Estamos viviendo una crisis sin precedentes. Nos asedia el miedo del contagio. Y el de ser portadores del virus y convertirnos en un arma mortal para personas que se acerquen a nosotros, conocidas o no.
No vemos cerca la salida de esta crisis que nos tiene todavía encerrados en las casas, en un confinamiento tan necesario como difícil. Cada día nos inundan de gráficas y de estadísticas y a veces nos olvidamos de que, detrás de los números, hay una personas de carne y hueso.
Ha comenzado la desescalada. Estamos recorriendo las fases con pies de plomo, tratando de deshacer el dilema salud versus economía. Las comunidades autónomas se han instalado en una extraña competitividad para ver quién recorre primero las cuatro fases. Y no hay que apresurarse. No hay que salir primero. Hay que salir todos.
Quiero mandar un mensaje de esperanza, de optimismo y de fuerza. Porque, sea temprano o sea tarde, saldremos de esta. Es cierto que algunos compatriotas no van a poder contarlo. Con las muertes hemos pagado el más alto precio de la crisis. El más cruel. No solo por la muerte sino por la triste y solitaria forma en que ha ocurrido.
Creo que deben alegrarnos las pasos que vamos dando. Nos estamos convirtiendo en supervivientes. Todos tenemos una responsabilidad en la superación de la pandemia. Es la hora de la gente.
Algunos, lamentablemente, han salido del confinamiento como sale el champán cuando se descorcha la botella después de agitarla. Y eso es muy peligroso. Seamos responsables, seamos rigurosos en el cumplimiento de las indicaciones políticas y sanitarias. Acabo de ver una manifestación contra el gobierno de vecinos y vecinas del lujoso barrio madrileño de Salamanca. Apelotonados, sin mascarillas, sin guantes, poniéndonos en riesgo a todos. Envueltos en la bandera de España, eso sí, porque las consideran suyas. Me refiero a la bandera y a la patria. Indignante. Despreciable. No es el momento de decir “Abajo Sánchez” sino “Abajo el virus”. Pueden decir lo que quieran, ya lo sé. Pero, por Dios, respetando las normas de protección porque, de lo contrario, todo el esfuerzo no valdrá para nada. Esos manifestantes han tenido un comportamiento delictivo. No por lo que gritaban sino por lo que hacían. Libertad de opinión, sí. Libertad de destrucción, no.
A pesar de todo, saldremos adelante. Hay países, como Dinamarca, que han dado por superada la crisis. Otros están avanzando a pasos más o menos rápidos hacia la salvación. Nosotros también saldremos. Pasará todo. Pasará. Aunque tengamos que seguir conviviendo con el virus.
En el libro de Jaume Soler y M. Mercè Conangla titulado “La ecología emocional. El arte de transformar positivamente las emociones”, he encontrado una historia que me parece de singular importancia para esta coyuntura. Dice así:
Una vez, un rey de un país no muy lejano reunió a los sabios de su corte y les dijo:He mandado hacer un precioso anillo con un diamante a uno de los mejores orfebres de la zona. Quiero guardar, ocultas dentro del anillo, algunas palabras que puedan ayudarme en los momentos difíciles. Un mensaje al que yo pueda acudir en momentos de desesperación total. Me gustaría que ese mensaje ayude en el futuro a mis herederos y a los hijos de mis herederos. Tiene que ser pequeño el mensaje, de tal forma que quepa debajo del diamante de mi anillo.
Todos aquellos que escucharon los deseos del rey eran grandes sabios, eruditos que podían haber escrito grandes tratados… Pero, ¿pensar un mensaje que contuviera dos o tres palabras y que cupiera debajo de un diamante de un anillo? Muy difícil. Igualmente pensaron, y buscaron en sus libros de filosofía durante muchas horas, sin encontrar nada que se ajustara a los deseos del poderoso monarca.
El rey tenía muy próximo a él, un sirviente muy querido. Este hombre, que había sido también sirviente de su padre, y había cuidado de él cuando su madre había muerto, era tratado como de la familia y gozaba del respeto de todos.
El rey, por esos motivos, también lo consultó. Y éste le dijo:
– No soy un sabio, ni un erudito, ni un académico, pero conozco el mensaje.
– ¿Como lo sabes?, preguntó el rey.
– Durante mi larga vida en palacio, me he encontrado con todo tipo de gente, y en una oportunidad me encontré con un maestro. Era un invitado de tu padre, y yo estuve a su servicio. Cuando nos dejó, yo lo acompañe hasta la puerta para despedirlo y como gesto de agradecimiento me dio este mensaje.
En ese momento el anciano escribió en un diminuto papel el mencionado mensaje. Lo dobló y se lo entregó al rey.
– Pero no lo leas, dijo. Mantenlo guardado en el anillo. Ábrelo sólo cuando no encuentres salida en una situación.
