El sabio y la mariposa

23 May

Estamos en plena desescalada. Parece que ya se ve alguna claridad al final del túnel, aunque todavía quede mucho camino por recorrer hasta salir a plena luz . Un camino lleno de miedo y de muertes que solo podremos recorrer con esfuerzo, disciplina y esperanza. Hemos avanzado en la buena dirección.  Del 35% de contagio hemos pasado a 0,2% y de 900 muertos diarios hemos pasado a menos de 50. Como decía Winston Churchill tras El Alamein, “esto no es el fin, ni el principio del fin, pero sí es el fin del principio”. Para que sigamos avanzando tenemos que poner cada uno nuestro mayor esfuerzo. Ahora todo depende de nosotros y nosotras. Es la hora de la gente. 

En los primeros compases de la crisis fue la hora de los políticos. Tuvieron que tomar medidas rápidas, improvisadas, duras, arriesgadas, difíciles. Tuvieron que sostener la economía con decisiones novedosas, urgentes y solidarias para  que nadie quedase en el camino por no poder satisfacer las necesidades básicas. 

Luego fue la hora de los sanitarios y las sanitarias,  que tuvieron que hacer frente a una avalancha de enfermos y enfermas que necesitaban camas, cuidados y remedios. Se vieron obligados a trabajar con un altísimo riesgo y con escasos medios, bordeando siempre el abismo del colapso.

Llegó también la hora de los militares y de los policías que pusieron su actividad al servicio de la desinfección, la vigilancia, la seguridad y el orden, arriesgando sus vidas y luchando contra el miedo a un posible contagio.

Y luego les llegó la hora a aquellos servicios y comercios que proveían de artículos de primera necesidad con el fin de que pudiéramos satisfacer las necesidades más apremiantes: supermercados, farmacias, panaderías…

Luego llegó la hora del profesorado que tuvo que hacer frente a unos compromisos docentes y evaluadores llenos de exigencia que necesitaron de esfuerzo, ingenio y  coraje suplementarios. Porque nunca había tenido que trabajar en esas circunstancias. Porque lo hacía desde sus casas, con tareas domésticas e hijos a los que cuidar.

No es tan diacrónica la lista, ya lo sé.  Tiene, más bien, carácter sincrónico, pero era necesaria la enumeración para hacer patente su relevancia en la crisis. No es que haya desaparecido o disminuido la necesidad de la acción de todos estos agentes, pero creo que este es el momento de cada ciudadano. Es la hora de la responsabilidad.  Sé que no es fácil. Una cosa es esconderse del virus en la casa y otra luchar contra él en la calle. Aun queriéndolo hacer bien no es nada fácil. Pero hay que querer hacerlo bien.

Ha llegado la hora de la gente, como decía. La hora de la responsabilidad ciudadana. Ahora somos nosotros, todos y cada uno, quienes debemos dar muestras de seriedad, exigencia  y compromiso con el bien común.

Tenemos la obligación de conocer al dedillo la normativa vigente. Tenemos que saber cuándo, cómo, a dónde y durante cuánto tiempo se puede salir. Y qué se puede hacer en esas salidas. Y que desde el jueves pasado es obligatorio el uso de mascarillas. Tenemos que cumplir escrupulosamente cada una de las normas, tanto las de higiene como las de distancia o movilidad. 

Y tenemos que ayudar a que otras personas  cumplan las normas, especialmente aquellos y aquellas que dependen de nosotros. No podemos ser testigos impasibles de cómo nuestros hijos e hijas, por ejemplo,  se saltan las normas y nos exponen a todos al contagio.

No es la hora de la crítica. Es la hora de la acción. No es la hora del individualismo sino la hora de la solidaridad. No es la hora de la inconsciencia sino del comportamiento responsable. No podemos traicionar el esfuerzo de todos y todas quienes han trabajado y siguen trabajando denodadamente. No podemos echar por la borda, a través de comportamientos irresponsables, aquellos logros ya conseguidos.

“Es incorrecto e inmoral tratar de escapar de las consecuencias de los propios actos”, decía Gandhi. Da la impresión de que algunas personas no son conscientes de los efectos de sus acciones. Pareciera que fuesen niños sin uso de razón o enajenados que no tienen capacidad de discernimiento.

He visto en la televisión (y en la calle) aglomeraciones estúpidas, contactos irresponsables, desplazamientos inadmisibles  a segundas residencias, encuentros  prohibidos, comportamientos inconscientes, rupturas injustificadas del confinamiento…

Nadie puede declararse a sí mismo una excepción.  Nadie tiene derecho a convertirse en una fuente de contagio. Nadie debe pensar que es lo mismo hacer las cosas bien que hacerlas mal. Esta es una llamada a la sensatez, al sentido común y al sentido de lo común. Nos estamos jugando el presente y el futuro.  Es la hora de pensar  lo que sucedería si todos actuasen como nosotros.

