy inteligente, adelantado a su tiempo. Ya era capaz entonces de configurar una página web y tenía conocimientos de ciencia propios de un profesor, por poner dos ejemplos, pues no quiero ser exhaustivo con los argumentos.

    Intuyo que debe ser difícil imaginar la situación sin haber visto la complexión débil de mi alumno Jesús y la opuesta, pues el otro compañero era mucho más fuerte en ese momento. Me duele mucho recordar cómo un alumno noble, bueno y con otros grandes valores tuvo que soportar tan injusto golpe.

    Este es el resumen de esta experiencia real:

    EXPEDIENTE INFORMATIVO SOBRE INCIDENCIA PRODUCIDA EL JUEVES … DE OCTUBRE DE …..

    B: “Estaban sentados N, M, otros pocos y yo. Se cayó Jesús y dijo que Nofi le había dado una patada en la barriga. Yo no estaba jugando al fútbol, ni vi la patada, solo vi que estaba en el suelo.”

    C: “Yo estaba de portero jugando al fútbol. Ellos estaban en la otra portería y se cayó Jesús de mi clase, y creo que se cayó porque llevaba la pelota para marcar en la portería y Nofi le dio una patada en la barriga, más o menos. No sé si fue en la barriga o más para abajo (…). Vi a Jesús en el suelo y entonces todos fueron a ver lo que le había pasado, y Jesús dijo eso, que le había dado Nofi una patada en la barriga.”

    K: “Yo estaba jugando al fútbol. Jesús iba a tirar después de un pase y Nofi le pegó una patada en la barriga. Nofi salió corriendo y los otros (D, L y G) salieron detrás (pero era de broma) y D sentó a Nofi en el suelo (lo cogió desde atrás).”

    N: “Estábamos sentados detrás de la portería B, yo, M, S y U, y vimos a Jesús tirado en el suelo. Entonces B se acercó para ver qué pasaba y después volvió B y dijo que le había dado una patada en la barriga y después se lió todos juntos y ni se veía bien quién había empezado, solo la gente agrupada, chillando; no se veía bien. Y luego nos acercamos, vimos al niño sentado en el suelo; estábamos llorando; se acercó la profesora. Jesús, tras recibir la patada (que no vi), se levantó en un pronto pero no le hizo nada.”

    M: “Yo estaba sentada con S, O, U, N y B, y vimos a Jesús tirado en el suelo porque le habían dado una patada (no vi la patada). Fuimos andando ligero a ver lo que le había pasado a Jesús. Se levantó (eso sí lo vi), y salió corriendo detrás de Nofi, pero no le hizo nada.”

    (Omito los 17 testimonios siguientes, al ser coincidentes la mayoría en los hechos principales, dejando a continuación el de los dos protagonistas)

    Jesús: “Estábamos jugando al fútbol y yo le quité la pelota a Nofi, según las reglas del juego, y él sin querer me dio una patada en la barriga (él le iba a dar, se la quité y me dio a mí en la barriga). Me caí al suelo por el dolor y cuando me levanté había mucha gente alrededor de Nofi y él estaba llorando. Me dijo mi maestra que D y unos pocos más le habían tirado al suelo. Terminó el recreo y nos fuimos. Me levanté y le dije a Nofi “¡Ay Dios mío la patada que me has dao!” y eché a correr detrás de él, pero no le iba a hacer nada. Y luego me fui a sentarme un rato donde estaban M, N y los demás. No le cogí rencor a Nofi porque fue una patada sin querer.”

    Nofi: “Estaba jugando al fútbol y le hice una falta a Jesús (le di una patada en la barriga). Le pregunté a Jesús si estaba bien y dijo que sí, no importa!”.

    Mi alumno Jesús se preocupaba por los suyos. Y en varias ocasiones me confesó en confianza (y creo que me permitirá hoy que lo comunique) que le preocupaba que algunos de sus amigos y amigas consumieran alcohol (además de tabaco). “Pero yo no puedo hacer nada” –me decía…

    La última vez que hablé en persona con él fue un 7 de junio. Compartió conmigo una de sus inquietudes. Me decía que buscaba un referente. Y yo compartí con él uno de mis referentes, Juan Pablo II (S. Juan Pablo II). Me llamó la atención que no sabía que Ali Agca disparó a Juan Pablo II, que estuvo a punto de morir y que cuando se recuperó fue a visitarlo a la cárcel y lo perdonó (como sabemos, este tipo de historias, José Antonio y Miguel Ángel, parece que no interesan). A mi alumno le sorprendió esta historia.