Ese momento no tardó en llegar, el país fue invadido y su reino se vio amenazado. Estaba huyendo a caballo para salvar su vida, mientras sus enemigos lo perseguían. Estaba solo, y los perseguidores eran numerosos. En un momento, llegó a un lugar donde el camino se acababa, y frente a él había un precipicio y un profundo valle. Caer por él sería fatal. No podía volver atrás, porque el enemigo le cerraba el camino. Podía escuchar el trote de los caballos, las voces, la proximidad del enemigo.
Fue entonces cuando recordó lo del anillo. Sacó el papel, lo abrió y allí encontró un pequeño mensaje tremendamente valioso para el momento… Simplemente decía: Esto también pasará.
En ese momento fue consciente de que se cernía sobre él un gran silencio. Los enemigos que lo perseguían debían haberse perdido en el bosque, o debían haberse equivocado de camino. Pero lo cierto es que le rodeó un inmenso silencio. Ya no se sentía el trotar de los caballos.
El rey se sintió profundamente agradecido al sirviente y al maestro desconocido. Esas palabras habían resultado milagrosas. Dobló el papel, volvió a guardarlo en el anillo, reunió nuevamente su ejército y reconquistó su reinado.
El día de la victoria, en la ciudad hubo una gran celebración con música y baile…y el rey se sentía muy orgulloso de sí mismo.
En ese momento, nuevamente el anciano estaba a su lado y le dijo:
– Apreciado rey, ha llegado el momento de que leas nuevamente el mensaje del anillo.
– ¿Qué quieres decir?, preguntó el rey. Ahora estoy viviendo una situación de euforia y alegría, las personas celebran mi retorno, hemos vencido al enemigo”.
– Escucha, dijo el anciano. Este mensaje no es solamente para situaciones desesperadas, también es para situaciones placenteras. No es sólo para cuando te sientes derrotado, también lo es para cuando te sientas victorioso. No es sólo para cuando eres el último, sino también para cuando eres el primero.
El rey abrió el anillo y leyó el mensaje… Esto también pasará.
Y, nuevamente sintió la misma paz, el mismo silencio, en medio de la muchedumbre que celebraba y bailaba. Pero el orgullo, el ego había desaparecido. El rey pudo terminar de comprender el mensaje. Lo malo era tan transitorio como lo bueno.
Entonces el anciano le dijo:
– Recuerda que todo pasa. Ningún acontecimiento ni ninguna emoción son permanentes. Como el día y la noche; hay momentos de alegría y momentos de tristeza. Acéptalos como parte de la dualidad de la naturaleza porque son la naturaleza misma de las cosas.
Hasta aquí la historia del anillo del rey. Con su moraleja de esperanza y con su advertencia para los tiempos de bonanza cuando esto haya pasado. La historia nos dice que, una vez alcanzado el fin de la crisis, es probable que no podamos instalarnos en la plena tranquilidad de forma definitiva. Porque también esa bonanza pasará. Podemos echar las campanas al vuelo pero con la seguridad de que su repique podría cesar en cualquier momento. Hoy toca esperanza porque la pandemia de la covid-19 está pasando. Porque, sin duda, pasará.
Querido amigo y maestro:
Muchas gracias por tratar de aportar con tu artículo en estos momentos donde la covid-19 lo inunda todo.
La reflexión siempre es importante.
¿Qué es lo que no pasa, lo que permanecerá…?
Un fuerte abrazo MÁS para tu familia de parte de la mía.
Querido Juan Miguel y familia:
Ya veo que madrugas. A las 8.40 ya estaba enviado tu comentario,lo que significa que estaba buscado y leído el artículo antes. Gracias por tu diligencia y por tu participación. Alegra saber que aquella paloma mensajera que soltaste a la una de madrugada, ya ha llegado con el mensaje a una persona.
Permanecerá en nuestras mentes lo que hayamos aprendido. Permanecerá en nuestros corazones lo que hayamos vivido.
Lo que deseo es que una cosa y otra sean de signo positivo. Es decir, que nos ayuden a orientar mejor nuestra vida personal y nuestra convivencia.
Ojalá que nos ayude a cuidar mejor a nuestros ancianos, que nos haga previsores ante una nueva pandemia, que reforcemos sanidad pública, que nos haga valorar más lo importante y no estar obsesionados por lo accesorio, que nos haga preocuparnos por los más vulnerables…
Saludos para los cuatro en estos días de obligada (y seguro que hermosa) convivencia.
MÁS
Querido Maestro!
¡Me quedo con la frase de que todo esto pasará!
Pero no debemos olvidar que nosotros también pasaremos, como el aire que nos da las ganas de vivir, como las flores que con su aroma y su presencia nos recuerdan que todo es efímero , como las olas que vienen y van dependiendo de la fuerza del mar.
Las tormentas que nos envuelven en estos momentos, como los días difíciles van y vienen.
Lo importante es nuestra actitud, ella nos reviste de esperanzas.