No tienen que ser las multas el principal elemento disuasorio, sino el sentido del deber ciudadano. La responsabilidad de ser respetuosos y solidarios. Me pregunto en este momento por la educación que hemos recibido en las escuelas. ¿Qué tipo de ciudadanos somos hoy? ¿Hemos aprendido a pensar en la escuela y en a universidad? ¿Hemos aprendido que las causas producen unos efectos de manera inexorable? ¿Hemos aprendido a ser solidarios, responsables, compasivos? ¿Qué hemos aprendido si no? “La libertad significa responsabilidad. Por eso la mayoría de las personas la temen”, decía George Bernard Shaw.

He contado alguna vez la siguiente historia, de autor anónimo, que ahora  quiero compartir con el lector o lectora para avivar estas reflexiones sobre la responsabilidad y la libertad. Sobre los diversos determinismos que, a veces, nos atan al enajenamiento.

Había un viudo que vivía con sus dos hijas, curiosas e inteligentes. Las niñas siempre hacían muchas preguntas. Él sabía responder algunas, otras no.

Como pretendía ofrecerles la mejor educación, mandó a las niñas de vacaciones con un sabio que vivía en lo alto de una colina. El sabio siempre respondía a las preguntas sin la menor vacilación. Impacientes con el sabio, las niñas decidieron inventar una pregunta que él no sabría responder.

Una de ellas apareció con una hermosa mariposa azul que utilizaría para engañar al sabio.

– ¿Qué vas a hacer?, preguntó la hermana.

 Voy a esconder la mariposa en mis manos y voy a preguntar al sabio si está viva o muerta. Si él dijese que está muerta, abriré mis manos y la dejaré volar. Si dice que está viva, la apretaré y la aplastaré. Y así, cualquiera que sea su respuesta, será una respuesta equivocada.

Las dos niñas fueron entonces al encuentro del sabio, que estaba meditando.

 – Tengo aquí una mariposa azul, dijo una de las hermanas. Dígame, sabio, ¿está viva o está muerta?

Con mucha calma, el sabio sonrió y respondió:

– Depende de ti… Ella está en tus manos.

Así es nuestra vida, nuestro presente y nuestro futuro. No debemos culpar a nadie cuando algo falle porque somos nosotros los responsables por aquello que conquistamos (o no conquistamos). Nuestra vida está en nuestras manos como la mariposa azul. Nos toca a nosotros escoger qu

é hacer con ella.  Depende de nosotros mismos el hacerla respetable o indecente, salvífica o destructiva. Muchas veces la hacemos depender del pensamiento de otros, de las actitudes de los otros, de las decisiones de los otros, de las condiciones que nos rodean. El determinismo nos entrega al conformismo, al desaliento y a la irresponsabilidad. Pero en realidad somos nosotros quienes podemos salvarnos o hundirnos.

Dice Stephen Covey: “La clave es tomar la responsabilidad  y la  iniciativa, decidir de qué trata tu vida y priorizarla alrededor de las cosas más importantes”. Y ya sabemos que las cosas más importantes de la vida no son las cosas. Son las personas, que tienen por el hecho de serlo, una dignidad consustancial y unos derechos inalienables.

32 respuestas a «El sabio y la mariposa»

  1. QUERIDO MAESTRO:
    Como siempre ¡Hermosa reflexión!
    Aquí, tan alejada de usted pero tan cerca cada vez que lo leo, deseo que actuemos sin demoras con responsabilidad que cuidemos nuestros seres queridos , que valoremos la vida,
    ¡¡No dejemos de pensar en el otro para volver encontrarnos todos!!
    Saludos cordiales.
    Leonor