    Tres meses después, en septiembre (omito día y año), mi alumno iba en moto a llevar a su novia y un muchacho de 21 años los arrolló con su coche. Su novia, a pesar de las magulladuras, se salvó. Mi alumno Jesús habría cumplido 18 años el siguiente 8 de abril…

    En este tiempo que nos ha tocado vivir, se habla mucho últimamente de que los jóvenes son unos vagos, de que no estudian o de que no demuestran el más mínimo respeto por nada. Y no es verdad. Es cierto que los hay con esas condiciones. Pero también hay muchos jóvenes dispuestos a formarse y a comportarse adecuadamente en nuestra sociedad, a aportar algo -por minúsculo que pueda parecer- que sirva para mejorar nuestro entorno. Considero que es preciso -y muy urgente- que se retomen los valores del respeto, del esfuerzo y de la constancia. Para mí, mi alumno Jesús es un referente fundamental que merece la pena seguir como ejemplo.

    Era el mayor de cuatro hermanos y se preocupaba de sus tres hermanas pequeñas. Era el príncipe de su casa. Y como todo príncipe, se le hizo un homenaje en un palacio: en el Palacio de Deportes de Málaga (Martín Carpena). Hicieron falta muchos coches y un autobús para poder reunirnos en memoria de alguien que buscaba referentes. Qué lección de vida tan indescriptible -por mucho que lo intente-, pues para mí él es ahora un referente.

    Conozco muy bien a mi alumno y ojalá lo hubiera conocido quien le atropelló, porque hay algo vital que debería saber:

    Yo creo que mi alumno Jesús lo ha perdonado.

    Un abrazo, José Antonio y otro abrazo MÁS.

    • Querido Juan Miguel:
      Hoy me retrasé un poquito en la publicación (suelo hacer público el texto a la una de la madrugada) y he visto que a los pocos minutos ya había colgado el comentario. Imposible mayor diligencia.
      Es tarde. Mañana leeré con atención la historia que nos prometiste la semana pasada.
      Muchas gracias antes de manifestarte mi opinión.
      Buenas noches, familia.
      MÁS

    • Otro para ti, Juan Miguel. Y muchas gracias por la historia de Jesús, y por recordarlo. O lo he soñado o creo que en algún comentario ya nos habías hablado alguna vez de esta excelente persona. Gracias por recordarnos que mayoritariamente la juventud tiene grandes valores, no todo es botellón. Somos los más mayores los que solemos defraudar traicionando esos mismos valores de niñez y juventud.

      Oye, entre nosotros, contigo mejor llevarse bien ¿no? No te voy a llevar la contraria nunca. Otra cosa es con el jefe. Creo que esta semana, cuando disponga de medios, tiempo y argumentos, voy a remar contracorriente. Aunque haya puesto la última frase, la historia del Picapiedra sin ordenador me transmite unas enseñanzas que no me gustan.

      Un beso para ambos.

      • Querido José Antonio:
        No olvides que la metáfora ilumina una parte de la realidad y deja oculta otras partes. Cuando digo de una persona que es fiera como un león, nada digo sobre la inteligencia o sobre otras cualidades de esa persona.
        Vendrá bien cualquier observación crítica sobre la historia del picapedrero o sobre cualquier otro aspecto de este o de cualquier otro escrito.
        Solo en las iglesias decimos siempre AMÉN.
        Un abrazo.
        MÁS

      • Estimado José Antonio:

        No lo has soñado. He hablado de mi excelente alumno Jesús alguna vez, como bien dices. En todo caso, gracias a él y también a ti por tus palabras.

        Me puedes llevar la contraria cuando lo veas oportuno. Sé muy muy poco. De hecho, tengo la sensación de que cada año sé menos. Y al jefe, como tú dices, le encanta contrastar y repensar los argumentos. Una oración que suele repetir y que agradezco haber aprendido de mi maestro Miguel Ángel es la siguiente:

        “Solo a los peces muertos los arrastra la corriente”.

        Él nos invita continuamente a emplear la razón, a no instalarnos en ideas inmutables, a replantearnos el conocimiento, a emplear como instrumento de análisis la duda metódica, tal y como hiciera el filósofo Descartes.

        Un fuerte abrazo y te reitero mi agradecimiento por tus amables palabras hacia mi alumno.

    • Querido Juan Miguel:
      Gracias por compartir la historia de Jesús. Y por compartirla de manera respetuosa, clara y precisa.
      En general somos malos recopiladores. Nos pasan muchas cosas, vemos que pasan muchas otras, pero pocas veces las registramos. Pocas veces las contamos. Por eso me ha parecido interesante que conserves la historia y que te hayas decidido a dárnosla a conocer con detalle.
      Ojalá que nos animemos a contarnos aquellas historias que salvan el alma.
      Un abrazo.
      MÁS

      • Querido amigo y maestro:

        Gracias a ti por permitirme, a través de tu blog, mantener viva la memoria de mi alumno Jesús. Conservo la historia en dos lugares. En mi ordenador tengo una parte, que es el expediente informativo (3 páginas densas que he tratado de resumir aquí). La otra parte (la conversación que tuve con él un 7 de junio, la edad que tenía cuando lo atropellaron, la fecha concreta en la que falleció, el 8 de abril en que hubiera cumplido 18 años y muchas, muchas otras vivencias), la conservo en el corazón.