Ella es la brújula que nos indica el buen camino para que no nos perdamos.
Las dificultades apagan nuestra luz y llenan nuestros cielos de vientos y oscuridad.
Pero como bien dice en su comentario, tarde o temprano acabará.
En el ser humano hay un componente maravilloso, que nos define, es ni más ni menos que nuestra actitud.
Un conjunto de emociones, creencias y comportamientos que nos orientan y dirigen hacia comportamientos que deseamos realizar.
Nuestra actitud es la que nos ayuda a ver claridad, aunque como en estos tiempos, no veamos salidas.
Nuestras experiencias, aprendizajes y educación tienen un componente trascendental.
Cada uno de nosotros tenemos la posibilidad, de ahogarnos en el mar del desencanto, de esculpir unos pensamientos en los que los miedos no tiemblen, de creer en las buenas personas, de inflar los corazones con hilos de esperanzas y que todo nos lleve a nuestra mejor confianza.
Se debe cuidar los afectos que nos llenan el alma y que se reflejan en nuestra armonía interna y en la paz que transmitimos en nuestras relaciones humanas.
Debe haber un especial valor y similitud, entre lo que se siente y lo que se hace, entre lo que se defiende y lo que se demuestra, entre lo que se desea y en lo que se trabaja cada día.
Todo estos principios juntos alimentan nuestra mente y nuestro corazón.
Y nos lleva a la esperanza de que mañana será mejor que hoy, y a tener y sentir una auténtica pasión por la vida.
Sin más deseando a todos/as muchas fuerzas para vencer al virus me despido con un cordial saludo y con un gran abrazo.
Querida Loly:
Gracias un vez más por tu hermoso comentario.
Creo que si no firmases podría decir, después de su lectura, quién es la autora.
Porque los ingredientes que lo definen están integrados por la autenticidad, la sensibilidad, la cordura y el optimismo.
Tienes razón, es importante la pasión por la vida, a pesar de la adversidad.
Y la esfera del mundo emocional, que nos hace sentirnos felices o desgraciados. Y que ayudan a que otros también sean felices.
Besos y gracias, querida Loly.
MÁS
Miguel Ángel, me alegra enormemente el mensaje de optimismo en estos días tan difíciles, mensaje que centras en la convicción de que todo esto pasará. Las cosas malas quisiéramos que pasasen volando, pero a veces no es así: la historia nos habla de tremendas pestes que diezmaron la población. La última la gripe de 1918 que se llevó por delante millones de personas, pero pasó. Guerras ha habido que duraron cien años, pero pasaron, etc,etc.
Todo pasa, nosotros también. Es ley del universo.
Yo creo que lo importante es no querer quemar etapas. Cada cosa tiene su tiempo. No pretendamos que nada más plantar el olivo tengamos ya aceitunas.
La mayor riqueza que tenemos es la salud y la vida. Seria una pena echarla a perder por unas prisas injustificadas.
Ya sé que se necesita riqueza y ricos, pero estos nunca me preocupan, ya se cuidan ellos bien. Los que tienen necesidad, esos son los que necesitan ayuda, excluyo de estos los caraduras, que también los hay.
En fin, me quedo con el ilusionante pensamiento de que todo esto pasará. Espero que pronto, y que vuelvan los buenos tiempos y, deseando la utopía, que no pasen nunca.
Saludos a todos, en especial a ti, Miguel Ángel.
Querido Joaquín:
Es verdad que existe la tentación, como dices, de “quemar etapas”.
Es cierto que la economía necesita reactivarse, pero no a costa de la vida de las personas.
Veo a las Comunidades Autónomas en una carrera para llegar las primeras en la desescalada. Sin duda lesionadas por el mundo empresarial.
La señora Ayuso ha culpado al gobierno de castigar a la comunidad de Madrid por la diferencia de ideología. Qué injusto y qué erróneo. Los criterios para la desescalada son científicos, no políticos. ¿Por qué no ha pasado a la fase uno en su totalidad la comunidad valenciana que es del mismo signo político que el gobierno?
Hay que avanzar con pies de plomo, porque puede haber un rebrote y podemos volver atrás.
Esto también pasará, es cierto. Pero no es igual que pase de una manera que de otra, en un tiempo breve que uno largo, con un coste alto o con un coste bajo de vidas y de dinero.
Un gran abrazo, querido amigo.
Y gracias por tu fiel colaboración.
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Muchas gracias querido Miguel Ángel por las reflexiones que nos dejas con tus artículos tan valiosos para nosotros, los educadores. Te mando un abrazo grande desde el Sur del mundo, desde Argentina, donde te queremos y respetamos mucho. ¡Hasta pronto!
Querido Marcelo:
Gracias a ti por leerme.
En estos días tenía que estar en Argentina para una gira que pasaba por Misiones y Santa Fe. (Me dicen que las cataratas de Iguazú están secas. Era uno de los lugares de mi gira. Me parece el mundo al revés).