    • Querida Leonor:
      Así es. A veces pensamos en todo lo que los demás tienen que hacer, sin caer en la cuenta de que está en nuestras manos el destino (el nuestro y el de los demás).
      Me preocupan esas personas que salen a protestar contra el gobierno incumpliendo todas las medidas de seguridad.
      Y los que actúan haciendo caso omiso de cualquier norma.
      Es una irresponsabilidad tremenda.
      Es que no les importa nada, ni las multas.
      Se trata de comportamientos egoístas y criminales.
      Besos y gracias.
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  2. ¡Querido Maestro!
    Hoy su comentario me ha hecho pensar que el mundo está lleno de héroes cotidianos muy cercanos que saben con su quehacer sobreponerse a la adversidad.
    Han ido poco a poco recogiendo sus pedazos rotos hilvanando de esperanzas y coraje su corazón roto.
    Son habilidades, conocimientos, acciones, que uno mismo adquiere por la fuerza del destino y sin tener otra opción que ser valiente.
    Es nuestra forma de ser, nuestro instinto natural el que nos da herramientas psicológicas para afrontar las dificultades y en esta difícil época que estamos pasando, recuperar la orientación y el camino.
    Hay que permitirnos ser vulnerables y sentir un sinfín de miedos.
    Es necesario abrazar nuestras debilidades para poder llegar a ser fuertes y valientes.
    Aceptar lo que está ocurriendo, el cambio radical en el vivir cada día, favorecerá nuestra actuaciones responsables y nuestra curación futura.
    El paso del tiempo es un buen aliado para el que pone de su parte para arreglar las cosas.
    Pero somos nosotros mismos quienes debemos dar el paso, tener voluntad, cuidarnos como merecemos y buscar el bienestar, el equilibrio y la felicidad.
    Y feliz me hizo el otro día, una antigua alumna, que me vio cuando fui a visitar a un vecino anciano y ella estaba cuidandolo como auxiliar de geriátria.
    Yo no la reconocí , han pasado muchos años y ya de mayores me cuesta reconocerlos y además llevábamos mascarillas.
    ¡Y me dijo: señorita Loly jamás se me olvidarán sus ojos son inconfundibles!
    Sus palabras me llenaron el corazón como un globo de helio.
    ¡Que bellas raíces he sembrado en mi época profesional!
    Son momentos inesperados que te llenan de ilusión, te recompensan tu vida, nos hacen dignos, dan forma a lo que sentimos y habla de la persona que hoy veo reflejada en el espejo.
    Muchas gracias por todo lo que me ha enseñado.
    Y sin más me despido con un gran abrazo y muchos ánimos para todos/as.

    • Querida Loly:
      Esos encuentros son reconfortantes. Compruebas en ellos que tu tarea paciente, generosa y esforzada de cada día en el aula ha dado sus frutos.
      Es hermoso saber que aquellas semillas que tú sembrabas cayeron en buena tierra y fructificaron. Hay una frase de Rubem Alves en un libo suyo titulado «La alegría de enseñar» que dice así: Enseñar es un ejercicio de inmortalidad. De alguna horma seguimos viviendo en aquellos cuyos aprendieron a ver el mundo a través de la magia de nuestra palabra.Por eso, el profesor nunca muere». Hermosa y cierta.
      Me alegra saber que tus alumnos re recuerdan y te quieren.
      Besos y gracias.
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  3. Buenas Magister!
    Cada artículo que escribes da para una tertulia dialógica y una meditación profunda..
    Entre las cartas de Juan y Pedro del domingo están las tuyas, la de los sábados!! Y no creas que se diferencian mucho, bueno las tuyas son más amenas, esto hay que reconocerlo. Tienes tambien algunos versículos muy buenos en esta carta.
    «Del sentido común al sentido de Lo común»
    «Las cosas más importantes de la vida no son las cosas.. son las personas»
    «El determinismo nos entrega al conformismo y a la irresponsabilidad»
    «Depende de ti…Ella está en tus manos».
    No soy determinista biológico ni cultural, creo en nuestra responsabilidad personal sin olvidar claro está, los condicionamientos sociales potentes que siempre hemos de tener en cuenta… ahora que estoy releyendo a E.Galeano «curso básico de injusticia en la escuela del mundo al revés» estos condicionantes se me hacen más evidentes.
    Para terminar me quedo con dos tesoros que nos regalas… no siempre son respuestas, estas son preguntas.
    Que hemos aprendido en la escuela?
    Que estamos aprendiendo?
    Mil gracias Miguel Angel!
    Besos a Lourdes y Carla.
    Un fuerte abrazo.

    • Queridos amigos:
      Te comentario lo tiene todo.
      Ayudas a quien lo ha escrito con apreciaciones positivas, destacas lo que es importante para ti, retomas preguntas decisivas, citas a un autor relevante, das las gracias, das saludos… ¿Hay quien da más? Da gusto tener lectores como tú.
      Me inquietan muchos esas manifestaciones que se están extendiendo. Son irresponsables, inoportunas y desleales.
      Muchas gracias.
      Besos para Gema.
      Un gran abrazo para ti.
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  4. Hoy, Miguel Ángel, con tus reflexiones, nos animas a ejercer la responsabilidad personal frente a la pandemia que nos sigue golpeando menos, pero que sigue al acecho.
    Personalmente no me quitaría de mi conciencia, si por mi dejadez, enviara a la tumba a alguien.
    A mí, como creo que a la mayoría, nos gustaría que todo esto pasase y volver a la vida normal. Si esto deseamos, de nuestra responsabilidad depende que así sea, o de lo contrario que retrocedamos con el enorme coste que eso supondría.
    Como dice la historia de la mariposa en nuestras manos está acabar con esto o seguir con la pesadilla.
    Tenemos que seguir las directrices de los que nos dirigen, aunque veamos cosas que no encajan con nuestra realidad.
    Estoy pasando el confinamiento en una zona con una playa de ocho kilómetros. ¿Como es posible que no te dejen tumbarte o bañarte en esa playa? pues debemos obedecer la norma hasta que la cambien. El hacer lo que cada uno considera nos llevaría al caos.
    Gracias por tus siempre constructivas reflexiones. Saludos y salud a tod@s.