        Muchas gracias por tus palabras.

        Un fuerte abrazo MÁS para ti, para Lourdes y para Carla de parte de mi familia.

        • Querido Juan Miguel:
          Pero, amigo, ¿tú cuándo duermes?
          Has escritos tus cuatro comentarios a las 3.17, a las 3.27, a las 3.49 y a las 4.15.
          Y, veo, por ellos, que no solo lees el artículo sino que lees los comentarios de todos y de todas quienes participan.
          Siempre he admirado en ti (desde aquellas clases de una asignatura en la que te matriculaste SOLO PORQUE QUERÍAS APRENDER YA QUE NO NECESITABAS CURSARLA PARA EL CURRICULUM) el deseo de aprender, el rigor en el establecimiento de los procesos, el deseo de compartir y de ayudar.
          Muchas gracias.
          Me honra tu amistad.
          Un abrazo.
          MÁS

          • Querido amigo y maestro:

            Muy observador. No me sorprende, por otro lado. Eres un buen maestro y esa capacidad -que considero más una virtud que un valor- es consubstancial a los docentes.

            Reconozco que duermo poco. De todos modos, para una vez que vivo, pienso yo que tendré que aprovechar los compases. Me queda mucho por hacer y muy poco tiempo. Este es muy breve. Creo que la medida de magnitud que hemos escogido para cuantificarlo -los años- ha sido un error, ya que se trata de una fórmula muy escasa.

            Te confieso que hoy he almorzado hacia las diez de la noche, aunque no he sentido hambre en ningún momento. La felicidad y el entusiasmo con las tareas que estaba realizando no me permitían centrarme en comer. Por contra, podría afirmar que he desayunado pedagogía muy temprano. Como sabes, los sábados desayuno pedagogía -tu pedagogía- desde hace algún tiempo. Y hoy he desayunado temprano (no solo de pan vive el hombre…).

            Te agradezco y valoro tus palabras, pero te aseguro que la admiración es hacia tu dedicación, experiencia, sabiduría y entrega. Soy yo quien se siente honrado por tu amistad, de corazón.

            Muchas gracias por todo una vez MÁS.

            y Un fuerte abrazo MÁS para tu familia de parte de la mía.