No sé si te he dicho que Homo Sapiens saca en este mes dos libros nuevos míos:
EDUCAR EL CORAZÓN. LOS SENTIMIENTOS EN LA ESCUELA.
EL VALOR DE LA EDUCACIÓN. VIVIR EN PRIMAVERA.
Tenía que presentarlos en la Feria del Libro de BsAs pero todo se ha venido abajo.
Estoy impartiendo algunas videoconferencias a varios países. La gira también se hará online en agosto y septiembre.
Ojalá llegue el momento de viajar y de poder vernos.
Soy yo quien está agradecido a Argentina y, en especial, a San Luis. He recibido de los docentes y de las docentes de Argentina mucho más de lo que yo les he dado.
Un abrazo muy grande.
Y muchas gracias por estar ahí.
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Estimado Maestro
Estimado Maestro Miguel Angel soy Eduardo de Quito Ecuador. Gracias por su artículo y su mensaje de esperanza. Soy docente y consideo que adicional a los contenidos académicos que podamos impartir a nuestrso alumnos en este sistema de educación virtual, hoy es muy importante compartirles mensajes de esperanza y de optimismo como el suyo. Coincido pleanmente en que esto también pasará, pero espero que después de esta prueba los demás pueden ver en nosotros a personas más humildes, más pacientes, más solifarias y empáticas, en suma más humanos .Este tiempo de pandemia es un tiempo de aprendizaje y reafirmación de valores. Sin duda alguna que el optimismo y la esperanza son acttiudes totalmente útiles para continuar y supear esta prueba . Gracias Maestro.. Cuidese mucho.
Querido Eduardo:
Gracias a ti por hacerte eco de este mensaje esperanzador.
No sé si conoces un libro que se titula Pedagogía del optimismo. En él leí el siguiente pensamiento: Es cierto que los optimistas ven alguna vez una luz donde no existe pero, ¿por qué los pesimistas quieren apagarla inmediatamente?
Gracias por leerme y por tomarte la molestia de escribir.
Un abrazo.
MÁS
Querido .Miguel Angel:
Muchas gracias por tu mensaje de optimismo de hoy. Ciertamente todos sentimos de alguna manera el miedo, natural en esta situación y creo que protector sí no se convierte en pánico. Toca seguir protegiéndonos a nosotros mismos y a todas las demás personas que nos rodean, sean estas conocidas nuestras o no.
Pero como muy bien dices todo pasará, hay un refrán español que dice que no hay mal que cien años dure.
Sin prisa pero sin pausa, despacito y con buen pie es como debemos avanzar, y dejando a un lado las ideologías. Nuestro faro ahora ha de ser esa lucecita que empieza a mostrar su tenue presencia con algo que aunque no se pueda considerar todavía un resplandor, si que significa la promesa de que cada día nos acercamos un poco más al final del túnel.
Un abrazo y muchas gracias.
.Mariangeles Pelaez
Querida Mariangeles:
¿Cómo no valorar los indicadores positivos que permiten alimentar el optimismo? ¿Cómo no tenerlos en cuenta a la hora de saber cuál es el futuro?
Hay países que han salido y otros que estamos saliendo.
Me preocupan quien solo ven los agujeros en el queso. Me preocupa el odio que veo en algunos análisis y algunas reacciones.
Hay tres palabras que considero fundamentales hoy:
– RESPONSABILIDAD: mucho va a depender de la actitud de cada uno de nosotros. Por eso he denunciado lo que pasó ayer en Madrid.
– ESPERANZA: porque es el motor que va a poner en marcha la voluntad.
– SOLIDARIDAD: para ayudarnos unos a otros a salir adelante.
No me está gustando que la derecha se esté enseñando con el gobierno. Porque es la hora de la unidad.
Espero que estéis bien.
Besos y gracias por escribir.
MÁS
Querido Miguel Ángel :
Gracias por compartir sus palabras, siempre nos cargan de esperanza.
Escuché la noticia de la manifestación y me entristeció mucho ¿hasta dónde es capaz de llegar el egoísmo humano, ese invidualismo descomedido que hace creer que “todo vale”? .Lo más atroz es que lo hacen amparados en un derecho distorcionado : “Tú derecho a manifestarte, termina en mi derecho a la salud”. En Argentina, la oposición convocó un “cacerolazo” contra el confinamiento, que por suerte no tuvo seguidores.
Aprovecho para comentarle que su vídeo (dedicado a mi comunidad educativa), fue recibido con mucho entusiasmo y alegría.Lo hemos compartido con todos los estudiantes y profesores, también lo publicamos en la página web y canal de YouTube de nuestra Institución (para que su mensaje de cariño llegue a otros colegios). Regalos como ese sólo pueden venir de grandes como usted. El agradecimiento es compartido por miles desde Mendoza, Argentina. Lo admiramos y reconstruimos con sus reflexiones.
Espero el próximo artículo.