    • Querido Joaquín:
      Es cierto. Ya digo en el artículo que no es fácil conocer y cumplir las normas. No todas nos parecen razonables.No todas nos aàrecen fáciles de llevar a la práctica. Y como se legisla para todos, a veces se incurre en esas incongruencias locales.
      Por otra parte la inseguridad hace que no sepas a qué atenerte: los guantes son a veces aconsejables, a veces inútiles y otras perjudiciales. Las mascarillas (en una palabras metemos cientos de tipos) son primero optativas, luego obligatorias y luego no sabemos qué…
      Hay también información rigurosa y bulos que se multiplican.
      Sin embargo, algunas de las normas son claras e imprescindibles: la distancia física de 2 metros, el lavado frecuente de manos, las salidas en las horas reglamentadas…
      Está claro que quienes se manifiestan de forma masiva, están incumpliendo una norma elemental de protección.
      Por cierto, creo que Vox y el PP están actuando de forma irresponsable y cínica alentando y promoviendo las manifestaciones, las caceroladas y las caravanas…Por cuestiones sanitarias y por cuestiones democráticas.
      ¿Qué no entienden de que tenemos SALIR JUNTOS y ESTAR UNIDOS PARA LIBRARNOS DL VIRUS? No se dan cuenta de que el enemigo no es el gobierno sino la enfermedad. Otra irresponsabilidad.
      Un abrazo y gracias.
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  5. Querido Dr. Miguel Àngel, al vaivén de una hamaca, acompañada de mi hija Maria del Mar y nuestra mascota, he leído en voz alta la sabia y clara Columna q como siempre , se constituye en referente y en bálsamo para quienes tenemos el placer de leerlo.
    Destaco , la gran influencia q sus palabras ejercen para la reflexión y en consecuencia para la transformación de prácticas q se reflejan en el texto.
    Un saludo con mucho afecto, desde esta tierra, Colombia, q lo reconoce y aprecia.
    Feliz día en unión de Lourdes y Carla.
    Un abrazo,

    Indira Orfa Tatiana Rojas Oviedo.

    • Querida Indira:
      Me he imaginado con emoción la escena de la lectura.
      Gracias por el tiempo y la atención que has dedicado a leer y compartir el artículo.
      Y gracias, sobre todo, por la valoración que haces del mismo.
      Ojalá que pronto salgamos de esta angustiosa situación que pone en riesgo a la vez la salud y la economía de los países.
      Todos debemos remar en la misma dirección.
      Hay que salir de la crisis. Con responsabilidad y optimismo.
      Besos y gracias.
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  6. Estimado Maestro Miguel Ángel:
    Es un respiro disfrutar de su reflexión, en medio del caos que estamos viviendo hoy en latinoamericana.
    Al pasar de los días, el panorama se hace cada vez más complejo, pues de manera simultánea vemos dos pandemias, una provocada por la crisis sanitaria, y otra producto de una recesión económica.
    Tal cual enumera usted diversos acontecimientos, siento esa esperanza y anhelo de alcanzar que dicho proceso finalice. Sin embargo, la falta de empatia y solidaridad es una de las grandes barreras que debemos abordar.
    Tomar conciencia y ser responsable es también un nuevo aprendizaje. Mi optimismo, ayuda y contensión va hacia quienes hoy puedan necesitarlo mediante un pequeño gesto «escuchar»..y «afianzar» el sentimiento de comprensión hacia un nuevo reordenamiento universal.
    Me despido con el cariños de siempre.
    Eliana,San Nicolás. Chile 🇨🇱