  2. Estimado Miguel Ángel, sólo tú puedes hacer que la combinación de la Magia y la Metáfora te trasladen a un lugar también mágico y que debería estar repleto de metáforas: LA ESCUELA.
    En numerosas ocasiones he escuchado que la Escuela debe preparar para la vida y yo no estoy de acuerdo con esta afirmación, yo siempre digo que la Escuela debe ser la misma vida porque es el lugar donde más vida alberga, vida chispeante, con sueños, ilusiones y risas que son los ingredientes básicos para vivir una vida feliz, con tristezas, duelos, fracasos, …pero lecciones siempre repletas de aprendizaje y resiliencia.
    En mi larga experiencia profesional, en los centros me he encontrado con muchos picapedreros, más de los que debería,,, “yo seré feliz cuando empiece a trabajar…yo seré feliz cuando apruebe las oposiciones , entonces en ese momento empezaré a realizar proyectos ilusionantes, pero …yo seré feliz cuando tenga un centro definitivo…yo seré feliz cuando cambie de centro….yo seré feliz cuando me jubile…y así se pasan años y años olvidando que desde que uno estudia la carrera ya es feliz si es su pasión, imaginando que puedes ayudar a muchos niños y niñas y adolescentes a sacar la luz que llevan dentro y que iluminarán los caminos de las personas que les rodean, donde nos incluimos como docentes. Todavía recuerdo, con la misma ilusión, la primera vez que trabajé en un centro sólo un mes…un mes repleto de aprendizaje y donde nunca olvidaré a todos los niños y niñas que conocí…porque me enseñaron más que en toda la carrera.
    He imaginado Escuelas donde profesorado, familias y alumnado disfrutan y tiene ganas de ir a aprender y a enseñar, sin contar los días para que llegue el fin de semana o las vacaciones. He preguntado a mi alumnado qué Escuela del futuro les gustaría y comparto una de ellas que me hizo reflexionar y mucho…ella define la Escuela que yo quiero y por la que dedicó mi tiempo. Si escucháramos mucho más a nuestro jóvenes, ya tendríamos una Ley de Educación coherente y Escuelas adaptadas a tiempos de incertidumbre. Tonucci , al que también admiro y mucho, reivindica una Ciudad de los Niños/as….pero debemos empezar por “La Escuela de los niños y niñas “ y deberían ser escuchados desde que se pone la primera piedra a un edificio… estoy convencida que dejarían de ser grises y con rejas. Comparto la Escuela de mi alumna Nadia:
    La escuela del futuro que a mí me gustaría tendría tantas cosas con las que pudiéramos divertirnos y aprender a la vez. Lo primero que se me viene a la mente al pensar en una escuela del futuro es que en vez de libretas tendríamos tablets, no tendríamos que escribir, los profesores serían robots, y muchas ideas locas más….
    Pero lo que de verdad me gustaría es que nos dejarán expresar nuestras ideas libremente, que nos dejarán mostrar nuestros verdaderos talentos, que eligiéramos nuestra propia forma de aprender. No podemos entender y aprender algo por mucho que nos lo repitan, la única forma es que nos lo enseñen de una forma más divertida. Que nos enseñen que en la vida no son todo números, letras, historia….etc., que nos enseñen a ser verdaderas personas no máquinas que absorben información. Que en la vida podemos aprender cosas no sólo yendo a la escuela, que también las experiencias nos enseñan cosas. Que no veamos a nuestra escuela como una cárcel y a los profesores como personas crueles. Que no nos quiten nuestra ilusión e imaginación, porque desde que somos pequeños nos enseñan que la imaginación no sirve en absoluto y que las cosas hay que tomárselas siempre seriamente y sin diversión. Siempre nos obligan a hacer cosas que en realidad no queremos. A callarnos porque nuestra opinión no tiene importancia. Que nos hagan ver que la vida no es gris que es un arcoíris de experiencias, buenas, malas divertidas, tristes… no estaría mal enseñarnos a ser personas buenas y respetables. Y que ser diferente no es algo malo, que no tenemos que ser todos iguales y que podemos hacer nuestros propios caminos. (Nadia Marlene Meza Acosta )
    Como tu dijiste en uno de tus historias en tu Blog: Enseñar es un ejercicio de inmortalidad y aunque no suelo hacer comentarios a los que participan en este blog, aun pareciéndome intervenciones fantásticas, sí que la historia de Juan Miguel me ha llegado. “Enseñar es un ejercicio de inmortalidad. De alguna forma seguimos viviendo en aquellos cuyos ojos aprendieron a ver el mundo a través de la magia de nuestra palabra… Por eso el profesor nunca muere”. (Rubem Alves) Y yo añadiría que aprender de nuestros alumnos y alumnos también es un ejercicio de inmortalidad porque siempre veremos el mundo a través de los ojos ilusionantes de personas que nos enseñan en el poder de los sueños, y eso nos permite mantenernos siempre jóvenes, creyendo y mirando al mundo con las ganas de mejorarlo y eso sólo podemos hacerlo a través de la Escuela y de las historias de nuestro alumnado. Jesús forma parte de la vida de los que le rodearon y por eso seguirá vivo y enseñando. GRACIAS Miguel Ángel y GRACIAS Juan Miguel por compartir Historias con corazón.

    • Querida María José:
      Todos (todas) podemos enseñar y todos (todas) podemos aprender.
      Qué hermoso testimonio el de tu alumna Nadia Marlene Meza.
      Estoy seguro de que si los alumnos y las alumnas fuesen más protagonistas en la escuela, nos iría a todos mucho mejor. Le oí decir a Tonucci que las escuelas eran instituciones ilegales. Y lo explicaba así: la ley de la infancia dice que los niños deben ser consultados en todos los asuntos que les conciernen. Y los asuntos de la escuela les conciernen. Pero no se les consulta. Todo lo pensamos y hacemos para ellos y para ellas, pero sin ellos y ellas.
      Podemos (debemos) aprender de nuestros alumnos y alumnas. Hace años escribí en Homo Sapiens un artículo que se titula ENSEÑAR O EL OFICIO DE APRENDER.
      Gracias a ti por escribir comentarios tan interesantes.
      Besos.
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    • Muchas gracias, María José, por valorar la combinación de la Magia y la Metáfora (bien destacadas, en mayúscula, como merecen), que conducen al lugar mágico y cargado de metáforas que defienden Miguel Ángel y Francesco Tonucci, cuya arquitectura -en el más amplio sentido- debería depender de los destinatarios, de los auténticos protagonistas. Por ello, muchas gracias también por dar voz a Nadia -muy interesante su visión y su sueño- y por la interpretación distinta, nueva, basada en el texto de Rubem Alves, sobre la que sustentas que mi alumno Jesús “forma parte de la vida de los que le rodearon y por eso seguirá vivo y enseñando.”