Lo saluda con atenta consideración.
Fabiana.
Querida Fabiana:
No sabes cuánto me alegra que el pequeño video haya tenido eco en tu comunidad.-
Fue un placer dedicaros esas palabras y esos minutos. Sois vosotros a quienes tengo que agradecer la consideración y el aprecio.
Me alegra que coincidas conmigo en la valoración de la manifestación de Madrid, cuando hablas del derecho distorsionado. Hoy he dialoga sobre ese tema con un amigo que discrepa de mis planteamientos. Es muy lúcido lo que dices y cómo lo dices: “Tu derecho a manifestarte termina en mí derecho a la vida”.
Gracias, Fabiana.
Besos.
Saludos a los miembros de tu comunidad.
MÁS
Error de tipeo : distorsionado.
Mil gracias por tan importante reflexión, en este momento de tantas ausencias, frente a las necesidades de la vida.
Alex Lorena:
Gracias a ti pir tomarte la molestia de leer el artículo y escribir estas palabras.
Reconforta saber que lo que escribes ha llegado a alguien y le ha servido de ayuda.
Gracias.
Saludos.
MÁS
Apreciado Dr., comentaristas y lectores, saludos a todos
Gracias y que valioso artículo, “El anillo del rey”. Habla de mensajes que pueden apoyarte en momentos de sentirte en peligro. Usted siempre apoya con ello, algo que le agradezco… invita a pensar con tres palabras ¿Usted que siente….?, no únicamente preguntar ¿Usted que sabe…? ya sea sobre evaluación, ética, mejora…cada quien se pronunciará. Temas que envuelven ciertos peligros y a la vez, desafíos por resolver. Y tiene razón en el sentido del tiempo, avanza y aunque pase el tiempo, el mensaje sigue con la intensidad de iluminación y en ello se cambia la emoción. Por eso Dr., aprovecho para agradecerle porque su blog es a mi juicio, un lugar de encuentro, de reflexión, de interacción, de aprendizaje, encuentro las respuestas que iluminan y trazan una ruta. Y la emoción me cambia a otro estado al leer artículo, regularmente sonrío, nada es permanente, tiene razón. Su relato me recordó los 3 filtros de la fábula que narra que Sócrates ante la ansiedad de su discípulo por contarle algo, (seguro le cambio las emociones), le invita a pasar su comentario por tres análisis, el de la verdad, el de la bondad, entendida como ¿qué de bueno me traerá saberlo? y el necesidad ¿Me hacía falta saber esto? para mejorar en algo o ayudar al otro a mejorar. Y acuerdan dejar el comentario silente y olvidarlo. Hoy por los escenarios existe la incertidumbre, entonces el experimentar y el confinamiento modifican las emociones permanentemente. También quisiera compartir el enlace de los dos diarios que publican la entrevista, con sus palabras Dr. para los profesionales e investigadores de la educación
http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/347375?fbclid=IwAR2O6ues-kDDmIRPzT69K09O_nZ2SiDNfRLktkdW8u-zEsAHYdKhe-A91eU
http://alternativaeducacion.com/?p=1098&fbclid=IwAR1BYAsmHUW9ASzaiR6oEhP9OexOIEQ5rj-pPm70ANoMYvtEDFuEyLNlQHI
Gracias Dr. por el artículo y los análisis, maravillosos
Querida Lourdes:
Gracias, en primer lugar, por la lectura atenta del artículo.
También por los comentarios que haces sobre él.
En algún lugar hablé (creo que en este mismo espacio o en el periódico SUR cuando escribí durante diez años en él), de los tres filtros que mencionas.
Así,es necesario acudir a la esfera de los sentimientos y no solo de la razón.
Gracias, finalmente, por facilitar los enlaces de las entrevistas y por haber formulado las preguntas de las mismas.
Saludos cordiales.
MÁS
Apreciado Dr. saludos
La agradecida soy yo por sus palabras que illuminan para trazar la ruta, gentiles, ofrecen tranquilidad, línea de ayuda y cierra con un hermoso mensaje para todos para quienes te forman, para uno que forma y para quienes se preparan para ingresar a integrarse a los servicios educativos. Siempre son una luz que ilumina con tacto, con alegría que hace asomar la sonrisa y con tacto y contacto traza la ruta para los que trabajamos en el ámbito educativo y con estudiantes de todos los niveles. Gracias por sus palabras en todo en entrevistas , libros, blog, artículos en revistas arbitradas todos maravillosos. Muy agradecida
Estimada Lourdes:
Me gusta decir que todo lo aprendemos entre todos.
Por eso me parece importante la participación de todos los lectores y lectoras del blog.
Saludos.