    • Querida Eliana:
      Mil gracias por tu sensible e inteligente comentario.
      Sé que van unidas la crisis sanitaria y la crisis económica. Las dos nos hunden en el miedo y la angustia. La gente puede morir de hambre o del virus. Son peligros que nos acechan.
      Sigo con preocupación la evolución de Chile. Nosotros hemos doblegar la curva de contagios y la de fallecidos y estamos en plena desescalada. Todavía queda mucho camino hasta la recuperación, pero hemos de mantener la esperanza.
      Se necesita lo que tú posees: responsabilidad, optimismo y compasión.
      Muchos besos.
      Muchas gracias.
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  7. Estimado Miguel Ángel, bonita historia, bonitas reflexiones. “La casualidad se puso el disfraz de una mariposa que al vuelo se entregó soltando su efecto nos acarició”. Amaia Montero dedica esta canción al Síndrome X Frágil, y me viene a la cabeza porque ahora más que nunca tenemos una sociedad frágil, en la que la solidaridad sigue siendo necesaria para ayudar a las personas más vulnerables, donde la empatía y el altruismo deben ser nuestra Rosa de los vientos que nos ayude a descubrir nuevos puertos, especialmente en la Escuela. Porque como tú mismo has dicho en alguna entrevista “a mí se me asemejan las escuelas a barcos en alta mar, con la tripulación extenuada, todos trabajando, sudando, unos en las máquinas, otros en la cubierta, en la cocina…Pero si se preguntara ¿dónde va el barco? Sería terrible escuchar: No sabemos dónde, porque estamos muy ajetreados en el trabajo. Entonces la escuela no puede entregarse a la rutina, porque pudiera suceder que el barco está navegando al abismo o dando vueltas en círculos concéntricos o sin rumbo. La escuela tiene que aprender, tiene que saber qué pretende y si eso que pretende se está consiguiendo” …porque en realidad somos nosotros los que decidimos salvarnos o hundirnos.
    Reflexionemos sobre la Escuela que generó el coronavirus, porque realmente es el reflejo de lo que muchas estaban viviendo. ¡Salvemos a la Escuela! Para que sea libre porque como tu bien dices…La libertad significa responsabilidad. Espero que realmente sea el fin del principio.
    ¿Podemos empezar Gamificando al coronavirus ?(https://sites.google.com/view/conectando-escuelas-con-creati/ventana-de-esperanza/gamificando-al-coronavirus?authuser=0&fbclid=IwAR1D_LJbSPwwiogM01Oh1pfEqFFb8govIuh3N_424sd9viDV9H-WUKDbjQw). Estoy escribiendo un libro..”La Escuela que generó el Coronavirus, donde recoge muchas de tus reflexiones, espero poder terminarlo y que puedas escribir el prólogo…me animaría a continuar…
    ¿Qué escuela queremos? Depende de ti… está en tus manos….
    «Los corazones humanos no se unen solo mediante la armonía. Se unen más bien herida con herida, dolor con dolor, fragilidad con fragilidad…no existe aceptación sin pasar por un intenso sentimiento de pérdida. Estos son los cimientos de la verdadera armonía. «(Haruki Murakami).
    GRACIAS MIGUEL ÁNGEL, por tus reflexiones, por tus comentarios que nos llenan de energía para continuar entre los tripulantes de este barco llamado ESCUELA.

    • Querida María José:
      Interesante comentario.
      A mí me pasa como a ti, que todo me lleva a la escuela.
      No sé si me has oído decir que no hay nada más estúpido que lanzarse con la mayor eficacia en la dirección equivocada.
      Curioso enlace el que nos brindas a todos y a todas. Gracias. Lo veré con detenimiento.
      Por supuesto que puedes contar con el Prólogo de tu libro. Será un honor y un placer.El tema me parece muy sugerente y muy importante, además de oportuno.
      Escribí un libro con los prólogos que había preparado para numerosos libros. Lo publicó la Editorial Homo Sapiens, de Rosario. Lástima que no haya podido incluir el tuyo, a no ser que haya una segunda parte. El libro se titula PASE Y LEA.
      Acabo de publicar en estos días, en esa misma editorial argentina, ECUCAR EL CORAZÓN.LOS SENTIMIENTOS ENLA ESCUELA. No sé si has visto ¿Para qué servimos los pedagogos? El valor de la educación (2020. Ed. La Catarata de Madrid).
      Besos y gracias.
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  8. Miguel: que gusto volver a leerte y es un gusto y alegría saber que ya comienzan a salir, tu articulo llegó en mejor momento ya que me cuestionaba algunas cosas y tu das respuesta, luz y esperanza… Un abrazo a la distancia desde Guadalajara, México…aún en casa…

    • Querida Mónica:
      No sabes cuánto me alegra saber que mis palabras fueron de ayuda para ti.
      No hay mejor gratificación para un escritor.
      Te envío un gran abrazo desde Málaga esperando que el virus vaya retrocediendo y podamos construir una normalidad mejor.
      Besos y gracias por leer y escribir.
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  9. Hay que acrecentar la esperanza porque, en los momentos de adversidad, corremos el peligro de entregarnos al pesimismo.
    Hay señales más que claras de que estamos venciendo la pandemia pero tenemos que superar esa false del luto (negación,rabia, negociación, pena) que apunta con la responsabilidad solo a los demás.
    NOSOTROS TENEMOS EN NUESTRAS MANOS LA SOLUCION, SEAMOS RESPONSABLES.
    Saludos.