  3. Buenas Maestro!!
    Siempre que pienso en cuentos, Metáforas y anécdotas recuerdo a “alguien” que da mucha guerra con cara de ángel del santoral pedagógico…a quien queremos un montón..jeje.
    Esta mañana en una formación on line de la Codapa con Imbroda, Consejero de deportes y creo que también de educación (?) Pte de Confirmar, nos ha contado unos cuentos….Que no te cuento, no sé si de humor o de terror que me tiene indignado, en fin.
    Gracias Miguel Ángel por tu artículo que me saca del cabreo y me hace sonreír.
    Hoy te invitaba a una buena cena con cariño y agradecimiento…Que espero cumplir pronto.
    Mil besotes a Carla, Lourdes y a ti

    • Querido tocayo (querida Gema):
      Cómo me gustaría saber los cuentos del entrenador de baloncesto… Estuve en la primera sesión del Consejo Escolar que presidió y no pude estar más en desacuerdo con su discursos inicial. Salí muy desanimado de aquella sesión. Después ya no me renovaron como miembro del Consejo.
      Lo de la cena queda comprometido. Donde sea. Tenemos muchas cosas que compartir face to face.
      Un gran abrazo.
      MÁS

  4. Profesor Miguel Angel, mi nombre es Cecilia y le escribo desde un hermoso país hermano, de México, he estado presente en parte de su conferencia de hoy 13/06/2020, he llegado a ella por coincidencia (usted y yo sabemos que nada es coincidencia) ya que estaba revisando un trabajo de una compañera y me llegó la información para su conferencia, e inicié la trasmisión, obvio ya había iniciado, y me he quedado en el punto 4, del programa para desarrollar durante la misma, he intentado continuar con el tema, pero me lo impide el sistema, indicando que no está disponible la grabación, comprendo que es un sistema en vivo, y ha concluido, pero, podría solicitarle me comparta su presentación? me parece muy interesante como la fue desarrollando, yo no soy profesora, soy capacitador, corrijo los errores que la formación generó, para apoyar a estructurar de manera sólida a los profesionistas y profesionales en el desarrollo de sus funciones productivas, por ello EDUCAR CON EL CORAZÓN siempre ha sido mi forma de ver mi labor. le solicito me apoye en esta petición y me indique el horario de la siguiente conferencia, para programarme y asistir desde un inicio, quedo en espera de su amable respuesta y le envío un abrazo desde muy lejos. Gracias por compartirse!!!

    • Querida Cecilia:
      Qué sorpresa.
      Creí que la transmisión estaba destinada SOLO A DOCENTES DE LA PROVINCIA DE MISIONES. Por eso me sorprende que hayas conectado desde México. De cualquier modo me alegro mucho de que hayamos podido estar en contacto.
      La próxima sesión tendrá lugar el 25 de julio, sábado, a las 9 de la mañana de Argentina. Con el siguiente horario. 9 a 10.30 (primera parte). 10.30 a 11: descanso.Y la segunda parte de 11 a 12.30. Es decir, tres horas de videoconferencia.
      El tema que trabajaré será EVALUAR CON EL CORAZÓN, que es el título de un libro que publiqué en 2017 en la Editorial Homo Sapiens.
      Besos y gracias.
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  5. Querido Maestro!
    Me ha encantado si comentario, sus maravillosas palabras, su fábula su cuento.
    Es la pura realidad que hay personas obsesionadas por tener y acumular y no se conforman con lo que tienen.
    Sin importarles a quien se llevan por delante con su obsesión,a amigos, compañeros y hasta familias.
    Yo los considero poco inteligentes hasta analfabetos del saber de la vida.
    Yo cada mañana que abro los ojos me inunda una sensación de felicidad por poder ver la luz del día, escuchar el cante de los pájaros, tener equilibrio para levantarme, sentir en mi corazón que tengo un nuevo día para disfrutarlo.
    Tanto es así, tanto placer me provoca lo poco que tengo que no necesito más.
    Soy capaz de disfrutar de la vida con lo que me ha ofrecido.
    Solo miro para el cielo o para el infinito para pedir paz y salud las dos cosas que considero más importante.
    Lo demás nada me falta, todo lo tengo y cerca algunas personas que me valoran y creen en mí y muchas a quien amar.
    ¿ Qué más puedo pedir?
    Sin más me despido deseando a todos una feliz semana.
    ¡Cuidaros!

    • Querida Loly:
      Sabiduría de vida. Eso es lo que cuentas.
      Qué diferencia con esas personas (María José lo dice muy bien) que solo piensan que serán felices cuando…
      Solo hay AQUÍ Y AHORA en la vida. Es bueno aceptarse, sentirse, vivirse desde una visión positiva y optimista de nosotros, de los demás, de la vida…
      Gracias.
      Besos.
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  6. Querido Miguel Angel:
    Salvo la etapa de la niñez, el ser humano por naturaleza se va convirtiendo en un constante disconforme, al que le cuesta estar en su lugar y en el que siempre persigue más de los que tiene… El gran problema es cuando uno quiere ser o tener más por que o está contento de lo que tiene o es, no así cuando se trata de la búsqueda de la superación personal, con autoconvicción y crecimiento sano, porque de esa búsqueda además encontrar felicidad propia y ser mejores, le servimos a los Otros. Cuantas veces quisiera ser Tú por el gran regalo que significas continuamente en lo que más me apasiona; la educación, pero no quisiera estar dentro de tus zapatos y con todas las responsabilidades que debe significar ser Tú… Crecer y buscar nuevos horizontes significa también saber que con ello vienen aparejados nuevos desafíos y condiciones que debemos estar dispuestos a enfrentar. Nuevamente gracias por llevarnos a pensar, reflexionar y seguir creciendo.
    Como siempre un gran abrazo Jujeño.