MÁS
Estimado miguel Ángel, me ha encantado tu historia del Anillo del Rey y me ha trasladado a los mensajes del Principito “Duele. Duele un montón. Pero va a pasar, y cuando sane, más fuerte vas a brillar, más alto vas a volar, más libre vas a soñar. Y vas a entender que algunas historias, terminan para que otras mejores puedan empezar” (Antoine de Saint-Exupéry)…Efectivamente esto también pasará, pero todas y todos tenemos que poner corazón y mente para que todo lo que pase nos deje recuerdos bonitos, de todas las emociones experimentadas se saca un aprendizaje. En estos momentos de esperanza, que también se vislumbra en tu instructiva historia y sus reflexiones, sólo pienso en la vacuna y me viene a la cabeza científicas y científicos que desde el anonimato continúan con la misma perseverancia, en la búsqueda de soluciones…en ellas y ellos el error y el fracaso siempre es un aliciente para continuar, para avanzar, para encontrar soluciones… ojalá nuestra Escuela siguiera los pasos de la Ciencia, del Método científico y experimentará ,sin miedo al fracaso, para encontrar la vacuna humana y emocional que necesita. Decía mi admirada Marie Curie que “Nadie puede construir un mundo mejor sin mejorar a las personas. Cada uno debe trabajar para su propia mejora”. Investigando encontré que otra persona referente en la Ciencia , Margarita Salas, murió el mismo día que nació Marie Curie . Una bióloga molecular que trabajó hasta sus últimos días, porque como ella decía no concibo mi vida sin la Ciencia. Ella realizó un profundo estudio sobre los virus y el descubrimiento de una enzima, donde su aplicación al diagnóstico del COVID- 19 ha sido la aportación postuma de la gran científica astuariana Margarita Salas. Su mayor éxito es que la dejaran seguir investigando hasta que muriera con la bata puesta, y así lo hizo el 7 de noviembre del 2019 a sus 81 años. Terminó con una reflexión de tu libro La Escuela que aprende: “¿Tendría sentido que un equipo quirúrgico con un elevadísimo fracaso en las intervenciones limitase la formación de sus miembros a la asistencia Congresos Internacionales de alguno de sus integrantes sin preocuparse analizar lo que sucede dentro del quirófano, sin revisar la coordinación
entre los diferentes miembros del equipo, sin estudiar la adecuación de
tiempos y de materiales disponibles, sin conocer el tipo de pacientes que
acude al Hospital, sin saber cómo se hacen los diagnósticos y cómo son los
tratamientos postoperatorios? No se trata sólo de que cada profesor
aprenda sino de que aprenda la escuela como institución.” GRACIAS MIGUEL ÁNGEL
Querida María José:
Da gusto leerte. Por lo que dices, por cómo lo dices y por lo que intentas transmitir y transmites.
Permíteme subrayar tres cuestiones con las que estoy muy de acuerdo:
– El papel de la ciencia en la sociedad. La importancia que tiene la búsqueda esforzada y paciente de la vacuna es la clave para la recuperación de la salud y la superación del miedo. Para ello hace falta que tengamos profesionales bien formados y presupuestos que hagan viables las investigaciones.
– La necesidad de que las mujeres estén en la primera línea de las investigaciones. Las dos mueres que citas son casos emblemáticos de la historia. Durante muchos siglos se les negó la posibilidad de dedicarse a la investigación y al estudio.
– La obligación de la escuela de formar para la curiosidad, para la búsqueda, para el rigor en la búsqueda. La tarea de la institución educativa es formar personas inteligentes capaces de indagar y personas éticas que pongan el conocimiento y los hallazgos al servicio la sociedad y no solo del propio interés.
Besos y gracias.
MÁS
Magister!
Mil gracias por el artículo y la historia del anillo del Rey. Eres una caja de sorpresas o una caja de bombones, lo que prefieras!
Aunque no tengo anillo creo que el mensaje ha calado en mi solitaria neurona.Gracias!
Me encanta saber lo que lees,aunque aparezca en el articulo de manera “indirecta”.
Leerte a ti y a tus compañías sigue siendo un referente!
Esto también pasará y nos veremos
Un fuerte abrazo!
Querido amigo (y querida Gema):
Muchas gracias por leer. Sé que el tiempo se puede emplear en muchas cosas. Es de agradecer que, cada sábado, me hagas ese generoso regalo.
Estoy seguro de que esto pasará y de que podremos vernos, abrazarnos y disfrutar presencialmente de nuestra amistad.
Mantengamos la esperanza y trabajémosla con la responsabilidad necesaria. Creo que esta es la hora de la gente. Ha sido la de los políticos y la de los sanitarios. Ahora está todo en las manos de cada persona.
Un abrazo grande.
Y gracias.
MÁS
Todo esto también pasará.
Lo bueno y malo.
Pasará la pandemia con el esfuerzo de todos y a pesar de la irresponsabilidad de algunos.
Hay dos cosas que me parecen terribles y que espero que pasen:
1. Los comportaientos incívicos. Me refiero a ese modo de proceder más propio de niños sin uso de razón y de locos que consisten en no respetar la distancia física de dos metros, de saltarse el confinamiento, de no pensar en los demás. Porque si uno se contagia genera un problema (tiene que ser atendido) y puede contagiar a los demás.