    • Querida María Teresa:
      Los pesimistas siempre dicen que son realistas. Lo mismo podrían decirlos optimistas.
      Estoy contigo en que vamos por el buen camino.Se ha doblegado la curva de contagios y de fallecidos. Se curan más que se infectan.
      Se vacían las UCIS. Llegan materiales que faltaban.
      Cuando empezamos el confinamiento en marzo teníamos 900 muertos diarios. Y un crecimiento de contagio del 35%.
      Hay países como Dinamarca que han dado por superado el problema.
      Es cierto que en el mundo todavía estamos en fase creciente, pero estoy seguro de que iremos mejorando hasta encontrar la vacuna que nos permita vivir, salir y viajar tranquilos.
      Todas y todos tenemos que poner lo que esté en nuestras manos.
      Venceremos juntos al virus.
      Arriba los corazones.
      Besos y gracias.
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  10. Buenos días a todo el mundo,

    Hoy de hoy y no de mañana, de lo que más se habla es de política, pero yo, hoy y tal vez también mañana, no voy a decir nada de ello en coherencia con mis principios. Confío aún en la integridad de casi todos los jueces.

    Gracias a los que escriben, me entretengo, aprendo, y así de paso en la cavilación de los argumentos de uds. voy venciendo y previendo el alzheimer. Incluso echo de menos las elucubraciones de mi amigo el Sr. Lema, ya sé que le tiene ocupado su decepción con la izquierda, poco a poco, sin prisas, podría pasarse en principio a Ciudadanos para luego transitar el camino hasta Vox. Ánimos, amigo.

    Ahora, evidentemente, el devenir de la salud está en nuestras manos. El virus sigue estando ahí, incluso más dañino porque sabemos más de sus estragos y eso amilana incluso a jóvenes y a niños, quizá sea también por los efectos psicológicos del miedo que da.

    Como estoy muy anciano y parte de mis allegados también, ante un contagio de previsibilidad nefasta, observo a la gente y actúo. Veo que la gente actúa por simpatía, no de simpático, digo ahora simpatía de afinidad, de hacer lo que ves. Los políticos y sanitarios dicen dos metros de distancia, yo digo cuatro, y al que se me acerque le paro de puro grito si no me da tiempo a esquivar. Dicen mascarilla, yo dos, una al derecho otra al revés. Dicen gel de manos, yo todo el rato con el bote en la mano. Dicen evitar locales cerrados, no entro, a gritos desde la calle. Viene alguien por mi misma acera, doy dos saltos cruzo la calle y me voy a la acera de enfrente. Hay que comprar, ordeno y mando a alguien joven. Dicen relaciones de pareja, digo onanismo. Resumiendo, una actitud hipocondríaca en grado extremo en mi relación con los humanos o sus lugares de camadas. Resultado, los humanos se van comportando igual para conmigo, es de agradecer, aunque algunos se acercan el dedo índice a su sien y simulan atornillar algo con el dedo.

    El último Sábado por la mañana estuve con parte de mi familia enTorremolinos, en la C/ San Miguel, dicen que la calle más transitada de Europa (relación de transeúntes/m2). Casi ni un alma en la calle, esto es desolador. Algunos comercios abiertos, pero la mayoría con la cancela bajada. Los abiertos, completamente vacíos. Ni un guiri. Va que mi aspecto es nórdico, grande, rubio, alto, a pesar de mi nonagenaria sabiduría. Los comerciantes al verme me dirigían una espléndida sonrisa y algunas palabras en inglés -podría ser cualquier otro idioma, tal mi ciencia en ellos es la misma-, oh, y qué cara de vinagre cuando yo les respondía en ese andaluz que comparado con el de la Ministra María Jesús Montero, ella parecería de Valladolid. Concluyendo, esto va para largo en el mejor de los casos, sobre todo en lo económico, ánimos a todo el mundo.

    Que tengan un buen día. Salud.