    • Querido Rodrigo:
      Esa es una característica de las metáforas. No lo pueden decir todo. Iluminan una parte de la realidad y dejan en la oscuridad otra partes.
      Estoy se acuerdo contigo y eso insinúo en las líneas finales del artículo cuando hablo de que no debemos entregarnos al conformismo, a la inacción y a la pasividad. O a la renuncia al análisis crítico de la realidad.
      La historia del picapedrero critica una actitud permanente de instisfacción dominada por la envidia, por el deseo de ser otra persona u otra cosa. En definitiva, una actitud que nos lleva a la infelicidad.
      Un abrazo.
      Y gracias por el comentario.
      Ayer hablé a la provincia de Misiones.
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        • Estimado Rodrigo:
          Muchas gracias. Parece que hubo más 8000 enlaces. Creí que solo se podía seguir en la provincia de Misiones, pero sé que también se siguió en otras provincias argentinas y en México… (que yo sepa).
          Saludos y gracias por dedicarme ese tiempo.
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  7. Apreciado Dr. Guerra, comentaristas y lectores, saludos
    Estupendos el artículo y los análisis. Las metáforas que acompañan a sus
    textos favorecen a comprender los conceptos más abstractos en términos de
    otros más concretos, revelan parte de Usted, y conceden significados y el
    modo como actuamos frente a ellos. Sus producciones son un faro de
    sabiduría, llenas de ingenio y hacen un espejo de ese binomio tan necesario
    que tenemos que ser, en los ríos de las prácticas, los mares de las
    teorías. Sus producciones llevan a la autoevaluación para compartir e
    interactuar con los pares académicos. Gracias Dr.

    • Querida Lourdes:
      Gracias por tus generosas palabras.
      Todo lo que nos ayude a reflexionar, a comprender la realidad y a estimularnos a ser mejores habrá de ser bienvenido.
      Estoy trabajando con algunos países de Hispanoamérica (Colombia,Chile, Argentina, Ecuador…), pero es curioso que, hasta el momento, no haya tenido contactos con las muchas personas de México que conozco. Aunque ayer me escribió desde México una persona que había escuchado una conferencia que impartí, en principio, para la provincia de Misiones. El mundo digital tiene un alcance inusitado.
      Besos y gracias.
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        • Estimada Lourdes:
          He leído el correo.
          Siento una enorme consideración por los docentes y las docentes de México.
          He vivido experiencias muy intensas en ese hermoso país. La última en Guadalajara con casi cinco mil docentes.
          El ITESO y la Universidad de Guadalajara publicaron EL ARCA DE NOÉ.LA ESCUELA SALVA DEL DILUVIO.
          Muchas gracias por todo.
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  8. Los cuentos, las fábulas tienen su moraleja, de modo que con palabras sencillas nos enseñan cosas importantes.
    El aleccionador cuento que nos has traído lo corrobora. Debemos aceptarnos como somos, cosa que no siempre es fácil. Eso no quiere decir que no debamos luchar por mejorarnos, pero una cosa es eso y otra estar ansioso por poseer lo que no está a nuestro alcance.
    Me quedo con el final y las reflexiones de este cuento: hay quien nunca esta satisfecho de cómo es y de la historia de su vida.
    Para terminar diré, que yo pienso, que todos tenemos importancia en la vida.
    Podemos admirar a otras personas, sus valores, su quehacer, pero no renegar de lo de cada uno, sino más bien esforzarnos por mejorarnos.
    Para mi esa es la moraleja del cuento.
    Yo admiro a muchos. No envidio a nadie. Entre otros te admiro a ti, Miguel Ángel, por muchas cosas.
    Un gran saludo para ti y familia. Saludos también a todos.

    • Estimado Joaquín:
      Hay personas que nunca se sienten bien consigo mismas. Ese sentimiento produce infelicidad.
      Es hermoso el estímulo que nos proporcionan otras personas y es dañina e insana la envidia que nos hace desgraciados y nos lleva a desear el perjuicio de los otros.
      Qué fantástica tu postura: “Yo admiro a muchos. No envidio a nadie”. Un buen resumen. Una buena actitud.
      Gracias por escribir.
      Que sigáis bien, ahora disfrutando ya de los nietos.
      Ojalá que tengamos pronto la vacuna y podemos vivir sin esta angustia.
      Una abrazo.
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  9. Miguel Ángel.

    ¡Cuánto cuento tienes! ¡Cuánto cuentas! No sé si vives del cuento, pero eres un cuentista…

    Estas frases no son metáforas, pero están llenas de doble sentido. En tu caso, en el mejor de los sentidos. Gracias por contar tanto…

    Un abrazo.