2.Las airadas protestas contra el gobierno. No es hora. Es hora de arrimar el hombro, de salir todos juntos. Ya habrá tiempo.¿Cómo ayudan estos manifestantes a solucionar el problema? Yo creo que les mueve más el odio que el sentido común.
3. Los políticos que alientan la protesta.Me parecen también irresponsables. No han entendido nada. Les considero miserables y torpes. Ya sé que el gobierno comete errores. Hay que corregirlos. PERO HAY QUE ESTAR UNIDOS PARA SALIR A FLOTE. ¿NO LO VEN?
SALUDOS Y GRACIAS.
Querida Sandra:
No puedo estar más de acuerdo en los tres puntos.
Precisamente el sábado voy a dedicar el artículo a hablar de la responsabilidad de la gente de a pie.
Es la hora de la gente, la hora de la ciudadanía.
Ahora está en nuestras manos ser responsables. Depende de nosotros salir de la crisis.
Me entristece que se estén cambiando los aplausos por las caceroladas. ¿Qué buscan? ¿Qué quieren? ¿Cómo mejoran la situación?
Ya hago referencia en el artículo al escándalo del barrio de Salamanca. Claro, un barrio de ricos y de gente de derechas. Un barrio de patriotas que se envuelven en la bandera de la patria mientras no tienen recato en contagiar a quienes están a su lado.
También comparto tu preocupación por la actitud cainita de la oposición. Están dando un pésimo ejemplo. Nada, que no lo entienden, que eso de la unidad y de arrimar el hombro no lo entienden.
Pues bien, todo eso también pasará.O eso espero.
Besos y gracias.
MÁS
Realmente, Miguel Ángel, yo ya no sé qué esperar.
De determinadas personas, los de siempre, cada uno con sus peculiaridades, no espero nada bueno; solo pido que su egoísmo y avaricia no vaya a peor, dada la situación. La locura o la irresponsabilidad de los locos de toda la vida, pues eso, con coronavirus o sin él, qué les vas a pedir.
La inmensa mayoría de la ciudadanía, la gente de a pie, jóvenes y no tan jóvenes, los más conservadores y los más progresistas, son personas que viven y dejan vivir, respetuosos, educados, solidarios. Ellos, la inmensa mayoría de la sociedad, son lo mejor, y en épocas como la que estamos viviendo, más.
Hay muchas cosas que no pasarán. Yo, como buen ingenuo que soy, pensaba que sí, que una situación tan extraordinariamente difícil podría sacar al humano que todos debemos llevar dentro, y unir por un mismo objetivo aplazando rivalidades. Pero veo que algunos, los de siempre, el humano lo han perdido en la niñez.
Querido José Antonio:
Te has adelantado a las reflexiones que, probablemente, haré el sábado dirigiéndome a la ciudadanía. Diré que es la hora de la gente de a pie, la hora de demostrar la responsabilidad para salvarnos. Y ahí se verá qué tipo de educación hemos recibido en las escuelas.
Me preocupan mucho tres cosas:
1.Lapostura de la oposición. Esa rabia que se desata contra el gobierno que tiene que ayudarnos a salir del naufragio.Me preocupa que se cambien aplausos por caceroladas, que se utilicen las manos no para aplaudir sino para empujar fusilesque disparó críticas y descontento. ¿Qué mejora esa actitud? ¿Qué ayuda a avanzar? Yo no digo que el gobierno no haya cometido errores, que no haya tenido retrasos, torpezas, opacidad o falta de visión. Pero me sorprende que la oposición no haya entendido que es la hora de estar juntos. NO SE DAN CUENTA DE QUE EL ENEMIGO NO ES EL GOBIERNO SINO EL VIRUS.
2.Los comportamientos de algunos ciudadanos y ciudadanas que se comportan de forma irresponsable. ¿No se dan cuenta de que el virus sigue ahí?, ¿no piensan que se convierten en un arma letal?, ¿no ven que todo lo que se ha conseguido se puede perder?
3.YO ESPERO QUE APRENDAMOS ALGUNAS LECCIONES, UNAS DE FORMA COLECTIVA Y OTRAS DE FORMA PARTICULAR.
Pero, claro, no se cambia de la noche a la mañana. El cambio es un proceso.
Quiero ser optimista. Quiero pensar que seremos inteligentes y no estúpidos.
Un abrazo y gracias.
MÁS
Querido Rodrigo:
Gracias por tu comentario.Es verdad que hace falta optimismo y esperanza en tiempos de adversidad.
Y una de las fuentes del optimismo está en la educación.
Un fuerte abrazo muy grande desde España.