    • Estimado Don Quintiliano:
      A pesar de todas tus preocupaciones, veo que eres más osado que yo. Todavía no he salido más que al supermercado y no he celebrado aun ninguna reunión familiar ni con amigos. No soy hipocondriaco, pero creo que estamos en una fase complicada. No es fácil hacerlo bien, aun queriendo hacerlo bien.
      Lo que me preocupa en este momento es la falta de responsabilidad que veo por televisión y que oigo en la radio. Acabo de escuchar a Julia Otero decir que en Lérida se han contagiado 20 personas en una fiesta de cumpleaños. ¿Era necesario hacer una fiesta en este momento? Veo aglomeraciones de gente, personas sin mascarilla (me alegra saber que tu llevas dos), individuos que no respetan la distancia.
      El problema es doble: una persona se puede contagiar y además se convierte en una fuente de contagio. Hemos hecho un esfuerzo de casi tres meses de encerrona y ahora lo podemos echar todo a perder por impaciencia y por irresponsabilidad.
      No me gusta esa presión que ejercen las comunidades sobre el gobierno para salir lo antes posible. Ya sé que existe prisa para que la economía empiece a resurgir, pero es necesario ANTES QUE NADA salvar la vida.
      Espero que José Antonio te lea y espero también que no te haga mucho caso, a pesar de tu sabiduría. No puedes ser perfecto, Algún error que otro tienes que cometer.
      Un gran abrazo.
      Y gracias por escribir en el blog.Pocos tendrán la oportunidad de tener colaboradores con tanta experiencia.
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      • Querido Miguel Ángel:

        1.- Ya sabes que yo leo desde la primera letra del título hasta la última de la última intervención.

        2.- Nos conviene hacerles siempre bastante caso a los sabios, aunque no sean perfectos.

        3.- Como en este mundo muchas cosas parece que estén diseñadas al revés de lo que la lógica nos indica, yo solo espero que ese terrorista que sale en la tele día sí día también, ese terrorista que nos salvó la vida privándonos de la libertad de callejear, ese que nos enterró en vida bajo el techo de nuestras casas, ese gurú experto homicida y saneador de la caja de Pedro, ese vago limpiador de residencias de ancianos. En fin, a este elemento espero que se le dé su merecido. Imputado, juzgado y condenado por homicidio premeditado contra todo lo que se mueva. ¡Y parecía el paciente y educado vecino de la puerta de al lado!

        4.- Así es, mi querido Quinti. Ya solo nos queda Vox para defender nuestra bandera y todos los buenos valores de Nuestra Patria. Son los únicos que se preocupan por la vida del campo, sobre todo si está cerca de una ciudad. ¡Y qué decir de la educación y en contra de todo adoctrinamiento!

        5.- Un abrazo, y responsabilidad.

        • Querido José Antonio:
          1. Gracias por leer de pe a pa. No lo hace casi nadie.
          2. Cuidado que las armas las carga el diablo y no todos saben leer al revés.
          3. Ya sabes que me gusta que escribas antes porque tus comentarios dan juego para la semana y más.
          4. Sé que se sienten más patriotas quienes tienen más trozo de patria. Qué tremendo.
          5. Ojalá que no se produzca la conversión que atisba Don Quintiliano, por muchas rogativas que hagan los devotos.
          Un abrazo.
          Buenas noches.
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  11. Miguel Angel, te conocí hace 1 día en una entrevista que vi, soy de Chile, Psicopedagoga y estudiante de Pedagogia diferencial; que hermoso lo que escribes, me acabo de re encantar con el ser enseñante a través de tus palabras maravillosas. Te felicito y te agradezco por compartir tus conocimientos y esas reflexiones que me han llegado al alma.
    Abrazos virtuales.

    • Querida Gloria:
      Me hacen mucha ilusión tus palabras.
      Me alegra que te hayas icorporado al blog. Gracias por escucharme en la entrevista, por leerme y por escribir.Tengo una especial debilidad por los y las estudiantes de Pedagogía.No sé si viste que acabo de escribir ¿PARA QUÉ SERVIMOS LOS PEDAGOGOS? EL VALOR DE LA EDUCACIÓN. El Epílogo del libro lo escribe un grupo de estudiantes de Pedagogía de mi Universidad.
      Te deseo lo mejor en tu vida en general y en tu trabajo cuando lo tengas.
      Muchos besos.
      Mucha suerte.
      MÁS

      • Creeme que dedicaré mucho tiempo para leerte, de verdad tus palabras me han llegado al alma.
        Es muy lindo encontrar en la vida a alguien que te inspire inmediatamente.

        • Querida Gloria:
          No sabes cuánto m alegra haber conectado contigo. Nunca sabes cuando escribes a quién va a llegar tu mensaje. Y no sabes cómo lo va a recibir. Qué maravilla que se produzca una conexión tan fuerte.
          Me gustaría verte con frecuencia por esta plaza para compartir ideas, sentimientos, propuestas y experiencias.
          Muchos besos.
          Muchas gracias.
          MÁS

  12. Querido Miguel Ángel:

    Como siempre un gusto estar en contacto, la calidez y profundidad con la que dice las cosa hace parecer bueno hasta lo malo…

    Que verdad tan grande …»Una cosa es esconderse del virus en la casa y otra luchar contra él en la calle». Por eso es que los educadores debemos seguir trabajando sin bajar los brazos, para que desde adentro de las Escuelas o fuera de ellas, sigamos formando ciudadanos responsables, al los que le importe el OTRO, que se cuiden y cuiden a los demás, que amén la vida en todos sus sentidos… Los políticos, el personal de la salud, los militares y todos los que somos partes de una sociedad y como adultos estamos viviendo está pasemos, pasamos por por una Escuela, donde hubieron personas que nos enseñaron. Ahora el desafío está en que nosotros soñemos qué tipo de ciudadanos adultos queremos para mañana y ver qué ingredientes son necesarios para lograrlo…

    Un gran abrazo Jujeño.