    • Querido Juan Carlos:
      Tengo delante un libro de Soler y Canangla (que alguna vez he citado en este espacio) que se titula Aplícate el cuento. Y decenas de libros con cuentos de todos los lugares y fechas imaginables. Cinco estanterías.
      A un ahijado le conté en cuento en sus siete primeros cumpleaños. Los padres le leían el capítulo correspondiente. Se titulaba EL PUEBLO DE TRISQUITRASQUE. Hoy es un arquitecto consagrado. Me dice que se sabe el cuento de memoria.
      Sé que, tratándose de ti, siempre tienen las frases el mejor sentido.
      Un abrazo.
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  10. Querido maestro:

    ¡Qué mágico son los cuentos! ¡Cuánto valor en ellos! He de confesar que también me gustan las metáforas… ¿Por qué será?

    En relación al mensaje que transmite el cuento que has elegido para reflexionar, no puedo evitar relacionarlo con una actividad que ha realizado mi hijo recientemente. Pues bien, su título es “La cápsula del tiempo”. En dicha labor, los alumnos recogen, en una serie de fichas, las vivencias que han tenido durante este especial período para guardarlas y transmitirlas a su yo futuro. No es una idea nueva, como bien sabes, pero no por ello deja de ser fascinante. ¿Qué nos hubiéramos contado a nuestro yo presente? ¡Qué ejercicio dado lo que estamos viviendo!

    Lo que sí me encantaría es que mis hijos jamás se cuenten a sí mismos historias que relaten un inconformismo materialista, porque “pobre” del que así lo haga, ya que jamás encontrarían en su camino vivencias felices. Desde su adarve, únicamente observarían desconsuelo.

    Aprovecho esta ocasión para manifestar que tuvimos el privilegio, hace unas semanas, de oír uno de los cuentos grabados con tu voz en el que nos recordabas que “todo es para bien”.

    Muchas gracias SIEMPRE, un abrazo y mil sonrisas para ti y tu preciosa familia.

    • Querida Lidia:
      Hago en el artículo referencia a esa hermosa iniciativa de varios maestros y maestras. Todas las noches, desde el 25 de marzo pueden los niños y las niñas escuchar un cuento como el que me pidieron así y que tú escuchaste. Todavía sigue funcionando.
      Los cuentos tienen magia. Ya ves que Paco Abril habla de 14 dones que nos entregan los cuentos. Creo que son esos y muchos más. Como el don de la alegría o la sonrisa.
      Le decía a Juan Carlos en un comentario anterior que le estuve escribiendo a mi ahijado Alejandro Pérez un cuento en siete capítulos correspondientes a sus primeros siete cumpleaños.
      Gracias por compartir tus experiencias.
      Besos para los cuatro.
      MÁs

  11. Seguido, admirado y querido Miguel Ángel:

    Me arranco de esta forma, con esta verdad, para que nadie se lleve a engaño con las opiniones que voy a escribir a continuación.

    1.- Bien sabes que me encantan los cuentos, las metáforas, las historias, los ejemplos. Las historias reales y las inventadas.

    2.- En la primera lectura del texto, que es la buena para percibir sensaciones, me ha dejado pensando que yo no llego a las conclusiones que el cuento debía provocarme. Te contesté:

    -Sí home, era boa. ¡Ahora no vamos a poder ni quejarnos!

    Y es que la historia no empieza con un rico o con el rey, sino con un picapedrero. Un currante con un trabajo monótono, “duro”, “todo el día”, que le provoca secuelas físicas (espalda combada). Como él dice, “no es vida”. (Nada se dice qué o cuánto sacaba de su labor, aunque nos lo podemos imaginar). ¿Consideramos lícitas sus ganas de mejorar? ¿Consideramos lógicas sus ganas de llevar una vida más holgada? (El dinero algo tiene que ver en todo ello).

    3.- Otra cosa son los pasos siguientes. Se busca, como dice el cuento, el poder, el ser el más de lo más. Lo explica bien María José Robles, nunca están contentos, siempre les falta. Aún teniendo y siendo mucho, nunca es bastante, nunca son felices. Aquí ya hablamos de otra cosa, ya es obsesión, no se disfruta del camino, solo sirve alcanzar la meta. Y esta nunca se alcanza, nunca debiera alcanzarse. Mientras estemos por aquí, siempre debemos caminar.

    4.- Las fronteras entre una misma acción, a veces, muchas veces, no están demasiado claras. ¿Cuándo uno se queja de vicio y cuándo una queja es más que justa y razonable?
    Cierto es que la felicidad es algo bien misterioso e increíble. El dinero, el prestigio social, el poder, la salud, “el conocimiento”,… Nada de esto te la garantiza, es verdad. ¿Pero no creéis que ayuda? Sé que el ser humano nace para ser feliz, incluso viviendo en situaciones extremas y llenos de penurias, puede que con enfermedades más o menos graves. Por eso me jode tanto ver a un rico infeliz. Un rico quejoso. (Un rico ladrón, sea de sangre roja o azul).