MÁS
Estimado Miguel Ángel:
Leerte siempre reconforta, esto también pasará, me trae a la mente el nada es para siempre, guarda para la época de vaca flaca. Cuando en realidad la mejor lección es aprender a vivir el momento, bueno o malo siempre nos enseña algo. Entonces aprendamos de cada situación que nos toca vivir. Pero aprendamos que el precio de las malas decisiones son muy caras y más cuando se pagan con la vida. Gracias por alentarnos a continuar y seguir adelante a pesar de las adversidades. Gracias por seguir enseñando… Un gran y caluroso abrazo Jujeño a la distancia…
Estimado Miguel Angel. Un gusto leerle y un honor poder escribirle.
Soy profesor de Villarrica, Chile. He participado en algunas de sus visitas a este hermoso país.
Me encantaría poder compartir con usted mis apreciaciones y experiencias sobre evaluación y, por sobre todo, sobre retroalimentación.
Querido Álvaro:
Gracias por asomarte a esta ventana.
Estaré encantado de compartir tus inquietudes sobre evaluación o/y retroalimentación.
Te facilito el correo, pero también puedes hacerlo por este medio.
Un gran abrazo.
MÁS
Muchas gracias maestro.
Estaré en contacto.
La sesión de ayer en el Congreso me hizo otra vez ser pesimista. ¿Cómo vamos a salir con estas actitudes de algunos políticos?
Si es bueno para la ciudadanía el estado de alarme (ya que ha conseguido doblegar la curva de contagios y de fallecidos, ¿por qué no hay cien por cien de votos favorables ala prolongación?
Por otra parte, la negociación resulta un mercadeo indecente: di derogas la ley de empleo, me abstengo; si no aceptas la mesa de diálogo, voto no; si no das esa dinero para la comunidad valenciana, no te apoyo…
Pero, bueno. No es eso de lo que s trata, Se trata si es bueno o no el estado de alarma para los españoles.Y punto.
Un buen rebote me causó todo lo que oí y ví.
Saludos.
Querido Juan Antonio:
Como hay tiempo, yo también escuché una buena parte de las intervenciones.
Y me hice esa pregunta mil veces:¿es bueno o no el estado de alarma?
Si lo es, ¿por qué se oponen? Porque yo creo que los es. Y hay que centrar el debate.Pero no.
Vox ya viene diciendo NO desde el principio. Es decir, que por ellos habríamos estado siempre en la calle. Y Casado dijo ya hace días (sin saber cómo iba a estar la situación) que diría que no. Pero,¿por qué?
Y ese mercadeo me parece un chantaje inadmisible. Si no me das esto o lo otro, voy a votar que no. Entonces, ¿qué es lo importante?
Está claro. Lo que vas a conseguir con el voto.
Saldremos, pero a pesar de estas actitudes. No a causa de ellas.
Un abrazo y muchas gracias.
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Excelente. Me encantó el anillo del Rey
Querida María.
Gracias. Aunque san breves tus palabras son suficientes para agradecerte la lectura el comentario.
Nunca se sabe a quién le llegan tus palabras y qué le importan a quien las lee.
Besos.
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Estimado Maestro:
Con mucha alegría participe en el día de ayer, de un “conversatorio” que hizo con Carola Clerici. Quiero contarle que hace años sus textos y reflexiones, me acompañan para dar “luz” acerca de cuestiones preocupantes en torno a la educacion. Cuando la pandemia nos obligo al confinamiento, decidí comunicarme con mis estudiantes de los profesorados, a través de cartas… Cada semana les escribo, preguntando como están, contando el guion de la clase semanal, señalando propósitos, contenidos, manera de abordarlos -en lo posible, múltiples maneras- y alguna que otra reflexión o mensaje alentador. La segunda semana, el texto de la carta, incluyo esta historia del anillo del rey.
Entiendo que esto también pasara y deseo que, a su paso, caigan velos y construyamos una sociedad mas cooperativa, solidaria, respetuosa, creativa, alegre y comunicada.
Gracias por su eterna compañía!! Cada una de sus palabras, son un bálsamo que alienta a seguir. Le mando un cariñoso saludo desde Eldorado, Misiones, Argentina.
Querida Roxana:
Supongo que tú entraste ayer con algún comentario en el conservatorio. Y fue a quien dije que, hace años, tuve el honor y la suerte de visitar Eldorado para pronunciar una conferencia. Guardo un hermoso recuerdo de mis visitas a diversas ciudades de la provincia de Misiones (si mal no cuento, son 12).
Me alegra saber que algunos textos míos te han servido y te sirven de ayuda.
Fue un placer estar en el conservatorio de ayer.
En breve (día 13) impartiré una conferencia para Iguazú organizada por la Editorial Homo Sapiens. Se titulará DOCENTES PARA EL SIGLO XXI. ENSEÑAR A CONVIVIR EN LA ESCUELA.
Besos y gracias.
Enhorabuena por tu trabajo y por la iniciativa de la carta.
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“I love how you explained the complex concepts in a simple and understandable way.