    • Querido Rodrigo:
      Gracias por leer y escribir.
      Tienes mucha razón.
      Todos los ciudadanos han pasado por la escuela. ¿Qué han aprendido?
      Los estudiantes que están hoy en la escuela y en la Universidad, ¿qué están aprendiendo?
      Creo que los dos cometidos más importantes de la escuela son estos dos:
      ENSEÑAR A PENSAR
      ENSEÑAR A CONVIVIR
      Me preocupa que una población vote y haga presidente a un personaje como Trump, que se ríe de las mujeres, que odia a los inmigrantes, que desprecia a las personas… ¿Cómo están formadas?
      Temas para pensar.
      Un abrazo y gracias.
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  13. Me sorprenden esas situaciones que muestran una irresponsabilidad impresionante.
    He oído esta mañana que en Lebrija la policía tuvo que desmantelar una fiesta de más de cien personas.¿No saben contar? ¿No saben que no se pueden reunir más de diez?
    Me sorprenden esas aglomeraciones en la calle, en los restaurantes o en las tiendas…
    Me sorprende ver a tanta gente sin mascarilla.
    ¿No son conscientes del peligro?
    ¿SON INCONSCIENTES?
    ¿SON IRRESPONSABLES?
    Y algunos tienen la osadía de insultar a la policía por hacerles cumplir la ley.
    No se trata solo de cada uno de ellos.
    Es que están poniendo en riesgo la vida de los demás y el proceso de desescalada como ha sucedido en Lleida por la fiesta multitudinaria de un cumpleaños.
    No me explico lo que les pasa a estas personas.
    Saludos.

    • Querida Raquel:
      De eso va el artículo.
      Der una llamada a la responsabilidad de los ciudadanos y de las ciudadanas.
      Y veo que, en general, la mayoría de la gente responde de forma positiva, pero hay una parte de la población que carece de los principios más elementales de la responsabilidad.
      El momento es de una gravedad extrema. Nos estamos jugando la vida de las personas. Y la paralización económica del país.
      Esas personas están poniendo en riesgo todo el esfuerzo que ha realizado todo el país.
      Y ni las multas las detienen.
      Creo que hay hacer un esfuerzo desde la educación para formar personas responsables.
      Besos y gracias.
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  14. Maestro Miguel Ángel,
    Como siempre es enriquecedor leerlo y reflexionar sobre el quehacer docente, es sabido por aquellos que la ejercemos que es una profesión donde nunca se para de aprender y de procurar construir un mañana más esperanzador.
    Le saludo desde un territorio maravilloso y cálido de Colombia, ubicado en la periferia o que muchos reconocen también como lugar provincial, la tierra donde se cultivan frutos exóticos y amazónicos y aun se conservan los ríos cristalinos. Quizás usted en su visita no pudo disfrutar con plenitud. En fin, sin más preámbulos y para no crear más misterio le escribo desde Florencia- Caquetá (Universidad de la Amazonia).
    Quería tomarme el atrevimiento de invitarlo a compartir un momento de tertulia con mis estudiantes de pre-grado en psicología en un espacio virtual. Que sea una bella oportunidad de honrarnos con su presencia haciendo un intercambio de saberes y, a su vez, poder ampliar horizontes planetarios.
    Sin más motivos, de corazón agradezco su lectura y reitero mi total admiración a su trabajo y profesionalismo. Bendiciones infinitas maestro.

    Permaneceré atenta.

    • Querida Sirley:
      Recuerdo con emoción mi visita a Florencia (Caquetá). No sé cuántos años hace. Qué belleza. Y también qué tristeza. No hacía mucho se había producido el secuestro de dos equipos de fútbol…
      Estuve trabajando con una Universidad y aun recuerdo la sala colmada de asistentes y la calurosa y hermosa acogida que me hicieron.
      No sé cuántos años hace de esto. ¿Diez?
      Hago cien vuelos al año y comprenderás que no puedo tenerlo todo presente con exactitud.
      Tengo muchos compromisos para pronunciar conferencia, hacer entrevistas y celebrar encuentros. Acepto encantado tu invitación. Será cuestión de encontrar el hueco.
      Dime cuál es tu propuesta de fechas y de formato.
      Besos.
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