    5.- Evidentemente solo se puede ser feliz siendo la persona que se es (con nombre y apellidos). Si fuese otra persona sería esa la que puede ser feliz o no. Otra cosa es desear saber hacer lo que otros hacen, poder ganar lo que otros ganan, poder optar a algo mejor. Yo no hablo de regalos, no hablo de magia ni ángeles.

    6.- No siempre hay que estar contento. Si los demás pueden (y lo hacen) valorarte, uno también debe hacerlo. Y esa valoración no tiene por qué ser positiva a narices. No hay que engañarse. Aunque tampoco es cuestión de flagelarse. Aceptarse no es sinónimo de valorarse positivamente.

    7.- Bueno, ya. Espero que después de todo este rollo se pueda sonsacar (aunque sea con mucho esfuerzo) lo que quiero decir sobre el poderoso y orgulloso picapedrero que con solo una maceta y un cincel puede moldear la fuerte y vacilona roca.

    Besos.

    • Querido José Antonio:
      Por supuesto. Por supuesto. Muchas veces he dicho que las metáforas iluminan una parte de la realidad y dejan en la sombra muchas otras.
      Creo que hay que tener en cuenta estas limitaciones del género para poder extraer la moraleja.
      Yo mismo introduzco al final algo de mi cosecha (no del relato) que está en la línea de lo que dices: no se pretende invitar al conformismo, al determinismo, a la falta de inquietud, a la renuncia al análisis… Pero es un añadido. La fábula es más sencilla, más elemental.
      No se dicen muchas cosas: ni cómo ha llegado al oficio, ni cuánto gana, ni qué otras opciones tiene, ni de quién depende, ni de qué posibilidades de prosperar dispone…El planteamiento es demasiado esquemático, ya lo sé. Y puede tener algunas limitaciones (incluso trampas) que es bueno someter a exégesis.
      Y, cómo no, nos lleva al espinoso tema de la felicidad y sus señuelos: ¿está en el dinero, en el poder, en la fama, en la comodidad, en las cosas, en los afectos, en el nivel de aspiraciones…?
      Y, también cómo no, nos lleva a la igualdad de oportunidades, a la justicia social, al reparto equitativo…
      Te recuerdo aquella interesante historia del Talmud: tú también tienes razón…
      Un abrazo. Y gracias por las interrogaciones.
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  12. QUERIDO AMIGO Y MAESTRO MIGUEL-ÁNGEL:
    Un saludo afectuoso junto a mis disculpas sinceras por redactar con tardanza estas líneas. Muchos abrazos para Carla y Lourdes.
    Dices que has titulado muchas de tus obras (libros, proyectos, artículos, ponencias…) recurriendo a las metáforas. Así es. En muchas ocasiones te he comentado, como recordarás, que has formulado los títulos con gran precisión, acierto y armónicamente, es decir, en sintonía y en consonancia respecto a los contenidos de tus obras.
    Antes de leerlas, pienso y repienso el porqué del título de tus libros, artículos…La agudeza y el ingenio, esto es, lo racional se unen a la magia imaginativa que rezuman tantos títulos de tu extensa producción (que sigues engrosando para fortuna de quienes te admiramos).
    La metáfora posee un valor educativo y no corresponde solo al ámbito literario, como tantas veces nos han enseñado. Es un recurso lingüístico que utilizan todos los hablantes: desde Lorca hasta un profesor o el vendedor en un mercadillo.
    La Lingüística no surge como ciencia hasta finales del siglo XIX y principios del XX; y todo lo relativo al discurso oral o escrito, los fenómenos linguísticos, etc. son estudiados por la Retórica y la Poética (antiguas ciencias del lenguaje). Por ello, nos decían en el colegio y en el instituto que la metáfora era un tropo o figura literaria o retórica. El discurso político; el discurso publicitario que pretende persuadir al potencial comprador; el habla de todos los grupos sociales y de toda índole rebosan de metáforas.
    A mí me gustan las metáforas llenas de magia, como las de tus obras, o las de los títulos y contenidos de los cuentos: hacen mucho bien al lector o lectora y a los oyentes o escuchantes.
    Un saludo a todos y a todas.

    • Querido Carlos:
      Nunca es tarde si la dicha es buena.
      Sé de tus conocimientos extraordinarios y de tu pasión por la literatura.
      Sé que te importan las cosas que se dicen y también el cómo se dicen.
      Eso tiene que ver con la capacidad de quien escribe y también con la pericia del lector.
      Una de las causas que me llevan asiduamente al uso de las metáforas es el deseo de que lector tenga una comprensión fácil (aunque el tema sea complejo) y, por otra parte, que encuentre ameno el contenido.
      Os traslado los saludos de Carla y de Lourdes.
      Un abrazo y gracias.
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